LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD
INTRODUCCIÓN A
LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD Y
EZEQUIEL
1. El Salmo 137 describe el comienzo de este período
y el Salmo 126 nos habla del final.
2. Israel se cura de su pecado de idolatría mientras está
en la ciudad de la idolatría.
3. Dos testigos oculares escriben sobre esta etapa. Uno
era jefe de gobierno y el otro un sacerdote.
4. Este período histórico incluye:
a. Tres hombres que no se doblegaron ni ante el riesgo de ser quemados (Dn. 3).
b. Un examen del rey más grande de Babilonia
(Nabucodonosor, Dn. 1—4) y una anticipación del
que sería el más grande de los reyes de Grecia
(Alejandro Magno, Dn. 7:6; 8:5-8, 21, 22; 11:3,
4).
c. Una pelea entre un camero persa y un macho cabrío griego (Dn. 8 ).
d. Una mano (de Dios) que escribe y un valle de huesos
(de hombre) que reviven y caminan (Dn. 5; Ez. 37).
e. La única descripción de Dios el Padre en la Biblia (Dn. 7:9-14).
f. Grandes profecías son reveladas mediante la caída de una piedra (Dn. 2) y el derribo de un árbol
(Dn. 4).
g. El segundo de tres intentos de consolidar la religión alrededor de una imagen: (1) Génesis 11; (2)
Daniel 3; y (3) Apocalipsis 13.
h. La historia real de cuando el oso aparece sobre los
montes (Ez. 38—39).
i. El futuro y último templo terrenal (Ez. 40—48).
5. Dios bendice una dieta básica y maldice una fiesta
blasfema (Dn. 1, 5).
6 . Los arcángeles Gabriel y Miguel son mencionados en
este período (Dn. 8 ,12).
7. En esta etapa aprendemos más acerca del ministerio de
los querubines que en ningún otro período (Ez. 1,10).
8 . Se habla más en este tiempo acerca de la actividad
del diabólico Antricristo que en ninguna otra etapa
(Dn. 7 ,8 ,9 , 11).
9. Ezequiel denuncia a la ciudad de Tiro y su materialismo (cap. 26) y describe a la ciudad milenaria de
Dios (cap. 48).
10. Ezequiel comienza describiendo la partida de la nube
que representa la gloria de Dios (Ez. 10:18), y concluye prediciendo el retomo de la gloria de Dios (Ez.
43:2).
LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD
EZEQUIEL (alrededor del 597 a.C.)
INTRODUCCIÓN
1.Ezequiel era el hijo de un sacerdote de la línea de
Sadoc. Fue desterrado a Babilonia en el 597 a.C. con
el rey Joaquín. Su esposa falleció el mismo día que
comenzó el sitio de Jerusalén en el 586 a.C. (Ez. 24:1,
15-18).
2. Tenía treinta años cuando comenzó a escribir. Vivió
en Babilonia en un pueblo al lado del Quebar, un canal que se alimentaba del río Éufrates.
3. Su ministerio fue doble: recordar a los desterrados sus
pecados y alentarlos en relación con las futuras bendiciones de Dios.
4. Ezequiel puede ser comparado con otros libros del
Antiguo Testamento de la siguiente manera:
a. Isaías habla de la salvación de Dios.
b. Jeremías habla del juicio de Dios.
c. Daniel habla del reino de Dios.
d. Ezequiel habla de la gloria de Dios.
I. Ezequiel: la santificación del hombre de Dios (caps.
1,2, 33).
A. Ezequiel contempla la visión de los cuatro seres
vivientes (1:1-28).
1. La descripción de estas criaturas (1:4-28).
2. La identidad de estas criaturas vivientes.
¿Quiénes son? Ezequiel nos las identifica más
tarde (10:20) como querubines, ángeles de alto
rango. Aparecen en la Palabra de Dios en tres
ocasiones distintas.
a. En el jardín de Edén, para evitar que Adán
tome del fruto del árbol de la vida después
de su pecado (Gn. 3:22-24).
b. A Ezequiel en Babilonia (1:4-28).
c. En el cielo, durante la visión de Juan
(Ap.4:6-8).
3. Los deberes de estas criaturas vivientes.
a. Guardar y vindicar la justicia de Dios (Gn.
3:24; Ez. 26:1; 36:8, 35).
b. Simbolizar la misericordia de Dios (Ex.
25:22; 37:9).
c. Ayudar en la administración del gobierno de
Dios (1 S. 4:4; Sal. 80:1; 99:1; Ez. 1:22,26).
d. Recordar eternamente el bendito ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Esto lo
vemos mediante el siguiente resumen del
relato de los cuatro evangelios:
(1) Mateo (escrito para los judíos), retrata a Cristo como un león, el Mesías.
(2) Marcos (escrito para los romanos)
presenta a Cristo como un buey, el
Siervo.
(3) Lucas (escrito para los griegos) representa a Cristo como el hombre
perfecto.
(4) Juan (escrito para todo el mundo) representa a Cristo mediante un águila, el Dios todopoderoso.
(Véase Isaías 6:1-7 para la descripción de los serafines, otra orden especial de seres angelicales.)
B. Ezequiel oye la voz del Dios vivo (2:1—8:27;
33:1-22).
1. Fue comisionado para ser el centinela de Israel en Babilonia
2. Tenía que advertir a los impíos de que si ellos abandonaban sus malos caminos Dios no los
destruiría físicamentea. abandonaban sus malos caminos Dios no los
destruiría físicamente.
3. Tenía que avisar a los justos de que si ellos dejaban los caminos de rectitud Dios los destruiría por completo.
4. Tenía que llevarlo a cabo sin temor ni favoritismos.
5. Tenía que asimilar totalmente el mensaje de Dios Dios (3:1, 2). (Véase también Ap. 10:8-11.)
II. Jerusalén: la desolación de la ciudad de Dios (caps.
4—24)
Hubo tres fases distintas en la cautividad babilónica
y en el asedio de Jerusalén.
En el año 605 a.C., Daniel y otros pertenecientes a
la nobleza fueron deportados (Dn. 1:3,4; 2 Cr. 36:6,7).
En el año 597 a.C., fueron llevados a Babilonia el
rey Joaquín, Ezequiel y otros muchos (2 R. 24:10-16).
En el año 586 a.C., Sedequías, el último rey de
Judá, fue desterrado en este tiempo, las murallas de
Jerusalén fueron destruidas y el templo incendiado (2
R. 25:1-7).
Los sucesos recogidos en Ezequiel 4—24 tuvieron lugar entre la segunda y la tercera fase. Surgieron aparentemente falsos profetas, tanto en Jerusalén
como en Babilonia, que descaradamente aseguraban
a los judíos que el Señor no destruiría su ciudad santa, aunque ya había sido sitiada dos veces. Pero
Ezequiel sabía que Dios sí iba a permitir que sucediera, e intentó por medio de simbolismos, parábolas, visiones y mensajes advertirles a todos que
Jerusalén sufriría con toda certidumbre la desolación
y la destrucción.
A. Los doce actos simbólicos de Ezequiel.
1. Trazó un mapa de Jerusalén sobre una plancha de adobe grande, mostrando a un ejército
preparándose para atacar a la ciudad. Después
agregó más detalles, dibujando el campamento enemigo alrededor de la ciudad y preparando las rampas de asalto. Finalmente tomó una
lámina de hierro y la puso entre la ciudad y
él, para simbolizar así la muralla impenetrable del ejército babilónico y mostrar la absoluta imposibilidad de escape (4:1-3).
2. Tenía que acostarse sobre su lado izquierdo
unas pocas horas cada día, durante 390 días,
para simbolizar la iniquidad del reino del norte. Cada día representaba un año (4:4, 5).
3. Después se acostó sobre su lado derecho durante unas horas cada día por cuarenta días,
para representar así la iniquidad de Judá, el
reino del sur. Esta vez también cada día representaba un año (4:6). Tenemos que admitir que no podemos conocer el significado
completo de estos períodos de tiempo. Unger
escribe:
«La posición por 390 días sobre su lado
izquierdo y 40 sobre su lado derecho (un
total de 430 días, simbólicamente un año
por cada día) recordaba la esclavitud egipcia (Ex. 12:40, 41). Una cautividad similar sobrevendría a Israel y Judá. Sin
embargo, la cautividad del reino del norte
iba a ser más larga.» (Manual Bíblico de Unger, Editorial Portavoz, p. 375.)
4. Preparó pan con harina de diversos cereales y
legumbres, cocido con estiércol de vaca. Esto
indicaba la escasez de alimentos en Jerusalén
(4:9-17).
5. Afeitó su cabeza y barba con un cuchillo afilado y luego dividió el pelo en tres partes
iguales (5:1-4).
a. Una parte tenía que quemarla.
b. Otra parte la tenía que cortar con espada.
c. La última parte tenía que esparcirla al
viento.
Todo esto indicaba lo que estaba preparado para Judá y Jerusalén. Una tercera parte de
sus ciudadanos iba a morir por fuego durante
el asedio de la ciudad. Otra tercera parte caería mediante la espada, y la restante tercera
parte sería esparcida al viento.
6. Tenía que lamentarse dando golpes con las manos y los pies para llamar su atención (6:11).
7. Tenía que sacar unos pocos de sus enseres fuera de la casa. Al atardecer tenía que hacer un
agujero en la muralla de la ciudad. Al pasar por
el boquete cargado con sus posesiones, tenía
que cubrir su rostro. Todo esto simbolizaría
vividamente lo siguiente (12:1-16):
a. Las pocas posesiones que llevaba como
equipaje representaba a los deportados saliendo deprisa de sus hogares.
b. El agujero en la muralla simbolizaba su
desesperación por salir de la asediada ciudad de Jerusalén.
c. La cara cubierta representaba a Sedequías,
el último rey de Judá, a quien le sacaron
los ojos por su rebelión contra
Nabucodonosor y fue llevado cautivo a
Babilonia (2 R. 25:1-7).
8. Tenía que temblar al comer su alimento y angustiado racionar su agua como si fuera la última (12:17-20).
9. Tenía que blandir en el aire una espada reluciente y con sollozos herirse en los muslos
(21:9-17).
10. Dibujó un mapa del Cercano Oriente y trazó
dos rutas que el rey de Babilonia seguiría. Una
le llevaba a Jerusalén y la otra a Rabá de los
amonitas. Ambas ciudades se habían rebelado
contra Nabucodonosor en el 593 a.C. Ezequiel
dibujó al rey en la bifurcación del camino.
¿Qué ciudad destruiría primero? La triste respuesta es dada inmediatamente (21:18-22).
«Él llamará a sus magos para usar
adivinaciones; ellos arrojarán suertes agitando flechas de su aljaba; sacrificarán a
los ídolos e inspeccionarán el hígado de su
sacrificio. ¡Decidirán dirigirse hacia Jerusalén!» (21:21, 22, La Biblia al Día ).
11. Dios le manda que ponga una olla al fuego y
la llene de agua y de carnes escogidas, y la
haga cocer hasta que la came se desprenda de
los huesos. Después que lo tire todo y vuelva
a poner la olla al fuego para que se caliente
hasta que desaparezca el moho y la herrumbre (24:1-14). Aquí, por supuesto, el
simbolismo es claro. El fuego del juicio de
Dios consumiría completamente a lo rico y
noble de Jerusalén. Sus ciudadanos serán deportados de la tienra a fin de que la ciudad santa pueda ser limpiada de toda impureza y
deterioro moral.
12. Le fue prohibido manifestar ningún pesar por
la muerte repentina de su amada esposa
(24:15-18). Charles Feinberg ha escrito:
«El cubrirse la cabeza (2 S. 15:30), llevar
los pies descalzos (Is. 20:2), y taparse la cara (Lv. 13:45; Mi. 3:7) le fueron prohibidos a Ezequiel. Los sacerdotes podían
hacer duelo por sus seres queridos (Lv.
21:1-3), pero Ezequiel fue una excepción
con un propósito especial. La costumbre
en los tiempos antiguos era que, como parte del funeral, los amigos llevaran alimentos a los afligidos como una muestra de
solidaridad (Dt. 26:14; Jer. 16:7; Os. 9:4).
Ante el hecho del mandato de Dios,
Ezequiel muestra completa subordinación
de su propia voluntad y sentimientos al
cumplimiento de su ministerio profético
en la voluntad de Dios. A pesar de que sabía que las horas de vida de su esposa estaban contadas, se dedicó a cumplir el
ministerio que tenía encomendado. ¡Qué
gran ejemplo de obediencia!» { The
Prophecy of Ezekiel, pp. 139,140.)
Uno de los versículos más conmovedores
de toda la Biblia es su testimonio en esta circunstancia:
«Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice
como me fue mandado» (24:18).
Dios le ordenó que no hiciera duelo por la
muerte de su mujer, porque él, el Señor, no haría duelo por la muerte de Jerusalén. Es especialmente significativo observar que ella
falleció el mismo día que Nabucodonosor inició su tercer y definitivo asalto sobre Jerusalén (24:2).
B. Los doce mensajes de juicio de Ezequiel.
A continuación un breve resumen de los puntos principales de estos mensajes de Ezequiel:
1. Dios se había retenido frecuentemente en su
ira a pesar de la descarada desobediencia de
Israel (20:7-10,14, 21, 22).
2. Dios no se gozaba en juzgar a su pueblo ni siquiera en esta etapa desesperada, y vuelve a
llamar a Judá al arrepentimiento (18:31, 32).
3. Pero Judá no escucharía, y la hora de su sentencia estaba ahora cerca (7:6,12).
4. Judá sería entonces destruida no por los pecados de sus padres, sino por sus propias iniquidades (18:1-4, 20).
5. Incluso la presencia de hombres tales como
Noé, Daniel y Job no podría hacer que la ciudad de Jerusalén se salvara (14:14, 20).
6. Sus ejércitos serían completamente impotentes para defenderla (7:14).
7. Su riqueza no podría comprarles ni un minuto
adicional de libertad (7:19).
8. La ciudad santa de Dios se había convertido
en la ciudad ramera de Satanás.
9. Dios, por consiguiente, traería a Jerusalén lo
peor de las naciones y gentes para que ocuparan sus tierras y casas (7:24).
10. Las ciudades de Judá serían incendiadas y sus
ídolos machacados (6:4, 6).
11. Cuatro grandes castigos caerían sobre sus ciudadanos: guerra, hambre, animales salvajes y
enfermedades (14:21).
C. Las seis parábolas de Ezequiel.
1. La parábola de la vid inútil (15:1-8).
a. La vid es un símbolo común del pueblo de
Israel en la Biblia. (Véanse Dt. 32:32; Sal.
80:8-12; Is. 5:1-7; Jer. 2:21; Os. 10:1; Mt.
21:33.)
b. El único propósito y valor de una vid es
llevar fruto. No sirve para construir casas
(su tronco es corto y retorcido), ni para
hacer muebles (la madera es muy blanda),
y tampoco sirve mucho como combustible
(se quema rápidamente).
c. Debido a que la vid había rehusado cumplir con la única tarea que tenía prescrita,
sería arrancada y quemada (Jn. 15:6).
2. La niña adoptada que se transformó en una
prostituta (16:1-63).
El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en la introducción a esta parábola:
«Aquí, en el capítulo más largo del libro
de Ezequiel, se nos presenta el carácter del
personaje en toda su sordidez, bajeza y miseria, a fin de que pueda ser visto claramente el infinito aborrecimiento de Dios
del pecado de Israel. Según el rabí Eleizer
ben Hyrcanus en la misná, este capítulo no
era para leerse o traducirse en público.»
{T h e P r o p h e c y o f E z e k ie l, p. 85.)
a. Dios había encontrado a una niña recién
nacida, despreciada y abandonada en el
campo. Se llamaba Israel (16:1-5). Esta es
una referencia a la esclavitud de Israel en
Egipto como se nos narra en los primeros
capítulos de Éxodo. (Véanse especialmente Ex. 1:13,14; 2:23; 3:7.)
b. Dios adoptó amorosamente a esta pequeña niña. Cuando se hizo mayor se comprometió con ella en matrimonio, celebraron
los ritos matrimoniales y se convirtió en
su legítima esposa (16:8). Todo esto tuvo
lugar, por supuesto, en el monte Sinaí
cuando Dios ratificó su pacto con Israel.
(Véase Ex. 19:5. Comparar también Ez.
16:9 con Ex. 19:14.)
c. Después de su matrimonio Dios la vistió
con las más hermosas vestiduras, la adornó con las más costosas joyas, y proveyó
de los más ricos manjares para su amada
(16:10-14). Esto ocurrió en la historia de
Israel durante los reinados de David y
Salomón. (Véanse 2 S. 8:11; 1 R. 3:13;
10:4-7.)
d. Pero esta mujer se olvidó pronto de todas
las bendiciones recibidas, despreció el
amor y la fidelidad de su esposo, y se convirtió en una prostituta callejera (16:15-
34).
e. Esta acción intolerable no podía continuar
sin castigo, porque su amado Esposo era
también el Juez justo. Él, por tanto, la entregó a sus amantes asesinos para que abusaran de ella y la castigaran (16:36-41).
f. Para este tiempo su maldad había incluso
sobrepasado a la de su hermana mayor
(Samaria, la capital del reino del norte), y
la de su hermana menor (Sodoma). (Véase Ez. 16:46-50.)
g. Después de que Dios la hubiera castigado,
él otra vez la restauraría y la atraería hacia él (junto con sus dos hermanas pecadoras) a causa de su amor por ella y de su
promesa a Abraham (16:53, 60, 63).
3. La parábola de las dos águilas (17:1-21). Los
eventos mencionados en esta parábola se refieren a los asuntos internacionales de Judá Babilonia y Egipto ocurridos entre los años
597 al 588 a.C. Los personajes involucrados
son Joaquín, Sedequías y Nabucodonosor. El
registro histórico de estos sucesos lo encontramos en 2 R. 24:8-20; 2 Cr. 36:9-13; Jer. 37;
52:1-7.
4. La parábola del retoño de cedro (17:22-24).
a. Un día Dios mismo va a plantar el mejor
y más hermoso de los retoños sobre el
monte más alto de Israel (17:22).
b. El retoño se convertirá en un gran cedro y
con su sombra y su fruto será de bendición a todos los que se acerquen a él
(17:23).
c. Por medio de ello el mundo entero conocerá acerca del plan y del poder de Dios
(17:24).
d. Estos versículos nos presentan sin duda alguna una profecía mesiánica. (Véanse Is.
2:2-4; Mi. 4:1-4.) El retoño es el Mesías
(Is. 11:1; 53:2; Jer. 23:5, 6; 33:15; Zac.
6:12; Ap. 22:16) y el monte alto es el monte de Sion (Sal. 2:6).
5. La leona y sus cachorros (19:1-9).
a. Una leona tuvo cachorros. Uno de ellos
creció y aprendió a devorar hombres; a
causa de esto fue atrapado y llevado a
Egipto (19:1-4).
b. Otro de los cachorros hizo lo mismo y
también fue apresado y llevado a
Babilonia (19:5-9).
c. Algunos creen que la leona era Hamutal,
la esposa de Josías, y madre de tres reyes
de Judá. El primer cachorro fue Joacaz (2
R. 23:31-34), que fue hecho prisionero y
encarcelado en Egipto por el faraón
Necao. El otro cachorro fue Sedequías (el
hijo pequeño de Hamutal). Éste fue el último rey de Judá y fue llevado prisionero
a Babilonia por Nabucodonosor (2 R.
24:18).
6. Las dos hermanas pecadoras (23:1-49).
a. Dos hermanas iniciaron su triste historia de
prostitución entregándose a la inmoralidad
con los egipcios (23:1-3).
b. Los nombres de estas jóvenes son Ahola
y Aholiba y se las identifica con Samaria
y Jerusalén (23:4).
c. La palabra Ahola significa «tabernáculo de
ella» y puede referirse al hecho de que
Dios nunca aprobó la falsa religión de
Samaria (capital del reino del norte) tal
como fue instituida por su primer rey
Jeroboam (1 R. 12:25-33). Es decir,
«tabernáculo de ella» significa que ella
tuvo su propia religión que no incluía a
Dios.
d. La palabra Aholiba , que significa «mi
tabernáculo en ella», indica quizá que la
presencia de Dios permanecía todavía en
el templo en Jerusalén a pesar del pecado
de Judá.
e. Se nos dice que estas dos jóvenes se hicieron prostitutas a causa de sus inmoralidades
egipcias. Esto puede referirse al hecho de
que ambas ciudades estaban muy
influenciadas por las estructuras políticas y
religiosas de Egipto.
f. Ahola empezó entonces relaciones ilícitas
con Asiria (23:5). Esto empezó con el rey
del norte Manahem que estableció alianza con Asiria (2 R. 15:13-20).
g. Aholiba hizo lo mismo con Babilonia
(23:11). El rey Ezequías trató a los representantes babilonios casi como si fueran
dioses (2 R. 20:12-19; 2 Cr. 32:31).
h. Dios, por tanto, determinó entregar a estas dos hermanas a la completa brutalidad
de sus respectivos amantes (23:9, 22, 24).
D. Visión de Ezequiel del templo (8:1—11:25).
1. Judá se aleja de la gloria de Dios.
a. Ezequiel es arrebatado en una visión y
transportado de Babilonia al templo en Jerusalén durante el mes de septiembre del
592 a.C. Aquí es testigo de las cosas que
estaban sucediendo en la ciudad santa en
ese mismo momento (8:1-3).
b. Lo primero que ve es un ídolo al norte de
la puerta del altar (8:5).
c. Después entra a un cuarto escondido en el
atrio del templo, donde ve las paredes cubiertas de toda clase de pinturas de reptiles, lagartos y seres abominables. En
aquella recámara había setenta ancianos
israelitas quemando incienso y rindiendo
culto a esos ídolos pintados. Los dirigía en
estas depravadas devociones Jazaanías,
hijo de Safán. Ezequiel quedó muy sorprendido porque este Safán era el que había leído el libro de la ley al rey Josías
durante el gran avivamiento experimentado treinta y tres años antes (2 R. 22:8-11).
Pero su hijo les dirigía ahora en esta horrible apostasía (Ez. 8:7-11). (Véase también Ro. 1:21-23.)
El doctor Feinberg escribe:
«Estos setenta hombres no eran en absoluto el Sanedrín, que no fue organizado
hasta después de la restauración de
Babilonia. Se refiere probablemente al
modelo de estructura dado en Éxodo 24:9,
10 y Números 11:16. En los días de
Ezequiel estos setenta representaban a los
laicos. El Señor había nombrado setenta líderes en los tiempos pasados y su cometido principal era proteger en contra de la
idolatría. ¡Qué perversión tan grande de su
llamamiento!» (The Prophecy of Ezekiel,
p. 51.)
d. Después de esta experiencia repulsiva, el
profeta va a la puerta norte del templo. Allí
ve a las mujeres judías llorando por su
dios Tamuz (8:14). La historia de la religión de Tamuz es verdaderamente sórdida:
(1) La iglesia de Satanás empezó oficialmente en la torre de Babel en Génesis 11:1-9, casi veinticuatro siglos
a.C. Allí, en la vega de Sinar, muy
cerca probablemente del jardín original de Edén, se inició la adoración de
Satanás.
(2) Nimrod, el nieto impío y apóstata de
Noé, fue el primer sacerdote a pleno
tiempo de Satanás (Gn. 10:8-10).
(3) La historia secular y la tradición nos
dicen que Nimrod se casó con una
mujer tan impía como él, que se 11amaba Semerimus. Conocerá de la
promesa divina de un futuro Salvador (Gn. 3:15), Semerimus
atrevidamente declaró que Tamuz, su
primer hijo, cumplió esta profecía.
(4) A partir de entonces, Semerimus instituyó un sistema religioso que hizo
de ella y de su hijo objetos de adoración. Ella misma se convirtió en la
suma sacerdotisa. Así comenzó el
culto y adoración de madre-hijo que
posteriormente se extendió al mundo
entero.
(5) ¿Cuál era la enseñanza de esta iglesia satánica de Semerimus?
(a) Que Semerimus era el camino a
Dios. Ella adoptó en realidad el
título de «reina del cielo».
(b) Que sólo ella podía administrar
salvación a los pecadores por
medio de varios sacramentos,
tales como el rociamiento de
agua santa.
(c) Que a su hijo trágicamente lo
mató un jabalí salvaje durante
una expedición de caza.
(d) Que él, sin embargo, fue resucitado de entre los muertos cuarenta días más tarde. De modo,
que después de esto las vírgenes
del templo de este culto entraban cada año en un período de
ayuno de cuarenta días en recuerdo de la muerte y resurrección de Tamuz.
(e) Al cabo de los cuarenta días celebraban un gozosa fiesta llamada Ishtar. En esta fiesta se
intercambiaban y comían huevos
coloreados como símbolo de la
resurrección. Exhibían un árbol,
siempre verde y quemaban un
tronco. Por último, se cocían y
se comían pasteles adornados
con la letra «T», para recordar a
todos acerca de Tamuz.
Jeremías también habló acerca de este
culto vicioso (Jer. 7:18; 44:25).
e. Ezequiel continuó su recorrido y vio a
veinticinco hombres de espaldas al templo,
mirando hacia el oriente y adorando al sol
(8:16). De nuevo, el doctor Feinberg escribe:
«Lo que Ezequiel vio era el mayor insulto contra el Señor del cielo y de la
tierra. Veinticinco hombres estaban
adorando al sol, el objeto de la idolatría persa, en aquel sagrado recinto.
Moisés les había advertido acerca de
este constante peligro (Dt. 4:19)... Los
veinticinco hombres representaban a las
veinticuatro órdenes del sacerdocio
levítico con el sumo sacerdote a la cabeza. Ya habíamos notado la apostasía
de los laicos y de las mujeres; ahora se
revela en las filas de los sacerdotes.
Como son los sacerdotes, así es el pueblo. ¡Pensemos en ello! Aquello cuya
intención era manifestar la gloria de
Dios en la creación (Sal. 19) es pervertido para disminuir la gloria del Creador, pues mientras que miraban de
frente al sol, daban sus espaldas al templo de Dios. Era una actitud de desafío
hacia Dios y de rechazo de su adoración. Era la mayor manifestación de repudio al Señor que podían hacer (véase
2 Cr. 29:6), la copa de su iniquidad estaba llena hasta rebosar.» ( T h e
P r o p h e c y o f E z e k ie l, p. 52.)
f. Mientras estaba allí, aturdido por todo esta
actividad blasfema que le rodeaba, vio
aparecer a seis seres celestiales que llevaban en sus manos armas de destrucción.
Les dirigía uno vestido con ropas de lino
que llevaba a la cintura instrumentos para
escribir (9:1, 2). Este ángel-líder parece
que era el ángel-escriba de Dios, y los útiles para escribir, el libro de la vida.
(Véanse Ex. 32:32; Sal. 69:28; 139:16; Is.
4:3; Dn. 12:1; Fil. 4:3.)
g. Dios le ordena al líder de este grupo que
recorra las calles de Jerusalén y ponga una
señal en la frente de todos aquellos que
sienten pena y dolor por los pecados de
Judá (9:3,4). Esta señal era con el propósito de darles protección segura. (Véanse
también Ap. 7:1-3; Gá. 6:17; Ap. 13:16-
18; 14:1; 2 Ti. 2:19.)
h. Entonces se les mandó a los ángeles que
llevaban instrumentos de destrucción que
pasasen por la ciudad y mataran a todos
los que no tuvieran la señal (9:5-11). Tenían que empezar en el templo, pues allí
es donde empieza el juicio de Dios. (Véase
1 P. 4:17.)
i. Ezequiel ora por Jerusalén (como Abraham
lo hizo una vez por Sodoma. Comparar
Gn. 18:23-33 con Ez. 9:8), pero se le dice
que la situación es tal que está más allá de
toda oración (9:8-10).
j. Los líderes de Judá habían ignorado todos
los avisos de parte de Dios, y estaban en
realidad convencidos de que aquellos que
estaban ya en la cautividad (incluyendo a
Daniel y a Ezequiel) habían sido deportados a causa de sus pecados (11:14,15).
2. La gloria de Dios se aleja de Judá.
a. Ezequiel ve que la gloria de Dios se eleva
por encima del propiciatorio (9:3).
b. Después se elevó por encima de la puerta
del templo (10:4).
c. De allí se trasladó a la entrada oriental del
templo (10:18, 19).
d. Finalmente se movió hacia el monte de los
Olivos y desapareció (11:23).
A partir de este momento, Ic a b o d , aquella terrible palabra, podía haberse escrito
sobre el cielo de Jerusalén: la gloria de
Jehová se había alejado de Israel. (Véase
1 S. 4:22.) Pero de aquellos cielos oscurecidos por la desesperación sale un brillante rayo de esperanza, porque el profeta
escucha la voz de Dios (11:17-20).
III. La condenación de los enemigos de Dios (25:1—
32:32; 35:1-15).
A. Amón (25:1-7).
A. Amón (25:1-7).
1. La nación amonita (que ocupaba la zona este del Jordán al norte de Moab) procedía de la
relación incestuosa entre Lot y su hija menor
(Gn. 19:38).
2. Amón había mostrado frecuentemente su hostilidad hacia Judá. (Véanse 2 S. 10; Am. 1:13-
15.) Se había unido a los babilonios contra
Judá en el 600 a.C. (2 R. 24:2). Antes de esto,
se había apoderado del territorio que pertenecía a la tribu de Gad después de la cautividad
asiria (Jer. 49:1).
3. Su peor pecado, sin embargo, fue la diabólica
alegría que manifestaron abiertamente por la
destrucción del templo de Jerusalén, y por la
matanza y esclavitud de sus ciudadanos (Lm.
2:15).
4. A causa de esto Dios iba a permitir que varias
tribus de crueles beduinos invadieran su territorio. Rabá, la capital (la actual Amán), quedaría reducida a un campo de pasto para
camellos.
B. Moab (25:8-11).
1. Este pueblo procedía de Lot y de su hija mayor. El hijo que nació fue llamado Moab (Gn.
19:37).
2. Su principal pecado fue el degradar al Jehová
de Judá y considerarlo como cualquier otra
dios nacional o tribal.
3. Las mismas tribus del desierto que invadieron
a Amón ocuparían también las ciudades principales de Moab.
C. Edom (25:12-14; 35:1-15).
1. Esta nación tuvo su origen en Esaú, el hermano de Jacob (Gn. 25:33). Debido a este linaje
común, Israel no pelearía con Edom en su camino a la Tierra Prometida (Dt. 23:7). Los
edomitas se establecieron en el territorio al sur
de Moab, desde el mar Muerto hasta el golfo
de Aqaba.
2. A pesar de su herencia común, Edom fue considerado como el peor enemigo de Israel.
(Véanse Abd. 1:10; Mal. 1:2-5.)
3. Sus pecados fueron varios:
a. Se había regocijado por la caída de Judá
(Sal. 137:7; Lm. 4:21, 22; Obd. 1:10-14).
(Véase también Ez. 35:15.)
b. Mataron de manera cruel a judíos indefensos durante la invasión babilónica (35:5).
c. Planeaban apoderarse de toda la tierra de
Palestina y expulsar de ella al Señor Dios
(35:10).
4. Dios los castigaría permitiendo que varias naciones llenaran la tierra con cadáveres insepultos de edomitas (35:5-9).
D. Filistea (25:15-17).
1. Si Edom era el primero en la lista de enemigos de Israel, Filistea era ciertamente el segundo. Esta nación hostil se menciona más veces
en el Antiguo Testamento que ninguna otra.
2. Hostigaron y oprimieron constantemente a Israel hasta el reinado del rey David. (Véase 1
S. 13—14.)
3. A causa de este odio y persecución continuos,
Dios ejecutaría sobre ellos una terrible venganza (25:17).
E. Tiro (26:1—28:19).
1. La historia de Tiro.
a. Tiro era la ciudad más antigua de Fenicia
y aparece por primera vez en la Biblia en
Josué 19:29. Fue la ciudad comercial más
importante en el tiempo del Antiguo Testamento. Tiro significa «roca» y estaba en
el centro del mundo mediterráneo.
b. Tiro era, según Ezequiel (26:13) e Isaías
(23:16) una ciudad de grandes músicos y
amantes de la música.
c. La ciudad ejerció gran influencia durante
los reinados de David y Salomón. Hiram,
rey de Uro, fue un fiel amigo de David (2
S. 5:11). Posteriormente ayudó a David y
Salomón en sus planes de edificaciones,
especialmente con el templo (1 R. 5:1-12;
1 Cr. 14:1; 2 Cr. 2:3, 11).
d. Quizá debemos hacer notar aquí que Tiro
consistía en realidad de dos ciudades, una
en la costa, a unas 60 millas (aproximadamente 96 km) al noroeste de Jerusalén,
y la otra en una isla a algo más de media
m illa (como 1 km) de la costa en el
Meditarráneo.
e. Al tiempo de la profecía de Ezequiel, Tiro
estaba en abierta rebelión contra
Babilonia.
2. El pecado de Uro.
a. Uro se había alegrado de la caída de Judá
(26:2). La razón era que eso significaba
paso libre para sus caravanas que iban desde el norte a Egipto en el sur. Con la desaparición de Judá ya no tendría que pagar
el impuesto por el derecho de paso.
b. Había vendido judíos como esclavos a los
griegos y a los edomitas (Jl. 3:4-8; Am.
1:9, 10).
(1) El rey en este tiempo era Itobaal U,
quien presumía de ser tan fuerte
como un dios y tan sabio como un
Daniel (28:2, 3). La historia esta llena, por supuesto, de aquellos que cayeron a causa de su orgullo. Notar
especialmente los ejemplos de
Senaquerib (2 R. 18:33-35),
Nabucodonosor (Dn. 3:15; 4:30), y
Herodes (Hch. 12:21-23).
(2) En su pretensión de ser un dios, el
rey de Tiro se convirtió en una
prefiguración del futuro Anticristo.
(Véase 2 Ts. 2:4.)
c. La ciudad estaba corrompida con grosero
materialismo (27:4-25).
3. El castigo de Uro.
a. Varias naciones iban a levantar contra Tiro
como olas del océano (26:3).
(1) En los años 701-696 a.C., el rey
asirio Senaquerib había tomado parte de la ciudad en el continente, pero
no capturó la isla fortificada.
(2) Nabucodonosor, el rey de Babilonia,
también trató, durante trece años, de
tomar las dos ciudades (585-573
a.C.), pero no pudo apoderarse de la
isla al igual que Senaquerib.
b. A pesar de la fuerte protección que le proporcionaba el agua, Ezequiel predice que
sus murallas serían derribadas, su tierra
sería barrida dejándola más pelada que una
roca, y ambas ciudades quedarían sólo
para que los pescadores extendieran sus
redes (26:4, 5).
Pasaron 225 años sin que se cumpliera esta profecía. Pero en el 332 a.C., Alejandro Magno llegó a este escenario y la isla
fue tomada. Logró construir un largo puente desde la costa en tierra firme hasta la
isla arrojando los escombros de la antigua
ciudad al agua. Al hacer esto dejó literalmente pelada aquella área. Hace algunos
años, un arqueólogo americano llamado
Edward Robinson descubrió cuarenta o
cincuenta columnas de mármol debajo del
agua a lo largo de la costa de la antigua
Tiro. Después de siete meses de asedio,
Alejandro Magno tomó la ciudad en la isla
y la destruyó. A partir de este momento,
las playas de toda esta zona han sido usadas por los pescadores para extender y secar sus redes.
c. Ezequiel declaró, además, que la ciudad
nunca más volvería a ser habitada (26:20,
21). Tiro nunca ha sido reedificada, a pesar de la existencia en las cercanías de las
bien conocidas fuentes de agua de
Roselain, que dan abundante agua a diario.
d. Sus barcos serían destruidos por violentos
huracanes (27:26, 27).
e. Todo el mundo occidental conocido lamentaría y lloraría a causa de sus destrucción (26:16-18; 27:38-36). En los días de
la tribulación el mundo hará lo mismo por
la destrucción de Babilonia. (Véase Ap.
18.)
4. La fuerza siniestra existente detrás de Tiro
(28:11-19).
a. La identidad de esta fuerza. Ya hemos notado que Ezequiel describe en el capítulo
28:1-10 el orgullo de Itobaal II, que era el
rey de Tiro en este tiempo. Pero el profeta se traslada ahora más allá del escenario
terrenal y nos describe la creación y caída de una criatura no humana vil y maligna. Este ser espantoso es el mismo
Satanás, la fuerza que estaba realmente
detrás de la maldad de Tiro. Dios habla
frecuentemente a Satanás por medio de
otra fuente indirecta. Por ejemplo:
(1) Habló al diablo por medio de la serpiente (Gn. 3:14, 15).
(2) Le habló también por medio de
Simón Pedro (Mt. 16:23).
b. Las características de esta fuerza.
(1) Modelo de perfección, lleno de sabiduría y belleza (v. 12).
Nunca un ser humano ha sido descrito en estos términos, todo lo contrario. (Véase Ro. 3:23.)
(2) Estaba en Edén, el jardín de Dios (v.
13).
Algunos han especulado que
Ezequiel tenía a Adán en mente al
decir esto, pero en ninguna parte del
relato del Génesis se nos habla del
vestido de Adán diciendo: «De toda
piedra preciosa era tu vestidura.»
(3) «Los primores de tus tamboriles y
flautas estuvieron preparados para ti
en el día de tu creación» (v. 13, tal
como lo traduce la versión Reina Valera de 1960).
El doctor J. Dwight Pentecost escribe en cuanto a esto:
«Los instrumentos musicales
fueron concebidos originalmente
como medios de alabar y adorar
a Dios. No era necesario que
Lucifer aprendiera a tocar un instrumento musical para alabarle.
Por decirlo así, tenía un órgano de
tubos dentro de sí, o era un órgano. Esto es lo que el profeta quiso decir cuando dijo: “los
primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti
en el día de tu creación”. Lucifer,
a causa de su hermosura, hacía lo
que un instrumento musical haría
en las manos de un diestro músico: producir un himno de alabanza a la gloria de Dios. Lucifer no
necesitaba buscar quien tocara el
órgano para él poder cantar la
doxología: él era en sí una
doxología.» (Vuestro adversario
el dia b lo , Editorial Logoi, p. 14.)
(4) El ungido querubín protector (v. 14)
Nota: La versión Reina-Valera de
1960 no emplea la palabra ungido
como lo hace el autor basándose en la
versión inglesa del rey Jaime, pero sí
aparece en el texto de la Reina-Valera
Actualizada. (Nota del traductor.)
(a) Fue ungido. Sólo se ungía a tres
personas en el Antiguo Testamento en razón de su oficio: el
pro0feta, el sacerdote y el rey. Parece como si aquí se sugiriera
que Lucifer pudo haber sido
creado originalmente (bajo Cristo) como el profeta-sacerdoterey celestial, pero falló. Quizá
esta es la razón por la que Dios
separó estos oficios. (Véanse
1 S. 13; 2 Cr. 26.)
(b) Era un querubín protector. Los
querubines pertenecían a una orden especial de ángeles cuya
misión era proteger la santidad
de Dios. (Véanse Gn. 3; Ex. 25;
1 R. 6; Ez. 1; Ap. 4.) Tanto las
evidencias arqueológicas como
bíblicas sugieren que eran semejantes a un león, un buey, un
águila y un hombre. Lucifer fue
aparentemente creado (entre
otros propósitos) para demostrar
la obra terrenal de Cristo, como
es presentada por los cuatro escritores de los evangelios.
Mateo : presenta a Cristo
como Rey y usa el símbolo del
león.
Marcos: le presenta como
Siervo, y para ello usa el buey
como símbolo.
Lucas : le presenta como el
hombre perfecto.
Juan: le presenta como Dios
y usa la figura del águila. (5) «Se enalteció tu corazón a causa de
tu hermosura» (v. 17). Aquí tenemos
el primer pecado y la autocreación
del primer pecador del universo.
F. Sidón (28:20-24).
1. Sidón estaba a unas 20 millas (unos 32 km) al
norte de Tiro y fue fundada por el primogénito de Canaán (Gn. 10:15).
2. Parece que esta ciudad fue el cuartel genera]
de la adoración a Baal. La princesa Jezabel, la
mujer más nefasta que aparece en las Escrituras, procedía de allá y era una fanática de la
adoración de Baal (1 R. 16:31-33). Además,
Sidón era el centro de la adoración a Asera y
Tamuz.
3. Debido a su influencia tan negativa, Sidón fue
comparada a una «espina desgarradora y aguijón que da dolor» para la casa de Israel (v. 24).
4. Dios iba a castigar a Sidón enviando enfermedades y un ejército que la destruyera (v. 23).
Esto sucedió en el 351 a.C., cuando la ciudad
fue incendiada por los persas.
G. Egipto (29:1—32:32).
1. Su castigo histórico (por Nabucodonosor).
a. El pecado de Egipto, al igual que el de
otras muchas naciones, fue el orgullo
(29:3).
b. El faraón Hofra (el rey egipcio al que se refiere Ez. 29), de la dinastía veintiséis, parece ser que había convencido al rey Sedequías
de Judá que Egipto le sería de más ayuda en
contra de Nabucodonosor que Dios mismo
(29:6). (Véase también 30:21-26.)
c. Ezequiel, por tanto, pronuncia sentencia
sobre faraón, el pueblo e incluso los animales (29:8-12).
d. En el capítulo 31 Egipto es descrito como
un poderoso cedro del Líbano que sobresale por encima de todos los demás árboles. Los pájaros descansaban en sus ramas
y los animales parían bajo su sombra. Pero
el árbol pronto quedó carcomido por el orgullo y Dios ordenó al leñador babilónico
que lo cortara.
e. Ezequiel nos informa que Nabucodonosor
conquistó Egipto por su riqueza a fin de
pagar a sus soldados después del largo asedio de Tiro (Ez. 29:17-21)
f. Egipto quedaría arrasado y permanecería
desolado durante cuarenta años (29:9,11),
y este es aproximadamente el tiempo que
Babilonia dominó a Egipto. Beroso, historiador de Babilonia, declara que
Nabucodonosor se llevó cautivos a muchos
egipcios después que invadió y ocupó su
país.
g. Después del período de cuarenta años de
castigo Egipto se recuperaría un poco,
pero permanecería para siempre como un
reino de segunda fila (Ez. 29:13-15).
h. Israel nunca más volvería a depender de
Egipto (29:16).
2. Su futuro castigo (30:1-19).
a. Aunque el nombre de Nabucodonosor aparece una vez en este pasaje (v. 1 0 ), se piensa que el cumplimiento final de los juicios
mencionados aquí acontecerá durante la
tribulación. Ezequiel lo indica cuando usa
el término profético «el día de Jehová» (v.
3). Esta frase casi siempre se refiere a la
tribulación de siete años. (Véanse Is. 13:6,
9; Jl. 1:15; 2:1, 11; 3:14; Am. 5:18; Abd.
1:15; Sof. 1:7, 14; Zac. 14:1; 1 Ts. 5:2; 2
Ts.2:2;2P. 3:10.)
b. Según Daniel 11:40-43, Egipto será en verdad destruido durante la tribulación.
c. En aquel tiempo experimentará los juicios
de Dios. (Véase 30:4-17.)
Podemos observar, para completar esta sección, que las palabras de Ezequiel en 32:17-
2 1 han sido señaladas como el lamento más
solemne que jamás se haya compuesto sobre
un pueblo pagano. En él se pinta a Egipto descendiendo lentamente a las profundidades oscuras y horrendas del Seol en el corazón de la
tierra. Allí yacerá al lado de otros pueblos que
fueron también poderosos pero que ahora han
desaparecido, tales como Asiria, Elam. los
hititas, Edom y Sidón.
IV. La presentación de Jesucristo, el pastor de Dios (34).
A. Los muchos falsos profetas.
1. Que se cuidaban a sí mismos en vez de apacentar el rebaño (34:2, 3).
2. No ayudaron a las débiles, ni curaron a las
enfermas, ni vendaron a las que tenían algún
hueso roto, ni buscaron a las extraviadas
(34:4).
3. Andaban dispersas por falta de pastor (34:5).
4. Eran presa fácil de todo animal salvaje (34:5).
5. Por tanto, los pastores serían castigados (34:9):
a. Se les quitará de su posición de pastores
(34:10).
b. No serán alimentados por el gran Pastor
(34:9, 10).
c. El Señor los juzgará y destruirá (34:16).
B. El único pastor verdadero. (Véanse Sal. 23; Jn.
10:11; He. 13:20; 1 P. 5:4.)
1. Buscará a las ovejas perdidas (34:11).
2. Las librará de sus enemigos (34:12).
3. Las recogerá de todas las naciones (34:13).
4. Las apacentará sobre los montes de Israel
(34:14).
5. Las llevará a descansar a verdes prados
(34:15).
6 . Vendará a la perniquebrada (34:16).
7. Curará a las heridas y enfermas (34:16).
8 . Pondrá a David a cargo del rebaño, como su
pastor de confianza (34:23). (Véanse también
Ez. 37:24; Jr. 30:9; Os. 3:5.)
9. Hará con ellas un pacto eterno (34:25).
10. Garantizará su seguridad y las pondrá en un
paraíso perfecto (34:25-28).
V. La restauración de Israel, la nación de Dios (36—37).
A. La necesidad de esta restauración. Israel había sido
ya desterrado de Palestina a causa de su pecado
(36:17-19).
B. La razones para la restauración.
1. Avergonzar a las naciones gentiles que se habían burlado de la tragedia de Israel (36:1-7).
2. Vindicar el nombre de Dios (36:20-23, 32). Se
había corrido el rumor de que el Dios de Israel era incapaz de (o no quería) proteger y
purificar a su propio pueblo.
C. La visión de la restauración (37:1-14).
1. Dios le manda a Ezequiel que profetice sobre
un valle lleno de huesos humanos, viejos y secos, esparcidos por todas partes (37:1-6).
2. Se extendió repentinamente un gran ruido por
todo el valle y los huesos de cada cuerpo se
juntaron y se unieron unos a otros como una
vez estuvieron unidos (37:7).
3. Después se formaron los músculos y la carne
sobre los huesos y la piel los cubrió (37:8).
4. Pero aquellos cuerpos completos no tenían
aliento. Entonces se le ordenó a Ezequiel que:
«Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de
hombre, y di al espíritu: Así ha dicho
Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos,
y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron,
y estuvieron sobre sus pies, un ejército
grande en extremo» (37:9,10).
D. El símbolo de esta restauración (37:15-22).
1. Ezequiel tenía que grabar las siguientes palabras sobre dos varas de madera:
a. En la primera vara: «Para Judá y los hijos
de Israel sus compañeros.»
b. En la segunda: «Para José, palo de Efraín,
y para toda la casa de Israel sus compañeros.»
2. El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en relación con estas dos varas:
«Estos palos que encontramos aquí son
equivalentes a cetros, rememorativos de
aquellos otros en los días de Moisés (Nm.
17:1, 2). “Para Judá y ... sus compañeros”
(v. 16) nos muestra que el reino del sur incluía, además de Judá, la mayor parte de
Benjamín y Simeón, la tribu de Leví y todos aquellos israelitas piadosos que se habían pasado del reino del norte, con toda
su idolatría y falso sacerdocio, al reino del
sur (véanse 2 Cr. 11:12; 15:9; 30:11, 18;
31:1). José es mencionado en relación con
la otra vara. Fue elegido con toda probabilidad porque la casa de José, compuesta
por las dos poderosas tribus de Efraín y
Manasés, formaba el núcleo principal del
reino del norte.» (The Prophecyof Ezekiel,
P- 215.)
3. Ezequiel tenía entonces que sostener ambas
varas juntas en una mano, indicando así la intención de Dios de reunificar una vez más a
los dos reinos en Palestina (37:17-20).
E. Los resultados de esta restauración.
1. Una vez más vendrían a ser el pueblo de Dios
(36:28; 37:27).
2. Los rociará con agua limpia (36:25, 29, 33).
Esta es, por supuesto, una alusión al rito mosaico de la purificación (Nm. 19:17-19).
3. El Espíritu Santo morará en ellos (36:27;
37:14). (Véanse también Ez. 39:29; Is. 44:3;
59:21; Joel 2:28, 29, Hch. 2:16-18.)
4. Les dará corazones nuevos y deseos rectos
(36:26).
5. Gozarán de las bendiciones del nuevo templo
(37:26, 28).
6 . David reinará sobre ellos (37:24).
7. Serán vindicados entre las naciones (36:30).
8 . Disfrutarán de abundantes cosechas (36:29,30,
34, 35). (Véanse también Is. 35:1, 2; 55:13;
Zac. 8:12.)
9. Las ciudades de Israel se volverán a llenar de
gente, especialmente Jerusalén (36:38).
10. Vivirán en la tierra santa para siempre (37:25).
VI. La demostración de la ira de Dios: Rusia (38—39).
Ezequiel nos describe en estos dos extraordinarios
capítulos la invasión de Palestina en los últimos tiempos por una nación inicua ubicada al norte de Palestina.
A. La identidad de los invasores. ¿Dónde se halla la
tierra de Magog? Parece casi seguro que estos
versículos en Ezequiel se refieren a Rusia, hasta
hace poco el oso rojo comunista. Veamos la siguiente triple prueba que lo demuestra:
1. La prueba geográfica.
Ezequiel nos dice en tres pasajes distintos
(38:6, 15; 39:2) que esta nación invasora procederá de «los confines del norte» (como el
término original hebreo lo indica). Un vistazo
rápido a un mapamundi nos mostrará que sólo
Rusia puede cumplir esta descripción.
2. La prueba histórica.
Josefo, el historiador judío de la antigüedad
(primer siglo a.C.) nos asegura que los descendientes de Magog (que fue hijo de Jafet y nieto de Noé) emigraron a una zona al norte de
Palestina. Pero incluso antes de Josefo,
Herodoto, el famoso historiador griego del siglo quinto a.C., nos dice que los descendientes de Mesec se establecieron al norte de
Palestina (Gn. 10:2).
3. La prueba lingüística.
El doctor John Walvoord escribe al respecto:
«En Ezequiel 38 se le describe a Gog
como el “príncipe de Ros” (véanse la Biblia de las Américas y la Versión Moderna). La Reina-Valera 1960 lo presenta
como el “príncipe soberano de Mesec y
Tubal”. La traducción “príncipe de Ros”
es una traducción más literal de la expresión hebrea. “Ros” puede ser la raíz de la
que procede el término moderno “Rusia”.
En el estudio de cómo las palabras antiguas se transforman en términos modernos, vemos que es bastante común que
permanezcan las mismas consonantes,
mientras que cambian las vocales. En la
palabra “Ros” si la vocal “o” se cambia
por “u” se convierte en el término moderno para “Rusia” con el sufijo añadido. Es
decir, la palabra en sí parece ser una forma temprana del término del cual procede el nombre moderno de “Rusia”.
Gcsenius, el famoso lexicógrafo, asegura
que ésta es una identificación apropiada;
esto es, que Ros es la forma primaria de
la que hemos obtenido la palabra Rusia.
Las dos palabras Mesec y Tubal también
están relacionadas con otros términos rusos prominentes. La palabra “Meesec” es
similar al nombre moderno de “Moscú”,
y la palabra “Tubal” es obviamente similar al de una de las provincias asiáticas de
Rusia, la provincia de Tobolsk. Cuando
juntamos toda esta evidencia, nos lleva a
la conclusión de que estos términos son referencias tempranas a ciertas porciones de
Rusia; por tanto, el argumento geográfico
queda reforzado con el argumento
lingüístico, y apoya la idea de que estas
fuerzas invasoras procederán de Rusia.»
(The Nations in Prophecy, pp. 107, 108.)
B. Los aliados en la invasión.
Ezequiel enumera las cinco naciones que se aliarán con Rusia en esta invasión, y son: Persia, Etiopía, Libia, Gomer y Togarma. Estas pueden
referirse (aunque hay algo de incertidumbre) a los
siguientes países de hoy día:
1. Persia: la moderna Irán.
2. Etiopía: las naciones africanas de raza negra.
3. Libia: las naciones árabes del norte de África.
4. Gomer: Alemania oriental.
5. Togarma: el sur de Rusia y los cosacos, o quizá Turquía.
C. Las razones de la invasión.
1. Apoderarse de las riquezas de Palestina (Ez.
38:11, 12) y controlar el Medio Oriente. Los
antiguos conquistadores supieron siempre que
aquel que quiera controlar Europa, Asia y África necesita controlar primero el puente del
Medio Oriente que lleva a esos tres continentes.
2. Desafiar la autoridad del Anticristo (Dn. 11:40-
44).
D. La cronología de la invasión.
Es imposible ser dogmático en cuanto a fechas. Lo
que sigue es, por tanto, una simple sugerencia de
lo que posiblemente suceda, basado en Ezequiel
38 y Daniel 11:40-44.
1. Egipto ataca a Palestina desde el sur siguiendo un plan preconcebido (Dn. 11:40a).
2. Rusia luego invade Israel desde el norte mediante un ataque terrestre y anfibio (Dn.
11:40£>).
3. Rusia no se para en Israel sino que traiciona a
su aliado continuando hacia el sur y ocupando Egipto también (Dn. 11:42, 43).
4. Mientras está en Egipto, Rusia recibe noticias
alarmantes procedentes del este y del norte y
regresará rápidamente a Palestina. No se nos
dice de qué tratan estas noticias, pero se han
formulado algunas teorías:
a. Que se refieren a que el Anticristo ha sido
asesinado, pero ha resucitado. (Véase Ap.
13:3.)
b. Que tienen que ver con el contraataque inminente del líder occidental (el Anticristo).
c. Que es el aviso de una confrontación con
China y con India («príncipes del este»),
que pueden estar movilizando sus ejércitos.
Debemos hacer notar aquí, sin embargo, que algunos estudiosos de la Biblia identifican al sujeto al que se refiere Daniel 11:42 como el
Anticristo y no el líder ruso. Si esto es así, la cronología que indicamos arriba debe ser corregida
según corresponda.
E. La destrucción de los invasores.
Nada más regresar, Rusia es derrotada completamente sobre los montes de Israel. Esta derrota total es producida por los eventos siguientes
causados por Dios mismo:
1. Un gran terremoto (Ez. 38:19, 20).
2. Una rebelión entre los mismos soldados rusos
(Ez. 38:21).
3. Enfermedades entre los soldados (Ez. 38:22).
4. Lluvias, tormentas de granizo, fuego y azufre
(Ez. 38:22; 39:6).
F. Los resultados de esta invasión.
1. Cinco sextas partes (ochenta y tres por ciento) de los soldados rusos son destruidos (Ez.
39:2).
2. Empieza el primero de los terribles banquetes
de Dios (Ez. 39:4, 17-20). Parece que un banquete similar tendrá lugar más tarde, después
de la batalla de Armagedón (Ap. 19:17, 18;
Mt. 24:28).
3. La amenaza comunista cesará para siempre.
4. Se necesitarán siete meses para enterrar a todos los muertos (Ez. 39:11-15).
5. Tomará siete años quemar todas las armas de
guerra (Ez. 39:9, 10).
El doctor John Walvoord escribe lo siguiente acerca de este período de siete años:
«Hay algunos ... problemas en relación
con este pasaje que merecen estudio. Se
hace referencia a arcos y flechas, escudos,
carros y espadas. Esto es, por supuesto,
armamento antiguo visto desde la perspectiva moderna. Es comprensible el gran uso
de caballos, pues Rusia todavía los usa
hoy en gran escala en su ejército. Pero,
¿por qué van a usar hoy armaduras, lanzas, arcos y flechas? Esto sin duda representa un problema. Se han dado dos o más
respuestas a esta dificultad. Una es que
Ezequiel está usando el vocabulario con el
que estaba familiarizado —las armas que
eran comunes en su día— para anticipar
el armamento moderno. Lo que en realidad está diciendo es que cuando esa invasión ocurra los soldados irán
completamente equipados para la guerra.
Esta interpretación también presenta sus
dificultades. Se nos dice en el pasaje que
usarán la madera de los escudos, arcos,
flechas y lanzas como leña para el fuego,
pero si estos son símbolos resulta muy difícil quemar símbolos. No obstante, todavía se usa bastante la madera en la guerra
moderna... Una segunda solución es que
esta guerra es precedida por un acuerdo de
desarme entre las naciones. Si este fuera
el caso, sería necesario recurrir a cierta
clase de armamento primitivo que sería
fácil de hacer secretamente si se quiere llevar a cabo un ataque por sorpresa. Esto
permitiría una interpretación literal del pasaje. Se ha sugerido una tercera interpretación basada en la premisa de que los
modernos misiles de guerra se habrán desarrollado a tal punto en aquel día que van
a requerir enormes cantidades de metal.
Bajo estas circunstancias sería necesario
abandonar el uso de armas metálicas y
sustituirlo por madera como se indica en
el armamento antiguo.» (The Nations in
Prophecy, pp. 115, 116.)
VII La manifestación de la gloria de Dios: el templo
(caps. 40— 48).
A. Su orden bíblico.
El templo milenario es el último de los siete grandes templos que aparecen en las Escrituras. Estos
son:
1. El tabernáculo de Moisés, Éxodo 40
(1500-1000 a.C.).
2. El templo de Salomón, 1 Reyes 5— 8
(1000-586 a.C.).
3. El templo de Zorobabel (reconstruido más tarde por Herodes), Esdras 6 ; Juan 2 (516 a.C. a
70 d.C.).
4. El templo del cuerpo de Cristo, Juan 2:21 (4
a.C. a 30 d.C.).
5. La Iglesia, el templo espiritual, Hechos 2; 1 Ts.
4 (desde Pentecostés hasta el rapto). }
a. De toda la Iglesia (Ef. 2:21).
b. La iglesia local (1 Co. 3:16,17).
c. El cristiano individual ( 1 Co. 6:19).
6 . El templo en la tribulación, Apocalipsis 11
(desde el rapto hasta el Armagedón).
7. El templo milenario, Ezequiel 40-—48; Joel
3:18; Isaías 2:3; 60:13; Daniel 9:24; Hageo
2:7, 9).
B. Su santa oblación.
Palestina será redistribuida entre las doce tribus de
Israel durante el milenio. La tierra misma será dividida en tres partes. Siete tribus ocuparán la parte norte y las otras cinco la parte sur. Entre estas
dos áreas habrá una sección llamada «la santa
oblación», es decir, aquella parte de la tierra que
se apartará para el Señor. El doctor J. Dwight
Pentecost cita a Merrill F. Unger a este respecto:
«La santa oblación será un cuadrado espacioso de terreno de unas 34 millas de lado (54 km
aproximadamente). Aquí estará el centro de todos los intereses de la adoración y el gobierno
de Dios que se establecerá en la tierra milenaria
. . . El templo mismo estará establecido en medio de este cuadrado (la santa oblación) y no
en la ciudad de Jerusalén, sobre un monte muy
alto, el cual estará listo milagrosamente para
cuando el templo sea edificado. (Véanse Is. 2:3;
Mi. 4:1-4; Ez. 37:26.) (Things to Come, pp.
510, 514. Véase también la edición castellana
Eventos del provenir, Editorial Vida, p. 387,
389.)
C. Sus dimensiones (40:1—42:20; 46:21-24).
D. Su propósito:
1. Proveer de un lugar donde la nube de la gloria de Dios permanezca (43:1-17).
2. Proveer de un centro para el Rey de la gloria
(43:7). (Véanse también Is. 2:2, 3; Mi. 4:2.)
E. Su sacerdocio (44:5-31).
Se nos dice en cuatro ocasiones específicas que a los hijos de Sadoc se les asignarían deberes
sacerdotales (Ez. 40:46; 43:19; 44:15; 4*8:11).
Sadoc fue sumo sacerdote en el tiempo de David (el undécimo descendiente de Aarón). Su lealtad al rey era incuestionable, y a causa de ello se
le prometió que su simiente gozaría de esta gloriosa oportunidad (1 S. 2:35; 1 R. 2:27, 35).
F. Su príncipe (45:7, 8,17; 46:1-20).
En su descripción del templo, Ezequiel habla
como diecisiete veces acerca de un misterioso
«príncipe». Quienquiera que sea desempeña un
papel muy importante en el templo, aparentemente como intermediario entre el pueblo y el
sacerdocio. Estamos seguros de que no se refiere a Cristo, en razón de que prepara una ofrenda
expiatoria por sí mismo (Ez. 45:22), y está casado y tiene hijos (Ez. 46:16). Algunos sugieren que
este príncipe procede de la simiente de David y
que él será para David lo que el falso profeta es
para el Anticristo.
G. Sus elementos distintivos.
Algunos artículos y objetos que aparecían en los
templos de Moisés, Salomón y Herodes no estarán en el templo milenario.
1. No habrá velo. Fue rasgado de arriba a abajo
(Mt. 27:51) y no reaparecerá en este templo.
No habrá barreras que separen al hombre de
la gloria de Dios.
2. No estará la mesa de los panes de la proposición. No se necesitará porque el Pan de vida
mismo estará presente.
3. No habrá candeleras porque no serán necesarios, pues la Luz del mundo alumbrará personalmente.
4. No estará el arca del pacto. Será innecesaria
porque la nube de la gloria de Jehová cubrirá
todo el mundo, como una vez cubrió el arca.
5. La puerta oriental estará cerrada. Observemos
las palabras de Ezequiel: «... Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella
hombre, porque Jehová Dios de Israel entró
por ella; estará, por tanto, cerrada» (Ez. 44:2).
Se ha sugerido que esta puerta estará cerrada por las siguientes razones:
a. Ésta será la puerta por la cual el Señor Jesucristo entrará al templo. Como una manifestación de honor para un rey oriental,
ninguna persona podía pasar por la puerta por la que él entraba.
b. Fue por esa puerta oriental que la gloria de
Dios se había marchado por última vez en
el Antiguo Testamento (Ez. 10:18, 19).
Dios nos recuerda mediante el acto de cerrar la puerta que su gloria nunca más se
apartará de su pueblo.
H. Sus sacrificios.
Como ya hemos visto, varias piezas del mobiliario del santuario del Antiguo Testamento rán en el templo milenario. No obstante, el altar
de bronce de los sacrificios sí volverá a estar presente. Hay al menos cuatro profecías del Antiguo
Testamento que hablan de sacrificios de animales
en el templo milenario: Isaías 55:6, 7; 60:7;
Zacarías 14:16-21; Jeremías 33:18. Pero, ¿por qué
estos sacrificios de animales en la edad de oro del
milenio?
A fin de poder responder debemos intentar proyectamos a nosotros mismos dentro de este fabuloso tiempo futuro. En este período no habrá
pecado, dolor, sufrimiento, enfermedad. Satanás ni
separación; incluso el vocabulario será diferente en
el milenio. Por ejemplo, hoy día la sociedad respetable y decente evita el uso de palabras sucias,
y ¡así debe ser! Esta será también sin duda la práctica durante el milenio. ¿Cómo se cambiarán estas palabras? Citamos a continuación algunas de
las palabras que no se usarán durante el reinado
de mil años: temor, dolor, cárcel, odio, drogas. Estos términos son parte tan inherente de nuestra sociedad pecaminosa que es totalmente imposible
evitarlas o ignorarlas. Al punto que queremos llegar es éste: durante el milenio nacerán millones de
niños que serán criados por padres israelitas y gentiles redimidos que sobrevivieron a la tribulación.
Sin embargo, a pesar de vivir en un medio perfecto, estos «hijos del reino» también necesitarán el
nuevo nacimiento. Como hijos de Adán ellos, al
igual que todos los demás, también precisarán salvación eterna (Ro. 3:23; Jn. 3:3). Pero, ¿cómo pueden ser alcanzados estos niños? ¿Qué lecciones
objetivas se pueden usar?
Aquí tenemos a una generación que va a crecer sin conocer el temor, sin experimentar el dolor, sin contemplar el odio, sin usar drogas y sin
ver una cárcel.
Esta es una razón para restituir el sistema de
sacrificios durante el milenio. Funcionarán como:
1. Un recordatorio de la necesidad del nuevo nacimiento.
2. Una lección objetiva del costo de la salvación. '
3. Un ejemplo de lo terrible que es el pecado.
4. Una ilustración de la santidad de Dios.
I. Su oficina.
1. Asuntos generales, tales como pesas y medidas estándares, impuestos del templo, etc.
(45:9-16).
2. Asuntos específicos, tales como repartición de
tierras (47:13— 48:34). El área total de esta tierra es aproximadamente del tamaño de la que
Dios le prometió a Abraham. (Véase Gn.
15:18-21.)
J. Su río (47:1-12).
1. La fuente del río: procede de debajo del templo (47:1).
2. El curso del río: fluye hacia el oriente y después al sur por el desierto y el río Jordán hacia
el mar Muerto, donde sus aguas dulces van a
purificar aquellas aguas sin vida (47:2, 6 , 12).
3. La fuerza del río: al principio llegaba a los tobillos de Ezequiel, después a sus rodillas, a continuación a su cintura, y finalmente tuvo que
nadar sin conocer su profundidad (47:3-5).
K. Su nube de gloria (43:1-5).
L. Su ciudad.
1. Jerusalén se convertirá en el centro de adoración mundial y ocupará un lugar elevado (Zac.
14:10). (Véase también Is. 2:2, 3.
2. La ciudad tendrá una circunferencia de 6 millas (9,5 km) (Ez. 48:35). En el tiempo de Cristo tenía cerca de 4 millas (unos 6,5 km).
3. La ciudad será llamada «Jehová-sama», que
significa «Jehová está allí» (Ez. 48:35)