LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO SEPTIMA PARTE (ISAIAS)

 ISAÍAS

 INTRODUCCIÓN 

1. El libro de Isaías puede ser comparado con la Biblia. La Biblia tiene sesenta y seis libros e Isaías sesenta y seis capítulos. El Antiguo Testamento tiene treinta y nueve libros y la primera sección de Isaías tiene treinta y nueve capítulos. El Nuevo Testamento tiene veintisiete libros y la segunda parte de Isaías tiene veintisiete capítulos. El Antiguo Testamento comprende la historia y el pecado de Israel, y así también Isaías 1—39. El Nuevo Testamento describe a la persona y ministerio de Cristo, como lo hace Isaías 40— 6 6 . El Nuevo Testamento comienza con el ministerio de Juan el Bautista; la segunda sección de Isaías (cap. 40) comienza con la predicción de su ministerio. El Nuevo Testamento termina refiriéndose a los nuevos cielos y la nueva tierra, e Isaías termina su libro refiriéndose a lo mismo. (Cp. Is. 66:22 con Ap. 21:1-3.) 

2. El libro de Isaías está generalmente reconocido como uno de los seis grandes libros de la Biblia. Los otros son: Romanos, Juan, los Salmos, Génesis y Apocalipsis. 

3. Se encontró un ejemplar de este libro entre los famosos manuscritos del mar Muerto descubiertos en una cueva en 1947 en Qumrán. Era una copia del siglo II d.C. y consistía de diecisiete hojas de casi 24 pies ( 8 m) de largo por 10 pulgadas (25 cm) de ancho. Esta copia era sorprendentemente similar a la del texto masotérico común del siglo xn a.C. 

4. Isaías fue el más grande de los profetas del Antiguo Testamento y uno de los escritores más elocuentes que jamás hayan vivido, superando a veces las habilidades literarias de Shakespeare, Milton u Homero. 

5. Profetizó durante los reinados de cinco reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz, Ezequías y Manasés). 

6 . Es llamado el profeta mesiánico. Solamente en los Salmos encontramos más referencias a Cristo que en Isaías. 

7. Jesús dijo que Isaías vio su gloria y «habló acerca de él» (Jn. 12:41). 

8 . Estuvo casado y tuvo dos hijos. 

9. Se cree que su padre Amoz era hermano del rey Amasias de Judá, lo que significa que Isaías era de sangre real. 

10. Isaías escribió otros libros que no se han conservado, tales como: 
a. La vida de Uzías (2 Cr. 26:22). 
b. Un libro sobre los reyes de Israel y Judá (2 Cr. 32:32). 

11. Isaías es citado más veces en el Nuevo Testamento que ningún otro profeta del Antiguo Testamento. Los siguientes pasajes citan sus palabras en relación con: 
a. El ministerio de Juan el Bautista (Mt. 3:3; Le. 3:4; Jn. 1:23). 
b. El ministerio de Cristo a los gentiles (Mt. 4:14, 15; 12:17,18). 
c. El futuro reinado de Cristo sobre los gentiles (Ro. 15:12). 
d. El ministerio sanador de Cristo (Mt. 8:17). 
e. La ceguedad de Israel (Mt. 13:14; Hch. 28:25-27). 
f. La hipocresía de Israel (Mt. 15:7). 
g. La desobediencia de Israel (Ro. 10:16, 20). 
h. La salvación del remanente de Israel (Ro. 9:27,29). 
i. Los sufrimientos de Cristo (Hch. 8:28, 30). 
j. El ungimiento de Cristo (Le. 4:17). 


El libro de Isaías 

I. Bosquejo general
II. Resumen de las profecías de Isaías 
III. Las diferentes personalidades mencionadas en Isaías 
IV. La grandeza de Dios 
V. El Mesías 
VI. Los pecados de Israel 
VII. Las naciones gentiles 
VIII. La tribulación 
 IX. El milenio 


Bosquejo general 

I. Israel, siervo infiel de Dios (y sus diferentes enemigos) (1—35). 

A. La lista de sus pecados (1, 3, 5). 
B. La predicción de su futuro (2, 4, 9, 11, 12, 25-35). 
C. La visión de su gran profeta (6 ). 
D. La incredulidad de su impío rey (7). 
E. El juicio sobre sus enemigos (13—23). 

1. Babilonia (Is. 13, 14, 21). 
2. Asiria (14:24-27). 
3. Filistea (14:28-32). 
4. Moab(15— 16). 
5. Damasco (17). 
6 .Etiopía (18). 
7. Egipto (19—20). 
8 .Edom (Idumea) (34:5-15). 
9. Arabia (21:13-17). 
10.Tiro (23). 
11.Todo el mundo (24—25)


II. Exequias, el atemorizado siervo de Dios (36—39). 
A. Ezequías y el rey de Asiria (36—37). 
B. Ezequías y el Rey del cielo (38). 
C. Ezequías y el rey de Babilonia (39)

III. Cristo, el Siervo fiel de Dios (40—66) 
A. La liberación: la confortación de Jehová (40—48). 
1. Dios y los ídolos (40—46). 
2. Dios y las naciones (47—48). 
B. El liberador: la salvación de Jehová (49—57). 
C. Los liberados: la gloria de Jehová (58—66).


Resumen de las profecías de Isaías 

I. Profecías cumplidas en el tiempo de su vida. 
A. Judá se salvaría de la amenaza asiria y de la invasión israelita (7:4, 16). 
B. Siria e Israel serían destruidas poco después por Asiría (8:4; 17:1-14; 28:1-4). 
C. Asiria invadiría Judá (8:7, 8 ). 
D. Judá no sería tomada durante esta invasión (37:33- 35). 
E. Moab iba a ser juzgada por Asiría en el plazo de tres años (15— 16). 
F. Egipto y Etiopía serían conquistadas por los asirios (18—20). 
G. Arabia sería destruida (21:13-17). 
H. Tiro iba a ser destruida (23:1-12). 
I. La vida de Ezequías sería extendida por otros quince años (38:5). 
J. Asiría sería juzgada por Dios (10:5-34; 14:24-27; 30:27-33; 37:36). 


II. Profecías cumplidas después de su fallecimiento. 
A. La cautividad babilónica (3:1-8; 5:26-30; 22:1-14; 39:5-7). 
B. Babilonia sería derrotada por Ciro (13:17-22; 14:1- 23; 21:2; 46:11; 48:14). 
C. Babilonia sufriría una desolación perpetua (13:20- 22; 47:1-15). 
D. Las conquistas de un persa llamado Ciro (41:2, 3; 44:28; 45:1-4). 
E. El decreto de Ciro del retomo a Jerusalén (44:38; 45:13).
F. El gozo del retomo del remanente (48:20; cp. también con Salmo 126). 
G. La restauración de Tiro (23:13-18). 
H. El arrasamiento total de Edom (34:5-17). 
I. El nacimiento, vida terrenal, sufrimiento, muerte, resurrección, ascensión y exaltación de Cristo Jesús (7:14, 15; 9:1, 2, 6 ; 11:1, 2; 35:5, 6 ; 42:1-3; 50:4-6; 52:13-15; 53:2, 10-12, 15; 61:1, 2). 
J. El ministerio de Juan el Bautista (Ts. 40:3-5). 

III . Profecías todavía por cumplirse.
A. La tribulación (Is. 2:10-22; 13:6-13; 24:1-23; 26:20,21; 34:1-10; 51:6). 
B. La batalla de Armagedón (Is. 34:1-10; 42:13, 14; 63:1-6; 66:15, 16). 
C. El milenio (Is. 2:2-4; 4:2-6; 11:6-10, 12; 14:3, 7, 8 ; 19:18-25; 29:18; 30:19, 23-26; 32:18; 35:1-10; 40:4, 5; 42:13, 14, 16; 44:23; 49:10-13; 51:3, 11; 52:1, 6-10; 56:6-8; 59:20, 21; 60:1-3, 11-13, 19- 22; 62:1-4; 63:1-6; 65:18-25; 66:10, 12, 15, 16, 23).


 Las  diferentes personalidades 

I. Isaías. 
A. El más grande de los profetas del Antiguo Testamento y autor de este libro ( 1 : 1 ). 
B. El contempló la gloria de Dios como pocos hombres la han experimentado (6:1-13). Para otras experiencias lean el relato de: 
1. Moisés (Ex. 33:18-23). 
2. Ezequiel (Ez. 1:1-28). 
3. Daniel (Dn. 7:9-14). 
4. Zacarías (Zac. 3:1-9). 
5. Esteban (Hechos 7:55-60). 
6 . Pablo (2 Co. 12:1-4). 
7. Juan (Ap. 4— 22). 

C. Se le ordenó que ofreciera al impío rey Acaz una señal concerniente a la fidelidad de Dios (7:3). 
D. Fue padre de dos hijos (Sear-jasub, 7:3; y Mahersalal-hasbaz, 8:3), a los que puso nombres que indicaban futuros eventos proféticos. 
E. Dios le ordenó que anduviera descalzo y desnudo (quizá de la cintura para arriba) durante tres años para simbolizar las dificultades que el Señor iba a enviar sobre los egipcios y etíopes (2 0 : 1 -6 ). 

II. Acaz: el inicuo padre de Ezequías que rechazó la bondadosa señal de la fidelidad de Dios para con Judá en su hora de necesidad (7:1-25). 

III. Lucifer: aquel poderoso y pervertido ser angelical que se rebeló contra Dios y que ha llegado a ser conocido como Satanás y el diablo (Is. 14:12-14). «¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» (14:12-14). Notemos esas cinco necias y fatales determinaciones del «yo» de Lucifer: 
A. «Subiré al cielo»: Satanás tenía sin duda en mente el tercer cielo, el lugar de Dios. (Véase 2 Co. 12:1-4.) 
B. «Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono»: Esta es probablemente una referencia a los ángeles. Satanás deseaba la adoración de los ángeles. 
C. «Me sentaré, a los lados del norte»: Lucifer buscaba ahora entrar en el «despacho ejecutivo» de Dios, en alguna parte en el norte, y sentarse en el escritorio mismo del Señor. No solamente quería controlar a los ángeles sino también el número y tamaño de las galaxias llenas de estrellas. 
D. «Sobre las alturas de las nubes subiré»: Esto quizá puede referirse a aquella nube especial de gloria de Dios llamada Shekinah que encontramos frecuentemente en la Biblia. 
E. «Seré semejante al Altísimo»: Es revelador notar el nombre de Dios que Satanás usa aquí. Quería ser semejante a El-Elyon, el Altísimo. Este nombre significa literalmente «el más fuerte entre los fuertes». El diablo podía haber elegido otros nombres para Dios. Podía haber usado El-Shaddai, que significa «el proveedor, aquel que alimenta a sus hijos», pero no lo hizo. Podía haber elegido Jehovah-Rohi, que significa «el Dios pastor», pero evitó también usarlo. La razón es obvia: Satanás codiciaba la fortaleza de Dios, pero no estaba interesado en sus atributos de cuidado y dirección de las criaturas. 

IV. Sebna (22:15-25). Este era el mayordomo del palacio, un hombre indulgente y egoísta (quizá durante la primera parte del reinado de Ezequías) que fue reprendido y desechado por Dios. 

V. Eliaquim (36:3). Reemplazó a Sebna y fue el portavoz de Ezequías durante la crisis con Asiria que provocó Senaquerib.

VI. Rabsaces (36:2). El locuaz y arrogante asirio, portavoz personal de Senaquerib durante el asedio de Jerusalén. 

VII. Senaquerib (37:21). El rey asirio cuyos esfuerzos por destruir Jerusalén fueron totalmente anulados por el Ángel de Jehová. 

 VIII. Ezequías (36:1). El decimotercer rey de Judá que reinaba en Jerusalén cuando Dios salvó a la ciudad y a quien el Señor extendió la vida por otros quince años. 

IX. Merodac-baladán (39:1). El rey de Babilonia que envió espías (disfrazados de embajadores de buena voluntad) para felicitar a Ezequías por la recuperación de su salud, aunque su verdadera misión era informarse de la cantidad de riqueza que había en la ciudad y dónde la guardaban. 

X. Juan el Bautista (40:3-5). Comparar estos versículos con Mateo 3:1-3; Marcos 1:2, 3; Lucas 3:2-6; Juan 1:23. 

XI. Ciro (44:28; 45:1). El monarca persa de cuya persona y ministerio al remanente judío profetizó Isaías (de permitirles volver y reedificar el templo) dos siglos antes de que hubiera nacido. 



La grandeza de Dios 

I. Isaías 1:18: «Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» Grana: una referencia al carácter profundamente colorante del pecado. (Véase Nm. 19:2, 6 , 9.) Nieve: Salmo 51:7 Estemos a cuenta: Dios apela tanto al intelecto como a las emociones del ser humano. No tenemos que poner simplemente nuestra mente en neutral en nuestros tratos con Dios. (Véanse Is. 43:26; Ro. 12:1; Mt. 22:37; 2 P. 3:1.) 

II. Isaías 12:2-5: «He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré;- porque mi fortaleza y mi canción esJAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» Estas benditas aguas habían sido anteriormente rechazadas. (Véanse 8 : 6 y Juan 4:10, 14.) 

III. Isaías 25:1,4, 8,9: «Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugió contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos, es como turbión contra el muro. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.» Destruirá a la muerte. (Véanse 1 Co. 15:54; Os. 13:14; Ap. 20:14.) Enjugará toda lágrima. (Véanse Ap. 7:17; 21:4^)

IV. Isaías 40:1-31: 
A. En relación con los versículos 1, 2. 
1. Dios manda a su profeta a que hable con ternura para confortar los corazones de su pueblo. El mensaje de consolación es triple: a. Que su tiempo de esclavitud ha terminado. b. Que ya han pagado por sus faltas. c. Que habían recibido amplio castigo por todos sus pecados. 

B. Sobre los versículos 3-5. 
1. Esta voz había tenido su cumplimiento parcial en su primera venida por medio de Juan el Bautista (Mt. 3:3), pero sólo veremos su final consumación en su segunda venida. (Véase Is. 35:2.) Notemos los principales aspectos de esta proclamación: a. Un camino derecho será preparado en el desierto para el Señor. b. Todos los valles serán rellenados. c. Todos los montes y colinas serán nivelados. 
2. Cuando todo esto sea logrado (espiritualmente en los corazones de los israelitas), la gloria de Jehová será entonces revelada a toda carne. 

C. Acerca de los versículos 6 -8 . 
Una voz celestial ordena al profeta que grite acerca de la grandeza de Dios y de la insignificancia del hombre, diciendo: 
1. La belleza y duración del hombre es como el de las flores o la hierba, que pronto se secan y pasan (Stg. 1:10; 1 P. 1:24,25). 
2. Por el contrario, la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre. 

D. Sobre los versículos 9-11. 
La voz ordena ahora a los mensajeros de Sion que se encuentran sobre un monte que proclamen osadamente: 
1. ¡Ved aquí al Dios vuestro! 
2. Viene como Rey para reinar sobre ellos y para recompensarlos. 
3. Viene como un pastor para pastorearlos y dirigirlos tiernamente. 

E. Acerca de los versículos 12-31.
Este Rey-Pastor que viene tendrá todo el poder. 
1. Como se aprecia en su relación con la naturaleza (vv. 12-14). 
a. Mide el océano con la palma de su mano. 
b. Calcula con sus dedos la extensión del cielo. 
c. Conoce el peso de los montes y de la tirra. 
d. No necesita el consejo de ángeles, de demonios ni de hombres. (Véanse Ro. 11:34; 1 Co. 2:16.) 

2. Como se ve en sus tratos con las naciones (w. 15-17). 
a. Las naciones son para Él como una gota de agua en un balde o como una mota de polvo en la balanza. 
b. Levanta las islas en su mano como si no pesaran. 
c. Todos los árboles del Líbano no serían suficientes para consumir un sacrificio lo bastante grande para honrarle, ni todos sus animales serían bastantes para ofrecérselos a Él. 
3. Como se ve en relación con los ídolos (vv. 18- 20).
a. Dios no puede ser ni remotamente representado por una imagen de madera o de oro. 
b. El hombre puede crear un dios falso pero solamente Dios puede crear al hombre. (Véase también 41:6, 7, 21-24, 29; 44:9- 20; 46:1, 5-7.) 
4. Como se ve en su trato con los poderosos de la tierra (w . 21-24). 
a. Es inexcusable la obstinada ignorancia que el hombre hace de Dios. (Véanse Ro. 1:18-23; 2 P. 3:5.) 
b. Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra y ve a sus moradores como si fueran saltamontes. (Cp. Nm. 13:33.) 
c. Extiende los cielos como un toldo. 
d. Convierte en nada a los hombres poderosos (1 Co. 1:26-29). 
e. Apenas están plantados en la tierra cuando empiezan a secarse. (Véase Salmo 103:15, 16.) 
5. Como se ve en su relación con las estrellas (vv. 25, 26). 
a. Él creó originalmente a todas las estrellas. 
b. Conoce su número. 
c. A todas les puso nombre. (Véase Salmo 147:4.) 
6 . Como se ve en su trato con los elegidos (vv. 27-31).
a. Se concluye a la luz de todo esto que los hijos de Dios no deben cuestionar la manera en que los trata. (Véase también Is. 54:7, 8 .) 
b. El eterno Dios tiene una fortaleza inagotable y una inteligencia infinita. 
c. Él, por tanto, es el que renueva las fuerzas del desfallecido que espera en Él.
d. Esto les permite caminar, correr y volar como águilas.

V. Isaías 41:8-10: «Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» «Israel... siervo mío.» Scofield destaca lo siguiente: Tres siervos del Señor son mencionados en Isaías: (1) David (Is. 37:35); (2) Israel como nación (Is. 41:8-16; 43:1-10; 44:1-8; 21; 45:4; 48:20); y (3) el Mesías (42:1-12; 49:5-7; 50:4-6; 52:13-15; 53:1-12). 

VI. Isaías 42:8-12: «He aquí se cumplieron las cosas primeras»: es una posible referencia a la caída de Babilonia (Is. 13:17- 22; 21:1-10) y a la destrucción de Asiria (10:5-34; 14:24-27; 30:27-33; 31:8). «Y yo anuncio cosas nuevas»: los sufrimientos, la muerte, la resurrección y la ascensión del Siervo de Jehová, Cristo Jesús (52:13-15; 53:1-12). «Canten los moradores de Sela (la roca)»: una posible referencia al remanente que se ocultará en Petra durante la tribulación. (Véanse Zac. 14:5; Dn. 11:41.) 

VII. Isaías 43:2, 5, 6,11,25: «Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra. Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.» «Cuando pases por las aguas» (Ex. 14:19-31). «Cuando pases por el fuego» (Sal. 66:12; Dn. 3:25-27). «del oriente ... occidente ... norte ... sur.» (Véase Mt. 24:31.) «Fuera de mí no hay quien salve» (Hch. 4:12). «Yo soy el que borro tus rebeliones» (Is. 44:22; Hch. 3:19). «Y no me acordaré de tus pecados» (Sal. 103:10- 12; Is. 38:17; 44:22; Mi. 7:19; He. 8:12). 

VIII. Isaías 44:3: «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.» (Véanse Jl. 2:28-32; Hch. 2:16, 17.)

 IX. Isaías 45:5-12, 18-23: «Yo te ceñiré» (v. 5). Este pasaje describe la obra que Ciro llevaría a cabo, quien permitió que los judíos salieran de Babilonia y regresaran a Jerusalén. Dios les recuerda a todos que él permitió a Ciro capturar Babilonia. «Creo la adversidad» (v. 7). Dios, por supuesto, no es el creador del mal ni del pecado. (Véanse Hab. 1:13; 2 Ti. 2:13; Tit. 1:2; Stg. 1:13; 1 Jn. 1:5.) Uno de los significados de la palabra hebrea ra tiene la idea de adversidad o calamidad, que es sin duda el significado que se pretende dar aquí. «¡Hay del que pleitea con su Hacedor!» (v. 9). (Véanse Is. 10:15; 29:16; Ro. 9:19-21.) El Israel pecador es pintado aquí como cuestionando la manera en que Dios actúa con ellos; le acusan de que todo es deficiente e incierto (nótese la expresión: «No tiene manos»). Esto, por supuesto, es pura demencia, porque Dios más tarde les señalará que esas manos son las que crearon la tierra y al hombre (véase v. 1 2 ). «No hablé en secreto» (v. 19). Dios nunca habla con conceptos y términos esotéricos de manera que sólo unos pocos selectos puedan entenderle. (Véase Jn. 18:19, 20.) «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (v. 22). Según su propio testimonio, este fue el versículo que llevó a C.H. Spurgeon a Cristo. «Que a mí se doblará toda rodilla.» (Véanse Ro. 14:11; Fil. 2:10.) 

X. Isaías 46:9, 10: «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.» «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos» (v. 9). Quizá Dios tenía en mente cosas tales como la Pascua de salvación, la liberación del mar Rojo, la sanidad de las aguas en Mara, el maná celestial, etc. «Que anuncio lo por venir desde el principio» (v. 10). La profecía bíblica es historia escrita con anticipación

XI. Isaías 49:13-16: «Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.» 

XII. Isaías 55:1-3: Bien podríamos intitular a este capítulo: «La increíble salvación». 
A. El Anfitrión (v. 1): ¡Es Dios mismo! El Padre es retratado aquí como estando detrás de un puesto en un mercado oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando. 
B. Los invitados (v. 1 ): ¿Quiénes son los invitados? Los sedientos y los que no tienen dinero. 
C. El menú (vv. 1, 2): Estos elementos constituyen la alimentación básica del alma humana. 1. Agua y vino: es una referencia al Espíritu de Dios. (Véanse Jn. 7:37-39; Ef. 5:18; 1 Ts. 1:6.) 2. Leche: una referencia a la Palabra de Dios. (Véase 1 P. 2:2.) 3. Pan: se refiere al Hijo de Dios. (Véase Jn. 6:35.) 
D. Los términos de la invitación (vv. 6 , 7): 
1. Buscad a Jehoyá. 2. Llamadle. 3. Deje el impío su camino. 4. Volveos a Jehová. 
E. El tiempo limitado de la invitación (vv. 6 , 7): 1. Mientras puede ser hallado. 2. En tanto que está cercano. 
F. La necesidad de la invitación (vv. 8 , 9): «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,- dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.» 
G. Un ejemplo de la invitación (vv. 9, 10). ¡La lluvia! «Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come.» 
H. La promesa de la invitación: 
1. Para Israel: a. Las bendiciones del pacto davídico (v. 4). 
b. La aceptación de todas las naciones (v. 5). 
c. La plenitud del gozo y la paz (v. 12). 
2. Para la naturaleza: La eliminación de la maldición (w. 12, 13). 
3. Para todos: a. La completa satisfacción del alma (v. 2). b. Abundante misericordia y perdón (v. 7). 

XIII. Isaías 57:15, 19-21: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.» 
«Quebrantado y humilde de espíritu» (v. 15). (Véanse Sal. 34:18; 51:17; Is. 66:2; 2 Co. 7:10; 1 P. 5:6.) «Paz al que está lejos y al cercano» (v. 19). (Véanse He. 13:15; Hch. 2:39; Ef. 2:17.) «No hay paz ... para los impíos» (v. 21). (Véase Is. 48:22.) 

XIV. Isaías 61:10: «En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.» «Vestiduras de salvación» (Véanse Is. 64:6; Gn. 3:21; Mt. 22:2-13; Ap. 19:8; Jer. 33:11; Ap. 21:2.) XV. Isaías 63:7-9: «De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.» «El fue angustiado.» (Véase Jue. 10:16.) «El ángel de su faz.» (Véanse Gn. 16:9; 22:11; 48:16; Ex. 3:2; 14:19; Nm. 22:22; Jue. 2:4; 6:11; 13:3; 2 R. 19:35; Zac. 1:12; 12:8.) 

El Mesías 

I. Su encarnación.

A. Isaías 7:14, 15: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.» Debemos notar que se mencionan tres niños en relación con la visita de Isaías al impío rey Acaz y su rechazo de pedir a Dios una señal. Dos de los niños no habían nacido todavía. Eran: 
1. Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Hay seis implicaciones principales en relación con 7:14: a. Esta señal iba a ser dada por Dios. (Notemos la frase «el Señor mismo».) 
b. Sería dada a toda la casa de David y no solamente a Acaz (la expresión «os.será» tiene sentido plural).
c. Involucraba una señal milagrosa (Dios había invitado a Acaz a que le pidiera el milagro que él quisiera, «demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto» (v. 1 1 ). 
d. Tenía que ver con un nacimiento virginal. La palabra hebrea almah era un término común para designar a una mujer no casada, a una doncella virgen. (Véanse Gn. 24:43; Ex. 2:8; Sal. 68:25; Cnt. 1:3; Pr.30:19.) Si la promesa no hubiera implicado un nacimiento virginal, difícilmente se le habría considerado una gran señal milagrosa. (Véase Mt. 1:22, 23 para el cumplimiento de esta profecía, donde se emplea la palabra griega parthenos, un término que describe absoluta virginidad. 
e. Esta gran señal milagrosa resultaría en la encamación de Dios mismo en came humana, porque el nombre del niño sería el de Emanuel que significa «Dios con nosotros». 
f. Esta divina criatura sería a la vez completamente humano, comiendo lo que cualquier otro niño comería, y creciendo en madurez como cualquier otro niño. (Comparar Is. 7:16 con Le. 2:52.) 

2. Sear-jasub, «un remanente volverá» (7:3). Este pequeño niño era el hijo de Isaías que le acompaño al palacio de Acaz. Isaías le dijo al incrédulo rey que antes de que este niño alcanzara la edad de distinguir lo bueno de lo malo, los dos enemigos de Acaz, Peka y Rezín, serían destruidos. Esto fue cumplido literalmente por el rey asirio Tiglat-pileser, quien mató a Rezín, rey de Siria, en el 732 a.C. (2 R. 16:9), y por Oseas, que asesinó a Peka poco después (2 R. 15:30). 3. Maher-salal-hasbaz, que significa «el despojo se apresura, la presa se precipita» (8:1-4). Este niño, hijo también de Isaías, fue llamado así para indicar la cautividad del reino del norte a manos de Asiria. 

B. Isaías 9:6: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.» 
1. Vemos aquí tanto su humanidad como su deidad. 
a. La frase «un niño nos es nacido» nos habla de su humanidad (Le. 2:7; He. 2:14; 1 Jn. 4:9). 
b. La expresión «hijo nos es dado» se refiere a su deidad (Jn. 3:16). 
2. Cinco grandes nombres se le atribuyen a este niño, hijo de María y de Dios. 
a. «Admirable»: gramaticalmente es un nombre en la lengua hebrea y, por tanto, un verdadero nombre. (Véase Jue. 13:18 donde se traduce unas veces por «secreto» y otras por «admirable».) 
b. «Consejero»: este hijo no necesitaría nunca una junta de consejeros porque «¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?» (Ro. 11:34). (Véase también Jn. 2:24, 25.) 
c. «Dios Fuerte»: aquí es El-Gibbohr, «El poderoso héroe de Dios»
d. «Padre Eterno»: literalmente «Padre de la eternidad». (Véanse Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 1:2.) 
e. «Príncipe de Paz»: aquí es Sar-Shalohim, como se describe en Isaías 57:15-19
3. Desde el mismo principio de la historia esta humanidad caída ha buscado a alguien (o algo) que fuera capaz de curar las heridas del corazón humano y llevarlo a la realización del perenne sueño universal de justicia. Muchos han solicitado ese puesto y muchos métodos se han aplicado, pero todo ha llevado a la desilusión y a la desesperanza. Pero aquí el profeta presenta a un candidato especial. ¿Cuáles son sus calificaciones? ¿Puede él satisfacer las cinco condiciones esenciales? 
a. ¿Cuál es su personalidad y carácter? La respuesta es: Admirable. 
b. ¿Qué formación posee? La respuesta: Conoce todas las cosas y es, por tanto, el supremo Consejero. c. ¿De qué nacionalidad es? La respuesta: Él  es el Dios Fuerte, y el unigénito Hijo del Dios vivo. 
d. ¿Cuál es su experiencia laboral anterior? Respuesta: planeó y llevó a cabo la creación del universo, es, por tanto, Padre Eterno. e. ¿Qué talento especial tiene? Respuesta: Como Dios-hombre es capaz de reconciliar al hombre con Dios, así que es el Príncipe de Paz. A la luz de todo esto, Isaías (junto con Pedro, Pablo, Juan y otros muchos) exhortan fervientemente a todos los pecadores que busquen los servicios de este candidato celestial (Véase Is. 1:18.)

II. Su soledad y juventud en Nazaret. 

A. Isaías 11:1,2: «Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.» 

1. Este pasaje describe lo que queda de lo que una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David y Salomón, sería cortado a ras del suelo por las hachas de Asiria y Babilonia. 
2. Pero este tocón se presenta en evidente contraste con el vasto número de tocones muertos que cubren la tierra después de que Dios ha cortado el gran bosque asirio descrito por Isaías en el capítulo 10 (y que hará a su tiempo con todas las naciones paganas). Hay una diferencia importante, y es que aquel tocón no está muerto y un vástago saldrá que llevará fruto. (Véase Ap. 5:5.) 
3. La palabra hebrea para vástago es netser, y era probablemente a lo que Mateo se refería cuando declaró que Cristo «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno» (Mt. 2:23). 
4. El Santo Espíritu de Dios reposaría sobre el niño de Belén y ciudadano de Nazaret, y le daría: 
a. Espíritu de sabiduría: la habilidad para discernir la naturaleza de las cosas. 
b. Espíritu de inteligencia: la capacidad para discernir las diferencias. 
c. Espíritu de consejo: la habilidad para adoptar conclusiones correctas. 
d. Espíritu de poder: la capacidad para llevar a cabo lo decidido. 
e. Espíritu de conocimiento: la capacidad de conocer personalmente la esencia del Padre Dios. Esta característica puede seconsiderada como la raíz de su ministerio, y estos son los cuatro primeros frutos. 
f. Espíritu de temor de Dios: debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer no lo que no agrada al Padre. (Véase Jn. 8:29.) De modo que estos siete (contando al Espíritu Santo y sus dones) forman el candelero de siete lámparas, con su pie principal y sus tres brazos a cada lado (Ex. 25:31, 32; Ap. 1:4; 4:5; 5:6). 

B. Isaías 53:2: «Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.» (Solamente citamos este versículo aquí. Le consideraremos cuando tratemos el aspecto de su sufrimiento en relación con Isaías 53.) C. 

Isaías 7:15: «Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bneno.» Se refiere a la condición humilde de la familia del Salvador. Mantequilla y miel era el alimento común de los que caminaban en el desierto. No eran, por supuesto, los únicos alimentos, pero formaban la dieta básica. 


III. Su relación con el Padre. 

A. Amado por el Padre. 
«He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones» (Is. 42:1). Fue citado en Mateo 12:18 y demostrado en Mateo 3:17 y 17:5. 
B. Obediente al Padre. «Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás» (Is. 50:4, 5). (Véanse Jn. 7:16; 8:28, 38; 12:49; 14:10, 24; Fil. 2:8; He. 10:5.) 


IV. Su ministerio específico a los gentiles.

 «Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (Is. 9:1, 2). Isaías señala aquí que justamente aquella región donde los ejércitos asirios habían causado muerte y oscuridad sería la primera en regocijarse en la luz de la predicación de Cristo. Mateo se refiere al cumplimiento de esta profecía en 4:12-16. 


V. Su ministerio lleno de gracia para con todos.

 «No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia» (Is. 42:2,3). Aquí se nos dicen tres cosas que el Siervo justo de Jehová no hará durante el curso de sus ministerio: 
A. No gritaría en las calles. Al contrario de otros luchadores mundanos y ruidosos, este manso conquistador no alzaría su voz en las calles. Nuestro Señor no se parecería en nada a rebeldes vociferantes y enloquecidos. 
B. No quebraría la caña cascada. Esto fue demostrado cuando libre y generosamente perdonó y restauró a aquella mujer inmoral que el pecado había retorcido y desgarrado (Jn. 8:1-11). 
C. Ni apagará el pábilo que humeare. Esto lo demostró liberando al endemoniado gadareno de aquella legión de demonios que le encadenaban, llevándole a la luz de la sanidad y la esperanza (Mr. 5:1-20). Se registra el cumplimiento de esta profecía en Mateo 12:14-21 y se amplía en 11:28-30. 


VI. Sus milagros. 

«Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad» (Is. 35:5, 6 ). Aunque este pasaje tendrá su final cumplimiento en el milenio, se refiere en parte, sin embargo, al ministerio terrenal de Jesucristo. 
A. Los ojos de los ciegos serán abiertos. (Véanse Mt. 9:29; 12:22; 20:34; Mr. 8:25; Jn. 9:7.) 
B. Los oídos de los sordos se abrirán. (Véanse Mt. 11:5; Mr. 7:34.) 
C. Las piernas de los cojos serán restauradas y afirmadas. (Véanse Mt. 9:2; Mr. 12:13; Jn. 5:8.) 


VII. Su mensaje.

 «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados» (Is. 61:1, 2 ). Scofield aporta una nota de bastante ayuda sobre este versículo: «Observemos que el Señor Jesús suspende la lectura de este pasaje en la sinagoga de Nazaret (Le. 4:16-21) con las palabras “el año agradable del Señor”. La primera venida abrió el día de la gracia, “el año agradable del Señor”, pero eso no cumple con el día de juicio que se llevará a cabo cuando vuelva el Mesías.» (Véase 2 Ts. 1:7-10 y comparar con Is. 34:8; 35:4.) 

VIII. Sus sufrimientos y muerte.
Isaías, 700 años antes de que ocurriera, nos da detalles sorprendentes y exactos de la crucifixión de Cristo en tres pasajes clave. 
A. Isaías 50:6: «Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.» Esto, claro está, se cumplió literalmente: 
1. Los heridores: Véanse Mateo 27:26, 30; Juan  8 ;2 2 . 
2. Los que escupían: Véanse Mateo 26:67; 27:30; Marcos 14:65; 15:19. 
B. Isaías 52:14: «Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.» Scofield dice: «La traducción literal nos presenta un cuadro sorprendente: tenía un aspecde toda forma humana que su apariencia no era la de un hijo de hombre, es decir, no parecía humano. Este fue el resultado de la brutalidad descrita en Mateo 26:67, 6 8 ; 27:27-30.» Si tomamos este pasaje en su valor real significa que Cristo sufrió más en la cruz que ningún otro ser humano haya sufrido jamás en cualquier lugar u ocasión. 
C. Isaías 53:l-10a. 
1. Acerca de los versículos 1-3.
 a. Estas declaraciones introductorias bien pueden ser las voces del remanente de creyentes israelitas de todos los tiempos que dialogan acerca de su muerte. El primer versículo dice literalmente: «¿Quién cree lo que hemos oído?» Leupold escribe: «Por así decirlo, podemos ver aquí a dos discípulos hablando en la esquina de una calle en Jerusalén, repasando las cosas que habían sucedido en el Viernes Santo, a la luz de la mejor perspectiva que ahora tenían después de Pentecostés. Se sentían especialmente maravillados por su tremenda equivocación, de la que eran culpables, en relación con la extraordinaria figura que apareció en medio de ellos como el Siervo sufriente ... estaban todavía asombrados al recordar su ceguedad.» (Exposition on Isaiah, p. 225.) Un ejemplo de esto podemos verlo en el testimonio de los dos discípulos de que iban a Emaús cuando comentaban acerca de su incredulidad (Le. 24:13-32). 
b. La pregunta «¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?» debería compararse con el Salmo 8:3. En este pasaje David dice que Dios sólo usó sus dedos para creamos, pero Isaías declara que el Señor empleó sus brazos para redimirnos. 
c. Los versículos 2 y 3 nos comparten la historia de Cristo desde la cuna hasta la cruz. (1) Fue menospreciado debido a su humilde origen (v. 2). Véase también Juan 1:46. (2) Fue rechazado a causa de su mensaje (v. 3). Véase también Lucas 4:16- 30. (3) Fue un varón de dolores y experimentado en quebranto debido a su misión terrenal, (v. 3). Véase también Lucas 19:10. 
d. Su comienzo humilde le hacía parecer insignificante. ¿Quién realmente se fijó en él cuando era un jovencito en Nazaret? Podía ser comparado a lo común de la tierra que casi nadie le presta atención.
e. ¿Y qué acerca de la apariencia personal de Cristo? No tenemos ninguna descripción bíblica de nuestro Señor, porque no había necesidad de ello. Vino como el Siervo sufriente de Jehová y la única calificación de un siervo es ser capaz de cumplir con la tarea. Esto explica por qué el Evangelio de Marcos (que presenta a Cristo como el buey-siervo de Dios) no tiene ninguna genealogía. Podemos concluir diciendo que nuestro Señor era humilde, saludable, diligente, pero no atractivo. Probablemente no exhibía gran carisma ni desplegaba un estilo de vida deslumbrante y sorprendente. Los directores de los grandes programas de televisión no le habrían considerado candidato para una entrevista. 
2. Sobre los versículos 4-6. 
a. La Biblia de Scofield destaca lo siguiente acerca del versículo 4: «Debido a que Mateo cita este pasaje y lo aplica a las enfermedades físicas (8:17), algunos han conjeturado que en la muerte expiatoria de Cristo estaban incluidos tanto el pecado como la enfermedad. Pero Mateo afirma que Cristo cumplió la primera parte de Isaías 53:4 durante su ministerio sanador en su tiempo de servicio en la tierra. Mateo 8:17 no hace referencia alguna a la muerte expiatoria de Cristo» (p. 759). 
b. La última parte del versículo 4 nos informa que el pueblo de Israel en general miró a la cruz como la sentencia justa impuesta por Dios a un blasfemo llamado Jesucristo (Mt. 27:38-44). Es decir, que Israel aquí miraba a Jesús como la esposa y los amigos de Job le miraban a él: como un hombre que sufría por sus propios pecados. (Véase Job 2:9; 4:7; 8:3.) 
c. El versículo 5 nos dice que él fue herido (traducido por atormentado en el Lange’s Commentary, la versión de la Biblia Dios Habla Hoy, dice «traspasado» y «atormentado») y molido por nuestras iniquidades. Estas dos palabras «herido» y «molido» son los términos más fuertes que se pueden emplear para describir una muerte violenta y agonizante. 
d. El versículo 6 empieza y termina con la palabra todos. «Todos nosotros nos descarriamos ... Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.» Cristo tomó sobre sí nuestro infierno para que nosotros pudiéramos participar de su cielo. El bendito Hijo de Dios se hizo el Hijo del Hombre para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios. 
3. Acerca de los versículos 7-9. 
a. Algunos pueden preguntar cómo podemos saber nosotros que Isaías se está refiriendo realmente a Cristo en el capítulo 53, en razón de que no se menciona para nada el nombre del Salvador. Su identidad es claramente establecida en dos pasajes del Nuevo Testamento que lo relacionan directamente con Isaías 53. (1) El testimonio de Juan el apóstol en Juan 12:37, 38, en el que se cita a Isaías 53:1. (2) El testimonio de Felipe en Hechos 8:32 33, en el que se cita a Isaías 53:7, 8 .
b. Se nos dice que aunque Él fue herido y molido, con todo no abrió su boca Ni una sola vez durante las siete injustas comparencias ante Anás, Caifás, el Sanedrín, Pilato, Herodes, otra vez Pilato, y los soldados romanos, intentó el Señor justificarse en nada ni defenderse acusándoles de juicio injustto (véase v. 7). Juan el Bautista estaba sin duda alguna pensando en la frase «como cordero fue llevado al matadero» cuando presentó al Señor por primera vez como «el Cordero de Dios» (Jn. 1:29). 
c. El versículo 8 puede ser traducido: «Mediante la fuerza y una sentencia injusta fue eliminado, y sobre su suerte ¿quién pensó en ello?»
d. El versículo 9 nos dice que los líderes religiosos planeaban arrojar su cadáver al campo del alfarero junto con los dos malhechores. Dios intervino y fue sepultado en un sepulcro propiedad de un hombre rico (Mt. 27:57). Scofield nos dice lo siguiente en relación con el versículo 9:La palabra hebrea de la que se traduce “muerte” es un plural intensivo. Se ha sugerido que habla de la violencia de la muerte de Cristo, aquel dolor tan intenso que lo hace semejante a una repetición de la muerte» (p. 759). 
4. Sobre el versículo 10. ¿Quién realmente mató a Cristo? Muchos sin duda tuvieron parte en su muerte, entre ellos Judas, Caifás, Anas, los inicuos líderes religiosos judíos, Pilato, Herodes, los soldados romanos, el diablo, y los pecados de todos los pecadores. ¿Pero quién realmente fue el que lo pensó? ¡Aquí se nos dice que fue Dios mismo! Véanse Hechos 2:23; 1 Pedro 1:18-20; Apocalipsis 13:8.


IX. Su resurrección, ascensión y exaltación. 

A. Isaías 52:13: «He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.» El término hebreo del que se traduce «prosperado», significa también tener éxito, y se emplea en lugares como Josué 1:7, 8 y Jeremías 23:5, ¡y que gran historia de éxito tenemos aquí! Notemos los tres logros del Siervo de Dios que se predicen aquí: 
1. Será exaltado (literalmente, ser elevado). Esta es una referencia a su resurrección. (Véase ML 28:1-10.) 
2. Será engrandecido (que significa ser puesto en alto), y es una referencia a su ascensión. (Véase Hechos 1:9, 10.) 
3. Puesto muy en alto (o muy exaltado). Esta es una referencia a su exaltación. (Véase Fil. 2:5-11.) Todo esto es aún más significativo a causa de lo que sigue en Isaías 53, porque aquí tenemos al Siervo del Señor resucitado, ascendido y exaltado incluso antes de que fuera crucificado. ¿Quién sino sólo Dios podría tener tan gloriosa confianza? 

B. Isaías 53 10b-12; 52:15: «Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los tranagresores» (53:10£>-12). «Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído» (52:15). Estos últimos versículos nos ofrecen un gran resumen de los sufrimientos y de la satisfacción final del Siervo de Jehová. Pedro sin duda alguna tenía esto en mente cuando escribió: «Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos» (1 P. 1:10, 11) . 

Los sufrimientos del Siervo de Dios. 
a. Derramó su vida hasta la muerte como una ofrenda a Dios por el pecado. (Véase Jn. 10:11,15,18.) 
b. Fue contado con los criminales comunes. 
c. A pesar de todo, llevó el pecado de muchos y oró por los que le atormentaban. (Véanse He. 2:9; Le. 23:34.) 
2. La satisfacción del Siervo de Dios. 
a. Verá los hijos espirituales por los cuales murió para salvarlos. (Cp. He. 12:12 con Jud. 1:24.) 
b. Cumpliría con la voluntad y el deseo de su Padre. 
c. Recibirá del Padre los despojos de la victoria (Véase Ap. 11:15.) 
d. Será la fuente suprema de bendiciones para muchas naciones. (Véase Ap. 21:22-26.) 
e. Gozará de esta satisfacción por toda la eternida (Véanse Ap. 1:8; 1 P. 1:1, 2; He. 10:22.)

X. Su reinado milenario. 
A. Isaías 9:7: «Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.» 
B. Isaías 42:4-7. 
C. Isaías 59:16-21: 1. Estos versículos describen la búsqueda de un hombre por parte de Dios, y su elección de Cristo manifiesta que Él es el único aceptable Redentor. Isaías pinta aquí un cuadro que sería más tarde descrito por el apóstol Juan en Apocalipsis 5:1-14. 2. Pablo nos informa que las piezas de la armadura que llevaba este Guerrero-Redentor están ahora a disposición de los soldados cristianos (Ef. 6:13-17). 
D. Isaías 11:3-5: «Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.» 
E. Isaías 49:1-12. 

F. Isaías 32:1: «He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán enjuicio.» 
G. Isaías 33:22: «Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el mismo nos salvará.»

Los pecados de Israel 

I. Su necedad.
A. No tienen ni siquiera el sentido común de los animales (1:3). 

B. Dios tenía que repetirles cada cosa una y otra vez (renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá) y todavía no podían entender (28:9-13). 

II. Su hipocresía. 
A. Dios estaba hastiado de sus sacrificios que eran ofrecidos sin ningún pesar por sus pecados ( 1 : 1 1 - 14) 
B. Debido a ello él rehusaría ver sus manos extendidas y escuchar sus piadosas palabras cuando oraran (1:15). 
C. Los servicios de adoración de Israel no eran otra cosa que meras palabras aprendidas de memoria (29:13)

III. Sus mujeres (3:16-26). 
A. Antes de que Dios las juzgara (3:16-23): 
1. Caminaban con la cabeza levantada llenas de orgullo. 
2. Sus ojos miraban con insolencia. 
3. Llevaban adornos en los pies y tobillos. 
4. Iban cargadas de anillos, brazaletes y collares. 
5. Llevaban velos y cofias. 
6 . Adornos en las orejas y en la nariz 
7. Llevaban vestidos elegantes, mantos, chales y bolsos. 
8 . Usaban espejos, peinados ostentosos, gasas y tocados. 
9. Llevaban cinturones y usaban perfumes y amuletos. Que lejos estaba todo esto de la descripción de Pedro de lo que es la verdadera belleza y ornato (1 P. 3:1-4). 
B. Después de que Dios las juzgara (3:24-26): 
1. En vez de perfume habría pestilencia. 
2. En vez de cinturón llevarían una soga. 
3. En vez de peinados elegantes lucirían la cabeza calva. 
4. En vez de belleza tendrían vergüenza y desgracia. 

IV. Su infructuosidad (5:1-7). 

La parábola de la viña del Señor. Esta parábola emplea una de las dos figuras tomadas del mundo vegetal para representar a la nación de Israel. La otra figura es la higuera. (Véase Mt. 21:33- 46.) 
A. Lo que Dios hizo por su viña (5:1,2). 
1. La plantó en la ladera fértil de un monte con vides escogidas. 
2. La trabajó con el arado y la despedregó. 3
. En medio de la viña levantó una torre y edifcó un lagar. 
4. Esperó pacientemente por la cosecha. 
B. Lo que el Señor recibió de su viña: solamente uvas agrias (5:2). 
C. Lo que Dios iba a hacer con su viña (5:3-7). 
1 . Quitaría la cerca y permitiría que creciera el pasto para que entrara a comer el ganado. 
2. No la podaría ni la limpiaría de hierbas, dejaría que crecieran los espinos y la maleza. 
3. Mandaría a las nubes que no derramaran lluvia sobre ella nunca más. 

V. Seis cargos contra Judá (5:8-22). 

A. Negaban a otros sus derechos de propiedad. 
B. Se habían convertido en una nación de borrachos. (Véase también 28:1-8.) 
C. Se burlaban de Dios y le desafiaban a que les castigara. 
D. A la bueno llamaban malo y a lo malo bueno. Lo blanco era negro para ellos y lo negro era blanco; lo dulce decían que era amargo y lo amargo dulce. Aquí tenemos un ejemplo clásico de la «nueva moralidad» de hoy, practicada por Israel unos siete siglos a.C.
E. Se consideraban sabios y sagaces en su propia opinion
F. Aceptaban sobornos que resultaban en que el culpable saliera libre y el inocente fuera encarcelado. 


VI. Sus líderes falsos. 

A. 9:15, 16: 
«El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden.» 
B. 28:14, 15: «Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.» 

VII. Su dependencia de Egipto (Is. 30:1-7; 31:1-3). 
«¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.»

 VIII. Su trágica condición general.
 A. 1:5, 6 : «¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.» 
B. 59:1-8. 
C. 64:6: «Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.» 
D. 65:2, 3: «Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos.» 


Las naciones gentiles 

I. Babilonia (Is. 13— 14, 21). La New Scofield Bible señala lo siguiente: «Esta profecía concerniente a Babilonia anuncia la caída de la nación y de la ciudad en manos de los medos (13:17-22), pero también aplica la palabra babilonia a la totalidad del poderío mundial gentil, empezando con Nabucodonosor (Dn 2:31, 32, 37, 38) y culminando con el cuarto poder mundial (Dn. 2:34, 35,40-45) al tiempo del retomo de Cristo a la tierra como la Piedra Desmenuzadora. Este será el tiempo de los gentiles. Véase Lucas 21:24.» 
A. Babilonia sería destruida por los medos (13:17- 22) . 
B. Sus ejércitos serían acosados hasta su propia tierra a semejanza de como un lobo perseguiría a una gacela atemorizada (13:14). 
C. Los soldados serían apuñalados, sus propios hijos asesinados y sus mujeres violadas (13:15, 16). 
D. El profeta Isaías quedó horrorizado y se enfermó ante la descripción que Dios hacía de los castigos de Babilonia (21:3-5). Este último pasaje se cumplió completamente cuando Darío tomó Babilonia. (Véase Dn. 5.) Al leerlo da la impresión de que es el relato de un testigo ocular de la destrucción tal como la registra Daniel. Sin embargo, Isaías escribió acerca de ello unos 2 0 0 años antes de que realmente aconteciera. (Véase también Jer. 51:8, 9.) Isaías también describe vividamente al centinela que informa al rey de la caída de la ciudad. (Véase 21:6-10. Véase también Jer. 51:31-33.) 
E. Babilonia se convertiría en una tierra desolada, llena de erizos y de pantanos (14:23); los animales salvajes la convertirían en su morada, y los demonios acudirían allí a bailar (13:21). 
F. Babilonia nunca sería reconstruida en aquel lugar. Debemos señalar aquí que algunos creen que el cumplimiento último de estos versículos debe esperar hasta el período de la tribulación, cuando la antigua Babilonia será reedificada a orillas del Eufrates. (Véase Ap. 18.). Se aboga por esta interpretación porque algunas de las profecías concernientes a la destrucción de Babilonia no fueron cumplidas cuando la ciudad cayó en manos de los medos. (Véase también Jer. 25:17-26; 51:26.) 
G. Dios está usando a los gobernantes de dos naciones gentiles para describir la persona y la obra de Satanás. Una es Tiro (Ez. 28:1-19) y la otra es Babilonia (Is. 14:12-16). Para otros ejemplos de la manera en que Satanás se presenta por medio de otros, véanse: 
1. Génesis 3:15, donde Satanás se presenta por medio de la serpiente. 
2. Mateo 16:22, 23, donde Satanás se presenta por medio de Simón Pedro. 
II. Asiría (14:24-27). 
A. Dios había determinado aplastar al ejército asirio en los montes de Israel (14:25). 
B. Esto iba a hacerse para quitar de la gente el terrible yugo asirio.  
III. Filistea (14:28-32). 
A. Se le advierte a Filistea que no se regocije por la muerte del rey Acaz de Judá, quien en vida les había herido y castigado (14:29). 
B. Su hijo (Ezequías) sería todavía más exigente con ellos (14:29). 
C. Filistea finalmente sufriría una destrucción total bajo el cruel ataque de Sargón, el rey asirio.
IV. Moab (caps. 15—220 16). 
A. Moab era la nación que procedía de Lot por medio de la relación incestuosa con su hija mayor. Este hijo ilegítimo fue el padre de los moabitas. El pueblo de Moab se convirtió en un enemigo implacable de la nación de Israel. Su rey Balac contrató los servicios de Balaam para que los maldijera. Pero Rut también procedía de esta tierra (Nm. 22:2-4; Rut 1:4). 
B. Moab iba a ser castigada por Dios. Sus ciudades principales serían destruidas en una noche (15:1). C. Todo el país se llenaría de llanto de un extremo a otro (15:8). 
D. Los leones devorarían a los sobrevivientes (15:9). 
E. Dios invitó a los refugiados de Moab a que se beneficiaran de su misericordia. Se les mandó que pagaran tributo a Israel en conformidad con acuerdos anteriores (2 R. 3:4-9; Is. 16:1).
F. Sin embargo, el orgullo les impidió hacerlo (16:6). 
G. Isaías llora a causa del juicio de Dios sobre Moab por su terco orgullo (6 : 1 1 ). 
H. Se estableció oficialmente que el juicio sobrevendría en el plazo de tres años. En esa fecha Asiria invadió Moab (16:14). 
V. Damasco (cap. 17). 
A. Damasco la capital de Siria y es la ciudad más antigua del mundo que todavía permanece hoy. Efraín (otro nombre para el reino israelita del norte) y Damasco se habían aliado contra Judá, encadenando a aquella nación con el juicio divino. Ser compañeros en el crimen significa serlo también en el castigo (17:3). 
B. Ambos aliados fueron más tarde asediados por Tiglat-pileser (2 R. 15:29) y finalmente deportados por Salmanasar (2 R. 17:6). 
VI. Etiopía (cap. 18). 
A. Se piensa que «la tierra que hace sombra con las alas» es Etiopía (18:1). 
Misioneros que han ministrado en aquel país nos dicen que es conocido como la tierra de los pájaros y es llamada «lá Tierra de Alas». 
B. Esta nación marchó contra Israel con un ejército (¿histórica o proféticamente?) pero fue frenada por Dios mismo. Sus soldados muertos quedarían abandonados en el campo de batalla para alimento de las aves y de las alimañas (18:4-6). 
C. Después de esto (¿la tribulación?) Etiopía llevará ofrenda a Jehová de los ejércitos en Jerusalén (18:7). 
VII. Egipto (caps. 19—20). 
A. No hay nación tan prominente en la Biblia como Egipto. Se la menciona por primera vez cuando Abraham la visitó (Gn. 12). Tiempo después José vivió y murió allí (Gn. 39-50). Israel se hizo allí nación. B. Egipto sería severamente castigada a causa de su idolatría (19:1). Este pueblo fue originalmente monoteísta pero luego fue cayendo gradualmente en la más vil idolatría. Adoraban al toro, la rana, el pez y varias aves. La prueba en el éxodo es una batalla entre estos dioses y Jehová. (Véase Ex. 7- 12. Nótese en las profecías de Isaías en los capítulos 19-20.) 
1. Egipto quedaría sometida a un imperio cruel (19:4), que pudo ser el Imperio Otomano, que la reduciría a la miseria y el hambre. 
2. Los egipcios pelearían entre sí (19:2). En el tiempo de Isaías se levantó un faraón que no fue capaz de controlar esta gran nación y el ejército no le obedecía. 
3. Los canales del río Nilo se llenarían y se ensuciarían con juncos podridos. Esto todavía sucede en el tiempo presente. 
4. Parece que en el 19:7 tenemos una referencia a las plantas de las que sacaban el papiro, la clase de papel que se usaba en aquellos días. Esta era una de las industrias principales de Egipto y producía mucha riqueza. Estos juncales desaparecieron y nunca más crecieron a lo largo de las márgenes del Nilo, donde Moisés fue una vez escondido. 
5. La industria pesquera egipcia desaparecería (19:8, 10). 
6 . Su industria textil también desaparecería (19:9). Las telas de lino de Egipto eran conocidas en todo el mundo. Los tejidos de lino tomados de las momias son superiores a los que se hacen en los telares de Irlanda. Estos tejidos de lino fueron también usados en la construcción del tabernáculo. Todo esto desapareció. 
7. Egipto caminaría tambaleándose en la historia mundial «como tambalea el ebrio en su vómito» (19:14). 
8 . Judá les produciría espanto a los egipcios (19:17). 
9. Egipto sería invadida por Asiría en el plazo de tres años (2 0 :1 -6 ). 
C. Pero todo esto cambiaría un día gloriosamente. 
1. Dios aplastaría a Egipto en la tribulación pero luego compasivamente la sanaría (19:22). 
2. Egipto e Iraq quedarán conectadas por una autopista que permitirá a ambas naciones viajar libremente a Jerusalén para adorar a Dios (19:23-25). 
VIII . Edom (21:11, 12). Este pasaje incluye una pregunta y una respuesta. 
A. La pregunta: «Guarda, ¿qué de la noche?» 
B. La respuesta:«La mañana viene, y después la noche.» La mañana y la noche llegarán. Lo que sería la gloria para algunos (los medos, que derrotarían a los edomitas) sería humillación y vergüenza para otros (los edomitas). De igual manera, el Nuevo Testamento presenta la venida gloriosa de Cristo como noche para algunos (los incrédulos, véase Jn. 9:4), y mañana para otros (los salvados, véase Ro. 13:11,12).
 IX. Arabia (21:13-17).
 A. Arabia era la tierra de los ismaelitas, las tribus de • beduinos del desierto, los que hoy conocemos como árabes. B. Serían tan severamente juzgados que sólo unos pocos de sus flecheros valientes sobrevivirían (21:17). 
X. Tiro (cap. 23). Esta es la décima y la última de la cargas contra las naciones. Vemon McGee sugiere que cada una de estas grandes naciones simboliza o representa algún principio, filosofía o sistema que Dios va a juzgar. Son: Babilonia: la religión falsa, la idolatría. Asiría: la dureza despiadada. Filistea: el orgullo extremado. Moab: el formalismo religioso. Damasco: el sincretismo. Etiopía: el complejo industrial militar. Egipto: el mundo. Edom: la carne. Arabia: la guerra. Tiro: la banca internacional, las multinacionales. Tiro y Sidón fueron dos grandes ciudades de los fenicios. Sus naves entraron en todos los puertos mediterráneos, llegando incluso a navegar más allá de los pilares de Hércules (estrecho de Gibraltar). Sus barcos transportaron estaño de Inglaterra. Edificaron la ciudad de Cartago en el norte de África. 
A. Tiro fue destruida por los babilonios y deportados sus habitantes en cautividad durante setenta años (23:15). 
B. Fue así a causa de su orgullo y extremado materialismo (23:8). (Para observar varias notables semejanzas en la historia de Judá y en la vida de Nabucodonosor, véanse Jer. 25:11; 29:10; Dn. 9:24; 4:28-37.) 
C. Nabucodonosor llegó con su asedio militar hasta las ciudades de la costa, invadió sus palacios y los convirtió en montones de escombros (23:13). 
D. Egipto, su aliado, lloraría a causa de su rápida destrucción, junto con sus propios marineros, a quienes no les sería posible volver a casa para desembarcar (23:5-7). Para notar otra notable semejanza, ver el dolor de este mundo por la destrucción de Babilonia durante la tribulación (Ap. 18). 
E. Tiro sería reedificada después de setenta años (al igual que Jerusalén), pero pronto degeneraría otra vez en el craso materialismo y orgullo de tiempos pasados (23:17). 
Nota: El estudiante debería examinar en este momento Ezequiel 26 donde termina el relato histórico. Alejandro el Grande destruyó completamente tanto las ciudades de la costa como las de las islas de Tiro en el 332 a.C. 
F. Tiro será reconstruida en el milenio y bendecida por Dios (23:18). (Véase también Sal. 45:12.)




La tribulación
 I. Los pasajes principales:
A. Isaías 2:10-22. 
B. 13:6-13. 
C. 24:1-23. 
D. 26:20,21. 
E. 34:1-10. 
F. 42:13, 14. 
G. 51:6. 
H. 63:1-6.
 I. 66:15, 16. 


II. La acción principal: 
A. La tierra: 
1. Será terriblemente conmovida (2:21)
2. Se moverá de su sitio (13:13). 
3. Será arrasada y trastornada (24:1). 
4. Consumida por fuego (24:6). 
5. Temblará y se hará pedazos (24:19). 
6 . Se tambaleará como un borracho (24:20). 
7. No podrá ocultar a sus muertos (26:21). 

B. Los cielos. 
1. Las estrellas, el sol y la luna se oscurecerán (13:10). 
2. Los astros del cielo se desintegrarán y los cielos se envolverán como un rollo (34:4; 51:6). 
3. Las estrellas caerán como caen los higos cuando se sacude la higuera (34:4). 

C. La humanidad pecadora. 
1. Se esconderán en las cuevas y se meterán en los hoyos del suelo (2:19). 
2. Se desmayarán de espanto y los corazones desfallecerán (13:7; 24:17). 
3. Se retorcerán de dolor como mujeres de parto (13:8). 
4. No experimentarán gozo (24:8-10). 
5. Se cubrirán los montes con su sangre y el hedor de los muertos llenará los valles (34:3). 
6 . Serán aplastados por la ira de Dios como se aplastan las uvas en el lagar (63:3).


El milenio

I. La salvación de las naciones gentiles: 
A. Isaías 2:2-4: «Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.» Isaías 2:4 está grabado sobre los cimientos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta gloriosa verdad se cumplirá literalmente, por supuesto, durante el milenio. Pero hasta aquel día, las pavorosas palabras de Joel 3:9, 10, que son exactamente lo opuesto a este pasaje, continuarán siendo verdad. 
B. 11:10: «Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» 
C. 19:18-25: Israel sufrió quizá más bajo los diversos reinados brutales de Asiria y Egipto que cualquier otro pueblo. Pero Dios unirá de una manera sobrenatural durante el milenio a estas tres naciones en hermosa comunión. 
1. Los egipcios hablarán la lengua hebrea. 
2. Edificarán un altar y un monumento al Señor. 
3. Dios contestará sus oraciones y los sanará. 
4. Egipto y Asiría (Iraq) estarán conectados por una autopista. 
5. Ambos pueblos adorarán a Jehová y recibirán sus ricas bendiciones. 
D. 52:10: «Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.» 
E. 56:6-8. 
F. 66:23: «Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.» Estos versículos tan gloriosos Juan los resume en Apocalipsis 21:23-27. 

II. La salvación de Israel y de Jerusalén: 
A. 4:2-6. 
1. El Señor los limpiará de toda impureza moral. 
2. Serán bendecidos una vez más durante el día y la noche por la presencia de la gloria de Jehová. 
B. 11:12: «Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.»
C. 14:3: «Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir.» 
D. 30:19: «Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.» 
E. 32:18: «Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.»
F. 44:23: «Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosques, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.» 
G. 49:10-13. 
H. 51:3, 11: «Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.»
I. 52:1,6-9.
J. 59:20,21: «Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltará de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.»
K. 60:1-3, 11-13, 19-22. 
L. 62:1-4. M. 65:18-24. 
N. 66:10,12: «Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella. Porque así dice Jehová. He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.» Estos versículos tan preciosos los resumió el apóstol Pablo en Romanos 11:1,26,27. 

III. La salvación de los afligidos:
 A. 29:18: «En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.» B. 35:3-6. C. 42:16: «Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.» Estos versículos tan conmovedores los encontramos resumidos por Juan en Apocalipsis 22:1-5. 

IV. La salvación de toda la naturaleza. 
A. 11:6-9. 
B. 14:7, 8 . «Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.» 
C. 30:23-26. 
D. 35:1,2, 7-10: «Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.» 
E. 40:4, 5: «Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.» 
F. 65:25: «El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, no harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.» Estos versículos tan llenos de esperanza los resume el apóstol Pablo en Romanos 8:18-25.

Hasta aqui el Libro de Isaias!



LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO SEXTA PARTE ( Amos, Oseas y Miqueas )

 LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO SEXTA PARTE

En esta sexta parte, Incluirá los libros de Amos, Oseas y Miqueas

AMÓS (765-750 a.C.) 

INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Amós significa «carga». Los nombres orientales tienen generalmente una razón de ser, éste puede estar refiriéndose a un embarazo y parto difícil o puede habérsele dado como un anuncio profético de su futuro ministerio para describir la carga de su corazón por el pecado de Judá e Israel. 2. Procedía de Tecoa, pequeño pueblo a unas 5 millas (unos 8 km) de Belén de Judá. 

3. Amós era un pastor (1:1; 7:14, 15) y recogedor de higos silvestres (7:14). No había estudiado en la escuela de profetas, pero había sido llamado por Dios para ser un evangelista laico. 

4. Fue llamado a ser profeta para toda la casa de Jacob (3:1,13), pero sobre todo para el reino del norte (7:14, 15), en el santuario principal de Bet-el (7:10). Aquí llevó a cabo su gran campaña de avivamiento y habló fuertemente contra el pecado, la separación y la santificación. 

5. Amós ministró durante los reinados de Uzías, rey de Judá, y Jeroboam n , rey de Israel, comenzando a ministrar dos años antes del gran terremoto que sacudió a Palestina (1:1). Este terremoto dejó tan fuerte recuerdo en el pueblo que Zacarías (un profeta hebreo posterior) se refiere a él 250 años más tarde (Zac. 14:5). Josefo, el historiador judío, habla de un sismo que tuvo lugar en el tiempo que Dios castigó al rey Uzías con lepra por su intromisión en las tareas de los sacerdotes (2 Cr. 26:16-21). (Josefo: Las obras esenciales, Editorial Portavoz, p. 172.) 

6. En el tiempo del ministerio de Amós, Israel había llegado al zenit de su prosperidad bajo el reinado de Jeroboam II (2 R. 14:25). ¡Pero junto con la prosperidad nacional llegó también la perversión religiosa! 


I. Denuncia de ocho naciones (caps. 1—6).

A. Siria. Capital: Damasco (1:1-5). 
1. Esta nación había acosado frecuentemente a Israel, sobre todo durante los reinados de Benadad I y Hazael. (Véanse 1 R. 20:1; 2 R. 6:24; 2 R. 10:32, 33.) 
2. Dios haría que:
a. Ardiera el palacio real en la capital. 
b. Cayeran sus fortalezas militares. 
c. Muchos sirios murieran y otros fueran llevados de vuelta a Kir, a la tierra donde vivieron como esclavos. (Cp. 1:5 con 9:7.) Kir estaba localizada en Mesopotamia. (Véase también 2 R. 16:9.) 
B. Filistea. Capital: Gaza (1:6-8). 
Las cuatro ciudades principales de Filistea: Gaza, Asdod, Ascalón y Ecrón, serían juzgadas porque habían prendido y vendido a algunos hebreos como esclavos a Edom. (Véanse 2 Cr. 21:16, 17; Joel 3:4-8.) 
C. Fenicia. Capital: Tiro (1:9, 10). 
1. Habían quebrantado su pacto de hermandad con Israel (refiriéndose al acuerdo que David y Salomón habían hecho con Tiro). (Véase 1 R. 9:13.) 
2. Tiro había atacado las ciudades de Israel y había vendido a sus ciudadanos como esclavos a Edom. (Véase Joel 3:4-8.). 
3. Dios haría que los palacios y las fortalezas de Tiro fueran destruidas por fuego. 

D. Edom. Capitales: Temán y Bosra (1:11, 12)
1. Temán estaba ubicada al sureste de Petra y Bosra estaba en la parte centro-norte de Edom. 
2. Aunque los israelitas y edomitas estaba relacionados por parentesco familiar (un pueblo procedía de Jacob y el otro de Esaú, véase Gn. 25:30), Israel había sufrido bastante a manos de Edom. (Véanse también Mal. 1:2; Abd. 1:1- 21.) 
3. Sus fortalezas militares serían destruidas. 

E. Amón. Capital: Rabá (1:13-15). 
1. Los amonitas, descendientes de la hija menor de Lot (Gn. 19:38), habían cometido crímenes horribles, abriendo con sus espadas el vientre de mujeres hebreas embarazadas durante sus guerras de expansión en Galaad. 2. Dios destruiría sus ciudades y sometería a esclavitud a sus gentes. 
F. Moab. Capital: Queriot (2:1-3). 
1. Este pueblo, descendiente de la hija mayor de Lot (Gn. 19:37), había, entre otros crímenes, profanado las tumbas de los reyes de Edom, sin ningún respeto por los muertos. (Véase 2 R. 3:26, 27.) 2. Los moabitas serían derrotados en la guerra y prenderían fuego a sus palacios. 

G. Judá. Capital: Jerusalén (2:4, 5). 
1. Judá había rechazado la Palabra de Dios y desobedecido al Dios de la Palabra. 
2. Habían endurecido sus corazones como lo hicieron sus padres. 

H. Israel. Capital: Samaria (2:6-16). 
1. Habían pervertido la justicia aceptando sobornos. 
2. Habían vendido a los pobres como esclavos, cambiándolos por un par de zapatos. 
3. Padres e hijos habían cometido el pecado de inmoralidad con la misma prostituta. 
4. Holgazaneaban en las fiestas religiosas con ropas tomadas de sus deudores. 
5. Habían ofrecido sacrificios de vino en el templo con dinero que habían robado. , 
6. Se mostraban completamente desagradecidos por las bendiciones de Dios recibidas en el pasado. 
7. Habían causado que los nazareos pecaran tentándoles a beber vino. 
8. A causa de todo esto, Dios hará que: 
a. Cruja la tierra como cruje una carreta cargada de trigo. 
b. Los más valientes de los guerreros tiemblen en la batalla. 

I. Toda la casa de Jacob (Israel y Judá) (3:1—6:14). 
1. El castigo de Jacob debe ser equivalente a sus privilegios (3:1-3). «Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?» 
2. Dios les estaba enviando un aviso final por medio de sus profetas (3:7). 
3. Dios llama a los enemigos de Jacob para que den testimonio de todas sus iniquidades (3:9). 
a. Sus mujeres habían sido crueles y exigentes (4:1-3). 
b. Sus ceremonias religiosas, externas y vacías, habían llegado a ser un insulto para la santidad divina (4:4, 5; 5:21-26). 
c. Se habían rodeado de un lujo grosero, con camas de marfil para dormir y alimentos exquisitos (6:4). d. Pensaban más en la música mundana que en su propio Mesías (6:5). 
e. Habían bebido vino a jarra llena y se habían perfumado con perfumes olorosos, y a la vez se habían olvidado por completo del pobre y del necesitado (6 :6 ). 
4. El Señor había procurado por todos los medios volverlos al buen camino (4:6-13), pero ellos no habían respondido positivamente. De forma que su antiguo Salvador se transformaría en su propio juez. «Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel» (4:12). 
5. Dios les extiende una última invitación (5:4-15): «Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre» (Am. 5:8). 
6 . La invitación fue rechazada y el juicio caería. 
a. Jacob sería consumido como un león devora una oveja (3:12). 
b. Habría llanto y gritos de dolor en cada calle y plaza (5:16). 
c. En aquel día serán como el que huye de un león y se topa con un oso, o como el que entra en su casa, se apoya en la pared y le muerde una víbora (5:19). 
d. El noventa por ciento de sus soldados caería en la guerra (5:3). 


II. El anuncio de cinco visiones (caps. 7—9). 

A. La visión de la plaga de langosta (7:1-3). 

1. En esta visión Dios revela a Amós su intención de destruir todas las cosechas después de la primera siega. 
2. Amós intercedió por Israel y el Dios de toda gracia cambió el curso de su acción. 

B. La visión del fuego (7:4-6).
 1. Amós vio un fuego destructor, tan abrasador que consumía las aguas de Palestina. Caería sobre la tierra como un castigo por el pecado. 
2. El profeta de nuevo clamó por misericordia y Dios dejó a un lado el merecido juicio.
 
C. La visión de la plomada (7:7-16). 
1. Amós vio al Señor parado al lado de una pared con una plomada en la mano para verificar si estaba vertical. 
2. Dios informó a Amós de:
a. Que él iba a continuar probando a Israel con la plomada de la justicia divina. 
b.  Que no les iba a perdonar ni una vez más. 
c. Que destruiría a la dinastía de Jeroboam II mediante la espada. Esto, por supuesto, sucedió literalmente (como todas las profecías de Dios). Jeroboam II fue sucedido en el trono por su hijo Zacarías, siendo asesinado por un rebelde llamado Salum a los seis meses de su reinado 
(2 R. 15:10- 12). Dios volvería después a usar esta misma plomada con Judá en los días del inicuo rey Manasés (2 R. 21:13-15).
3. A estas alturas de su ministerio profético, Amós fue confrontado por Amasias, el presidente de la asociación sacerdotal de Bet-el, quien rápidamente envió dos mensajes. 
a. Uno al rey Jeroboam II avisándole de las actividades «desafiantes» de Amós. 
b. El otro dirigido al mismo Amós ordenándole que se marchara inmediatamente de Bet-el y se volviera a su tierra en Judá. Amós respondió al instante diciendo que, a pesar de sus humildes antecedentes (no era profeta ni hijo de profeta), había sido llamado por Dios y no permitiría que nadie le impidiera llevar a cabo su ministe rio. Amós después le dio a Amasias de parte del Señor una de las más terribles profecías que se pueden pronunciar sobre un ser humano, a causa del intento de este falso sacerdote de querer silenciar al verdadero profeta de Dios.
(1) La esposa de Amasias se convertiría en una prostituta común en las calles de Bet-el. 
(2) Sus hijos e hijas morirían a espada. 
(3) Su tierra y posesiones serían repartidas. 
(4) El mismo moriría en tierra de paganos 

D. La visión de la cesta madura de fruta (8:1-14). 

1. El significado de esta visión: Dios mostró a Amós una cesta llena de fruta madura, explicándole que simbolizaba a Israel que estaba ya maduro para el juicio. 
2. La razón para esta visión de juicio: los mercaderes del reino del norte, crueles, corrompidos y materializados: 
a. Habían robado a los pobres vendiéndoles alimentos mohosos y atropellando a los necesitados. 
b. Deseaban que terminara el día de sábado y otras festividades religiosas para poder seguir engañando con medidas y pesas falsas. 
c. Esclavizaban a los pobres, comprándoles por una pieza de plata o por un par de sandalias. 
3. Los resultados de esta visión de juicio: 
a. El desenfrenado canto del templo se transformará en llanto. 
b. Los muertos se veían por todas partes. 
c. Se verán horrendas señales en los cielos: «Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro» (8:9). Este castigo espantoso tendrá su cumplimiento final durante el tiempo de la gran tribulación (Mt. 24:22, 29). 
d. No habrán palabras confortadoras de parte de Dios (8:11, 12). «He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.» 


E. La visión del Señor junto al altar (9:1-15). 
1. La condenación de los transgresores de Israel (9:1-10). «Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá» (9:2, 3). 
2. La restauración del tabernáculo de David (9:11-15). 
a. La monarquía davídica se hallaba en una condición decadente con diez de las doce tribus rehusando rendirle homenaje. Pero todo esto cambiará durante el glorioso milenio. Santiago citó Amós 9:11, 12 en el Concilio de Jerusalén (Hch. 15:14-17) como base para una importante decisión, esto es, ¿deben los gentiles ser circuncidados? La respuesta fue un n o rotundo. Las bendiciones de esta monarquía restaurada (con Cristo, que es la simiente santa de David) serían múltiples: 
(1) El tiempo de la cosecha apenas dará de sí antes de que los labradores comiencen a sembrar de nuevo. 
(2) Las viñas sobre las terrazas en los montes de Israel destilarían vino dulce en abundancia. 
(3) Los fieles de Israel verán sus haciendas restauradas y vivirán permanentemente en la tierra prometida.



OSEAS (755-715 aX.)
 INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Oseas significa «salvación». Profetizó en el reino del norte, y lloró por sus pecados como Jeremías lloraría más tarde por los pecados de Judá. 
2. Este es quizá el libro más extraño de toda la Biblia, porque Dios instruyó a su profeta para que tomará por mujer a una prostituta. Había varias razones para que Dios lo hiciera así: 
a. La razón experimental. Al casarse Oseas con una mujer infiel podría quizá entender como ningún otro profeta algo de la angustia del corazón de Dios por el reino del norte, cuyas gentes estaban cometiendo constantemente adulterio y fornicación espiritual contra Jehová. Dios había comparado frecuentemente su relación con Israel con la que se da en el matrimonio. (Véanse Is. 62:5; Os. 2:19; Jer. 3:14.) 
b. La razón ilustrativa. Su propio matrimonio vendría a ser un ejemplo real y visible de su mensaje a Israel. c. La razón profética. Dios le iba a mandar que pusiera a sus hijos aquellos nombres que describirían el futuro castigo y posterior restauración de Israel. 
3. Puede que ministrara por más tiempo que ningún otro profeta. 
4. Oseas predijo la invasión asina del reino del norte y vivió lo suficiente para ver sus profecías cumplidas en el 721 a.C. 
5. Se refiere en su libro al reino del norte constantemente como a Efrafn. Esta fue la primera en apostatar de las doce tribus de Israel. 
6. El libro de Oseas es citado en el Nuevo Testamento más veces, en relación a su tamaño, que ningún otro libro del Antiguo Testamento, por un total de treinta veces. Comparar: 
a. Oseas 11:1 con Mateo 2:15. 
b. Oseas 6:6 con Mateo 9:13. 
c. Oseas 10:8 con Lucas 23:30. 
d. Oseas 2:23 con Romanos 9:25. 
e. Oseas 13:14 con 1 Corintios 15:55. 


I. Un esposo agraviado y su esposa ofensora (Oseas y Gomer) (1—3). 

A. La mala reputación de la esposa de Oseas. 

Gomer era aparentemente una prostituta antes de casarse y fue después una adúltera. El profeta trató en vano de salvar su matrimonio tratando diferentes métodos: 
1. Apartándola de los mercados del mundo. «Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos» (2:6). Oseas pensó que podría forzarla de esta manera a permanecer en casa. Buscó incluso la ayuda de Jezreel, su primer hijo, pidiéndole que razonara con su madre acerca de la insensatez de su conducta. «Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos» (2:2). Pero nada de esto iba a servir, pues Gomer volvería a las andadas a la primera oportunidad. 
2. Comprándola en el mercado de esclavos. Después de haber sido usada por sus lujuriosos amantes, fue abandonada y vendida como esclava. Dios le ordenó a Oseas que fuera a buscarla y la rescatara de esta situación. «La compré entonces para mí por quince sidos de plata y un homer y medio de cebada» (3:2)
B. Los nombres de los hijos de Oseas. 
El profeta engendró tres hijos con Gomer. Dios le mandó que pusiera a cada hijo un nombre con significado profético. Al primer hijo le puso el nombre de Jezreel (1:4), que significa «esparcidos», prediciendo dos eventos futuros. 
1. La reprobación de la dinastía de Jehú, el rey del norte. Este brutal y sanguinario rey había matado a muchos en Jezreel o en sus cercanías. Entre sus víctimas se encontraban: 
a. Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, a quienes mató en el mismo día (2 R. 9:14-28). 
b. A Jezabel (2 R. 9:33). 
c. A los setenta hijos de Acab (2 R. 10:1-10). 
d. A los familiares distantes de Acab y a sus amigos políticos (2 R. 10:11,17). 
e. A los príncipes de Judá (2 R. 10:12-14). 
f. A los sacerdotes de Baal (2 R. 10:18-28). Aunque Dios ciertamente le había encomendado que vengara la muerte de Nabot, asesinado por causa de Acab (1 R. 21), Jehú fue demasiado lejos en su brutal derramamiento de sangre. A causa de esto, sólo se le permitiría a Jehú reinar en el trono de Israel durante cuatro generaciones (2 R. 10:30), que fueron: 
• primera generación: su hijo Joacaz. 
• segunda generación: su nieto Joás. 
• tercera generación: su biznieto Jeroboam II. 
• cuarta generación: su tataranieto Zacarías. Cuando nació el hijo de Oseas, reinaba en Israel la tercera generación de la dinastía de Jehú, en la persona de Jeroboam II. No pasaría mucho tiempo sin que dicha dinastía llegara a su fin, lo cual aconteció en los días de Zacarías, quien murió asesinado apenas a los seis meses de subir al trono (2 R. 15:12). 
2. La invasión asiria. En este tiempo el reino del norte dejó de existir y el pueblo fue esparcido (1:5). El segundo hijo fue una niña a quien llamarón Lo-ruhama (1:6), que significa «no compadecida», indicando con ello que el juicio de Dios era inminente. Junto con esta niña vino, no obstante, la promesa divina de que el Señor libraría a Judá, el reino del sur, de la invasión asiria (1:7). Esto, por supuesto, sucedió, tal como se registra en 2 Reyes 19:35. El tercer hijo fue un niño a quien pusieron por nombre Lo-amm¡ (1:9), que significa «no pueblo mío». 


II. Un esposo agraviado y una esposa ofensora (Dios y Efraín) (4:14). 

A. Efraín es acusado: 
1. A causa de su ignorancia: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos» (4:6). 
2. A causa de su idolatría: «Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta... Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados... Efraín es dado a los ídolos; déjalo...» (4:12, 13,17). 
3. A causa de la inmoralidad: «Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel» (5:3). 

B. Efraín es deseado:
 Dios le ama a pesar de todas sus iniquidades. «¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece» (6:4). 

C. Efraín es descrito: 
1. Estaba encendido de codicia como un horno ardiente (7:4). Dios dice que el pueblo tramaba el mal en sus corazones durante la noche y en la mañana estallaba en llamas. 
2. Se había mezclado con los paganos y había terminado por ser tan inútil como una torta que está solamente cocida por un lado (7:8). 
3. Era como una paloma atolondrada y carente de inteligencia, buscando ahora la ayuda de Egipto y volviéndose luego a Asiria (7:11). 
4. Era como un arco torcido cuya flecha nunca da en el blanco, que era la gloria de Dios (7:16). 
5. Era tenido entre las naciones como una vasija rota (8 :8 ). 
6. Era terco y salvaje como un asno montés (8:9). 
7. Era como un árbol de raíces secas (9:16). 
8 . Era como una viña vacía (10:1). 
9. Era como una novilla indómita (4:16). 

D. Efraín es disciplinado:
Dios declara. «Porque sembraron viento, y torbellino segarán...» (8:7). (Véase también 10:13.
1. Dios, por tanto, no tendría (por un tiempo) misericordia de ellos (2:4). 
2. Estarían por muchos días sin (3:4): 
a. Rey. Oseas, el último rey de Israel, fue destronado en el 721 a.C., y en el 587 a.C. cesó de reinar Sedequías, el último rey de Judá. Como seis siglos después fue rechazado el único rey verdadero de Israel (Jn. 19:15). Esta trágica situación continuará hasta que Él vuelva otra vez (Ap. 19:11- 16). 
b. Príncipe. El próximo príncipe del futuro Israel que se cita en las Escrituras no ministrará hasta el tiempo del milenio (Ez. 44:3). 
c. Sacrificio. Tito Vespasiano destruyó el templo en el año 70 d.C. y cesaron todos los sacrificios de animales. Volverán a ser instituidos otra vez durante la tribulación, pero el Anticristo hará que cesen (Dn. 9:27). 
d. Imagen. La palabra aquí significa literalmente «los pilares» y pueda estar refiriéndose al templo. Un templo será reconstruido durante la tribulación (Ap. 13), destruido (Zac. 14:2), y vuelto a edificar durante el milenio (Ez. 40:48). 
e. Efod. Esta es una referencia al sumo sacerdote de Israel, pues el efod era parte de la vestimenta que él llevaba. Su último sumo sacerdote planeó personalmente la muerte del Mesías de Israel. (Véanse Jn. 11:49-51; Mt. 26:57-68.) 
f. Terafines. Eran normalmente figuras o imágenes en forma humana. (Véase Gn. 31:34.) No sabemos exactamente lo que Oseas tenía en mente al decir esto 
3. Serían deportados como esclavos a Asiria ( 10:6). 
4. Estarían (por un tiempo) esparcidos entre las naciones (8:8; 9:17). 

E. La liberación de Efraín. 
Este glorioso evento algún día ciertamente tendrá lugar. Notemos los siguientes pasajes: 

1. Oseas 2:19,23. 
2. Oseas 3:5. 
3. Oseas 6:1-3. 
4. Oseas 11:1,4, 8,9. 
5. Oseas 13:10, 14. 6. 
Oseas 14:4-7.


MIQUEAS (740-690 a.C)
INTRODUCCIÓN: 

1. Miqueas procedía de un pueblo llamado Moreset, en la frontera con Filistea, a unas 25 millas (unos 40 km) al suroeste de Jerusalén. 
2. Fue contemporáneo de Isaías. Miqueas predicó al pueblo mientras que Isaías lo hizo en la corte. 
3. Miqueas fue el último profeta de Dios para el reino del norte. 
4. Fue el único profeta comisionado para predicar en ambos reinos. Ministró especialmente en las capitales de ambos reinos, esto es, Jerusalén y Samaría. 
5. Incluyó en su pequeño libro una sorprendente cantidad de profecías. 
a. La caída de Samaria (1:6,7). 
b. La invasión de Judá por los asirios (1:9-16). 
c. La caída de Jerusalén y la destrucción del templo (3:12; 7:13). 
d. El exilio en Babilonia (4:10). 
e. El retomo de la cautividad y la futura restauración de Israel (4:1-8,13; 7:11,14). 
f. El nacimiento de Cristo en Belén (5:2). 
g. El futuro reinado de Cristo (2:12, 13; 4:1, 7). 
6. Miqueas es citado tres veces: 
a. Por los ancianos de Judá (Jer. 26:18, citan Mi. 3:12). 
b. Por los escribas cuando los magos llegaron a Jerusalén (Mt. 2:5, 6, citan a Mi. 5:2). 
c. Por Jesús cuando envió a los doce (Mt. 10:35, 36, citan Mi. 7:6). 
I. La mirada exterior: los sermones públicos de Miqueas (caps. 1—6). 

A. Proclamación del castigo de Israel (1:3). 
1. Primer sermón (cap. 1): 
a. Dios mismo respondería pronto con juicio a causa de los pecados de Samaria y Jerusalén (1:1-5). b. Samaria sería completamente destruida (1:6). Esto sucedió, por supuesto, durante la invasión asiria. (Véase 2 R. 17:1-18.) 
c. El enemigo llegaría hasta las mismas puertas de Jerusalén (1:9). Pero Dios perdonaría a su amada ciudad por otros 115 años antes de permitir a los babilonios que la destruyeran. (Véase 2 R. 19:35.) 
2. Segundo sermón (cap. 2): 
a. Dios condena a aquellos que piensan el mal durante la noche y en la mañana lo llevan a cabo (2:1). b. Dios promete que les pagará el mal con mal para ellos (2:3). 
c. Israel rechaza a sus verdaderos profetas diciéndoles que Dios no hará tales cosas (2 :6). 
d. Su castigo terminará solamente cuando el Mesías (el que abre el camino y el Rey de 2:13) les saque del exilio por las puertas de las ciudades de su cautividad para llevarlos de vuelta a su casa. 
3. Tercer sermón (cap. 3): 
a. Dios reprende especialmente a los líderes de Israel. Se suponía que ellos discernían lo bueno de lo malo, pero eran los peores pecadores (3:1-5). 
b. Sus falsos mensajes, dados solamente para agradar a la gente, llevarían a la destrucción del pueblo (3:6-7). 
c. Miqueas era el único de los profetas de aquel tiempo «lleno del poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado» (3:8)
d. Por culpa de estos falsos profetas, Jerusalén sería arada como un campo y quedaría convertida en un montón de ruinas. El lugar en el monte Moriah donde estaba ubicado el templo se cubriría de maleza (3:12). 

B. Profecía de la restauración de Israel (caps. 4—5). 

 A pesar de sus terribles pecados, Dios un día, después que se hubiera consumado su pecado, les restauraría otra vez en la tierra de Palestina. 
1. Cronología que llevaría a esta restauración: 
a. Judá deberá sufrir primero los setenta años de cautividad babilónica (4:10). Este es verdaderamente un pasaje extraordinario, porque en el tiempo que Miqueas lo escribió, Babilonia era una nación fuerte, pero no era la primera potencia mundial, sino Asiria.
b. El Mesías de Judá nacería en Belén (5:2). 
c. El Señor los dejará por un tiempo como nación hasta su renacimiento espiritual durante la tribulación (5:3). 
d. Las naciones se unirán entonces contra Israel en el Annagedón (4:11). (Véanse también Ap. 16:13-16; 19:17.) 
e. Estas naciones quedarán completamente destruidas (5:15). 
2. Los resultados finales de la restauración (Mi. 4:1-6). 

C. Abogando por el arrepentimiento de Israel (6 ). (Véase Miqueas 6:3-8.)

 II. La mirada interior: las contemplaciones personales de Miqueas (7:1-6).
«¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos» (7:1).

 IIII. La mirada a lo alto: las peticiones de Miqueas en oración (7:7-20). 

A. Su decisión por Dios: 
«Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá» (7:7). «La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; él me sacará a luz; veré su justicia» (7:9). 
B. Su descripción de Dios (7:18-20): 
«¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.»