Hola hermanos míos como es debido antes de comenzar debemos hacer una oración antes del estudio y pedir la dirección del Espíritu Santo. Siendo así muchas gracias por su tiempo y espero sea de bendición saber como nos habla la historia y como trata en las vidas de sus hijos nuestro Dios. y Padre Celestial.
LA ETAPA PATRIARCAL 
Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50) 
resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden 
unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división 
de capítulos:
Génesis 12—24: La historia de Abraham 
Génesis 24— 27: La historia de Isaac 
Génesis 28—36: La historia de Jacob 
Génesis 37—50: La historia de José 
L A   E T A P A   P A T R IA R C A L   G É N E S IS 
 I. Abraham (Gn. 12—24). 
L A   E T A P A   P A T R IA R C A L   G É N E S IS  
I. Abraham (Gn. 12—24). 
A. Su conversión (Hch. 7:2). 
«El Dios de la gloria apareció a nuestro padre 
Abraham, estando en Mesopotamia....»
1. Abraham nació alrededor del año 2166 a.C. No 
sabemos nada acerca de la primera parle de su 
vida ni de cómo llegó a conocer a Dios. Se ha 
especulado que quizá Job, Sem o Melquisedec 
le enseñaron el camino de la salvación. La importancia de su vida no puede subestimarse. Es 
mencionado 308 veces en la Biblia: 234 veces 
en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo 
Testamento. Estas referencias se dan en 27 libros bíblicos: 16 del Antiguo Testamento y 11 
del Nuevo Testamento. Él fue la razón por la 
que el reino del Sur se mantuvo durante tanto 
tiempo. (Véase 2 R. 13:23.) 
El libro del Génesis abarca un período de 
2.350 años. Los primeros 11 capítulos que describen la creación del universo, la caída, el diluvio y la torre de Babel, cubren un periodo 
de 2.000 años. Los restantes 39 capítulos se 
centran y se ocupan de Abraham y su simiente. abarcando unos 350 años.
LA ETAPA PATRIARCAL  Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50) 
resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden 
unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división 
de capítulos: 
Génesis 12—24: La historia de Abraham 
Génesis 24— 27: La historia de Isaac 
Génesis 28—36: La historia de Jacob 
Génesis 37—50: La historia de José 
Dios nos da más detalles acerca de Abraham 
que acerca del origen del universo.
2. Abraham nació y se crió en la ciudad de Ur 
de los Caldeos. Era una ciudad portuaria del 
golfo Pérsico, en la desembocadura del río 
Éufrates, como a unas 12 millas (unos 19 km) 
del lugar donde se piensa estuvo el jardín de 
Edén. Desde antes de Abraham era una de las 
grandes ciudades de aquel tiempo: un centro 
agrícola importante, de manufacturación de 
productos y de comercio, en una tierra de gran 
fertilidad y riqueza, con caravanas viajando en 
todas las direcciones a tierras lejanas y barcos 
transportando desde el puerto de Ur cargamentos de cobre y otros productos por todo el golfo Pérsico. Los escépticos dudaron por años de 
la existencia real de Ur, pero durante los años 
de 1922 a 1934. C.T. Wooley, del Museo Británico. exploró a fondo los secretos de estas 
ruinas.
El edificio más sobresaliente en los días de 
Abraham era el gran zigurat, la torre del templo, que probablemente era como una réplica 
de la torre de Babel. Esta torre, edificada de 
ladrillo macizo, era rectangular en su base, con 
distintas gradas o terrazas sobreponiéndose 
una sobre otra en forma piramidal. Cada terraza estaba adornada con árboles y arbustos. La 
ciudad tenía dos templos principales, uno dedicado a Nannar, el dios-luna, y otro a su esposa Ningal.
(La información concerniente a Ur fue obtenida en parte del Compendio manual de la
Biblia de H.H. Halley, pp. 86, 87. Editorial 
Portavoz.) 
B. Su llamamiento (Gn. 11:31; 12:1; Jos. 24:3: Hch. 
7:2). 
Abraham tenía que dejar Ur y la casa de sus padres para marchar a una tierra que Dios le mostraría. 
C. Su misión era séptuplo (Gn. 12:2. 3; Hch. 7:3): 
1. Haré de ti una nación grande. 
2. Te bendeciré. 
3. Engrandeceré tu nombre. 
4. Serás bendición. 
5. Bendeciré a los que te bendijeren. 
6. A los que te maldijeren maldeciré.
(Véase el libro de Ester.)
7. Serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
(Esto es una referencia a Cristo, véase Mt.
1: 1.) 
D. Su cautela (Gn. 11:31.32). 
Dios le había dicho a Abram que dejara la casa de 
su padre y saliera para Canaán. El desobedeció en 
ambas cosas, pues tomó consigo a su padre y se 
quedó atascado en Harán. Harán era el último lugar de vida civilizada antes de adentrarse en el vasto desierto arábigo. La ciudad estaba a unas 700 
millas (unos 1.120 km) al noroeste de Ur y como 
a 60 millas (96 km) del río Éufrates. Estaba ubicada en una de las grandes rutas de caravanas que 
unían las ciudades del oriente con Damasco y 
Egipto. Era considerado como un lugar estratégico. En esta ciudad se adoraba al dios y diosa-luna 
como en Ur.
Abram pudo haberse sentido satisfecho estableciéndose permanentemente en Harán, pero una vez 
más Dios aparece en la escena. Muere Taré, el padre de Abram, y seguidamente éste reemprende el 
camino. El nombre Taré significa «demora». Sólo 
Dios conoce la multitud de cristianos que han salido de Ur camino de Canaán, para quedarse atascados en Harán.
E. Su Canaán (Gn. 12:4-9). 
1. Entró en la tierra prometida y estableció su 
campamento cerca de Siquem, a unas 30 millas (unos 48 km) al norte de Jerusalén 
2. Dios se le apareció de nuevo. Debemos notar 
que cuando estaba en Ur el Señor sólo le había prometido mostrarle la tierra, pero ahora 
añade las palabras: «A tu descendencia daré 
esta tierra.» (Cp. 12:1 con 12:7.) 
3. Abraham edificó aquí el primer altar. 
4. Después se trasladó a Betel, un lugar que significa «casa de Dios» y que más tarde llegaría 
a ser un lugar muy sagrado en Canaán. 
(Véanse Gn. 28:1-22; 35:7.) En Betel edificó 
su segundo altar al Señor. 
F. Su sensualidad (Gn. 12:10-20). 
1. Después de un breve plazo apareció el hambre en la tierra. Hasta este momento Abram había obedecido a Dios y había vivido 
victoriosamente en la tierra prometida, pero 
ahora aparece la tentación de Satanás. Hubo 
hambre en la tierra. 
2. Dejó Palestina y marchó a Egipto. Esta es la 
primera mención de Egipto en las Escrituras. 
Egipto aparece en la Biblia como un tipo del 
mundo, un ejemplo de dependencia de la ayuda o de los recursos humanos en vez de confianza en Dios. Como el Señor mismo una vez 
avisó: «¡Ay de los que descienden a Egipto por 
ayuda, y confían en caballos; y su esperanza 
ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes: y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!» (Is. 31:1). 
El cristiano, por tanto, «va a Egipto», espiritualmente hablando, cuando depende de algo 
o de alguien en vez de hacerlo de Dios. (Lea 
cuidadosamente Pr. 3:5. 6: 2:6. 8: Mt. 6:31- 
33.)
3. Faraón quiso tomar a Sara y hacerla su mujer 
pero Dios se lo impidió, enterándose más tarde de la mentira de Abram. El enojado rey regañó acertadamente a Abram por su actitud 
equivocada. Después de este tiempo de frustración. peligros y humillación. Abraham retornó a Palestina, de donde no debió haber 
salido. Notemos los resultados trágicos de su 
desobediencia:
a. Entristeció a Dios. El pecado de Abram, y 
nuestros pecados, siempre entristecen a 
Dios. (Véanse Sal. 78:40; Ef. 4:30; Sal. 
95:10; Mr. 3:5.) 
b. Debilitó su propia fe. Más tarde Abram 
volvió a caer en la misma falta de mentir 
por causa de su esposa (véase Gn. 20). 
Después que hemos pecado una vez, la segunda vez se hace más fácil. 
c. Fue un mal testimonio para su sobrino Lot. 
Algo de esta mundanalidad de Abram se 
le pegó a Lot con resultados muy negativos (Gn. 13, 19). 
d. Fue el causante de que Faraón sufriera 
(véase 12:7). Algunas veces sucede que los 
no creyentes sufren por causa de los pecados de los cristianos. 
Recordemos cómo Faraón reprendió a Abram. No hay situación más triste en el mundo que cuando 
los no creyentes reprenden a los cristianos 
por sus malas acciones. 
e. Tomó a la egipcia Agar como criada de 
Sara su mujer (Gn. 16:3), y que más tarde se convertiría en su concubina y daría 
a luz a Ismael, el padre de los pueblos árabes. Los sufrimientos que se dan hoy en 
ese punto tan conflictivo del mundo, como 
es el Oriente Medio, son en parte los resultados del pecado de Abram cometido 
.hace treinta y nueve siglos. 
f. Proveyó de un mal ejemplo para su hijo 
Isaac. Aunque no había nacido cuando su 
padre pecó, se enteró más tarde de lo que 
había sucedido, y también él le falló a 
Dios mintiendo acerca de su esposa 
Rebeca (Gn. 26).
Nunca lo olvidemos, nuestros pecados siempre 
afectan a otros. 
G. Su condescendencia (Gn. 13:1-18)
1. Nada más volver a Palestina adoró al Señor 
otra vez en Betel, justo en el mismo lugar donde dejó las bendiciones de Dios para marchar 
a Egipto. (Véanse Is. 30:15; Ap. 2:4. 5.) 
2. Los siervos de Abram y su sobrino Lot empezaron a discutir sobre los campos de pasto para 
el ganado. Abraham quedó preocupado por la 
disputa y generosamente permitió al más joven que escogiera la tierra que más le gustara. Lot neciamente eligió los campos cercanos 
a Sodoma. Así dejó la tierra prometida para no 
volver nunca más. 
3. Dios se apareció por tercera vez a Abram y le 
reconfirmó que tendría una gran descendencia 
y que llegaría a poseer la tierra. 
H. Su valor (Gn. 14:1-16). 
1. En este capítulo aparece la primera guerra que 
se registra en la Biblia. La última gran batalla 
la encontramos en Apocalipsis 19:11-21. Hasta 
ese momento continuarán las guerras humanas. 
En las oficinas centrales de la Naciones Unidas en Nueva York están inscritas las palabras 
de Miqueas 4:3: «... martillarán sus espadas 
para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» Esto, por supuesto, 
se cumplirá literalmente un día glorioso, cuando el Príncipe de Paz venga a reinar sobre la 
tierra. Hasta que esto suceda, tanto Daniel (Dn. 
9:26) como Jesús (Mt. 24:6) nos advierten de 
que habrá guerra continua. La Sociedad de Derecho Internacional establecida en Londres señaló que ha habido solamente 268 años de paz 
durante los últimos 4.000 años de historia humana, a pesar de que se han firmado más de 
8.000 tratados de paz diferentes. Así que hasta que Cristo vuelva, las Naciones Unidas debieron más bien haber usado las atemorizantes 
palabras de Joel 3:9, 10: «Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad 
a los valientes, acérquense, vengan todos los 
hombres de guerra. Fijad espadas de vuestros 
azadones, lanzas de vuestras hoces....»
 
2. Nueve naciones estuvieron involucradas en 
esta guerra. Empezó cuando cinco reyes localizados en el área del mar Muerto se rebelaron contra Quedorlaomer, rey de Elam, y sus
tres aliados. La confederación de reyes del mar 
Muerto, que incluía a Sodoma, quedó barrida 
durante la batalla campal que tuvo lugar. Lot, 
que se había trasladado a aquella ciudad impía. fue hecho prisionero junto con varios miles más. Dios no se hubiera preocupado por 
dejar registrada este guerra entre nueve ciudades paganas de no ser por estas cuatro palabras: «Tomaron también a Lot.» Lot todavía 
pertenecía al Señor. No actuó ciertamente 
como un hijo de Dios, pues no caminó, habló, 
ni se comportó como tal, pero Dios conoce a 
los suyos. (Véanse 2 Ti. 2:19; 2 P. 2:7.) 
3. Abram se enteró de lo sucedido e inmediatamente se movilizó armando a sus 318 siervos 
que estaban entrenados para pelear. Esta simple acción nos muestra unas cuantas cosas 
acerca del carácter de Abraham: 
    a. Era un hombre compasivo.
Pudo haber dicho: «Se lo tiene merecido» 
o «él se metió en ello», pero no lo hizo. 
Abram estaba cumpliendo la verdad que 
más tarde se escribiría en Mateo 7:1 y 
Gálatas 6:1. 
    b. Estaba preparado.
Abram se mantenía en buena forma física. mental, social y espiritual. Dios no puede usar frecuentemente a un cristiano, no 
porque no esté limpio, sino porque no está 
preparado. La Biblia tiene mucho que decir acerca de la preparación (véanse 2 Cr. 
12:14; 19:3; 27:6: Mt. 3:3: 
Le. 12:47; 2 Ti. 
2:21.) 
4. Después de una marcha forzada durante la noche, Abraham los encontró al norte de Damasco y los derrotó mediante un ataque por 
sorpresa. 
I. Su comunión (Gn. 14:17-24). 
1. Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaomer se encontró con Melquisedec, rey de 
Salem (Jerusalén) y sacerdote del Dios Altísimo. ¿Quién era este misterioso sacerdote? Hay 
tres hipótesis principales sobre su identidad: 
a. Que era Sem. Esta es la tradición hebrea. 
Si es así, Sem sería la persona más anciana en ese momento. El murió a la edad de 
600 años. 
b. Que era Cristo mismo. Los teólogos lo llaman una Cristofonía (una aparición del 
Salvador en el Antiguo Testamento anterior a Belén). Aquellos que abogan por 
esta teoría usan He. 7:1-4 para apoyarla.
c. Que era sencillamente el primer rey de Jerusalén que se menciona en la Biblia. Melquisedec significa literalmente «rey de 
justicia», y se piensa que .Salem es el nombre primitivo que se daba a Jerusalén. A 
Melquisedec se le menciona de nuevo en 
el Salmo 110, y en el Nuevo Testamento 
lo encontramos en Hebreos 5:6-10 v 7:1- 
22. 
2. Melquisedec sacó para Abram pan y vino y le 
bendijo. Esta es la primera mención que se 
hace de pan y vino en la Biblia y habla de la 
obra futura de Cristo en la cruz. 
3. Esta es también la primera vez que aparece la 
palabra sacerdote en la Biblia (Gn. 14:18). Es 
apropiado señalar en este punto cuáles son los 
tres grandes oficios en el Antiguo Testamento
 Son los oficios de profeta, sacerdote y rey. 
a. El profeta era uno que representaba a Dios 
ante el hombre (1 R. 19:16). 
b. El sacerdote era aquel que representaba al 
hombre ante Dios (Lv. 8:12: Sal. 133:2). 
c. El rey era uno que gobernaba sobre el 
hombre bajo la dirección de Dios (1
S. 10:1; 16:13).
En el Nuevo Testamento encontramos que 
estos tres oficios le corresponden a nuestro 
Señor Jesucristo. 
a. El fue un profeta (su primer ministerio) 
(Jn. 1:18: Mt. 21:11; Le. 7:16; Jn. 4:19; 
He. 1:1,2). 
b. Es un sacerdote (su ministerio presente) 
(Ro. 8:34; He. 4:14-16; 7:24,25; 1 Jn. 1:1). 
c. Será un rey (su ministerio futuro) (Ap. 
19:11-16).' 
4. Después que Melquisedec le bendijo, Abram 
le dio los diezmos de todo lo que tenía. Algunos creen que la práctica de diezmar (el dar 
de nuestro dinero a Dios) era algo para ser hecho solamente por el pueblo de Israel que vivía bajo la ley y, por tanto, no tiene nada que 
ver con nosotros hoy. Pero este no es el caso. 
Abram diezmaba mucho antes que Israel llegara a ser nación, y como 400 años antes de 
que la ley fuera dada. En el Nuevo Testamento se nos enseña que no solamente el diezmo, 
sino todo lo que tenemos le pertenece a Dios. 
(Véase I Co. 6:19, 20.) Esto incluye nuestro 
tiempo (Ef. 5:16; Sal. 90:12); nuestros talentos (Ro. 12:6; 1 Co. 7:7; 2 Ti. 1:6); y nuestro 
dinero (1 Co. 16:1, 2; 2 Co. 9:7). 
5. Abram rechazó la oferta materialista de Bera, 
el impío rey de Sodoma, de repartirse el botín 
de guerra.
 J. Su pacto (Gn. 15:1-21). 
1. Dios le habló a Abram en visión, diciéndole: 
«No temas. Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande» (Gn. 15:1). 
Aquí leemos por primera vez esas dos pequeñas pero maravillosas palabras que son: «No 
temas». Abram necesitaba esta reafirmación en 
este momento, porque como resultado de sus 
acciones de Génesis 14 algunos vecinos poderosos se habían convertido en sus enemigos. 
2. Abram «recordó« al Señor que él y Sara estaban todavía sin hijos, y sugirió que un joven 
siervo damasceno llamado Eliezer fuera adoptado como su heredero, pero su propuesta fue 
denegada. Eliezer sería después usado para 
ayudar a Abram de otra manera. (Véase Gn. 
24:1-4.) 
3. Dios una vez más prometió un hijo a su anciano siervo, añadiendo esta vez las palabras: 
«... Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu 
descendencia» (15:5). Aquí tenemos otra pequeña prueba de que la Biblia es la Palabra de 
Dios. Hoy sabemos que hay probablemente 
tantas estrellas como granos de arena en las 
playas del mundo; pero en los días de Abram 
los hombres creían que el número total de estrellas no pasaba de 1.200. 
4. Cuando Dios había terminado de hablar, se nos 
dice que «Abram creyó a Jehová, y le fue contado por justicia» (15:6). Esta es la primera 
mención bíblica de tres grandes palabras y
cada una de ellas merece nuestra consideración. 
a. Creyó. 
(1) Esto no quiere decir que Abram fue 
el primer hombre que creyó en Dios, 
sino que su fe es un modelo para todos los futuros creyentes. (Véanse 
Ro. 4; Gá. 3:6-9: He. 11:8-10. 17. 
19.)
 (2) Tampoco quiere decir que Abram 
agradó a Dios o que le apaciguó, sino 
que creyó en él. 
b. Contado. 
Este término se traduce en el 
Nuevo Testamento por «imputado». Imputar significa añadir a la cuenta de uno. 
Aparecen tres imputaciones principales en 
la Biblia.
(1) La imputación del pecado de Adán 
sobre la raza humana (Ro. 3:23; 
5:12). 
(2) La imputación del pecado de la raza 
humana sobre Cristo (Is. 53:5, 6: He. 
2:9; 2 Co. 5:14-21; 1 P. 2:24). 
(3) La imputación de la justicia de Dios 
a favor de los pecadores que creen 
(Eil. 3:9: Stg. 2:23; Ro. 4:6. 8. 11, 
22-24). 
c. Justicia. Esta palabra, simplemente definida, significa «vestido correctamente». La 
Biblia nos enseña que todos los pecadores estamos desnudos delante de Dios (Gn. 
3:10; He. 4:13; Ap. 3:17). Algunos se dan 
cuenta de ello e intentan hacerse sus propias vestiduras espirituales, pero Dios los 
ve como vestidos con trapos de inmundicia (Is. 64:6). Por tanto, cada vez que un 
pecador se da cuenta de su desnudez y clama por la misericordia de Dios recibe un 
nuevo vestido. (Véanse 2 Co. 6:7; Ef. 
6:14: Ap. 19:7. 8.) 
5. Cuando Abram preguntó cómo podría estar él 
seguro de que todas estas cosas sucederían, especialmente la promesa relacionada con la tierra. Dios le ordenó que se buscara algunos 
animales y aves. El doctor Donald Bamhouse 
escribe lo siguiente en relación a esta pregunta en 15:9:
«Esta es la más extraña de las respuestas 
jamás dadas a una pregunta y con todo era 
la única respuesta posible. La pregunta 
era: «¿Cómo puedo saber que poseeré la 
tierra prometida?» La respuesta es: «¡Tráeme una vaquilla!» Uno podría pensar que 
estábamos sintonizados con un programa 
de radio y de pronto, inexplicablemente, 
aparece otro diferente. La pregunta se formula en un programa de asesoramiento legal y la respuesta viene de la emisora del 
departamento de agricultura. Pero, como 
pronto veremos, tanto la becerra como la 
herencia están unidos en la mente de 
Dios.» (Génesis, vol. 1.) 
6. Abram se hizo con los animales como se le había encomendado. En nuestra cultura de hoy, 
cuando dos partes se comprometen a algo, redactan un contrato y ambos lo firman; pero en 
el tiempo de Abraham era diferente. En aquellos días, cuando dos partes llegaban a un 
acuerdo, mataban algunos animales, los descuartizaban y arreglaban los pedazos en dos 
líneas. Entonces ambas partes unían sus manos y solemnemente caminaban juntos por el 
pasillo entre los pedazos de los animales sacrificados. Al hacerlo así juraban en presencia 
de la sangre, el sufrimiento y la muerte cumplir con los términos del compromiso. Este es 
el primero de tres clases de pactos legales que 
aparecen en la Biblia. Son: 
a. El pacto de sangre (Gn. 15:10; Jer. 34:18,
19). 
b. El pacto de intercambio de un zapato (Rut
4:7, 8). 
c. El pacto de sal (Nm. 18:19; 2 Cr. 13:5). 
7. Poco antes de que apareciera la presencia física de Dios en la escena (en la forma de un 
horno humeante y de una antorcha de fuego), 
a Abram le entró un profundo sueño. Mientras 
él dormía, la presencia de Dios pasó sola a través de las ensangrentadas piezas, indicando de 
esta manera que las promesas de Jehová en 
cuanto a la salvación de Abram y su posesión 
de Palestina eran incondicionales, sin cláusulas que pudieran invalidarlo por alguna razón. 
Así, el pacto con Abraham que fue anunciado
en Génesis 12:1-4, y confirmado en 13:14-17; 
15; 1-7, es ahora oficial y legalmente ratificado o en 15:8-18.
 8. En Génesis 15:13-16 Dios le expresa a Abraham una septuple profecía. Todas a su tiempo
se cumplieron. 
a. Que los descendientes de Abraham serían 
extranjeros en tierra extraña. (Véase Gn. 
46:2-4.) 
b. Que serían siervos en aquella tierra. (Véase 
Ex. 1:7-14.) 
c. Que su esclavitud duraría como 400 años. 
(Véase Éx. 12:40.) 
d. Que Dios mismo juzgaría más tarde a 
aquella nación que esclavizaría a Israel. 
(Véase Éx. 7-12.) 
e. Que Abraham sería librado de todo esto 
(Véase Gn. 25:7. 8.) 
f. Que después de permanecer durante cuatro largas generaciones en Egipto, Israel 
retornaría a Canaán. (Véase Ex. 6:16-20. 
Mediante estos versículos sabemos que 
Leví. el biznieto de Abram, fue la primera generación: Coat el hijo de Leví, 1'ue la 
segunda; Amram, hijo de Coat y padre de 
Moisés, constituyó la tercera generación; 
y Moisés fue la cuarta.) 
g. Que Israel saldría de Egipto con gran riqueza. (Véanse Éx. 12:35, 36; Sal. 
105:37.) 
9. Pasaría bastante tiempo antes de que Dios cumpliera todo lo profetizado, «porque aún no ha 
llegado a su colmo la maldad del amorreo» 
(15:16). Aquí tenemos otra expresión del importante principio que consideramos por primera 
vez en Génesis 6:3. Las consecuencias del pecado se acumulan hasta el momento en que 
Dios no lo tolera más y su ira y juicio caen sobre los pecadores. En este caso los amorreos, 
aquellos impíos descendientes de Canaán (Gn. 
10:16) que habían morado ya en Palestina durante unos 400 años para el tiempo de Abraham. 
Pero Dios les permitiría continuar por otros cuatro o cinco siglos antes de destruirlos (véase Jos. 
10). Esta verdad nos la repite Pabló en Ro. 2:4,
5. (Véanse también 2 P. 3:1-9; 2 Cr. 36:15, 16.) 
Que aunque la paciencia y el perdón de Dios 
no tienen límite (Ro. 5:20), sí que lo tiene el 
tiempo de las personas (Pr. 27:1).
K. Su transigencia (Gn. 16:1-15). 
1. Sarai persuadió a Abram para que tuvieran un 
hijo por medio de Agar, la sierva egipcia de 
Sarai. Después adoptarían al hijo como propio. 
2. Agar quedó embarazada y su arrogante actitud pronto empezó a causar dificultades, que 
llevaron a que Sarai la despidiera del hogar de 
Abram. Este solo versículo refuta la doctrina 
de la poligamia. Dios lo permitió, pero nunca 
lo aprobó. (Véanse Gn. 2:23; 1 Ti. 3:2.) 
3. El Ángel de Jehová la encontró junto a una 
fuente de agua en el desierto y la mandó que 
regresara a la casa de Abram y Sarai. El sexo 
(varón) y el nombre (Ismael) fueron profetizados por ese ángel. Esta es la primera mención que se hace del Ángel de Jehová. Algunos 
teólogos creen que cuando este título aparece 
en el Antiguo Testamento es en realidad otro 
nombre para referirse al Señor Jesucristo. En 
cualquier caso, este ángel especial jugó una 
parle importante en la historia de Israel. 
a. El Ánael de Jehová lucha con Jacob (Gn. 
32:24^30). 
b. El Ángel de Jehová redime a Jacob (Gn. 
48:16). 
c. El Ángel de Jehová habla a Moisés desde 
la zarza ardiente (Ex. 3:2). 
d. El Ángel de Jehová protege a Israel en el 
mar Rojo (Éx. 14:19). 
e. El Ángel de Jehová prepara a Israel para 
la tierra prometida (Éx. 23:20-23; Sal. 
34:7; Is. 63:9; I Co. 10:1-4). 
f. El Ángel de Jehová comisiona a Gedeón 
(Juc. 6:11). 
g. El Ángel de Jehová ministra a Elías (1 R. 
19:7). 
h. El Ángel de Jehová reafirma a Josué (Jos. 
5:13-15). 
i. El Ángel de Jehová salva a Jerusalén (Is. 
37:36). 
j. El Ángel de Jehová preserva a tres jóvenes hebreos (Dn. 3:25). En el pasaje de 
Génesis 16, el Ángel de Jehová localiza y 
conforta a una mujer pagana egipcia llamada Agar. Aunque no aparece muy favorecida en la Biblia, porque posee poca o 
ninguna espiritualidad, y porque es descarada. resentida y orgullosa, además de ser 
una pobre madre: con todo. Dios le ama 
y envía a su bendito mensajero para ayudarla. 
4. Nace Ismael. Abram tiene ochenta y seis años 
en este momento. 
L. Su circuncisión (Gn. 17:1-27). 
1. Al final del capítulo 16 vemos a Abram en su 
punto espiritual más bajo. Había pecado y no 
tenía comunión con Dios ni con su familia, 
pero parece que el Señor no le hace nada a su 
errado siervo. ¿Va a escapar Abram con bien 
de todo esto?
Para saber la respuesta sólo tenemos que 
observar que Abram era de ochenta y seis años 
cuando nació Ismael (16:16), pero tenía noventa y nueve cuando Dios le vuelve a hablar. 
Aparentemente. Abram sufrió un período de 
trece años de silencio de parte de Dios. Aquí 
vienen a la mente las palabras del salmista 
concernientes a la historia de Israel: «Y Él les 
dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos» (Sal. 106:15). 
2. A pesar de todo, un Dios lleno de gracia le perdona y le restaura (Sal. 51) a la comunión con 
él. El título «el Dios Todopoderoso» es en hebreo El Shaddai. La palabra Shadd se refiere 
al seno de la madre amante que cuida. El término El significa «el fuerte».
a. Dios confortó a Jacob con su nombre (Gn. 
35:10, 11).
b. Reafirmó a Moisés con su nombre (Éx. 6:3).
c. Bendijo a José con su nombre (Gn. 49:25).
Este título lo encontramos más frecuentemente en el libro de Job (treinta y una veces) 
que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Aquel patriarca lo necesitaba en su sufrimiento. Quizá el pasaje más sublime en el 
que es usado es en el Salmo 91:1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.» 
3. Su nombre es ahora cambiado de Abram, que 
significa «padre enaltecido», a Abraham, que 
quiere decir «padre de una multitud». El doctor Donald Bamhouse ha resumido la vida de Abram en este tiempo de lina manera excelente 
y ocurrente:
«La cuestión de fondo de la historia está 
en el hecho de que Abram no tiene descendencia. Esto no habría sido un desastre en nuestro mundo occidental, pero en 
el Oriente debió ser sumamente irritante.
Hay algunas cosas en la Biblia que me 
hacen reír entre dientes, y hay un pensamiento en conexión con este versículo que 
siempre tiene ese efecto sobre mí. No puedo dejar de pensar en lo que acontecería 
cuando Abraham compartió la noticia con 
su familia y criados de que había cambiado de nombre.
 Todos sabían que su anterior nombre Abram significaba padre 
enaltecido, y que de alguna manera había 
sido como una espina en la carne. Así que 
nos podemos imaginar el gran interés y 
curiosidad que se despertó cuando él anunció: “Voy a cambiarme el nombre.” Muchos pensarían que aquel viejo hombre ya 
no había podido aguantar más la situación 
y por fin se había convencido. 
Después de 
todo, tener un nombre de tanta apariencia 
y pasarse ochenta y seis años sin hijos y 
al final tener sólo uno, debió de producir 
sus malos momentos. Así que algunos se 
preguntarían cuál sería el nuevo nombre.
Y entonces aquel anciano habló y dijo: 
“De ahora en adelante seré conocido como 
Abraham, esto es, padre de una multitud.” 
Podemos sentir el enorme silencio que se 
produjo al oír tal cosa. ¿Padre de una multitud? 
La gente se reiría a placer entre dientes. “Este viejo está loco. Tardó ochenta y 
seis años en tener un hijo y ahora a los noventa y nueve se pone a soñar. ¡Padre de 
una multitud! ¿Hay algo más ridículo para 
un hombre de su edad que pensar ahora 
así?”» (God's Remedy, tomo III. p. 316.) 
4. Por cuarta vez Dios reconfirma a su anciano 
siervo el pacto relacionado con la tierra y su 
simiente. (Véanse Gn. 12:2, 3, 7; 13:14-17; 
15:5.) En esta ocasión (17:9-14), Dios manda 
a Abraham que se circuncide él, a todos los 
varones de su casa, y a todos los futuros niños varones al octavo día de su nacimiento. A 
continuación damos un breve resumen de la 
enseñanza bíblica sobre la circuncisión. 
a. Abraham fue el primer hombre en ser circuncidado.
Esto es en sí mismo un acto real de fe, porque dejó por unos días completamente inutilizados a todos los varones en el 
campamento. 
b. La circuncisión iba a ser el sello (o señal) 
de la promesa de Dios, no la fuente. 
c. La fe en la Palabra de Dios era la fuente, 
d. La circuncisión de la carne sin la circuncisión del corazón sería absolutamente sin 
valor.
Años más tarde Moisés recordaría a Israel: 
«Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová 
tu Dios de ti, sino que temas a Jehová 
tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová 
tu Dios con lodo tu corazón y con toda 
tu alma...? Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.» (Dt. 10:12, 
16).
e. La circuncisión fue dejada a un lado en 
Hechos 15:29. 
5. El nombre de la esposa de Abraham fue cambiado ahora de Sarai (contenciosa) a Sara 
(princesa). 
6. Abraham rió de gozo (Ro. 4:19-21) al pensar 
en un heredero propio y pidió a Dios que bendijera a Ismael. 
7. Dios promete bendecir a Ismael y después 
manda a Abraham y a Sara que al futuro heredero del pacto le pongan el nombre de Isaac. 
8. Abraham obedece el mandamiento de Dios de 
circuncidar a todos los varones. 
M. Su compasión (Gn. 18:1-33). 
1. Abraham es visitado personalmente por el Señor y dos ángeles y, mientras que lo están 
ministrando, Dios le promete de nuevo un heredero y esta vez da una fecha (Gn. 18:10, 14). 
2. Sara escucha la conversación y se ríe al no 
creer lo que oye. Dios le reprocha a Abraham 
por la incredulidad de su mujer. Sara niega entonces que se riera (Gn. 18:10-15). 
3. En este momento Sara y Abraham escuchan a 
Dios decir aquellas emocionantes palabras que 
hallamos en Génesis 18:14: «¿Hay para Dios 
alguna cosas difícil?» (Véanse también Le. 
1:26-37; Mt. 19:23-26.) 
4. Los dos ángeles marchan para ultimar una misión secreta en Sodoma. Dios entonces revela 
a Abraham su intención de destruir aquel pozo 
de pecados en el desierto (Gn. 18:16-22). 
5. Abraham empieza su súplica intercesora por 
Sodoma. Esta es una de las oraciones más 
compasivas y persistentes de toda la Biblia. 
a. Fue definida. No oró por «aquella alma tan 
cerca del infierno», o por «los misioneros 
en todo el mundo», o por «el dedo del pie 
que le duele a la hermana Marta». 
b. Fue reverente. «... aunque soy polvo y ceniza...» (v. 27). 
c. Estaba entremezclada con fe: «... El Juez 
de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que 
es justo?» (v. 25). 
6. Al principio ruega a Dios que perdone a la ciudad si se encuentran en ella cincuenta justos, 
y el Señor está de acuerdo. Luego le pide por 
cuarenta, después treinta, veinte, y finalmente 
por diez. Aquí paró. ¿Por qué no siguió insistiendo por cinco? La respuesta es que él probablemente pensó que al menos habría diez 
personas creyentes y temerosas de Dios en la 
ciudad. Después de todo allí estaban Lot, su 
esposa, dos hijas solteras y otros hijas casadas. 
Él pensó seguramente que este grupo era más 
de diez, pero quedaría acongojado al comprobar después que sólo Lot y sus hijas solteras 
se salvaron. 
N. Su corrompida familia (19:1-38). 
1. En este capítulo tenemos el relato dramático 
de la destrucción de Sodoma, que es el segundo de los eventos del Antiguo Testamento referidos por nuestro Señor como ilustraciones 
del anunciado día de juicio. El primer evento 
fue el diluvio del tiempo de Noé. Notemos las 
palabras de Cristo en Lucas 17:26-30. 
2. Los ángeles encuentran a Lot en la puerta de  Sodoma. Él sena probablemente una especie 
de concejal, con alguna autoridad delegada. 
Aparece como totalmente involucrado en el 
sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída: 
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma 
(Gn. 13:10). 
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11). 
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas 
hacia Sodoma (13:12). 
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12). 
e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías
a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se 
aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El 
pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina 
destruyendo los órganos vitales del cuerpo.
En el Nuevo Testamento, el pecado de 
negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se 
calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56).
f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr.Sodoma. Él sena probablemente una especie 
de concejal, con alguna autoridad delegada. 
Aparece como totalmente involucrado en el 
sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída: 
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma 
(Gn. 13:10). 
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11). 
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas 
hacia Sodoma (13:12). 
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12).
e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías
a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se 
aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El 
pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina 
destruyendo los órganos vitales del cuerpo.
En el Nuevo Testamento, el pecado de 
negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se 
calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56).
f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr. 14:29)
g. Después se durmió cuando debía estar 
orando y velando (Mr. 14:37). 
h. Lucao siauió a Cristo desde lejos (Mt. 
26:58). 
i. A continuación le encontramos asociándose con los enemigos de Cristo (Mt. 
26:69). 
j. Finalmente negó al Señor (Mt. 26:70-74). 
Lot preparó un banquete para aquellos dos ángeles y coció panes sin levadura. Su acción parece sugerir dos cosas: el hecho de que les sirvió 
panes sin levadura parece indicar que reconoció 
la identidad celestial de sus huéspedes. El hecho 
de que él cocinó los panes y no la esposa parece 
sugerir la despreocupación de ella por la posición de su esposo o por las cosas de Dios. 
3. Los ángeles informan a Lot de la inminente 
destrucción de Sodoma. Los sodomitas estaban tan corrompidos que los ángeles se vieron 
obligados a cegar a algunos pervertidos sexuales que habían rodeado la casa de Lot donde 
ellos estaban. Aquellos hombres no tenían ningún respeto por el apóstata Lot. 
4. Lot había llegado a ser tan carnal que intentó 
apaciguar a aquellos pervertidos sodomitas 
ofreciéndoles sus dos hijas vírgenes. También 
se refirió a ellos como «hermanos». (Véase 2 
Jn. 10. 11.)
5. Usó el resto de la noche en un intento frenético pero infructuoso de convencer a sus hijas 
casadas de que huyeran de la ciudad con él. 
6. Al romper el alba los ángeles literalmente empujaron fuera de la ciudad a Lot . Su esposa y sus dos hijas, aconsejándoles que huyeran a los 
montes. 
7. Lot empezó a discutir y a rogarles que les permitieran establecerse en una pequeña ciudad cercana llamada Zoar en vez de ir a los montes. 
8. La familia de Lot recibió un aviso final: «Date 
prisa, escápate allá; porque nada podré hacer 
hasta que hayas llegado allí» (19:22). La destrucción de Sodoma es una prefiguración de la 
anunciada tribulación, y la huida de Lot es 
como un tipo del rapto de los creyentes. (Véase 2 Ts. 2:6, 7.) 
9. Y «entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma 
y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de 
Jehová desde los cielos» (19:24). El azufre es 
usado frecuentemente en la Biblia para indicar castigo y destrucción (Dt. 29:23; Job 
18:15: Sal. 11:6; Is. 30:33: Ez. 38:22; Le. 
17:29: Ap. 9:17). Algunos creen que se refiere al azufre. Génesis 14:10 nos dice que los alrededores de Sodoma estaban llenos de 
«asfalto». 
10. La esposa de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal. El Señor Jesucristo 
nos amonesta en Lucas 17:32 a que nos acordemos «de la mujer de Lot», y así debemos 
hacerlo. Su vida es una prueba de la verdad de 
que podemos sacar del mundo a una persona 
camal, pero no podemos sacar el mundo de 
una persona camal.
Los incrédulos han ridiculizado frecuentemente la narración de que la esposa de Lot se 
convirtiera en una estatua de sal. Por supuesto que Dios bien pudo hacer que literalmente 
sucediera tal cosa, pero quizá una explicación 
más razonable sería que una bola de azufre ardiendo cayó sobre ella y la cubrió con una costra de elementos salobres.
El Señor se acordó de Abraham y libró a 
Lot de Sodoma. Un Dios de gracia ha prometido olvidar los pecados confesados de todos 
los creyentes (He. 8:12), pero en su fidelidad 
él recuerda al menos dos cosas: 
a. Las oraciones del creyente (véanse Gn.
18:23; Ap. 5:8). 
b. Las obras de un creyente (He. 6:10).
El camal y mundano Lot fue salvado por 
medio de las oraciones fieles de Abraham. 
Quizá Judas tenía en mente a Lot cuando años 
después escribió:
«A algunos que dudan, convencedlos. A 
otros salvad, arrebatándolos del fuego; y 
de otros tened misericordia con temor, 
aborreciendo aun la ropa contaminada por 
su carne» (Jud. vv. 22, 23). 
11. En su gran pavor. Lot pasó de largo por Zoar 
y se refugió en una cueva en las montañas con 
su dos hijas solteras. Y ahora se va a producir 
otra triste consecuencia del alto costo de olvidarse de Dios. Las dos hijas de Lot, temiendo 
quedarse para siempre solteras, embriagan a su 
propio padre y tienen relación sexual con él. 
y las dos quedan embarazadas. La mayor de 
las dos le pone a su hijo el nombre de Moab 
(padre de los moabitas). y la otra le pone al 
suyo el nombre de Bcn-Ammi (padre de los 
amonitas). Ambas naciones le causaron más 
tarde a Israel muchas dificultades y dolores. 
(Véase Gn. 19:30-38.) 
Ñ. Su carnalidad (20:1-17). 
1. Abraham cayó otra vez en el mismo pecado 
que había cometido una vez en Egipto. En esta 
ocasión se trasladó a la tierra de los filisteos y 
le mintió a Abimelec acerca de Sara como antes lo había hecho con Faraón.
2. Dios advierte a Abimelec mediante un sueño 
de no tocar a Sara.
 3. Abimelec reprende a Abraham por haberle 
mentido.
 4. Abraham ora a Dios pidiendo la bendición sobre Abimelec. 
O. Su celebración (Gn. 21:1-34).
1. Isaac nace conforme a la promesa de Dios. Su 
nombre significa «risa». 
2. Se organiza una gran fiesta para celebrar el 
destete de Isaac. 
3. Agar y su hijo Ismael de catorce años son 
echados del hogar de Abraham por burlarse de 
Isaac durante esta feliz ocasión. (Pablo habla 
del significado de este suceso en Gá. 4:22-31.) 
4. Dios cuida amorosamente de Agar e Ismael 
cuando andaban perdidos por el desierto de 
Beerseba indicándoles dónde había un pozo de 
agua fresca. Posteriormente Ismael se casó con 
una joven egipcia y se convierte en un experto arquero. 
P. Su «calvario» (22:1-24). 
1. Dios prueba a Abraham ordenándole: «Toma 
ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y 
vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en 
holocausto...» (22:2). Esta era en realidad una 
prueba para ayudar a Abraham a crecer espiritualmente. (Cp. Gn. 22:2 con Stg. 1:13.) 
2. La tierra de Moriah era aquella parte cercana 
a Jerusalén donde más tarde se edificó el templo 
(véase 2 Cr. 3:1). ¿Qué es lo que exactamente le pidió Dios a Abraham que hiciera con 
Isaac? (Más tarde, en Lv. 1:1-9, le son dadas 
instrucciones a Moisés acerca de los 
holocaustos.) 
a. La ofrenda tenía que ser un animal macho 
sin defecto. 
b. Tenía que ser ofrecido voluntariamente por 
el propietario. 
c. Tenía que ser matado y su sangre rociada 
sobre el altar. 
d. Tenía que se cortado en pedazos. 
e. Finalmente, era lavado y quemado.
No se nos dice cuánto conocía Abraham 
acerca de esto, pero una cosa sí sabía aquel anciano: Dios le había ordenado que sacrificara 
a su amado hijo. 
3. Llegaron al cabo de tres días. Abraham emprendió la marcha al día siguiente de que Dios 
se lo ordenara y le tomó tres días llegar hasta 
el monte Moriah, lo que hace un total de cuatro días. Esto se relaciona perfectamente con 
Éxodo 12:3-6, donde se nos dice que el cordero de la Pascua esperaría cuatro días antes 
de ser matado. (Véase Gn. 22:3, 4.) 
4. Abraham entonces instruye a sus siervos, diciéndoles: «Esperad aquí con el asno, y yo y 
el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, 
y volveremos a vosotros» (22:5). Aquí tenemos 
un vislumbre de la fe de Abraham. Notemos 
que dice a los hombres que él y su hijo volverían. Esto a pesar de que él estaba completamente dispuesto a sacrificar a Isaac. ¡Creyó que Dios lo resucitaría! De manera que los dos 
momentos más elevados de la vida de este gran 
anciano serían: 
a. Creer a Dios en relación con el nacimiento sobrenatural de su hijo (Ro. 4:18-21). 
b. Creer a Dios en lo concerniente a la resurrección sobrenatural de su hijo (He. 
11:17-19). 
5. Isaac preguntó: «... He aquí el fuego y la leña; 
mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?» (22:7). Esta pregunta es todavía formulada hoy por un mundo confundido y 
atemorizado. ¿Dónde está el cordero? ¿Dónde podemos encontrar salvación? El mundo 
hace las preguntas correctas, pero busca en los 
lugares equivocados. Algunos buscan la salvación en: 
a. La formación académica. 
b. Las buenas obras. 
c. Las Naciones Unidas.
d. El bautismo. 
e. La membresía en la iglesia.
Pero el cordero de la salvación no puede ser 
encontrado en ninguno de estos lugares. 
6. El anciano patriarca, con su corazón acongojado, respondió suavemente a su hijo: «Dios 
se proveerá de cordero para el holocausto, hijo 
mío» (22:8). Esta frase es un resumen completo de la Biblia. Lo podemos leer teológicamente en cualquiera de estos dos sentidos: 
a. Dios se proveerá de un cordero, es decir, 
el cordero vendrá de Dios. 
b. Dios se ofrecerá a sí mismo como cordero, es decir, el cordero ofrecido será Dios 
mismo.
Cualquiera de las dos interpretaciones es correcta, porque en el Nuevo Testamento se cumplen ambas. 
7. Abraham edificó un altar, ató a su hijo y lo colocó sobre él. Esta breve declaración habla altamente de Isaac, porque ya no era el niño 
pequeño que algunos han pintado, sino probablemente un joven bien desarrollado. Sin embargo, él permite a su anciano padre atarlo y 
colocarlo sobre el altar de la muerte (22:9). 
8. El Espíritu de Dios nos dejó aquí registrada la 
dramática acción que tuvo lugar en aquel monte: «Y extendió Abraham su mano y tomó su 
cuchillo para degollar a su hijo» (Gn. 22:10).
Pero antes de que pueda llevarlo a cabo, 
Dios le mostró un carnero que estaba allí cerca y le ordena que sacrifique a este animal en 
lugar de a Isaac. El agradecido Abraham obedece y le da a aquel lugar el nombre de 
Jehová-jireh. 
9. El título Jehová-jireh es uno de los grandes 
nombres de Dios en el Antiguo Testamento, y 
literalmente significa «Jehová proveerá». ¿Merece la pena servir a Dios? Sólo como 
recordatorio digamos que Dios ya había provisto a Abraham con los siguientes beneficios: 
a. Eterna salvación (Gn. 15:6). 
b. Guía (Gn. 12:1). 
c. Valor (Gn. 14:15). 
d. Bendiciones espirituales (Gn. 14:19). 
e. Para sus necesidades humanas (Gn. 13:2).
f. Protección social (Gn. 15:15). 
g. Perdón (Gn. 20:17). 
h. Un hijo en su ancianidad (Gn. 21:3). 
i. Protección continua (Gn. 15:1). 
j. Una ciudad celestial con fundamentos (He.
11:10). 
10. Antes de dejar este capítulo notemos algunas 
semejanzas sorprendentes entre Abraham el 
padre y Dios el Padre: 
a. Ambos tenían un hijo amado (Mt. 3:17: 
17:5). Los dos nacieron milagrosamente (Le. 
1:35). 
b. Ambos tuvieron hijos dispuestos, esto es, 
hijos listos para ofrecerse voluntariamente (Jn. 10:18). 
c. Ambos ofrecieron a sus hijos (Jn. 3:16), y 
ambos en el mismo lugar. 
d. Ambos recibieron de nuevo a sus hijos con 
gran gozo (Sal. 24:7-10).
(Nota: Algunos creen que este Salmo se refiere a la segunda venida en gloria del Señor Jesucristo después de su muerte y 
resurrección.) 
e. Ambos hicieron preparativos cuidadosos 
para las bodas de sus hijos. En Génesis 24 
leemos que Abraham envió a su siervo 
más antiguo y fiel a buscar esposa para 
Isaac. En el Nuevo Testamento encontramos al Padre celestial haciendo preparativos para las bodas de su Hijo (Mt. 22:1, 
2). 
11. El Ángel de Jehová declara otra vez las partes 
del pacto con Abraham. 
12. Al volver a casa recibe las noticias que han llegado referentes a su hermano Nacor. a quien 
aparentemente no había vuelto a ver desde su 
salida de Ur. Nacor se había traslado a Harán 
y Dios le había bendecido a el y a su esposa 
con ocho hijos. Betuel, el quinto hijo, llegaría 
a ser importante en el relato bíblico porque 
tuvo una hija llamada Rebeca y un hijo llamado Labán. Rebeca se casaría más tarde con 
Isaac; y Raquel y Lea, las hijas de Labán. llegarían a ser las esposas de Jacob (22:19-24). 
Q. Su cueva (23:1-20). 
1. Sara murió a la edad de 127 años. Hay personas 
hoy que abogarían por la adoración de María, 
pero en el Nuevo Testamento se nos llama la 
atención a la vida de Sara. (Véase I P. 3:1-6.) 
2. Abraham compra una cueva en Macpela por 
400 sidos de plata y entierra en ella a su amada esposa. Tiempo después él también sería sepultado allí. 
R. Su orden (24:1-67). 
1. Abraham mandó a Eliezer. su fiel criado, que 
fuera a fiarán a buscar esposa para Isaac. 
2. Nada más llegar a su destino, estando todavía 
a las afueras de la ciudad. Eliezer se arrodilla 
y pide a Dios sabiduría. Esta es una de las oraciones más sobresalientes de la Biblia, no sólo 
por la gran fe que muestra, sino porque es respondida incluso antes de ser terminada. El siervo pide a Dios que le indique cuál es la joven 
que él desea para Isaac llevándola a que le dé 
agua para él y para sus sedientos camellos. 
Veamos el resultado:
«Y aconteció que antes de que él acabase 
de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel. hijo de Milca mujer de Nacor, hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro» (24:15).
3. Rebeca sin saberlo cumple la oración de Eliezcr al ofrecerle agua para él y sus camellos. 
4. El siervo de Abraham es presentado por Rebeca a su madre y a su hermano Labán. Él les 
informa de la misión que lleva y de la sorprendente respuesta a su oración. 
5. Rebeca está de acuerdo en marchar con el siervo y en ser la esposa de Isaac.
6. Isaac espera con ansiedad la llegada de su novia en un campo cercano a Hebrón. Llegan a 
ser marido y mujer.
Este es uno de los grandes capítulos de la Biblia lleno de tipos. Notemos: 
a. Abraham es un tipo perfecto del Padre celestial. Es el Padre quien prepara una boda 
para su amado Hijo (véase Mt. 22:2). 
b. Isaac es un tipo perfecto del Señor Jesucristo. Él. al igual que Jesús, había sido 
ofrecido en sacrificio (cp. Gn. 22 con Mt. 
27), y busca a su esposa. A Isaac, a semjanza de Cristo, le fueron dadas todas las 
cosas de su padre. (Cp. 24:36 con Fil. 
2:9,10.) Finalmente, Isaac, como Cristo, 
amó a su esposa tiernamente. (Cp. 24:67 
con Ef. 5:25.) 
c. Eliezer es un tipo perfecto del Espíritu Santo. El siervo de Abraham fue hasta Mesopotamia por una sola razón: buscar esposa para 
Isaac. Años después (Hch.2) el Espíritu Santo vendría en Pentecostés con un propósito: 
adquirir una esposa para el Hijo. Eliezer en 
Mesopotamia honró constantemente al padre y al hijo, y hoy el Espíritu Santo hace lo 
mismo. (Véase Juan 15:26.) 
d. Rebeca es un tipo perfecto de la iglesia. 
Para que alguien pueda entrar en la verdadera iglesia de Dios debe primero responder positivamente a la pregunta del 
siervo del Padre: «Y llamaron a Rebeca, 
y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella 
respondió: Sí, iré» (24:58). 
S. Su Cetura (25:1-6). 
1. Abraham se casó con una mujer llamada Cetura que le dio seis hijos. 
2. El más importante de todos fue Madián, el 
cuarto hijo varón, que llegó a ser el padre de 
los madianitas. Años después este pueblo le 
causó a Israel mucha tristeza. 
T. Su ciudad (25:7-10; He. 11:8-10).
«Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento 
setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de 
años, y fue unido a su pueblo. Y lo sepultaron 
Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, 
en la heredad de Efrón hijo de Zohar hctco, que 
está enfrente de Maniré, heredad que compró 
Abraham de los hijos de Het: allí fue sepultado 
Abraham, y Sara su mujer» (25:7-10).
«Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció 
para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como 
en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y  Jacob, coherederos de la misma promesa; porque 
esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo 
arquitecto y constructores Dios» (He. 11:8-10).