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LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO NOVENA PARTE (JEREMIAS )

 JEREMÍAS 

(Destino: reino del sur) 

I. Los reyes bajo los cuales Jeremías ministró. 

A. Josías. Jeremías fue llamado por Dios durante el reinado del rey Josías, el último rey bueno de Judá. 
B. Joacim. Este rey impío quemó el rollo original de la profecía de Jeremías. 
C. Joaquín. Reinó sólo tres meses. Hizo lo malo ante los ojos de Dios y Jeremías le condenó enérgicamente. 
D. Sedequías. Fue el último rey de Judá; el profeta sufrió mucho durante su reinado. 
E. Nabucodonosor. Jeremías es tratado respetuosamente por este gran conquistador babilonio. 
F. Gedalías. Fue nombrado gobernador por Nabucodonosor para que le representara en Jerusalén. 
G. Johanán. Se hizo cargo de la situación después deltrágico asesinato de Gedalías y más tarde obligó a Jeremías a que acompañara a un remanente judío a Egipto.

II. El triple ministerio de Jeremías. 

A. Advirtió a la mayoría que todavía quedaba en Judá de la cautividad bajo Babilonia que se avecinaba

B. Confortó a la minoría que ya estaba cautiva en Babilonia (cap. 29). Jeremías escribió una carta para alentar a los judíos exiliados en Babilonia (29:1-32). 
1. Tenían que estar allí para una larga permanencia de setenta años. 
2. Debían orar por la paz y prosperidad de Babilonia a fin de que ellos mismos pudieran vivir en paz. 
3. Tenían que ignorar las mentiras de los falsos profetas y médiums en Babilonia, de otra manera serían castigados junto con ellos. 
4. Jeremías pronuncia la sentencia de muerte de parte de Dios para dos de estos profetas llamados Acab y Sedequías, por sus mensajes falsos y sus pecados de adulterio (29:20-23). 
5. También avisó a los exiliados acerca de un hombre llamado Semaías que estaba enviando cartas desde Babilonia a los líderes influyentes de Jerusalén en contra de Jeremías (29:23-32). 
6 . Dios todavía los amaba y algún día los traería de vuelta a Jerusalén (29:14). 

C. Pronunció juicio sobre nueve naciones gentiles (46—51). 
Estas naciones eran: Egipto (46:1-27). 
Filistea (47:1-6). 
Moab (48:1-47). 
Amón (49:1-6). 
Edom (49:7-22). 
Damasco (49:23-27). 
Cedar y Hazor (49:28-33). 
Elam (49:34-39). 
Babilonia (50—51). Después de citar a cada una de estas naciones, trata con cada una de ellas en una forma específica: 

1. Egipto (46:1-27). 
a. Egipto sería derrotado por Nabucodonosor en la batalla de Carquemis (46:2). 
b. Su ejército huiría aterrorizado y el río Éufrates se llenaría de cadáveres egipcios (46:5, 6 ). 
c. El mal que había producido su pecado (como el de Judá) era ya incurable (46:11). 
d. El faraón Hofra, rey de Egipto, es ridiculizado como un hombre que hace mucho ruido pero no tiene poder (46:17). 
e. Egipto quedaría dominado por Nabucodonosor (46:26). 

2. Filistea (47:1-6).
a. Sería invadida por los egipcios. Esto sucedió en el 606 a.C., el año en que murió el rey Josías (47:1). b. Los más fuertes entre los filisteos llorarían y los padres huirían, dejando abandonados e indefensos a sus hijos (47:2, 3). 
c. Tiro y Sidón, aliados de Filistea, serían destruidos al mismo tiempo (47:4). 
d. Gaza y Ascalón, las dos ciudades filisteas principales, quedarían completamente arrasadas (47:5). 

3. Moab (48:1-47). 
a. Los ejércitos de Nabucodonosor invadirían Moab (48:1,2). 
b. Su dios Quemos sería desterrado junto con sus sacerdotes y príncipes (48:7). 
c. Hasta ese momento Moab había vivido en relativa paz, librándose de otras invasiones (48:11). 
d. Al final, Moab se sentiría tan avergonzado de Quemos, su ídolo-dios nacional, como Israel lo estuvo de su becerro de oro en Bet-el (48:13). 
e. Moab, el antepasado que dio origen a los moabitas, había nacido en una cueva (Gn. 19:37). Durante la temible invasión babilónica los moabitas huirían buscando refugio en las cuevas (48:28). 

4. Amón (49:1-6). 
a. Esta nación sería castigada por ocupar las ciudades de Israel después de la cautividad y por su adoración del falso dios Milcom (49:1). 
b. Milcom sería llevado en cautiverio junto con los sacerdotes y gente importante de Amón (49:3). 
c. Amón será restaurada durante el milenio (49:6). 

5. Edom (49:7-22). 
a. Las ciudades de Edom quedarían tan silenciosas como Sodoma y Gomorra (49:18). 
b. Los gritos del pueblo de Edom pidiendo auxilio se escucharán tan lejos que llegarán hasta el mar Rojo (49:21). 
c. Dios, sin embargo, tendría misericordia de sus viudas y huérfanos (49:11). 

6 . Damasco (49:23-27).
a. Todo su ejército sería destruido en un solo día (49:26). 
b. Un incendio empezaría en los muros de Damasco y consumiría los palacios de Ben-adad (49:27). 

7. Cedar y Hazor (49:28-34). 
a. Cedar era el nombre de una tribu árabe que vivía en el desierto al este de Palestina y que sería destruida por Nabucodonosor (49:28). 
b. Dios mismo ordenó a Nabucodonosor que destruyera a estas tribus beduinas, ricas, arrogantes y materialistas (49:31). 
c. Hazor, otra tribu árabe ubicada en las cercanías, iba a quedar convertida para siempre en desierto y nunca la volverían a reedificar (49:33). 

8 . Elam (49:34-39). 
a. Elam estaba localizada al este de los ríos Tigris y Éufrates y tenía por capital a Susa. Fue invadida por Nabucodonosor en el invierno del año 596 a.C. Sedequías, el último rey de Judá, empezó a reinar en Jerusalén en ese año (49:34). 
b. Elam será restaurada durante el milenio (49:39). 

9. Babilonia (50:1—51:64). 
a. Parece que Jeremías se refiere a dos Babilonias en estos versículos. Una es la Babilonia histórica, capturada por Darío, el caudillo persa, en octubre del 539 a.C. (véase Dn. 5), y la otra es la futura Babilonia que Dios mismo destruirá. (Véase Ap. 18:18.)
b. Después de la destrucción de ambas Babilonias, Israel buscaría a su Dios. Esto ocurrió históricamente (Esd. 1) y volverá a acontecer en el futuro (Zac. 13:9-11). 
c. Después de la destrucción final de Babilonia (Ap. 18), la ciudad nunca más volverá a ser habitada (51:26). 
d. Las naciones impías llorarían por la destrucción de ambas Babilonias (Jer. 50:46; Ap. 18). 
e. Los israelitas debían de huir de ambas Babilonias (Jer. 51:6; Ap. 18:4).
f. Las dos ciudades son representadas como copas de oro llenas de iniquidades de las que las naciones bebieron y se embriagaron (Jer. 51:7; Ap. 17:1-6). 
g. Los cielos se regocijan por la destrucción de ambas (Jer. 51:10,48; Ap. 18:20).

III . La historia personal de Jeremías. 
A. Fue llamado a una dedicación completa durante el reinado de Josías (1:1-10). Tenía que permanecer soltero (16:2). 
1. Jeremías era hijo de Hilcías, una familia de sacerdotes que vivía en Anatot, a unas 3 millas (5 km) al noroeste de Jerusalén, en tierra de Benjamín (1:1). 
2. Recibió el llamamiento a un ministerio de tiempo completo durante el año decimotercero del reinado del piadoso rey Josías ( 1:6). 
a. Jeremías se resistió al principio a este llamamiento (como lo había hecho una vez Moisés, Ex. 3—4), presentando su juventud como una excusa ( 1 :6 ). 
b. Dios, no obstante, le reafirmó inmediatamente que: 
(1) Le había escogido a él aun desde antes de su nacimiento para ser un portavoz divino para todas las naciones (1:5). 
(2) Dios, por tanto, daría el mensaje al mensajero que él había elegido (1:7- 10). 
3 Debido a sus osados mensajes concernientes al juicio venidero, Jeremías fue perseguido por su propia familia ( 1 2 :6 ), por sus paisanos de Anatot (11:21), y posteriormente por toda la nación de Judá. 
4. Al comenzar su ministerio, Dios le mostró dos cosas que subrayaban la naturaleza e importancia de su ministerio. 
a. Le fue mostrada una rama de almendro (1:11). A causa de que este árbol florece antes que los demás, el almendro simbolizaba lo cercano que estaba el cumplimiento del juicio de Dios. 
b. Vio una olla de agua hirviendo que se inclinaba hacia el sur desde el norte. Esto simbolizaba la invasión babilónica (1:13). 
5. Jeremías llora por la destrucción de Judá que se aproxima (4:19-21). Esto lo hizo frecuentemente (véanse 8:18, 21; 9:1, 2, 10; 13:17; 14:17). 
6 . Dios le encomienda (a semejanza del griego Diógenes, que una vez recorrió las calles de Atenas procurando encontrar a un hombre honrado): «Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré» (5:1). Dios hizo una vez un acuerdo similar con Abraham en relación con Sodoma (véase Gn. 18:23-33). 
7. Jeremías admite que esta espantosa condición es una realidad entre los pobres y los ignorantes, pero él siente que puede encontrar hombres honrados entre los líderes educados y ricos de Judá. Sin embargo, todos habían rechazado a Dios por completo (5:4, 5). 
8 . El rey Josías fallece después de treinta y un años de fructuoso reinado. El apenado profeta asiste a su funeral (2 Cr. 35:25). El último rey bueno de Judá ha muerto y el país iría espiritualmente cuesta abajo desde ahora en adelante. 

B. Razona con Judá acerca de su reconciliación con Dios (3:12-14; 26:1-7). 
1. Dios invitó repetidas veces a Israel a que volviera a él (2:9). 
2. Le recibiría aun después de su inmoralidad con otros amantes (3:1). Esto estaba prohibido por la ley mosaica (véase Dt. 24:1-4). 
3. Jeremías, usando una figura agrícola, contiende con ellos para que aren la dureza de sus corazones no sea que queden ahogados en espinos (4:3, 4). 
4. Podían todavía escapar del juicio limpiando sus corazones y purificando sus pensamientos (4:14). 
5. Arrepentirse significaba que podrían permanecer en la tierra (7:3). 
6 . Rechazarlo significaba que quedarían cubiertos por espesa oscuridad (13:16). 

C. Declara sin temor el juicio venidero a manos de los babilonios. 
Seguidamente cita los pecados de Judá. 
1. Judá ha olvidado la fuente de agua viva y se ha cavado para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua (2:13). 
2. La nación se había transformado en una raza de gente degenerada (2 :2 1 ). 
3. Ningún jabón ni lejía, por mucho que fuera, serla capaz de limpiar sus manchas (2 :2 2 ). 
4. Los líderes tenían sus ropas manchadas con la sangre de los inocentes y de los pobres (2:34). 
5. Tenían el descaro de una prostituta (3:3). 
6 . Adoraban a los dioses falsos en todo monte alto y bajo todo árbol frondoso (3:6). 
7. Habían matado a sus profetas como un león mataría a su presa (2:30). 
8 . Eran tan insolentes como el bronce y duros y crueles como el hierro (6:28). 
9. Habían establecido ídolos en el mismo templo y adoraban a una diosa pagana llamada «reina del cielo» (7:18; 44:17). 
10. Habían sacrificado en realidad a sus propios hijos ofreciéndolos como ofrendas quemadas a los dioses paganos (7:31; 19:5). 

D. Les advierte finalmente acerca de los terrible resultados que traería su desobediencia. 
1. Grandes ejércitos marcharían sobre Jerusalén. 
2. Ni Asiria ni Egipto podrían ayudar a Judá en contra de Babilonia (2:18, 36). 
3. La gente huirá de las ciudades de Judá como uno huye de un león hambriento (4:5-7). 
4. Jerusalén será asediada como los cazadores acosan a un animal salvaje herido (4:17; 6:3- 5). 
5. Gritarán de dolor como una mujer de parto (4:31; 6:24; 13:21
6 . Los propios árboles de Jerusalén serían cortados y usados como rampas para atacarla (6 :6 ). 
7. El templo sería destruido (7:14). 
8 . Los soldados enemigos se moverían entre las gentes del pueblo como sapientes venenosas (8:17). 9. Muchos morirían a espada (15:3), de enfermedad (16:3, 4), y de hambre (21:9). 
10. Algunos serían dispersados como paja que arrastra el viento al desierto (13:24). 
11. Los cadáveres insepultos llenarían los valles a las afueras de Jerusalén y servirían de alimento a las aves de rapiña y a las fieras (7:32, 33; 9:22; 12:8, 9). 
12. Los enemigos de Judá profanarían las tumbas sagradas de sus reyes, sacerdotes y profetas, y dejarían esparcidos sus huesos al sol, la luna y las estrellas (8 : 1 , 2 ). 
13. Miles serían llevados cautivos a Babilonia por un período de setenta años (7:15; 25:11; 29:10). 
14. La severidad del castigo de Judá espantaría a las naciones gentiles paganas que miraran (19:8; 22:8; 25:11). 

E. Cuando la gente empezó a reírse de su mensaje y a rechazarlo, el profeta que advertía se transformó en el profeta llorón (4:19; 8 :2 1 ; 9:1, 2, 10; 13:17: 14:17). 

F. Debido a sus sermones y postura firme, Jeremías tuvo que sufrir mucho. 
1. Fue perseguido por su propia familia (12:6). 
2. Sus propios paisanos de Anatot tramaron contra él ( 1 1 :2 1 ). 
3. Fue rechazado y ultrajado por sus colegas sacerdotes y profetas. 
a. Pasur, el sacerdote principal del templo, mandó que lo golpearan y lo pusieran en el cepo (20:1-3). b. Fue casi linchado por un grupo de sacerdotes y profetas que se enfurecieron mucho a causa de uno de sus mensajes (26:7-9). 
c. Hananías, un falso profeta, lo ridiculizó (28).
4. Fue amenazado por el rey Joacim (26:21-24; 36:26). 
5. Fue arrestado, golpeado, acusado de traición y encarcelado (37:11-16). Sedequías fue a buscar a Jeremías solicitándole sus oraciones después que Nabucodonosor había declarado la guerra a Judá (21:1, 2). Jeremías le envió un mensaje a aquel inicuo rey advirtiéndole que las oraciones eran inútiles en este caso, porque Dios iba a usar a los babilonios para castigar a Jerusalén, y que el propio rey Sedequías sería entregado al rey de Babilonia (21:3-7). Jeremías le dijo a Sedequías que la ciudad sería incendiada y que él sería capturado y llevado a Babilonia (34:1-5). Jeremías reprende a ios judíos ricos, propietarios de casas, que violaban la ley mosaica que demandaba que todos los siervos hebreos fueran puestos en libertad después de servir durante seis años (34:8-16). El ejército egipcio del faraón Hofar acababa de llegar para ayudar a Judá a pelear contra Nabucodonosor. Jeremías le advierte a Sedequías que esta alianza política no le va a dar resultado, porque el rey de Babilonia derrotaría a los egipcios (37:5-10). Jeremías intentó en este tiempo visitar la tierra de Benjamín para inspeccionar una propiedad que había comprado (37:11, 12). Sin embargo, uno de la guardia llamado Irías le arrestó en la puerta de la ciudad y le acusó de querer pasarse a los caldeos (37:13). Jeremías lo negó, pero fue golpeado y encarcelado (37:14-16). Fue de nuevo buscado en secreto por Sedequías y una vez más predice la derrota de Jerusalén (37:17). Sedequías le mete en la cárcel del palacio en vez de dejarlo en la mazmorra en que antes le tenían (37:21). No obstante, Sedequías, presionado por los líderes religiosos que despreciaban a Jeremías, se vio forzado a meter al profeta en un confinamiento aún peor. Esta vez lo bajaron con cuerdas a una cisterna vacía que había en el patio de la guardia, donde pronto se hundió en la capa de lodo que cubría el fondo (38:1-6). Pero un amigo etíope llamado Ebed-melec, persuadió a Sedequías para que sacara al profeta de aquel sucio lugar. Fue necesaria la ayuda de treinta hombres para sacar al profeta de la cisterna, y lo devolvieron a la cárcel de la guardia en el palacio (38:7-13). Jeremías una vez más predijo la caída de Jerusalén (38:14- 17). Véase también 32:1-5. Permaneció en la prisión hasta que la ciudad fue tomada (38:28). 
6 . Vio como su manuscrito original fue quemado por el malvado rey Joacim (36:21-23). Dios le encomienda que mande a su escriba Baruc que escriba todos los mensajes orales que Dios le había dado durante los últimos veintitrés años (36:1-2). Baruc lo lleva a cabo y después los lee al pueblo en el templo (36:8). Es invitado seguidamente a leérselos también a los líderes religiosos. Cuando terminó, estaban realmente atemorizados y decidieron que el rey Joacim debía también escucharlo (36:14-16). Un funcionario llamado Jehudí es encargado de leerle a Joacim el rollo, mientras el adusto rey está sentado ante un brasero encendido. Cuando Jehudí termina de leer las tres o cuatro primeras columnas, Joacim toma su cuchillo, corta aquella sección y la arroja al fuego. Al final todo el manuscrito es quemado (36:21-23). El Señor encarga de nuevo a Jeremías que vuelva a escribir el rollo, además de agregar otro material adicional, incluyendo aquellas espantosas palabras acerca de Joacim: 
«Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. Y castigaré su maldad en él, y en su descendencia y en sus siervos; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalén y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he anunciado y no escucharon. Y tomó Jeremías otro rollo y lo dio a Baruc hijo de Nerías escriba; y ecribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes» (Jer. 36:30-32)
Después que Joacim quemó el rollo, Baruc quedó muy desalentado, pues probablemente le ocupó un año escribir todo el material. Dios no se olvida de él y le exhorta y le alienta por medio de Jeremías (45:1-5). 
7. Dios le manda ahora que no ore por Judá (7:16; 11:14; 14:11; 16:5). 
8. El profeta experimenta frustración y depresión (20:7-9,14-18). Jeremías se siente tan frustrado por su incapacidad para lograr que Judá se vuelva a Dios que está decidido a dejar el ministerio. «Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude» (20:9). 
(Véanse también 1 R. 19:3,4; Jonás 1:1-3; 1 Co. 9:16.) Es en este momento cuando también pronuncia una de las oraciones más desalentadoras de toda la Biblia (véase también Job 3): «Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho. Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a mediodía, porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?» (20:14- 18)
9. Escribe una carta de ánimo para todos aquellos judíos que se hallaban ya desterrados en Babilonia (29). 
10. Cuando todavía está en la cárcel, Dios le ordena que le compre una propiedad a su primo Hanameel. Esto era para ilustrar que a pesar de que el ejército babilonio estaba ya atacando Jerusalén, «... aún se comprarán casas, heredades y viñas en este tierra» (32:15). Resulta muy interesante el trasfondo de todo esto: el Señor le dice a Jeremías que su primo Hanameel le va a visitar pronto, con la intención de venderle un terreno que poseía en Anatot. Jeremías tenía que comprarla por diecisiete piezas de plata (32:6-13). Baruc después pondría la escritura de compraventa, firmada y sellada, en una vasija de barro y la enterraría. El propósito de esta acción era demostrar que un día las personas volverían a disfrutar de propiedades en Judá, y las venderían y comprarían (32:14, 15). Jeremías fue confortado durante todo este tiempo en la cárcel por la promesa fiel de Dios: «Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (33:3). Estas «cosas», tremendas y emocionantes, aparecen en los capítulos 30—33. Entre otras están las siguientes: 
a. A pesar de la inminente cautividad en Babilonia, llegaría el tiempo cuando Dios sanaría las heridas a Jerusalén y le daría paz y prosperidad (33:4-6). 
b. Todavía amaba a Israel con amor eterno (31:3). 
c. Israel volvería a ser reunido en Palestina procedente de todos los rincones de la tierra (31:8). (Véase también 30:3, 10, 11.) «Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre.... Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová ... y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor» (31:9-12). Nota: Jeremías predice en 31:15, 16 que el llanto amargo de Raquel por sus hijos en Ramá desaparecerá. Rami es una antigua referencia al área dentro y en los alrededores de Belén. Nabucodonosor mató allí a muchos cautivos enfermos y debilitados que no resistirían el largo camino hasta Babilonia. Raquel, la esposa de Jacob, es por supuesto un símbolo de todas las madres israelitas que lloran. En Mateo 2:18 este triste versículo aparece enlazado con la ocasión en que Herodes ordena matar a los niños de Belén con el propósito de eliminar a Cristo. d. Israel entenderá durante el milenio la necesidad y el propósito de todos sus sufrimientos (31:18, 19). 
d. Las ciudades de Israel serán reconstruidas y Jerusalén llegará a ser motivo de alabanza y centro de poder de toda la tierra (33:7-9; 31:38, 39; 30:18-21). 
11. Jeremías ve dos cestas de higos en el templo. Una de las cestas contiene higos frescos, buenos y maduros, la otra está llena de higos malos (24:1-3). Dios le explica que los higos buenos representan a los judíos desterrados en Babilonia (hombres como Daniel y Ezequiel), mientras que los higos malos simbolizan a Sedequías y sus corrompidos funcionarios (24:4-8). Dios le ordena a Jeremías que se haga un yugo y se lo sujetase al cuello con correas. Después tenía que enviar mensajes a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón por medio de sus embajadores en Jerusalén advirtiéndoles que el Señor había entregado sus países a Babilonia. Aquellos que se sometieran y llevaran el yugo de castigo con verdadero arrepentimiento serían librados, pero aquellos que rehusaran serían destruidos (27:1-11). Después de que Dios haya usado a Nabucodonosor para castigar a Judá y a las naciones vecinas, él también castigaría a Babilonia (27:7). Se le asegura a Judá que se volverían a reunir en Jerusalén después de la cautividad babilónica (27:22). Jeremías es acusado de mentir por un profeta llamado Hananías, que había predicho que la cautividad babilónica sólo duraría dos años y que aquellos que ya estaban en el destierro (tales como el rey Joacim, Daniel, Ezequiel, etc.), regresarían trayendo todos los tesoros del templo que se habían llevado (28:1-4). Dramatiza su acusación rompiendo el yugo que Jeremías llevaba puesto (28:10, 11). Jeremías predice que Dios quitará la vida a Hananías en un futuro cercano a causa de su ministerio mentiroso, lo cual sucedió en el plazo de dos años (28:13-17).
12. Jeremías fue a visitar el campamento donde residía la comunidad de recabitas. Estas personas pertenecían a una orden religiosa formada por Jonadab, hijo de Recab, durante el reinado de Jehú (841-814 a.C.). Ayudaron en la eliminación del baalismo en Israel. Evitaban residir en las ciudades, vivían como pastores y no bebían vino (35:2).
a. Dios manda a Jeremías que pruebe a estas personas ofreciéndoles vino. Ellos lo rechazaron inmediatamente, diciendo: «No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos» (35:6). 
b. Jeremías entonces presenta a Judá este gran ejemplo, y contrasta la obediencia de los recabitas con la desobediencia de Jerusalén (35:12-19). 13. Predicó un sermón en la puerta del templo y fue casi linchado por un grupo de sacerdotes enfurecidos por predecir la destrucción del templo (26:6-9). Lo defendieron algunos de los ancianos sabios de Judá, quienes recordaron a los enojados sacerdotes que el mensaje de Jeremías era semejante al del profeta Miqueas (Mi. 3:12). (Véase Jeremías 26:17-19.) 

G. Jeremías bajo el reinado de Nabucodonosor.
1. Sedequías intentó escapar de la ciudad que estaba a punto de caer, pero fue capturado cerca de Jericó y llevado otra vez a Jerusalén. Allí es forzado a presenciar la ejecución de sus propios hijos y después a someterse a la agonía de que le saquen los ojos (39:4-7; 52:6-11). 
2. Nabucodonosor instruyó a Nabuzaradán, capitán de la guardia, que tratase bien a Jeremías (39:11, 12).
3. Nabuzaradán lo libera de la prisión y lo lleva a Ramá, allí le da a elegir entre marchar con él a Babilonia o quedarse en Jerusalén. Jeremías prefiere quedarse y es puesto bajo la protección de Gedalías, el gobernador de Jerusalén nombrado por el rey de Babilonia (40:1-6; 39:14). 

H. Jeremías bajo el mando de Gedalías. 
1. Después de la guerra Gedalías intentó instituir una administración moderada que ayudara a la destruida Jerusalén (40:7-12). 
2. Esto provoca pronto la ira de un judío rebelde llamaido Ismael, quien conspira para asesinar a Gedalías. Un hombre llamado Johanán avisa al gobernador del complot, pero éste no lo toma en serio (40:13-16). 
3. Ismael asesina a Gedalías y a otros muchos funcionarios judíos, peregrinos, y a algunos soldados babilonios. Arrojan después algunos de los cadáveres a una cisterna vacía (41:1-9). 
4. Johanán llega al escenario de la masacre y logra restaurar el orden (41:11-17). 

I. Jeremías bajo el mando de Johanán. 
1. Johanán pide a Jeremías que averigüe cuál es la voluntad de Dios para el pequeño remanente judío que todavía queda en Jerusalén (42:1-5). 
2. Al cabo de un período de diez días de oración a Dios, el Señor le dice al profeta que Él desea que el remanente permanezca en la ciudad, y no se vayan a Egipto como algunos ya habían planeado hacer (46:6-22). 
3. Nada más escuchar la revelación que no estaban dispuestos a obedecer, Johanán y otros líderes acusan a Jeremías de mentiroso. Deciden marcharse a Egipto desobedeciendo la clara voluntad de Dios y fuerzan a Jeremías a que les acompañe (43:1-7). 
4. Al llegar a Egipto muchos de los judíos recaen en sus viejos hábitos de idolatría, y empiezan a quemar incienso a la «reina del cielo» (este era otro nombre que daban a Astarté, la diosa pagana del amor y la guerra de Mesopotamia, 44:8-10, 15-19). 
5. Jeremías les dice de parte del Señor que si rehúsan arrepentirse y volverse a Jerusalén, todos ellos morirán (44:7-14, 28). 
6 . Para dramatizar esta amarga verdad, Dios le ordena enterrar unas piedras grandes debajo del pavimento, frente a la entrada del palacio del faraón egipcio. Esto significaba que Nabucodonosor invadiría y ocuparía Egipto y que establecería su trono sobre aquellas piedras. Jeremías predice entonces que él mataría a muchos judíos que rehusarían volver. Los demás morirían de otras plagas o en la esclavitud (43:9-13). 

IV. Las profecías de Jeremías. 

A. La caída de Jerusalén (1:14-16; 3; 4:5-9; 5:15-17; 6:1-6; 32:2, 3; 38:17, 18). 
B. La destrucción del templo (7:11-15; 26:6-9). 
C. La muerte de Joacaz, el depuesto rey de Judá, en Egipto (22:10-12). 
D. La muerte tan vil y sin que nadie la llorara del rey Joacim de Judá (36:27-30). 
El profeta le había condenado fuertemente por su malvado reinado (22:13-19). Se había construido un palacio extravagante con obreros esclavos. Había matado a los inocentes y oprimido a los pobres. Se comportó con gran codicia, egoísmo y deshonestidad. Por este tiempo, Urías, un profeta compañero de Jeremías, fue asesinado por Joacim por predicar sin temor la verdad de Dios (26:20-23). Jeremías, por tanto, predijo que el rey moriría y nadie lo lamentaría, lo enterrarían como a un asno, lo arrastrarían fuera de Jerusalén y lo arrojarían a un basurero. 
E. Eliminación de la línea real del rey Joaquín (22:24- 30). 
1. Este joven hijo de Joacim reinó solamente tres meses, pero provocó de tal manera la ira divina, que Dios le dijo a Jeremías que aunque fuera un anillo de sellar puesto en su mano derecha, se lo arrancaría para entregarlo a los babilonios (22:24, 25). 
2. Jeremías predijo que: 
a. Sería entregado a Nabucodonosor. 
b. Sería desterrado junto con su madre. 
c. Moriría en tierra extranjera. 
d. Sería tenido como una vasija rota e inútil.
e. Sería tenido como un hombre sin hijos (aunque los tuvo) en lo que concernía a heredar el trono de David (22:25-29). 
F. La muerte de dos falsos profetas (Acab y Sedequías) y el castigo de otro (Semaías) que estaban ministrando entre los primeros judíos cautivos que fueron desterrados a Babilonia (29:30-32). 
G. La muerte de un falso profeta de Jerusalén llamado Hananías (28:13-17). 
H. La cautividad de Seraías. Jeremías advirtió a un hombre llamado Seraías que él sería llevado cautivo por Nabucodonosor en una fecha posterior (esto aconteció literalmente unos seis años después, 51:59). Jeremías le dio un rollo a Seraías que contenía sus profecías contra Babilonia. El profeta le mandó que en cuanto llegara, leyera públicamente el rollo, después lo atara a una piedra y lo arrojara al río Éufrates. Esto simbolizaría que Babilonia se hundiría también para no levantarse nunca más (51:60-64). 
I. El fracaso de la alianza militar egipcia-judía en contra de Babilonia (37:5-10). 
J. La derrota de Egipto por Babilonia (46:1-26). Jeremías describe con vividos detalles la famosa batalla deCarquemis en el mismo momento en que se está desarrollando. Egipto sufrió una gran derrota a manos de Nabucodonosor (46:1-12). 
K. Babilonia invadiría y finalmente ocuparía Egipto (43:9-13). 
L. Los setenta años de cautividad de Judá en Babilonia (25:11; 29:10). 
M . El retorno a Jerusalén después de los setenta años (27:19-22; 30:3, 10, 11, 18-21; 31:9, 12, 38, 39; 33:3-9). Jeremías promete que habrá restauración. 
1. Los hijos de Israel regresarán procedentes de todas partes del mundo (3:14; 31:10; 32:37-43). 
2. Dios les dará líderes conforme a su corazón (3:15). 
3. Palestina se volverá a llenar de la gloria y el pueblo de Dios (3:16-18). Este será un evento muy superior al del éxodo, cuando Dios los sacó de Egipto (16:14, 15; 23:7). 
4. Un descendiente justo y legítimo (el Salvador) ocupará el trono de David, y reinará con sabiduría y justicia (23:5, 6 ; 30:21; 33:17). 
5. Jerusalén será reconstruida y se volverá a llenar de gozo y acción de gracias (38:18-20; 31:4, 7-9, 12-14, 23-25; 33:10-12). 
N. La derrota de Babilonia después de setenta años (25:12; 27:6). Nota: El castigo que Babilonia recibiría de parte de Dios, tal como lo encontramos en los capítulos 50—52, se refiere evidentemente no sólo al juicio histórico (véase Dn. 5), sino también a un juicio futuro (véase Ap. 18). 
Ñ. La captura de Sedequías (21:3-7; 34:1-5; 37:17). (Véanse 39:4-7; 52:6-11 para su cumplimiento.) 
O. El trato favorable que recibirían en Babilonia los desterrados piadosos (24:1-7). 


V. El nuevo pacto de Jeremías.

A. La naturaleza del nuevo pacto (31:31-34). 
1. Abarcaría toda la casa de Israel. 
2. No sería como el pacto mosaico. 
3. Dios grabaría sus leyes en sus corazones. Israel siempre había sufrido de problemas de corazón que él mismo se había creado. Veamos el diagnóstico divino: «El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón...» (Jer. 17:1). Pero el Médico Celestial les ofrecía bajo el nuevo pacto un trasplante de corazón garantizado y perfecto. 
4. Esta nación con corazones nuevos volvería a ser otra vez el pueblo de Dios, y el Señor su Dios. 

B. El tiempo del nuevo pacto. Entrará en vigor «después de aquellos días» (31:33), a continuación del «tiempo de angustia para Jacob» (30:7). Ambas expresiones se refieren a la gran tribulación venidera. Es decir, el nuevo pacto empezará a funcionar después del tiempo de la angustia de Jacob, al comienzo del milenio. 

C. La superioridad del nuevo pacto. Será inmutable, incondicional y eterno; lo opuesto del pacto mosaico (Ex. 19:5-8). M.F. Unger escribe: «El viejo pacto estaba basado en la observancia estricta de la ley. El nuevo pacto (He. 8 :8 - 1 2 ) se basará completamente sobre la gracia y la sangre expiatoria de Cristo, que será el fundamento de la futura regeneración interna de Israel y de su restauración a la comunión con Dios. La entrada de Israel en las bendiciones del nuevo pacto (Ro. 11:1-26) asegurará su pe manencia eterna como nación.» (Unger's Bible Dictionary, p. 352) Dios mismo da seguridades a Israel acerca de la duración del nuevo pacto, cuando declara: «Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel...» (31:37). (Véase también 32:20-26.) 
D. El Mediador del nuevo pacto: el Hijo de David (33:15-18:30:9).


VI. Pasajes clásicos de Jeremías. 

A. «Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz» (6:14). 
B. «¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová» (7:11). 
C. «Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Quebrantado estoy por el quebrantam iento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado. ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?» (8:20-22). 
D. «¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría» (10:7, 12). E. «Y yo era como un cordero inocente que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre» (11:19). 
F. «¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer el bien, estando habituados a hacer el mal?» (13:23). 
G. «Me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pudieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo; échalos de mi presencia y salgdn. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos» (15:1,16). 
H. «No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres» (16:14, 15). 
I. «Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y desahabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras» (17:5-10). 
J. «Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré hacer yo de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel» (18:1-6). 
K. «Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mí corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude» (20:7-9). «Cantad a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos. Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho» (20:13-15). 
L. «Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte» (21:8). 
M . «¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?» (23:29). N. «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis, y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar» (29:11-14). Ñ. «¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado» (30:7). 
O. «Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito. Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron. ¿Hasta cuando andarás errante, oh hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón» (31:3, 8, 9, 15, 22). 
P. «¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti. He aqui que yo soy Jehová, Dios de toda came; ¿habrá algo que sea difícil para mí?» (32:17, 27). 
Q. «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la descendencia de David mi siervo, y los levitas que me sirven» (33:3,22). 
R. «Y tú no temas, siervo mío Jacob, no desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quien lo atemorice» (46:27). 
S. «Oh espada de Jacob, ¿hasta cuando reposarás? Vuelve a tu vaina, reposa y sosiégate» (47:6).


LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO SEPTIMA PARTE (ISAIAS)

 ISAÍAS

 INTRODUCCIÓN 

1. El libro de Isaías puede ser comparado con la Biblia. La Biblia tiene sesenta y seis libros e Isaías sesenta y seis capítulos. El Antiguo Testamento tiene treinta y nueve libros y la primera sección de Isaías tiene treinta y nueve capítulos. El Nuevo Testamento tiene veintisiete libros y la segunda parte de Isaías tiene veintisiete capítulos. El Antiguo Testamento comprende la historia y el pecado de Israel, y así también Isaías 1—39. El Nuevo Testamento describe a la persona y ministerio de Cristo, como lo hace Isaías 40— 6 6 . El Nuevo Testamento comienza con el ministerio de Juan el Bautista; la segunda sección de Isaías (cap. 40) comienza con la predicción de su ministerio. El Nuevo Testamento termina refiriéndose a los nuevos cielos y la nueva tierra, e Isaías termina su libro refiriéndose a lo mismo. (Cp. Is. 66:22 con Ap. 21:1-3.) 

2. El libro de Isaías está generalmente reconocido como uno de los seis grandes libros de la Biblia. Los otros son: Romanos, Juan, los Salmos, Génesis y Apocalipsis. 

3. Se encontró un ejemplar de este libro entre los famosos manuscritos del mar Muerto descubiertos en una cueva en 1947 en Qumrán. Era una copia del siglo II d.C. y consistía de diecisiete hojas de casi 24 pies ( 8 m) de largo por 10 pulgadas (25 cm) de ancho. Esta copia era sorprendentemente similar a la del texto masotérico común del siglo xn a.C. 

4. Isaías fue el más grande de los profetas del Antiguo Testamento y uno de los escritores más elocuentes que jamás hayan vivido, superando a veces las habilidades literarias de Shakespeare, Milton u Homero. 

5. Profetizó durante los reinados de cinco reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz, Ezequías y Manasés). 

6 . Es llamado el profeta mesiánico. Solamente en los Salmos encontramos más referencias a Cristo que en Isaías. 

7. Jesús dijo que Isaías vio su gloria y «habló acerca de él» (Jn. 12:41). 

8 . Estuvo casado y tuvo dos hijos. 

9. Se cree que su padre Amoz era hermano del rey Amasias de Judá, lo que significa que Isaías era de sangre real. 

10. Isaías escribió otros libros que no se han conservado, tales como: 
a. La vida de Uzías (2 Cr. 26:22). 
b. Un libro sobre los reyes de Israel y Judá (2 Cr. 32:32). 

11. Isaías es citado más veces en el Nuevo Testamento que ningún otro profeta del Antiguo Testamento. Los siguientes pasajes citan sus palabras en relación con: 
a. El ministerio de Juan el Bautista (Mt. 3:3; Le. 3:4; Jn. 1:23). 
b. El ministerio de Cristo a los gentiles (Mt. 4:14, 15; 12:17,18). 
c. El futuro reinado de Cristo sobre los gentiles (Ro. 15:12). 
d. El ministerio sanador de Cristo (Mt. 8:17). 
e. La ceguedad de Israel (Mt. 13:14; Hch. 28:25-27). 
f. La hipocresía de Israel (Mt. 15:7). 
g. La desobediencia de Israel (Ro. 10:16, 20). 
h. La salvación del remanente de Israel (Ro. 9:27,29). 
i. Los sufrimientos de Cristo (Hch. 8:28, 30). 
j. El ungimiento de Cristo (Le. 4:17). 


El libro de Isaías 

I. Bosquejo general
II. Resumen de las profecías de Isaías 
III. Las diferentes personalidades mencionadas en Isaías 
IV. La grandeza de Dios 
V. El Mesías 
VI. Los pecados de Israel 
VII. Las naciones gentiles 
VIII. La tribulación 
 IX. El milenio 


Bosquejo general 

I. Israel, siervo infiel de Dios (y sus diferentes enemigos) (1—35). 

A. La lista de sus pecados (1, 3, 5). 
B. La predicción de su futuro (2, 4, 9, 11, 12, 25-35). 
C. La visión de su gran profeta (6 ). 
D. La incredulidad de su impío rey (7). 
E. El juicio sobre sus enemigos (13—23). 

1. Babilonia (Is. 13, 14, 21). 
2. Asiria (14:24-27). 
3. Filistea (14:28-32). 
4. Moab(15— 16). 
5. Damasco (17). 
6 .Etiopía (18). 
7. Egipto (19—20). 
8 .Edom (Idumea) (34:5-15). 
9. Arabia (21:13-17). 
10.Tiro (23). 
11.Todo el mundo (24—25)


II. Exequias, el atemorizado siervo de Dios (36—39). 
A. Ezequías y el rey de Asiria (36—37). 
B. Ezequías y el Rey del cielo (38). 
C. Ezequías y el rey de Babilonia (39)

III. Cristo, el Siervo fiel de Dios (40—66) 
A. La liberación: la confortación de Jehová (40—48). 
1. Dios y los ídolos (40—46). 
2. Dios y las naciones (47—48). 
B. El liberador: la salvación de Jehová (49—57). 
C. Los liberados: la gloria de Jehová (58—66).


Resumen de las profecías de Isaías 

I. Profecías cumplidas en el tiempo de su vida. 
A. Judá se salvaría de la amenaza asiria y de la invasión israelita (7:4, 16). 
B. Siria e Israel serían destruidas poco después por Asiría (8:4; 17:1-14; 28:1-4). 
C. Asiria invadiría Judá (8:7, 8 ). 
D. Judá no sería tomada durante esta invasión (37:33- 35). 
E. Moab iba a ser juzgada por Asiría en el plazo de tres años (15— 16). 
F. Egipto y Etiopía serían conquistadas por los asirios (18—20). 
G. Arabia sería destruida (21:13-17). 
H. Tiro iba a ser destruida (23:1-12). 
I. La vida de Ezequías sería extendida por otros quince años (38:5). 
J. Asiría sería juzgada por Dios (10:5-34; 14:24-27; 30:27-33; 37:36). 


II. Profecías cumplidas después de su fallecimiento. 
A. La cautividad babilónica (3:1-8; 5:26-30; 22:1-14; 39:5-7). 
B. Babilonia sería derrotada por Ciro (13:17-22; 14:1- 23; 21:2; 46:11; 48:14). 
C. Babilonia sufriría una desolación perpetua (13:20- 22; 47:1-15). 
D. Las conquistas de un persa llamado Ciro (41:2, 3; 44:28; 45:1-4). 
E. El decreto de Ciro del retomo a Jerusalén (44:38; 45:13).
F. El gozo del retomo del remanente (48:20; cp. también con Salmo 126). 
G. La restauración de Tiro (23:13-18). 
H. El arrasamiento total de Edom (34:5-17). 
I. El nacimiento, vida terrenal, sufrimiento, muerte, resurrección, ascensión y exaltación de Cristo Jesús (7:14, 15; 9:1, 2, 6 ; 11:1, 2; 35:5, 6 ; 42:1-3; 50:4-6; 52:13-15; 53:2, 10-12, 15; 61:1, 2). 
J. El ministerio de Juan el Bautista (Ts. 40:3-5). 

III . Profecías todavía por cumplirse.
A. La tribulación (Is. 2:10-22; 13:6-13; 24:1-23; 26:20,21; 34:1-10; 51:6). 
B. La batalla de Armagedón (Is. 34:1-10; 42:13, 14; 63:1-6; 66:15, 16). 
C. El milenio (Is. 2:2-4; 4:2-6; 11:6-10, 12; 14:3, 7, 8 ; 19:18-25; 29:18; 30:19, 23-26; 32:18; 35:1-10; 40:4, 5; 42:13, 14, 16; 44:23; 49:10-13; 51:3, 11; 52:1, 6-10; 56:6-8; 59:20, 21; 60:1-3, 11-13, 19- 22; 62:1-4; 63:1-6; 65:18-25; 66:10, 12, 15, 16, 23).


 Las  diferentes personalidades 

I. Isaías. 
A. El más grande de los profetas del Antiguo Testamento y autor de este libro ( 1 : 1 ). 
B. El contempló la gloria de Dios como pocos hombres la han experimentado (6:1-13). Para otras experiencias lean el relato de: 
1. Moisés (Ex. 33:18-23). 
2. Ezequiel (Ez. 1:1-28). 
3. Daniel (Dn. 7:9-14). 
4. Zacarías (Zac. 3:1-9). 
5. Esteban (Hechos 7:55-60). 
6 . Pablo (2 Co. 12:1-4). 
7. Juan (Ap. 4— 22). 

C. Se le ordenó que ofreciera al impío rey Acaz una señal concerniente a la fidelidad de Dios (7:3). 
D. Fue padre de dos hijos (Sear-jasub, 7:3; y Mahersalal-hasbaz, 8:3), a los que puso nombres que indicaban futuros eventos proféticos. 
E. Dios le ordenó que anduviera descalzo y desnudo (quizá de la cintura para arriba) durante tres años para simbolizar las dificultades que el Señor iba a enviar sobre los egipcios y etíopes (2 0 : 1 -6 ). 

II. Acaz: el inicuo padre de Ezequías que rechazó la bondadosa señal de la fidelidad de Dios para con Judá en su hora de necesidad (7:1-25). 

III. Lucifer: aquel poderoso y pervertido ser angelical que se rebeló contra Dios y que ha llegado a ser conocido como Satanás y el diablo (Is. 14:12-14). «¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» (14:12-14). Notemos esas cinco necias y fatales determinaciones del «yo» de Lucifer: 
A. «Subiré al cielo»: Satanás tenía sin duda en mente el tercer cielo, el lugar de Dios. (Véase 2 Co. 12:1-4.) 
B. «Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono»: Esta es probablemente una referencia a los ángeles. Satanás deseaba la adoración de los ángeles. 
C. «Me sentaré, a los lados del norte»: Lucifer buscaba ahora entrar en el «despacho ejecutivo» de Dios, en alguna parte en el norte, y sentarse en el escritorio mismo del Señor. No solamente quería controlar a los ángeles sino también el número y tamaño de las galaxias llenas de estrellas. 
D. «Sobre las alturas de las nubes subiré»: Esto quizá puede referirse a aquella nube especial de gloria de Dios llamada Shekinah que encontramos frecuentemente en la Biblia. 
E. «Seré semejante al Altísimo»: Es revelador notar el nombre de Dios que Satanás usa aquí. Quería ser semejante a El-Elyon, el Altísimo. Este nombre significa literalmente «el más fuerte entre los fuertes». El diablo podía haber elegido otros nombres para Dios. Podía haber usado El-Shaddai, que significa «el proveedor, aquel que alimenta a sus hijos», pero no lo hizo. Podía haber elegido Jehovah-Rohi, que significa «el Dios pastor», pero evitó también usarlo. La razón es obvia: Satanás codiciaba la fortaleza de Dios, pero no estaba interesado en sus atributos de cuidado y dirección de las criaturas. 

IV. Sebna (22:15-25). Este era el mayordomo del palacio, un hombre indulgente y egoísta (quizá durante la primera parte del reinado de Ezequías) que fue reprendido y desechado por Dios. 

V. Eliaquim (36:3). Reemplazó a Sebna y fue el portavoz de Ezequías durante la crisis con Asiria que provocó Senaquerib.

VI. Rabsaces (36:2). El locuaz y arrogante asirio, portavoz personal de Senaquerib durante el asedio de Jerusalén. 

VII. Senaquerib (37:21). El rey asirio cuyos esfuerzos por destruir Jerusalén fueron totalmente anulados por el Ángel de Jehová. 

 VIII. Ezequías (36:1). El decimotercer rey de Judá que reinaba en Jerusalén cuando Dios salvó a la ciudad y a quien el Señor extendió la vida por otros quince años. 

IX. Merodac-baladán (39:1). El rey de Babilonia que envió espías (disfrazados de embajadores de buena voluntad) para felicitar a Ezequías por la recuperación de su salud, aunque su verdadera misión era informarse de la cantidad de riqueza que había en la ciudad y dónde la guardaban. 

X. Juan el Bautista (40:3-5). Comparar estos versículos con Mateo 3:1-3; Marcos 1:2, 3; Lucas 3:2-6; Juan 1:23. 

XI. Ciro (44:28; 45:1). El monarca persa de cuya persona y ministerio al remanente judío profetizó Isaías (de permitirles volver y reedificar el templo) dos siglos antes de que hubiera nacido. 



La grandeza de Dios 

I. Isaías 1:18: «Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» Grana: una referencia al carácter profundamente colorante del pecado. (Véase Nm. 19:2, 6 , 9.) Nieve: Salmo 51:7 Estemos a cuenta: Dios apela tanto al intelecto como a las emociones del ser humano. No tenemos que poner simplemente nuestra mente en neutral en nuestros tratos con Dios. (Véanse Is. 43:26; Ro. 12:1; Mt. 22:37; 2 P. 3:1.) 

II. Isaías 12:2-5: «He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré;- porque mi fortaleza y mi canción esJAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» Estas benditas aguas habían sido anteriormente rechazadas. (Véanse 8 : 6 y Juan 4:10, 14.) 

III. Isaías 25:1,4, 8,9: «Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugió contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos, es como turbión contra el muro. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.» Destruirá a la muerte. (Véanse 1 Co. 15:54; Os. 13:14; Ap. 20:14.) Enjugará toda lágrima. (Véanse Ap. 7:17; 21:4^)

IV. Isaías 40:1-31: 
A. En relación con los versículos 1, 2. 
1. Dios manda a su profeta a que hable con ternura para confortar los corazones de su pueblo. El mensaje de consolación es triple: a. Que su tiempo de esclavitud ha terminado. b. Que ya han pagado por sus faltas. c. Que habían recibido amplio castigo por todos sus pecados. 

B. Sobre los versículos 3-5. 
1. Esta voz había tenido su cumplimiento parcial en su primera venida por medio de Juan el Bautista (Mt. 3:3), pero sólo veremos su final consumación en su segunda venida. (Véase Is. 35:2.) Notemos los principales aspectos de esta proclamación: a. Un camino derecho será preparado en el desierto para el Señor. b. Todos los valles serán rellenados. c. Todos los montes y colinas serán nivelados. 
2. Cuando todo esto sea logrado (espiritualmente en los corazones de los israelitas), la gloria de Jehová será entonces revelada a toda carne. 

C. Acerca de los versículos 6 -8 . 
Una voz celestial ordena al profeta que grite acerca de la grandeza de Dios y de la insignificancia del hombre, diciendo: 
1. La belleza y duración del hombre es como el de las flores o la hierba, que pronto se secan y pasan (Stg. 1:10; 1 P. 1:24,25). 
2. Por el contrario, la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre. 

D. Sobre los versículos 9-11. 
La voz ordena ahora a los mensajeros de Sion que se encuentran sobre un monte que proclamen osadamente: 
1. ¡Ved aquí al Dios vuestro! 
2. Viene como Rey para reinar sobre ellos y para recompensarlos. 
3. Viene como un pastor para pastorearlos y dirigirlos tiernamente. 

E. Acerca de los versículos 12-31.
Este Rey-Pastor que viene tendrá todo el poder. 
1. Como se aprecia en su relación con la naturaleza (vv. 12-14). 
a. Mide el océano con la palma de su mano. 
b. Calcula con sus dedos la extensión del cielo. 
c. Conoce el peso de los montes y de la tirra. 
d. No necesita el consejo de ángeles, de demonios ni de hombres. (Véanse Ro. 11:34; 1 Co. 2:16.) 

2. Como se ve en sus tratos con las naciones (w. 15-17). 
a. Las naciones son para Él como una gota de agua en un balde o como una mota de polvo en la balanza. 
b. Levanta las islas en su mano como si no pesaran. 
c. Todos los árboles del Líbano no serían suficientes para consumir un sacrificio lo bastante grande para honrarle, ni todos sus animales serían bastantes para ofrecérselos a Él. 
3. Como se ve en relación con los ídolos (vv. 18- 20).
a. Dios no puede ser ni remotamente representado por una imagen de madera o de oro. 
b. El hombre puede crear un dios falso pero solamente Dios puede crear al hombre. (Véase también 41:6, 7, 21-24, 29; 44:9- 20; 46:1, 5-7.) 
4. Como se ve en su trato con los poderosos de la tierra (w . 21-24). 
a. Es inexcusable la obstinada ignorancia que el hombre hace de Dios. (Véanse Ro. 1:18-23; 2 P. 3:5.) 
b. Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra y ve a sus moradores como si fueran saltamontes. (Cp. Nm. 13:33.) 
c. Extiende los cielos como un toldo. 
d. Convierte en nada a los hombres poderosos (1 Co. 1:26-29). 
e. Apenas están plantados en la tierra cuando empiezan a secarse. (Véase Salmo 103:15, 16.) 
5. Como se ve en su relación con las estrellas (vv. 25, 26). 
a. Él creó originalmente a todas las estrellas. 
b. Conoce su número. 
c. A todas les puso nombre. (Véase Salmo 147:4.) 
6 . Como se ve en su trato con los elegidos (vv. 27-31).
a. Se concluye a la luz de todo esto que los hijos de Dios no deben cuestionar la manera en que los trata. (Véase también Is. 54:7, 8 .) 
b. El eterno Dios tiene una fortaleza inagotable y una inteligencia infinita. 
c. Él, por tanto, es el que renueva las fuerzas del desfallecido que espera en Él.
d. Esto les permite caminar, correr y volar como águilas.

V. Isaías 41:8-10: «Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» «Israel... siervo mío.» Scofield destaca lo siguiente: Tres siervos del Señor son mencionados en Isaías: (1) David (Is. 37:35); (2) Israel como nación (Is. 41:8-16; 43:1-10; 44:1-8; 21; 45:4; 48:20); y (3) el Mesías (42:1-12; 49:5-7; 50:4-6; 52:13-15; 53:1-12). 

VI. Isaías 42:8-12: «He aquí se cumplieron las cosas primeras»: es una posible referencia a la caída de Babilonia (Is. 13:17- 22; 21:1-10) y a la destrucción de Asiria (10:5-34; 14:24-27; 30:27-33; 31:8). «Y yo anuncio cosas nuevas»: los sufrimientos, la muerte, la resurrección y la ascensión del Siervo de Jehová, Cristo Jesús (52:13-15; 53:1-12). «Canten los moradores de Sela (la roca)»: una posible referencia al remanente que se ocultará en Petra durante la tribulación. (Véanse Zac. 14:5; Dn. 11:41.) 

VII. Isaías 43:2, 5, 6,11,25: «Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra. Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.» «Cuando pases por las aguas» (Ex. 14:19-31). «Cuando pases por el fuego» (Sal. 66:12; Dn. 3:25-27). «del oriente ... occidente ... norte ... sur.» (Véase Mt. 24:31.) «Fuera de mí no hay quien salve» (Hch. 4:12). «Yo soy el que borro tus rebeliones» (Is. 44:22; Hch. 3:19). «Y no me acordaré de tus pecados» (Sal. 103:10- 12; Is. 38:17; 44:22; Mi. 7:19; He. 8:12). 

VIII. Isaías 44:3: «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.» (Véanse Jl. 2:28-32; Hch. 2:16, 17.)

 IX. Isaías 45:5-12, 18-23: «Yo te ceñiré» (v. 5). Este pasaje describe la obra que Ciro llevaría a cabo, quien permitió que los judíos salieran de Babilonia y regresaran a Jerusalén. Dios les recuerda a todos que él permitió a Ciro capturar Babilonia. «Creo la adversidad» (v. 7). Dios, por supuesto, no es el creador del mal ni del pecado. (Véanse Hab. 1:13; 2 Ti. 2:13; Tit. 1:2; Stg. 1:13; 1 Jn. 1:5.) Uno de los significados de la palabra hebrea ra tiene la idea de adversidad o calamidad, que es sin duda el significado que se pretende dar aquí. «¡Hay del que pleitea con su Hacedor!» (v. 9). (Véanse Is. 10:15; 29:16; Ro. 9:19-21.) El Israel pecador es pintado aquí como cuestionando la manera en que Dios actúa con ellos; le acusan de que todo es deficiente e incierto (nótese la expresión: «No tiene manos»). Esto, por supuesto, es pura demencia, porque Dios más tarde les señalará que esas manos son las que crearon la tierra y al hombre (véase v. 1 2 ). «No hablé en secreto» (v. 19). Dios nunca habla con conceptos y términos esotéricos de manera que sólo unos pocos selectos puedan entenderle. (Véase Jn. 18:19, 20.) «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (v. 22). Según su propio testimonio, este fue el versículo que llevó a C.H. Spurgeon a Cristo. «Que a mí se doblará toda rodilla.» (Véanse Ro. 14:11; Fil. 2:10.) 

X. Isaías 46:9, 10: «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.» «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos» (v. 9). Quizá Dios tenía en mente cosas tales como la Pascua de salvación, la liberación del mar Rojo, la sanidad de las aguas en Mara, el maná celestial, etc. «Que anuncio lo por venir desde el principio» (v. 10). La profecía bíblica es historia escrita con anticipación

XI. Isaías 49:13-16: «Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.» 

XII. Isaías 55:1-3: Bien podríamos intitular a este capítulo: «La increíble salvación». 
A. El Anfitrión (v. 1): ¡Es Dios mismo! El Padre es retratado aquí como estando detrás de un puesto en un mercado oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando. 
B. Los invitados (v. 1 ): ¿Quiénes son los invitados? Los sedientos y los que no tienen dinero. 
C. El menú (vv. 1, 2): Estos elementos constituyen la alimentación básica del alma humana. 1. Agua y vino: es una referencia al Espíritu de Dios. (Véanse Jn. 7:37-39; Ef. 5:18; 1 Ts. 1:6.) 2. Leche: una referencia a la Palabra de Dios. (Véase 1 P. 2:2.) 3. Pan: se refiere al Hijo de Dios. (Véase Jn. 6:35.) 
D. Los términos de la invitación (vv. 6 , 7): 
1. Buscad a Jehoyá. 2. Llamadle. 3. Deje el impío su camino. 4. Volveos a Jehová. 
E. El tiempo limitado de la invitación (vv. 6 , 7): 1. Mientras puede ser hallado. 2. En tanto que está cercano. 
F. La necesidad de la invitación (vv. 8 , 9): «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,- dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.» 
G. Un ejemplo de la invitación (vv. 9, 10). ¡La lluvia! «Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come.» 
H. La promesa de la invitación: 
1. Para Israel: a. Las bendiciones del pacto davídico (v. 4). 
b. La aceptación de todas las naciones (v. 5). 
c. La plenitud del gozo y la paz (v. 12). 
2. Para la naturaleza: La eliminación de la maldición (w. 12, 13). 
3. Para todos: a. La completa satisfacción del alma (v. 2). b. Abundante misericordia y perdón (v. 7). 

XIII. Isaías 57:15, 19-21: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.» 
«Quebrantado y humilde de espíritu» (v. 15). (Véanse Sal. 34:18; 51:17; Is. 66:2; 2 Co. 7:10; 1 P. 5:6.) «Paz al que está lejos y al cercano» (v. 19). (Véanse He. 13:15; Hch. 2:39; Ef. 2:17.) «No hay paz ... para los impíos» (v. 21). (Véase Is. 48:22.) 

XIV. Isaías 61:10: «En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.» «Vestiduras de salvación» (Véanse Is. 64:6; Gn. 3:21; Mt. 22:2-13; Ap. 19:8; Jer. 33:11; Ap. 21:2.) XV. Isaías 63:7-9: «De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.» «El fue angustiado.» (Véase Jue. 10:16.) «El ángel de su faz.» (Véanse Gn. 16:9; 22:11; 48:16; Ex. 3:2; 14:19; Nm. 22:22; Jue. 2:4; 6:11; 13:3; 2 R. 19:35; Zac. 1:12; 12:8.) 

El Mesías 

I. Su encarnación.

A. Isaías 7:14, 15: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.» Debemos notar que se mencionan tres niños en relación con la visita de Isaías al impío rey Acaz y su rechazo de pedir a Dios una señal. Dos de los niños no habían nacido todavía. Eran: 
1. Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Hay seis implicaciones principales en relación con 7:14: a. Esta señal iba a ser dada por Dios. (Notemos la frase «el Señor mismo».) 
b. Sería dada a toda la casa de David y no solamente a Acaz (la expresión «os.será» tiene sentido plural).
c. Involucraba una señal milagrosa (Dios había invitado a Acaz a que le pidiera el milagro que él quisiera, «demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto» (v. 1 1 ). 
d. Tenía que ver con un nacimiento virginal. La palabra hebrea almah era un término común para designar a una mujer no casada, a una doncella virgen. (Véanse Gn. 24:43; Ex. 2:8; Sal. 68:25; Cnt. 1:3; Pr.30:19.) Si la promesa no hubiera implicado un nacimiento virginal, difícilmente se le habría considerado una gran señal milagrosa. (Véase Mt. 1:22, 23 para el cumplimiento de esta profecía, donde se emplea la palabra griega parthenos, un término que describe absoluta virginidad. 
e. Esta gran señal milagrosa resultaría en la encamación de Dios mismo en came humana, porque el nombre del niño sería el de Emanuel que significa «Dios con nosotros». 
f. Esta divina criatura sería a la vez completamente humano, comiendo lo que cualquier otro niño comería, y creciendo en madurez como cualquier otro niño. (Comparar Is. 7:16 con Le. 2:52.) 

2. Sear-jasub, «un remanente volverá» (7:3). Este pequeño niño era el hijo de Isaías que le acompaño al palacio de Acaz. Isaías le dijo al incrédulo rey que antes de que este niño alcanzara la edad de distinguir lo bueno de lo malo, los dos enemigos de Acaz, Peka y Rezín, serían destruidos. Esto fue cumplido literalmente por el rey asirio Tiglat-pileser, quien mató a Rezín, rey de Siria, en el 732 a.C. (2 R. 16:9), y por Oseas, que asesinó a Peka poco después (2 R. 15:30). 3. Maher-salal-hasbaz, que significa «el despojo se apresura, la presa se precipita» (8:1-4). Este niño, hijo también de Isaías, fue llamado así para indicar la cautividad del reino del norte a manos de Asiria. 

B. Isaías 9:6: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.» 
1. Vemos aquí tanto su humanidad como su deidad. 
a. La frase «un niño nos es nacido» nos habla de su humanidad (Le. 2:7; He. 2:14; 1 Jn. 4:9). 
b. La expresión «hijo nos es dado» se refiere a su deidad (Jn. 3:16). 
2. Cinco grandes nombres se le atribuyen a este niño, hijo de María y de Dios. 
a. «Admirable»: gramaticalmente es un nombre en la lengua hebrea y, por tanto, un verdadero nombre. (Véase Jue. 13:18 donde se traduce unas veces por «secreto» y otras por «admirable».) 
b. «Consejero»: este hijo no necesitaría nunca una junta de consejeros porque «¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?» (Ro. 11:34). (Véase también Jn. 2:24, 25.) 
c. «Dios Fuerte»: aquí es El-Gibbohr, «El poderoso héroe de Dios»
d. «Padre Eterno»: literalmente «Padre de la eternidad». (Véanse Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 1:2.) 
e. «Príncipe de Paz»: aquí es Sar-Shalohim, como se describe en Isaías 57:15-19
3. Desde el mismo principio de la historia esta humanidad caída ha buscado a alguien (o algo) que fuera capaz de curar las heridas del corazón humano y llevarlo a la realización del perenne sueño universal de justicia. Muchos han solicitado ese puesto y muchos métodos se han aplicado, pero todo ha llevado a la desilusión y a la desesperanza. Pero aquí el profeta presenta a un candidato especial. ¿Cuáles son sus calificaciones? ¿Puede él satisfacer las cinco condiciones esenciales? 
a. ¿Cuál es su personalidad y carácter? La respuesta es: Admirable. 
b. ¿Qué formación posee? La respuesta: Conoce todas las cosas y es, por tanto, el supremo Consejero. c. ¿De qué nacionalidad es? La respuesta: Él  es el Dios Fuerte, y el unigénito Hijo del Dios vivo. 
d. ¿Cuál es su experiencia laboral anterior? Respuesta: planeó y llevó a cabo la creación del universo, es, por tanto, Padre Eterno. e. ¿Qué talento especial tiene? Respuesta: Como Dios-hombre es capaz de reconciliar al hombre con Dios, así que es el Príncipe de Paz. A la luz de todo esto, Isaías (junto con Pedro, Pablo, Juan y otros muchos) exhortan fervientemente a todos los pecadores que busquen los servicios de este candidato celestial (Véase Is. 1:18.)

II. Su soledad y juventud en Nazaret. 

A. Isaías 11:1,2: «Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.» 

1. Este pasaje describe lo que queda de lo que una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David y Salomón, sería cortado a ras del suelo por las hachas de Asiria y Babilonia. 
2. Pero este tocón se presenta en evidente contraste con el vasto número de tocones muertos que cubren la tierra después de que Dios ha cortado el gran bosque asirio descrito por Isaías en el capítulo 10 (y que hará a su tiempo con todas las naciones paganas). Hay una diferencia importante, y es que aquel tocón no está muerto y un vástago saldrá que llevará fruto. (Véase Ap. 5:5.) 
3. La palabra hebrea para vástago es netser, y era probablemente a lo que Mateo se refería cuando declaró que Cristo «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno» (Mt. 2:23). 
4. El Santo Espíritu de Dios reposaría sobre el niño de Belén y ciudadano de Nazaret, y le daría: 
a. Espíritu de sabiduría: la habilidad para discernir la naturaleza de las cosas. 
b. Espíritu de inteligencia: la capacidad para discernir las diferencias. 
c. Espíritu de consejo: la habilidad para adoptar conclusiones correctas. 
d. Espíritu de poder: la capacidad para llevar a cabo lo decidido. 
e. Espíritu de conocimiento: la capacidad de conocer personalmente la esencia del Padre Dios. Esta característica puede seconsiderada como la raíz de su ministerio, y estos son los cuatro primeros frutos. 
f. Espíritu de temor de Dios: debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer no lo que no agrada al Padre. (Véase Jn. 8:29.) De modo que estos siete (contando al Espíritu Santo y sus dones) forman el candelero de siete lámparas, con su pie principal y sus tres brazos a cada lado (Ex. 25:31, 32; Ap. 1:4; 4:5; 5:6). 

B. Isaías 53:2: «Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.» (Solamente citamos este versículo aquí. Le consideraremos cuando tratemos el aspecto de su sufrimiento en relación con Isaías 53.) C. 

Isaías 7:15: «Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bneno.» Se refiere a la condición humilde de la familia del Salvador. Mantequilla y miel era el alimento común de los que caminaban en el desierto. No eran, por supuesto, los únicos alimentos, pero formaban la dieta básica. 


III. Su relación con el Padre. 

A. Amado por el Padre. 
«He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones» (Is. 42:1). Fue citado en Mateo 12:18 y demostrado en Mateo 3:17 y 17:5. 
B. Obediente al Padre. «Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás» (Is. 50:4, 5). (Véanse Jn. 7:16; 8:28, 38; 12:49; 14:10, 24; Fil. 2:8; He. 10:5.) 


IV. Su ministerio específico a los gentiles.

 «Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (Is. 9:1, 2). Isaías señala aquí que justamente aquella región donde los ejércitos asirios habían causado muerte y oscuridad sería la primera en regocijarse en la luz de la predicación de Cristo. Mateo se refiere al cumplimiento de esta profecía en 4:12-16. 


V. Su ministerio lleno de gracia para con todos.

 «No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia» (Is. 42:2,3). Aquí se nos dicen tres cosas que el Siervo justo de Jehová no hará durante el curso de sus ministerio: 
A. No gritaría en las calles. Al contrario de otros luchadores mundanos y ruidosos, este manso conquistador no alzaría su voz en las calles. Nuestro Señor no se parecería en nada a rebeldes vociferantes y enloquecidos. 
B. No quebraría la caña cascada. Esto fue demostrado cuando libre y generosamente perdonó y restauró a aquella mujer inmoral que el pecado había retorcido y desgarrado (Jn. 8:1-11). 
C. Ni apagará el pábilo que humeare. Esto lo demostró liberando al endemoniado gadareno de aquella legión de demonios que le encadenaban, llevándole a la luz de la sanidad y la esperanza (Mr. 5:1-20). Se registra el cumplimiento de esta profecía en Mateo 12:14-21 y se amplía en 11:28-30. 


VI. Sus milagros. 

«Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad» (Is. 35:5, 6 ). Aunque este pasaje tendrá su final cumplimiento en el milenio, se refiere en parte, sin embargo, al ministerio terrenal de Jesucristo. 
A. Los ojos de los ciegos serán abiertos. (Véanse Mt. 9:29; 12:22; 20:34; Mr. 8:25; Jn. 9:7.) 
B. Los oídos de los sordos se abrirán. (Véanse Mt. 11:5; Mr. 7:34.) 
C. Las piernas de los cojos serán restauradas y afirmadas. (Véanse Mt. 9:2; Mr. 12:13; Jn. 5:8.) 


VII. Su mensaje.

 «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados» (Is. 61:1, 2 ). Scofield aporta una nota de bastante ayuda sobre este versículo: «Observemos que el Señor Jesús suspende la lectura de este pasaje en la sinagoga de Nazaret (Le. 4:16-21) con las palabras “el año agradable del Señor”. La primera venida abrió el día de la gracia, “el año agradable del Señor”, pero eso no cumple con el día de juicio que se llevará a cabo cuando vuelva el Mesías.» (Véase 2 Ts. 1:7-10 y comparar con Is. 34:8; 35:4.) 

VIII. Sus sufrimientos y muerte.
Isaías, 700 años antes de que ocurriera, nos da detalles sorprendentes y exactos de la crucifixión de Cristo en tres pasajes clave. 
A. Isaías 50:6: «Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.» Esto, claro está, se cumplió literalmente: 
1. Los heridores: Véanse Mateo 27:26, 30; Juan  8 ;2 2 . 
2. Los que escupían: Véanse Mateo 26:67; 27:30; Marcos 14:65; 15:19. 
B. Isaías 52:14: «Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.» Scofield dice: «La traducción literal nos presenta un cuadro sorprendente: tenía un aspecde toda forma humana que su apariencia no era la de un hijo de hombre, es decir, no parecía humano. Este fue el resultado de la brutalidad descrita en Mateo 26:67, 6 8 ; 27:27-30.» Si tomamos este pasaje en su valor real significa que Cristo sufrió más en la cruz que ningún otro ser humano haya sufrido jamás en cualquier lugar u ocasión. 
C. Isaías 53:l-10a. 
1. Acerca de los versículos 1-3.
 a. Estas declaraciones introductorias bien pueden ser las voces del remanente de creyentes israelitas de todos los tiempos que dialogan acerca de su muerte. El primer versículo dice literalmente: «¿Quién cree lo que hemos oído?» Leupold escribe: «Por así decirlo, podemos ver aquí a dos discípulos hablando en la esquina de una calle en Jerusalén, repasando las cosas que habían sucedido en el Viernes Santo, a la luz de la mejor perspectiva que ahora tenían después de Pentecostés. Se sentían especialmente maravillados por su tremenda equivocación, de la que eran culpables, en relación con la extraordinaria figura que apareció en medio de ellos como el Siervo sufriente ... estaban todavía asombrados al recordar su ceguedad.» (Exposition on Isaiah, p. 225.) Un ejemplo de esto podemos verlo en el testimonio de los dos discípulos de que iban a Emaús cuando comentaban acerca de su incredulidad (Le. 24:13-32). 
b. La pregunta «¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?» debería compararse con el Salmo 8:3. En este pasaje David dice que Dios sólo usó sus dedos para creamos, pero Isaías declara que el Señor empleó sus brazos para redimirnos. 
c. Los versículos 2 y 3 nos comparten la historia de Cristo desde la cuna hasta la cruz. (1) Fue menospreciado debido a su humilde origen (v. 2). Véase también Juan 1:46. (2) Fue rechazado a causa de su mensaje (v. 3). Véase también Lucas 4:16- 30. (3) Fue un varón de dolores y experimentado en quebranto debido a su misión terrenal, (v. 3). Véase también Lucas 19:10. 
d. Su comienzo humilde le hacía parecer insignificante. ¿Quién realmente se fijó en él cuando era un jovencito en Nazaret? Podía ser comparado a lo común de la tierra que casi nadie le presta atención.
e. ¿Y qué acerca de la apariencia personal de Cristo? No tenemos ninguna descripción bíblica de nuestro Señor, porque no había necesidad de ello. Vino como el Siervo sufriente de Jehová y la única calificación de un siervo es ser capaz de cumplir con la tarea. Esto explica por qué el Evangelio de Marcos (que presenta a Cristo como el buey-siervo de Dios) no tiene ninguna genealogía. Podemos concluir diciendo que nuestro Señor era humilde, saludable, diligente, pero no atractivo. Probablemente no exhibía gran carisma ni desplegaba un estilo de vida deslumbrante y sorprendente. Los directores de los grandes programas de televisión no le habrían considerado candidato para una entrevista. 
2. Sobre los versículos 4-6. 
a. La Biblia de Scofield destaca lo siguiente acerca del versículo 4: «Debido a que Mateo cita este pasaje y lo aplica a las enfermedades físicas (8:17), algunos han conjeturado que en la muerte expiatoria de Cristo estaban incluidos tanto el pecado como la enfermedad. Pero Mateo afirma que Cristo cumplió la primera parte de Isaías 53:4 durante su ministerio sanador en su tiempo de servicio en la tierra. Mateo 8:17 no hace referencia alguna a la muerte expiatoria de Cristo» (p. 759). 
b. La última parte del versículo 4 nos informa que el pueblo de Israel en general miró a la cruz como la sentencia justa impuesta por Dios a un blasfemo llamado Jesucristo (Mt. 27:38-44). Es decir, que Israel aquí miraba a Jesús como la esposa y los amigos de Job le miraban a él: como un hombre que sufría por sus propios pecados. (Véase Job 2:9; 4:7; 8:3.) 
c. El versículo 5 nos dice que él fue herido (traducido por atormentado en el Lange’s Commentary, la versión de la Biblia Dios Habla Hoy, dice «traspasado» y «atormentado») y molido por nuestras iniquidades. Estas dos palabras «herido» y «molido» son los términos más fuertes que se pueden emplear para describir una muerte violenta y agonizante. 
d. El versículo 6 empieza y termina con la palabra todos. «Todos nosotros nos descarriamos ... Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.» Cristo tomó sobre sí nuestro infierno para que nosotros pudiéramos participar de su cielo. El bendito Hijo de Dios se hizo el Hijo del Hombre para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios. 
3. Acerca de los versículos 7-9. 
a. Algunos pueden preguntar cómo podemos saber nosotros que Isaías se está refiriendo realmente a Cristo en el capítulo 53, en razón de que no se menciona para nada el nombre del Salvador. Su identidad es claramente establecida en dos pasajes del Nuevo Testamento que lo relacionan directamente con Isaías 53. (1) El testimonio de Juan el apóstol en Juan 12:37, 38, en el que se cita a Isaías 53:1. (2) El testimonio de Felipe en Hechos 8:32 33, en el que se cita a Isaías 53:7, 8 .
b. Se nos dice que aunque Él fue herido y molido, con todo no abrió su boca Ni una sola vez durante las siete injustas comparencias ante Anás, Caifás, el Sanedrín, Pilato, Herodes, otra vez Pilato, y los soldados romanos, intentó el Señor justificarse en nada ni defenderse acusándoles de juicio injustto (véase v. 7). Juan el Bautista estaba sin duda alguna pensando en la frase «como cordero fue llevado al matadero» cuando presentó al Señor por primera vez como «el Cordero de Dios» (Jn. 1:29). 
c. El versículo 8 puede ser traducido: «Mediante la fuerza y una sentencia injusta fue eliminado, y sobre su suerte ¿quién pensó en ello?»
d. El versículo 9 nos dice que los líderes religiosos planeaban arrojar su cadáver al campo del alfarero junto con los dos malhechores. Dios intervino y fue sepultado en un sepulcro propiedad de un hombre rico (Mt. 27:57). Scofield nos dice lo siguiente en relación con el versículo 9:La palabra hebrea de la que se traduce “muerte” es un plural intensivo. Se ha sugerido que habla de la violencia de la muerte de Cristo, aquel dolor tan intenso que lo hace semejante a una repetición de la muerte» (p. 759). 
4. Sobre el versículo 10. ¿Quién realmente mató a Cristo? Muchos sin duda tuvieron parte en su muerte, entre ellos Judas, Caifás, Anas, los inicuos líderes religiosos judíos, Pilato, Herodes, los soldados romanos, el diablo, y los pecados de todos los pecadores. ¿Pero quién realmente fue el que lo pensó? ¡Aquí se nos dice que fue Dios mismo! Véanse Hechos 2:23; 1 Pedro 1:18-20; Apocalipsis 13:8.


IX. Su resurrección, ascensión y exaltación. 

A. Isaías 52:13: «He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.» El término hebreo del que se traduce «prosperado», significa también tener éxito, y se emplea en lugares como Josué 1:7, 8 y Jeremías 23:5, ¡y que gran historia de éxito tenemos aquí! Notemos los tres logros del Siervo de Dios que se predicen aquí: 
1. Será exaltado (literalmente, ser elevado). Esta es una referencia a su resurrección. (Véase ML 28:1-10.) 
2. Será engrandecido (que significa ser puesto en alto), y es una referencia a su ascensión. (Véase Hechos 1:9, 10.) 
3. Puesto muy en alto (o muy exaltado). Esta es una referencia a su exaltación. (Véase Fil. 2:5-11.) Todo esto es aún más significativo a causa de lo que sigue en Isaías 53, porque aquí tenemos al Siervo del Señor resucitado, ascendido y exaltado incluso antes de que fuera crucificado. ¿Quién sino sólo Dios podría tener tan gloriosa confianza? 

B. Isaías 53 10b-12; 52:15: «Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los tranagresores» (53:10£>-12). «Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído» (52:15). Estos últimos versículos nos ofrecen un gran resumen de los sufrimientos y de la satisfacción final del Siervo de Jehová. Pedro sin duda alguna tenía esto en mente cuando escribió: «Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos» (1 P. 1:10, 11) . 

Los sufrimientos del Siervo de Dios. 
a. Derramó su vida hasta la muerte como una ofrenda a Dios por el pecado. (Véase Jn. 10:11,15,18.) 
b. Fue contado con los criminales comunes. 
c. A pesar de todo, llevó el pecado de muchos y oró por los que le atormentaban. (Véanse He. 2:9; Le. 23:34.) 
2. La satisfacción del Siervo de Dios. 
a. Verá los hijos espirituales por los cuales murió para salvarlos. (Cp. He. 12:12 con Jud. 1:24.) 
b. Cumpliría con la voluntad y el deseo de su Padre. 
c. Recibirá del Padre los despojos de la victoria (Véase Ap. 11:15.) 
d. Será la fuente suprema de bendiciones para muchas naciones. (Véase Ap. 21:22-26.) 
e. Gozará de esta satisfacción por toda la eternida (Véanse Ap. 1:8; 1 P. 1:1, 2; He. 10:22.)

X. Su reinado milenario. 
A. Isaías 9:7: «Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.» 
B. Isaías 42:4-7. 
C. Isaías 59:16-21: 1. Estos versículos describen la búsqueda de un hombre por parte de Dios, y su elección de Cristo manifiesta que Él es el único aceptable Redentor. Isaías pinta aquí un cuadro que sería más tarde descrito por el apóstol Juan en Apocalipsis 5:1-14. 2. Pablo nos informa que las piezas de la armadura que llevaba este Guerrero-Redentor están ahora a disposición de los soldados cristianos (Ef. 6:13-17). 
D. Isaías 11:3-5: «Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.» 
E. Isaías 49:1-12. 

F. Isaías 32:1: «He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán enjuicio.» 
G. Isaías 33:22: «Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el mismo nos salvará.»

Los pecados de Israel 

I. Su necedad.
A. No tienen ni siquiera el sentido común de los animales (1:3). 

B. Dios tenía que repetirles cada cosa una y otra vez (renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá) y todavía no podían entender (28:9-13). 

II. Su hipocresía. 
A. Dios estaba hastiado de sus sacrificios que eran ofrecidos sin ningún pesar por sus pecados ( 1 : 1 1 - 14) 
B. Debido a ello él rehusaría ver sus manos extendidas y escuchar sus piadosas palabras cuando oraran (1:15). 
C. Los servicios de adoración de Israel no eran otra cosa que meras palabras aprendidas de memoria (29:13)

III. Sus mujeres (3:16-26). 
A. Antes de que Dios las juzgara (3:16-23): 
1. Caminaban con la cabeza levantada llenas de orgullo. 
2. Sus ojos miraban con insolencia. 
3. Llevaban adornos en los pies y tobillos. 
4. Iban cargadas de anillos, brazaletes y collares. 
5. Llevaban velos y cofias. 
6 . Adornos en las orejas y en la nariz 
7. Llevaban vestidos elegantes, mantos, chales y bolsos. 
8 . Usaban espejos, peinados ostentosos, gasas y tocados. 
9. Llevaban cinturones y usaban perfumes y amuletos. Que lejos estaba todo esto de la descripción de Pedro de lo que es la verdadera belleza y ornato (1 P. 3:1-4). 
B. Después de que Dios las juzgara (3:24-26): 
1. En vez de perfume habría pestilencia. 
2. En vez de cinturón llevarían una soga. 
3. En vez de peinados elegantes lucirían la cabeza calva. 
4. En vez de belleza tendrían vergüenza y desgracia. 

IV. Su infructuosidad (5:1-7). 

La parábola de la viña del Señor. Esta parábola emplea una de las dos figuras tomadas del mundo vegetal para representar a la nación de Israel. La otra figura es la higuera. (Véase Mt. 21:33- 46.) 
A. Lo que Dios hizo por su viña (5:1,2). 
1. La plantó en la ladera fértil de un monte con vides escogidas. 
2. La trabajó con el arado y la despedregó. 3
. En medio de la viña levantó una torre y edifcó un lagar. 
4. Esperó pacientemente por la cosecha. 
B. Lo que el Señor recibió de su viña: solamente uvas agrias (5:2). 
C. Lo que Dios iba a hacer con su viña (5:3-7). 
1 . Quitaría la cerca y permitiría que creciera el pasto para que entrara a comer el ganado. 
2. No la podaría ni la limpiaría de hierbas, dejaría que crecieran los espinos y la maleza. 
3. Mandaría a las nubes que no derramaran lluvia sobre ella nunca más. 

V. Seis cargos contra Judá (5:8-22). 

A. Negaban a otros sus derechos de propiedad. 
B. Se habían convertido en una nación de borrachos. (Véase también 28:1-8.) 
C. Se burlaban de Dios y le desafiaban a que les castigara. 
D. A la bueno llamaban malo y a lo malo bueno. Lo blanco era negro para ellos y lo negro era blanco; lo dulce decían que era amargo y lo amargo dulce. Aquí tenemos un ejemplo clásico de la «nueva moralidad» de hoy, practicada por Israel unos siete siglos a.C.
E. Se consideraban sabios y sagaces en su propia opinion
F. Aceptaban sobornos que resultaban en que el culpable saliera libre y el inocente fuera encarcelado. 


VI. Sus líderes falsos. 

A. 9:15, 16: 
«El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden.» 
B. 28:14, 15: «Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.» 

VII. Su dependencia de Egipto (Is. 30:1-7; 31:1-3). 
«¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.»

 VIII. Su trágica condición general.
 A. 1:5, 6 : «¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.» 
B. 59:1-8. 
C. 64:6: «Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.» 
D. 65:2, 3: «Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos.» 


Las naciones gentiles 

I. Babilonia (Is. 13— 14, 21). La New Scofield Bible señala lo siguiente: «Esta profecía concerniente a Babilonia anuncia la caída de la nación y de la ciudad en manos de los medos (13:17-22), pero también aplica la palabra babilonia a la totalidad del poderío mundial gentil, empezando con Nabucodonosor (Dn 2:31, 32, 37, 38) y culminando con el cuarto poder mundial (Dn. 2:34, 35,40-45) al tiempo del retomo de Cristo a la tierra como la Piedra Desmenuzadora. Este será el tiempo de los gentiles. Véase Lucas 21:24.» 
A. Babilonia sería destruida por los medos (13:17- 22) . 
B. Sus ejércitos serían acosados hasta su propia tierra a semejanza de como un lobo perseguiría a una gacela atemorizada (13:14). 
C. Los soldados serían apuñalados, sus propios hijos asesinados y sus mujeres violadas (13:15, 16). 
D. El profeta Isaías quedó horrorizado y se enfermó ante la descripción que Dios hacía de los castigos de Babilonia (21:3-5). Este último pasaje se cumplió completamente cuando Darío tomó Babilonia. (Véase Dn. 5.) Al leerlo da la impresión de que es el relato de un testigo ocular de la destrucción tal como la registra Daniel. Sin embargo, Isaías escribió acerca de ello unos 2 0 0 años antes de que realmente aconteciera. (Véase también Jer. 51:8, 9.) Isaías también describe vividamente al centinela que informa al rey de la caída de la ciudad. (Véase 21:6-10. Véase también Jer. 51:31-33.) 
E. Babilonia se convertiría en una tierra desolada, llena de erizos y de pantanos (14:23); los animales salvajes la convertirían en su morada, y los demonios acudirían allí a bailar (13:21). 
F. Babilonia nunca sería reconstruida en aquel lugar. Debemos señalar aquí que algunos creen que el cumplimiento último de estos versículos debe esperar hasta el período de la tribulación, cuando la antigua Babilonia será reedificada a orillas del Eufrates. (Véase Ap. 18.). Se aboga por esta interpretación porque algunas de las profecías concernientes a la destrucción de Babilonia no fueron cumplidas cuando la ciudad cayó en manos de los medos. (Véase también Jer. 25:17-26; 51:26.) 
G. Dios está usando a los gobernantes de dos naciones gentiles para describir la persona y la obra de Satanás. Una es Tiro (Ez. 28:1-19) y la otra es Babilonia (Is. 14:12-16). Para otros ejemplos de la manera en que Satanás se presenta por medio de otros, véanse: 
1. Génesis 3:15, donde Satanás se presenta por medio de la serpiente. 
2. Mateo 16:22, 23, donde Satanás se presenta por medio de Simón Pedro. 
II. Asiría (14:24-27). 
A. Dios había determinado aplastar al ejército asirio en los montes de Israel (14:25). 
B. Esto iba a hacerse para quitar de la gente el terrible yugo asirio.  
III. Filistea (14:28-32). 
A. Se le advierte a Filistea que no se regocije por la muerte del rey Acaz de Judá, quien en vida les había herido y castigado (14:29). 
B. Su hijo (Ezequías) sería todavía más exigente con ellos (14:29). 
C. Filistea finalmente sufriría una destrucción total bajo el cruel ataque de Sargón, el rey asirio.
IV. Moab (caps. 15—220 16). 
A. Moab era la nación que procedía de Lot por medio de la relación incestuosa con su hija mayor. Este hijo ilegítimo fue el padre de los moabitas. El pueblo de Moab se convirtió en un enemigo implacable de la nación de Israel. Su rey Balac contrató los servicios de Balaam para que los maldijera. Pero Rut también procedía de esta tierra (Nm. 22:2-4; Rut 1:4). 
B. Moab iba a ser castigada por Dios. Sus ciudades principales serían destruidas en una noche (15:1). C. Todo el país se llenaría de llanto de un extremo a otro (15:8). 
D. Los leones devorarían a los sobrevivientes (15:9). 
E. Dios invitó a los refugiados de Moab a que se beneficiaran de su misericordia. Se les mandó que pagaran tributo a Israel en conformidad con acuerdos anteriores (2 R. 3:4-9; Is. 16:1).
F. Sin embargo, el orgullo les impidió hacerlo (16:6). 
G. Isaías llora a causa del juicio de Dios sobre Moab por su terco orgullo (6 : 1 1 ). 
H. Se estableció oficialmente que el juicio sobrevendría en el plazo de tres años. En esa fecha Asiria invadió Moab (16:14). 
V. Damasco (cap. 17). 
A. Damasco la capital de Siria y es la ciudad más antigua del mundo que todavía permanece hoy. Efraín (otro nombre para el reino israelita del norte) y Damasco se habían aliado contra Judá, encadenando a aquella nación con el juicio divino. Ser compañeros en el crimen significa serlo también en el castigo (17:3). 
B. Ambos aliados fueron más tarde asediados por Tiglat-pileser (2 R. 15:29) y finalmente deportados por Salmanasar (2 R. 17:6). 
VI. Etiopía (cap. 18). 
A. Se piensa que «la tierra que hace sombra con las alas» es Etiopía (18:1). 
Misioneros que han ministrado en aquel país nos dicen que es conocido como la tierra de los pájaros y es llamada «lá Tierra de Alas». 
B. Esta nación marchó contra Israel con un ejército (¿histórica o proféticamente?) pero fue frenada por Dios mismo. Sus soldados muertos quedarían abandonados en el campo de batalla para alimento de las aves y de las alimañas (18:4-6). 
C. Después de esto (¿la tribulación?) Etiopía llevará ofrenda a Jehová de los ejércitos en Jerusalén (18:7). 
VII. Egipto (caps. 19—20). 
A. No hay nación tan prominente en la Biblia como Egipto. Se la menciona por primera vez cuando Abraham la visitó (Gn. 12). Tiempo después José vivió y murió allí (Gn. 39-50). Israel se hizo allí nación. B. Egipto sería severamente castigada a causa de su idolatría (19:1). Este pueblo fue originalmente monoteísta pero luego fue cayendo gradualmente en la más vil idolatría. Adoraban al toro, la rana, el pez y varias aves. La prueba en el éxodo es una batalla entre estos dioses y Jehová. (Véase Ex. 7- 12. Nótese en las profecías de Isaías en los capítulos 19-20.) 
1. Egipto quedaría sometida a un imperio cruel (19:4), que pudo ser el Imperio Otomano, que la reduciría a la miseria y el hambre. 
2. Los egipcios pelearían entre sí (19:2). En el tiempo de Isaías se levantó un faraón que no fue capaz de controlar esta gran nación y el ejército no le obedecía. 
3. Los canales del río Nilo se llenarían y se ensuciarían con juncos podridos. Esto todavía sucede en el tiempo presente. 
4. Parece que en el 19:7 tenemos una referencia a las plantas de las que sacaban el papiro, la clase de papel que se usaba en aquellos días. Esta era una de las industrias principales de Egipto y producía mucha riqueza. Estos juncales desaparecieron y nunca más crecieron a lo largo de las márgenes del Nilo, donde Moisés fue una vez escondido. 
5. La industria pesquera egipcia desaparecería (19:8, 10). 
6 . Su industria textil también desaparecería (19:9). Las telas de lino de Egipto eran conocidas en todo el mundo. Los tejidos de lino tomados de las momias son superiores a los que se hacen en los telares de Irlanda. Estos tejidos de lino fueron también usados en la construcción del tabernáculo. Todo esto desapareció. 
7. Egipto caminaría tambaleándose en la historia mundial «como tambalea el ebrio en su vómito» (19:14). 
8 . Judá les produciría espanto a los egipcios (19:17). 
9. Egipto sería invadida por Asiría en el plazo de tres años (2 0 :1 -6 ). 
C. Pero todo esto cambiaría un día gloriosamente. 
1. Dios aplastaría a Egipto en la tribulación pero luego compasivamente la sanaría (19:22). 
2. Egipto e Iraq quedarán conectadas por una autopista que permitirá a ambas naciones viajar libremente a Jerusalén para adorar a Dios (19:23-25). 
VIII . Edom (21:11, 12). Este pasaje incluye una pregunta y una respuesta. 
A. La pregunta: «Guarda, ¿qué de la noche?» 
B. La respuesta:«La mañana viene, y después la noche.» La mañana y la noche llegarán. Lo que sería la gloria para algunos (los medos, que derrotarían a los edomitas) sería humillación y vergüenza para otros (los edomitas). De igual manera, el Nuevo Testamento presenta la venida gloriosa de Cristo como noche para algunos (los incrédulos, véase Jn. 9:4), y mañana para otros (los salvados, véase Ro. 13:11,12).
 IX. Arabia (21:13-17).
 A. Arabia era la tierra de los ismaelitas, las tribus de • beduinos del desierto, los que hoy conocemos como árabes. B. Serían tan severamente juzgados que sólo unos pocos de sus flecheros valientes sobrevivirían (21:17). 
X. Tiro (cap. 23). Esta es la décima y la última de la cargas contra las naciones. Vemon McGee sugiere que cada una de estas grandes naciones simboliza o representa algún principio, filosofía o sistema que Dios va a juzgar. Son: Babilonia: la religión falsa, la idolatría. Asiría: la dureza despiadada. Filistea: el orgullo extremado. Moab: el formalismo religioso. Damasco: el sincretismo. Etiopía: el complejo industrial militar. Egipto: el mundo. Edom: la carne. Arabia: la guerra. Tiro: la banca internacional, las multinacionales. Tiro y Sidón fueron dos grandes ciudades de los fenicios. Sus naves entraron en todos los puertos mediterráneos, llegando incluso a navegar más allá de los pilares de Hércules (estrecho de Gibraltar). Sus barcos transportaron estaño de Inglaterra. Edificaron la ciudad de Cartago en el norte de África. 
A. Tiro fue destruida por los babilonios y deportados sus habitantes en cautividad durante setenta años (23:15). 
B. Fue así a causa de su orgullo y extremado materialismo (23:8). (Para observar varias notables semejanzas en la historia de Judá y en la vida de Nabucodonosor, véanse Jer. 25:11; 29:10; Dn. 9:24; 4:28-37.) 
C. Nabucodonosor llegó con su asedio militar hasta las ciudades de la costa, invadió sus palacios y los convirtió en montones de escombros (23:13). 
D. Egipto, su aliado, lloraría a causa de su rápida destrucción, junto con sus propios marineros, a quienes no les sería posible volver a casa para desembarcar (23:5-7). Para notar otra notable semejanza, ver el dolor de este mundo por la destrucción de Babilonia durante la tribulación (Ap. 18). 
E. Tiro sería reedificada después de setenta años (al igual que Jerusalén), pero pronto degeneraría otra vez en el craso materialismo y orgullo de tiempos pasados (23:17). 
Nota: El estudiante debería examinar en este momento Ezequiel 26 donde termina el relato histórico. Alejandro el Grande destruyó completamente tanto las ciudades de la costa como las de las islas de Tiro en el 332 a.C. 
F. Tiro será reconstruida en el milenio y bendecida por Dios (23:18). (Véase también Sal. 45:12.)




La tribulación
 I. Los pasajes principales:
A. Isaías 2:10-22. 
B. 13:6-13. 
C. 24:1-23. 
D. 26:20,21. 
E. 34:1-10. 
F. 42:13, 14. 
G. 51:6. 
H. 63:1-6.
 I. 66:15, 16. 


II. La acción principal: 
A. La tierra: 
1. Será terriblemente conmovida (2:21)
2. Se moverá de su sitio (13:13). 
3. Será arrasada y trastornada (24:1). 
4. Consumida por fuego (24:6). 
5. Temblará y se hará pedazos (24:19). 
6 . Se tambaleará como un borracho (24:20). 
7. No podrá ocultar a sus muertos (26:21). 

B. Los cielos. 
1. Las estrellas, el sol y la luna se oscurecerán (13:10). 
2. Los astros del cielo se desintegrarán y los cielos se envolverán como un rollo (34:4; 51:6). 
3. Las estrellas caerán como caen los higos cuando se sacude la higuera (34:4). 

C. La humanidad pecadora. 
1. Se esconderán en las cuevas y se meterán en los hoyos del suelo (2:19). 
2. Se desmayarán de espanto y los corazones desfallecerán (13:7; 24:17). 
3. Se retorcerán de dolor como mujeres de parto (13:8). 
4. No experimentarán gozo (24:8-10). 
5. Se cubrirán los montes con su sangre y el hedor de los muertos llenará los valles (34:3). 
6 . Serán aplastados por la ira de Dios como se aplastan las uvas en el lagar (63:3).


El milenio

I. La salvación de las naciones gentiles: 
A. Isaías 2:2-4: «Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.» Isaías 2:4 está grabado sobre los cimientos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta gloriosa verdad se cumplirá literalmente, por supuesto, durante el milenio. Pero hasta aquel día, las pavorosas palabras de Joel 3:9, 10, que son exactamente lo opuesto a este pasaje, continuarán siendo verdad. 
B. 11:10: «Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» 
C. 19:18-25: Israel sufrió quizá más bajo los diversos reinados brutales de Asiria y Egipto que cualquier otro pueblo. Pero Dios unirá de una manera sobrenatural durante el milenio a estas tres naciones en hermosa comunión. 
1. Los egipcios hablarán la lengua hebrea. 
2. Edificarán un altar y un monumento al Señor. 
3. Dios contestará sus oraciones y los sanará. 
4. Egipto y Asiría (Iraq) estarán conectados por una autopista. 
5. Ambos pueblos adorarán a Jehová y recibirán sus ricas bendiciones. 
D. 52:10: «Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.» 
E. 56:6-8. 
F. 66:23: «Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.» Estos versículos tan gloriosos Juan los resume en Apocalipsis 21:23-27. 

II. La salvación de Israel y de Jerusalén: 
A. 4:2-6. 
1. El Señor los limpiará de toda impureza moral. 
2. Serán bendecidos una vez más durante el día y la noche por la presencia de la gloria de Jehová. 
B. 11:12: «Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.»
C. 14:3: «Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir.» 
D. 30:19: «Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.» 
E. 32:18: «Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.»
F. 44:23: «Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosques, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.» 
G. 49:10-13. 
H. 51:3, 11: «Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.»
I. 52:1,6-9.
J. 59:20,21: «Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltará de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.»
K. 60:1-3, 11-13, 19-22. 
L. 62:1-4. M. 65:18-24. 
N. 66:10,12: «Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella. Porque así dice Jehová. He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.» Estos versículos tan preciosos los resumió el apóstol Pablo en Romanos 11:1,26,27. 

III. La salvación de los afligidos:
 A. 29:18: «En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.» B. 35:3-6. C. 42:16: «Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.» Estos versículos tan conmovedores los encontramos resumidos por Juan en Apocalipsis 22:1-5. 

IV. La salvación de toda la naturaleza. 
A. 11:6-9. 
B. 14:7, 8 . «Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.» 
C. 30:23-26. 
D. 35:1,2, 7-10: «Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.» 
E. 40:4, 5: «Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.» 
F. 65:25: «El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, no harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.» Estos versículos tan llenos de esperanza los resume el apóstol Pablo en Romanos 8:18-25.

Hasta aqui el Libro de Isaias!