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LA ETAPA DEL EVANGELIO : LOS 72 PASOS DE CRISTO DE LA GLORIA A LA GLOR IA ¡PASO UNO!

 LOS SETENTA  Y  DOS PASOS DE CRISTO DE LA GLORIA  A  LA GLORIA 

Paso uno: de la gloria a Belén {Le. 2:1-21) 

A. José y María tienen que ir a Belén a causa de un edicto de empadronam iento que ordenaba que todos los ciudadanos hebreos se inscribieran en el censo en su lugar de nacimiento. Nota: Este es el tercero de tres viajes muy importantes que se hicieron a Belén. Rut y Noerní hicieron el primero (R ut 1:22), y el profeta 

Samuel realizó el segundo (1 S. 16). 

B. María dio a luz al Salvador. «Lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (L e. 2:7). 

1. Este fue el cuarto día más grande en la historia de la humanidad. 

2. El tercer día Más grande en la historia humana aconteció unos treinta y cuatro años más larde, cuando este bebé, hecho y a hombre maduro, fue crucificado en el Calvario entre dos ladrones. «Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera. le crucificaron allí, y a los m alhechores, uno a la derech a y otro a la izquierda» (Le. 23:33). 

3. El segundo día más grande en la historia humana tuvo lugar tres días después, cuando un ángel dijo a unas mujeres afligidas: «No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado , como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor» (M t. 28:5, 6). 

4. El día más grande en toda la historia humana está todavía por suceder. El apóstol Juan nos habla acerca de él: «El séptim o ángel tocó la trompeta, y hubo gran ­ desvoces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos» (A p. 11:15). 

Uno puede comparar favorablemente Lucas 2:7 con Daniel 2:11. En el pasaje del A ntiguo Testamento hallamos que el rey Nabucodonosor acaba de ordenar la muerte de sus sabios por su incapacidad para relatarle el sueño que hacía poco había tenido. Estos astrólogos protestaron, exclamando: «Porque el asunto que el rey dem anda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey. salvo los dioses cuya morada no es con la carne.» Pero todo esto cambió con el advenimiento del cuarto día más grande en la historia. Leemos en Juan 1:14 que el Verbo se hizo carne. Una de las verdades más g loriosas de la encarnación era su eternidad. Esto quiere decir que los resultados de este cuarto día permanecerán para siem pre. Él todavía tiene, y tendrá por siempre, un cuerpo de carne y hueso (véase Le. 24:39). 

C. Cumplimiento número seis de las profecías del A ntiguo Testam ento: que nacería en B elén. (C p. M i. 5:2 con Le. 2:4-6: M t. 2:5, 6.) 

D. El ángel del Señor lo anuncia a un grupo de pastores de las cercanías. «He aquíos doy nuevas de gran gozo, que será para  todo el pueblo» (Le. 2:10). Véanse Génesis 12:3; Mateo 28:19; Lucas 2:31. 32; 24:47; C olosenses 1:23. «Que os ha nacido hoy. en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor ... H allaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre» (Le. 2:11, 12). 

E. Se le unió entonces al ángel una multitud de las huestes celestiales, alabando a Dios y diciendo: «¡G loria a D ios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Le. 2:14). (Véase tam bién Le. 19:38.) 

F. Los pastores fueron después a donde estaba el niño y le adoraron, y regresaron alabando a 

Dios. 

G. El niño fue circuncidado al octavo día y le pusieron oficialm ente el nom bre de Jesús. (V éanse G n. 17:12; Lv. 12:3.) A lgunos han alegado que, aparte del testimonio de los escritores del Nuevo Testamento, no existe prueba secular de la historicidad de Jesús. Pero esto sencillamente no es cierto, porque hallamos menciones de su vida y de su muerte tanto en los antiguos registros romanos como en los judíos. Las siguientes citas lo dem uestran: «Jesús de Nazaret fue colgado en la víspera de la pascua. Durante los cuarenta días anteriores un heraldo iba delante de él pregonando: "Merece ser apedreado porque ha practicad o la magia, ha extraviado a muchos en Israel y los ha  incitado a la rebelión. Se permite que todo aquel que tenga algo que decir en su d efensa que salga.’' Pero nadie lo hizo y fue colgado en la víspera de la Pascua.» (De The Babylonial Jewish Talmud.) El Talmud también informa que Jesús fue un hijo ilegítimo de María y un soldado romano llamado BenPanther. «Por este tiempo vivió un hombre sabio llamado Jesús, y su conducta era buena, y era sabido que era virtuoso. Muchos de entre los judíos y de las otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que habían venido a ser sus discípulos no abandonaron el discipulado. Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión, y que estaba vivo. Por ello, quizá fue el Mesías, acerca de quien los profetas han dicho maravillas. Y la tribu de los cristianos, así llamada por él. no ha desaparecido hasta el día de hoy.» (Josefa: Las obras esenciales, Grand Rapids: Editorial P ortavoz, p. 269.) «Christus, el originador del nombre, había sufrido la pena de muerte durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato, y la superstición quedó controlada por un momento, pero volvió a extenderse no solamente en Judea sino en la mism a capital de Roma...» (Anales, de Tácito, escritor romano). « Decir que en la antigüedad tenían el hábito de atribuir nacim ientos sobrenaturales a sus grandes personajes y que el cristianismo siguió por el mismo camino es engañoso. ¿Son los nacimientos virginales de la antigüedad de la misma clase del que se atribuye a Jesús en los evangelio s? Las palabras de Louis Matthew Sweet son dignas de m encionarse: “Después de un estudio cuidadoso y laborioso, y a veces agotador, de la evidencia ofrecida y de las analogías aportadas, estoy convencid o de que el paganismo no sabía nad a acerca de nacimientos virginales. Son innumerables los nacim ientos sobrenaturales, pero nu nca aparece un nacim ien to virginal en el sentido del Nuevo Testam ento y jamás sin generación física, excepto en unos pocos casos de n acim ientos m ágicos de parte de una m ujer que no tenía la m enor p retcn sió n de ser llam ada virgen. En todos los casos registrados que he sido capaz de exam inar. si la m ujer había sido virgen antes de la concepción, no podía reclam ar serlo después del parlo.” » (A Short Life of Christ. E. H arrison, p. 45.) 

Las Escrituras no especifican el tiempo del año en que Cristo nació. La primera celebración conocida del 25 de diciem bre está asociada con la iglesia en Roma a mediados del siglo cuarto, pero la práctica puede provenir del siglo segundo. El 6 de enero era la fecha observada en las iglesias orientales. M uchos han llegado a la conclusión de que el nacim iento no pudo aco n tecer en diciem bre en razón del tiempo frío, porque los pastores difícilmente tendrían sus rebaños expuestos al frío en los m ontes. Pero la fecha tradicional no resu lta totalm ente inaceptable, porque la baja tem peratura que a veces se produce en invierno se hace sentir generalm ente después del tiempo de Navidad. Nota especial de estudio: parem os en este punto y considerem os seis preguntas que pueden producirse en relación con los eventos que nos llevan al nacimiento del Salvador. 

1. ¿Por qué el ángel G abriel reprendió a Zacarías por su pregunta y no lo hizo con María por la misma causa? 

a. Z acarías: «¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.» (Le. 1:18). 

b. María: «¿Cóm o será esto? pues yo no conozco varón» (Le. 1:34). Respuesta: Zacarías llevaba muchos años orando por un hijo (Le. 1:13), pero cuando llegó la respuesta dudó del poder de Dios para cumplirlo. Cuando algo m aravilloso ocurre la persona m ás sorprendida es precisam ente aquel cristiano que ha estado orando fervientemente porque sucediera. Sin embargo, no hay razón para pensar que María hubiera estado orando para ser la madre de Jesús. Un ejemplo clásico de esto lo encontram os en el libro de Hechos. Pedro estaba en la cárcel esperando ser ejecutado, y cuando los creyentes en Jerusalén se enteraron «la ig lesia hacía sin cesar oración a Dios por él» (H ch 12:5). Por orden de D ios, un ángel llevó a cabo un rescate espectacular. Nada más quedar liberado Pedro corrió al culto de oración para dar la gran noticia. Notemos el sorprendente relato: «Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la m adre de Juan, el que tenía por sobrenombre M arcos, donde m uchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escu ch ar una m uchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de P edro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estab a a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que asiera. E ntonces ellos decían: ¡Es su ángel! M as Pedro p ersistía en llam ar; y cuando abrieron y le vieron. se qued aro n atónitos» (H ch. 12:12-16). P edro tuvo m ás dificultades en en trar a aquella reunión de oración que en salir de la cárcel. 

2. ¿Por qué José y M aría esperaron tanto tiempo antes de marchar a Belén? Sabemos que am bos habían creído el m ensaje del ángel acerca del niño en el vientre de María y estaban sin duda conscientes de la profecía de Miqueas 5:2 que declaraba que el Cristo nacería en Belén. ¿Por qué esperaron hasta el último m inuto para partir? En realidad, uno tiende a pensar que si no hubiera sido por el decreto de César Augusto ellos ni siquiera habrían ido. Respuesta: Este autor no ha encontrado una respuesta satisfactoria. Quizá es mejor concluir que José (siendo un hom bre de D ios como era) tuvo buenas razones para actuar de la m anera en que lo hizo. Quizá el lector desee ex p lo rar un poco más. 

3. ¿Por qué M aría y José no se hospedaron con sus fam iliares en Belén? Los mesones de aquellos días no eran lugares de buena fama, por lo que José se debió sentir desesperado al tener que someter a su esposa embarazada al pecado y ruido de semejan te lugar. Pero incluso esta posibilidad les fue negada. Respuesta: 

Hab ría sido bastante difícil para ellos explicar (o esperar que entendieran) la naturaleza del nacim iento virginal. Todos los chismosos sabrían ya que José y María llevaban sólo seis meses casados, y allí estaba ella, esperando un bebe para esos días. ¿S ería de José? ¿No sería de algún extraño? José evitó el co n tacto con los fam iliares para librar a su am ada esposa de todo esto. 

4. ¿Por qué nació Jesús en un lugar que aparentemente servía para albergar animales? Respuesta: Porque los corderos nacían generalm ente en un corral y éste era el Cordero de D ios. ó. 

5.¿Por qué los ángeles aparecieron primero a los pastores? Respuesta: Porque ningún otro grupo humano en la tierra habría entendido mejor lo que Dios estaba llevando a cabo que aquellos hombres que criaban corderos y después los vendían para el propósito de los sacrificios en el tem plo. (V éanse Jn. 1:29; 10:11.) 

Nota: E llos llegarían a entender después que en el pasado las ovejas habían muerto por el pastor, pero ahora el Pastor planeaba morir por las ovejas (Jn. 10: 11). Cuando los pastores escucharon las buenas nuevas « vin ieron , pues, apresuradamente» (Le. 2:16). Después de encontrar a Jesús «dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño ... y volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y vis to ...» (Le. 2:17-20). 

6. ¿Por qué usó Dios a los ángeles primero? 

Respuesta: 

a. Porque los ángeles están interesados en los asun­tos de la salvación. (Véanse 1 P. 1:12; Ex. 25:20; Dn. 12:5, 6; Le. 15:10; Ef. 3:10.) 

b. Porque estuvieron presentes en la creación del mundo y se regocijaron (Job 38:7). Es. pues, muy lógico que Dios les permitiera estar cerca en la presentación del Salvador del mundo.

3. Hay salvación durante el periodo de Tribulación?

 

3. Hay salvación durante el periodo de Tribulación?

¿Durante ese período se podrán salvar personas?

En primer lugar si eso fuera verdad, tendríamos que cambiar la forma de predicar el evangelio, porque la oferta de salvación es para hoy, no para mañana. Tendríamos que decir, salvase hoy, o si no después durante la Gran Tribulación. Pero muy bien sabemos que no existe ninguna promesa de salvación para el día de mañana.

De igual forma como recurrimos a los juicios anteriores para demostrar que el proceder de Dios es poner primeramente a salvo a los creyentes, y luego vino el juicio, así fue durante el Diluvio y en el juicio sobre Sodoma y Gomorra, de igual forma podemos apreciar que para el juicio universal del Diluvio, una vez que Dios cerró la puerta del arca, nadie la abrió, aunque el diluvio no comenzó sino hasta después de 7 días.

Este es el mismo principio que podemos apreciar en la parábola de las 10 vírgenes que hace una referencia clara a la 2ª venida del Señor. A medianoche se oyó un clamor:

¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Y únicamente las que estaban preparadas salieron a recibirle, porque las que no tenían aceite, en ese momento, cuando ya era demasiado tarde, salieron a buscar ese vital elemento. Vino el esposo, y ellas ni tan siquiera lo vieron, cuando regresaron se dieron cuenta de que el Señor había venido, porque las vírgenes que tenían el aceite se habían ido y la puerta estaba cerrada.

No cabe la menor duda que éstas que quedaron afuera, no eran creyentes verdaderas, éstas están representando a la falsa cristiandad que se encuentra infiltrada en las iglesias, pero ni aún ellas tendrán una segunda oportunidad, porque cuando hallaron la puerta cerrada clamaron a gran voz:

Señor, Señor ábrenos. Y desde el otro lado él les dirá: Apartaos, no os conozco. No les dice, esperad y perseverar hasta el fin y vosotros también seréis salvas ¡No! no existe una segunda oportunidadCuando el Señor cierra la puerta no habrá más oferta de salvación para ellos. Y esta puerta se cerrará el día que Cristo vuelva y se lleve su iglesia.

Esto es lo mismo que les dirá inclusive a los líderes religiosos que nunca fueron verdaderos creyentes, sino que sirvieron por ganancia deshonesta, o por ser visto y admirado por los hombres como lo asegura en Mateo. Capitulo. 7 verso 22:

«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».

Ni aun a esta clase de personas, que «creyeron» estar sirviendo al Señor, pero que nunca habían nacido de nuevo, ni aun a ellos les dirá:

«Esperaos y perseverad hasta el fin de la tribulación y seréis salvo». ¡No!, porque la respuesta clara y precisa que recibirán, será: Apartaos de mí, nunca os conocí.

Cuando el Señor cierra la puerta de la salvación, nadie la podrá volver a abrir. Entonces:

¿Quiénes son estos escogidos que menciona aquí en Mateo 24:22?

«Más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados». No cabe la menor duda que se refiere a personas que serán salvas durante esta gran tribulación. A las mismas que les hace la promesa del versículo 13 «Más el que persevere hasta el fin, este será salvo».

Para comprender esto debemos repasar lo que Dios dice en Romanos 11 cuando habla del remanente fiel de Israel y su elección cual nación, como pueblo escogido de Dios. Dice en Romanos 11:25 «ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, HASTA que haya entrado la plenitud de los gentiles, y luego todo Israel será salvo».

En este capítulo 11 está haciendo una amonestación a los gentiles por menospreciar al pueblo escogido, Israel. Y se les dice en el versículo 25 que ya leímos, que cuando todos los gentiles que se habrán de salvar, entren a formar parte de la iglesia universal que Cristo vendrá a buscar, cuando haya llegado la plenitud de los gentiles, cuando todos los gentiles que se habrán de salvar estén en la iglesia del Señor, entonces Dios volverá en tratos con la nación de Israel, y ellos, los judíos, serán salvos.

Estos son los escogidos que hace referencia Mateo 24 cuando está hablando de la gran tribulación.

Si el número de los salvados gentiles quedará completo cuando Cristo venga a buscar su iglesia antes de la gran tribulación, resulta obvio que no se podrán salvar gentiles después del arrebatamiento. Alguno se podrá estar preguntando:

¿Entonces, porqué dice en Apocalipsis 7 verso 9 que esa gran multitud que vestían ropas blancas, y como aclara el versículo 14 son los que han salido de la gran tribulación, dice que son de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas?

La explicación es muy simple, la Biblia debe interpretarse en completa armonía con todo lo que Dios ha revelado allí.

Y si Dios nos ha dicho en Mateo capitulo 7, Mateo 25 y en Romanos 11 que no se salvarán gentiles después del arrebatamiento, después que el número de gentiles haya llegado a su plenitud, no podríamos suponer que a Dios se le hayan olvidado algunos gentiles y los hubiera dejado aquí, porque eso además significaría, que aún el número de salvados gentiles todavía no habría llegado a su plenitud. Pero en la Biblia no existen contradicciones, cuando dice que el número de gentiles llegó a su plenitud, significa exactamente eso, que no habrá más gentiles que se salven después del arrebatamiento.

Los que se salvarán por perseverar hasta el fin durante la gran tribulación y que vendrán de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, son los judíos que se encuentran dispersos por todo el mundo, en todas las naciones y pueblos, serán de todas las 12 tribus de Israel y que hoy se hallan diseminados en distintos países, hablando diferentes idiomas.

Por este motivo Dios le señaló a Daniel, cuando le reveló las 70 semanas de años en el cap. 9 que eso sería lo que acontecería a su pueblo, es decir, al pueblo de Daniel, vale decir, Israel. Verso 24 «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad».

Y bien sabemos que la 70ª semana es la que corresponde a la gran tribulación. Dice en Daniel. 9:27 «Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador».

Mateo 24 también está refiriéndose a este período, dice en el versículo 15 «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)». Es decir, al período relacionado con el pueblo, de Daniel, Israel. Por lo demás, el lugar santo que hace alusión en este versículo, indudablemente es el templo que Israel levantará durante el tiempo de la gran tribulación que será en el cual se sentará el anticristo y exigirá adoración como dios.

Todos estos acontecimientos se desarrollarán en función a su pueblo escogido, Israel. Durante este tiempo de la gran tribulación es que saldrán los 144.000, doce mil de cada tribu, a predicar a todos los judíos que se hallan dispersos por el mundo entero.

Estos son judíos, 12 mil de cada una de las 12 tribus de Israel, como lo dice en Apocalipsis 7 y capitulo 14. Y cuando estos hayan terminado de predicar el evangelio del reino por todo el mundo, entonces vendrá el fin.

El fin de la gran tribulación, que concluirá con la venida en gloria del Señor, cuando se muestre como el relámpago desde el oriente hasta el occidente, entonces todo ojo le verá y pondrá sus pies en el monte de los Olivos como lo asegura en Zacarías 14:4.

También hemos de considerar que el mensaje que estos judíos entregarán a los de su nación que se hallan dispersos por el mundo, será el evangelio del reino, como lo señala en Mateo 24:14 «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».

La iglesia predica el evangelio de la gracia, no el evangelio del reino. Ellos predicarán que el que persevere hasta el fin de ese período, será salvo.

Nosotros predicamos que el que creyere será salvo, y que la salvación es por fe, no por obras, porque aunque nosotros seamos infieles, el Señor permanece fiel a nosotros.

En Mateo 24: 22 también señala que por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Serán acortados, porque aunque serán días de juicios de Dios, no se extenderán más allá de 7 años, a diferencia de los 2 mil años que ha durado el día de la gracia.

Que gran diferencia establece Dios, para mostrar su gracia y misericordia, ha extendido el día de la gracia por 2 mil años. Para mostrar sus juicios y su ira, lo hará en solo 7 años.

Este período de 7 años será dividido en dos partes, como lo señala Dios en su Palabra.

En la 1ª parte, de 3 años y medio, se presentará el falso Cristo, el anticristo y hará pacto con la nación de Israel, engañando al pueblo judío. Gobernará en el mundo ofreciendo una falsa paz, será una falsificación del milenio, presentándose como un gran líder político, económico y religioso, controlará todo el mercado mundial, a tal punto que nadie podrá comprar ni vender sin su autorización.

Conseguirá una aparente prosperidad terrenal y logrará engañar a muchos. Pero cuando haya consolidado su gobierno dictatorial, se manifestará en toda su crudeza y brutalidad.

A los 3 años y medio abandonará su apariencia de cordero, para manifestarse como el anticristo, pero ahora sin su disfraz, tal como lo que será, un cruel dictador mundial que exigirá aún la adoración como dios, para lo cual se hará una imagen suya la que todos deberán adorar. Quebrantará el pacto que hará con los judíos y se sentará en el templo de ellos, exigiendo adoración como dios.

Este es el tiempo que señala Dios en Ap. 11 verso 1 en adelante: «Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa 42 meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen por 1.260 días».

42 meses corresponden a 3 años y medio. Lo mismo que 1.260 días, considerando el año profético de 360 días, que era la forma que los antiguos medían el año de acuerdo a los 360 grados de la circunferencia.

Sabemos que este período de la gran tribulación durará exactamente 7 años, porque Dios así lo afirma a través de la última semana de años que menciona en Daniel 9:27 y que dice que a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio del templo, quebrantando el pacto que hará con Israel.

La mitad de esta semana de años, corresponde a los 42 meses, y a los 1.260 días que menciona en Apocalipsis 11 versos 2 y 3 Y también en Apocalipsis 12 verso 14 que habla de «un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo» Que en este mismo cap. 12 aclara en el versículo 6 que corresponde a 1.260 días, que es la misma expresión que encontramos en Daniel 12:7 «tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo».

Significando la palabra tiempo en singular, un año, tiempos en plural, dos años, y lógicamente la mitad de un tiempo, la mitad de un año, y la suma de ellos nos lleva a la cifra de 3 años y medio, que como lo aclara en los versículos que menciona en estos mismos capítulos, corresponden a los 1.260 días que son 3 años y medio. Por lo tanto, no nos cabe la menor duda que este período de la gran tribulación, durará exactamente 7 años como lo indicó Dios.