ETAPA DEL REINO UNIDO

INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DEL REINO UNIDO (1 de Samuel 8—31; 2 de Samuel; 1 de Reyes 1—11; 1 de Crónicas; 2 de Crónicas 1—9; Salmos; Proverbios; Eclesiastés; Cantar de los Cantares)



         

1. Esta etapa, que cubre un período de unos 120 años aproximadamente, registra la historia de los tres primeros reyes de Israel, cada uno de los cuales reinó durante cuarenta años. Los reyes son Saúl, David y Salomón. 

2. La mayor parte de los bellísimos himnos y proverbios de Israel fueron compuestos durante este período. Esto incluye los Salmos. Proverbios, Cantar de los Cantares de Salomón y Eclesiastés. 

3. Esta etapa comienza con la elección de un rey (Saúl, 1 S. 9) y termina con el rechazo de otro rey (Roboam. I R. 12). 

4. Incluye la visita a la adivina de Endor (1 S. 28) y la visita de la reina de Sabá (1 R. 10). 

5. Leemos acerca de la muerte de dos bebés. El primero (2 S. 12) nos habla de las consecuencias del pecado, mientras que el segundo (1 R. 3) es una muestra de la sabiduría de Salomón. «Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová. el hijo que le ha nacido ciertamente morirá» (2 S. 12:13, 14). «En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer de quien ‘era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti. partidlo. Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey. por que vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar» (1 R. 3:25-28). 

6. Durante este tiempo se libera una ciudad (1 S. 11), se les perdona la vida a unos animales (1 S. 15). y se mata a un gigante (1 S. 17). 

7. Se habla de un profeta que no le tiene miedo al rey (Natán, 2 S. 12), y de un sacerdote fiel (Sadoc, 2 S. 15). 

8. El arca del pacto es llevada en dos ocasiones a Jerusalén, una vez durante una celebración (2 S. 6), y la otra durante una revolución (2 S. 15). «Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta. Metieron, pues, el arca de Jehová. y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová» (2 S. 6:15.17). «Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y asentaron cl arca del pacto de Dios. Y subió Abiatar después que todo el pueblo hubo acabado de salir de la ciudad. Pero dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo» (2 S. 15:14, 24, 25). 

9. Una hermana es violada (2 S. 13) y un hijo muere colgado de la rama de un árbol (2 S. 18).            

10. El hijo de un hombre (Jonatán) protege al joven David de la ira de su padre (Saúl. 1 S. 20).            

11. Una ciudad pagana se convierte en la ciudad santa (2 S. 5). «Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los cojos y los ciegos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá). Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. Y dijo David aquel día. Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa» (2 S. 5:6-8). 

12. Salomón es instruido (1 R. 2) y el templo es edificado (1 R. 6).


ETAPA DE LOS JUECES VIII. Unos filisteos frustrados (1 S. 5—6) & IX. Samuel: un predicador ambulante (1 S. 7)

 VIII. Unos filisteos frustrados (1 S. 5—6).


     A. La captura del arca del pacto por filisteos resultó ser para ellos una maldición en dondequiera que la llevaban.     

    1. En Asdod destruyó la estatua del dios-ídolo Dagón c hirió al pueblo con tumores (5:1-7). 
    2. En Gat causó también gran destrucción y tumores parecidos (5:8,9). 
    3. En Ecrón hubo también temor, consternación y tumores (5:10). Nota: El doctor John Davis escribe     lo siguiente en relación con las varias plagas que sufrieron los filisteos: «Muchos piensan que esta es     una referencia a la peste bubónica. Lo infieren de la mención de tumores y ratones (posiblemente            ratas) que “destruyen la tierra’’ (6:4. 5).» (Conquesi and Crisis.) 

    B. Los filisteos colocaron el arca en un carro de madera nuevo arrastrado por dos vacas y también pusieron en él cinco ratones de oro (6:1-11). 

    C. Luego llevaron el arca a un pueblo hebreo llamado Bet-semes. donde fue recibido primero con gran regocijo y posteriormente produjo gran tristeza. pues algunos hombres necios miraron dentro del arca y esto trajo el castigo divino sobre ellos (6:12-19). 

    D. El arca es entonces llevada de Bet-semes a otro pueblo israelita llamado Quiriat-jearim. Aquí permanecería durante veinte tutos (7:1,2). 



IX. Samuel: un predicador ambulante (1 S. 7). 

    «Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo: porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo...» (1 S. 3:19-21). 

    A. En este momento Samuel, el gran profeta y sacerdote. reunió a Israel en Mizpa (otro pueblo de Palestina) para un gran avivamiento espiritual (7:3-6). 
    B. Cuando los filisteos se enteraron de esta reunión, movilizaron su ejército y se prepararon para atacar. Ante el clamor de Samuel. Dios interviene y los filisteos son ahuyentados y derrotados (7:7-14). «Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel» (7:13). «Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Betel, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel: y edificó allí un altar a Jehová» (7:15)






ETAPA DE LOS JUECES VII. Eli (1 S. 2:12-17. 22-36; 4:1-22).

 VII. Eli: un sacerdote indisciplinado (1 S. 2:12-17. 22-36; 4:1-22).

Desde la Letra A a la G

A. Se introduce ahora una nota triste a causa de los sacerdotes que eran hijos de Eli. Según el relato sagrado: 

1. Eran hombres impíos (no salvos) (2:12). 
2. No tenían conocimiento de Dios (literalmente «hijos de Belial») (2:12). 
3. Robaban de las ofrendas a Dios (2:14). 
4. Intimidaban a los fíeles que iban al tabernáculo a ofrecer sacrificios (2:14-16). 
5. Cometían actos de adulterio en el mismo tabernáculo (2:22). 
6. Causaban que el pueblo de Dios pecara (2:17, 24). 

B. Eli intenta corregir a sus hijos reprendiéndoles por su mala conducta, pero ellos continúan impasibles en sus malos caminos (2:22-25). 

C. Eli es advertido por un desconocido profeta de Dios acerca de las siguientes cosas: 
1. Que sus dos malvados hijos morirían en el mismo día (2:34). 
2. Que Dios se buscaría un sacerdote fiel (2:35). Nota: ha habido algo de especulación en relación con la identidad de este «sacerdote fiel». Examinemos brevemente este asunto: 
3. Dios originalmente instituyó el sacerdocio a través de Aarón. quien era un descendiente de Leví (Ex. 28:43; 29:9). 
4. Aarón tuvo cuatro hijos. Dos fueron matados por Dios a causa de su iniquidad (Lv. 10). Los otros dos fueron Eleazar e Itamar. La línea de los sumos sacerdotes tenía que continuarse aparentemente por medio de Eleazar, pues a su muerte su hijo Finees le sucedió en el sacerdocio (Nm. 25:11 - 13). 
5. Sin embargo, por alguna razón que no se explica, el sacerdocio se cambió de la descendencia de Eleazar a la de Itamar en la persona de Eli. 
6. Algunos estudiantes de la Biblia creen que 1 Samuel 2:35 es una referencia a Sadoc, de la línea de Eleazar. quien sería más tarde un fiel consejero espiritual del rey David (1 R. 1:7, 8). Esta profecía también indica que nunca faltaría un descendiente de Sadoc para acompañar a los reyes ungidos de Dios. Los sacerdotes de la línea de Sadoc ministrarían con Cristo en el templo milenario (Ez. 43:19; 44:15:48:11). 

D. Dios se revela al joven Samuel una noche cuando descansaba en su cama en el templo. Lo principal del mensaje divino tenía que ver con el futuro juicio de la casa de Eli. A la mañana siguiente Samuel lo comparte renuentemente con Eli (3:1- 18). 

E. Samuel es ahora elevado por Dios al oficio de profeta (3:19-21). 

F. Después de esto Israel es derrotado completamente por los filisteos. Durante la batalla, los filisteos se apoderan del arca del pacto y matan a Ofni y a Finees, los dos hijos de Eli (4:1-11). 

G. Las trágicas noticias llegan a Silo, lo que resulta en el fallecimiento de Eli y la total desesperación de su nuera (1 S.4:14. 18-22). 




ETAPA DE LOS JUECES V. Rut (Rut 1—4). & VI Ana (1S 1:1--2:11. 18-21)

 V. Rut: Una joven moabita (Rut 1—4). 

Del Capitulo A al Capitulo D

A. Capítulo uno: La renuncia de Rut. 

1. Durante una época de hambre, un hombre de Belén llamado Elimelec (que significa «Dios es rey»), junto con su esposa Noemí («placentera») y sus dos hijos Mahlón y Quelión, dejaron Palestina y se trasladaron a Moab (Rut 1:1,2). 

2. Los dos hijos se casaron, pero no tardando mucho la tragedia de la muerte caía sobre ellos, pues primero el padre y después los hijos murieron, dejando a las tres mujeres viudas y desamparadas (1:3-5). 

3. Noemí decidió regresar a Palestina y Rut. su nuera mayor, la acompañó. Noemí intentó persuadirla de que se volviera a su tierra, a la casa de su padre, pero la respuesta de Rut ha quedado registrada como una de las más bellas declaraciones que pueden salir de un corazón humano. Dijo: 
    «Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos» (1:16, 17). 

4. Rut y Noemí emprendieron su difícil viaje de regreso, caminando unas 100 millas (unos 160 km) y cruzando montañas de más de una milla (1.600 m) de altura. Nada más llegar, la desilusionada Noemí instruye a sus antiguas vecinas para que ya no la llamen más Noemí, sino «Mara», que significa «amarga» (1:20- 22). 


B. Capítulo dos: La solicitud de Rut

1. Rut va a recoger cebada, y en la providencia de Dios entra en un campo que pertenece a Booz, un pariente cercano de Elimelec (2:1- 3). Booz era hijo de Rahab, la ex ramera de Jericó (Ml. 1:5). 

2. Booz la vio y aparentemente se enamoró de ella. La trató con mucha consideración y ordenó a sus obreros hacer lo mismo (2:15, 16). 

3. Rut regresa a casa con unas 30 libras (unos 15 kg) de grano de cebada e informa a Noemí de la amabilidad de Booz, quien inmediatamente se pone a planear una boda (2:19-23). 

C. Capítulo tres: El descanso de Rut. 

1. Noemí instruye a Rut para que vaya a la era donde suele pernoctar Booz para que asuma una posición a sus pies. Algunos han visto esto como un acto inmoral, pero nadie que conozca las costumbres de Israel y del antiguo mundo oriental sostendrá semejante afirmación. Según la ley hebrea Rut tenía el derecho de reclamar del familiar más cercano el cumplimiento de sus deberes como el pariente redentor. Mediante la acción que llevó a cabo Rut estaba haciendo exactamente eso. Booz entendió perfectamente su solicitud cuando le dijo: «... extiende el borde de tu capa sobre tu sierva. por cuanto eres pariente cercano» (3:9). A partir de este momento Booz dio los pasos necesarios para casarse con Rut. Esta costumbre se practica todavía hoy hasta cierto grado entre los árabes. 

2. Booz entonces le explica a Rut por qué no le había propuesto antes que se casaran: «... hay pariente más cercano que yo» (3:12). 

3. Rut volvió a casa e informó a Noemí de todo lo sucedido. Ella le da seguridades acerca de Booz con las siguientes palabras: «Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy» (3:18). 

D. Capítulo cuatro: La cosecha de Rut

1. Booz solicitó una reunión de los ancianos de la ciudad para determinar si el familiar más cercano (que podía ser un hermano de Elimelec) estaba dispuesto a redimir o no (4:1-4). Nota: A Booz se le pararía el corazón cuando oyó decir a aquel pariente: «Yo redimiré» (4:4). Pero Booz continuó razonando: «Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes también tomar a Rut la moabila. mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión» (4:5). Con gran alivio y, sin duda, con una oración de gratitud a Dios. Booz le escuchó concluir al pariente más cercano, diciendo: «Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañé mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podre redimir» (4:6). 

2. Ya no quedaba duda sobre el asunto. Booz podría ahora casarse con Rut. Para confirmar la decisión los dos hombres se intercambiaron un zapato. Era la costumbre de este tiempo en Israel que mediante este acto de quitarse una sandalia, un hombre confirmaba su voluntad de transferir a otro su derecho de compra. Esto validaba públicamente la transacción (4:7-10). 

3. A su debido tiempo Dios dio a Booz y a Rut un hijo que llamaron Obed. Obed creció y engendró a Isaí. quien a su vez tuvo un hijo llamado David. Resultando que esta moabita, que una vez fue pagana, se transformó en la bisabuela del rey David e y fue incluida así en la genealogía de nuestro Señor Jesucristo (Mi. 1:5). Este es otro de los ejemplos más emocionantes de la gracia que aparecen en la Biblia.



VI. Ana: una madre dedicada (1 S. 1:1—2:11, 18-21). 

Desde la Letra A a la D

A. El relato comienza con la escena de una mujer estéril que llora y ora en el altar del tabernáculo en Silo. Se llamaba Ana. Podemos leer su oración en I Samuel 1:11. Observamos varios factores en su petición: 
    1. Parte de la aflicción de Ana era debido a la burla constante a que la sometía Penina. la otra mujer de su esposo (1:6). Dios nunca aprobó la poligamia porque siempre produjo dolor y frustración, (véanse Gn. 21:9-11: 30:1.) 
    2. El doctor John Davis escribe en relación con la oración de Ana: «Oró con gran amargura de alma y la esencia de su oración está recogida en unas pocas palabras del versículo 11: “y te acordares de mí...". Estas palabras nos son familiares. Nos traen a la memoria la oración simple de Sansón que encontramos en Jueces 16:28. Ciego e impotente, clamó a su Dios y le pidió: “Acuérdate ahora de mí.” También la encontramos en los labios de un hombre que estaba siendo crucificado en el Calvario. Uno de los malhechores que crucificaban al lado de Jesús mirándole con fe. dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”» (Le. 23:42). (Conquest and Crisis.) 
    3. Ana promete que si recibe un hijo lo criará como un nazareo. De esta manera su hijo Samuel se convirtió en uno de los tres nazareos que encontramos en la Biblia. Los otros dos fueron Sansón (Jue. 13) y Juan el Bautista (Le. 1). 
    4. En su agonía de alma. Ana mueve los labios cuando está orando pero no produce sonidos audibles, lo que causa que el sumo sacerdote Eli (que la estaba observando sin ser visto) piense que está embriagada (1:12. 13). 

B. Cuando Ana es reprendida por su supuesta embriaguez niega inmediatamente la acusación y comparte con Eli la verdadera naturaleza de su congoja. El anciano sacerdote le asegura entonces que Dios contestará en verdad su oración (1:14-18). 

C. En el curso del tiempo Dios «recuerda» a Ana (comparar con Gn. 8:1) dándole un hijo a quien pone por nombre Samuel. Cuando lo destetó (probablemente no antes de los dos años de edad) lo llevó a Eli para dedicarlo a Dios (1 S. 1:26-28). 

D. Después de la dedicación. Ana canta un bellísimo himno de alabanza que es la base del canto de María que encontramos en Lucas 1:46-55. (Véase 1 S. 2:1-11.)



ETAPA DE LOS JUECES II "Un hombre sanguinario."

 

II.-La Etapa de los Jueces 

 "Un hombre sanguinario." Abimelec

        II. Un hombre sanguinario: Abimelec (Juc. 9). A. Abimelec era el hijo que Gedeón tuvo con una concubina de Siquem (8:31). Tramó y llevó a cabo el asesinato de sesenta y nueve de sus setenta hermanastros y fue coronado «rey» de Siquem, el pueblo de su madre (9:1-5)

        Jotam, el hermanastro que pudo escapar, relata una de las dos fábulas que aparecen en la Biblia (la otra está en 2 R. 14:9), y se la dirige a Abimelec, a quien ridiculiza llamándole «zarza». Nótese en 9:8-14 su amargo sarcasmos. 

Tres años más tarde Dios encendió los ánimos de los de Siquem contra Abimelec. En la tensión y lucha que se suscitó, Abimelec perdió la vida (Jue. 9:22-57). Algunos cristianos se han sentido incómodos con la declaración que aparece en Jue. 9:23: «Envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec.» 

    Esta es la primera de al menos tres situaciones del Antiguo Testamento en que una acción así tiene lugar. Examinemos brevemente cada una de estas ocasiones. 

1. Saúl (1 S. 16:14. 23). 
2. Acab (2 Cr. 18:18-22). 
    ¿Cómo podemos entender estos versículos? Se han sugerido dos interpretaciones básicas: 
        a. Que estos eran mensajeros celestiales enviados por Dios para juicio como un día lo harán los siete ángeles elegidos para la tribulación venidera. (Véase Ap. 8:2.) 
        b. Que eran ángeles caídos transformados en demonios. El contexto parece favorecer este punto de vista. Se les describe como malos, y es la misma palabra hebrea que encontramos en Génesis 6:5. donde se nos dice que Dios se propuso destruir a la humanidad a causa de sus malos corazones. Pero, ¿por qué espíritus malos solicitarían ser usados por Dios, y por que el lo consentiría? Aquí deberíamos releer cuidadosamente Job capítulos 1 y 2. Satanás mismo había solicitado permiso para atormentar a Job y Dios se lo concede, pero sólo para que se cumpla su propósito divino. 
        En el caso de Abimelec, Dios ya había dictado sentencia sobre él mediante una mujer de Siquem, lo que abría camino para un líder piadoso llamado Tola, que defendería las ovejas de Israel y no las asesinaría como lo hizo Abimelec (véase Jue. 10:1). El mal espíritu tenía obviamente en mente un motivo diferente. Él había demostrado ser un líder inepto que había fallado por tres años en extender su territorio más allá de los límites de Siquem. Quizá el mal espíritu había intentado operar por medio de otro hombre malvado pero no había funcionado. En el caso de Saúl, el espíritu malo esperaba aparentemente controlarlo por completo en un intento de quitar de la escena al aborrecido David. Pero una vez más fallaría, porque Dios ya había puesto en marcha los planes que le llevarían a Saúl a la muerte en el campo de batalla frente a los filisteos. 
        En el caso de Acab el espíritu malo parecía dispuesto a sacrificar a este fiel adorador del mal induciéndole a que entrara en guerra con los sirios, con el fin de llegar hasta Josafat. Tal como se desarrollaron las cosas, si Dios no hubiera intervenido, el necio de Josafat habría caído en la batalla (véase 2 Cr. 18:28-32). De manera que Dios a veces usa la ira de hombres malvados e incluso a los demonios para su gloria (Salmo 76:10). Ver los siguientes dos ejemplos en el Nuevo Testamento para comprobar cómo Dios usa hombres impíos y demonios para su gloria: 
        (1) Apocalipsis 16:13, donde se indica que Dios usará demonios para atraer a los hombres al Armagedón.     
        (2) Apocalipsis 17:16, 17, donde se indica que él hará que el anticristo destruya a la falsa iglesia.



ETAPA DE LOS JUECES III. Micaía: un hijo idólatra (17— 18) & IV. Un levita cobarde (19—21).

 III. Micaía: un hijo idólatra (17— 18).

Micaía, un ladrón e idólatra, es animado por su propia madre a iniciar «su propia religión», lo cual lleva a cabo (entre otras cosas) contratando a un levita muy codicioso de dinero como su sacerdote personal (17:1- 13). Este pervertido «pastor privado» es seducido posteriormente por los de la tribu de Dan para que se convierta en su sacerdote oficial (18:1-31). 

IV. Un levita cobarde (19—21). 
    A. Estos capítulos son tres de los más deprimentes de toda la Biblia. La historia comienza cuando un levita y su infiel concubina pararon para pasar la noche en Gabaa, ciudad de la tribu de Benjamín (19:1-15). 
    B. La pareja se hospedó con un anciano de la ciudad. Aquella noche la casa fue rodeada por un grupo de pervertidos sexuales y demandaron que saliera el levita y que participara en sus repugnantes y degradantes prácticas. El cobarde levita se salvó entregando a su mujer a este grupo miserable. Para el amanecer aquellos pervertidos habían abusado de tal manera de la mujer que murió (19:16-27). 
    C. El levita (que por las apariencias estaba emocional mente enfermo), descuartizó el cuerpo de su mujer en doce pedazos y envió una parte a cada tribu de Israel, junto con la información de lo que había sucedido (19:28, 29). 
    D. La noticia de aquel crimen sexual enfureció de tal manera a los israelitas que organizaron un ejército de unos 400.000 hombres para castigar a aquellos pervertidos de Gabaa (19:30—20:íl). 
    E. Los ciudadanos de Benjamín rehusaron, sin embargo, entregar a los culpables, y estalló la guerra civil. Después de una sangrienta guerra en la que se enfrentaron tres veces, y en la que Israel perdió a 40.000 hombres. Benjamín quedó derrotado, y de sus 26.000 soldados sólo quedaron 600 vivos. Entonces, aunque entristecido. Israel proveyó, en un acto de sensatez, de esposas para estos 600 sobrevivientes a fin de que Benjamín no desapareciera como tribu de la faz de la tierra (20:12—21:25).


¿DIOS AMA A TODOS O SOLO A LOS CRISTIANOS?

¿Dios ama a todos, o solo a los cristianos?
Pregunta Cristiana: “¿Dios ama a todos, o solo a los cristianos?”
Respuesta: Hay un sentido en el que Dios ama a todos en el mundo entero (Juan 3:16; 1 Juan 2:2; Romanos 5:8) Este amor no es condicional – está basado solo en el hecho de que Dios es un Dios de amor (1 Juan 4:8, 16). El amor de Dios por toda la humanidad resulta en el hecho de que Dios muestra Su misericordia al no castigar a la gente de inmediato por sus pecados (Romanos 3:23; 6:23). Si Dios no amara a todos, estaríamos ahora mismo en el infierno. El amor de Dios por el mundo es manifestado en el hecho de que ÉL da a la gente la oportunidad de arrepentirse (2 Pedro 3:9). Sin embargo, el que Dios ame al mundo no significa que Él ignore el pecado. Dios es también un Dios de justicia (2 Tesalonicenses 1:6). El pecado no puede quedar impune para siempre (Romanos 3:25-26).

La mayor prueba de amor de la eternidad está descrita en Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Cualquiera que ignore el amor de Dios, que rechace a Cristo como su Salvador, que niegue al Salvador que lo rescató (2 Pedro 2:1); estará sujeto a la ira de Dios por una eternidad (Romanos 1:18), no a Su amor (Romanos 6:23). El amor incondicional de Dios se muestra en cuanto a Su misericordia hacia todos. Pero Dios ama condicionalmente solo a aquellos que ponen su fe en Su Hijo para salvación. (Juan 3:36). Solo aquellos que creen en Jesucristo como su Señor y Salvador experimentarán el amor de Dios por la eternidad.

¿Dios ama a todos? Si. ¿Dios ama más a los cristianos que a quienes no lo son? No. ¿Dios ama de una manera diferente a los cristianos de lo que ama a los no creyentes? Si. Dios ama a todos por igual en cuanto a Su misericordia para todos. Dios solo ama a los cristianos en cuanto a que ellos tienen Su eterna gracia y misericordia – la promesa de Su amor eterno en el Cielo. Es este amor de Dios por todos nosotros, lo que debería llevarnos a recibir Su amor eterno.

LA ETAPA DE LOS JUECES I "LOS DOCE REFORMADORES MILITARES!!"

LA ETAPA DE LOS JUECES  I 

"LOS DOCE REFORMADORES MILITARES!!"


En aquellos días no había rey de Israel; cada uno hacia lo que bien le parecía (17:6) Véase también 19:1 21:25

Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales 2:11

Y Jehová levantó Jueces que los librasen de mano de los que les despojaban 2:16

  La acción principal de la etapa de los Jueces. Los elementos clave durante este período se centran alrededor de las siguientes personas o grupos de personas:

I.-  Doce reformadores militares.
II.- Un hombre sanguinario.
III.-Micaía: Un hijo idólatra.
IV.- Un levita cobarde.
V.-  Una Joven moabita.
VI.- Una madre dedicada.
VII.-Un sacerdote indiciplinado.
VIII.-Unos filisteos frustrados.
IX.- Un predicador ambulante.


  Examinaremos ahora en detalle a cada una de estas personas o grupos.

I.- Los Jueces: Doce reformadores militares.


    A. Primer juez: Otoniel (1:12,13; 3:8-11)


1.La nación opresora: Mesopotamia.
2.Duración de la opresión.
3.Años que dio paz: Cuarenta
4.Logros:
    Otoniel era sobrino y también yerno de Caleb 1:13. Consiguió a su mujer mediante la conquista de una ciudad enemiga que su tribu Judá proyectaba capturar 1:12. Otoniel ya había demostrado su valor ( Véase Josué 15:15-20 ) El fue uno de los muchos jueces que se dice estuvo lleno del Espíritu Santo. 3:10 Derroto al rey de Babilonia quién habia avasallado a Israel durante ocho largos años 3:8. Después de esto el pubelo tuvo paz durante cuarenta años. 3:11

   B. Segundo Juez Aod (3:12-30)

1.Nación opresora: Moab.
2.Duración de la opresión dieciocho años.
3.Años de Paz: Ochenta años.
4.Logros
  Aod era un hombre surdo de la tribu de Benjamín. Jue 3:15 Encontramos en el Antiguo Testamento que Dios muchas veces bendijo de manera especial a guerreros zurdos. Véase  Jue 20:16  1Cr 12:2
  Aod fue elegido para llevar a la capital moabita el aborrecido impuesto anual que Israel tenía que pagar. Israel llevaba pagando este impuesto dieciocho años (3:14 y 15)
  Después de entregar el tributo. Aod, con el pretexto de que tenía <>, solicitó a Eglón, El rey moabita, reunirse con Él en privado. Estando a solas. Aod atravesó a Eglón con una espada de dos filos, de unas dieciocho pulgadas ( casi medio metro) de largo que llevaba escondida (Jue 3:16-23), Notemos, sin embargo, que la biblia no dice que hizo esto mediante al Espíritu de Dios.
  Después huyó al monte de Efráin, donde tocó el cuerno de guerra, recluto a los hombres de guerra y atacó a los moabitas matando a unos 10.000 de ellos. El pueblo tuvo paz durante los siguientes 80 años. ( Jue 3:26-30)

   C. Tercer Juez: Samgar (3:31)

1.Nación opresora: Filistea
2.Duración de la opresión: No se indica
3.Años de Paz: No se indica o desconocido
4.Logros:Este soldado mató a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes.

   D. Cuarto Juez: Barac (ayudado por Débora, Jue 4-5)

1.Nación opresora. El reino cananeo del Norte.
2.Duración de la opresión: no se indica
3.Años de Paz:Cuarenta años.
4.Logros:
  En este tiempo Israel estuvo oprimido por veinte años por Jabín, el rey cananeo que tenía su capital en Hazor (4:3). Jabín tenía a Sísara como jefe del ejército, un general famoso de cinco estrellas que disponía de 900 carros de guerra y multitud de soldados (4:2,3).
  En estos días Israel era Juzgado por una mujer llamada Débora (4:4,5) Ella comunicó a Barac, el jefe del ejército de Israel, que Dios le había elegido para que movilizara a 10.000 mil hombres de la tribu de Neftalí y Zabulón, que debía ir al monte Tabor  y presentara allí batalla a Sísara (4:6,7).
  A Causa de su insistencia. Débora accede a ir con Barac, pero le advierte que no recibiría él el honor y el crédito por vencer a Sísara sino otra mujer (4:8,9).
  Barac bajó del monte Tabor con sus 10.000 soldados y, con la intervención de Dios, Sembró el pánico en el ejército de Sísara y lo derrotó por completo (4:14,15)
  Sirara logró escapar y se refugió en la tienda de Jael, Mujer de Haber caneo. Pretendiendo ser amistosa con él. lo escondió cubriéndole con una manta, cuando estaba dormido le atravesó las sienes con una estaca(4:17-21) Débora y Barac entonaron entonces su canto de liberación y alabanza a Dios.
  El pueblo tuvo paz después durante cuarenta años ( 5:31 ) Barac fue mas tarde incluido en la lista de los héroes de la fé que aparecen en Hebreos (11:32). El capitulo 5 de Jueces contiene el tercer gran canto de alabanza que aparece en la biblia. los otros dos son Exodo 15 y Deuteronomio 32.

E. Quinto juez: Gedeón(6—8).

1. Nación opresora: Madián. 
2. Duración de la opresión: siete años. 
3. Años de paz: cuarenta. 
4. Logros: Muerto Barac, 
Israel cayó otra vez en la idolatría y Dios los entregó en manos de los crueles madianitas por siete años. En Jueces 6:2-6 se nos describe la apurada situación en que vivían. 
    Un profeta valiente, del que ignoramos el nombre, le recordó a Israel que su situación se debía a su pecado (6:8-10). Un ángel del Señor (¿Jesús?) aparece en este tiempo a Gedeón, que estaba limpiando el trigo a escondidas en el lagar para esconderlo de los madianitas (6: 11). 
    Gedeón es comisionado por el Angel de Jehová para que vaya a pelear con los madianitas y recibe la seguridad de que los derrotará. Edificó allí Gedeón un altar y lo llamó Jehová-salom («Jehová es paz», Jue. 6:12-24). 
A pesar de sus muchas dudas Gedeón dio evidencias de auténtica fe en este tiempo de hambre al ofrecer en sacrificio el cabrito y los panes. Gedeón, al igual que Abraham, preparó comida para Dios mismo. (Véase Gn. 18.) 
Aquella misma noche, Gedeón, por orden de Dios, derribó el altar familiar que tenían dedicado a Baal y lo reemplazó por un altar a Jehová (6:25-27). A la mañana siguiente, Joás, el padre de Gedeón. logró tranquilizar a la gente del pueblo, que enojada quería matar a su hijo por lo que había hecho con el altar de Baal. El Espíritu de Dios descendió sobre Gedeón y éste tocó el cuerno convocando a la guerra a sus hermanos (6:34, 35). 
Entonces hace dos veces la prueba del vellón de lana para confirmar el llamamiento de Dios (6:36-40). ¿Estaba justificado el que Gedeón hiciera esto? ¿Es siempre la voluntad de Dios para el creyente que le pidamos pruebas? ¿Es correcto el viejo cliché de que «probar es desconfiar»? Consideremos lo siguiente: 

5. Ejemplos bíblicos de solicitud de pruebas: 

    a. El siervo de Abraham (Gn. 24:14). Fue enviado a buscar una esposa para Isaac en tierra extraña. Nada más llegar, oró y le pidió una prueba a Dios. Dios obviamente aceptó esta solicitud. Son especialmente emocionantes las palabras «aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca ... salía» (v. 15). 
    b. El rey Acaz. (Is. 7:11). «Habló también Jehová a Acaz. diciendo: Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto. Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová» (Is. 7:10-12). 

En esta ocasión era Dios mismo quien invitaba a este rey impío de Judá. que se veía amenazado por sus enemigos de fuera, a que pidiera la señal que él quisiera y Dios se la daría, para probarle que Jerusalén sería librada de sus enemigos. Pero el rey rehusó hacerlo. 
    c. El rey Exequias (2 R. 20:10. 11). Dios hizo que la sombra en el reloj de sol de Acaz retrocediera diez grados, mostrando así que él sería sanado. Otra vez podemos ver que el Señor aceptó esta petición de una señal. 
    d. Satanás. (Mt. 4:6). «Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo: porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios» (Mt. 4:5-7). Aquí el Señor correctamente rehúsa dar aquella señal que el diablo perversamente le sugiere. 
    e. Gedeón (Jue. 6:37). Varios hechos aparecen inmediatamente ante nosotros:

(1) El Señor en dos ocasiones previas había ya claram ente indicado a Gedeón lo que había de hacer. (Véase 6:14. 16.) 
(2) El Señor en una ocasión le había dado realmente a Gedeón una señal que había solicitado. (Véase 6:17- 21.) 

6. Conclusiones básicas sobre la solicitud de señales: 
        a. En ciertos momentos el creyente puede buscar correctamente la voluntad de Dios por medio de una señal de algún tipo. Puede hacerse: 
        (1) Si las Escrituras no han contestado ya su solicitud. En otras palabras, sería completamente erróneo que un creyente pidiera una señal sobre si Dios desea que el creyente abandone hábitos que dañan su cuerpo porque esto ya está claramente indicado en muchos pasajes. (Véase 1 Co. 6:19, 20.) 
        (2) Si las circunstancias inmediatas son indefinidas y poco claras. Supongamos que un misionero tiene sentimientos e impulsos muy fuertes de entrar a cierto país cuyas puertas han sido cerradas para toda obra cristiana. Estaría entonces completamente justificado el pedirle a Dios que abra esas puertas si esa es su voluntad perfecta. 
        (3) Si la señal no limita la acción que Dios debe tomar. Podemos ilustrarlo así: sería poco sabio para un candidato a pastor de una iglesia que. cuando está predicando su sermón de presentación en aquella congregación, le pidiera al Señor que le mostrara que aquella es la iglesia que debe pastorear mediante la señal de que exactamente siete personas pasaran al frente durante la invitación. ¿Qué si esa mañana hay allí ocho personas en las que el Espíritu de Dios ha obrado y están listas para dar testimonio? O, ¿qué si allí hay exactamente siete personas para responder a la invitación pero no es la voluntad de Dios que acepte aquel pastorado? 

        b. En el caso de Gedeón, aunque Dios honró su petición de una señal, era. no obstante, innecesario, porque ya sabía lo que debía hacer, y además poco beneficioso, porque más tarde necesitó otra vez. que Dios le reconñara su voluntad (Jue. 7:10). 

Dios rebajó el ejército de Gedeón de 32.000 a 22.000, y finalmente lo dejó en 300 (7:2-7). Con estos 300 se enfrentaría a 135.000 soldados enemigos (véase 8:10). 
En la víspera de la batalla. Gedeón y su criado se infiltraron en las líneas enemigas y fueron otra vez reconfirmados acerca de la victoria al escuchar la conversación de unos soldados enemigos (7:10-15).
   Gedeón dividió sus trescientos hombres en tres escuadrones, y, a una señal dada, cada uno tocó una cometa, rompió el cántaro, levantó una antorcha encendida y gritó: «¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!» (7:16-20). Los madianitas se desconcertaron, pelearon entre ellos y huyeron (7:21-24). 
Gedeón los persiguió hasta el otro lado del Jordán y los derrotó por completo. Cuando volvió a 
Palestina castigó severamente a dos pueblos que se habían negado a dar alimentos a sus 300 hombres hambrientos (8:4-17). 
    Gedeón después ejecutó a los dos reyes madianitas por haber matado a sus hermanos en Tabor (8:18-21). Rehusó la oferta de Israel de ser rey sobre ellos, pero pidió que le entregaran los anillos de oro que habían recogido como botín, además de otros despojos (8:22-26). 
    Con este oro hizo un efod. Los israelitas empezaron pronto a adorar esto y terminó por ser un tropiezo y trampa para el pueblo (8:27). 
    Nota: El efod era parte de la vestimenta que llevaba el sumo sacerdote. Gedeón había declinado anteriormente la oferta de ser rey. pero parece que tenía ciertas aspiraciones sacerdotales. 

    Más tarde Gedeón formó hogar, se casó con muchas mujeres, y crió setenta y un hijos (y, sin duda, muchas hijas también). Uno de ellos se llamó Abimelec, quien posteriormente, después de fallecer Gedeón, fue causa de mucho derramamiento de sangre (8:29-31). Gracias al buen trabajo de Gedeón, el pueblo tuvo paz durante cuarenta años (8:28).

F. Sexto juez: Tola (10:1). 

1. Nación opresora: no se sabe. 
2. Tiempo de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: veintitrés. 
4. Logros: no se indica. 


G. Séptimo juez: Jair (10:3-5). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: se desconoce. 
3. Años de paz: veintidós. 
4. Logros: El y sus treinta hijos libraron de la opresión a treinta ciudades. 

H. Octavo juez: Jeftc (10:6— 12:17). 
1. Nación opresora: Amón.
2. Duración de la opresión: dieciocho años.
3. Años de paz: seis. 
4. Logros: Después de la muerte de Abimelec, 

    Israel fue juzgado por Tola durante veintitrés años. El clan de Tola fue posteriormente conocido en el tiempo de David por sus hombres valerosos (1 Cr. 7:1, 2). Después que falleció Tola. Dios levantó a un hombre, Jair, que juzgó a Israel por veintidós años. Cuando Jair murió, Israel una vez más «volvió a hacer lo malo ante los ojos de Jehová», como consecuencia, Dios los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas por un periodo de dieciocho años (10:6-8). Israel, voluble y necio, se volvió otra vez a Jehová en su hora de aflicción. Como siempre, Él se llenó de compasión y les prometió liberación, no sin antes darles un mensaje para que examinaran sus corazones. Notemos su contenido en Jueces 10:10-16. Este pasaje de Jueces debe ser comparado con Isaías 63:7-9. Dios levanta ahora a Jefté, el hijo de una prostituta, que había sido rechazado por sus hermanos a causa de su nacimiento ilegítimo (11:1-11). 
    Jefté intenta negociar con los amonitas en relación con ciertas tierras en disputa al este del Jordán. El argumenta que: 

    a. La tierra fue originalmente de los amorreos y no de los amonitas (Nm. 21:21 -30).
    b. Dios le dio la tierra a Israel y había sido de ellos por los últimos 300 años. 
    
    Esta declaración llevó a los dos países al estado de guerra. El Espíritu de Dios descendió sobre Jefté y este se preparó para la inminente pelea (11:28, 29). En la víspera de la batalla, Jefté hizo, sin embargo, algo que después le causó gran dolor y angustia. Leemos en Jueces 11:30. 31:
    «Y Jefte hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliera de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová. y lo ofreceré en holocausto.» 
    Dios entregó a los amonitas en manos de Jefté (11:32, 33). Pero su verdadero problema apenas empezaba. Leemos en Jueces 11:34, 35: «Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa, y he aquí que su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su única hija; no tenía fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos. diciendo: ; Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.» 
    Mucha tinta han usado los teólogos a lo largo de los siglos en relación con este pasaje. ¿Qué implicaba el voto de Jefté? El doctor John J. Davis escribe: «Hay, por tanto, dos interpretaciones que prevalecen hoy en relación con este suceso del capítulo 11. La primera es que Jefté no mató a su hija.         Este punto de vista es sugerido por una serie de escritores conservadores. Sus razones son las siguientes: 

     (1) Jefté estaba lo suficientemente familiarizado con la ley de Dios como para ignorar la prohibición de ofrecer en sacrificio seres humanos (11:15-27).     
     (2) Él debió de saber que lo lógico es que un ser humano saliera de la casa a recibirle. Además, un animal hubiera sido un ofrenda muy pequeña para semejante victoria. 
    (3) Jefté debió ser un hombre realmente piadoso o de lo contrario no hubiera aparecido en hebreos 11. 
    (4) Si su hija iba a morir no había razón para enfatizar tanto su virginidad (37—39). 
    (5) Jefte no podía hacer esto, especialmente después que el Espíritu del Señor vino sobre él (29). 
   (6) Había mujeres en este tiempo que habían dado su vida para servir al Señor en el tabernáculo en Silo (1 S. 2:22). Entonces, Jefté pudo haber hecho voto que, en el caso de victoria, el dedicaría a un miembro de su familia para el servicio de Jehová en el tabernáculo. El hecho de que resultara ser su hija era trágico para él, porque era su hija única y no podría tener nietos que llevaran su nombre; y en ese caso, difícilmente la volvería él a ver. 
    (7) Se ha argumentado que la conjunción copulativa “y” que aparece en el voto en el versículo 31, se debería traducir por “o” en vez de “y”. En otras palabras, que lo que se piensa que en realidad dijo Jefté es: “Lo que salga por las puertas de mi casa para encontrarse conmigo cuando regrese será dedicado al servicio del Señor si es un ser humano, o si es un animal limpio lo ofreceré en holocausto al Señor" (8). Se argumenta también por aquellos que sostienen este punto de vista, que la expresión “endechar” que aparece en el versículo 40 debería ser traducida por “hablar”, indicando así que la hija permanecía viva.     
    El segundo punto de vista en relación con el voto de Jefté y su cumplimiento es que él sí ofreció a su hija como sacrificio humano. Esta opinión es también apoyada por bastantes escritores bien conocidos. Los razonamientos en los que se basa esta opinión son: 
    (1) La palabra hebrea para holocausto es olah que siempre conlleva en el Antiguo Testamento la idea de sacrificio quemado. 
    (2) Jefté fue el hijo de una prostituta pagana común, Zonah, y pasó mucho tiempo con varias clases de gente en la parte este del Jordán (11:1-3). Además, debemos notar que más tarde otras personas también ofrecieron sacrificios humanos. Segunda de Reyes 3:26, 27 registra la acción del rey de Moab de ofrecer en holocausto a su hijo primogénito sobre el muro de la ciudad. Segundo de Crónicas 28:3 nos dice que el rey Acaz quemó a sus hijos, y 2 Reyes 21:6 nos habla de que Manasés sacrificó a su hijo. Si tales prácticas fueron realizadas por líderes de Israel en un tiempo posterior, no es imposible que pudieran haber sido introducidas en un período anterior. 
    (3) El hecho de que Jefté fuera juez de Israel no elimina la posibilidad de que hiciera un voto imprudente. La filosofía dominante en aquellos días era la de un relativismo moral y espiritual en la que “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jue. 21:25). Muchos de los líderes de Israel estaban afectados por esta actitud. Recordemos que Gedeón hizo un efod de oro que llevó a Israel a la idolatría, y Sansón se involucró en actividades que estaban obviamente en oposición a la ley de Moisés. 
    (4) Si Jefté fue capaz de llevar a cabo la matanza de 42.000 israelitas (Jue. 12), también sería capaz de hacer un voto así y cumplirlo. 
    (5) El hecho de que en los versículos 36-40 se dice que lloró su virginidad, parece implicar que no había esperanza de hijos en el futuro a causa de su muerte inminente. Probablemente se menciona para enfatizar el hecho del sacrificio, porque le dejaba sin descendencia, lo que en el oriente era tenido como una gran desgracia. Finalmente, el argumento basado en la palabra hebrea que se traduce por “endechar” (llorar o lamentar) en el versículo 40. aportado por aquellos que sostienen la opinión de la dedicación, es más bien débil. El verbo tanah aparece solamente una vez en la Biblia hebrea (Jue. 5:11). La mejor traducción de este término parece ser “narrar”.» (Conquest and Crisis, pp. 125-128.) 
    Con esto no se habían terminado aún las dificultades para Jefté, porque fue provocado a pelear a causa de los celos de los de la tribu de Efraín (Jue. 12:4-7). Esta trágica pelea, que ganó Jefté. resultó en la perdida de 42.000 soldados efrainitas. Fue una de las batallas más extrañas de la historia bélica, porque muchos de estos soldados perdieron la vida debido a su incapacidad de pronunciar correctamente la palabra Shibolet (el término hebreo para «corriente»), 

I. Noveno juez: Ibzán (12:8-10). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: siete. 
4. Logros: no se citan. 

J. Décimo juez: Elón (12:11, 12). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: diez. 
4. Logros: no se citan. 

K. Undécimo juez: Abdón (12:13-15). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: ocho. 
4. Logros: no se citan. 


L. Duodécimo juez: Sansón (13— 16). 

1. Nación opresora: Filistea. 
2. Duración de la opresión: cuarenta años. 
3. Años de paz: veinte (16:31). 
4. Logros: Antes del nacimiento de Sansón, Israel había estado oprimido por los filisteos por cuarenta años (13:1). La madre de Sansón fue visitada por el Ángel de Jehová. quien le anticipó el nacimiento de su hijo (13:2, 3). De manera que ella es una de las cuatro mujeres de la Biblia que recibieron de un ángel la promesa del nacimiento de un hijo. Las otras tres fueron:
    a. Sara (Gn. 18:10-14).
    b. Elisabet (Le. 1:13). 
    c. María (Le. 1:30, 31). 
    Este mensajero celestial instruyó a los padres acerca de que el niño tendría que ser criado como un nazareo (13:4, 5). Según Números 6:1 -6 el nazareo no podía: 
    a. Beber vino ni sidra. 
    b. Cortarse el cabello. 
   c. Tocar cuerpos muertos. Notemos que el ángel también encomendó a la madre que ella tampoco bebiera vino (13:4, 14). Los padres de Sansón oran en esta ocasión de una manera que debería ser imitada por todos los padres cristianos que esperan hijos (Jue. 13: 8, 12). ¿Quién era este Ángel de Jehová? Los padres de Sansón intentaron averiguar cuál era el nombre del ángel, y les fue dicho que era o «secreto» (así lescribe el autor) (13:17). La palabra hebrea puede ser traducida por «secreto» y también por «admirable», y es muy similar al término usado en Is. 9:6, donde se nos habla acerca del nacimiento de Cristo y se dice que su nombre será «Admirable, Consejero, Dios fuerte. Padre eterno, Príncipe de paz». Esto sería una fuerte indicación de una aparición del Señor Jesucristo antes de Belén. Sansón nació y el Espíritu del Señor estuvo sobre él durante su crecimiento (13:24, 25). Para consternación de sus padres se empeñó en casarse con una mujer filistea que no participaba de la fe de Israel. La naturaleza camal de Sansón empieza ya a manifestarse, pero a pesar de su sensualidad, Dios le usó para su gloria (14:1-4). De camino a Filistea, Sansón mata a un león. Más tarde descubrió que un enjambre de abejas había formado colmena en el esqueleto del león y tenían fabricado ya un panal de miel. Sansón usó esta experiencia en su fiesta de bodas como base para una adivinanza (Jue. 14:12-14). Los invitados logran al fin resolver la adivinanza presionando a la novia de Sansón. Esto le enfurece y paga su deuda a los invitados a la boda, pero a costa de treinta víctimas filisteas (14:15-19). Pasado un tiempo vuelve y se entera que el padre de la novia la había entregado por esposa al amigo de Sansón. Dice el libro de Jueces que en venganza hizo lo siguiente:
    «Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas. Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares» (15:4, 5). Sansón entonces mató a muchos filisteos (15:8). Después de esto, los filisteos amenazan con destruir la tribu de Judá si no les entregan atado a Sansón. Él permite que sus hermanos de raza le prendan y le alen, pero cuando el enemigo está a la vista, rompe las ligaduras, los ataca y mata a mil de ellos con una quijada de un asno (15:9-17). A continuación tenemos una de las dos oraciones de Sansón que aparecen registradas en las Escrituras. Ambas son camales y egoístas. (Cp. 15:18 con 16:28.) En Gaza (una ciudad filistea) Sansón logra una vez más evitar ser capturado, esta vez arrancando las puertas de la ciudad a medianoche y llevándoselas a cuestas a un monte cercano (16:1-3). Al fin cae mediante la traición de una mujer llamada Dalila, que descubre la fuente de su gran fuerza (16:4-20). Nota: a estas alturas Sansón ha violado todos los votos del nazareo. Ha tocado el cuerpo muerto de un león (14:8, 9); ha bebido vino (14:10); y ha permitido que su pelo sea cortado (16:19). Ahora aprende el alto precio de vivir de esa manera (Jue. 16:21). «Mas los filisteos le echaron manos, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.» Allí Sansón va recuperando su fuerza a medida que le crece otra vez el pelo. Dios le permite entonces destruir a miles de filisteos que se habían reunido en el templo pagano de su dios para una orgía. Él mismo pereció en la destrucción del templo (Jue. 16:22-31).


ETAPA DE LOS JUECES INTRODUCCIÓN (Jueces,Rut,1de Samuel 1-7)

 INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DE LOS JUECES 

( Jueces, Rut, 1 de Samuel 1-7 )



1. Esta etapa registra el período más triste y sórdido de toda la historia de Israel. Es la edad de las tinieblas de esa nación. 

2. La lista de nombres más importantes de este período incluiría a Gedeón. Sansón, Noemí, Rut. Booz, Eli y Samuel. 

3. Abarca un período de unos 300 años. 

4. En pocas palabras, registra siete casos de apostasía de Israel, siete situaciones de servidumbre y siete experiencias de liberación. 

5. Se han sugerido los dos siguientes bosquejos que resumen la etapa de los Jueces: 

    a. Rebelión, castigo, arrepentimiento y restauración, (o) 
    b. Pecado, servidumbre, súplica y salvación. 

6. Contando a Eli y a Samuel, hubo quince jueces en total. Uno de ellos fue una mujer, Débora. Estos jueces no eran tanto expertos legales sino más bien reformadores militares. 

7. La raíz de los problemas de Israel estaba en que cuando Josué murió, Dios no pudo encontrar un hombre que tomara su lugar como encontró a Josué cuando Moisés falleció. La declaración: «En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía», se repite en cuatro ocasiones diferentes en el libro de los Jueces (véanse Jue. 17:6; 18:1: 19:1; 21:25). Este período es la antítesis del milenio cuando el Rey Jesús reinará con vara de hierro (véase Sal. 2). 

8. El fruto de los problemas de Israel se puede ver en -su: 
    a. Desobediencia: no haciendo lo que Dios les había dicho que hicieran, esto es, echar a sus enemigos. (Véanse Juc. 1:21; 27-33; 2:1-5.) «El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar, mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero» (Jue. 2:1-3). 
    b. Apostasía: haciendo aquello que Dios les dijo que no hicieran, es decir, adorar los dioses de sus enemigos. (Véanse 2:11-15; 6:8-10.) «Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirviera a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron: y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová. y adoraron a Baal y Astarot» (2:11-13).

9. A pesar de todo Dios todavía amaba a Israel. El ángel del Señor es mencionado ochenta veces en el Antiguo Testamento. La mayoría de los teólogos piensan que este Ángel de Jehová no es otro que Cristo mismo manifestándose de esa manera en el Antiguo Testamento. No menos de veinte de estas manifestaciones aparecen en el libro de los Jueces. En ningún otro momento ministró Dios tanto a su pueblo. 

10. La última parte de Gálatas 5 provee de un excelente resumen de los libros de Josué y Jueces. (Véase 5:22- 26 en relación con Josué y 5:17-21 en relación con Jueces.) «Y manifiestas son las obras de la came, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley» (Gá. 5:19-23). Veamos el contraste general entre estas dos etapas: Josué Jueces 

a. victoria 

b. libertad 

c-fe 

d. progreso 

e. obediencia 

f visión celestial 

g- gozo 

h. fortaleza 

i. unión entre las tribus 

j. líder fuerte derrota esclavitud incredulidad decadencia desobediencia énfasis terrenal tristeza debilidad desunión entre las tribus falla de líder 

11. Jueces es el ejemplo clásico de Oseas 8:7 y Gálatas 6:7. «Porque sembraron viento, y torbellino searán» (Os. 8:7a). «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la came segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna» (Gá. 6:7, 8). Notemos especialmente Jueces 6:3: «Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban» (Jue. 6:3). Esto casi parece un juego de palabras. Vuelva a leerlo cuidadosamente. 

12. Jueces también nos ofrece siete ilustraciones de 1 Corintios 1:27. «Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.»
En Jueces Dios usó: 
b. Una estaca (4:21). 
c. Unas trompetas (7:20). 
d. Unos cántaros (7:20). 
a. Una aguijada de bueyes (3:31). 
e. Unas antorchas (7:20). .
f. Una rueda de molino (9:53). 
g. La quijada de un asno (15:15).

13. En Jueces vemos también: 
a. El primer nazareo que se registra en la historia (13:2-5). 
b. El hombre más fuerte que se ha conocido (15:15) 
c. Un hijo sanguinario (Abimelec) y un padre lleno de dolor (Jefté) (9, 11). 
d. Un espíritu maligno y el Espíritu de Dios (9:23; 13:24, 25). 
e. Muchos soldados mueren por pronunciar mal una palabra (12). 
f. Trescientos hombres victoriosos y 600 desesperados (7:7; 20:46, 47). 
g. Una de las dos fábulas que aparecen en la Biblia (9:7-15). 
h. Un nombre nuevo para Dios (6:24). 
i. Caza de zorras, narración de adivinanzas, la prueba del vellón de lana, corte de mechones de cabello (15:4; 14:14; 6:36-40; 16:19).

 14. Resumen del libro de Rut. 
    a. Es el primero de dos libros bíblicos que llevan el nombre de una mujer. 
    b. Rut llegó a ser la tercera de cuatro mujeres que Mateo menciona en su genealogía de Cristo. (Véase Mt. 1.) 
    c. La experiencia humana que presenta este libro, que tuvo lugar durante la etapa de los jueces, es como un lirio puro flotando en una inmensa ciénaga de pecado. d. Registra el primero de tres viajes muy importantes al pueblo de Belén que aparecen en la Biblia (Rut 1:19). (Para los otros tres véanse 1 S. 16:4; Le. 2:4.) 
    d. Nos ofrece el más grande de los ejemplos que aparecen en la Biblia de Cristo como nuestro pariente redentor.
    e. Rut llegó a ser la segunda de dos mujeres del Antiguo Testamento que prefiguran a la Iglesia en el Nuevo Testamento. (La otra es Rebeca, véase Gn. 24.) 

15. Resumen de los primeros siete capítulos de Samuel. 
    a. Encontramos una de las más grandes oraciones de dedicación de un hijo que jamás se hayan expresado. «Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová» (1 S. 1:26-28). 
    b. La descripción de uno de los momentos más tristes de la vida de Israel: la captura de la venerada arca del pacto de Dios (1 S. 4: 10, 11). 
    c. El llamado divino de un niño a media noche (1 S. 3:1-10). 
    d. La agonía de una madre moribunda y el éxtasis de un profeta agradecido. 

(1) La agonía se aprecia en la palabra Icabod. «Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente. Y al tiempo que moría, le decían los que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Dijo, pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios» (1 S. 4:19-22). 

(2) El éxtasis se ve en la palabra Eben-ezer. «Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bct-car. Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer. diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.» (1 S. 7:10-12).