LA ETAPA DE LOS JUECES I
"LOS DOCE REFORMADORES MILITARES!!"
En aquellos días no había rey de Israel; cada uno hacia lo que bien le parecía (17:6) Véase también 19:1 21:25
Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales 2:11
Y Jehová levantó Jueces que los librasen de mano de los que les despojaban 2:16
  La acción principal de la etapa de los Jueces. Los elementos clave durante este período se centran alrededor de las siguientes personas o grupos de personas:
I.-  Doce reformadores militares.
II.- Un hombre sanguinario.
III.-Micaía: Un hijo idólatra.
IV.- Un levita cobarde.
V.-  Una Joven moabita.
VI.- Una madre dedicada.
VII.-Un sacerdote indiciplinado.
VIII.-Unos filisteos frustrados.
IX.- Un predicador ambulante.
  Examinaremos ahora en detalle a cada una de estas personas o grupos.
I.- Los Jueces: Doce reformadores militares.
A. Primer juez: Otoniel (1:12,13; 3:8-11)
 1.La nación opresora: Mesopotamia.
 2.Duración de la opresión.
 3.Años que dio paz: Cuarenta
 4.Logros:
    Otoniel era sobrino y también yerno de Caleb 1:13. Consiguió a su mujer mediante la conquista de una ciudad enemiga que su tribu Judá proyectaba capturar 1:12. Otoniel ya había demostrado su valor ( Véase Josué 15:15-20 ) El fue uno de los muchos jueces que se dice estuvo lleno del Espíritu Santo. 3:10 Derroto al rey de Babilonia quién habia avasallado a Israel durante ocho largos años 3:8. Después de esto el pubelo tuvo paz durante cuarenta años. 3:11
B. Segundo Juez Aod (3:12-30)
 1.Nación opresora: Moab.
 2.Duración de la opresión dieciocho años.
 3.Años de Paz: Ochenta años.
 4.Logros
   Aod era un hombre surdo de la tribu de Benjamín. Jue 3:15 Encontramos en el Antiguo Testamento que Dios muchas veces bendijo de manera especial a guerreros zurdos. Véase  Jue 20:16  1Cr 12:2
   Aod fue elegido para llevar a la capital moabita el aborrecido impuesto anual que Israel tenía que pagar. Israel llevaba pagando este impuesto dieciocho años (3:14 y 15)
   Después de entregar el tributo. Aod, con el pretexto de que tenía <>, solicitó a Eglón, El rey moabita, reunirse con Él en privado. Estando a solas. Aod atravesó a Eglón con una espada de dos filos, de unas dieciocho pulgadas ( casi medio metro) de largo que llevaba escondida (Jue 3:16-23), Notemos, sin embargo, que la biblia no dice que hizo esto mediante al Espíritu de Dios. 
   Después huyó al monte de Efráin, donde tocó el cuerno de guerra, recluto a los hombres de guerra y atacó a los moabitas matando a unos 10.000 de ellos. El pueblo tuvo paz durante los siguientes 80 años. ( Jue 3:26-30)
C. Tercer Juez: Samgar (3:31)
 1.Nación opresora: Filistea
 2.Duración de la opresión: No se indica
 3.Años de Paz: No se indica o desconocido
 4.Logros:Este soldado mató a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes.
D. Cuarto Juez: Barac (ayudado por Débora, Jue 4-5)
 1.Nación opresora. El reino cananeo del Norte.
 2.Duración de la opresión: no se indica
 3.Años de Paz:Cuarenta años.
 4.Logros:
   En este tiempo Israel estuvo oprimido por veinte años por Jabín, el rey cananeo que tenía su capital en Hazor (4:3). Jabín tenía a Sísara como jefe del ejército, un general famoso de cinco estrellas que disponía de 900 carros de guerra y multitud de soldados (4:2,3).
   En estos días Israel era Juzgado por una mujer llamada Débora (4:4,5) Ella comunicó a Barac, el jefe del ejército de Israel, que Dios le había elegido para que movilizara a 10.000 mil hombres de la tribu de Neftalí y Zabulón, que debía ir al monte Tabor  y presentara allí batalla a Sísara (4:6,7).
   A Causa de su insistencia. Débora accede a ir con Barac, pero le advierte que no recibiría él el honor y el crédito por vencer a Sísara sino otra mujer (4:8,9).
   Barac bajó del monte Tabor con sus 10.000 soldados y, con la intervención de Dios, Sembró el pánico en el ejército de Sísara y lo derrotó por completo (4:14,15)
   Sirara logró escapar y se refugió en la tienda de Jael, Mujer de Haber caneo. Pretendiendo ser amistosa con él. lo escondió cubriéndole con una manta, cuando estaba dormido le atravesó las sienes con una estaca(4:17-21) Débora y Barac entonaron entonces su canto de liberación y alabanza a Dios.
   El pueblo tuvo paz después durante cuarenta años ( 5:31 ) Barac fue mas tarde incluido en la lista de los héroes de la fé que aparecen en Hebreos (11:32). El capitulo 5 de Jueces contiene el tercer gran canto de alabanza que aparece en la biblia. los otros dos son Exodo 15 y Deuteronomio 32.
E. Quinto juez: Gedeón(6—8).
1. Nación opresora: Madián. 
2. Duración de la opresión: siete años. 
3. Años de paz: cuarenta. 
4. Logros:
Muerto Barac, 
Israel cayó otra vez en la idolatría y Dios los entregó en manos de los crueles 
madianitas por siete años. En Jueces 6:2-6 se 
nos describe la apurada situación en que vivían. 
    Un profeta valiente, del que ignoramos el 
nombre, le recordó a Israel que su situación se 
debía a su pecado (6:8-10). Un ángel del Señor (¿Jesús?) aparece en este tiempo a Gedeón, 
que estaba limpiando el trigo a escondidas en 
el lagar para esconderlo de los madianitas 
(6: 11). 
    Gedeón es comisionado por el Angel de 
Jehová para que vaya a pelear con los 
madianitas y recibe la seguridad de que los derrotará. Edificó allí Gedeón un altar y lo llamó 
Jehová-salom («Jehová es paz», Jue. 6:12-24). 
A pesar de sus muchas dudas Gedeón dio 
evidencias de auténtica fe en este tiempo de 
hambre al ofrecer en sacrificio el cabrito y los 
panes. Gedeón, al igual que Abraham, preparó comida para Dios mismo. (Véase Gn. 18.) 
Aquella misma noche, Gedeón, por orden 
de Dios, derribó el altar familiar que tenían 
dedicado a Baal y lo reemplazó por un altar a 
Jehová (6:25-27). A la mañana siguiente, Joás, 
el padre de Gedeón. logró tranquilizar a la gente del pueblo, que enojada quería matar a su 
hijo por lo que había hecho con el altar de 
Baal. El Espíritu de Dios descendió sobre 
Gedeón y éste tocó el cuerno convocando a la 
guerra a sus hermanos (6:34, 35). 
Entonces hace dos veces la prueba del vellón de lana para confirmar el llamamiento de 
Dios (6:36-40). ¿Estaba justificado el que 
Gedeón hiciera esto? ¿Es siempre la voluntad 
de Dios para el creyente que le pidamos pruebas? ¿Es correcto el viejo cliché de que «probar es desconfiar»? Consideremos lo siguiente: 
5. Ejemplos bíblicos de solicitud de pruebas: 
    a. El siervo de Abraham (Gn. 24:14). Fue enviado a buscar una esposa para Isaac en 
tierra extraña. Nada más llegar, oró y le 
pidió una prueba a Dios. Dios obviamente aceptó esta solicitud. Son especialmente emocionantes las palabras «aconteció 
que antes que él acabase de hablar, he aquí 
Rebeca ... salía» (v. 15). 
    b. El rey Acaz. (Is. 7:11).
«Habló también Jehová a Acaz. diciendo: Pide para ti señal de Jehová tu Dios, 
demandándola ya sea de abajo en lo 
profundo, o de arriba en lo alto. Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a 
Jehová» (Is. 7:10-12). 
En esta ocasión era Dios mismo quien 
invitaba a este rey impío de Judá. que se 
veía amenazado por sus enemigos de fuera, a que pidiera la señal que él quisiera y Dios se la daría, para probarle que Jerusalén sería librada de sus enemigos. Pero 
el rey rehusó hacerlo. 
    c. El rey Exequias (2 R. 20:10. 11).
Dios hizo que la sombra en el reloj de sol 
de Acaz retrocediera diez grados, mostrando así que él sería sanado. Otra vez podemos ver que el Señor aceptó esta petición 
de una señal. 
    d. Satanás. (Mt. 4:6). «Entonces el diablo le 
llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el 
pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo 
de Dios, échate abajo: porque escrito está: 
A sus ángeles mandará acerca de ti, en sus 
manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu 
Dios» (Mt. 4:5-7).
Aquí el Señor correctamente rehúsa dar 
aquella señal que el diablo perversamente 
le sugiere. 
    e. Gedeón (Jue. 6:37).
Varios hechos aparecen inmediatamente 
ante nosotros:
(1) El Señor en dos ocasiones previas 
había ya claram ente indicado a 
Gedeón lo que había de hacer. (Véase 6:14. 16.) 
(2) El Señor en una ocasión le había 
dado realmente a Gedeón una señal 
que había solicitado. (Véase 6:17- 
21.) 
6. Conclusiones básicas sobre la solicitud de señales: 
        a. En ciertos momentos el creyente puede 
buscar correctamente la voluntad de Dios 
por medio de una señal de algún tipo. Puede hacerse: 
        (1) Si las Escrituras no han contestado ya 
su solicitud. En otras palabras, sería 
completamente erróneo que un creyente pidiera una señal sobre si Dios 
desea que el creyente abandone hábitos que dañan su cuerpo porque 
esto ya está claramente indicado en 
muchos pasajes. (Véase 1 Co. 6:19, 
20.) 
        (2) Si las circunstancias inmediatas son 
indefinidas y poco claras. Supongamos que un misionero tiene sentimientos e impulsos muy fuertes de 
entrar a cierto país cuyas puertas han 
sido cerradas para toda obra cristiana. Estaría entonces completamente 
justificado el pedirle a Dios que abra 
esas puertas si esa es su voluntad perfecta. 
        (3) Si la señal no limita la acción que 
Dios debe tomar. Podemos ilustrarlo 
así: sería poco sabio para un candidato a pastor de una iglesia que. 
cuando está predicando su sermón de 
presentación en aquella congregación, le pidiera al Señor que le mostrara que aquella es la iglesia que 
debe pastorear mediante la señal de 
que exactamente siete personas pasaran al frente durante la invitación. 
¿Qué si esa mañana hay allí ocho personas en las que el Espíritu de 
Dios ha obrado y están listas para dar 
testimonio? O, ¿qué si allí hay exactamente siete personas para responder a la invitación pero no es la 
voluntad de Dios que acepte aquel 
pastorado? 
        b. En el caso de Gedeón, aunque Dios honró 
su petición de una señal, era. no obstante, 
innecesario, porque ya sabía lo que debía 
hacer, y además poco beneficioso, porque 
más tarde necesitó otra vez. que Dios le 
reconñara su voluntad (Jue. 7:10). 
Dios rebajó el ejército de Gedeón de 32.000 a 
22.000, y finalmente lo dejó en 300 (7:2-7). 
Con estos 300 se enfrentaría a 135.000 soldados enemigos (véase 8:10). 
En la víspera de 
la batalla. Gedeón y su criado se infiltraron en 
las líneas enemigas y fueron otra vez 
reconfirmados acerca de la victoria al escuchar 
la conversación de unos soldados enemigos 
(7:10-15).
   Gedeón dividió sus trescientos hombres en tres escuadrones, y, a una señal dada, 
cada uno tocó una cometa, rompió el cántaro, 
levantó una antorcha encendida y gritó: «¡Por 
la espada de Jehová y de Gedeón!» (7:16-20). 
Los madianitas se desconcertaron, pelearon 
entre ellos y huyeron (7:21-24). 
Gedeón los 
persiguió hasta el otro lado del Jordán y los 
derrotó por completo. Cuando volvió a 
Palestina castigó severamente a dos pueblos que se 
habían negado a dar alimentos a sus 300 hombres hambrientos (8:4-17). 
    Gedeón después ejecutó a los dos reyes 
madianitas por haber matado a sus hermanos en 
Tabor (8:18-21). Rehusó la oferta de Israel de 
ser rey sobre ellos, pero pidió que le entregaran los anillos de oro que habían recogido como 
botín, además de otros despojos (8:22-26). 
    Con este oro hizo un efod. Los israelitas 
empezaron pronto a adorar esto y terminó por 
ser un tropiezo y trampa para el pueblo (8:27). 
    Nota: El efod era parte de la vestimenta que 
llevaba el sumo sacerdote. Gedeón había declinado anteriormente la oferta de ser rey. pero 
parece que tenía ciertas aspiraciones 
sacerdotales. 
    Más tarde Gedeón formó hogar, se casó con 
muchas mujeres, y crió setenta y un hijos (y, 
sin duda, muchas hijas también). Uno de ellos 
se llamó Abimelec, quien posteriormente, después de fallecer Gedeón, fue causa de mucho 
derramamiento de sangre (8:29-31). Gracias al 
buen trabajo de Gedeón, el pueblo tuvo paz 
durante cuarenta años (8:28).
F. Sexto juez: Tola (10:1). 
1. Nación opresora: no se sabe. 
2. Tiempo de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: veintitrés. 
4. Logros: no se indica. 
G. Séptimo juez: Jair (10:3-5). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: se desconoce. 
3. Años de paz: veintidós. 
4. Logros: El y sus treinta hijos libraron de la 
opresión a treinta ciudades. 
H. Octavo juez: Jeftc (10:6— 12:17). 
1. Nación opresora: Amón.
2. Duración de la opresión: dieciocho años.
3. Años de paz: seis. 
4. Logros:
Después de la muerte de Abimelec, 
    Israel fue 
juzgado por Tola durante veintitrés años. El 
clan de Tola fue posteriormente conocido en 
el tiempo de David por sus hombres valerosos 
(1 Cr. 7:1, 2). Después que falleció Tola. Dios 
levantó a un hombre, Jair, que juzgó a Israel 
por veintidós años. Cuando Jair murió, Israel 
una vez más «volvió a hacer lo malo ante los 
ojos de Jehová», como consecuencia, Dios los 
entregó en manos de los filisteos y de los 
amonitas por un periodo de dieciocho años 
(10:6-8). Israel, voluble y necio, se volvió otra 
vez a Jehová en su hora de aflicción. Como 
siempre, Él se llenó de compasión y les prometió liberación, no sin antes darles un mensaje para que examinaran sus corazones. 
Notemos su contenido en Jueces 10:10-16. 
Este pasaje de Jueces debe ser comparado con 
Isaías 63:7-9. Dios levanta ahora a Jefté, el hijo 
de una prostituta, que había sido rechazado por 
sus hermanos a causa de su nacimiento ilegítimo (11:1-11). 
    Jefté intenta negociar con los amonitas en 
relación con ciertas tierras en disputa al este 
del Jordán. El argumenta que: 
    a. La tierra fue originalmente de los amorreos 
y no de los amonitas (Nm. 21:21 -30).
    b. Dios le dio la tierra a Israel y había sido 
de ellos por los últimos 300 años. 
    Esta declaración llevó a los dos países al 
estado de guerra. El Espíritu de Dios descendió sobre Jefté y este se preparó para la inminente pelea (11:28, 29). En la víspera de la 
batalla, Jefté hizo, sin embargo, algo que después le causó gran dolor y angustia. Leemos 
en Jueces 11:30. 31:
    «Y Jefte hizo voto a Jehová, diciendo: Si 
entregares a los amonitas en mis manos, 
cualquiera que saliera de las puertas de mi 
casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová. y lo 
ofreceré en holocausto.» 
    Dios entregó a los amonitas en manos de 
Jefté (11:32, 33). Pero su verdadero problema 
apenas empezaba. Leemos en Jueces 11:34, 35: 
«Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa, 
y he aquí que su hija que salía a recibirle 
con panderos y danzas, y ella era sola, su 
única hija; no tenía fuera de ella hijo ni 
hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos. diciendo: ; Ay, hija mía! en verdad me 
has abatido, y tú misma has venido a ser 
causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.» 
    Mucha tinta han usado los teólogos a lo largo de los siglos en relación con este pasaje. 
¿Qué implicaba el voto de Jefté? El doctor 
John J. Davis escribe:
«Hay, por tanto, dos interpretaciones que 
prevalecen hoy en relación con este suceso del capítulo 11. La primera es que Jefté 
no mató a su hija.         Este punto de vista es 
sugerido por una serie de escritores conservadores. Sus razones son las siguientes: 
     (1) Jefté estaba lo suficientemente familiarizado con la ley de Dios como para ignorar la prohibición de ofrecer en sacrificio seres humanos (11:15-27).     
     (2) Él 
debió de saber que lo lógico es que un ser 
humano saliera de la casa a recibirle. Además, un animal hubiera sido un ofrenda 
muy pequeña para semejante victoria. 
    (3) 
Jefté debió ser un hombre realmente piadoso o de lo contrario no hubiera aparecido en hebreos 11. 
    (4) Si su hija iba a morir 
no había razón para enfatizar tanto su virginidad (37—39). 
    (5) Jefte no podía hacer 
esto, especialmente después que el Espíritu del Señor vino sobre él (29). 
   (6) Había mujeres en este tiempo que habían 
dado su vida para servir al Señor en el 
tabernáculo en Silo (1 S. 2:22). Entonces, 
Jefté pudo haber hecho voto que, en el 
caso de victoria, el dedicaría a un miembro de su familia para el servicio de 
Jehová en el tabernáculo. El hecho de que 
resultara ser su hija era trágico para él, 
porque era su hija única y no podría tener 
nietos que llevaran su nombre; y en ese 
caso, difícilmente la volvería él a ver. 
    (7) 
Se ha argumentado que la conjunción 
copulativa “y” que aparece en el voto en 
el versículo 31, se debería traducir por “o” 
en vez de “y”. En otras palabras, que lo 
que se piensa que en realidad dijo Jefté es: 
“Lo que salga por las puertas de mi casa 
para encontrarse conmigo cuando regrese 
será dedicado al servicio del Señor si es 
un ser humano, o si es un animal limpio 
lo ofreceré en holocausto al Señor" (8). Se 
argumenta también por aquellos que sostienen este punto de vista, que la expresión 
“endechar” que aparece en el versículo 40 
debería ser traducida por “hablar”, indicando así que la hija permanecía viva.
    
    El segundo punto de vista en relación 
con el voto de Jefté y su cumplimiento es 
que él sí ofreció a su hija como sacrificio 
humano. Esta opinión es también apoyada por bastantes escritores bien conocidos. 
Los razonamientos en los que se basa esta 
opinión son: 
    (1) La palabra hebrea para 
holocausto es olah que siempre conlleva 
en el Antiguo Testamento la idea de sacrificio quemado. 
    (2) Jefté fue el hijo de una 
prostituta pagana común, Zonah, y pasó 
mucho tiempo con varias clases de gente 
en la parte este del Jordán (11:1-3). Además, debemos notar que más tarde otras 
personas también ofrecieron sacrificios 
humanos. Segunda de Reyes 3:26, 27 registra la acción del rey de Moab de ofrecer en holocausto a su hijo primogénito 
sobre el muro de la ciudad. Segundo de 
Crónicas 28:3 nos dice que el rey Acaz 
quemó a sus hijos, y 2 Reyes 21:6 nos habla de que Manasés sacrificó a su hijo. Si 
tales prácticas fueron realizadas por líderes de Israel en un tiempo posterior, no es 
imposible que pudieran haber sido introducidas en un período anterior. 
    (3) El hecho de que Jefté fuera juez de Israel no 
elimina la posibilidad de que hiciera un 
voto imprudente. La filosofía dominante 
en aquellos días era la de un relativismo 
moral y espiritual en la que “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jue. 21:25). 
Muchos de los líderes de Israel estaban 
afectados por esta actitud. Recordemos 
que Gedeón hizo un efod de oro que llevó a Israel a la idolatría, y Sansón se 
involucró en actividades que estaban obviamente en oposición a la ley de Moisés. 
    (4) Si Jefté fue capaz de llevar a cabo la 
matanza de 42.000 israelitas (Jue. 12), 
también sería capaz de hacer un voto así 
y cumplirlo. 
    (5) El hecho de que en los 
versículos 36-40 se dice que lloró su virginidad, parece implicar que no había esperanza de hijos en el futuro a causa de 
su muerte inminente. Probablemente se 
menciona para enfatizar el hecho del sacrificio, porque le dejaba sin descendencia, lo que en el oriente era tenido como 
una gran desgracia. Finalmente, el argumento basado en la palabra hebrea que se 
traduce por “endechar” (llorar o lamentar) 
en el versículo 40. aportado por aquellos 
que sostienen la opinión de la dedicación, 
es más bien débil. El verbo tanah aparece 
solamente una vez en la Biblia hebrea 
(Jue. 5:11). La mejor traducción de este 
término parece ser “narrar”.» (Conquest
and Crisis, pp. 125-128.) 
    Con esto no se habían terminado aún las 
dificultades para Jefté, porque fue provocado 
a pelear a causa de los celos de los de la tribu 
de Efraín (Jue. 12:4-7). Esta trágica pelea, que 
ganó Jefté. resultó en la perdida de 42.000 soldados efrainitas. Fue una de las batallas más 
extrañas de la historia bélica, porque muchos 
de estos soldados perdieron la vida debido a 
su incapacidad de pronunciar correctamente la 
palabra Shibolet (el término hebreo para «corriente»), 
I. Noveno juez: Ibzán (12:8-10). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: siete. 
4. Logros: no se citan. 
J. Décimo juez: Elón (12:11, 12). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: diez. 
4. Logros: no se citan. 
K. Undécimo juez: Abdón (12:13-15). 
1. Nación opresora: no se indica. 
2. Duración de la opresión: no se indica. 
3. Años de paz: ocho. 
4. Logros: no se citan. 
L. Duodécimo juez: Sansón (13— 16). 
1. Nación opresora: Filistea. 
2. Duración de la opresión: cuarenta años. 
3. Años de paz: veinte (16:31). 
4. Logros:
Antes del nacimiento de Sansón, Israel había 
estado oprimido por los filisteos por cuarenta 
años (13:1).
La madre de Sansón fue visitada por el Ángel de Jehová. quien le anticipó el nacimiento 
de su hijo (13:2, 3). De manera que ella es una 
de las cuatro mujeres de la Biblia que recibieron de un ángel la promesa del nacimiento de 
un hijo. Las otras tres fueron:
    a. Sara (Gn. 18:10-14).
    b. Elisabet (Le. 1:13). 
    c. María (Le. 1:30, 31). 
    Este mensajero celestial instruyó a los padres acerca de que el niño tendría que ser criado como un nazareo (13:4, 5). Según Números 
6:1 -6 el nazareo no podía: 
    a. Beber vino ni sidra. 
    b. Cortarse el cabello. 
   c. Tocar cuerpos muertos.
Notemos que el ángel también encomendó a la madre que ella tampoco bebiera
vino (13:4, 14).
Los padres de Sansón oran en esta ocasión 
de una manera que debería ser imitada por todos los padres cristianos que esperan hijos 
(Jue. 13: 8, 12). ¿Quién era este Ángel de 
Jehová? Los padres de Sansón intentaron averiguar cuál era el nombre del ángel, y les fue 
dicho que era o «secreto» (así lescribe el autor) (13:17). La palabra hebrea puede ser traducida por «secreto» y también por 
«admirable», y es muy similar al término usado en Is. 9:6, donde se nos habla acerca del 
nacimiento de Cristo y se dice que su nombre 
será «Admirable, Consejero, Dios fuerte. Padre eterno, Príncipe de paz». Esto sería una 
fuerte indicación de una aparición del Señor 
Jesucristo antes de Belén.
Sansón nació y el Espíritu del Señor estuvo sobre él durante su crecimiento (13:24, 25).
Para consternación de sus padres se empeñó en casarse con una mujer filistea que no 
participaba de la fe de Israel. La naturaleza 
camal de Sansón empieza ya a manifestarse, 
pero a pesar de su sensualidad, Dios le usó 
para su gloria (14:1-4).
De camino a Filistea, Sansón mata a un 
león. Más tarde descubrió que un enjambre de 
abejas había formado colmena en el esqueleto del león y tenían fabricado ya un panal de 
miel. Sansón usó esta experiencia en su fiesta 
de bodas como base para una adivinanza (Jue. 
14:12-14).
Los invitados logran al fin resolver la adivinanza presionando a la novia de Sansón. 
Esto le enfurece y paga su deuda a los invitados a la boda, pero a costa de treinta víctimas 
filisteas (14:15-19).
Pasado un tiempo vuelve y se entera que el 
padre de la novia la había entregado por esposa al amigo de Sansón. Dice el libro de Jueces que en venganza hizo lo siguiente:
    «Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, 
y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso 
una tea entre cada dos colas. Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los 
sembrados de los filisteos, y quemó las 
mieses amontonadas y en pie, viñas y 
olivares» (15:4, 5).
Sansón entonces mató a muchos filisteos 
(15:8). Después de esto, los filisteos amenazan con destruir la tribu de Judá si no les entregan atado a Sansón. Él permite que sus 
hermanos de raza le prendan y le alen, pero 
cuando el enemigo está a la vista, rompe las 
ligaduras, los ataca y mata a mil de ellos con 
una quijada de un asno (15:9-17).
A continuación tenemos una de las dos oraciones de Sansón que aparecen registradas en 
las Escrituras. Ambas son camales y egoístas. 
(Cp. 15:18 con 16:28.)
En Gaza (una ciudad filistea) Sansón logra una vez más evitar ser capturado, esta vez arrancando las puertas de la ciudad a 
medianoche y llevándoselas a cuestas a un 
monte cercano (16:1-3). Al fin cae mediante la traición de una mujer llamada Dalila, 
que descubre la fuente de su gran fuerza 
(16:4-20).
Nota: a estas alturas Sansón ha violado todos los votos del nazareo. Ha tocado el cuerpo muerto de un león (14:8, 9); ha bebido vino 
(14:10); y ha permitido que su pelo sea cortado (16:19).
Ahora aprende el alto precio de vivir de esa 
manera (Jue. 16:21).
«Mas los filisteos le echaron manos, y le 
sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y 
le ataron con cadenas para que moliese en 
la cárcel.»
Allí Sansón va recuperando su fuerza a medida que le crece otra vez el pelo. Dios le permite entonces destruir a miles de filisteos que 
se habían reunido en el templo pagano de su dios para una orgía. Él mismo pereció en la 
destrucción del templo (Jue. 16:22-31).

 

