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LA ETAPA DE LOS JUECES I "LOS DOCE REFORMADORES MILITARES!!"

LA ETAPA DE LOS JUECES  I 

"LOS DOCE REFORMADORES MILITARES!!"


En aquellos días no había rey de Israel; cada uno hacia lo que bien le parecía (17:6) Véase también 19:1 21:25

Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales 2:11

Y Jehová levantó Jueces que los librasen de mano de los que les despojaban 2:16

  La acción principal de la etapa de los Jueces. Los elementos clave durante este período se centran alrededor de las siguientes personas o grupos de personas:

I.-  Doce reformadores militares.
II.- Un hombre sanguinario.
III.-Micaía: Un hijo idólatra.
IV.- Un levita cobarde.
V.-  Una Joven moabita.
VI.- Una madre dedicada.
VII.-Un sacerdote indiciplinado.
VIII.-Unos filisteos frustrados.
IX.- Un predicador ambulante.


  Examinaremos ahora en detalle a cada una de estas personas o grupos.

I.- Los Jueces: Doce reformadores militares.


    A. Primer juez: Otoniel (1:12,13; 3:8-11)


1.La nación opresora: Mesopotamia.
2.Duración de la opresión.
3.Años que dio paz: Cuarenta
4.Logros:
    Otoniel era sobrino y también yerno de Caleb 1:13. Consiguió a su mujer mediante la conquista de una ciudad enemiga que su tribu Judá proyectaba capturar 1:12. Otoniel ya había demostrado su valor ( Véase Josué 15:15-20 ) El fue uno de los muchos jueces que se dice estuvo lleno del Espíritu Santo. 3:10 Derroto al rey de Babilonia quién habia avasallado a Israel durante ocho largos años 3:8. Después de esto el pubelo tuvo paz durante cuarenta años. 3:11

   B. Segundo Juez Aod (3:12-30)

1.Nación opresora: Moab.
2.Duración de la opresión dieciocho años.
3.Años de Paz: Ochenta años.
4.Logros
  Aod era un hombre surdo de la tribu de Benjamín. Jue 3:15 Encontramos en el Antiguo Testamento que Dios muchas veces bendijo de manera especial a guerreros zurdos. Véase  Jue 20:16  1Cr 12:2
  Aod fue elegido para llevar a la capital moabita el aborrecido impuesto anual que Israel tenía que pagar. Israel llevaba pagando este impuesto dieciocho años (3:14 y 15)
  Después de entregar el tributo. Aod, con el pretexto de que tenía <>, solicitó a Eglón, El rey moabita, reunirse con Él en privado. Estando a solas. Aod atravesó a Eglón con una espada de dos filos, de unas dieciocho pulgadas ( casi medio metro) de largo que llevaba escondida (Jue 3:16-23), Notemos, sin embargo, que la biblia no dice que hizo esto mediante al Espíritu de Dios.
  Después huyó al monte de Efráin, donde tocó el cuerno de guerra, recluto a los hombres de guerra y atacó a los moabitas matando a unos 10.000 de ellos. El pueblo tuvo paz durante los siguientes 80 años. ( Jue 3:26-30)

   C. Tercer Juez: Samgar (3:31)

1.Nación opresora: Filistea
2.Duración de la opresión: No se indica
3.Años de Paz: No se indica o desconocido
4.Logros:Este soldado mató a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes.

   D. Cuarto Juez: Barac (ayudado por Débora, Jue 4-5)

1.Nación opresora. El reino cananeo del Norte.
2.Duración de la opresión: no se indica
3.Años de Paz:Cuarenta años.
4.Logros:
  En este tiempo Israel estuvo oprimido por veinte años por Jabín, el rey cananeo que tenía su capital en Hazor (4:3). Jabín tenía a Sísara como jefe del ejército, un general famoso de cinco estrellas que disponía de 900 carros de guerra y multitud de soldados (4:2,3).
  En estos días Israel era Juzgado por una mujer llamada Débora (4:4,5) Ella comunicó a Barac, el jefe del ejército de Israel, que Dios le había elegido para que movilizara a 10.000 mil hombres de la tribu de Neftalí y Zabulón, que debía ir al monte Tabor  y presentara allí batalla a Sísara (4:6,7).
  A Causa de su insistencia. Débora accede a ir con Barac, pero le advierte que no recibiría él el honor y el crédito por vencer a Sísara sino otra mujer (4:8,9).
  Barac bajó del monte Tabor con sus 10.000 soldados y, con la intervención de Dios, Sembró el pánico en el ejército de Sísara y lo derrotó por completo (4:14,15)
  Sirara logró escapar y se refugió en la tienda de Jael, Mujer de Haber caneo. Pretendiendo ser amistosa con él. lo escondió cubriéndole con una manta, cuando estaba dormido le atravesó las sienes con una estaca(4:17-21) Débora y Barac entonaron entonces su canto de liberación y alabanza a Dios.
  El pueblo tuvo paz después durante cuarenta años ( 5:31 ) Barac fue mas tarde incluido en la lista de los héroes de la fé que aparecen en Hebreos (11:32). El capitulo 5 de Jueces contiene el tercer gran canto de alabanza que aparece en la biblia. los otros dos son Exodo 15 y Deuteronomio 32.

E. Quinto juez: Gedeón(6—8).

1. Nación opresora: Madián. 
2. Duración de la opresión: siete años. 
3. Años de paz: cuarenta. 
4. Logros: Muerto Barac, 
Israel cayó otra vez en la idolatría y Dios los entregó en manos de los crueles madianitas por siete años. En Jueces 6:2-6 se nos describe la apurada situación en que vivían. 
    Un profeta valiente, del que ignoramos el nombre, le recordó a Israel que su situación se debía a su pecado (6:8-10). Un ángel del Señor (¿Jesús?) aparece en este tiempo a Gedeón, que estaba limpiando el trigo a escondidas en el lagar para esconderlo de los madianitas (6: 11). 
    Gedeón es comisionado por el Angel de Jehová para que vaya a pelear con los madianitas y recibe la seguridad de que los derrotará. Edificó allí Gedeón un altar y lo llamó Jehová-salom («Jehová es paz», Jue. 6:12-24). 
A pesar de sus muchas dudas Gedeón dio evidencias de auténtica fe en este tiempo de hambre al ofrecer en sacrificio el cabrito y los panes. Gedeón, al igual que Abraham, preparó comida para Dios mismo. (Véase Gn. 18.) 
Aquella misma noche, Gedeón, por orden de Dios, derribó el altar familiar que tenían dedicado a Baal y lo reemplazó por un altar a Jehová (6:25-27). A la mañana siguiente, Joás, el padre de Gedeón. logró tranquilizar a la gente del pueblo, que enojada quería matar a su hijo por lo que había hecho con el altar de Baal. El Espíritu de Dios descendió sobre Gedeón y éste tocó el cuerno convocando a la guerra a sus hermanos (6:34, 35). 
Entonces hace dos veces la prueba del vellón de lana para confirmar el llamamiento de Dios (6:36-40). ¿Estaba justificado el que Gedeón hiciera esto? ¿Es siempre la voluntad de Dios para el creyente que le pidamos pruebas? ¿Es correcto el viejo cliché de que «probar es desconfiar»? Consideremos lo siguiente: 

5. Ejemplos bíblicos de solicitud de pruebas: 

    a. El siervo de Abraham (Gn. 24:14). Fue enviado a buscar una esposa para Isaac en tierra extraña. Nada más llegar, oró y le pidió una prueba a Dios. Dios obviamente aceptó esta solicitud. Son especialmente emocionantes las palabras «aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca ... salía» (v. 15). 
    b. El rey Acaz. (Is. 7:11). «Habló también Jehová a Acaz. diciendo: Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto. Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová» (Is. 7:10-12). 

En esta ocasión era Dios mismo quien invitaba a este rey impío de Judá. que se veía amenazado por sus enemigos de fuera, a que pidiera la señal que él quisiera y Dios se la daría, para probarle que Jerusalén sería librada de sus enemigos. Pero el rey rehusó hacerlo. 
    c. El rey Exequias (2 R. 20:10. 11). Dios hizo que la sombra en el reloj de sol de Acaz retrocediera diez grados, mostrando así que él sería sanado. Otra vez podemos ver que el Señor aceptó esta petición de una señal. 
    d. Satanás. (Mt. 4:6). «Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo: porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios» (Mt. 4:5-7). Aquí el Señor correctamente rehúsa dar aquella señal que el diablo perversamente le sugiere. 
    e. Gedeón (Jue. 6:37). Varios hechos aparecen inmediatamente ante nosotros:

(1) El Señor en dos ocasiones previas había ya claram ente indicado a Gedeón lo que había de hacer. (Véase 6:14. 16.) 
(2) El Señor en una ocasión le había dado realmente a Gedeón una señal que había solicitado. (Véase 6:17- 21.) 

6. Conclusiones básicas sobre la solicitud de señales: 
        a. En ciertos momentos el creyente puede buscar correctamente la voluntad de Dios por medio de una señal de algún tipo. Puede hacerse: 
        (1) Si las Escrituras no han contestado ya su solicitud. En otras palabras, sería completamente erróneo que un creyente pidiera una señal sobre si Dios desea que el creyente abandone hábitos que dañan su cuerpo porque esto ya está claramente indicado en muchos pasajes. (Véase 1 Co. 6:19, 20.) 
        (2) Si las circunstancias inmediatas son indefinidas y poco claras. Supongamos que un misionero tiene sentimientos e impulsos muy fuertes de entrar a cierto país cuyas puertas han sido cerradas para toda obra cristiana. Estaría entonces completamente justificado el pedirle a Dios que abra esas puertas si esa es su voluntad perfecta. 
        (3) Si la señal no limita la acción que Dios debe tomar. Podemos ilustrarlo así: sería poco sabio para un candidato a pastor de una iglesia que. cuando está predicando su sermón de presentación en aquella congregación, le pidiera al Señor que le mostrara que aquella es la iglesia que debe pastorear mediante la señal de que exactamente siete personas pasaran al frente durante la invitación. ¿Qué si esa mañana hay allí ocho personas en las que el Espíritu de Dios ha obrado y están listas para dar testimonio? O, ¿qué si allí hay exactamente siete personas para responder a la invitación pero no es la voluntad de Dios que acepte aquel pastorado? 

        b. En el caso de Gedeón, aunque Dios honró su petición de una señal, era. no obstante, innecesario, porque ya sabía lo que debía hacer, y además poco beneficioso, porque más tarde necesitó otra vez. que Dios le reconñara su voluntad (Jue. 7:10). 

Dios rebajó el ejército de Gedeón de 32.000 a 22.000, y finalmente lo dejó en 300 (7:2-7). Con estos 300 se enfrentaría a 135.000 soldados enemigos (véase 8:10). 
En la víspera de la batalla. Gedeón y su criado se infiltraron en las líneas enemigas y fueron otra vez reconfirmados acerca de la victoria al escuchar la conversación de unos soldados enemigos (7:10-15).
   Gedeón dividió sus trescientos hombres en tres escuadrones, y, a una señal dada, cada uno tocó una cometa, rompió el cántaro, levantó una antorcha encendida y gritó: «¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!» (7:16-20). Los madianitas se desconcertaron, pelearon entre ellos y huyeron (7:21-24). 
Gedeón los persiguió hasta el otro lado del Jordán y los derrotó por completo. Cuando volvió a 
Palestina castigó severamente a dos pueblos que se habían negado a dar alimentos a sus 300 hombres hambrientos (8:4-17). 
    Gedeón después ejecutó a los dos reyes madianitas por haber matado a sus hermanos en Tabor (8:18-21). Rehusó la oferta de Israel de ser rey sobre ellos, pero pidió que le entregaran los anillos de oro que habían recogido como botín, además de otros despojos (8:22-26). 
    Con este oro hizo un efod. Los israelitas empezaron pronto a adorar esto y terminó por ser un tropiezo y trampa para el pueblo (8:27). 
    Nota: El efod era parte de la vestimenta que llevaba el sumo sacerdote. Gedeón había declinado anteriormente la oferta de ser rey. pero parece que tenía ciertas aspiraciones sacerdotales. 

    Más tarde Gedeón formó hogar, se casó con muchas mujeres, y crió setenta y un hijos (y, sin duda, muchas hijas también). Uno de ellos se llamó Abimelec, quien posteriormente, después de fallecer Gedeón, fue causa de mucho derramamiento de sangre (8:29-31). Gracias al buen trabajo de Gedeón, el pueblo tuvo paz durante cuarenta años (8:28).

F. Sexto juez: Tola (10:1). 

1. Nación opresora: no se sabe. 
2. Tiempo de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: veintitrés. 
4. Logros: no se indica. 


G. Séptimo juez: Jair (10:3-5). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: se desconoce. 
3. Años de paz: veintidós. 
4. Logros: El y sus treinta hijos libraron de la opresión a treinta ciudades. 

H. Octavo juez: Jeftc (10:6— 12:17). 
1. Nación opresora: Amón.
2. Duración de la opresión: dieciocho años.
3. Años de paz: seis. 
4. Logros: Después de la muerte de Abimelec, 

    Israel fue juzgado por Tola durante veintitrés años. El clan de Tola fue posteriormente conocido en el tiempo de David por sus hombres valerosos (1 Cr. 7:1, 2). Después que falleció Tola. Dios levantó a un hombre, Jair, que juzgó a Israel por veintidós años. Cuando Jair murió, Israel una vez más «volvió a hacer lo malo ante los ojos de Jehová», como consecuencia, Dios los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas por un periodo de dieciocho años (10:6-8). Israel, voluble y necio, se volvió otra vez a Jehová en su hora de aflicción. Como siempre, Él se llenó de compasión y les prometió liberación, no sin antes darles un mensaje para que examinaran sus corazones. Notemos su contenido en Jueces 10:10-16. Este pasaje de Jueces debe ser comparado con Isaías 63:7-9. Dios levanta ahora a Jefté, el hijo de una prostituta, que había sido rechazado por sus hermanos a causa de su nacimiento ilegítimo (11:1-11). 
    Jefté intenta negociar con los amonitas en relación con ciertas tierras en disputa al este del Jordán. El argumenta que: 

    a. La tierra fue originalmente de los amorreos y no de los amonitas (Nm. 21:21 -30).
    b. Dios le dio la tierra a Israel y había sido de ellos por los últimos 300 años. 
    
    Esta declaración llevó a los dos países al estado de guerra. El Espíritu de Dios descendió sobre Jefté y este se preparó para la inminente pelea (11:28, 29). En la víspera de la batalla, Jefté hizo, sin embargo, algo que después le causó gran dolor y angustia. Leemos en Jueces 11:30. 31:
    «Y Jefte hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliera de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová. y lo ofreceré en holocausto.» 
    Dios entregó a los amonitas en manos de Jefté (11:32, 33). Pero su verdadero problema apenas empezaba. Leemos en Jueces 11:34, 35: «Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa, y he aquí que su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su única hija; no tenía fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos. diciendo: ; Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.» 
    Mucha tinta han usado los teólogos a lo largo de los siglos en relación con este pasaje. ¿Qué implicaba el voto de Jefté? El doctor John J. Davis escribe: «Hay, por tanto, dos interpretaciones que prevalecen hoy en relación con este suceso del capítulo 11. La primera es que Jefté no mató a su hija.         Este punto de vista es sugerido por una serie de escritores conservadores. Sus razones son las siguientes: 

     (1) Jefté estaba lo suficientemente familiarizado con la ley de Dios como para ignorar la prohibición de ofrecer en sacrificio seres humanos (11:15-27).     
     (2) Él debió de saber que lo lógico es que un ser humano saliera de la casa a recibirle. Además, un animal hubiera sido un ofrenda muy pequeña para semejante victoria. 
    (3) Jefté debió ser un hombre realmente piadoso o de lo contrario no hubiera aparecido en hebreos 11. 
    (4) Si su hija iba a morir no había razón para enfatizar tanto su virginidad (37—39). 
    (5) Jefte no podía hacer esto, especialmente después que el Espíritu del Señor vino sobre él (29). 
   (6) Había mujeres en este tiempo que habían dado su vida para servir al Señor en el tabernáculo en Silo (1 S. 2:22). Entonces, Jefté pudo haber hecho voto que, en el caso de victoria, el dedicaría a un miembro de su familia para el servicio de Jehová en el tabernáculo. El hecho de que resultara ser su hija era trágico para él, porque era su hija única y no podría tener nietos que llevaran su nombre; y en ese caso, difícilmente la volvería él a ver. 
    (7) Se ha argumentado que la conjunción copulativa “y” que aparece en el voto en el versículo 31, se debería traducir por “o” en vez de “y”. En otras palabras, que lo que se piensa que en realidad dijo Jefté es: “Lo que salga por las puertas de mi casa para encontrarse conmigo cuando regrese será dedicado al servicio del Señor si es un ser humano, o si es un animal limpio lo ofreceré en holocausto al Señor" (8). Se argumenta también por aquellos que sostienen este punto de vista, que la expresión “endechar” que aparece en el versículo 40 debería ser traducida por “hablar”, indicando así que la hija permanecía viva.     
    El segundo punto de vista en relación con el voto de Jefté y su cumplimiento es que él sí ofreció a su hija como sacrificio humano. Esta opinión es también apoyada por bastantes escritores bien conocidos. Los razonamientos en los que se basa esta opinión son: 
    (1) La palabra hebrea para holocausto es olah que siempre conlleva en el Antiguo Testamento la idea de sacrificio quemado. 
    (2) Jefté fue el hijo de una prostituta pagana común, Zonah, y pasó mucho tiempo con varias clases de gente en la parte este del Jordán (11:1-3). Además, debemos notar que más tarde otras personas también ofrecieron sacrificios humanos. Segunda de Reyes 3:26, 27 registra la acción del rey de Moab de ofrecer en holocausto a su hijo primogénito sobre el muro de la ciudad. Segundo de Crónicas 28:3 nos dice que el rey Acaz quemó a sus hijos, y 2 Reyes 21:6 nos habla de que Manasés sacrificó a su hijo. Si tales prácticas fueron realizadas por líderes de Israel en un tiempo posterior, no es imposible que pudieran haber sido introducidas en un período anterior. 
    (3) El hecho de que Jefté fuera juez de Israel no elimina la posibilidad de que hiciera un voto imprudente. La filosofía dominante en aquellos días era la de un relativismo moral y espiritual en la que “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jue. 21:25). Muchos de los líderes de Israel estaban afectados por esta actitud. Recordemos que Gedeón hizo un efod de oro que llevó a Israel a la idolatría, y Sansón se involucró en actividades que estaban obviamente en oposición a la ley de Moisés. 
    (4) Si Jefté fue capaz de llevar a cabo la matanza de 42.000 israelitas (Jue. 12), también sería capaz de hacer un voto así y cumplirlo. 
    (5) El hecho de que en los versículos 36-40 se dice que lloró su virginidad, parece implicar que no había esperanza de hijos en el futuro a causa de su muerte inminente. Probablemente se menciona para enfatizar el hecho del sacrificio, porque le dejaba sin descendencia, lo que en el oriente era tenido como una gran desgracia. Finalmente, el argumento basado en la palabra hebrea que se traduce por “endechar” (llorar o lamentar) en el versículo 40. aportado por aquellos que sostienen la opinión de la dedicación, es más bien débil. El verbo tanah aparece solamente una vez en la Biblia hebrea (Jue. 5:11). La mejor traducción de este término parece ser “narrar”.» (Conquest and Crisis, pp. 125-128.) 
    Con esto no se habían terminado aún las dificultades para Jefté, porque fue provocado a pelear a causa de los celos de los de la tribu de Efraín (Jue. 12:4-7). Esta trágica pelea, que ganó Jefté. resultó en la perdida de 42.000 soldados efrainitas. Fue una de las batallas más extrañas de la historia bélica, porque muchos de estos soldados perdieron la vida debido a su incapacidad de pronunciar correctamente la palabra Shibolet (el término hebreo para «corriente»), 

I. Noveno juez: Ibzán (12:8-10). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: siete. 
4. Logros: no se citan. 

J. Décimo juez: Elón (12:11, 12). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: diez. 
4. Logros: no se citan. 

K. Undécimo juez: Abdón (12:13-15). 

1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: ocho. 
4. Logros: no se citan. 


L. Duodécimo juez: Sansón (13— 16). 

1. Nación opresora: Filistea. 
2. Duración de la opresión: cuarenta años. 
3. Años de paz: veinte (16:31). 
4. Logros: Antes del nacimiento de Sansón, Israel había estado oprimido por los filisteos por cuarenta años (13:1). La madre de Sansón fue visitada por el Ángel de Jehová. quien le anticipó el nacimiento de su hijo (13:2, 3). De manera que ella es una de las cuatro mujeres de la Biblia que recibieron de un ángel la promesa del nacimiento de un hijo. Las otras tres fueron:
    a. Sara (Gn. 18:10-14).
    b. Elisabet (Le. 1:13). 
    c. María (Le. 1:30, 31). 
    Este mensajero celestial instruyó a los padres acerca de que el niño tendría que ser criado como un nazareo (13:4, 5). Según Números 6:1 -6 el nazareo no podía: 
    a. Beber vino ni sidra. 
    b. Cortarse el cabello. 
   c. Tocar cuerpos muertos. Notemos que el ángel también encomendó a la madre que ella tampoco bebiera vino (13:4, 14). Los padres de Sansón oran en esta ocasión de una manera que debería ser imitada por todos los padres cristianos que esperan hijos (Jue. 13: 8, 12). ¿Quién era este Ángel de Jehová? Los padres de Sansón intentaron averiguar cuál era el nombre del ángel, y les fue dicho que era o «secreto» (así lescribe el autor) (13:17). La palabra hebrea puede ser traducida por «secreto» y también por «admirable», y es muy similar al término usado en Is. 9:6, donde se nos habla acerca del nacimiento de Cristo y se dice que su nombre será «Admirable, Consejero, Dios fuerte. Padre eterno, Príncipe de paz». Esto sería una fuerte indicación de una aparición del Señor Jesucristo antes de Belén. Sansón nació y el Espíritu del Señor estuvo sobre él durante su crecimiento (13:24, 25). Para consternación de sus padres se empeñó en casarse con una mujer filistea que no participaba de la fe de Israel. La naturaleza camal de Sansón empieza ya a manifestarse, pero a pesar de su sensualidad, Dios le usó para su gloria (14:1-4). De camino a Filistea, Sansón mata a un león. Más tarde descubrió que un enjambre de abejas había formado colmena en el esqueleto del león y tenían fabricado ya un panal de miel. Sansón usó esta experiencia en su fiesta de bodas como base para una adivinanza (Jue. 14:12-14). Los invitados logran al fin resolver la adivinanza presionando a la novia de Sansón. Esto le enfurece y paga su deuda a los invitados a la boda, pero a costa de treinta víctimas filisteas (14:15-19). Pasado un tiempo vuelve y se entera que el padre de la novia la había entregado por esposa al amigo de Sansón. Dice el libro de Jueces que en venganza hizo lo siguiente:
    «Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas. Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares» (15:4, 5). Sansón entonces mató a muchos filisteos (15:8). Después de esto, los filisteos amenazan con destruir la tribu de Judá si no les entregan atado a Sansón. Él permite que sus hermanos de raza le prendan y le alen, pero cuando el enemigo está a la vista, rompe las ligaduras, los ataca y mata a mil de ellos con una quijada de un asno (15:9-17). A continuación tenemos una de las dos oraciones de Sansón que aparecen registradas en las Escrituras. Ambas son camales y egoístas. (Cp. 15:18 con 16:28.) En Gaza (una ciudad filistea) Sansón logra una vez más evitar ser capturado, esta vez arrancando las puertas de la ciudad a medianoche y llevándoselas a cuestas a un monte cercano (16:1-3). Al fin cae mediante la traición de una mujer llamada Dalila, que descubre la fuente de su gran fuerza (16:4-20). Nota: a estas alturas Sansón ha violado todos los votos del nazareo. Ha tocado el cuerpo muerto de un león (14:8, 9); ha bebido vino (14:10); y ha permitido que su pelo sea cortado (16:19). Ahora aprende el alto precio de vivir de esa manera (Jue. 16:21). «Mas los filisteos le echaron manos, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.» Allí Sansón va recuperando su fuerza a medida que le crece otra vez el pelo. Dios le permite entonces destruir a miles de filisteos que se habían reunido en el templo pagano de su dios para una orgía. Él mismo pereció en la destrucción del templo (Jue. 16:22-31).


LA ETAPA DEL EXODO VI. Israel desde Cades.bernea hasta orillas del río Jordán. Nm 15;36

VI. Israel, desde Cades-bamea hasta la orilla este del río Jordán (Nm. 15—36). 
Durante este período de vagar sin sentido por el desierto sucedieron los siguientes eventos: 



A. Un ataque inútil queda frenado (Nm. 14:40-45). 
 Los volubles y necios israelitas cambiaron repentinamente de idea e intentaron abrirse camino en la tierra, pero fueron rápidamente derrotados por los cananeos. 

B. Lapidación por violación del día de reposo (15:32- 36). 

C. Unos alborotadores trabados por la tierra (16:1- 32). 
1. Un hombre muy influyente llamado Coré, descendiente de Leví, se levantó contra Moisés apoyado por 250 hombres. 
2. La conspiración llevó a una confrontación al día siguiente en la que Dios intervino haciendo que se abriera la tierra y se tragara a Coré y sus seguidores. A pesar de esta terrible lección, Israel continuó murmurando y acusando realmente a Moisés de matar al pueblo de Dios (16:41). Antes que todo este trágico incidente se terminara, el juicio de Dios cayó mediante una plaga y perecieron otras 14.700 personas más del pueblo. Judas, el escritor del Nuevo Testamento, menciona (1:11) este suceso en su epístola como un fuerte aviso contra la apostasía. 

D. La vara de Aarón que retoña (17:1-13). 
Para reforzar la autoridad de que había investido a Moisés y a Aarón, el Señor ordenó a los líderes de cada tribu colocar una vara en el tabernáculo con su nombre personal grabado en ella. A Aarón también le ordenó hacer lo mismo. A la mañana siguiente se descubrió que el bastón de Aarón había reverdecido y echado flores, arrojado renuevos y producido almendras. 

E. El sacrificio de una vaca alazana (Nm. 19:1-22). 
1. El ritual de la vaca alazana (19:1-10). Las leyes ya dadas establecían que cuando una persona viva entrara en contacto con un cadáver tenía que ser considerada inmunda (descalificada para la vida y el servicio religioso) durante un período de siete días. Pero ahora se había producido probablemente una crisis. Debido a la reciente plaga (Nm. 16:49), habían aparecido no menos de 14.700 cadáveres. Este solo suceso había producido, sin duda, la contaminación de miles de personas. ¿Cómo se arreglaba esta situación ahora? El rito de la vaca alazana fue la respuesta de Dios a este problema. 
2. Las reglas de la purificación (19:11-32) eran: «El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días» (v. 11). El proceso de purificación de un israelita tenía cuatro aspectos. 
a. Eleazar tenía que sacrificar una vaca alazana sin defecto alguno fuera del campamento (19:2, 3). 
b. Había que rociar con su sangre hacia el tabernáculo siete veces (19:4). 
c. La vaca alazana tenía que ser después quemada con madera de cedro, hisopo y un tipo de tela roja (19:5, 6). 
d. Y por último, tenían que añadir agua a las cenizas de la vaca y después rociarlas sobre el israelita inmundo (19:17-19).

 F. Un hombre enojado atrapado (20:1-13). 
1. María murió y fue enterrada cerca de Cades (20: 1). 
2. Después de arduo trabajo durante muchos años, el diablo por fin logró atrapar a Moisés, el hombre más manso de toda la tierra (Nm. 12:3), en la trampa del enojo y del orgullo. Aquellos volubles e impíos israelitas estaban, como de costumbre, quejándose acerca de la falta de agua (parece como si celebraran una reunión de protesta contra Dios al menos una vez al día). El Señor instruyó allí mismo a Moisés para que le hablara a cierta roca y le ordenara que diera agua. 
3. Pero el paciente Moisés perdió repentinamente su calma, y en un acto, debido en parte a incredulidad y en parte a enojo, gritó al pueblo y desobedeció al Señor, golpeando la roca dos veces en vez de hablarle una vez como Dios le había mandado (20:8). 
4. El Señor les dio agua a pesar de la desobediencia de Moisés, pero le anunció que su pecado le privaría de entrar en la tierra prometida (20: 12). 
5. Moisés evidentemente le habló tiempo después al Señor acerca de ir a Palestina, hasta que Dios le dijo que no volviera a mencionar el asunto nunca más (Dt. 3:26,27). 

G. Una simple solicitud es rechazada (20:14-22). 
Los edomitas, descendientes de Esaú, no permitieron que Israel pasara por su territorio: esto obligó al pueblo de Dios a dar un rodeo de unas 180 millas (288 km) por un desierto ardiente y hostil. 

H. Un sumo sacerdote al que le quitan su vestimenta (20:23-29)
1. Dios ordenó a Moisés que le quitara a Aarón sus ropas sacerdotales para dárselas a su hijo Eleazar. 
2. Aarón murió a la edad de 123 años y fue sepultado en el monte Hor. 
3. C.I. Scofield observa que la muerte de Aarón marca el fin del vagar sin rumbo de Israel. A partir de este momento la nación marcha o se detiene, pero no anda vagando (New Scofield Bible, p. 195). Debemos notar aquí que la experiencia del desierto era parte de la perfecta voluntad de Dios para Israel, pero no el vagar errante (Ex. 13:17. 18).

 I. Un problema de serpientes es resuelto (21:5-9). 
1. Dios envió serpientes venenosas para castigar la rebeldía de Israel. 
2. El pueblo se arrepintió y fue provisto de un remedio. 
3. Una serpiente de bronce fue colocada en lo alto de un asta para que todos pudieran verla. 
4. Cualquiera que hubiera sido mordido podía mirar a la serpiente de bronce y ser sanado. Jesús usó este suceso como una ilustración para ganar a Nicodemo. (véase Jn. 3:14, 15). Años después, en el 700 a.C., el rey Ezequías destruyó esta serpiente porque el pueblo la adoraba (2 R. 18:4). 

J. Derrota de los amorreos (21:21 -24). 
Al igual que los edomitas. los amorreos rehusaron dejar pasar a Israel por su territorio, pero en esta ocasión los israelitas se defendieron y los derrotaron. 

K. Un profeta pervertido (Nm. 22—24). 
1. Balac, el atemorizado rey de Moab, ofreció a Balaam, un adivino pagano de Mesopotamia, riquezas tentadoras si maldecía a Israel para así frenar su avance y salvar a Moab (22:1 - 8). 
2. Dios advierte a Balaam para que no acepte este soborno (22:9-12). 
3. Le hacen la oferta más tentadora y Balaam accede a ir con los hombres de Balac (22:15-21). 
4. En el camino a Moab, Balaam es reprendido por el asna que montaba, y escapó por poco de la muerte a manos del Ángel de Jehová (Nm. 22:22-35). 
5. Cuando Balaam llega a Moab y divisa al ejército de Israel en un valle cercano, intenta maldecirle en cuatro ocasiones: pero, para asombro suyo y enojo de Balac. todas las veces salen de su boca palabras de bendición. Estas cuatro bendiciones aparecen en Números 23:8-10; 23:22-24: 24:5-9: 24:7
Debe especialmente notarse el lenguaje que aparece en algunas de las profecías de Balaam: «¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado? Porque de la cumbre de las peñas lo veré, y desde los collados lo miraré; he aquí un pueblo que habitará confiado, y no será contado entre las naciones. ¿Quien contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya» (Nm. 23:8-10). «Lo veré, mas no ahora: lo miraré, mas no de cerca; saldrá Estrella de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set. Será tomada Edom. será también tomada Seir por sus enemigos, e Israel se portará varonilmente. De Jacob saldrá el dominador, y destruirá lo que quedare de la ciudad» (Nm. 24:17-19). 
De los cientos de personajes que aparecen en el Antiguo Testamento, Balaam es, sin duda, el más misterioso de todos, y en algunos sentidos el más trágico. Es mencionado, al menos, por tres escritores del Nuevo Testamento, y cada uno de ellos lo hace escribiendo en particular sobre un rasgo de su carácter. Su camino: «... el camina de Balaam ... el cual amó el premio de la maldad...» (2 P. 2:15). Su error: «... en el error de Balaam...» (Jud. v. 11). Su error fue su conclusión de que Dios terminaría maldiciendo a Israel a causa de sus muchos pecados. M.F. Unger escribe: «Era ignorante de la elección de Dios de Israel como nación y de la inmutabilidad de la decisión de Dios (Ro. 11:29) y de la preservación de la nación. No vio cómo Dios podía ser al mismo tiempo justo y el justificador por medio de la cruz del pecador que cree, a lo que apuntaba todos los rituales que se celebraban en el tabernáculo de Israel.» (Unger’s Bible Dictionary, pp. 133, 134.) Su doctrina: «... los que retienen la doctrina de Balaam ... a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación» (Ap. 2:14). Aunque este profeta impío falló en sus intentos de maldecir a Israel, tuvo mucho éxito con su astuta y depravada sugerencia de que el pueblo de Dios se mezclara con los moabitas. Antes de que todo terminara, este predicador pervertido causaría la muerte de 24.000 israelitas (Nm. 25:9). como resultado del castigo de Dios. Balaam fue más tarde asesinado por los soldados israelitas cuando invadieron la tierra (Nm. 31:8). Aunque Balaam no pudo lograr que Dios se apartara de Israel, sí consiguió que Israel se olvidara de Dios por un tiempo. El héroe de esta tragedia fue Finccs, el nieto de Aarón. Algunos con mucha imaginación han querido crear gran controversia con la discrepancia entre la cifra que da Moisés aquí (24.000) y el número que da Pablo más tarde en el Nuevo Testamento (23.000) (I Co. 10:8). Pero la solución parece ser bien simple: Moisés nos da la cifra completa, mientras que Pablo nos da el número de los que murieron el primer día.

 L. Un sacerdote patriota (Nm. 25). 
1. A pesar de su fracaso en maldecir a Israel, Balaam casi logró destruir aquella nación mediante el arreglo astuto de que las mujeres moabitas sedujeran a los hombres israelitas (Nm. 25:1; 31:16)
2. Finees, el piadoso sacerdote, nieto de Aarón. frenó la ira del Dios Todopoderoso mediante su drástica acción de ejecutar a una pareja especialmente desvergonzada, compuesta por un príncipe de la tribu de Simeón y una amante prostituta de Madián. A pesar de esto murieron 24.000 (25:7-18). A causa de su fidelidad y valor. Dios le prometió a Finees un pacto de paz (v. 12), y que de su familia saldría el sumo sacerdote de Israel, y dos hijos sacerdotes (aunque dos ya habían muerto a causa de un castigo divino por sus pecados). Estos fueron Bleazar e llamar. Finees era hijo de Kleazar. Por alguna razón ignorada el derecho del sumo sacerdocio pasó después de Eleazar a llamar en la persona de Eli (1 S. 1), que era descendiente de Itamar. Sin embargo, en los días de David volvió a la línea prometida aquí mediante Sadoc, que era un descendiente de Eleazar. (Véase I R. 1:8.) 




M. E1 segundo censo (Nm. 26). 
1. Se nos da aquí el total del segundo censo, esto es 601.730 (v. 5 1). Este censo, tomado treinta años después del primero (1:46), da 1.820 menos. 
2. Ninguno de los que habían participado en la rebelión de Cades, todos los individuos de veinte años para arriba, estaba vivo, excepto Moisés, Caleb y Josué (26:64, 65). 
3. La mayor merma del censo aparece en la tribu de Simeón (37.100) y el mayor aumento en la tribu de Manasés (20.500). 

N. Cinco hijas decididas (27:1-11). 
Zclofehad. un hombre de la tribu de Manasés, había muerto, dejando cinco hijas pero no hijos varones. Estas hijas apelan a Moisés y reciben el derecho de heredar la tierra que le correspondería a su padre cuando luego Palestina fuera dividida. 

Ñ. Un cambio en caudillos (27:12-23). 
1. Dios instruye a Moisés para que en ceremonia pública imponga sus manos sobre Josué delante de Eleazar, el sumo sacerdote, y del pueblo, transfiriendo así su autoridad sobre él. 
2. Así queda instalado Josué como el nuevo líder. Moisés mismo pronuncia el discurso de ordenación. 

O. La humillación de Madián (Nm. 31). 
1. La orden final que Dios da por medio de Moisés es la de juzgar y derrotar a Madián por su pecado de no permitir a Israel pasar por su tierra (25:6-18; 31:1, 2). 

2. Moisés lo lleva a cabo escogiendo mil soldados de cada una de las doce tribus de Israel (31:3-7). Los madianitas eran descendientes de Abraham a través de su esposa Cetura (Gn. 25:2). Hacía ahora cuarenta años que Moisés (un descendiente de Abraham por medio de Sara) se había casado con Sófora, una mujer madianita. Pero en estos años, esta tribu se había degenerado al punto de que ya no eran diferentes de otros muchos pueblos del desierto. Podemos observar un gran contraste en este punto, cuando comparamos el relato que aparece aquí con el que describe la gran tribulación. En el primero (Nm. 31), Dios envía 12.000 soldados israelitas para destruir a sus enemigos, pero en el segundo (Ap. 7) él enviará 144.000 predicadores israelitas para convertir a sus enemigos. 

P. Algunos soldados mundanos (Nm. 32). 
1. Los descendientes de Rubén, Gad y media tribu de Manasés fueron a Moisés y le pidieron permiso para quedarse en Galaad, una zona al este de Palestina, al otro lado del río Jordán.

2. Moisés concedió con tristeza el permiso solicitado a condición de que los hombres de guerra de esas tribus ayudaran a las demás tribus a derrotar a los cananeos. Estuvieron de acuerdo con las condiciones. 


Q. Un resumen de las etapas de Israel en el desierto (Nm33) 
En este capítulo Moisés hace una lista de todos los lugares donde acamparon desde Ramesés, en Egipto, hasta las llanuras de Moab. No hicieron menos de cuarenta y dos paradas, eso significa que se trasladaban a un nuevo lugar cada once meses durante cuarenta años. 

R. Las seis ciudades de refugio (Nm. 35). 
1. Estas ciudades fueron, en la parte oriental del Jordán: Beser, Ramot y Golán; y en la parte occidental (en la misma Palestina): Cedes, Siqucm y Quiriat-arba (Hebrón) (Nm. 35:10- 14: Dt. 4:43: Jos. 20:7-9). 2. Estas seis eran parte de las cuarenta y ocho ciudades que les fueron dadas a los levitas porque ellos no recibieron una parte en el reparto de la tierra como las demás tribus cuando fue dividida por Josué. 
3. Estas seis fueron establecidas como lugares de refugio para todos aquellos que mataran accidentalmente a otra persona, a fin de protegerse de la venganza de los familiares del muerto. 
4. El homicida se encontraba a salvo en estas ciudades de refugio mientras permaneciera en ellas, hasta el fallecimiento del sumo sacerdote, pudiendo entonces regresar a su casa con confianza (35:25-28)