INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DE LOS JUECES
( Jueces, Rut, 1 de Samuel 1-7 )
1. Esta etapa registra el período más triste y sórdido de toda la historia de Israel. Es la edad de las tinieblas de esa nación.
2. La lista de nombres más importantes de este período incluiría a Gedeón. Sansón, Noemí, Rut. Booz, Eli y Samuel.
3. Abarca un período de unos 300 años.
4. En pocas palabras, registra siete casos de apostasía de Israel, siete situaciones de servidumbre y siete experiencias de liberación.
5. Se han sugerido los dos siguientes bosquejos que resumen la etapa de los Jueces:
6. Contando a Eli y a Samuel, hubo quince jueces en total. Uno de ellos fue una mujer, Débora. Estos jueces no eran tanto expertos legales sino más bien reformadores militares.
7. La raíz de los problemas de Israel estaba en que cuando Josué murió, Dios no pudo encontrar un hombre que tomara su lugar como encontró a Josué cuando Moisés falleció. La declaración: «En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía», se repite en cuatro ocasiones diferentes en el libro de los Jueces (véanse Jue. 17:6; 18:1: 19:1; 21:25). Este período es la antítesis del milenio cuando el Rey Jesús reinará con vara de hierro (véase Sal. 2).
a. Desobediencia: no haciendo lo que Dios les había dicho que hicieran, esto es, echar a sus enemigos. (Véanse Juc. 1:21; 27-33; 2:1-5.) «El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar, mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero» (Jue. 2:1-3).
b. Apostasía: haciendo aquello que Dios les dijo que no hicieran, es decir, adorar los dioses de sus enemigos. (Véanse 2:11-15; 6:8-10.) «Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirviera a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron: y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová. y adoraron a Baal y Astarot» (2:11-13).
9. A pesar de todo Dios todavía amaba a Israel. El ángel del Señor es mencionado ochenta veces en el Antiguo Testamento. La mayoría de los teólogos piensan que este Ángel de Jehová no es otro que Cristo mismo manifestándose de esa manera en el Antiguo Testamento. No menos de veinte de estas manifestaciones aparecen en el libro de los Jueces. En ningún otro momento ministró Dios tanto a su pueblo.
10. La última parte de Gálatas 5 provee de un excelente resumen de los libros de Josué y Jueces. (Véase 5:22- 26 en relación con Josué y 5:17-21 en relación con Jueces.) «Y manifiestas son las obras de la came, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley» (Gá. 5:19-23). Veamos el contraste general entre estas dos etapas: Josué Jueces
a. victoria
b. libertad
c-fe
d. progreso
e. obediencia
f visión celestial
g- gozo
h. fortaleza
i. unión entre las tribus
j. líder fuerte derrota esclavitud incredulidad decadencia desobediencia énfasis terrenal tristeza debilidad desunión entre las tribus falla de líder
11. Jueces es el ejemplo clásico de Oseas 8:7 y Gálatas 6:7. «Porque sembraron viento, y torbellino searán» (Os. 8:7a). «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la came segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna» (Gá. 6:7, 8). Notemos especialmente Jueces 6:3: «Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban» (Jue. 6:3). Esto casi parece un juego de palabras. Vuelva a leerlo cuidadosamente.
En Jueces Dios usó: