LA ETAPA DEL EXODO, "V" Israel en Cades-bernea Nm13-14

V. Israel en Cades-barnea (Nm. 13— 14). 

A. La exploración. 
Dios instruyó a Moisés para que enviara a un líder de cada una de las doce tribus para que exploraran la tierra de Canaán. Entre ellos estaban Josué, de la tribu de Efraín, y Caleb, de Judá. Al leer Números 13 sacamos la impresión de que esta decisión de enviar espías primero era una indicación de la perfecta voluntad de Dios, pero Moisés añade más información en Deuteronomio 1:19-24 que nos ayuda a ver lodo el trasfondo. «Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar» (Di. 1:22). Esto parece indicar que el origen de la idea espiar la tierra primero procedió del hombre y no de Dios. 

B. La lamentación. 
Después de explorar durante cuarenta días la tierra, los doce regresaron con la siguiente información: 
1. El informe de la mayoría, compuesto de los líderes de diez de las tribus: «No podremos poseer la tierra» (13:32, 33). 
2. El informe de la minoría, representada por Josué y Caleb: «... subamos luego y tomemos posesión de ella...» (Nm. 13:30). 
3. El voto del pueblo: «¡No subiremos!» (14:1- 3). Este triste episodio fue la décima ocasión en que Israel se rebeló contra Dios. Él, con grandes demostraciones de amor y de poder, los había liberado de la esclavitud, para después encontrarse diez veces con la rebelión del pueblo contra el (14:22). Estas diez ocasiones son: 
a. En el mar Rojo (Ex. 14:11, 12). 
b. En Mara (Ex. 15:24). 
c. En el desierto de Sin (Ex. 16:2, 3). 
d. En Refidim (Ex. 17:1-3). 
e. En el Sinaí (Ex. 32:1-6). 
f. En el camino a Cades (tres ocasiones, Nm. 11:1-3.4-9. 31-34). 
g. En Cades (dos veces. Nm. 14:1-4. 10). 

C. La condenación. 
Dios determinó que ninguno de veinte años para arriba entraría en la tierra prometida. «Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día: y conoceréis mi castigo» (Nm. 14:34). Durante las siguientes cuatro décadas, Israel se consumiría en el desierto, hasta que la última persona de veinte años para arriba fuera enterrada. El doctor Leon Wood hace la siguiente observación: «Suponiendo que fueran 1.200.000 personas las que tuvieran que morir (600.000 hombres y otras tantas mujeres) en 14.508 días (treinta y ocho años y medio), nos da una cantidad de ochenta y cinco por día. Suponiendo doce horas diarias dedicadas a los funerales, nos da un promedio de siete funerales por hora durante treinta y ocho años y medio. Fue aquello un recordatorio constante del castigo divino.» (A Survey of Israel History, p. 159.) De manera que este triste período de Cades termina de esta manera: «Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová. Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra» (Nm. 14:36-38). 

3. Hay salvación durante el periodo de Tribulación?

 

3. Hay salvación durante el periodo de Tribulación?

¿Durante ese período se podrán salvar personas?

En primer lugar si eso fuera verdad, tendríamos que cambiar la forma de predicar el evangelio, porque la oferta de salvación es para hoy, no para mañana. Tendríamos que decir, salvase hoy, o si no después durante la Gran Tribulación. Pero muy bien sabemos que no existe ninguna promesa de salvación para el día de mañana.

De igual forma como recurrimos a los juicios anteriores para demostrar que el proceder de Dios es poner primeramente a salvo a los creyentes, y luego vino el juicio, así fue durante el Diluvio y en el juicio sobre Sodoma y Gomorra, de igual forma podemos apreciar que para el juicio universal del Diluvio, una vez que Dios cerró la puerta del arca, nadie la abrió, aunque el diluvio no comenzó sino hasta después de 7 días.

Este es el mismo principio que podemos apreciar en la parábola de las 10 vírgenes que hace una referencia clara a la 2ª venida del Señor. A medianoche se oyó un clamor:

¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Y únicamente las que estaban preparadas salieron a recibirle, porque las que no tenían aceite, en ese momento, cuando ya era demasiado tarde, salieron a buscar ese vital elemento. Vino el esposo, y ellas ni tan siquiera lo vieron, cuando regresaron se dieron cuenta de que el Señor había venido, porque las vírgenes que tenían el aceite se habían ido y la puerta estaba cerrada.

No cabe la menor duda que éstas que quedaron afuera, no eran creyentes verdaderas, éstas están representando a la falsa cristiandad que se encuentra infiltrada en las iglesias, pero ni aún ellas tendrán una segunda oportunidad, porque cuando hallaron la puerta cerrada clamaron a gran voz:

Señor, Señor ábrenos. Y desde el otro lado él les dirá: Apartaos, no os conozco. No les dice, esperad y perseverar hasta el fin y vosotros también seréis salvas ¡No! no existe una segunda oportunidadCuando el Señor cierra la puerta no habrá más oferta de salvación para ellos. Y esta puerta se cerrará el día que Cristo vuelva y se lleve su iglesia.

Esto es lo mismo que les dirá inclusive a los líderes religiosos que nunca fueron verdaderos creyentes, sino que sirvieron por ganancia deshonesta, o por ser visto y admirado por los hombres como lo asegura en Mateo. Capitulo. 7 verso 22:

«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».

Ni aun a esta clase de personas, que «creyeron» estar sirviendo al Señor, pero que nunca habían nacido de nuevo, ni aun a ellos les dirá:

«Esperaos y perseverad hasta el fin de la tribulación y seréis salvo». ¡No!, porque la respuesta clara y precisa que recibirán, será: Apartaos de mí, nunca os conocí.

Cuando el Señor cierra la puerta de la salvación, nadie la podrá volver a abrir. Entonces:

¿Quiénes son estos escogidos que menciona aquí en Mateo 24:22?

«Más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados». No cabe la menor duda que se refiere a personas que serán salvas durante esta gran tribulación. A las mismas que les hace la promesa del versículo 13 «Más el que persevere hasta el fin, este será salvo».

Para comprender esto debemos repasar lo que Dios dice en Romanos 11 cuando habla del remanente fiel de Israel y su elección cual nación, como pueblo escogido de Dios. Dice en Romanos 11:25 «ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, HASTA que haya entrado la plenitud de los gentiles, y luego todo Israel será salvo».

En este capítulo 11 está haciendo una amonestación a los gentiles por menospreciar al pueblo escogido, Israel. Y se les dice en el versículo 25 que ya leímos, que cuando todos los gentiles que se habrán de salvar, entren a formar parte de la iglesia universal que Cristo vendrá a buscar, cuando haya llegado la plenitud de los gentiles, cuando todos los gentiles que se habrán de salvar estén en la iglesia del Señor, entonces Dios volverá en tratos con la nación de Israel, y ellos, los judíos, serán salvos.

Estos son los escogidos que hace referencia Mateo 24 cuando está hablando de la gran tribulación.

Si el número de los salvados gentiles quedará completo cuando Cristo venga a buscar su iglesia antes de la gran tribulación, resulta obvio que no se podrán salvar gentiles después del arrebatamiento. Alguno se podrá estar preguntando:

¿Entonces, porqué dice en Apocalipsis 7 verso 9 que esa gran multitud que vestían ropas blancas, y como aclara el versículo 14 son los que han salido de la gran tribulación, dice que son de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas?

La explicación es muy simple, la Biblia debe interpretarse en completa armonía con todo lo que Dios ha revelado allí.

Y si Dios nos ha dicho en Mateo capitulo 7, Mateo 25 y en Romanos 11 que no se salvarán gentiles después del arrebatamiento, después que el número de gentiles haya llegado a su plenitud, no podríamos suponer que a Dios se le hayan olvidado algunos gentiles y los hubiera dejado aquí, porque eso además significaría, que aún el número de salvados gentiles todavía no habría llegado a su plenitud. Pero en la Biblia no existen contradicciones, cuando dice que el número de gentiles llegó a su plenitud, significa exactamente eso, que no habrá más gentiles que se salven después del arrebatamiento.

Los que se salvarán por perseverar hasta el fin durante la gran tribulación y que vendrán de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, son los judíos que se encuentran dispersos por todo el mundo, en todas las naciones y pueblos, serán de todas las 12 tribus de Israel y que hoy se hallan diseminados en distintos países, hablando diferentes idiomas.

Por este motivo Dios le señaló a Daniel, cuando le reveló las 70 semanas de años en el cap. 9 que eso sería lo que acontecería a su pueblo, es decir, al pueblo de Daniel, vale decir, Israel. Verso 24 «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad».

Y bien sabemos que la 70ª semana es la que corresponde a la gran tribulación. Dice en Daniel. 9:27 «Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador».

Mateo 24 también está refiriéndose a este período, dice en el versículo 15 «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)». Es decir, al período relacionado con el pueblo, de Daniel, Israel. Por lo demás, el lugar santo que hace alusión en este versículo, indudablemente es el templo que Israel levantará durante el tiempo de la gran tribulación que será en el cual se sentará el anticristo y exigirá adoración como dios.

Todos estos acontecimientos se desarrollarán en función a su pueblo escogido, Israel. Durante este tiempo de la gran tribulación es que saldrán los 144.000, doce mil de cada tribu, a predicar a todos los judíos que se hallan dispersos por el mundo entero.

Estos son judíos, 12 mil de cada una de las 12 tribus de Israel, como lo dice en Apocalipsis 7 y capitulo 14. Y cuando estos hayan terminado de predicar el evangelio del reino por todo el mundo, entonces vendrá el fin.

El fin de la gran tribulación, que concluirá con la venida en gloria del Señor, cuando se muestre como el relámpago desde el oriente hasta el occidente, entonces todo ojo le verá y pondrá sus pies en el monte de los Olivos como lo asegura en Zacarías 14:4.

También hemos de considerar que el mensaje que estos judíos entregarán a los de su nación que se hallan dispersos por el mundo, será el evangelio del reino, como lo señala en Mateo 24:14 «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».

La iglesia predica el evangelio de la gracia, no el evangelio del reino. Ellos predicarán que el que persevere hasta el fin de ese período, será salvo.

Nosotros predicamos que el que creyere será salvo, y que la salvación es por fe, no por obras, porque aunque nosotros seamos infieles, el Señor permanece fiel a nosotros.

En Mateo 24: 22 también señala que por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Serán acortados, porque aunque serán días de juicios de Dios, no se extenderán más allá de 7 años, a diferencia de los 2 mil años que ha durado el día de la gracia.

Que gran diferencia establece Dios, para mostrar su gracia y misericordia, ha extendido el día de la gracia por 2 mil años. Para mostrar sus juicios y su ira, lo hará en solo 7 años.

Este período de 7 años será dividido en dos partes, como lo señala Dios en su Palabra.

En la 1ª parte, de 3 años y medio, se presentará el falso Cristo, el anticristo y hará pacto con la nación de Israel, engañando al pueblo judío. Gobernará en el mundo ofreciendo una falsa paz, será una falsificación del milenio, presentándose como un gran líder político, económico y religioso, controlará todo el mercado mundial, a tal punto que nadie podrá comprar ni vender sin su autorización.

Conseguirá una aparente prosperidad terrenal y logrará engañar a muchos. Pero cuando haya consolidado su gobierno dictatorial, se manifestará en toda su crudeza y brutalidad.

A los 3 años y medio abandonará su apariencia de cordero, para manifestarse como el anticristo, pero ahora sin su disfraz, tal como lo que será, un cruel dictador mundial que exigirá aún la adoración como dios, para lo cual se hará una imagen suya la que todos deberán adorar. Quebrantará el pacto que hará con los judíos y se sentará en el templo de ellos, exigiendo adoración como dios.

Este es el tiempo que señala Dios en Ap. 11 verso 1 en adelante: «Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa 42 meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen por 1.260 días».

42 meses corresponden a 3 años y medio. Lo mismo que 1.260 días, considerando el año profético de 360 días, que era la forma que los antiguos medían el año de acuerdo a los 360 grados de la circunferencia.

Sabemos que este período de la gran tribulación durará exactamente 7 años, porque Dios así lo afirma a través de la última semana de años que menciona en Daniel 9:27 y que dice que a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio del templo, quebrantando el pacto que hará con Israel.

La mitad de esta semana de años, corresponde a los 42 meses, y a los 1.260 días que menciona en Apocalipsis 11 versos 2 y 3 Y también en Apocalipsis 12 verso 14 que habla de «un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo» Que en este mismo cap. 12 aclara en el versículo 6 que corresponde a 1.260 días, que es la misma expresión que encontramos en Daniel 12:7 «tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo».

Significando la palabra tiempo en singular, un año, tiempos en plural, dos años, y lógicamente la mitad de un tiempo, la mitad de un año, y la suma de ellos nos lleva a la cifra de 3 años y medio, que como lo aclara en los versículos que menciona en estos mismos capítulos, corresponden a los 1.260 días que son 3 años y medio. Por lo tanto, no nos cabe la menor duda que este período de la gran tribulación, durará exactamente 7 años como lo indicó Dios.


LA ETAPA DEL EXODO IV.Israel desde el Sinaí a Cades-bernea Nm10;11 y 12;16

IV. Israel, desde el Sinaí a Cades-barnea (Nm. 10:11— 12:16). 
Esta era una distancia de unas 150 millas (unos 240 km). 

 A. En ruta hacia Cades (10:11— 12:16). 

1. Un cuñiado renuente. Moisés intenta conseguir los servicios de guía de su cuñado Hobab, pero él rechaza su oferta (10:29-32). 

2. La nube constante (10:34-36). «Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento. Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen. Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel» (Nm. 10:34-36). La distancia entre el monte Sinaí y Cades es de menos de 200 millas (unos 240 km). Moisés registra en Números 33:16-36 como veinte paradas que hicieron entre estos dos lugares. El área del Sinaí está llena de montes y valles ásperos y arenosos. Pero su jomada diaria nunca fue demasiado larga o dificultosa porque «la nube de Jehová iba sobre ellos». 

3. La multitud que murmura (11:4-6). 
a. Una vez más el grupo inconverso de egipcios que les acompañaba provocó al pueblo para que se quejara, y esta vez fue a causa de los alimentos. Notemos sus palabras: «Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos» (11:5, 6). 
b. Dios envía fuego para castigar esta rebelión. El pueblo clama a Moisés, quien de nuevo intercede por ellos y cesa la plaga. 

4. Un profeta enojado (11:10-15). 
a. Moisés llega a la conclusión de que Dios le ha dado una carga demasiado pesada al pedirle que dirija a Israel y solicita ayuda adicional. La desesperación llega a ser tan profunda que Moisés le pide a Dios que le libere de la carga o le quite la vida (v. 15). Elías también años más tarde le pediría a Dios algo similar en un momento de profundo desaliento (cp. 1 R. 19:4). Es trágico que Moisés, en su hora de gran necesidad, no reaccionó como lo hiciera el apóstol Pablo cuando enfrentaba también una carga insoportable. «Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia: porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo» (2 Co. 12:7-9)
b. Dios concedió esta lamentable petición quitando de Moisés algo del poder del Espíritu Santo y distribuyéndolo en parles iguales a los setenta ancianos hebreos escogidos para ayudarle (11:25). 102
(NUMEROS) 
c. Dos de estos hombres, Eldad y Medad, empezaron a profetizar (11:26-29). 

5. Las codornices mortíferas (11:31 -34). Para silenciar la constante queja del pueblo, el Señor envió una inmensa bandada de codornices sobre el campamento, volando muy bajo. Cazaron miles de estas aves y las comieron, pero con la carne envió Dios también una plaga (véase Sal. 106:15). 

6. La hermana que sufre (Nm. 12:1-15). 
a. Aarón y María criticaron a su hermano menor por dos motivos: 
(1) Por causa de su esposa. Podían estar refiriéndose a Séfora, pero es posible que ella ya hubiera muerto y que una mujer cusita fuera su segunda esposa. No se puede precisar por el texto si la crítica era debido a que fuera gentil o al color de su piel (si es que en realidad ella era de distinto color). En cualquier caso, el matrimonio no estaba en contra de la ley que solamente prohibía casarse con cananeas (Gn. 24:37). 
(2) A causa de su fuerte liderazgo. Cuán frecuentemente ha sido cometido este pecado desde entonces por diáconos y otros líderes en la iglesia local. Aarón y María conocerían muy pronto la verdad del Salmo 105:15: «No toquéis, dijo, a mis ungidos. Ni hagáis mal a mis profetas.» 
b. Dios los reprendió por sus críticas, diciéndoles que Moisés era un siervo muy especial para él. 
c. María, la originadora del problema, enferma repentinamente de lepra. Aarón ruega sea perdonada y pide a Moisés que interceda con Dios para que María sea restaurada. 
d. Moisés lo hace y después de un período de siete días es sanada y restaurada a la comunión del pueblo.