INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DEL EVANGELIO Y UN EXAMEN A LOS PASOS DEL SEÑOR

 INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DEL EVANGELIO 

(Mateo, Marcos, Lucas y Juan) Esta etapa abarca un período de treinta y cinco años aproximadamente. Se inicia con un anuncio en el templo de Dios (Le. 1:11-20) y termina con la ascensión del Hijo de Dios (Le. 24:51). Así como el Antiguo Testamento comienza con la creación del hombre a la imagen de Dios (Gn. 1:26). esta etapa comienza con Dios en la imagen de hombre (Jn. 1:14). El hombre creado a la imagen de Dios sería derrotado por Satanás en un bello jardín (Gn. 2:8). pero el Dios en forma humana derrotaría completamente a Satanás en el desierto estéril (Mt. 4:1). Anteriormente a esta etapa, las ovejas morían por el Pastor (Ex. 12:1-13), pero ahora el Pastor moriría por las ovejas (Jn. 10:11). En su nacimiento le fue ofrecido oro, incienso y mirra por unos magos que le adoraron (Mt. 2:11), pero en su muerte los hombres impíos que se mofaban de el le ofrecieron espinas, vinagre y salivazos (Mt. 27:29. 34: 26:67). El relato evangélico nos lo describe salvando pecadores bajo un árbol (Jn. 1:48), subidos a un árbol (Le. 19:4, 5), y colgados de un árbol (Le. 23:43). En sus páginas hallamos que es calmada una tormenta en el mar (Le. 8:24) y que es maldecido un árbol infructuoso (Mt. 21:19). Tres de las ocho resurrecciones bíblicas suceden en este período. Son: la hija de Jairo (Mr. 5:41), el hijo de la viuda (Le. 7:14), y Lázaro (Jn. 11:43. 44). Al desarrollarse la historia. un carpintero soñador es reafirmado (Mt. 1:20, 21), y es restaurado un discípulo que le niega (Jn. 21:15-17). Escuchamos conversaciones que vienen del cielo (Mt. 17:1-5) y otras que proceden de los sepulcros (Le. 16:19- 31). Las prostitutas son perdonadas (Jn. 4:39: 8:11) y los hipócritas son condenados (Mt. 23). Aparecen aquí por primera vez los conceptos de iglesia (Mt. 16:18). comunión (Mt. 26:26-30), y la Gran comisión (Mt. 28:19, 20). En resumen, los ciegos ven. los sordos oyen, los mudos hablan, los paralíticos son sanados, los muertos se levantan, los endemoniados son liberados, y los perdidos son salvados.


LA ETAPA DEL EVANGELIO 

UN EXAMEN DE LOS PASOS DE NUESTRO SEÑOR 

Cualquier estudiante serio de la vida de Cristo va a tlescubrir pronto que no se puede ser dogmático acerca de la duración del ministerio terrenal de nuestro Señor ni de la exacta secuencia de los hechos que acontecieron en el. Al hacer el presente trabajo, he sido fuertemente influenciado por el libro The Life of Christ in Stereo, dc Johnston M. Cheney, que es una armonía de los evangelios. En él se sugiere, entre otras cosas, que el ministerio público de Cristo duró cuatro años. Cheney escribe: «La cronología generalmente aceptada del ministerio de Cristo está basada en las referencias del Evangelio de Juan a las fiestas de la Pascua. Se citan tres pascuas en Juan 2:12; 6:4, y 11:55, y se presume otra en base dc la refe- / rencia en 5:1 a una fiesta que no se nombra. Estas cuatro Pascuas nos dan un periodo de tres años desde la primera limpieza del templo hasta la semana de la pasión... Si aceptamos, pues, la exactitud histórica de los documentos de Juan, es evidente que el ministerio de Jesús tiene que abarcar dos o tres años cuanto menos. Pero que tenga que limitarse a tres años no es algo requerido por los textos. Esta limitación se ha supuesto en razón del silencio de Juan a una quinta Pascua. Este punto de vista presume que Juan se refiere a cada Pascua del ministerio dc Cristo... Uno de los elementos más cuestionables dc la cronologia tradicional de tres años es que comprime demasiados eventos en los últimos seis meses de su ministerio ... la alternativa lógica que podemos sugerir es la de que el ministerio de Jesús duró cuatro años.» (The Ufe of Christ in Stereo pp. 226-228.) La parábola de Jesús en Lucas 13:6-9 también sugiere fuertemente una ministerio de cuatro años. «Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año; hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.» En el anuncio comercial de una bebida refrescante en la televisión, se decía: «Dr. Pepper, ¡qué incomprendido eres! Cualquiera que te prueba, sabe que dejas buen sabor.» Sustituyendo simplemente las palabras Dr. Pepper por Cristo Jesús, tendremos inmediatamente un trágico cuadro religioso, aunque autentico, del siglo xx. Cristo, sin duda, es incomprendido. Lina pequeña niña recitó una vez equivocadamente Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo olvidado...» [El autor juega bien con las palabras en inglés begotten y forgotten que suenan de manera parecida.J

 I . Cristo Jesús es malentendido por los liberales. 

Veamos las siguientes sórdidas declaraciones sobre el Salvador: A. Albert Schweitzer: «Era un fanático engañado que perdió inútilmente su vida en devoción ciega a un sueño ilusorio. No hay nada más negativo que el estudio crítico de la vida de Cristo.» B. George Bernard Shaw: «Un hombre que fue sano hasta que Pedro le aclamó como el Cristo, y entonces se convirtió en un monomaniaco ... su engaño es común entre los dementes ... bastante consecuente con el fraude que Jesús llevó a cabo en Jerusalén después de que su engaño se apoderó completamente de él.» C. Rudolf Bultmann: «Pienso que de verdad no conocemos casi nada de la vida y personalidad de Jesús.» D. Hugh Schonfield: «Había que organizar una conspiración en la que la víctima fuera el principal instigador. Era una concepción y una empresa de pesadilla, el resultado de la pavorosa lógica de una mente enferma....»

 II. Cristo Jesús es incomprendido por las sectas. 

A. La opinión de los testigos de Jehová: «El hombre Jesús está muerto, muerto para siempre» (Charles Russell). 

B. La opinión de la iglesia mormona: «Cristo Jesús era un polígamo: María y Marta, las hermanas de Lázaro, eran dos de sus mujeres, y María Magdalena fue otra. Incluso la fiesta de las bodas de Caná de Galilea, donde Jesús cambió el agua en vino, no fue otra cosa que la ocasión de uno de sus propios matrimonios» (Brigham Young). 

C. La opinión de la Ciencia Cristiana: «Dios es indivisible. Una porción de Dios no puede entrar en el hombre; ni tampoco la plenitud de Dios puede ser reflejada por un solo hombre» (Mary Baker Eddy). 

III. Cristo Jesús es malentendido por personas que creen en la Biblia. 

Carecemos hoy casi totalmente de una fuerte predicación exegética sobre la vida de Cristo en los púlpitos fundamentalistas. Parece que la ra/.ón es que los liberales han hablado tanto y durante tanto tiempo sobre ello, que los creyentes lo evitan y sólo se interesan en su muerte. Ningún estudiante sincero de la Biblia va a negar, por supuesto, en ningún momento que su muerte en el Calvario es lo que nos redime. Nada hay mejor establecido en las Escrituras que esta preciosa verdad. Pero cuando estudiamos las verdades presentadas acerca de nuestro bendito Salvador desde el libro de Hechos hasta Apocalipsis, nos maravillamos de cuántas veces las epístolas le citan de los evangelios. Veamos algunas de estas referencias, todas las cuales enfatizan su vida lo mismo que su muerte en el Calvario. 

A. Hebreos 12:1-3: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.» 

B. Filipenses 2:5-8: «Haya, pues, en vosotros, este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombres, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.» 

C. 2 Corintios 4:8-11: «Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados: en apuros, mas no desesperados; perseguidos. mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.» 

D. 2 Corintios 3:18: «Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.» Consideremos los argumentos de Pablo en este capítulo. Dice: 

1. El mensaje de la ley tiene gloria, pero se desvanece. Esta es la razón por la que Moisés llevaba un velo cuando bajó del monte Sinai, a fin de que Israel no la viera desvanecerse (3:13). Esta gloria estaba representada por Moisés. 

2. El mensaje de gracia posee también gloria, que nunca se desvanecerá. Por esto no se necesita ningún velo. Esta gloria es representada por Cristo.

3. Por tanto, a medida que el creyente estudia ia vida de Cristo (la «gloria del Señor» como se la refiere aquí en 3:18. probado por Jn. 1:14), su vida se transforma (en griego, me ¡amo rphoomai) poco a poco a la imagen de Cristo. 4. Esa es la meta suprema del creyente en esta tierra: asemejarse lo más posible a Jesús. Este es. por supuesto, el propósito último de Dios a lo largo de toda la eternidad, pero él quiere empezar este proceso ahora. El doctor H.A. Ironside escribe en su libro sobre 2 Corintios: «Recordarán el relato de Hawthorne “The Great Stone Face” [El gran rostro de piedra!. Habla de un muchacho que vivía en un pueblo al pie de un monte. En la cima del monte se hallaba una gran imagen de piedra con un rostro hermoso y noble mirando hacia abajo en forma muy seria, muy solemne, a la gente del pueblo. Circulaba la leyenda de que un día iba a llegar al pueblo alquien que era exactamente como el rostro de la imagen de piedra, y que haría cosas maravillosas por la gente y sería el instrumento de grandes bendiciones. Esta historia llamó poderosamente la atención del muchacho, hasta el punto de que siempre que podía subía al monte para quedarse allí contemplando aquel rostro de piedra y pensar en aquel que un día llegaría. Pasaron los años y nadie apareció. pero el hombre joven hacía todavía lo que el muchacho había hecho: se iba a lo alto del monte y contemplaba la belleza, la majestad, la bondad de aquel gran rostro de piedra. Pasó la juventud y creció el adulto, pero nunca pudo quitar de su mente aquella historia; llegó la ancianidad y un día. mientras caminaba por el pueblo, alguien le miró y dijo: “¡Ya llegó! ¡Aquel que es el gran rostro de piedra!” Se había transformado en aquel que contemplaba continuamente. Si quieres llegar a ser como Cristo, mira a Jesús. Si quieres crecer en la gracia, mira a Jesús. Le encuentras revelado en su Palabra; por tanto, lee tu Biblia y medita sobre ello. Cantamos el himno: “Toma tiempo para ser santo. Habla mucho con el Señor.” El doctor Lewis Sperry Chafer interrumpía casi siempre que se cantaba este himno y decía: “Por favor, permítanme cambiar la primera línea; cantemos: Toma tiempo para contemplarlo.” A medida que le contemplemos llegamos a ser santos, porque “todos nosotros, retlejando como en un espejo la gloria del rostro sin velo del Señor, somos cambiados. transfigurados y transformados en su misma imagen de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor”» (pp. 92,93). 

E. Romanos 5:8-10: «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo. mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.» 

F. 1 Pedro2:21: «Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.» Uno de los libros religiosos más famosos que se han escrito tiene este versículo como su fundamento, y es mi creencia que no lo interpreta bien. El libro es, por supuesto, En sus pasos, de Charles M. Sheldon. Se han vendido en inglés más de ocho millones de ejemplares. El autor describe en la novela una situación en la que un grupo de cristianos están decididos a hacer y a decir solamente aquellas cosas que Jesús habría hecho y dicho en ciertas situaciones. Pero está claro que Pedro no se refiere a esta práctica aquí; porque a causa de la vida sobrenatural de Cristo, aunque no fuera por ninguna otra razón más, sería absolutamente imposible. Por ejemplo, aquí tenemos a un cristiano cruzando un día el Atlántico, cuando de pronto ve una barca amenazada por una inesperada tormenta. Puede escuchar los gritos desesperados de los impotentes viajeros pidiendo auxilio. Rápidamente piensa: ¿Qué hubiera hecho Jesús? Sabemos exactamente lo que Él hizo al menos en dos ocasiones semejantes (Jn. 6:19: Mt. 8:26). Pero, ¿podemos hacer lo mismo hoy? Además, debemos notar que Pedro no nos dice que sigamos en sus pisadas, sino que sigamos sus pisadas. Cuando Pedro usó aquí la palabra griega de la que traducimos «ejemplo», lo que hizo fue buscar una ilustración recordando su días de escuela en la niñez. La palabra significa literalmente «escribir bajo». Era usada para palabras dadas a los niños para copiar y estudiar. El niño podía entonces aprender a escribir pasando su dedo sobre los ejemplos que tenía arriba. De igual manera. Pedro exhortaba a los creyentes a estudiar y a trazar las pisadas del bendito Salvador durante su ministerio en la tierra. Estas pisadas son en verdad muy interesantes de leer. Su primer paso fue desde la gloria a Belén; el segundo fue de Belén a Jerusalén cuando tenía unos ocho días de edad. El último le llevó desde el monte de los Olivos hasta la gloria de donde había venido. El siguiente estudio de la vida de Cristo es un intento de presentar estos pasos, que son setenta y dos en total, en un orden geográfico y cronológico. Para ayudar en el recorrido emplearemos un conjunto simple de símbolos de los temas (véase el cuadro). Por ejemplo, mientras estuvo en la tierra nuestro Señor realizó treinta y seis milagros que tenemos registrados en los evangelios. Dichos milagros aparecen correctamente ubicados en exacto orden cronológico, y van acompañados de su símbolo correspondiente, que en este caso es la estrella. Las treinta y ocho parábolas que Cristo dijo son tratadas de igual manera y llevan su símbolo, que es una boca abierta. Sus diecinueve oraciones están indicadas por manos en posición de orar; mientras que sus dieciséis sermones aparecen señalados por un libro abierto. Finalmente, sus cuarenta y cinco predicciones van acompañadas por el símbolo de un ojo. A todo ello debemos agregar las treinta y siete profecías del Antiguo Testamento que nuestro Señor cumplió, que quedan localizadas y simbolizadas mediante una corona.

Esperamos fervientemente que por medio de este método el estudiante de la vida de Cristo pueda localizar fácilmente mediante estos símbolos todas y cada una de las cosas importantes que Jesús dijo e hizo según los relatos de los evangelios. Al final del estudio aparece una lista resumida de la vida de Cristo recogida de los setenta y dos pasos. Estos temas. algunos de los cuales han sido ya mencionados. cubren áreas tales como:

 1. Los treinta y seis milagros del Salvador. 
 2. Sus treinta y ocho parábolas.
 3. Las diecinueve oraciones del Maestro.
 4. Sus cuarenta y cinco predicciones.
 5. Sus dieciséis sermones.
 6 . Los treinta y seis diálogos que sostuvo.
 7. Las dieciséis referencias del Antiguo Testamento acerca de Cristo.
 8 . Las veintidós citas que Jesús hizo del Antiguo Testamento. 
9. Las diez pruebas de la deidad de Cristo. 
10. Las treinta pruebas de la humanidad del Salvador.
 11. Los treinta y siete nombres y títulos del Señor.
 12. Las treinta y siete profecías del Antiguo Testamento cumplidas por Cristo. 
13. Las veintisiete almas convertidas por el Señor. 
14. Las quince clases de sufrimiento experimentados por el Salvador. 
15. Las siete últimas palabras de Jesús. 
16. Las diez apariciones del Cristo resucitado. 
17. Los partidos políticos y religiosos del tiempo de Cristo. 
18. Los varios lugares visitados por el Maestro. 
19. Las muchas personas con las que se encontró Jesús. 

LA ETAPA EL RETORNO (MALAQUÍAS)

MALAQUÍAS (435-396 a.C.) INTRODUCCIÓN 

1. Malaquías significa «mi mensajero». , 

2. Nada sabemos acerca de Malaquías aparte de su nombre y del hecho de que fue el último de los profetas del Antiguo Testamento. 

3. Podemos considerar a Malaquías como una especie de resumen en miniatura de todo el Antiguo Testamento, porque el profeta abarca brevemente aquellas cinco grandes verdades que encontramos en los demás libros, y son: 

a. La elección de Israel por Dios (1:2; 2:4-6, 10). 

b. La transgresión de Israel contra Dios (1:6; 2:11, 17). 

c. La manifestación del Mesías (3:1; 4:2). 

d. La tribulación sobre las naciones (4:1). 

e. La purificación de Israel al final (3:2-4, 12,16-18; 4:2-6). 

4. Malaquías puede ser comparado con Moisés. a. Moisés nos dio la primera profecía del Antiguo Testamento relacionada con el Mesías (Gn. 3:15). b. Malaquías escribe la última profecía del Antiguo Testamento concerniente al Mesías (4:2). 

5. El libro de Malaquías puede ser considerado como un cumplimiento parcial de la profecía de Daniel en 9:24-27. Esta gran predicción, conocida como las setenta semanas, (en realidad un período de 490 años) empezó en el 445 a.C, y estaba divida en tres grandes segmentos. El primero abarcaba un período de cuarenta y nueve años. Esto nos lo deja en el 396, o aproximadamente la fecha en que muchos creen que Malaquías completó su libro.


I. El amor de Dios es declarado (1:1-5). 

A. En el segando versículo de su libro Malaquías introduce la primera de siete preguntas petulantes que los israelitas camales le hacían a Dios. Cada una de las preguntas era la reacción a una clara declaración previa que Dios había hecho. Estas eran: 

1 . ¿En qué nos amaste? (1:2). 

2. ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? (1:6). 

3. ¿En qué te hemos deshonrado? (1:7). 

4. ¿En qué te hemos cansado? (2:17). 

5. ¿En qué hemos de volvemos? (3:7). 

6 . ¿En qué te hemos robado? (3:8). 

7. ¿En qué hemos hablado contra ti? (3:13). 

B. S. Franklin Logsdon escribe lo siguiente en relación con la primera pregunta: «La pregunta: “¿En qué nos amaste?” indica irritación de parte del pueblo que le lleva a acusar al Señor de no poder probar su amor. Tenían amargos recuerdos de las actitudes y acciones de los edomitas cuando Jerusalén fue saqueada por los filisteos y los árabes (2 Cr. 21:16,17). Estos descendientes de Esaú habían animado y ayudado al enemigo para derrotar a sus hermanos, y el Señor no los había frenado (Abd. 11). Mostraron un placer sádico por el infortunio de Judá burlándose de su desgracia (Abd. 12). Compartieron los despojos con el enemigo cuando la ciudad fue capturada (Abd. 13). Ayudaron al enemigo bloqueando la retirada de los que huían (Abd. 14), y le entregaron los que no pudieron escapar (Abd. 14). Es decir, en la hora de la prueba de Judá, los edomitas se quedaron mirando, se burlaron, insultaron, robaron, atraparon y asesinaron debido al odio heredado contra Jacob (y su posteridad) por haber obtenido la bendición de manera fraudulenta. El pueblo de Israel estaba dolido con Dios a causa de esto. Era una espina que llevaban clavada en su memoria. Recordaban cómo sus padres, en cautiverio, sentados a las orillas de los ríos de Babilonia, lloraban: “Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos” (Sal. 137:7). La pregunta en los días de Malaquías era en síntesis: “¿Por qué Dios lo permitió si nos amaba?”» (Malachi, or, Will a Man Rob God?, pp. 14,15.) 

C. Dios responde a esta primera pregunta señalando dos hechos. 

1. Nunca va a permitir que Edom prospere porque maltrataron a Israel, la niña de sus ojos. 

2. El ya había preferido a Israel sobre Esaú. Algunos han tenido mucha dificultad sobre la declaración de Dios de que amó a Jacob y aborreció a Esaú. Debemos observar aquí varios factores: 

a. En el relato de Génesis que nos cuenta la vida de ambos jóvenes nunca aparece que Dios aborreciera real y personalmente a Esaú y amara a Jacob. (Véanse Gn. 25, 27.) 

b. La declaración puede más bien referirse a las naciones que fundaron estos hombres. Dios aborreció definitivamente las actitudes y acciones tan malvadas de los edomitas, como lo indica el profeta Abdías.

c. El nombre Jacob como aparece aquí es plural, lo que puede indicar que se refiere a toda la nación. 

d. La palabra hebrea para odio es sane, y algunas veces se usa para indicar preferencia o prioridad en vez de aborrecimiento. Este es también el caso con el término griego para odio, que es misco. Consideremos el siguiente ejemplo: 

(1) «Y vio Jehová que Lea era menospreciada [odiada], y le dio hijos; pero Raquel era estéril» (Gn. 29:31). El texto no indica en absoluto que Jacob odiara a su primera esposa, sino simplemente que prefería a la segunda. 

(2) «El pobre es odioso aun a su amigo, pero muchos son los que aman al rico» (Pr. 14:20). «Si alguno viene a mí, y no aborrece [odia] a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo» (Le. 14:26). En este último caso está perfectamente claro que el Señor no estaba enseñando que la persona despreciara o aborreciera a su propia carne y sangre, sino simplemente que el creyente debe dar a Dios la prioridad en su vida. e. El verdadero problema en el pasaje de Malaquías no es que Dios «aborreciera» a Esaú sino que amara a Jacob. Pero el hecho es que Dios amó en verdad a esta nación pecadora. Moisés les recuerda este amor durante su último discurso no menos de siete veces. (Véanse Dt. 4:37; 7:8, 13; 10:15; 15:16; 23:5; 33:3. Otros pasajes que declaran este hecho son: Is. 43:4; 48:14; 63:9; Jer. 31:3; Os. 3:1; 11:1, 4; 14:4.)


II. El amor de Dios es despreciado. 


A. Por los sacerdotes. 

1. Que pretendían engañar al Señor por medio de sus ofrendas en mal estado ( 1 :6 —2:9). a. Le habían ofrecido a Dios animales enfermos y defectuosos. Dios rechazaba estos sacrificios baratos y les retaba diciéndoles: «....Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto?...» ( 1:8). (Véase también el testimonio de David en 2 Samuel 24:24). b. No le habían dado a Dios aquella honra y respeto apropiados que (1) Un niño debe dar a su padre ( 1 :6 ) (2) Un siervo debe rendir a su señor (1:6) (3) Un ciudadano debe pagarle a su rey (1:4). 2. Habían defraudado al pueblo con su mal ejem- , pío (2:7-9). 

B. Por el pueblo. 

1. Por medio de la desigualdad social (2:10). 

2. Por medio de los matrimonios mixtos (2:11). 

3. Por medio de la inmoralidad (2:14). 

4. Por medio de su falta de sinceridad (2:17). 

5. Por medio de su deuda en las ofrendas (3:8- 10). 

6 . Por medio de sus acusaciones (3:13-15).


III. El amor de Dios es mostrado. 

A. Recordando a sus propios santos (3:16, 17). 

Debemos notar especialmente las últimas palabras del 3:16: «... y para los que piensan en su nombre.» Esto sin duda incluye los diferentes nombres que se le dan a Dios en el Antiguo Testamento, junto con sus significados. Una lista resumida de los nombres de Dios incluiría: 

1. Elohim: usado 2.570 veces, habla de la fortaleza y el poder de Dios (Gn. 1:1; Sal. 19:1). 

2. El: encontramos cuatro combinaciones de este nombre

a. Elyon: Dios Altísimo (Gn. 14:17-20; Is. 14:13, 14). 

b. R o í: El Dios que ve (Gn. 16:13). 

c. Shaddai: Todopoderoso, Omnipotente (usado cuarenta y ocho veces en el Antiguo Testamento; véanse Gn. 17:1; Sal. 91:1). 

d. Olam: el Dios eterno (Is. 40:28). 

3. Adonai: Maestro, Señor. Dios es dueño de su creación (Mal. 1:6). 

4. Jehová: el nombre más común de todos. Aparece 6.823 veces. Significa «el que siempre vive», el que tiene vida en sí mismo. Es el Dios del pacto (Gn. 2:4). Aparecen nueve composiciones de este nombre. a. Jireh: Jehová proveerá (Gn. 22:13, 14). 

b. Nisi: Jehová es mi estandarte (Ex. 17:15). 

c. Shalom: Jehová es paz (Jue. 6:24). 

d. Sabbaoth: Jehová de los ejércitos (1 S. 1:3; Is. 6:1-3). 

e. Maccaddeshoem: Jehová que santifica (Ex. 31:13). 

f. Rohi (Raah): Jehová es mi pastor (Sal. 23:1). 

g. Tsidkenu: Jehová justicia nuestra (Jer. 23:6). 

h. Sama: Jehová allí, el Dios que está presente (Ez. 48:35). 

i. Rafe: Jehová tu sanador (Ex. 15:26). 

B. Enviando a su propio Hijo. 

1. En su primera venida fue presentado por Juan el Bautista (3:1). La Biblia Anotada de Scofield, nos dice: «La primera parte del v. 1 se cita con referencia a Juan el Bautista (Mt. 11:10; Mr. 1:2; Le. 7:27), pero la segunda parte, “el Señor a quien vosotros buscáis”, etc., no se cita en ningún lugar del N.T.» (p. 943). La razón para esta omisión es trágicamente evidente: Israel no esperó su primera venida ni le aceptó. (Véase Jn. 1:11.) J. Vernon McGee escribe: «Malaquías anunció la llegada de Juan el Bautista como el mensajero. Juan fue el Malaquías del Nuevo Testamento y empezó donde el Malaquías del Antiguo Testamento había quedado. Malaquías fue el primer locutor de radio que dijo: “La siguiente voz que van a escuchar va a ser la del mensajero del Señor.”» 

2. En su segunda venida será presentado por el profeta Elias (4:5, 6 ). (Véase también Ap. 11:3-14.) Al profeta Elias se le concederá el privilegio de preparar a este viejo, corrompido, cruel y maldecido mundo para su momento más importante, trascendental y glorioso: la venida personal y visible del Rey de reyes y Señor de señores a. Aparecerá para castigar a los gentiles (4:1, 3). b. Vendrá para purificar a Israel (3:2-4).


 



LA ETAPA DEL RETORNO (ZACARÍAS)

 ZACARÍAS (520 a.C.)

 INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Zacarías significa «Jehová recuerda». Era de descendencia sacerdotal (como lo fueron Jeremías y Ezequiel). 

2. Josefo nos dice que le mataron más tarde en el templo, por lo que se convirtió en un mártir de Cristo. 

3. Fue un contemporáneo de Hageo más joven que él (véase 2:4). 

4. Los escritos de Zacarías se asemejan a los de Daniel. Notemos también que: a. Daniel había nacido en Palestina, pero escribió su profecía en Babilonia. b. Zacarías había nacido en Babilonia, pero escribió su profecía en Palestina. 

5. Zacarías nos recuerda el libro de Apocalipsis. 

6 . Su libro contiene más pasajes mesiánicos que cualquier otro de los profetas menores. Habla de lo siguiente: 

a. Cristo como el Renuevo (3:8). 

b. Cristo como el siervo de Dios (3:8). 

c. Cristo como el pastor herido (13:7). 

d. La entrada triunfal (9:9). 

e. La traición por treinta piezas de plata (11:12, 13). 

f. Las manos y pies traspasados de Jesús (12:10). 

g. Su retorno sobre el monte de los Olivos (14:3-8). 


I. Las visiones del profeta (caps. 1—6 ).

Zacarías recibió diez visiones, todas aparentemente durante la misma noche. 

A. El jinete sobre un caballo rojo (1:7-17). 

1. Zacarías ve a un jinete celestial montando un caballo alazán, rodeado de otros jinetes, todos montados sobre caballos de varios colores. 

2. Este jinete singular montado sobre el caballo rojo es probablemente Cristo. 

3. Los demás jinetes son ángeles «que Jehová ha enviado a recorrer la tierra» (1:10). Es confortante saber que Dios también tiene a sus «espías espirituales» recorriendo esta tierra pecadora, como lo hace Satanás (véanse Job 1:7; 2:2; 1 P. 5:8). 

4. El ángel del Señor (Jesús) ora entonces por la atribulada ciudad de Jerusalén y el Padre le asegura que «aún consolará Jehová a Sión, y escogerá todavía a Jerusalén» (1:17). 

B. Los cuatro cuernos (1:18, 19). 

Zacarías ve cuatro cuernos de animales y le informan que representan los cuatro poderes mundiales que han dispersado a Judá, Israel y Jerusalén. Estos cuatro cuernos pueden simbolizar lo siguiente: 

1. Asiria: que había capturado a Israel, el reino del norte (2 R. 17). 

2. Babilonia: que había capturado a Judá, el reino del sur (2 R. 24). 

3. Persia: que había planeado en una ocasión destruir a todos los judíos (libro de Ester). 

4. Roma: que controlaba la ciudad de Jerusalén y le impuso fuertes impuestos en los días de Cristo. Estos cuatro cuernos podían, por supuesto, simbolizar los cuatro poderes mundiales mencionados por Daniel. (Véanse 2:37-45; 7:2-8, 17-28.) Aquí los identificaríamos como Babilonia, Persia, Grecia y Roma. 

C. Los cuatro artesanos (1:20, 21). 

Un artesano es un obrero que trabaja la madera, la piedra o el hierro. Notemos que unas versiones de la Biblia en castellano traducen carpintero y otras herrero. 

1. La identidad de estos artesanos. Se han dado dos posibles explicaciones: 

a. Que se refieren a los cuatro juicios de que hablan tanto Ezequiel (14:21) como Juan (Ap. 6:1-8). Estos juicios son guerra, hambre, fieras y pestilencia. b. Que se refieren a los poderes que derrotaron a esas cuatro naciones. (1) Ciro sería uno, pues él derrotó a Babilonia (Dn. 5). (2) Alejandro el Grande sería otro, pues él derrotó a Persia (Dn.8 ). (3) Varios generales romanos serían otro, pues ellos subyugaron a Grecia. (4) Cristo es el otro, pues él destruirá por completo al reavivado Imperio Romano (Ap. 19). 

2. El propósito de los artesanos: «Estos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla» ( 1 :2 1 ). 

D. El agrimensor (2:1-13). 

1. Zacarías ve a un hombre que lleva en su mano una cinta de medir y va camino de Jerusalén. Esta es la segunda de cuatro veces en la Biblia que bien Jerusalén o el templo son medidos. Notemos: 

a. El templo es medido en Jerusalén durante la tribulación (Ap. 11:1,2). 

b. El templo y la ciudad son medidos durante el milenio (véanse Ez. 40:3-5; 37:26). 

c. La nueva Jerusalén eterna es medida después del milenio (Ap. 21:15). 

2. Le dan seguridades a Zacarías en relación con los siguientes emocionantes hechos concernientes a la Jerusalén milenaria: 

a. Que la ciudad estará un día tan llena de gente que algunos tendrán que vivir fuera de sus muros, aunque morando en perfecta seguridad. 

b. Que Dios mismo sería como un muro de fuego protector

c. Que él será la gloria de la ciudad. 

d. Que cualquiera que los tocare sería como si tocase a la niña de sus ojos. (Véanse también Dt. 32:7, 10; Sal. 17:8.) 

3. En los versículos 8 y 9 de este capítulo tenemos una prueba notable en el Antiguo Testamento concerniente a la Trinidad. Aquí encontramos como Jehová y el Señor hablan separadamente. 

4. El versículo 12 habla de Palestina como la tierra santa. Este es el único lugar de las Escrituras en que se la llama así. 

E. La confrontación en el cielo (3:1-10). 

Las vestiduras de Josué el sumo sacerdote. Este es sin duda el capítulo más importante sobre el tema de la salvación en todo el Antiguo Testamento. En esta visión Zacarías ve al sumo sacerdote Josué en la presencia de Dios vestido con ropas muy sucias. Está siendo acusado por Satanás a causa de sus vestiduras sucias. Pero Cristo reprende a Satanás, le quita a Josué sus ropas sucias, y le hace vestir de ropas de gala. Josué es retado entonces a servir a Dios con todo su corazón. Se le promete que un día el Renuevo de Jehová aparecerá para limpiar la tierra de pecado. Aquí encontramos los siguientes hechos relativos a la salvación: 

1. El enemigo de la salvación. Satanás no se halla en el infierno hoy, como popularmente se piensa, sino que tiene acceso a la misma presencia de Dios, donde acusa constantemente a los creyentes. (Véanse también Job 1, 2; Ap. 12.) 

2. El agente de la salvación. Es, por supuesto, Cristo Jesús. En el versículo 2 tenemos otra prueba de la Trinidad, porque el Señor (Jesús) pide al Padre (Jehová) que reprenda a Satanás. a. Sus nombres: el Renuevo (3:8). Es llamado así en cuatro pasajes del Antiguo Testamento. (1) El retoño de David (Is. 11:1; Jer. 23:5; 33:15). Esto corresponde con Mateo, quien le presenta como el Rey de los judíos. 

(2) Mi siervo el Renuevo (Zac. 3:8). Esto corresponde con Marcos, quien le presenta como un siervo humilde. 

(3) El varón cuyo nombre es el Renuevo (Zac. 6:12, 13). Aquí se relaciona con Lucas, quien le presenta como el hombre perfecto. 

(4) El renuevo de Jehová (Is. 4:2). Este tiene que ver con Juan, quien le presenta como Dios Todopoderoso. 

(5) La piedra angular (3:9). (Véanse Is. 28:16; Sal. 118; 22; Mt. 21:42; Hch. 4:11; Ef. 2:20, 21.) Es decir: 

(a) Para los gentiles él es la piedra desmenuzadora (Dn. 2:34, 35, 44,45). 

(b) Para Israel es piedra de tropiezo (Ro. 9:31-33). 

(c) Para los creyentes la principal piedra del ángulo (Ef. 2:19-22). 

b. Su ministerio: 

(1) Vestir a los creyentes con ropas de justicia. (Véanse Pr. 30:12; Is. 64:6; 4:3,4; Ro. 10:1-4; Fil. 3:9.) 

(2) Interceder por todos los creyentes contra las mentiras de Satanás.

(Véanse Le. 22:31; Ro. 8:34; He. 7:25; 9:24; 1 Jn. 2:1.) 

(3) Iniciar el milenio y reinar durante ese período (véase Ap. 11:15-19). 

3. El propósito de la salvación (3:6, 7). Estos versículos podríamos parafrasearlos de la siguiente manera: «Si anduvieres en mis caminos y cumplieres el ministerio que te he encargado, tú (Josué) no sólo tendrás el honor de cuidar de mi casa y de mis atrios, sino que cuando termines tu carrera en la tierra, serás promovido a un servicio mayor en los cielos entre los ángeles puros que están en mi presencia, y obedecen mi voz.» (Véanse también Sal. 103:20, 21; Ef. 2:4- 10.) 


F. El candelabro de oro y los dos olivos (4:1-14). 

Aquí Zacarías tiene la visión de un candelabro de oro de siete lámparas, alimentadas por una reserva de aceite. A cada lado del candelabro se hallaba un olivo tallado. 

1. El candelabro en la Biblia representa el testimonio de Dios en el mundo. a. Se puede referir a Israel, como lo hace aquí. b. Se puede referir a la Iglesia, como lo hace en Apocalipsis 1—3. 

2. El aceite de oliva es, por supuesto, un símbolo del Espíritu Santo. (Véanse Le. 4:18; Hch. 10:38; He. 1:9; 1 Jn. 2:20.) Notemos aquí las palabras de Dios en Zacarías 4:6: «... No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.» 

3. Los olivos se refieren a dos famosos equipos: a. El equipo histórico de Zorobabel y de Josué. b. El equipo profético de Elias y Moisés. (Véase Ap. 11.) 

G. El rollo que volaba (5:1-4). 

Zacarías ve un rollo escrito que volaba de 30 pies (9 m) de largo por 15 pies (4,5 m) de ancho. Representaba la maldición de Dios que alcanzaba a toda la tierra de Israel. 

1. El alcance de este juicio. Aunque sólo se mencionan aquí dos de los mandamientos originales, el de jurar en falso (el tercero, Ex. 20:7) y el de hurtar, (el octavo Ex. 20:15), cubren, no obstante, todo el código moral de Dios. a. El pecado de jurar en falso (usar el nombre de Dios mintiendo) representa todos los pecados contra Dios y es vertical en su naturaleza. b. El pecado de robar representa todos los pecados contra el hombre y es horizontal en su naturaleza. 

2. Los acusados en este juicio. Todos los israelitas que no han sido salvos a lo largo de la historia. (Véanse Ro. 9:6; Mt. 23; 1 Ts. 2:15, 16; Ez. 11:21; 20:38.) 

3. El tiempo del juicio. Después de la tribulación y antes del milenio. (Véase Mt. 25:1-30.) 

4. El castigo de este juicio. Incluye aparentemente la muerte física y espiritual. 


H. La mujer en el efa (5:5-11). 

El profeta ve ahora una medida de medir áridos (efa) cubierta por una pesada tapa de plomo. Cuando levantan la tapa ve a una mujer sentada dentro del efa, y le dicen: 

1. La mujer dentro del efa representa el pecado y la maldad. La maldad es frecuentemente simbolizada en la Biblia por una mujer (véanse Mt. 13:33; Ap. 2:20; 17:1-7). 

2. La pesada tapa de plomo probablemente simboliza el poder de Dios que frena el mal. 

3. Se indica que su destino es Babilonia, donde se dice que (el pecado y la maldad) «le será edificada casa ... y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base» (5:11). Esta declaración puede contener implicaciones históricas y proféticas. Es decir: a. Histórica: la torre de Babel, donde empezó la rebelión organizada contra Dios (véase Gn. 11:1-9). b. Profética: la ciudad de Babilonia, que puede ser en realidad reedificada durante la tribulación (véase Ap. 18). 

I. Los cuatro carros de guerra (6 :1-8) 

Zacarías ve cuatro carros de guerra manejados por cuatro seres celestiales que salen de entre dos montañas de bronce. Cada carro iba tirado por caballos de diferente color. Los colores eran rojo, o blanco, negro o gris. Los diferentes símbolos que encontramos aquí pueden significar lo siguiente: 

1. Las dos montañas de bronce hablan del juicio de Dios. (Véanse Nm. 21:9; Jn. 3:14.) 

2. Los carros manejados por ángeles representan a los agentes de Dios llevando a cabo varios juicios sobre las naciones gentiles. (Véanse Ap. 7:1-3; 8:2, 7, 10, 12; 9:14,15; 11:15,15:1; 16:1-3.) 3. Los caballos de diferentes colores se relacionan sin duda con aquellos que se mencionan en Apocalipsis 6 : 

a. El rojo habla de guerra y derramamiento de sangre (Ap. 6:4). 

b. El negro habla de hambre (Ap. 6:5, 6 ). 

c. El blanco nos recuerda a la falsa paz (Ap. 6:2). 

d. El gris representa a la muerte (Ap. 6 :8 ). Nota: Se nos dice que aquellos que «... salieron hacia la tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu...» (6 :8 ). Esto puede referirse al futuro juicio divino sobre Rusia durante la tribulación. (Véase Ez. 38— 39.) 


J. La coronación de Josué (6:9-15). 

1. El Señor le dice a Zacarías que tres expatriados judíos van a regresar pronto a Jerusalén desde Babilonia, llevando ofrendas de oro y plata del remanente que queda allí. Le instruye para que haga una corona de oro con estas donaciones y la ciña sobre las sienes de Josué, explicándole que él representa al futuro Renuevo de Israel, al mismo Mesías. 

2. Este bendito Mesías funcionará un día como Sacerdote y Rey, y edificará también el templo de Dios.

 3. Se le dice también que estos tres exiliados que regresan representan a otros muchos que un día volverán a Palestina de lejanas tierras. (Véase también Is. 56:6-8.) 


II. Las vanidades del pueblo (caps. 7—8 ). 

A. Un grupo de judíos había subido a Jerusalén des de Bet-el para preguntar a los sacerdotes si podían abandonar la costumbre tradicional de ayunar y afligirse cada año durante el mes de agosto. La Biblia Anotada de Scofield, dice en una nota al pie de la página 931: «La misión de estos judíos del cautiverio tenía que ver con un día de ayuno que el pueblo judío había instituido en memoria de la destrucción de Jerusalén. Ellos lo habían hecho de su propia voluntad, sin un mandamiento expreso de la Palabra de Dios. Al principio es indudable que había sincera contrición en la observancia de dicho ayuno, pero después llegó a ser una mera ceremonia. Los judíos de la dispersión estaban dispuestos a abolirlo, pero para ello querían tener la autorización de los sacerdotes. Todo el asunto, al igual que muchas cosas en el seudocristianismo de nuestros días, era extrabíblico, formalista y fútil.» 

B. Dios les dice por medio de los sacerdotes que no importa gran cosa lo que hagan, porque sus corazones no eran sinceros. Les amonesta a que sean honrados en sus tratos con Dios y con sus vecinos. 

C. Les promete que, a causa de su gracia, sus días de ayuno llegarán a ser un día celebraciones festivas, y su aflicción se tomará en canto. (Véanse 8:3, 4, 5, 8 , 22, 23.) 


III . La visitación del Príncipe (caps. 9— 14). 

A. La primera venida del Príncipe. 

1. Él vino cuidar de las ovejas como el Padre le había instruido que lo hiciera (11:7). 

2. Los falsos pastores de Israel, sin embargo, le rechazaron ( 1 1 :8 ). 

3. Él después rompió uno de sus cayados y se olvidó de Israel por un tiempo (11:10). (Véanse también Mt. 21:19, 42-46; 23:37-39.) 

4. Terminó su ministerio mediante la entrada triunfal en Jerusalén. «Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (9:9). Esto fue cumplido dramáticamente, por supuesto, en Mateo 21:1- 11. 

5. Fue vendido por treinta piezas de plata (11:12), el precio que se pagaba por un siervo que hubiera sido acorneado por un buey (Ex. 21:32). Esto fue cumplido en Mateo 26:15. 

6 . Este precio, dado con menosprecio, fue después desechado con mayor desprecio, porque la expresión «échalo» aquí (11:13) indica un gesto de disgusto (como lo podemos ver por Ex. 22:31; Is. 14:19; 2 S. 18:17; 2 R. 23:12). Esta profecía fue cumplida en Mateo 27:3-10. 

7. A continuación rompió su segundo bastón, significando con ello quizá la destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 d.C. Esta tragedia terminó con toda la unidad que existía en Israel 8 . Él fue finalmente crucificado ( 1 2 : 1 0 ). 

B. La Segunda Venida del Príncipe: 

1. La sangría del falso pastor. 

a. A causa de que rechazaron al buen Pastor en su primera venida, Israel sería entregado por un tiempo a la crueldad del pastor anticristo poco antes de la segunda aparición de su glorioso pastor (11:15-17). 

b. Dos de cada tres perecerán en esta horrible purga (13:8).

2. El duelo de Israel (12:10-14). Cuando él vuelva otra vez, Israel finalmente le reconocerá y hará duelo por su horrible crimen de regicidio, por haber matado a su propio Rey. «... Y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito» ( 1 2 : 1 0 ). 

3. La batalla del Armagedón (12:1-9; 14:1-3,12- 15). 

4. El arco de la victoria (10:4). Este arco es, por supuesto, el Hijo de Dios. Estamos seguros de su deidad por la declaración del Padre en 13:7: «... el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos....» Podemos traducirlo literalmente por «el hombre que es mi igual». Del arco de Dios viene a la tierra esta flecha vengadora. a. Castiga a aquellas naciones que han perseguido a Israel. (Véanse 9:1-8; 12-16.) b. Fortalecerá la casa de Judá y «los llamaré con un silbido, y los reuniré» ( 1 0 :8 ). Nota: Dios había dicho anteriormente que él convocaría a sus enemigos contra ellos silbando (Is. 7:18, 19). Ahora convoca a su pueblo de la misma manera para que vuelva a su propia tierra. c. Finalmente, «hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (9:10). d. El llevará a cabo todo esto en forma personal y visible (14:4, 8 ). 

5. Las bendiciones de Dios (9:16, 17; 13:1, 9; 14:9-11, 16, 20,21).



LA ETAPA DEL RETORNO (HAGEO)

 HAGEO (520 a.C.) 

INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Hageo significa «mi fiesta». 

2. Este libro es el segundo más pequeño en el Antiguo Testamento (Abdías en el más corto), y consta de treinta y ocho versículos. 

3. Hageo fue contemporáneo de Zacarías. Ambos son mencionados en el libro de Esdras (5:1; 6:14), como aquel dúo dinámico de Dios que funcionó como alentadores del pueblo para la edificación del templo bajo el liderazgo de Zorobabel. 

4. Las profecías de Hageo son las más precisas en fechas en toda la Biblia. 

5. Este libro ha sido comparado a la epístola de Santiago en el Nuevo Testamento. 

6 . Podemos establecer la cronología de este período de la siguiente manera: 

a. En el 536 a.C., 50.000 judíos retomaron a Jerusalén bajo la dirección de Zorobabel. 

b. En el 536 a.C., en el séptimo mes, habían edificado el altar y ofrecido sacrificios. 

c. En el segundo mes del 535 a.C. empieza el trabajo del templo y poco después se paraliza. 

d. En el primer día del sexto mes del 520 a.C. (septiembre), Hageo hace un llamado a edificar. 

(1) Día 24 del sexto mes: empieza la construcción del edificio. 

(2) Día 21 del séptimo mes (octubre): Hageo lanza su segundo llamado. 

(3) Octavo mes (noviembre): Zacarías pronuncia su primer mensaje. 

(4) Noveno mes (diciembre): en el día 24 Hageo hace al pueblo su tercer y cuarto llamado. 

(5) Día 24 del undécimo mes (febrero): Zacarías tiene sus visiones. 

e. En el cuarto día del noveno mes del 518 a.C. (diciembre), Zacarías recibe visiones de parte de Dios. 

f. En el tercer día del mes duodécimo (marzo) del 516 a.C., completan la edificación del templo. 

g. En los días del 14 al 21 del primer mes (abril) del 515 a.C., celebraron gozosamente la Pascua. 

h. En el 455 a.C. Esdras llega a Jerusalén y empieza algunas reformas. 

i. En el 445 a.C. Nehemías empieza la construcción del muro. Este es el período de Malaquías. 


7. Este libro en realidad es el registro resumido de cuatro sermones. 

a. El primero lo encontramos en 1:1-11. 

b. El segundo en 2:1-9. c. El tercero en 2:10-19. 

d. El cuarto en 2:20-23. 

8 . El pasaje de 1 Corintios 15:58 en el Nuevo Testamento podríamos muy bien insertarlo en el libro de Hageo. 


I. El mensaje de septiembre iba dirigido a las manos del pueblo. Les decía: «¡Actuad!» (1:1-15). 

A. El pueblo había abandonado la edificación de su templo y después de quince años estaba sin terminar. Su débil excusa era: «No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada» (1:2). A causa de su negligencia, Dios no podía bendecirlos, ni lo haría, con prosperidad espiritual ni material. 

B. El consejo de Dios para ellos fue: «Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová» (1:8). 

C. El Señor entonces levantó los ánimos de Zorobabel (el gobernador) y de Josué (el sumo sacerdote). Esta pareja de hombres piadosos llevaron al pueblo a terminar la edificación del templo. 


II. El mensaje de octubre iba dirigido a los corazones del pueblo. Les decía: «¡Tened paciencia!» (2:1-9). 

A. A pesar de la insignificancia del templo que habían edificado, como ya hemos visto (Esd. 3:8-13), hubo llanto y también gozo en el día de la dedicación durante el tiempo de Zorobabel, pues algunos de los hombres más ancianos recordaban la gloria del templo de Salomón. El nuevo templo era inferior en tamaño y costo. 

B. Era necesaria la paciencia a causa de la magnificencia del templo que un día se edificaría. «La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos» (2:9). Esta es, por supuesto, una referencia a la belleza del nuevo templo milenario que está todavía por edificarse. (Véase Ez. 40—48.) 


III. El mensaje de diciembre iba dirigido a la cabeza del pueblo. Les decía: «¡Considerad!» (2:10-23). 

A. El hecho de la contaminación de Judá (2:10-17). Dios pidió a Judá que respondiera a dos preguntas. 

1. «Si alguno de ustedes lleva un santo sacrificio en su ropa, y por casualidad la ropa roza vino, pan o carne, ¿será santificada también esa comida?» (2:12, La Biblia al Día). La respuesta, por supuesto, era no: «La santificación no se transmite a las demás cosas de ese modo.» 

2. «Pero si alguien toca un muerto, y por esta razón está ceremonialmente impuro y roza alguna cosa, ¿queda aquello contaminado?» (2:13). En este caso la respuesta era sí. Al punto al que Dios quería llegar era que cualquier justicia que Israel pudiera haber tenido en el pasado no se transfería automáticamente a ellos en el presente. Sino que su propia injusticia estaba afectándoles a ellos y a sus hijos.

B. El hecho de la determinación de Dios (2:17-19). Dios les promete que debido a su decisión de terminar la edificación del templo, él los bendeciría a partir de ese momento, aunque la estructura no estuviera terminada. 

C. El hecho de la gran tribulación (2:20-22). Un día Dios va a destruir a todas las naciones gentiles que han afligido a Israel a través de los tiempos. «... Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano» (2 :2 1 , 2 2 ). (Véanse también He. 12:26; Ap. 16:18-20.) 

D. El hecho del ascenso de Zorobabel (2:23). «En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí....» Algunos creen que Zorobabel será el primer ministro de Dios durante el milenio.



LA ETAPA DEL RETORNO (ESTER)

 ESTER (478-464 a.C.)

 INTRODUCCIÓN 

1. Ester es uno de los dos libros del Antiguo Testamento que lleva nombre de mujer; el otro es el de Rut. 

2. El nombre Ester significa «estrella». 

3. Este libro nos habla acerca de los judíos que vivían en Persia y que no volvieron a Jerusalén después del decreto de Ciro. A fin de ubicar bien el relato histórico que tenemos aquí, consideremos lo siguiente: 

a. Los judíos regresaron primeramente a Jerusalén bajo la dirección de Zorobabel en el 536 a.C. 

b. El templo fue completado en el 516 a.C. 

c. Ester fue proclamada reina en el 478 a.C. d. Salvó a su pueblo en el 473 a.C. 

e. Esdras regresó a Jerusalén en el 455 a.C. 

f. Nehemías marchó a Palestina en el 445 a.C. De manera que Ester aparece en el escenario de la historia unos sesenta años después que fuera promulgado el decreto de Ciro y aproximadamente treinta y cinco años antes del retomo de Nehemías. 

4. El nombre de Dios no aparece en el libro, como tampoco se encuentra en el Cantar de los Cantares. Por esta razón, la Iglesia se resistió al principio a aceptar este libro en el canon inspirado de las Escrituras, pero pronto quedó incluido. 

5. A pesar de la omisión de todo nombre con que se designa a Dios, no hay otro libro en toda la Biblia en que sea más evidente la presencia de Dios obrando desde detrás del escenario que en este. 

6 . «Providencia» es la palabra clave para entender el libro de Ester, que literalmente significa «proveer con anticipación». La providencia ha sido definida por el teólogo Strong de la siguiente manera: «La providencia es aquella acción constante de Dios mediante la cual Él hace que todos los sucesos del mundo físico y moral coadyuven al cumplimiento del propósito original para el cual creó todas las cosas.» También ha sido definida como «la mano de Dios en el guante de la historia». La providencia es el último de los tres hechos que componen la soberanía de Dios tal como la ve el hombre. Estos son: 

a. La creación, que habla de la existencia del universo (Gn. 1:1). 

b. La preservación, que habla de la continuidad de este universo (He. 1:3; Col. 1:16,17). 

c. La providencia, que da razón de su progreso y desarrollo (Sal. 135:6-10; Dn. 4:35). 

7. Podríamos escribir con toda propiedad las palabras de Romanos 8:28 en las páginas del libro de Ester. 


I. El ascenso de Ester (Est. 1—2). 


A. El rechazo de Vasti (1:2-21). 

1. En el tercer año de su reinado, el rey persa Asuero (Jeijes) dio una fiesta fantástica que duró 180 días. Fueron invitados miles de los funcionarios del reino procedentes de sus 127 provincias, desde la India hasta Etiopía (1:1-4). 

2. Aunque no se declara específicamente, la razón probable de la fiesta era levantar la moral de sus vasallos y prepararles sicológicamente para la expedición que planeaba contra Grecia. El trasfondo de la escena es así: 

a. En el año 490 a.C., Darío el Grande, padre de Jerjes, había dirigido una gran flota compuesta de 600 naves para transportar 60.000 soldados de caballería e infantería en un esfuerzo por capturar Atenas y subyugar el mundo griego. Pero fue derrotado completamente por el general griego Milciades en una pequeña llanura llamada Maratón. A pesar de la gran diferencia numérica, los griegos rodearon a sus enemigos y los vencieron. 

b. La batalla de Maratón aparece como la número seis en el libro History's 100 Greatest Events, de William A. DeWitt. 

3. Durante la última semana de la fiesta, el rey mandó llamar a su esposa, la reina Vasti, para mostrar su belleza a algunos de sus más importantes amigos ya medio embriagados. La reina se negó a exhibirse de esta manera (1:5- 12). 

4. El rey, lleno de ira, escuchó el consejo de sus amigos de que echara a Vasti para siempre de su presencia a fin de que otras mujeres en el reino no imitaran su desobediencia (1:13-21). 


B. La elección de Ester (2:1-20). 

1. Una vez pasado el enojo, el rey lamentó su precipitada decisión, pero ya era tarde, pues no se podía cambiar la estricta ley de Persia aunque fuera él quien la hubiera dado (2 : 1 ).

2. Aceptó la sugerencia de sus ministros de llevar a cabo una búsqueda de las mujeres más bellas del imperio, con el propósito de celebrar un concurso y que la ganadora se convirtiera en su nueva esposa (2:2-4). 

3. Entre las bellezas que fueron llevadas al palacio se encontraba una joven judía llamada Hadasa, conocida también como Ester. Esta bella doncella había sido criada por un primo suyo, mayor que ella, llamado Mardoqueo, de la tribu de Benjamín (2:5-8). 

4. Ester se ganó muy pronto el favor de Hegai, el encargado de supervisar todo el proceso de elección. Sin embargo, por consejo de Mardoqueo, Ester no reveló su identidad judía en este momento (2:9-11). 

5. El concurso duró cuatro años, pero después que el rey vio a todas las finalistas, quedó prendado de Ester y la eligió para que se convirtiera en su reina (2:12-17). 

6 . Para celebrarlo, Asuero organizó otra gran fiesta y llegó hasta rebajar los impuestos en su provincia. Nota: La razón de todo esto era, en parte, compensar por su reciente derrota en Grecia. Debemos entender que pasaron aproximadamente cuatro años entre su divorcio de Vasti y su matrimonio con Ester. Damos a continuación un resumen de los sucesos que tuvieron lugar en este período. 

a. En la primavera del 480 a.C., Jerjes cruzó el estrecho de los Dardanelos con 100.000 hombres y cientos de naves. La historia nos dice que Jerjes lloró cuando vio desfilar los regimientos de este formidable ejército con todo el brillo de sus armaduras y el colorido de sus banderas. Cuando le preguntaron por qué lloraba, contestó: «Porque sé que toda esta gloria militar es sólo por un momento y que pronto desaparecerá para siempre. Porque en menos de cien años todos habremos muerto, incluido yo.» 

b. Poco después sufrió el primer desastre, pues una severa tormenta de primavera en el mar le hizo perder 400 de sus barcos. Ciego de furor y frustración, Jerjes golpeó las aguas con su cinturón. 

c. Nada más desembarcar en Grecia, su soberbio ejército fue frenado en el paso de las Termópilas durante un día completo por 300 soldados espartanos capitaneados por Leonidas, infligiéndoles grandes pérdidas y permitiendo que el pequeño ejército griego pudiera retirarse a un lugar más seguro. 

d. Jerjes pudo al fin pasar, llegó a Atenas e incendió la ciudad, destruyéndola; aunque la mayoría de sus ciudadanos habían huido a la isla de Salamina. Jerjes entonces, muy seguro de la victoria, embarcó su ejército para cruzar hasta Salamina, confiado en la superioridad numérica de tres a uno que tenía. Pero las naves griegas, más pequeñas y ágiles, dominaban la lucha en el mar. El rey persa vio pronto con horror cómo se hundían sus barcos y morían sus soldados. 

e. Regresó a Persia derrotado, dejando el resto del ejército en Grecia al mando del general Nardonio. Un año después, Nardonio fue derrotado y muerto en la batalla de Platea, en el 479 a.C. Este fue un golpe de muerte para el Imperio Persa. En el bien conocido libro de J.F.C. Fuller, The Decisive Battles of the Western World, aparecen las batallas de Salamina y Platea entre las más importantes de la historia conocida. 


C. Mardoqueo se entera de un complot (2:19-23). 

1. Mardoqueo, que se había convertido en un funcionario de palacio, llega a escuchar la conversación de dos oficiales de la guardia real que tramaban un complot para asesinar a Jeijes. 

2. Lo comparte con la reina Ester y ésta informa a Jerjes. Ambos oficiales son ejecutados. Esto quedó registrado en el libro de la historia del reinado de Jerjes. Nota: Jeijes fue asesinado años más tarde, en el 465 a.C., en un complot semejante. 


II. Las mentiras de Amán (caps. 3— 5). 

A. Servidumbre infernal. 

1. Poco después que Ester se convirtiera en reina, Jerjes nombró primer ministro a Amán, un político depravado. Amán era un amalecita, un descendiente del rey Agag, que reinó en los días de Saúl y de Samuel. Recordaremos que Saúl desobedeció a Dios y perdonó en guerra la vida del rey Agag (1 S. 15). Los amalecitas fueron enemigos acérrimos de Israel, los atacaron cuando iban camino de la tierra prometida (Ex. 17:14; Dt. 25:17-19). 

2. El arrogante Amán se enteró pronto de que un judío llamado Mardoqueo no se inclinaba ante él, como había sido ordenado. Mardoqueo simplemente quería ser fiel a Dios, como lo habían también sido otros judíos cautivos en tierra extraña (véase Dn. 3). 

3. Amán tramó la manera de exterminar no solamente a Mardoqueo, sino a todos los judíos que vivieran en el Imperio Persa. Esta es la acción antisemita más fuerte del Antiguo Testamento. En su estrategia diabólica se presentó ante el rey con las siguientes «recomendaciones»: 

a. «... hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir» (3:8). Esto era, por supuesto, una gran mentira. 

b. Que él ingresaría gozosamente diez mil talentos de plata (330.000 kilos) en el tesoro real para contribuir a los gastos de tal purga (3:9). Amán, sin duda, había contado con la confiscación de los bienes de miles de personas inocentes a quienes planeaba degollar como corderos. ’ 

c. El rey, sin preocuparse de quién era ese «pueblo» y sin verificar los cargos, acepta el plan con gran indiferencia (3:10,11). d. Varias semanas después Amán ya tenía preparadas todas las cartas que quería enviar a todos los gobernadores y funcionarios del imperio, a cada uno según su lengua o dialecto. Correos reales fueron enviados con los decretos de ejecución que ordenaban que todos los judíos fueran asesinados el 28 de febrero del año siguiente, el 473 a.C. (3:12-15). 


B. Fortaleza de ánimo (caps. 4— 5). 

1. La vemos en Mardoqueo (4:1-14). 

a. Nada más enterarse del decreto de ejecución, Mardoqueo se identifica inmediatamente con su pueblo y le invade un profundo dolor. 

b. A Ester, ignorante de la nueva ley, le llegan las noticias de la tristeza de su primo y pregunta cuáles son las razones de su dolor. 

c. Mardoqueo la informa de lo que está pasando y la aconseja de que vea al rey sin pérdida de tiempo. 

d. Ester le recuerda que está prohibido, bajo pena de muerte, entrar a la presencia del rey sin haber sido invitado, y ella no lo había sido en los últimos treinta días. 

e. Mardoqueo la responde con la declaración que es quizá la clave de todo el libro (4:13, 14). f. Dos frases son especialmente significativas: 

(1) «Porque si callas ... respiro y liberación vendrá de alguna parte para los judíos.» Aunque el nombre de Dios no aparece por ninguna parte en el libro, Mardoqueo sin duda tenía su liberación en mente. 

(2) «¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» Esto fue exactamente así. Ester no solamente salvó después a los judíos que vivían en Persia sino también a los que estaban en Palestina, pues el decreto los incluía. Además de esto, no cabe la menor duda de que la reina ejerció una gran influencia sobre su hijastro Artajeijes, quien tiempo después se mostró tan benévolo con Esdras y con Nehemías. 

2. La observamos también en Ester (4:15— 5:14). 

a. Ester solicita inmediatamente tres días de ayuno entre los judíos, y decide que ella entrará «a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca» (4:16). (Véase también Dn. 3:17, 18.) 

b. Tres días más tarde Ester entró en el patio interior del palacio sin haber sido invitada, pero para su tranquilidad fue recibida calurosamente. Jerjes, dándose cuenta de que a su esposa le pasaba algo importante al arriesgarse de aquella manera, le preguntó: «¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará» (5:3). (Véanse Dn. 5:16 y Mr. 6:22, 23. Véanse también Pr. 21:1; 19:12.) 

c. La reina no reveló su petición en ese momento, sino simplemente solicitó que el rey y Amán participaran en un banquete que ella estaba preparando para el día siguiente. Jerjes aceptó gustosamente. d. Al enterarse de la invitación el vanidoso Amán se llenó de orgullo, pero cuando vio a Mardoqueo a la entrada del palacio, que no se inclinaba ante él, se llenó de ira. e. Al llegar a casa contó a Zeres, su mujer, y a sus amigos tanto su alegría como su enojo. Notemos como el pasaje bíblico de 5:12-14, revela con gran luz el verdadero carácter de Amán y de su esposa. 


III . El galardón de la fe (caps. 6 — 10). 

A. La ejecución de una bestia: Amán (6 —8 ). 

1. Escena primera: la alcoba del rey (6 ). 

a. Jerjes tuvo insomnio una noche y ordenó que le leyeran algunos registros históricos, con la esperanza quizá de que fuera tan aburrido que le diera sueño (6 : 1 ). 

b. El lector empezó a leer, «por casualidad», en el lugar donde se relataba cómo Mardoqueo salvó la vida del rey denunciando el intento de asesinato. A lo que el rey pregunto «¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por eso?» (6:3). La respuesta fue: «Nada se ha hecho con él.» 

c. En este momento exacto Amán llegaba al palacio para conseguir la autorización del rey para colgar a Mardoqueo. Jeijes, todavía dispuesto a premiar a Mardoqueo (ni el rey ni Amán sabían lo que cada uno estaba pensando), usó a su primer ministro para pensar en voz alta y preguntó: «¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey?» (6 :6 ). 

d. El arrogante y egoísta Amán creyó que el rey estaba pensando en él y descaradamente recomendó: (1) Que debía ser honrado vistiéndole con las propias ropas del rey. (2) Que se le montara en el caballo real. (3) Que se le permitiera llevar la corona real. (4) Que el príncipe más noble del rey fuera el encargado de pasear a este héroe, montado en el caballo real, por las calles de la ciudad, pregonando que era honrado por el rey (6:7- 9). 

e. Al rey le pareció bien el consejo y ordenó a su perverso primer ministro que él mismo lo hiciera a favor de Mardoqueo. El desconcertado Amán salió tambaleándose para cumplir la orden del rey y después se marchó a su casa completamente humillado. Allí no recibió mucho consuelo, pues escuchó a su mujer decirle: «... Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien has empezado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él» (6:13). 

f. Mientras hablaban, Amán recibió la invitación para el banquete de Ester (6:14). 

2. Escena segunda: en el salón del banquete real (7). 

a. La perfidia descubierta (7:1 -6 ).

 ( 1 ) Ester informó al rey que había en marcha un plan para matarla a ella y a su pueblo. El rey, lleno de asombro y furia, preguntó: «¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?» (7:5). 

(2) Ester señaló a Amán y contestó: «El enemigo y adversario es este malvado Amán» (7:6). (Véanse también 1 P. 5:8; 1 Jn. 2:13; 2 Ts. 2:8.) 

b. Cambian las suertes (7:7—8:17). (1) Jerjes, incapaz de hablar por la ira que le dominaba, salió por un momento al jardín de su palacio (7:7). 

(2) El cobarde Amán, lleno de pánico, suplicó a Ester que intercediera ante el rey por él. Turbado por el temor cayó accidentalmente sobre el diván en que estaba recostada la reina (7:8). 

(3) En ese preciso momento Jerjes regresó al salón del banquete e interpretó que Amán pretendía abusar de Ester. Sabiendo ya que Amán había preparado una horca para Mardoqueo, el rey ordenó que Amán fuera ahorcado en ella aquella misma noche. La orden fue cumplida inmediatamente (7:9, 10). Nota: Amán había violado aquella advertencia de Dios a Abraham que decía: «Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que maldijeren maldeciré...» (Gn. 12:3). Él perdió su vida a causa de esta violación. (Véanse Pr. 26:27; Gá. 6:7, 8 ; Is. 54:17.) Faraón aprendió que el pueblo de Ester no podía ser ahogado (Ex. 14). Nabucodonosor aprendió que no podía ser quemado (Dn. 3). Darío aprendió que no podía ser devorado (Dn. 6 ), Amán descubrió que no podía ser colgado (Est. 7). 

(4) Después de su ejecución, Jeijes entregó a Ester los bienes de Amán y nombró a Mardoqueo primer ministro (8 :1 , 2 ). 

(5) Ambos rogaron después al rey que anulara la orden de Amán. Pero la ley entre los medas y persas no se podía abrogar una vez que había sido promulgada, ni siquiera el rey podía hacerlo. Jerjes hizo entonces lo mejor que podía en una situación así: ordenó a los judíos que se defendieran. Mardoqueo envió inmediatamente copias de este nuevo decreto a todas las 127 provincias del imperio (8:3- 14). 


B. La institución de la fiesta de Purim (caps. 9— 10). 

1. Los judíos se prepararon y fueron 'capaces de resistir a sus enemigos el 23 de febrero, que era la fecha de su ejecución (9:1-19). 

2. Mardoqueo y Ester instituyeron entonces una nueva fiesta en recuerdo de la gran salvación que habían experimentado al escapar de las manos de Amán (9:20-32). 

3. Mardoqueo se convirtió en un notable estadista, un hombre piadoso que fue respetado tanto por los judíos como por los gentiles, porque ejerció el poder con habilidad y justicia ( 10 ). Nota: Unos 2.400 años después que sucedieran los hechos narrados en el libro de Ester, tuvo lugar una pasmosa réplica de los mismos en la Rusia del siglo xx. 

El 1 de marzo de 1953, escasamente ocho años después que el holocausto nazi quitara la vida a seis millones de judíos, José Stalin reveló un plan para liquidar a los tres millones de judíos de la entonces Unión Soviética. La propuesta debía entrar en efecto a partir del 9 de marzo, pero nunca se llevó a cabo, porque al día siguiente de presentarla, Stalin murió inesperadamente de un derrame cerebral. Esta sorprendente noticia, frecuentemente rumoreada, ha sido oficialmente confirmada por Ludmila Lufanov, una bibliotecaria rusa, no judía, que trabajó por años en los archivos secretos rusos en Moscú. Logró salir de Rusia en los últimos años y trasladarse a los Estados Unidos, donde vive ahora. No hace mucho publicó en ruso su increíble testimonio en un periódico soviético, y una copia del mismo treinta, incluyendo a muchos que habían sido colaboradores leales desde el principio del movimiento bolchevique. No solamente liquidó a la infame sección judía del partido, llamada Yevesektzia, que se esforzó más que nadie para eliminar el judaismo y la cultura judía, sino que exterminó a las mismas cabezas de la Yevesektzia. Después de la guerra, que había interrumpido sus planes contra los judíos, Stalin, enfurecido por la recepción que dieron en Moscú los judíos soviéticos a Golda Meir, la primera embajadora judía ante la antigua Unión Soviética, actuó con dureza. Poetas, escritores y artistas judíos fueron liquidados (muchos de los cuales habían sido comunistas leales que nunca se quejaron cuando Stalin eliminaba a judíos religiosos y sionistas). Demandó que los países satélites hicieran lo mismo, y el mundo se asombró cuando Slansky, el jefe del partido comunista checoslovaco y leal partidario de Stalin, y otros líderes importantes judíos, fueron acusados de traición y ahorcados. Pero fue el infame «complot de los doctores» lo que iba a marcar el momento cumbre del genocidio judío. 

En 1953 Stalin anunció repentinamente que se había descubierto un «complot» para asesinarle. Era un plan muy astuto, elaborado por unos médicos que eran todos judíos. La prensa del partido sacó la noticia en primera página, dando los nombres de los culpables. Empezaron a aparecer muchas denuncias de comunistas títeres de toda la Unión Soviética. Estaba claro que las palabras clave eran «judío», «cosmopolitismo» y sionismo». Stalin decidió que el colgar a los doctores serviría de pretexto para que las masas se desenfrenaran durante tres días y eliminaran dos terceras partes de los judíos soviéticos. El resto sería enviado a campos de concentración en Siberia donde también morirían. 

El 1 de marzo de 1953 convocó para las 12:00 horas del día una reunión del Politburó en el Kremlin y les leyó a los líderes rusos su plan de exterminación de los judíos. Según las transcripciones secretas, dijo: «Los asesinos de bata blanca han admitido su culpabilidad. El 9 de marzo serán ahorcados en la Plaza Roja delante de todos, pero este castigo no será suficiente para satisfacer a nuestro pueblo.... El enojo de las masas no quedará satisfecho, y habrá tres días en que nos veremos incapaces de controlar la justa ira popular que se desbordará sobre las cabezas de los judíos.» Stalin concluyó diciendo que pasados aquellos tres días, los líderes de la comunidad judía admitirían por escrito su culpabilidad colectiva contra el pueblo ruso y suplicarían al gobierno que los salvara de la aniquilación total.

 «Después de solicitar la intervención, el gobierno no podrá quedarse sin actuar, y a fin de separar a los racistas judíos del pueblo ruso, los judíos serían montados en vagones especiales de ferrocarril y enviados a la parte norte más lejana de la estepa siberiana. Sin embargo, sólo una tercera parte de los pasajeros de estos trenes especiales llegarían vivos a su destino; las otras dos terceras partes caerían víctimas de la ira del pueblo en las estaciones a lo largo del camino.» Según la bibliotecaria, cuando Stalin terminó de leer su plan se produjo un silencio sepulcral en el salón de reuniones. El dictador se levantó furioso, maldijo a su gabinete, y salió dando un portazo. 

El 2 de marzo, al día siguiente de dar a conocer su plan de exterminación de los tres millones de judíos, y una semana antes de que fuera llevado a efecto, Stalin murió de un derrame cerebral. Su cadáver embalsamado fue exhibido durante una semana y enterrado el 9 de marzo, que era justamente el día de la fiesta judía de Purim.