Antiguo Testamento Vs. Nuevo Testamento ¿Cuáles son las diferencias

Antiguo Testamento Vs. Nuevo Testamento ¿Cuáles son las diferencias?

Pregunta Cristiana: “Antiguo Testamento Vs. Nuevo Testamento ¿Cuáles son las diferencias?”
Respuesta: El Antiguo Testamento establece los cimientos para las enseñanzas y eventos que se encuentran en el Nuevo Testamento. La Biblia es una revelación progresiva. Si te saltas la primera mitad de cualquier buen libro y tratas de terminarlo, tendrás dificultad para entender los personajes, la trama y el final. De la misma manera, el Nuevo Testamento solo es plenamente comprendido cuando es visto como un cumplimiento de los eventos, personajes, leyes, sistema sacrificial, pactos y promesas del Antiguo Testamento.

Si solo tuviéramos el Nuevo Testamento, vendríamos a los Evangelios, y no sabríamos por qué los judíos estaban buscando al Mesías (un Rey Salvador). Sin el Antiguo Testamento, no comprenderíamos porqué este Mesías vendría (ver Isaías 53) y no seríamos capaces de identificar a Jesús de Nazaret como el Mesías a través de las muchas detalladas profecías que fueron dadas concernientes a Él; por ejemplo, Su lugar de nacimiento (Miqueas 5:2); La manera en que moriría (Salmos 22, especialmente vv. 1, 7-8, 14-18; Salmos 69:21, etc.). Su resurrección (Salmos 16:10), y muchos más detalles sobre Su ministerio (Isaías 52:13; 9:2, etc.).

Sin el Antiguo Testamento, no entenderíamos las costumbres judías que son mencionadas en pasajes del Nuevo Testamento. No entenderíamos las perversiones que hicieron los fariseos a la ley de Dios, al añadirle sus tradiciones. No entenderíamos porqué Jesús estaba tan enfadado mientras Él limpiaba el patio del templo. No entenderíamos que podemos usar la misma sabiduría que usó Jesucristo en Sus muchas respuestas a Sus adversarios (tanto humanos como demoníacos).

De manera similar, los Evangelios y los Hechos de los apóstoles en el Nuevo Testamento, registran el cumplimiento de muchas profecías que fueron escritas cientos de años antes en el Antiguo Testamento. Muchas de éstas, relatan la primera venida del Mesías. En las circunstancias del nacimiento, vida, milagros, muerte y resurrección de Jesucristo como se encuentra en los Evangelios, vemos el cumplimiento de profecías del Antiguo Testamento relacionadas con la primera venida del Mesías. Son estos detalles los que validan la declaración de Jesús de ser Él el Cristo prometido. Y aún las profecías del Nuevo Testamento (muchas de las cuales están en el libro de Apocalipsis), están erigidas sobre antiguas profecías que se encuentran en los libros del Antiguo Testamento. Estas profecías del Nuevo Testamento, relatan los eventos que rodean la segunda venida de Cristo. Aproximadamente dos de cada tres versos en el Apocalipsis, están basados en versos del Antiguo Testamento.

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, contienen numerosas lecciones para nosotros a través de las vidas de sus muchos personajes falibles, quienes poseían la misma naturaleza que nosotros en la actualidad. Observando sus vidas podemos ser animados a confiar en Dios sin importar lo que suceda (Daniel 3), y a no comprometernos en las cosas pequeñas (Daniel 1), para que seamos fieles más tarde ante las cosas grandes (Daniel 6). Podemos aprender que es mejor confesar el pecado pronta y sinceramente, en lugar de pasar la culpa a otros (1 Samuel 15). Podemos aprender a no jugar con el pecado, porque nos encontrará desprevenidos y su mordida resulta mortal (Ver Jueces 13-16).

Podemos aprender que necesitamos confiar y obedecer a Dios, si esperamos experimentar Su vivir en “la tierra prometida” en esta vida y Su paraíso en la próxima (Números 13). Aprendemos que si consideramos el pecado, solo nos estamos exponiendo a cometerlo (Génesis 3; Josué 6-7). Aprendemos que el pecado tiene consecuencias, no solo para nosotros mismos, sino para nuestros seres amados y a la inversa, que nuestro buen comportamiento tiene recompensas no solo para nosotros sino también para aquellos que están a nuestro alrededor (Génesis 3; Éxodo 20:5-6). En el Nuevo Testamento, tenemos el ejemplo de Pedro para aprender – a no atrevernos a confiar en nuestra propia fuerza o FRACASAREMOS (Mateo 26:33-41). En las palabras del ladrón en la cruz, vemos que es a través de una fe sencilla y sincera, que somos salvados de nuestro pecado (Lucas 23:39-43). También vemos en el Nuevo Testamento, cómo debe ser una iglesia viva (Hechos 2:41-47; 13:1-3, etc.)

Así mismo, como la revelación de la Escritura es progresiva, el Nuevo Testamento trae a la luz enseñanzas de las que solo se aludían en el Antiguo Testamento. El libro de Hebreos describe cómo Jesús es el verdadero Sumo Sacerdote, y Su sacrificio único reemplaza todos los sacrificios anteriores que fueron solo semejanzas de ese sacrificio. El Antiguo Testamento expone la Ley, compuesta de dos partes: los mandamientos y las bendiciones/maldiciones que provienen de la obediencia o desobediencia de esos mandamientos. El Nuevo Testamento clarifica que Dios dio esos mandamientos para mostrar al hombre su necesidad de salvación y nunca se pretendió que fueran un medio para la salvación (Romanos 3:19).

El Antiguo Testamento describe el sistema sacrificial que Dios dio a los israelitas para cubrir temporalmente sus pecados. El Nuevo Testamento clarifica que este sistema era solo una alusión al sacrificio de Cristo, únicamente a través del cual se encuentra la salvación (Hechos 4:12; Hebreos 10:4-10). El Antiguo Testamento vio el paraíso perdido; el Nuevo Testamento muestra cómo el paraíso fue recobrado para la raza humana, a través del segundo Adán (Cristo) y cómo un día será restaurado. El Antiguo Testamento declara que el hombre fue separado de Dios a causa del pecado (Génesis 3), y el Nuevo Testamento declara que ahora el hombre puede ser restaurado a su relación con Dios (Romanos 3-6). El Antiguo Testamento predijo la vida del Mesías. Los Evangelios registran principalmente la vida de Jesús, y la Epístolas interpretan Su vida y cómo debemos responder a todo lo que Él ha hecho y hará.

Nuevamente, mientras que el Nuevo Testamento es la “aclaración” del cuadro, el Antiguo Testamento no es menos importante. Además de contener los cimientos para el Nuevo Testamento, sin el Antiguo Testamento no tendríamos una base para sostenernos contra el error de las perversiones políticamente correctas de nuestra sociedad, en la que la evolución es vista como creadora de todas las especies a través de millones de años (en lugar de ser ellas el resultado de la creación especial de Dios en seis días literales). Aceptaríamos la mentira de que los matrimonios y la unidad familiar son una estructura evolutiva que debe continuar cambiando ante los cambios sociales, en vez de ser vista como un diseño de Dios con el propósito de criar buenos hijos y para la protección de aquellos que de otra manera serían utilizados y abusados (más frecuentemente las mujeres y los niños).

De la misma manera, sin el Antiguo Testamento, no entenderíamos las promesas que Dios cumplirá en un futuro en la nación judía. Como resultado, no veríamos propiamente que el período de la Tribulación es un lapso de siete años en el cual Él trabajará específicamente con la nación judía que lo rechazó en Su primera venida, pero que lo recibirá en Su segunda venida. No entenderíamos cómo el futuro reinado de Cristo de 1,000 años, encaja en Sus promesas a los judíos, ni cómo los gentiles encajarían en él. Tampoco veríamos cómo el final de la Biblia ata los cabos sueltos que no fueron revelados en el principio de la Biblia, cómo Dios restaurará el paraíso que Él originalmente creó para que fuera este mundo, y cómo disfrutaremos de un íntimo compañerismo con Él de una manera personal como en el Huerto del Edén.

En resumen, el Antiguo Testamento proporciona los cimientos, y fue hecho para preparar a los israelitas para la venida del Mesías quien se sacrificaría a Sí Mismo por sus pecados (así como por los pecados del mundo entero). El Nuevo Testamento comparte la vida de Jesucristo y luego mira hacia atrás a lo que Él hizo y cómo debemos responder a Su regalo de vida eterna y vivir nuestras vidas en gratitud por todo lo que Él ha hecho por nosotros (Romanos 12). Ambos testamentos revelan al mismo santo, misericordioso y justo Dios, quien debe condenar el pecado, pero que desea atraer hacia Él a la raza humana caída de pecadores mediante el perdón, solo posible a través del sacrificio expiatorio de Cristo como pago por el pecado. En ambos testamentos, Dios se revela a nosotros y la manera en que debemos venir a Él a través de Jesucristo. Y en ambos testamentos, encontramos que todos necesitamos una vida piadosa y la vida eterna (2 Timoteo 3:15-17).

¿Fue el diluvio de Noé global o local?

¿Fue el diluvio de Noé global o local?
Pregunta Cristiana: “¿Fue el diluvio de Noé global o local?”
Respuesta: Cuando uno examina los pasajes bíblicos, está claro que el diluvio fue global. Génesis 7:11 dice que “…aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas.” Viendo lo que dice Génesis 1:6-7 y 2:6 parece ser que el medio ambiente antes del diluvio era muy diferente de lo que experimentamos ahora. Basándonos en estas y otras descripciones bíblicas, así como en el registro de fósiles y descubrimientos geológicos actuales, es razonable especular que en un tiempo, la tierra estaba cubierta con una especie de bóveda de agua. Esta bóveda pudo haber estado compuesta de vapor o pudo haber constado de anillos, algo así como los anillos de hielo de Saturno. Esto, en combinación con un aumento en las corrientes de agua subterránea, pudieron haber sido ambas vaciadas sobre la tierra (Génesis 2:6) y eso habría resultado en una inundación global.

Los versos que más claramente enseñan los alcances del diluvio están en Génesis 7:19-23 “Y las aguas subieron mucho sobre la tierra, y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió. Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo, y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.”

En el pasaje anterior no solo se encuentra la palabra “todo” repetidamente, sino también se encuentran frases como “y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos fueron cubiertos.” “Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.” (lo suficiente para permitir que el arca pasara sobre ellos sin problema), “Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.”, etc. Si estas descripciones no describen una inundación universal que cubrió toda la tierra, no se cómo podría Dios hacerlo más claro. Además, si el diluvio hubiera sido solamente local, ¿por qué Dios instruyó a Noé para que construyera el arca, en vez de solo hacer que los animales emigraran y decirle a Noé que hiciera lo mismo? ¿Y por qué Él instruyó a Noé para construir un arca lo suficientemente grande para albergar a todas las diferentes clases de animales terrestres que se encuentran actualmente en la tierra? Sabemos que aún los dinosaurios nacen pequeños, y no habría sido necesario que Noé llevara animales ya crecidos dentro del arca.

Dios ordenó a Noé que pusiera dos de cada animal terrestre (los animales acuáticos fueron excluidos) dentro del arca (Génesis 6:19-22) con la excepción de los animales ceremonialmente limpios y de todas las aves, de las cuales el tendría siete — de cada clase en el arca (Génesis 7:2-3).

Pedro también describe la universalidad del diluvio en 2 Pedro 3:6-7 en donde él declara: “Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” En estos versos, Pedro compara el venidero juicio “universal” con el diluvio en los tiempos de Noé, y dice que el mundo que existía entonces, fue anegado en agua. Así mismo, la promesa hecha por Dios (Génesis 8:21, 9:11, 15) de nunca más enviar un diluvio como ese, hubiera sido rota repetidamente si solo se hubiera tratado de una inundación local. Más aún, todos los hombres que existen en el mundo actual, se dice que descienden de los tres hijos de Noé (Génesis 9:1, 19) y muchos escritores bíblicos posteriores aceptaron la historicidad de un diluvio universal (Isaías 54:9; 1 Pedro 3:20; 2 Pedro 2:5; Hebreos 11:7). Por último, el Señor Jesucristo creyó también la universalidad del diluvio y lo tomó como una ilustración de la destrucción venidera del mundo cuando Él regrese (Mateo 24:37.39; Lucas 17:26, 27).

Hay muchas evidencias extra-bíblicas que apuntan a una catástrofe mundial describiéndola como una inundación global. La variedad de fósiles encontrados en cada continente, las grandes cantidades de depósitos de carbón que habrían requerido la rápida cobertura de grandes cantidades de vegetación, el hecho de que se han encontrado fósiles oceánicos en las cimas de las montañas alrededor del mundo; las más de 270 historias sobre el diluvio en todas partes del mundo, y la gran extensión de formaciones geológicas que muestran grandes yacimientos de depósitos de sedimentos (incluyendo las encontradas en el Gran Cañón) todo ello conduce a acreditar la ocurrencia de un diluvio global.

LA ETAPA PATRIARCAL "I Abraham Gn 12-24

Hola hermanos míos como es debido antes de comenzar debemos hacer una oración antes del estudio y pedir la dirección del Espíritu Santo. Siendo así muchas gracias por su tiempo y espero sea de bendición saber como nos habla la historia y como trata en las vidas de sus hijos nuestro Dios. y Padre Celestial.

LA ETAPA PATRIARCAL 
Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50) resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división de capítulos:
Génesis 12—24: La historia de Abraham 
Génesis 24— 27: La historia de Isaac 
Génesis 28—36: La historia de Jacob 
Génesis 37—50: La historia de José 

L A   E T A P A   P A T R IA R C A L   G É N E S IS 


 I. Abraham (Gn. 12—24). 

L A   E T A P A   P A T R IA R C A L   G É N E S IS  

I. Abraham (Gn. 12—24). 
A. Su conversión (Hch. 7:2). 
«El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia....» 1. Abraham nació alrededor del año 2166 a.C. No sabemos nada acerca de la primera parle de su vida ni de cómo llegó a conocer a Dios. Se ha especulado que quizá Job, Sem o Melquisedec le enseñaron el camino de la salvación. La importancia de su vida no puede subestimarse. Es mencionado 308 veces en la Biblia: 234 veces en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo Testamento. Estas referencias se dan en 27 libros bíblicos: 16 del Antiguo Testamento y 11 del Nuevo Testamento. Él fue la razón por la que el reino del Sur se mantuvo durante tanto tiempo. (Véase 2 R. 13:23.) 
El libro del Génesis abarca un período de 2.350 años. Los primeros 11 capítulos que describen la creación del universo, la caída, el diluvio y la torre de Babel, cubren un periodo de 2.000 años. Los restantes 39 capítulos se centran y se ocupan de Abraham y su simiente. abarcando unos 350 años.

LA ETAPA PATRIARCAL  Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50) resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división de capítulos: 
Génesis 12—24: La historia de Abraham 
Génesis 24— 27: La historia de Isaac 
Génesis 28—36: La historia de Jacob 
Génesis 37—50: La historia de José 
Dios nos da más detalles acerca de Abraham que acerca del origen del universo.

2. Abraham nació y se crió en la ciudad de Ur de los Caldeos. Era una ciudad portuaria del golfo Pérsico, en la desembocadura del río Éufrates, como a unas 12 millas (unos 19 km) del lugar donde se piensa estuvo el jardín de Edén. Desde antes de Abraham era una de las grandes ciudades de aquel tiempo: un centro agrícola importante, de manufacturación de productos y de comercio, en una tierra de gran fertilidad y riqueza, con caravanas viajando en todas las direcciones a tierras lejanas y barcos transportando desde el puerto de Ur cargamentos de cobre y otros productos por todo el golfo Pérsico. Los escépticos dudaron por años de la existencia real de Ur, pero durante los años de 1922 a 1934. C.T. Wooley, del Museo Británico. exploró a fondo los secretos de estas ruinas. El edificio más sobresaliente en los días de Abraham era el gran zigurat, la torre del templo, que probablemente era como una réplica de la torre de Babel. Esta torre, edificada de ladrillo macizo, era rectangular en su base, con distintas gradas o terrazas sobreponiéndose una sobre otra en forma piramidal. Cada terraza estaba adornada con árboles y arbustos. La ciudad tenía dos templos principales, uno dedicado a Nannar, el dios-luna, y otro a su esposa Ningal. (La información concerniente a Ur fue obtenida en parte del Compendio manual de la Biblia de H.H. Halley, pp. 86, 87. Editorial Portavoz.) 



B. Su llamamiento (Gn. 11:31; 12:1; Jos. 24:3: Hch. 7:2). 
Abraham tenía que dejar Ur y la casa de sus padres para marchar a una tierra que Dios le mostraría. 

C. Su misión era séptuplo (Gn. 12:2. 3; Hch. 7:3): 
1. Haré de ti una nación grande. 
2. Te bendeciré. 
3. Engrandeceré tu nombre. 
4. Serás bendición. 
5. Bendeciré a los que te bendijeren. 
6. A los que te maldijeren maldeciré. (Véase el libro de Ester.) 7. Serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (Esto es una referencia a Cristo, véase Mt. 1: 1.) 

D. Su cautela (Gn. 11:31.32). 
Dios le había dicho a Abram que dejara la casa de su padre y saliera para Canaán. El desobedeció en ambas cosas, pues tomó consigo a su padre y se quedó atascado en Harán. Harán era el último lugar de vida civilizada antes de adentrarse en el vasto desierto arábigo. La ciudad estaba a unas 700 millas (unos 1.120 km) al noroeste de Ur y como a 60 millas (96 km) del río Éufrates. Estaba ubicada en una de las grandes rutas de caravanas que unían las ciudades del oriente con Damasco y Egipto. Era considerado como un lugar estratégico. En esta ciudad se adoraba al dios y diosa-luna como en Ur. Abram pudo haberse sentido satisfecho estableciéndose permanentemente en Harán, pero una vez más Dios aparece en la escena. Muere Taré, el padre de Abram, y seguidamente éste reemprende el camino. El nombre Taré significa «demora». Sólo Dios conoce la multitud de cristianos que han salido de Ur camino de Canaán, para quedarse atascados en Harán. E. Su Canaán (Gn. 12:4-9). 
1. Entró en la tierra prometida y estableció su campamento cerca de Siquem, a unas 30 millas (unos 48 km) al norte de Jerusalén 
2. Dios se le apareció de nuevo. Debemos notar que cuando estaba en Ur el Señor sólo le había prometido mostrarle la tierra, pero ahora añade las palabras: «A tu descendencia daré esta tierra.» (Cp. 12:1 con 12:7.) 
3. Abraham edificó aquí el primer altar. 
4. Después se trasladó a Betel, un lugar que significa «casa de Dios» y que más tarde llegaría a ser un lugar muy sagrado en Canaán. (Véanse Gn. 28:1-22; 35:7.) En Betel edificó su segundo altar al Señor. 

F. Su sensualidad (Gn. 12:10-20). 
1. Después de un breve plazo apareció el hambre en la tierra. Hasta este momento Abram había obedecido a Dios y había vivido victoriosamente en la tierra prometida, pero ahora aparece la tentación de Satanás. Hubo hambre en la tierra. 
2. Dejó Palestina y marchó a Egipto. Esta es la primera mención de Egipto en las Escrituras. Egipto aparece en la Biblia como un tipo del mundo, un ejemplo de dependencia de la ayuda o de los recursos humanos en vez de confianza en Dios. Como el Señor mismo una vez avisó: «¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes: y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!» (Is. 31:1). El cristiano, por tanto, «va a Egipto», espiritualmente hablando, cuando depende de algo o de alguien en vez de hacerlo de Dios. (Lea cuidadosamente Pr. 3:5. 6: 2:6. 8: Mt. 6:31- 33.) 3. Faraón quiso tomar a Sara y hacerla su mujer pero Dios se lo impidió, enterándose más tarde de la mentira de Abram. El enojado rey regañó acertadamente a Abram por su actitud equivocada. Después de este tiempo de frustración. peligros y humillación. Abraham retornó a Palestina, de donde no debió haber salido. Notemos los resultados trágicos de su desobediencia:
a. Entristeció a Dios. El pecado de Abram, y nuestros pecados, siempre entristecen a Dios. (Véanse Sal. 78:40; Ef. 4:30; Sal. 95:10; Mr. 3:5.) 
b. Debilitó su propia fe. Más tarde Abram volvió a caer en la misma falta de mentir por causa de su esposa (véase Gn. 20). Después que hemos pecado una vez, la segunda vez se hace más fácil. 
c. Fue un mal testimonio para su sobrino Lot. Algo de esta mundanalidad de Abram se le pegó a Lot con resultados muy negativos (Gn. 13, 19). 
d. Fue el causante de que Faraón sufriera (véase 12:7). Algunas veces sucede que los no creyentes sufren por causa de los pecados de los cristianos. 
Recordemos cómo Faraón reprendió a Abram. No hay situación más triste en el mundo que cuando los no creyentes reprenden a los cristianos por sus malas acciones. 
e. Tomó a la egipcia Agar como criada de Sara su mujer (Gn. 16:3), y que más tarde se convertiría en su concubina y daría a luz a Ismael, el padre de los pueblos árabes. Los sufrimientos que se dan hoy en ese punto tan conflictivo del mundo, como es el Oriente Medio, son en parte los resultados del pecado de Abram cometido .hace treinta y nueve siglos. 
f. Proveyó de un mal ejemplo para su hijo Isaac. Aunque no había nacido cuando su padre pecó, se enteró más tarde de lo que había sucedido, y también él le falló a Dios mintiendo acerca de su esposa Rebeca (Gn. 26). Nunca lo olvidemos, nuestros pecados siempre afectan a otros. 

G. Su condescendencia (Gn. 13:1-18)
1. Nada más volver a Palestina adoró al Señor otra vez en Betel, justo en el mismo lugar donde dejó las bendiciones de Dios para marchar a Egipto. (Véanse Is. 30:15; Ap. 2:4. 5.) 
2. Los siervos de Abram y su sobrino Lot empezaron a discutir sobre los campos de pasto para el ganado. Abraham quedó preocupado por la disputa y generosamente permitió al más joven que escogiera la tierra que más le gustara. Lot neciamente eligió los campos cercanos a Sodoma. Así dejó la tierra prometida para no volver nunca más. 
3. Dios se apareció por tercera vez a Abram y le reconfirmó que tendría una gran descendencia y que llegaría a poseer la tierra. 

H. Su valor (Gn. 14:1-16)
1. En este capítulo aparece la primera guerra que se registra en la Biblia. La última gran batalla la encontramos en Apocalipsis 19:11-21. Hasta ese momento continuarán las guerras humanas. En las oficinas centrales de la Naciones Unidas en Nueva York están inscritas las palabras de Miqueas 4:3: «... martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» Esto, por supuesto, se cumplirá literalmente un día glorioso, cuando el Príncipe de Paz venga a reinar sobre la tierra. Hasta que esto suceda, tanto Daniel (Dn. 9:26) como Jesús (Mt. 24:6) nos advierten de que habrá guerra continua. La Sociedad de Derecho Internacional establecida en Londres señaló que ha habido solamente 268 años de paz durante los últimos 4.000 años de historia humana, a pesar de que se han firmado más de 8.000 tratados de paz diferentes. Así que hasta que Cristo vuelva, las Naciones Unidas debieron más bien haber usado las atemorizantes palabras de Joel 3:9, 10: «Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Fijad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces....»
 
2. Nueve naciones estuvieron involucradas en esta guerra. Empezó cuando cinco reyes localizados en el área del mar Muerto se rebelaron contra Quedorlaomer, rey de Elam, y sus tres aliados. La confederación de reyes del mar Muerto, que incluía a Sodoma, quedó barrida durante la batalla campal que tuvo lugar. Lot, que se había trasladado a aquella ciudad impía. fue hecho prisionero junto con varios miles más. Dios no se hubiera preocupado por dejar registrada este guerra entre nueve ciudades paganas de no ser por estas cuatro palabras: «Tomaron también a Lot.» Lot todavía pertenecía al Señor. No actuó ciertamente como un hijo de Dios, pues no caminó, habló, ni se comportó como tal, pero Dios conoce a los suyos. (Véanse 2 Ti. 2:19; 2 P. 2:7.) 

3. Abram se enteró de lo sucedido e inmediatamente se movilizó armando a sus 318 siervos que estaban entrenados para pelear. Esta simple acción nos muestra unas cuantas cosas acerca del carácter de Abraham: 
    a. Era un hombre compasivo. Pudo haber dicho: «Se lo tiene merecido» o «él se metió en ello», pero no lo hizo. Abram estaba cumpliendo la verdad que más tarde se escribiría en Mateo 7:1 y Gálatas 6:1. 
    b. Estaba preparado. Abram se mantenía en buena forma física. mental, social y espiritual. Dios no puede usar frecuentemente a un cristiano, no porque no esté limpio, sino porque no está preparado. La Biblia tiene mucho que decir acerca de la preparación (véanse 2 Cr. 12:14; 19:3; 27:6: Mt. 3:3: 
Le. 12:47; 2 Ti. 2:21.) 

4. Después de una marcha forzada durante la noche, Abraham los encontró al norte de Damasco y los derrotó mediante un ataque por sorpresa. 

I. Su comunión (Gn. 14:17-24). 
1. Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaomer se encontró con Melquisedec, rey de Salem (Jerusalén) y sacerdote del Dios Altísimo. ¿Quién era este misterioso sacerdote? Hay tres hipótesis principales sobre su identidad: 
a. Que era Sem. Esta es la tradición hebrea. Si es así, Sem sería la persona más anciana en ese momento. El murió a la edad de 600 años. 
b. Que era Cristo mismo. Los teólogos lo llaman una Cristofonía (una aparición del Salvador en el Antiguo Testamento anterior a Belén). Aquellos que abogan por esta teoría usan He. 7:1-4 para apoyarla. c. Que era sencillamente el primer rey de Jerusalén que se menciona en la Biblia. Melquisedec significa literalmente «rey de justicia», y se piensa que .Salem es el nombre primitivo que se daba a Jerusalén. A Melquisedec se le menciona de nuevo en el Salmo 110, y en el Nuevo Testamento lo encontramos en Hebreos 5:6-10 v 7:1- 22. 
2. Melquisedec sacó para Abram pan y vino y le bendijo. Esta es la primera mención que se hace de pan y vino en la Biblia y habla de la obra futura de Cristo en la cruz. 
3. Esta es también la primera vez que aparece la palabra sacerdote en la Biblia (Gn. 14:18). Es apropiado señalar en este punto cuáles son los tres grandes oficios en el Antiguo Testamento
 Son los oficios de profeta, sacerdote y rey. 
a. El profeta era uno que representaba a Dios ante el hombre (1 R. 19:16). 
b. El sacerdote era aquel que representaba al hombre ante Dios (Lv. 8:12: Sal. 133:2). 
c. El rey era uno que gobernaba sobre el hombre bajo la dirección de Dios (1 S. 10:1; 16:13). En el Nuevo Testamento encontramos que estos tres oficios le corresponden a nuestro Señor Jesucristo. 
a. El fue un profeta (su primer ministerio) (Jn. 1:18: Mt. 21:11; Le. 7:16; Jn. 4:19; He. 1:1,2). 
b. Es un sacerdote (su ministerio presente) (Ro. 8:34; He. 4:14-16; 7:24,25; 1 Jn. 1:1). 
c. Será un rey (su ministerio futuro) (Ap. 19:11-16).' 

4. Después que Melquisedec le bendijo, Abram le dio los diezmos de todo lo que tenía. Algunos creen que la práctica de diezmar (el dar de nuestro dinero a Dios) era algo para ser hecho solamente por el pueblo de Israel que vivía bajo la ley y, por tanto, no tiene nada que ver con nosotros hoy. Pero este no es el caso. Abram diezmaba mucho antes que Israel llegara a ser nación, y como 400 años antes de que la ley fuera dada. En el Nuevo Testamento se nos enseña que no solamente el diezmo, sino todo lo que tenemos le pertenece a Dios. (Véase I Co. 6:19, 20.) Esto incluye nuestro tiempo (Ef. 5:16; Sal. 90:12); nuestros talentos (Ro. 12:6; 1 Co. 7:7; 2 Ti. 1:6); y nuestro dinero (1 Co. 16:1, 2; 2 Co. 9:7). 

5. Abram rechazó la oferta materialista de Bera, el impío rey de Sodoma, de repartirse el botín de guerra.

 J. Su pacto (Gn. 15:1-21). 
1. Dios le habló a Abram en visión, diciéndole: «No temas. Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande» (Gn. 15:1). Aquí leemos por primera vez esas dos pequeñas pero maravillosas palabras que son: «No temas». Abram necesitaba esta reafirmación en este momento, porque como resultado de sus acciones de Génesis 14 algunos vecinos poderosos se habían convertido en sus enemigos. 

2. Abram «recordó« al Señor que él y Sara estaban todavía sin hijos, y sugirió que un joven siervo damasceno llamado Eliezer fuera adoptado como su heredero, pero su propuesta fue denegada. Eliezer sería después usado para ayudar a Abram de otra manera. (Véase Gn. 24:1-4.) 

3. Dios una vez más prometió un hijo a su anciano siervo, añadiendo esta vez las palabras: «... Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia» (15:5). Aquí tenemos otra pequeña prueba de que la Biblia es la Palabra de Dios. Hoy sabemos que hay probablemente tantas estrellas como granos de arena en las playas del mundo; pero en los días de Abram los hombres creían que el número total de estrellas no pasaba de 1.200. 

4. Cuando Dios había terminado de hablar, se nos dice que «Abram creyó a Jehová, y le fue contado por justicia» (15:6). Esta es la primera mención bíblica de tres grandes palabras y cada una de ellas merece nuestra consideración. 
a. Creyó. 
(1) Esto no quiere decir que Abram fue el primer hombre que creyó en Dios, sino que su fe es un modelo para todos los futuros creyentes. (Véanse Ro. 4; Gá. 3:6-9: He. 11:8-10. 17. 19.)
 (2) Tampoco quiere decir que Abram agradó a Dios o que le apaciguó, sino que creyó en él. 

b. Contado. 
Este término se traduce en el Nuevo Testamento por «imputado». Imputar significa añadir a la cuenta de uno. Aparecen tres imputaciones principales en la Biblia.

(1) La imputación del pecado de Adán sobre la raza humana (Ro. 3:23; 5:12). 
(2) La imputación del pecado de la raza humana sobre Cristo (Is. 53:5, 6: He. 2:9; 2 Co. 5:14-21; 1 P. 2:24). 
(3) La imputación de la justicia de Dios a favor de los pecadores que creen (Eil. 3:9: Stg. 2:23; Ro. 4:6. 8. 11, 22-24). 

c. Justicia. Esta palabra, simplemente definida, significa «vestido correctamente». La Biblia nos enseña que todos los pecadores estamos desnudos delante de Dios (Gn. 3:10; He. 4:13; Ap. 3:17). Algunos se dan cuenta de ello e intentan hacerse sus propias vestiduras espirituales, pero Dios los ve como vestidos con trapos de inmundicia (Is. 64:6). Por tanto, cada vez que un pecador se da cuenta de su desnudez y clama por la misericordia de Dios recibe un nuevo vestido. (Véanse 2 Co. 6:7; Ef. 6:14: Ap. 19:7. 8.) 

5. Cuando Abram preguntó cómo podría estar él seguro de que todas estas cosas sucederían, especialmente la promesa relacionada con la tierra. Dios le ordenó que se buscara algunos animales y aves. El doctor Donald Bamhouse escribe lo siguiente en relación a esta pregunta en 15:9: «Esta es la más extraña de las respuestas jamás dadas a una pregunta y con todo era la única respuesta posible. La pregunta era: «¿Cómo puedo saber que poseeré la tierra prometida?» La respuesta es: «¡Tráeme una vaquilla!» Uno podría pensar que estábamos sintonizados con un programa de radio y de pronto, inexplicablemente, aparece otro diferente. La pregunta se formula en un programa de asesoramiento legal y la respuesta viene de la emisora del departamento de agricultura. Pero, como pronto veremos, tanto la becerra como la herencia están unidos en la mente de Dios.» (Génesis, vol. 1.) 

6. Abram se hizo con los animales como se le había encomendado. En nuestra cultura de hoy, cuando dos partes se comprometen a algo, redactan un contrato y ambos lo firman; pero en el tiempo de Abraham era diferente. En aquellos días, cuando dos partes llegaban a un acuerdo, mataban algunos animales, los descuartizaban y arreglaban los pedazos en dos líneas. Entonces ambas partes unían sus manos y solemnemente caminaban juntos por el pasillo entre los pedazos de los animales sacrificados. Al hacerlo así juraban en presencia de la sangre, el sufrimiento y la muerte cumplir con los términos del compromiso. Este es el primero de tres clases de pactos legales que aparecen en la Biblia. Son: 
a. El pacto de sangre (Gn. 15:10; Jer. 34:18, 19). 
b. El pacto de intercambio de un zapato (Rut 4:7, 8). 
c. El pacto de sal (Nm. 18:19; 2 Cr. 13:5). 

7. Poco antes de que apareciera la presencia física de Dios en la escena (en la forma de un horno humeante y de una antorcha de fuego), a Abram le entró un profundo sueño. Mientras él dormía, la presencia de Dios pasó sola a través de las ensangrentadas piezas, indicando de esta manera que las promesas de Jehová en cuanto a la salvación de Abram y su posesión de Palestina eran incondicionales, sin cláusulas que pudieran invalidarlo por alguna razón. Así, el pacto con Abraham que fue anunciado en Génesis 12:1-4, y confirmado en 13:14-17; 15; 1-7, es ahora oficial y legalmente ratificado o en 15:8-18.
8. En Génesis 15:13-16 Dios le expresa a Abraham una septuple profecía. Todas a su tiempo se cumplieron. 
a. Que los descendientes de Abraham serían extranjeros en tierra extraña. (Véase Gn. 46:2-4.) 
b. Que serían siervos en aquella tierra. (Véase Ex. 1:7-14.) 
c. Que su esclavitud duraría como 400 años. (Véase Éx. 12:40.) 
d. Que Dios mismo juzgaría más tarde a aquella nación que esclavizaría a Israel. (Véase Éx. 7-12.) 
e. Que Abraham sería librado de todo esto (Véase Gn. 25:7. 8.) 
f. Que después de permanecer durante cuatro largas generaciones en Egipto, Israel retornaría a Canaán. (Véase Ex. 6:16-20. Mediante estos versículos sabemos que Leví. el biznieto de Abram, fue la primera generación: Coat el hijo de Leví, 1'ue la segunda; Amram, hijo de Coat y padre de Moisés, constituyó la tercera generación; y Moisés fue la cuarta.) 
g. Que Israel saldría de Egipto con gran riqueza. (Véanse Éx. 12:35, 36; Sal. 105:37.) 

9. Pasaría bastante tiempo antes de que Dios cumpliera todo lo profetizado, «porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo» (15:16). Aquí tenemos otra expresión del importante principio que consideramos por primera vez en Génesis 6:3. Las consecuencias del pecado se acumulan hasta el momento en que Dios no lo tolera más y su ira y juicio caen sobre los pecadores. En este caso los amorreos, aquellos impíos descendientes de Canaán (Gn. 10:16) que habían morado ya en Palestina durante unos 400 años para el tiempo de Abraham. Pero Dios les permitiría continuar por otros cuatro o cinco siglos antes de destruirlos (véase Jos. 10). Esta verdad nos la repite Pabló en Ro. 2:4, 5. (Véanse también 2 P. 3:1-9; 2 Cr. 36:15, 16.) Que aunque la paciencia y el perdón de Dios no tienen límite (Ro. 5:20), sí que lo tiene el tiempo de las personas (Pr. 27:1).

K. Su transigencia (Gn. 16:1-15). 
1. Sarai persuadió a Abram para que tuvieran un hijo por medio de Agar, la sierva egipcia de Sarai. Después adoptarían al hijo como propio. 
2. Agar quedó embarazada y su arrogante actitud pronto empezó a causar dificultades, que llevaron a que Sarai la despidiera del hogar de Abram. Este solo versículo refuta la doctrina de la poligamia. Dios lo permitió, pero nunca lo aprobó. (Véanse Gn. 2:23; 1 Ti. 3:2.) 
3. El Ángel de Jehová la encontró junto a una fuente de agua en el desierto y la mandó que regresara a la casa de Abram y Sarai. El sexo (varón) y el nombre (Ismael) fueron profetizados por ese ángel. Esta es la primera mención que se hace del Ángel de Jehová. Algunos teólogos creen que cuando este título aparece en el Antiguo Testamento es en realidad otro nombre para referirse al Señor Jesucristo. En cualquier caso, este ángel especial jugó una parle importante en la historia de Israel. 
a. El Ánael de Jehová lucha con Jacob (Gn. 32:24^30). 
b. El Ángel de Jehová redime a Jacob (Gn. 48:16). 
c. El Ángel de Jehová habla a Moisés desde la zarza ardiente (Ex. 3:2). 
d. El Ángel de Jehová protege a Israel en el mar Rojo (Éx. 14:19). 
e. El Ángel de Jehová prepara a Israel para la tierra prometida (Éx. 23:20-23; Sal. 34:7; Is. 63:9; I Co. 10:1-4). 
f. El Ángel de Jehová comisiona a Gedeón (Juc. 6:11). 
g. El Ángel de Jehová ministra a Elías (1 R. 19:7). 
h. El Ángel de Jehová reafirma a Josué (Jos. 5:13-15). 
i. El Ángel de Jehová salva a Jerusalén (Is. 37:36). 
j. El Ángel de Jehová preserva a tres jóvenes hebreos (Dn. 3:25). En el pasaje de Génesis 16, el Ángel de Jehová localiza y conforta a una mujer pagana egipcia llamada Agar. Aunque no aparece muy favorecida en la Biblia, porque posee poca o ninguna espiritualidad, y porque es descarada. resentida y orgullosa, además de ser una pobre madre: con todo. Dios le ama y envía a su bendito mensajero para ayudarla. 
4. Nace Ismael. Abram tiene ochenta y seis años en este momento. 

L. Su circuncisión (Gn. 17:1-27). 
1. Al final del capítulo 16 vemos a Abram en su punto espiritual más bajo. Había pecado y no tenía comunión con Dios ni con su familia, pero parece que el Señor no le hace nada a su errado siervo. ¿Va a escapar Abram con bien de todo esto? Para saber la respuesta sólo tenemos que observar que Abram era de ochenta y seis años cuando nació Ismael (16:16), pero tenía noventa y nueve cuando Dios le vuelve a hablar. Aparentemente. Abram sufrió un período de trece años de silencio de parte de Dios. Aquí vienen a la mente las palabras del salmista concernientes a la historia de Israel: «Y Él les dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos» (Sal. 106:15). 
2. A pesar de todo, un Dios lleno de gracia le perdona y le restaura (Sal. 51) a la comunión con él. El título «el Dios Todopoderoso» es en hebreo El Shaddai. La palabra Shadd se refiere al seno de la madre amante que cuida. El término El significa «el fuerte». a. Dios confortó a Jacob con su nombre (Gn. 35:10, 11). b. Reafirmó a Moisés con su nombre (Éx. 6:3). c. Bendijo a José con su nombre (Gn. 49:25). Este título lo encontramos más frecuentemente en el libro de Job (treinta y una veces) que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Aquel patriarca lo necesitaba en su sufrimiento. Quizá el pasaje más sublime en el que es usado es en el Salmo 91:1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.» 

3. Su nombre es ahora cambiado de Abram, que significa «padre enaltecido», a Abraham, que quiere decir «padre de una multitud». El doctor Donald Bamhouse ha resumido la vida de Abram en este tiempo de lina manera excelente y ocurrente: «La cuestión de fondo de la historia está en el hecho de que Abram no tiene descendencia. Esto no habría sido un desastre en nuestro mundo occidental, pero en el Oriente debió ser sumamente irritante. Hay algunas cosas en la Biblia que me hacen reír entre dientes, y hay un pensamiento en conexión con este versículo que siempre tiene ese efecto sobre mí. No puedo dejar de pensar en lo que acontecería cuando Abraham compartió la noticia con su familia y criados de que había cambiado de nombre.
 Todos sabían que su anterior nombre Abram significaba padre enaltecido, y que de alguna manera había sido como una espina en la carne. Así que nos podemos imaginar el gran interés y curiosidad que se despertó cuando él anunció: “Voy a cambiarme el nombre.” Muchos pensarían que aquel viejo hombre ya no había podido aguantar más la situación y por fin se había convencido. 
Después de todo, tener un nombre de tanta apariencia y pasarse ochenta y seis años sin hijos y al final tener sólo uno, debió de producir sus malos momentos. Así que algunos se preguntarían cuál sería el nuevo nombre. Y entonces aquel anciano habló y dijo: “De ahora en adelante seré conocido como Abraham, esto es, padre de una multitud.” Podemos sentir el enorme silencio que se produjo al oír tal cosa. ¿Padre de una multitud? 
La gente se reiría a placer entre dientes. “Este viejo está loco. Tardó ochenta y seis años en tener un hijo y ahora a los noventa y nueve se pone a soñar. ¡Padre de una multitud! ¿Hay algo más ridículo para un hombre de su edad que pensar ahora así?”» (God's Remedy, tomo III. p. 316.) 

4. Por cuarta vez Dios reconfirma a su anciano siervo el pacto relacionado con la tierra y su simiente. (Véanse Gn. 12:2, 3, 7; 13:14-17; 15:5.) En esta ocasión (17:9-14), Dios manda a Abraham que se circuncide él, a todos los varones de su casa, y a todos los futuros niños varones al octavo día de su nacimiento. A continuación damos un breve resumen de la enseñanza bíblica sobre la circuncisión. 
a. Abraham fue el primer hombre en ser circuncidado. Esto es en sí mismo un acto real de fe, porque dejó por unos días completamente inutilizados a todos los varones en el campamento. 
b. La circuncisión iba a ser el sello (o señal) de la promesa de Dios, no la fuente. 
c. La fe en la Palabra de Dios era la fuente, 
d. La circuncisión de la carne sin la circuncisión del corazón sería absolutamente sin valor. Años más tarde Moisés recordaría a Israel: «Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con lodo tu corazón y con toda tu alma...? Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.» (Dt. 10:12, 16). e. La circuncisión fue dejada a un lado en Hechos 15:29. 

5. El nombre de la esposa de Abraham fue cambiado ahora de Sarai (contenciosa) a Sara (princesa). 

6. Abraham rió de gozo (Ro. 4:19-21) al pensar en un heredero propio y pidió a Dios que bendijera a Ismael. 

7. Dios promete bendecir a Ismael y después manda a Abraham y a Sara que al futuro heredero del pacto le pongan el nombre de Isaac. 

8. Abraham obedece el mandamiento de Dios de circuncidar a todos los varones. 


M. Su compasión (Gn. 18:1-33). 

1. Abraham es visitado personalmente por el Señor y dos ángeles y, mientras que lo están ministrando, Dios le promete de nuevo un heredero y esta vez da una fecha (Gn. 18:10, 14). 

2. Sara escucha la conversación y se ríe al no creer lo que oye. Dios le reprocha a Abraham por la incredulidad de su mujer. Sara niega entonces que se riera (Gn. 18:10-15). 

3. En este momento Sara y Abraham escuchan a Dios decir aquellas emocionantes palabras que hallamos en Génesis 18:14: «¿Hay para Dios alguna cosas difícil?» (Véanse también Le. 1:26-37; Mt. 19:23-26.) 

4. Los dos ángeles marchan para ultimar una misión secreta en Sodoma. Dios entonces revela a Abraham su intención de destruir aquel pozo de pecados en el desierto (Gn. 18:16-22). 

5. Abraham empieza su súplica intercesora por Sodoma. Esta es una de las oraciones más compasivas y persistentes de toda la Biblia. 
a. Fue definida. No oró por «aquella alma tan cerca del infierno», o por «los misioneros en todo el mundo», o por «el dedo del pie que le duele a la hermana Marta». 
b. Fue reverente. «... aunque soy polvo y ceniza...» (v. 27). 
c. Estaba entremezclada con fe: «... El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?» (v. 25). 

6. Al principio ruega a Dios que perdone a la ciudad si se encuentran en ella cincuenta justos, y el Señor está de acuerdo. Luego le pide por cuarenta, después treinta, veinte, y finalmente por diez. Aquí paró. ¿Por qué no siguió insistiendo por cinco? La respuesta es que él probablemente pensó que al menos habría diez personas creyentes y temerosas de Dios en la ciudad. Después de todo allí estaban Lot, su esposa, dos hijas solteras y otros hijas casadas. Él pensó seguramente que este grupo era más de diez, pero quedaría acongojado al comprobar después que sólo Lot y sus hijas solteras se salvaron. 

N. Su corrompida familia (19:1-38). 
1. En este capítulo tenemos el relato dramático de la destrucción de Sodoma, que es el segundo de los eventos del Antiguo Testamento referidos por nuestro Señor como ilustraciones del anunciado día de juicio. El primer evento fue el diluvio del tiempo de Noé. Notemos las palabras de Cristo en Lucas 17:26-30. 
2. Los ángeles encuentran a Lot en la puerta de  Sodoma. Él sena probablemente una especie de concejal, con alguna autoridad delegada. Aparece como totalmente involucrado en el sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída: 
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma (Gn. 13:10). 
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11). 
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas hacia Sodoma (13:12). 
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12). 
e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina destruyendo los órganos vitales del cuerpo. En el Nuevo Testamento, el pecado de negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56). f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr.Sodoma. Él sena probablemente una especie de concejal, con alguna autoridad delegada. Aparece como totalmente involucrado en el sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída: 
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma (Gn. 13:10). 
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11). 
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas hacia Sodoma (13:12). 
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12). e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina destruyendo los órganos vitales del cuerpo. En el Nuevo Testamento, el pecado de negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56).
f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr. 14:29)
g. Después se durmió cuando debía estar orando y velando (Mr. 14:37). 
h. Lucao siauió a Cristo desde lejos (Mt. 26:58). 
i. A continuación le encontramos asociándose con los enemigos de Cristo (Mt. 26:69). 
j. Finalmente negó al Señor (Mt. 26:70-74). Lot preparó un banquete para aquellos dos ángeles y coció panes sin levadura. Su acción parece sugerir dos cosas: el hecho de que les sirvió panes sin levadura parece indicar que reconoció la identidad celestial de sus huéspedes. El hecho de que él cocinó los panes y no la esposa parece sugerir la despreocupación de ella por la posición de su esposo o por las cosas de Dios. 
3. Los ángeles informan a Lot de la inminente destrucción de Sodoma. Los sodomitas estaban tan corrompidos que los ángeles se vieron obligados a cegar a algunos pervertidos sexuales que habían rodeado la casa de Lot donde ellos estaban. Aquellos hombres no tenían ningún respeto por el apóstata Lot. 
4. Lot había llegado a ser tan carnal que intentó apaciguar a aquellos pervertidos sodomitas ofreciéndoles sus dos hijas vírgenes. También se refirió a ellos como «hermanos». (Véase 2 Jn. 10. 11.) 5. Usó el resto de la noche en un intento frenético pero infructuoso de convencer a sus hijas casadas de que huyeran de la ciudad con él. 
6. Al romper el alba los ángeles literalmente empujaron fuera de la ciudad a Lot . Su esposa y sus dos hijas, aconsejándoles que huyeran a los montes. 
7. Lot empezó a discutir y a rogarles que les permitieran establecerse en una pequeña ciudad cercana llamada Zoar en vez de ir a los montes. 
8. La familia de Lot recibió un aviso final: «Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí» (19:22). La destrucción de Sodoma es una prefiguración de la anunciada tribulación, y la huida de Lot es como un tipo del rapto de los creyentes. (Véase 2 Ts. 2:6, 7.) 
9. Y «entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos» (19:24). El azufre es usado frecuentemente en la Biblia para indicar castigo y destrucción (Dt. 29:23; Job 18:15: Sal. 11:6; Is. 30:33: Ez. 38:22; Le. 17:29: Ap. 9:17). Algunos creen que se refiere al azufre. Génesis 14:10 nos dice que los alrededores de Sodoma estaban llenos de «asfalto». 
10. La esposa de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal. El Señor Jesucristo nos amonesta en Lucas 17:32 a que nos acordemos «de la mujer de Lot», y así debemos hacerlo. Su vida es una prueba de la verdad de que podemos sacar del mundo a una persona camal, pero no podemos sacar el mundo de una persona camal. Los incrédulos han ridiculizado frecuentemente la narración de que la esposa de Lot se convirtiera en una estatua de sal. Por supuesto que Dios bien pudo hacer que literalmente sucediera tal cosa, pero quizá una explicación más razonable sería que una bola de azufre ardiendo cayó sobre ella y la cubrió con una costra de elementos salobres. El Señor se acordó de Abraham y libró a Lot de Sodoma. Un Dios de gracia ha prometido olvidar los pecados confesados de todos los creyentes (He. 8:12), pero en su fidelidad él recuerda al menos dos cosas: 
a. Las oraciones del creyente (véanse Gn. 18:23; Ap. 5:8). 
b. Las obras de un creyente (He. 6:10). El camal y mundano Lot fue salvado por medio de las oraciones fieles de Abraham. Quizá Judas tenía en mente a Lot cuando años después escribió: «A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne» (Jud. vv. 22, 23). 
11. En su gran pavor. Lot pasó de largo por Zoar y se refugió en una cueva en las montañas con su dos hijas solteras. Y ahora se va a producir otra triste consecuencia del alto costo de olvidarse de Dios. Las dos hijas de Lot, temiendo quedarse para siempre solteras, embriagan a su propio padre y tienen relación sexual con él. y las dos quedan embarazadas. La mayor de las dos le pone a su hijo el nombre de Moab (padre de los moabitas). y la otra le pone al suyo el nombre de Bcn-Ammi (padre de los amonitas). Ambas naciones le causaron más tarde a Israel muchas dificultades y dolores. (Véase Gn. 19:30-38.) 

Ñ. Su carnalidad (20:1-17). 
1. Abraham cayó otra vez en el mismo pecado que había cometido una vez en Egipto. En esta ocasión se trasladó a la tierra de los filisteos y le mintió a Abimelec acerca de Sara como antes lo había hecho con Faraón. 2. Dios advierte a Abimelec mediante un sueño de no tocar a Sara.
 3. Abimelec reprende a Abraham por haberle mentido.
 4. Abraham ora a Dios pidiendo la bendición sobre Abimelec. 

O. Su celebración (Gn. 21:1-34).
1. Isaac nace conforme a la promesa de Dios. Su nombre significa «risa». 
2. Se organiza una gran fiesta para celebrar el destete de Isaac. 
3. Agar y su hijo Ismael de catorce años son echados del hogar de Abraham por burlarse de Isaac durante esta feliz ocasión. (Pablo habla del significado de este suceso en Gá. 4:22-31.) 
4. Dios cuida amorosamente de Agar e Ismael cuando andaban perdidos por el desierto de Beerseba indicándoles dónde había un pozo de agua fresca. Posteriormente Ismael se casó con una joven egipcia y se convierte en un experto arquero. 

P. Su «calvario» (22:1-24). 
1. Dios prueba a Abraham ordenándole: «Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto...» (22:2). Esta era en realidad una prueba para ayudar a Abraham a crecer espiritualmente. (Cp. Gn. 22:2 con Stg. 1:13.) 

2. La tierra de Moriah era aquella parte cercana a Jerusalén donde más tarde se edificó el templo 
(véase 2 Cr. 3:1). ¿Qué es lo que exactamente le pidió Dios a Abraham que hiciera con Isaac? (Más tarde, en Lv. 1:1-9, le son dadas instrucciones a Moisés acerca de los holocaustos.) 
a. La ofrenda tenía que ser un animal macho sin defecto. 
b. Tenía que ser ofrecido voluntariamente por el propietario. 
c. Tenía que ser matado y su sangre rociada sobre el altar. 
d. Tenía que se cortado en pedazos. 
e. Finalmente, era lavado y quemado. No se nos dice cuánto conocía Abraham acerca de esto, pero una cosa sí sabía aquel anciano: Dios le había ordenado que sacrificara a su amado hijo. 

3. Llegaron al cabo de tres días. Abraham emprendió la marcha al día siguiente de que Dios se lo ordenara y le tomó tres días llegar hasta el monte Moriah, lo que hace un total de cuatro días. Esto se relaciona perfectamente con Éxodo 12:3-6, donde se nos dice que el cordero de la Pascua esperaría cuatro días antes de ser matado. (Véase Gn. 22:3, 4.) 

4. Abraham entonces instruye a sus siervos, diciéndoles: «Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros» (22:5). Aquí tenemos un vislumbre de la fe de Abraham. Notemos que dice a los hombres que él y su hijo volverían. Esto a pesar de que él estaba completamente dispuesto a sacrificar a Isaac. ¡Creyó que Dios lo resucitaría! De manera que los dos momentos más elevados de la vida de este gran anciano serían: 
a. Creer a Dios en relación con el nacimiento sobrenatural de su hijo (Ro. 4:18-21). 
b. Creer a Dios en lo concerniente a la resurrección sobrenatural de su hijo (He. 11:17-19). 

5. Isaac preguntó: «... He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?» (22:7). Esta pregunta es todavía formulada hoy por un mundo confundido y atemorizado. ¿Dónde está el cordero? ¿Dónde podemos encontrar salvación? El mundo hace las preguntas correctas, pero busca en los lugares equivocados. Algunos buscan la salvación en: 
a. La formación académica. 
b. Las buenas obras. 
c. Las Naciones Unidas. d. El bautismo. 
e. La membresía en la iglesia. Pero el cordero de la salvación no puede ser encontrado en ninguno de estos lugares. 

6. El anciano patriarca, con su corazón acongojado, respondió suavemente a su hijo: «Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío» (22:8). Esta frase es un resumen completo de la Biblia. Lo podemos leer teológicamente en cualquiera de estos dos sentidos: 
a. Dios se proveerá de un cordero, es decir, el cordero vendrá de Dios. 
b. Dios se ofrecerá a sí mismo como cordero, es decir, el cordero ofrecido será Dios mismo. Cualquiera de las dos interpretaciones es correcta, porque en el Nuevo Testamento se cumplen ambas. 

7. Abraham edificó un altar, ató a su hijo y lo colocó sobre él. Esta breve declaración habla altamente de Isaac, porque ya no era el niño pequeño que algunos han pintado, sino probablemente un joven bien desarrollado. Sin embargo, él permite a su anciano padre atarlo y colocarlo sobre el altar de la muerte (22:9). 

8. El Espíritu de Dios nos dejó aquí registrada la dramática acción que tuvo lugar en aquel monte: «Y extendió Abraham su mano y tomó su cuchillo para degollar a su hijo» (Gn. 22:10). Pero antes de que pueda llevarlo a cabo, Dios le mostró un carnero que estaba allí cerca y le ordena que sacrifique a este animal en lugar de a Isaac. El agradecido Abraham obedece y le da a aquel lugar el nombre de Jehová-jireh. 

9. El título Jehová-jireh es uno de los grandes nombres de Dios en el Antiguo Testamento, y literalmente significa «Jehová proveerá». ¿Merece la pena servir a Dios? Sólo como recordatorio digamos que Dios ya había provisto a Abraham con los siguientes beneficios: 
a. Eterna salvación (Gn. 15:6). 
b. Guía (Gn. 12:1). 
c. Valor (Gn. 14:15). 
d. Bendiciones espirituales (Gn. 14:19). 
e. Para sus necesidades humanas (Gn. 13:2).
f. Protección social (Gn. 15:15). 
g. Perdón (Gn. 20:17). 
h. Un hijo en su ancianidad (Gn. 21:3). 
i. Protección continua (Gn. 15:1). 
j. Una ciudad celestial con fundamentos (He. 11:10). 

10. Antes de dejar este capítulo notemos algunas semejanzas sorprendentes entre Abraham el padre y Dios el Padre: 
a. Ambos tenían un hijo amado (Mt. 3:17: 17:5). Los dos nacieron milagrosamente (Le. 1:35). 
b. Ambos tuvieron hijos dispuestos, esto es, hijos listos para ofrecerse voluntariamente (Jn. 10:18). 
c. Ambos ofrecieron a sus hijos (Jn. 3:16), y ambos en el mismo lugar. 
d. Ambos recibieron de nuevo a sus hijos con gran gozo (Sal. 24:7-10). (Nota: Algunos creen que este Salmo se refiere a la segunda venida en gloria del Señor Jesucristo después de su muerte y resurrección.) 
e. Ambos hicieron preparativos cuidadosos para las bodas de sus hijos. En Génesis 24 leemos que Abraham envió a su siervo más antiguo y fiel a buscar esposa para Isaac. En el Nuevo Testamento encontramos al Padre celestial haciendo preparativos para las bodas de su Hijo (Mt. 22:1, 2). 

11. El Ángel de Jehová declara otra vez las partes del pacto con Abraham. 

12. Al volver a casa recibe las noticias que han llegado referentes a su hermano Nacor. a quien aparentemente no había vuelto a ver desde su salida de Ur. Nacor se había traslado a Harán y Dios le había bendecido a el y a su esposa con ocho hijos. Betuel, el quinto hijo, llegaría a ser importante en el relato bíblico porque tuvo una hija llamada Rebeca y un hijo llamado Labán. Rebeca se casaría más tarde con Isaac; y Raquel y Lea, las hijas de Labán. llegarían a ser las esposas de Jacob (22:19-24). 

Q. Su cueva (23:1-20)
1. Sara murió a la edad de 127 años. Hay personas hoy que abogarían por la adoración de María, pero en el Nuevo Testamento se nos llama la atención a la vida de Sara. (Véase I P. 3:1-6.) 
2. Abraham compra una cueva en Macpela por 400 sidos de plata y entierra en ella a su amada esposa. Tiempo después él también sería sepultado allí. 

R. Su orden (24:1-67). 
1. Abraham mandó a Eliezer. su fiel criado, que fuera a fiarán a buscar esposa para Isaac. 

2. Nada más llegar a su destino, estando todavía a las afueras de la ciudad. Eliezer se arrodilla y pide a Dios sabiduría. Esta es una de las oraciones más sobresalientes de la Biblia, no sólo por la gran fe que muestra, sino porque es respondida incluso antes de ser terminada. El siervo pide a Dios que le indique cuál es la joven que él desea para Isaac llevándola a que le dé agua para él y para sus sedientos camellos. Veamos el resultado: «Y aconteció que antes de que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel. hijo de Milca mujer de Nacor, hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro» (24:15).

3. Rebeca sin saberlo cumple la oración de Eliezcr al ofrecerle agua para él y sus camellos. 

4. El siervo de Abraham es presentado por Rebeca a su madre y a su hermano Labán. Él les informa de la misión que lleva y de la sorprendente respuesta a su oración. 

5. Rebeca está de acuerdo en marchar con el siervo y en ser la esposa de Isaac. 6. Isaac espera con ansiedad la llegada de su novia en un campo cercano a Hebrón. Llegan a ser marido y mujer. Este es uno de los grandes capítulos de la Biblia lleno de tipos. Notemos: 
a. Abraham es un tipo perfecto del Padre celestial. Es el Padre quien prepara una boda para su amado Hijo (véase Mt. 22:2). 
b. Isaac es un tipo perfecto del Señor Jesucristo. Él. al igual que Jesús, había sido ofrecido en sacrificio (cp. Gn. 22 con Mt. 27), y busca a su esposa. A Isaac, a semjanza de Cristo, le fueron dadas todas las cosas de su padre. (Cp. 24:36 con Fil. 2:9,10.) Finalmente, Isaac, como Cristo, amó a su esposa tiernamente. (Cp. 24:67 con Ef. 5:25.) 
c. Eliezer es un tipo perfecto del Espíritu Santo. El siervo de Abraham fue hasta Mesopotamia por una sola razón: buscar esposa para Isaac. Años después (Hch.2) el Espíritu Santo vendría en Pentecostés con un propósito: adquirir una esposa para el Hijo. Eliezer en Mesopotamia honró constantemente al padre y al hijo, y hoy el Espíritu Santo hace lo mismo. (Véase Juan 15:26.) 
d. Rebeca es un tipo perfecto de la iglesia. Para que alguien pueda entrar en la verdadera iglesia de Dios debe primero responder positivamente a la pregunta del siervo del Padre: «Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré» (24:58). 

S. Su Cetura (25:1-6)
1. Abraham se casó con una mujer llamada Cetura que le dio seis hijos. 
2. El más importante de todos fue Madián, el cuarto hijo varón, que llegó a ser el padre de los madianitas. Años después este pueblo le causó a Israel mucha tristeza. 

T. Su ciudad (25:7-10; He. 11:8-10). «Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo. Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar hctco, que está enfrente de Maniré, heredad que compró Abraham de los hijos de Het: allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer» (25:7-10). «Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y  Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructores Dios» (He. 11:8-10).

Introducción a la Etapa Patriarcal

Introducción a la Etapa Patriarcal
Génesis 12: 12-50: JOB




Introducción a la Etapa Patriarcal


1. Los hombres importantes que aparecen durante esta etapa son:  Abraham, Isaac, Jacob, Job. Abraham esta considerado como uno de los siete hombres que jamás vivieron., y que son:
Adán, Abraham, Moisés, David,  Juan el Bautista, Pedro y Pablo.

2. En la etapa anterior La Creación Dios trata con toda la tierra en general Gn. 1-11 trata con el mundo del hombre como un todo. Ahora en la Etapa Patriarcal, Lo universal dará lugar a lo particular, Nuestra atención va a ser llevada a desde el mundo a una nación.  (Israel), Después a una tribu de esa nación (Judá), Luego a una Familia dentro de esa tribu (Isaí), finalmente a un individuo de esa familia (Jesús).

3. Esta etapa ocupa un período de unos 350 años.

4.Durante este tiempo dos ciudades fueron destruidas (Sodoma y Gomorra) y un muchacho fue librado de morir en un monte( Isaac). (Gn. 19,22)

5. Vemos como un hijo (Jacob), engaña a su padre (Isaac), y como este último es engañado después por sus hijos ( Los hermanos de José) (Gn. 27-37).

6. Leemos acerca de la primero esposa estéril (Sara), y de la primera madre moribunda (Raquel) Gn.16.35

7. Esta etapa ilustra como amigo de Dios (Abraham) Le habla en relación a una ciudad (Sodomo) y cómo su enemigo (Satanás) Le habla acerca de un Santo (Job) Gn. 18; Job 1-2

8. Jerusalem ( un tipo de lo celestial)  y Egipto ( un tipo de lo mundano) son mencionadas por primera ves en esta etapa. Gn 13-14

9 Leemos por primera vez acerca de un Rey llamado Melquisedec,  y de una cueva llamada Macpela. (Gn 14,25)

10 Aparece aquí registrado el primero de los tres grandes pactos bíblicos.
a. El pacato con Abraham, en le que se promete una tierra que fluye leche y miel (Gn.15.)
b. El pacto con David, mediante el que sr promete un rey glorioso  (2 Samuel. 7)
c. El nuevo pacto que contempla un publo dedicado a Dios (Jer.31)

LA ETAPA PATRIARCAL

Los restantes 39 capítulos Gn. 12-50
Resúmenes de las vidas de Abraham, Isaac, Jacob, y José, Aunque no es una división bien definida podríamos segmentar así los capítulos,
Gn 12-24: La historia de Abraham.
Gn. 24-27 La historia de Isaac.
Gn. 28-36 La historia de Jacob
Gn. 37-50 la historia de José





































Próximamente Estudiaremos examinando la vida de este grandioso hombre el primeros de los patriarcas Abraham








LA ETAPA DE LA CREACION IV. La confusion de todas las cosas Gn. 10-11


IV. La confusión de todas las cosas (Gn. 10— 11).

 A. La arrogancia del hombre. 
Un rebelde llamado Nimrod, nieto de Caín, fomentó un programa de edificaciones religiosas, consistente en una torre astrológica y una ciudad, en la llanura de Sinar cerca de Babilonia (11:1 -4). 

B. El juicio de Dios. 
Dios castigó este empeño depravado y separó a la humanidad en pequeños grupos étnicos mediante la confusión de su lengua universal, dando lugar a muchos dialectos diferentes (11:5-9). 
C. El origen de las naciones. El mundo antiguo está ahora habitado por los descendientes de los tres hijos de Noé. 
1. Los descendientes de Jatet (10:2-5). Algunos de sus descendientes y los pueblos a que ellos dieron origen podrían ser: 
a. Comer (Alemania). 
b. Magog, Tubal y Mesec (Rusia). 
c. Madai (Persia). d. Javán (Grecia), 
c. Tiras (Italia). 
f. Togarma (Armenia). 
g. Tarsis (España). 
h. Quitim (Chipre). 
2. Los descendientes de Cam (10:6-20). Algunos de sus descendientes y los pueblos a los que dieron origen podrían ser: 
a. Cus (Etiopía). 
b. Mizraim (Egipto). 
c. Fut (África). • 
d. Canaán (Los cananeos de Palestina). 
e. Nimrod (Babilonia y Asiria). 
f. Sidón (Fenicia). 
g. Het (Hititas). 
h. Jebus (los jebuseos que moraban en Jerusalén antes del reinado de David). 
i. Casluhim (los filisteos). 
j. Sin (posible fundador de los pueblos orientales como China, Japón. India, etc.).

3. Los descendientes de Sem (10:21-32; 11:10-32). 
a. La nación de Israel por medio de Abraham, Isaac y Jacob. 
b. Los pueblos árabes del medio oriente por medio de Abraham, Ismael y Esaú. 
El antropólogo Arthur Custance escribe: «Y concluimos que de la familia de Noé surgieron todos los pueblos del mundo, tanto prehistóricos como históricos. Los eventos descritos en conexión con Génesis 6— 10. y particularmente las declaraciones proféticas del mismo Noé en Génesis 9:25-28. con respecto al futuro de sus tres hijos, Sem. Cam y Jafet, combinadas nos proveen del registro más razonable de la primitiva historia de la humanidad. Una historia, que cuando es correctamente entendida, no requiere para nada que creamos que el hombre moderno empezó con la estatura de un mono y sólo llegó a alcanzar el estado civilizado después de un largo período de evaluación histórica, sino que tuvo un nuevo comienzo en una sola familia, que llevaba en sí misma, para habitar una tierra despoblada, la herencia acumulada del mundo antediluviano. 
Podemos decir, en resumen, que lo que hemos procurado mostrar en esta exposición puede enunciarse brevemente como sigue: 
(1) La distribución geográfica de restos fósiles es tal que pueden ser más lógicamente explicados tratándolos como representantes marginales de una amplia y, en parte, forzada dispersión de gente procedente de la multiplicación de una población única, establecida en un punto más o menos central a todos ellos, que enviaba oleadas sucesivas de emigrantes, y cada nueva oleada forzaba a las anteriores a ir más a la periferia. 
(2) Los grupos más degradados son representantes de este movimiento migratorio general, que fueron empujados a áreas más inhóspitas, donde sufrieron degeneración física como consecuencia de las condiciones en que se vieron forzados a vivir. 
(3) La extraordinaria variabilidad física de sus restos procede del hecho de que fueron miembros de grupos reducidos, aislados, que se reproducían entre sí; mientras que las similitudes culturales que unen incluso a los más alejados de entre ellos indican un origen común para todos ellos. 
(4) Lo que es cierto del fósil humano lo es también de sociedades primitivas vivientes o desaparecidas. (5) Todas estas poblaciones inicialmente dispersadas proceden de un tronco común, la familia de Cam, de Génesis 10. 
(6) Estos fueron posteriormente desplazados o dominados por los indoeuropeos, esto es, jafetitas. quienes, no obstante, heredaron o adoptaron el desarrollo técnico de los descendientes de Cam, edificaron sobre él y así llegaron a prevalecer en toda área geográfica donde se extendieron. 
(7) A través de este movimiento, tanto en tiempos prehistóricos como históricos. no hubo nunca seres humanos que no pertenecieran a la familia de Noé y sus descendientes. 
(8) Finalmente, esta tesis se fortalece con la evidencia de la historia, que muestra que los movimientos migratorios humanos han tendido siempre a seguir ese patrón, que ha aparecido frecuentemente acompañado por situaciones de degeneración tanto de personas como de tribus, y habitualmente resulta en el establecimiento de un patrón general de relaciones culturales, que son paralelas a aquellas que la arqueología nos ha revelado de la antigüedad.» (Genesis and Early Man, pp. 56. 57.)





Bien, mis hermanos hemos concluido la porción del Génesis desde el Cap. 10 al 11 con los fragmentos estudiados.
Espero esta primera Etapa de Estudios del Génesis 1-11 nos sirva de edificación y para la iglesia de este modo estamos haciendo uso de la gracia recibida de nuestro Dios. Ahora os ruego disculpen toda falta a este trabajo pero por favor los insto a corregir a este siervo si algo no anda bien, gracias por su colaboración cerremos con una Oración.-

Te alabamos, glorificamos, Padre gracias por esta tu palabra, por nuestras vidas, por lo que haces de nosotros, y perdona nuestras faltas y mejóranos en tu gracias. oramos  en el Glorioso nombre de tu hijo Jesucristo. Amén.