1. Babilonia (Is. 13, 14, 21). 
2. Asiria (14:24-27). 
3. Filistea (14:28-32). 
4. Moab(15— 16). 
5. Damasco (17). 
6 .Etiopía (18). 
7. Egipto (19—20). 
8 .Edom (Idumea) (34:5-15). 
9. Arabia (21:13-17). 
10.Tiro (23). 
11.Todo el mundo (24—25)
II. Exequias, el atemorizado siervo de Dios (36—39). 
A. Ezequías y el rey de Asiria (36—37). 
B. Ezequías y el Rey del cielo (38). 
C. Ezequías y el rey de Babilonia (39)
III. Cristo, el Siervo fiel de Dios (40—66) 
A. La liberación: la confortación de Jehová (40—48). 
1. Dios y los ídolos (40—46). 
2. Dios y las naciones (47—48). 
B. El liberador: la salvación de Jehová (49—57). 
C. Los liberados: la gloria de Jehová (58—66).
Resumen de las profecías de Isaías 
I. Profecías cumplidas en el tiempo de su vida. 
A. Judá se salvaría de la amenaza asiria y de la invasión israelita (7:4, 16). 
B. Siria e Israel serían destruidas poco después por 
Asiría (8:4; 17:1-14; 28:1-4). 
C. Asiria invadiría Judá (8:7, 8 ). 
D. Judá no sería tomada durante esta invasión (37:33-
35). 
E. Moab iba a ser juzgada por Asiría en el plazo de 
tres años (15— 16). 
F. Egipto y Etiopía serían conquistadas por los asirios 
(18—20). 
G. Arabia sería destruida (21:13-17). 
H. Tiro iba a ser destruida (23:1-12). 
I. La vida de Ezequías sería extendida por otros quince años (38:5). 
J. Asiría sería juzgada por Dios (10:5-34; 14:24-27; 
30:27-33; 37:36). 
II. Profecías cumplidas después de su fallecimiento. 
A. La cautividad babilónica (3:1-8; 5:26-30; 22:1-14; 
39:5-7). 
B. Babilonia sería derrotada por Ciro (13:17-22; 14:1- 
23; 21:2; 46:11; 48:14). 
C. Babilonia sufriría una desolación perpetua (13:20- 
22; 47:1-15). 
D. Las conquistas de un persa llamado Ciro (41:2, 3; 
44:28; 45:1-4). 
E. El decreto de Ciro del retomo a Jerusalén (44:38; 
45:13).
F. El gozo del retomo del remanente (48:20; cp. también con Salmo 126). 
G. La restauración de Tiro (23:13-18). 
H. El arrasamiento total de Edom (34:5-17). 
I. El nacimiento, vida terrenal, sufrimiento, muerte, 
resurrección, ascensión y exaltación de Cristo Jesús (7:14, 15; 9:1, 2, 6 ; 11:1, 2; 35:5, 6 ; 42:1-3; 
50:4-6; 52:13-15; 53:2, 10-12, 15; 61:1, 2). 
J. El ministerio de Juan el Bautista (Ts. 40:3-5). 
III . Profecías todavía por cumplirse.
A. La tribulación (Is. 2:10-22; 13:6-13; 24:1-23; 
26:20,21; 34:1-10; 51:6). 
B. La batalla de Armagedón (Is. 34:1-10; 42:13, 14; 
63:1-6; 66:15, 16). 
C. El milenio (Is. 2:2-4; 4:2-6; 11:6-10, 12; 14:3, 7, 
8 ; 19:18-25; 29:18; 30:19, 23-26; 32:18; 35:1-10; 
40:4, 5; 42:13, 14, 16; 44:23; 49:10-13; 51:3, 11; 
52:1, 6-10; 56:6-8; 59:20, 21; 60:1-3, 11-13, 19- 
22; 62:1-4; 63:1-6; 65:18-25; 66:10, 12, 15, 16,
23).
 Las  diferentes personalidades 
I. Isaías. 
A. El más grande de los profetas del Antiguo Testamento y autor de este libro ( 1 : 1 ). 
B. El contempló la gloria de Dios como pocos hombres la han experimentado (6:1-13). Para otras experiencias lean el relato de: 
1. Moisés (Ex. 33:18-23). 
2. Ezequiel (Ez. 1:1-28). 
3. Daniel (Dn. 7:9-14). 
4. Zacarías (Zac. 3:1-9). 
5. Esteban (Hechos 7:55-60). 
6 . Pablo (2 Co. 12:1-4). 
7. Juan (Ap. 4— 22). 
C. Se le ordenó que ofreciera al impío rey Acaz una 
señal concerniente a la fidelidad de Dios (7:3). 
D. Fue padre de dos hijos (Sear-jasub, 7:3; y Mahersalal-hasbaz, 8:3), a los que puso nombres que indicaban futuros eventos proféticos. 
E. Dios le ordenó que anduviera descalzo y desnudo 
(quizá de la cintura para arriba) durante tres años 
para simbolizar las dificultades que el Señor iba a 
enviar sobre los egipcios y etíopes (2 0 : 1 -6 ). 
II. Acaz: el inicuo padre de Ezequías que rechazó la bondadosa señal de la fidelidad de Dios para con Judá 
en su hora de necesidad (7:1-25). 
III. Lucifer: aquel poderoso y pervertido ser angelical que 
se rebeló contra Dios y que ha llegado a ser conocido como Satanás y el diablo (Is. 14:12-14).
«¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas 
a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, 
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio 
me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas 
de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» 
(14:12-14).
Notemos esas cinco necias y fatales determinaciones del «yo» de Lucifer: 
A. «Subiré al cielo»: Satanás tenía sin duda en mente el tercer cielo, el lugar de Dios. (Véase 2 Co. 
12:1-4.) 
B. «Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono»: 
Esta es probablemente una referencia a los ángeles. Satanás deseaba la adoración de los ángeles. 
C. «Me sentaré, a los lados del norte»: Lucifer buscaba ahora entrar en el «despacho ejecutivo» de 
Dios, en alguna parte en el norte, y sentarse en el 
escritorio mismo del Señor. No solamente quería 
controlar a los ángeles sino también el número y 
tamaño de las galaxias llenas de estrellas. 
D. «Sobre las alturas de las nubes subiré»: Esto quizá puede referirse a aquella nube especial de gloria de Dios llamada Shekinah que encontramos 
frecuentemente en la Biblia. 
E. «Seré semejante al Altísimo»: Es revelador notar 
el nombre de Dios que Satanás usa aquí. Quería 
ser semejante a El-Elyon, el Altísimo. Este nombre significa literalmente «el más fuerte entre los 
fuertes». El diablo podía haber elegido otros nombres para Dios. Podía haber usado El-Shaddai, que 
significa «el proveedor, aquel que alimenta a sus 
hijos», pero no lo hizo. Podía haber elegido 
Jehovah-Rohi, que significa «el Dios pastor», pero 
evitó también usarlo. La razón es obvia: Satanás 
codiciaba la fortaleza de Dios, pero no estaba interesado en sus atributos de cuidado y dirección 
de las criaturas. 
IV. Sebna (22:15-25).
Este era el mayordomo del palacio, un hombre indulgente y egoísta (quizá durante la primera parte del reinado de Ezequías) que fue reprendido y desechado 
por Dios. 
V. Eliaquim (36:3).
Reemplazó a Sebna y fue el portavoz de Ezequías durante la crisis con Asiria que provocó Senaquerib.
VI. Rabsaces (36:2).
El locuaz y arrogante asirio, portavoz personal de 
Senaquerib durante el asedio de Jerusalén. 
VII. Senaquerib (37:21).
El rey asirio cuyos esfuerzos por destruir Jerusalén 
fueron totalmente anulados por el Ángel de Jehová. 
 VIII. Ezequías (36:1).
El decimotercer rey de Judá que reinaba en Jerusalén cuando Dios salvó a la ciudad y a quien el Señor 
extendió la vida por otros quince años. 
IX. Merodac-baladán (39:1).
El rey de Babilonia que envió espías (disfrazados de 
embajadores de buena voluntad) para felicitar a 
Ezequías por la recuperación de su salud, aunque su 
verdadera misión era informarse de la cantidad de riqueza que había en la ciudad y dónde la guardaban. 
X. Juan el Bautista (40:3-5).
Comparar estos versículos con Mateo 3:1-3; Marcos 
1:2, 3; Lucas 3:2-6; Juan 1:23. 
XI. Ciro (44:28; 45:1).
El monarca persa de cuya persona y ministerio al remanente judío profetizó Isaías (de permitirles volver 
y reedificar el templo) dos siglos antes de que hubiera nacido. 
La grandeza de Dios 
I. Isaías 1:18:
«Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si 
vuestros pecados fueren como la grana, como la 
nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como 
el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» 
Grana: una referencia al carácter profundamente 
colorante del pecado. (Véase Nm. 19:2, 6 , 9.)
Nieve: Salmo 51:7
Estemos a cuenta: Dios apela tanto al intelecto como 
a las emociones del ser humano. No tenemos que poner simplemente nuestra mente en neutral en nuestros 
tratos con Dios. (Véanse Is. 43:26; Ro. 12:1; Mt. 
22:37; 2 P. 3:1.) 
II. Isaías 12:2-5:
«He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y 
no temeré;- porque mi fortaleza y mi canción esJAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, 
aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos 
sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» 
Estas benditas aguas habían sido anteriormente rechazadas. (Véanse 8 : 6 y Juan 4:10, 14.) 
III. Isaías 25:1,4, 8,9:
«Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu 
nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque fuiste 
fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su 
aflicción, refugió contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos, es 
como turbión contra el muro. Destruirá a la muerte 
para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de 
su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha 
dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es 
Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y 
nos alegraremos en su salvación.»
Destruirá a la muerte. (Véanse 1 Co. 15:54; Os. 
13:14; Ap. 20:14.)
Enjugará toda lágrima. (Véanse Ap. 7:17; 21:4^)
IV. Isaías 40:1-31: 
A. En relación con los versículos 1, 2. 
1. Dios manda a su profeta a que hable con ternura para confortar los corazones de su pueblo. El mensaje de consolación es triple:
a. Que su tiempo de esclavitud ha terminado.
b. Que ya han pagado por sus faltas.
c. Que habían recibido amplio castigo por 
todos sus pecados. 
B. Sobre los versículos 3-5. 
1. Esta voz había tenido su cumplimiento parcial 
en su primera venida por medio de Juan el 
Bautista (Mt. 3:3), pero sólo veremos su final 
consumación en su segunda venida. (Véase Is. 
35:2.) Notemos los principales aspectos de esta 
proclamación:
a. Un camino derecho será preparado en el 
desierto para el Señor.
b. Todos los valles serán rellenados.
c. Todos los montes y colinas serán nivelados. 
2. Cuando todo esto sea logrado (espiritualmente en los corazones de los israelitas), la gloria 
de Jehová será entonces revelada a toda carne. 
C. Acerca de los versículos 6 -8 . 
Una voz celestial ordena al profeta que grite acerca de la grandeza de Dios y de la insignificancia 
del hombre, diciendo: 
1. La belleza y duración del hombre es como el 
de las flores o la hierba, que pronto se secan 
y pasan (Stg. 1:10; 1 P. 1:24,25). 
2. Por el contrario, la palabra de nuestro Dios 
permanece firme para siempre. 
D. Sobre los versículos 9-11. 
La voz ordena ahora a los mensajeros de Sion que 
se encuentran sobre un monte que proclamen 
osadamente: 
1. ¡Ved aquí al Dios vuestro! 
2. Viene como Rey para reinar sobre ellos y para 
recompensarlos. 
3. Viene como un pastor para pastorearlos y dirigirlos tiernamente. 
E. Acerca de los versículos 12-31.
Este Rey-Pastor que viene tendrá todo el poder. 
1. Como se aprecia en su relación con la naturaleza (vv. 12-14). 
a. Mide el océano con la palma de su mano. 
b. Calcula con sus dedos la extensión del cielo. 
c. Conoce el peso de los montes y de la tirra. 
d. No necesita el consejo de ángeles, de demonios ni de hombres. (Véanse Ro. 11:34; 
1 Co. 2:16.) 
2. Como se ve en sus tratos con las naciones (w. 
15-17). 
a. Las naciones son para Él como una gota 
de agua en un balde o como una mota de 
polvo en la balanza. 
b. Levanta las islas en su mano como si no 
pesaran. 
c. Todos los árboles del Líbano no serían suficientes para consumir un sacrificio lo 
bastante grande para honrarle, ni todos sus 
animales serían bastantes para ofrecérselos a Él. 
3. Como se ve en relación con los ídolos (vv. 18-
20).
a. Dios no puede ser ni remotamente representado por una imagen de madera o de 
oro. 
b. El hombre puede crear un dios falso pero 
solamente Dios puede crear al hombre. 
(Véase también 41:6, 7, 21-24, 29; 44:9- 
20; 46:1, 5-7.) 
4. Como se ve en su trato con los poderosos de
la tierra (w . 21-24). 
a. Es inexcusable la obstinada ignorancia que 
el hombre hace de Dios. (Véanse Ro. 
1:18-23; 2 P. 3:5.) 
b. Dios tiene su trono sobre la bóveda que 
cubre la tierra y ve a sus moradores como 
si fueran saltamontes. (Cp. Nm. 13:33.) 
c. Extiende los cielos como un toldo. 
d. Convierte en nada a los hombres poderosos (1 Co. 1:26-29). 
e. Apenas están plantados en la tierra cuando empiezan a secarse. (Véase Salmo 
103:15, 16.) 
5. Como se ve en su relación con las estrellas (vv.
25, 26). 
a. Él creó originalmente a todas las estrellas. 
b. Conoce su número. 
c. A todas les puso nombre. (Véase Salmo 
147:4.) 
6 . Como se ve en su trato con los elegidos (vv.
27-31).
a. Se concluye a la luz de todo esto que los 
hijos de Dios no deben cuestionar la manera en que los trata. (Véase también Is. 
54:7, 8 .) 
b. El eterno Dios tiene una fortaleza inagotable y una inteligencia infinita. 
c. Él, por tanto, es el que renueva las fuerzas del desfallecido que espera en Él.
d. Esto les permite caminar, correr y volar 
como águilas.
V. Isaías 41:8-10:
«Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien 
yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. 
Porque te tomé de los confines de la tierra, y de 
tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres 
tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque 
yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu 
Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre 
te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
«Israel... siervo mío.» Scofield destaca lo siguiente:
Tres siervos del Señor son mencionados en Isaías:
(1) David (Is. 37:35); (2) Israel como nación (Is. 
41:8-16; 43:1-10; 44:1-8; 21; 45:4; 48:20); y (3) 
el Mesías (42:1-12; 49:5-7; 50:4-6; 52:13-15; 
53:1-12). 
VI. Isaías 42:8-12:
«He aquí se cumplieron las cosas primeras»: es una 
posible referencia a la caída de Babilonia (Is. 13:17- 
22; 21:1-10) y a la destrucción de Asiria (10:5-34; 
14:24-27; 30:27-33; 31:8).
«Y yo anuncio cosas nuevas»: los sufrimientos, la 
muerte, la resurrección y la ascensión del Siervo de 
Jehová, Cristo Jesús (52:13-15; 53:1-12).
«Canten los moradores de Sela (la roca)»: una posible referencia al remanente que se ocultará en Petra 
durante la tribulación. (Véanse Zac. 14:5; Dn. 11:41.) 
VII. Isaías 43:2, 5, 6,11,25:
«Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y 
si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por
el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 
No temas, porque yo estoy contigo; del oriente 
traeré tu generación, y del occidente te recogeré. 
Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae 
de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de 
la tierra. Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien 
salve. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por 
amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados.»
«Cuando pases por las aguas» (Ex. 14:19-31). 
«Cuando pases por el fuego» (Sal. 66:12; Dn. 
3:25-27).
«del oriente ... occidente ... norte ... sur.» (Véase Mt. 24:31.)
«Fuera de mí no hay quien salve» (Hch. 4:12). 
«Yo soy el que borro tus rebeliones» (Is. 44:22; 
Hch. 3:19).
«Y no me acordaré de tus pecados» (Sal. 103:10- 
12; Is. 38:17; 44:22; Mi. 7:19; He. 8:12). 
VIII. Isaías 44:3:
«Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y 
ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré 
sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.»
(Véanse Jl. 2:28-32; Hch. 2:16, 17.)
 IX. Isaías 45:5-12, 18-23:
«Yo te ceñiré» (v. 5). Este pasaje describe la obra que 
Ciro llevaría a cabo, quien permitió que los judíos salieran de Babilonia y regresaran a Jerusalén. Dios les 
recuerda a todos que él permitió a Ciro capturar 
Babilonia.
«Creo la adversidad» (v. 7). Dios, por supuesto, 
no es el creador del mal ni del pecado. (Véanse Hab. 
1:13; 2 Ti. 2:13; Tit. 1:2; Stg. 1:13; 1 Jn. 1:5.) Uno 
de los significados de la palabra hebrea ra tiene la 
idea de adversidad o calamidad, que es sin duda el 
significado que se pretende dar aquí.
«¡Hay del que pleitea con su Hacedor!» (v. 9). 
(Véanse Is. 10:15; 29:16; Ro. 9:19-21.) El Israel pecador es pintado aquí como cuestionando la manera 
en que Dios actúa con ellos; le acusan de que todo 
es deficiente e incierto (nótese la expresión: «No tiene manos»). Esto, por supuesto, es pura demencia, 
porque Dios más tarde les señalará que esas manos 
son las que crearon la tierra y al hombre (véase v. 1 2 ).
«No hablé en secreto» (v. 19). Dios nunca habla 
con conceptos y términos esotéricos de manera que 
sólo unos pocos selectos puedan entenderle. (Véase 
Jn. 18:19, 20.)
«Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de 
la tierra» (v. 22). Según su propio testimonio, este fue 
el versículo que llevó a C.H. Spurgeon a Cristo.
«Que a mí se doblará toda rodilla.» (Véanse Ro. 
14:11; Fil. 2:10.) 
X. Isaías 46:9, 10:
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos 
antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, 
y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que 
aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.»
«Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos 
antiguos» (v. 9). Quizá Dios tenía en mente cosas tales como la Pascua de salvación, la liberación del mar 
Rojo, la sanidad de las aguas en Mara, el maná celestial, etc.
«Que anuncio lo por venir desde el principio» (v. 
10). La profecía bíblica es historia escrita con anticipación
XI. Isaías 49:13-16:
«Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y 
prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque 
Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres 
tendrá misericordia. Pero Sion dijo: Me dejó 
Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará 
la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, 
yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de 
mí están siempre tus muros.» 
XII. Isaías 55:1-3:
Bien podríamos intitular a este capítulo: «La increíble salvación». 
A. El Anfitrión (v. 1):
¡Es Dios mismo! El Padre es retratado aquí como 
estando detrás de un puesto en un mercado oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando. 
B. Los invitados (v. 1 ):
¿Quiénes son los invitados? Los sedientos y los 
que no tienen dinero. 
C. El menú (vv. 1, 2):
Estos elementos constituyen la alimentación básica del alma humana.
1. Agua y vino: es una referencia al Espíritu de 
Dios. (Véanse Jn. 7:37-39; Ef. 5:18; 1 Ts. 1:6.)
2. Leche: una referencia a la Palabra de Dios. 
(Véase 1 P. 2:2.)
3. Pan: se refiere al Hijo de Dios. (Véase Jn. 
6:35.) 
D. Los términos de la invitación (vv. 6 , 7): 
1. Buscad a Jehoyá.
2. Llamadle.
3. Deje el impío su camino.
4. Volveos a Jehová. 
E. El tiempo limitado de la invitación (vv. 6 , 7):
1. Mientras puede ser hallado.
2. En tanto que está cercano. 
F. La necesidad de la invitación (vv. 8 , 9):
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,- 
dijo Jehová. Como son más altos los cielos que 
la tierra, así son mis caminos más altos que 
vuestros caminos, y mis pensamientos más que 
vuestros pensamientos.» 
G. Un ejemplo de la invitación (vv. 9, 10). ¡La lluvia! «Como son más altos los cielos que la tierra, 
así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la 
lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega 
la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come.» 
H. La promesa de la invitación: 
1. Para Israel:
a. Las bendiciones del pacto davídico (v. 4). 
b. La aceptación de todas las naciones (v. 5). 
c. La plenitud del gozo y la paz (v. 12). 
2. Para la naturaleza:
La eliminación de la maldición (w. 12, 13). 
3. Para todos:
a. La completa satisfacción del alma (v. 2).
b. Abundante misericordia y perdón (v. 7). 
XIII. Isaías 57:15, 19-21:
«Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita 
la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito 
en la altura y la santidad, y con el quebrantado y 
humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de
los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Produciré fruto de labios: Paz, paz al 
que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanaré. Pero los impíos son como el mar en tempestad, 
que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan 
cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los 
impíos.» 
«Quebrantado y humilde de espíritu» (v. 15). 
(Véanse Sal. 34:18; 51:17; Is. 66:2; 2 Co. 7:10; 1 P. 
5:6.)
«Paz al que está lejos y al cercano» (v. 19). 
(Véanse He. 13:15; Hch. 2:39; Ef. 2:17.)
«No hay paz ... para los impíos» (v. 21). (Véase 
Is. 48:22.) 
XIV. Isaías 61:10:
«En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma 
se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia 
adornada con sus joyas.»
«Vestiduras de salvación» (Véanse Is. 64:6; Gn. 
3:21; Mt. 22:2-13; Ap. 19:8; Jer. 33:11; Ap. 21:2.) 
XV. Isaías 63:7-9:
«De las misericordias de Jehová haré memoria, de 
las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que 
Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho 
según sus misericordias, y según la multitud de sus 
piedades. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, 
hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda 
angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de 
su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los 
redimió, y los trajo, y los levantó todos los días 
de la antigüedad.»
«El fue angustiado.» (Véase Jue. 10:16.)
«El ángel de su faz.» (Véanse Gn. 16:9; 22:11; 
48:16; Ex. 3:2; 14:19; Nm. 22:22; Jue. 2:4; 6:11; 13:3; 
2 R. 19:35; Zac. 1:12; 12:8.) 
El Mesías 
I. Su encarnación.
A. Isaías 7:14, 15:
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí 
que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y 
miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger 
lo bueno.»
Debemos notar que se mencionan tres niños en relación con la visita de Isaías al impío rey Acaz y su 
rechazo de pedir a Dios una señal. Dos de los niños 
no habían nacido todavía. Eran: 
1. Emanuel, que significa «Dios con nosotros». 
Hay seis implicaciones principales en relación 
con 7:14:
a. Esta señal iba a ser dada por Dios. (Notemos la frase «el Señor mismo».) 
b. Sería dada a toda la casa de David y no solamente a Acaz (la expresión «os.será» tiene sentido plural).
c. Involucraba una señal milagrosa (Dios había invitado a Acaz a que le pidiera el milagro que él quisiera, «demandándola ya 
sea de abajo en lo profundo, o de arriba 
en lo alto» (v. 1 1 ). 
d. Tenía que ver con un nacimiento virginal. 
La palabra hebrea almah era un término 
común para designar a una mujer no casada, a una doncella virgen. (Véanse Gn. 
24:43; Ex. 2:8; Sal. 68:25; Cnt. 1:3; Pr.30:19.) Si la promesa no hubiera implicado un nacimiento virginal, difícilmente se 
le habría considerado una gran señal milagrosa. (Véase Mt. 1:22, 23 para el cumplimiento de esta profecía, donde se 
emplea la palabra griega parthenos, un término que describe absoluta virginidad. 
e. Esta gran señal milagrosa resultaría en la 
encamación de Dios mismo en came humana, porque el nombre del niño sería el 
de Emanuel que significa «Dios con nosotros». 
f. Esta divina criatura sería a la vez completamente humano, comiendo lo que cualquier otro niño comería, y creciendo en 
madurez como cualquier otro niño. (Comparar Is. 7:16 con Le. 2:52.) 
2. Sear-jasub, «un remanente volverá» (7:3). Este 
pequeño niño era el hijo de Isaías que le acompaño al palacio de Acaz. Isaías le dijo al incrédulo rey que antes de que este niño 
alcanzara la edad de distinguir lo bueno de lo 
malo, los dos enemigos de Acaz, Peka y Rezín, 
serían destruidos. Esto fue cumplido literalmente por el rey asirio Tiglat-pileser, quien 
mató a Rezín, rey de Siria, en el 732 a.C. (2 
R. 16:9), y por Oseas, que asesinó a Peka poco 
después (2 R. 15:30).
3. Maher-salal-hasbaz, que significa «el despojo se apresura, la presa se precipita» (8:1-4). 
Este niño, hijo también de Isaías, fue llamado 
así para indicar la cautividad del reino del norte a manos de Asiria. 
B. Isaías 9:6:
«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es 
dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios 
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.» 
1. Vemos aquí tanto su humanidad como su deidad. 
a. La frase «un niño nos es nacido» nos habla de su humanidad (Le. 2:7; He. 2:14; 1 
Jn. 4:9). 
b. La expresión «hijo nos es dado» se refiere a su deidad (Jn. 3:16). 
2. Cinco grandes nombres se le atribuyen a este 
niño, hijo de María y de Dios. 
a. «Admirable»: gramaticalmente es un nombre en la lengua hebrea y, por tanto, un 
verdadero nombre. (Véase Jue. 13:18 donde se traduce unas veces por «secreto» y 
otras por «admirable».) 
b. «Consejero»: este hijo no necesitaría nunca una junta de consejeros porque «¿quién 
entendió la mente del Señor? ¿O quién fue 
su consejero?» (Ro. 11:34). (Véase también Jn. 2:24, 25.) 
c. «Dios Fuerte»: aquí es El-Gibbohr, «El 
poderoso héroe de Dios». 
d. «Padre Eterno»: literalmente «Padre de la 
eternidad». (Véanse Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 
1:2.) 
e. «Príncipe de Paz»: aquí es Sar-Shalohim, 
como se describe en Isaías 57:15-19. 
3. Desde el mismo principio de la historia esta 
humanidad caída ha buscado a alguien (o algo) 
que fuera capaz de curar las heridas del corazón humano y llevarlo a la realización del perenne sueño universal de justicia. Muchos han
solicitado ese puesto y muchos métodos se han 
aplicado, pero todo ha llevado a la desilusión 
y a la desesperanza. Pero aquí el profeta presenta a un candidato especial. ¿Cuáles son sus 
calificaciones? ¿Puede él satisfacer las cinco 
condiciones esenciales? 
a. ¿Cuál es su personalidad y carácter? La 
respuesta es: Admirable. 
b. ¿Qué formación posee? La respuesta: Conoce todas las cosas y es, por tanto, el supremo Consejero.
c. ¿De qué nacionalidad es? La respuesta: Él  es el Dios Fuerte, y el unigénito Hijo del 
Dios vivo. 
d. ¿Cuál es su experiencia laboral anterior? 
Respuesta: planeó y llevó a cabo la creación del universo, es, por tanto, Padre
Eterno.
e. ¿Qué talento especial tiene? Respuesta: 
Como Dios-hombre es capaz de reconciliar al hombre con Dios, así que es el Príncipe de Paz.
A la luz de todo esto, Isaías (junto con Pedro, Pablo, Juan y otros muchos) exhortan 
fervientemente a todos los pecadores que 
busquen los servicios de este candidato celestial (Véase Is. 1:18.)
II. Su soledad y juventud en Nazaret. 
A. Isaías 11:1,2:
«Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre 
él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría 
y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de 
Jehová.» 
1. Este pasaje describe lo que queda de lo que 
una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: 
el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David 
y Salomón, sería cortado a ras del suelo por 
las hachas de Asiria y Babilonia. 
2. Pero este tocón se presenta en evidente contraste con el vasto número de tocones muertos que cubren la tierra después de que Dios 
ha cortado el gran bosque asirio descrito por 
Isaías en el capítulo 10 (y que hará a su tiempo con todas las naciones paganas). Hay una 
diferencia importante, y es que aquel tocón no 
está muerto y un vástago saldrá que llevará fruto. (Véase Ap. 5:5.) 
3. La palabra hebrea para vástago es netser, y era 
probablemente a lo que Mateo se refería cuando declaró que Cristo «vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese 
lo que fue dicho por los profetas, que habría de 
ser llamado nazareno» (Mt. 2:23). 
4. El Santo Espíritu de Dios reposaría sobre el 
niño de Belén y ciudadano de Nazaret, y le 
daría: 
a. Espíritu de sabiduría: la habilidad para discernir la naturaleza de las cosas. 
b. Espíritu de inteligencia: la capacidad para 
discernir las diferencias. 
c. Espíritu de consejo: la habilidad para 
adoptar conclusiones correctas. 
d. Espíritu de poder: la capacidad para llevar 
a cabo lo decidido. 
e. Espíritu de conocimiento: la capacidad de 
conocer personalmente la esencia del Padre Dios. Esta característica puede seconsiderada como la raíz de su ministerio, y estos son los cuatro primeros frutos. 
f. Espíritu de temor de Dios: debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer no lo que no agrada al Padre. 
(Véase Jn. 8:29.)
De modo que estos siete (contando al Espíritu 
Santo y sus dones) forman el candelero de siete 
lámparas, con su pie principal y sus tres brazos a 
cada lado (Ex. 25:31, 32; Ap. 1:4; 4:5; 5:6). 
B. Isaías 53:2:
«Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz 
de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le 
deseemos.»
(Solamente citamos este versículo aquí. Le consideraremos cuando tratemos el aspecto de su sufrimiento en relación con Isaías 53.)
C. 
Isaías 7:15:
«Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa 
desechar lo malo y escoger lo bneno.»
Se refiere a la condición humilde de la familia 
del Salvador. Mantequilla y miel era el alimento 
común de los que caminaban en el desierto. No 
eran, por supuesto, los únicos alimentos, pero formaban la dieta básica. 
III. Su relación con el Padre. 
A. Amado por el Padre. 
«He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; 
he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones» (Is. 42:1).
Fue citado en Mateo 12:18 y demostrado en 
Mateo 3:17 y 17:5. 
B. Obediente al Padre.
«Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para 
saber hablar palabras al cansado; despertará 
mañana tras mañana, despertará mi oído para 
que oiga como los sabios. Jehová el Señor me 
abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví 
atrás» (Is. 50:4, 5).
(Véanse Jn. 7:16; 8:28, 38; 12:49; 14:10, 24; 
Fil. 2:8; He. 10:5.) 
IV. Su ministerio específico a los gentiles.
 «Mas no habrá siempre oscuridad para la que está 
ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino 
en el tiempo que livianamente tocaron la primera 
vez la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; 
pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de 
aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. 
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los 
que moraban en tierra de sombra de muerte, luz 
resplandeció sobre ellos» (Is. 9:1, 2).
Isaías señala aquí que justamente aquella región 
donde los ejércitos asirios habían causado muerte y 
oscuridad sería la primera en regocijarse en la luz de 
la predicación de Cristo. Mateo se refiere al cumplimiento de esta profecía en 4:12-16. 
V. Su ministerio lleno de gracia para con todos.
 «No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia» (Is. 42:2,3).
Aquí se nos dicen tres cosas que el Siervo justo 
de Jehová no hará durante el curso de sus ministerio: 
A. No gritaría en las calles. Al contrario de otros luchadores mundanos y ruidosos, este manso conquistador no alzaría su voz en las calles. Nuestro Señor 
no se parecería en nada a rebeldes vociferantes y 
enloquecidos. 
B. No quebraría la caña cascada. Esto fue demostrado cuando libre y generosamente perdonó y restauró a aquella mujer inmoral que el pecado había 
retorcido y desgarrado (Jn. 8:1-11). 
C. Ni apagará el pábilo que humeare. Esto lo demostró liberando al endemoniado gadareno de aquella legión de demonios que le encadenaban, 
llevándole a la luz de la sanidad y la esperanza 
(Mr. 5:1-20).
Se registra el cumplimiento de esta profecía en 
Mateo 12:14-21 y se amplía en 11:28-30. 
VI. Sus milagros. 
«Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y 
los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo 
saltará como un ciervo, y cantará la lengua del 
mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, 
y torrentes en la soledad» (Is. 35:5, 6 ).
Aunque este pasaje tendrá su final cumplimiento 
en el milenio, se refiere en parte, sin embargo, al ministerio terrenal de Jesucristo. 
A. Los ojos de los ciegos serán abiertos. (Véanse Mt. 
9:29; 12:22; 20:34; Mr. 8:25; Jn. 9:7.) 
B. Los oídos de los sordos se abrirán. (Véanse Mt. 
11:5; Mr. 7:34.) 
C. Las piernas de los cojos serán restauradas y afirmadas. (Véanse Mt. 9:2; Mr. 12:13; Jn. 5:8.) 
VII. Su mensaje.
 «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar 
buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a 
proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, 
y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar 
a todos los enlutados» (Is. 61:1, 2 ).
Scofield aporta una nota de bastante ayuda sobre 
este versículo:
«Observemos que el Señor Jesús suspende la lectura de este pasaje en la sinagoga de Nazaret (Le. 
4:16-21) con las palabras “el año agradable del 
Señor”. La primera venida abrió el día de la gracia, “el año agradable del Señor”, pero eso no 
cumple con el día de juicio que se llevará a cabo 
cuando vuelva el Mesías.»
(Véase 2 Ts. 1:7-10 y comparar con Is. 34:8; 35:4.) 
VIII. Sus sufrimientos y muerte.
Isaías, 700 años antes de que ocurriera, nos da detalles sorprendentes y exactos de la crucifixión de Cristo 
en tres pasajes clave. 
A. Isaías 50:6:
«Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a 
los que me mesaban la barba; no escondí mi 
rostro de injurias y de esputos.»
Esto, claro está, se cumplió literalmente: 
1. Los heridores: Véanse Mateo 27:26, 30; Juan  8 ;2 2 . 
2. Los que escupían: Véanse Mateo 26:67; 27:30; 
Marcos 14:65; 15:19. 
B. Isaías 52:14:
«Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de 
los hombres.»
Scofield dice:
«La traducción literal nos presenta un cuadro 
sorprendente: tenía un aspecde toda forma humana que su apariencia no era 
la de un hijo de hombre, es decir, no parecía 
humano. Este fue el resultado de la brutalidad 
descrita en Mateo 26:67, 6 8 ; 27:27-30.»
Si tomamos este pasaje en su valor real significa que Cristo sufrió más en la cruz que ningún 
otro ser humano haya sufrido jamás en cualquier 
lugar u ocasión. 
C. Isaías 53:l-10a. 
1. Acerca de los versículos 1-3.
 a. Estas declaraciones introductorias bien 
pueden ser las voces del remanente de creyentes israelitas de todos los tiempos que 
dialogan acerca de su muerte. El primer 
versículo dice literalmente: «¿Quién cree 
lo que hemos oído?»
Leupold escribe:
«Por así decirlo, podemos ver aquí 
a dos discípulos hablando en la esquina de una calle en Jerusalén, repasando las cosas que habían sucedido en el 
Viernes Santo, a la luz de la mejor perspectiva que ahora tenían después de 
Pentecostés. Se sentían especialmente 
maravillados por su tremenda equivocación, de la que eran culpables, en relación con la extraordinaria figura que 
apareció en medio de ellos como el 
Siervo sufriente ... estaban todavía 
asombrados al recordar su ceguedad.» 
(Exposition on Isaiah, p. 225.)
Un ejemplo de esto podemos verlo en 
el testimonio de los dos discípulos de que 
iban a Emaús cuando comentaban acerca 
de su incredulidad (Le. 24:13-32). 
b. La pregunta «¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?» debería compararse con el Salmo 8:3. En este pasaje 
David dice que Dios sólo usó sus dedos 
para creamos, pero Isaías declara que el 
Señor empleó sus brazos para redimirnos. 
c. Los versículos 2 y 3 nos comparten la historia de Cristo desde la cuna hasta la cruz.
(1) Fue menospreciado debido a su humilde origen (v. 2). Véase también 
Juan 1:46.
(2) Fue rechazado a causa de su mensaje (v. 3). Véase también Lucas 4:16- 
30.
(3) Fue un varón de dolores y experimentado en quebranto debido a su 
misión terrenal, (v. 3). Véase también 
Lucas 19:10. 
d. Su comienzo humilde le hacía parecer insignificante. ¿Quién realmente se fijó en 
él cuando era un jovencito en Nazaret? 
Podía ser comparado a lo común de la tierra que casi nadie le presta atención.
e. ¿Y qué acerca de la apariencia personal de 
Cristo? No tenemos ninguna descripción 
bíblica de nuestro Señor, porque no había 
necesidad de ello. Vino como el Siervo 
sufriente de Jehová y la única calificación 
de un siervo es ser capaz de cumplir con la 
tarea. Esto explica por qué el Evangelio de 
Marcos (que presenta a Cristo como el 
buey-siervo de Dios) no tiene ninguna genealogía. Podemos concluir diciendo que 
nuestro Señor era humilde, saludable, diligente, pero no atractivo. Probablemente no 
exhibía gran carisma ni desplegaba un estilo de vida deslumbrante y sorprendente. 
Los directores de los grandes programas de 
televisión no le habrían considerado candidato para una entrevista. 
2. Sobre los versículos 4-6. 
a. La Biblia de Scofield destaca lo siguiente 
acerca del versículo 4:
«Debido a que Mateo cita este pasaje y 
lo aplica a las enfermedades físicas 
(8:17), algunos han conjeturado que en 
la muerte expiatoria de Cristo estaban 
incluidos tanto el pecado como la enfermedad. Pero Mateo afirma que Cristo 
cumplió la primera parte de Isaías 53:4 
durante su ministerio sanador en su 
tiempo de servicio en la tierra. Mateo 
8:17 no hace referencia alguna a la 
muerte expiatoria de Cristo» (p. 759). 
b. La última parte del versículo 4 nos informa que el pueblo de Israel en general miró 
a la cruz como la sentencia justa impuesta por Dios a un blasfemo llamado Jesucristo (Mt. 27:38-44). Es decir, que Israel 
aquí miraba a Jesús como la esposa y los 
amigos de Job le miraban a él: como un 
hombre que sufría por sus propios pecados. (Véase Job 2:9; 4:7; 8:3.) 
c. El versículo 5 nos dice que él fue herido 
(traducido por atormentado en el Lange’s
Commentary, la versión de la Biblia Dios
Habla Hoy, dice «traspasado» y «atormentado») y molido por nuestras iniquidades. 
Estas dos palabras «herido» y «molido» 
son los términos más fuertes que se pueden emplear para describir una muerte violenta y agonizante. 
d. El versículo 6 empieza y termina con la 
palabra todos. «Todos nosotros nos descarriamos ... Jehová cargó en él el pecado 
de todos nosotros.» Cristo tomó sobre sí 
nuestro infierno para que nosotros pudiéramos participar de su cielo. El bendito 
Hijo de Dios se hizo el Hijo del Hombre 
para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios. 
3. Acerca de los versículos 7-9. 
a. Algunos pueden preguntar cómo podemos 
saber nosotros que Isaías se está refiriendo realmente a Cristo en el capítulo 53, en 
razón de que no se menciona para nada el 
nombre del Salvador. Su identidad es claramente establecida en dos pasajes del 
Nuevo Testamento que lo relacionan directamente con Isaías 53.
(1) El testimonio de Juan el apóstol en 
Juan 12:37, 38, en el que se cita a 
Isaías 53:1.
(2) El testimonio de Felipe en Hechos 
8:32 33, en el que se cita a Isaías 
53:7, 8 .
b. Se nos dice que aunque Él fue herido y molido, con todo no abrió su boca Ni una sola 
vez durante las siete injustas comparencias 
ante Anás, Caifás, el Sanedrín, Pilato, 
Herodes, otra vez Pilato, y los soldados romanos, intentó el Señor justificarse en nada 
ni defenderse acusándoles de juicio injustto (véase v. 7). Juan el Bautista estaba sin 
duda alguna pensando en la frase «como 
cordero fue llevado al matadero» cuando 
presentó al Señor por primera vez como «el 
Cordero de Dios» (Jn. 1:29). 
c. El versículo 8 puede ser traducido: «Mediante la fuerza y una sentencia injusta fue 
eliminado, y sobre su suerte ¿quién pensó 
en ello?»
d. El versículo 9 nos dice que los líderes religiosos planeaban arrojar su cadáver al 
campo del alfarero junto con los dos malhechores. Dios intervino y fue sepultado 
en un sepulcro propiedad de un hombre 
rico (Mt. 27:57). Scofield nos dice lo siguiente en relación con el versículo 9:La palabra hebrea de la que se traduce “muerte” es un plural intensivo. Se 
ha sugerido que habla de la violencia 
de la muerte de Cristo, aquel dolor tan 
intenso que lo hace semejante a una repetición de la muerte» (p. 759). 
4. Sobre el versículo 10.
¿Quién realmente mató a Cristo? Muchos sin 
duda tuvieron parte en su muerte, entre ellos 
Judas, Caifás, Anas, los inicuos líderes religiosos judíos, Pilato, Herodes, los soldados romanos, el diablo, y los pecados de todos los 
pecadores. ¿Pero quién realmente fue el que 
lo pensó? ¡Aquí se nos dice que fue Dios mismo! Véanse Hechos 2:23; 1 Pedro 1:18-20; 
Apocalipsis 13:8.
IX. Su resurrección, ascensión y exaltación. 
A. Isaías 52:13:
«He aquí que mi siervo será prosperado, será 
engrandecido y exaltado, y será puesto muy en 
alto.»
El término hebreo del que se traduce «prosperado», significa también tener éxito, y se emplea en 
lugares como Josué 1:7, 8 y Jeremías 23:5, ¡y que 
gran historia de éxito tenemos aquí!
Notemos los tres logros del Siervo de Dios que 
se predicen aquí: 
1. Será exaltado (literalmente, ser elevado). Esta 
es una referencia a su resurrección. (Véase ML 
28:1-10.) 
2. Será engrandecido (que significa ser puesto en 
alto), y es una referencia a su ascensión. (Véase Hechos 1:9, 10.) 
3. Puesto muy en alto (o muy exaltado). Esta es una 
referencia a su exaltación. (Véase Fil. 2:5-11.)
Todo esto es aún más significativo a causa de lo 
que sigue en Isaías 53, porque aquí tenemos al 
Siervo del Señor resucitado, ascendido y exaltado 
incluso antes de que fuera crucificado. ¿Quién sino 
sólo Dios podría tener tan gloriosa confianza? 
B. Isaías 53 10b-12; 52:15:
«Cuando haya puesto su vida en expiación por 
el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y 
la voluntad de Jehová será en su mano 
prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su 
alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le 
daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida 
hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, 
y orado por los tranagresores» (53:10£>-12).
«Así asombrará él a muchas naciones; los 
reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo 
que nunca les fue contado, y entenderán lo que 
jamás habían oído» (52:15).
Estos últimos versículos nos ofrecen un gran 
resumen de los sufrimientos y de la satisfacción 
final del Siervo de Jehová. Pedro sin duda alguna 
tenía esto en mente cuando escribió:
«Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente 
indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual 
anunciaba de antemano los sufrimientos de 
Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos» (1 
P. 1:10, 11) . 
Los sufrimientos del Siervo de Dios. 
a. Derramó su vida hasta la muerte como una 
ofrenda a Dios por el pecado. (Véase Jn. 
10:11,15,18.) 
b. Fue contado con los criminales comunes. 
c. A pesar de todo, llevó el pecado de muchos y oró por los que le atormentaban. 
(Véanse He. 2:9; Le. 23:34.) 
2. La satisfacción del Siervo de Dios. 
a. Verá los hijos espirituales por los cuales 
murió para salvarlos. (Cp. He. 12:12 con 
Jud. 1:24.) 
b. Cumpliría con la voluntad y el deseo de su 
Padre. 
c. Recibirá del Padre los despojos de la victoria (Véase Ap. 11:15.) 
d. Será la fuente suprema de bendiciones para 
muchas naciones. (Véase Ap. 21:22-26.) 
e. Gozará de esta satisfacción por toda la 
eternida (Véanse Ap. 1:8; 1 P. 1:1, 2; He. 
10:22.)
X. Su reinado milenario. 
A. Isaías 9:7:
«Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán 
límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y 
en justicia desde ahora y para siempre. El celo 
de Jehová de los ejércitos hará esto.» 
B. Isaías 42:4-7. 
C. Isaías 59:16-21:
1. Estos versículos describen la búsqueda de un 
hombre por parte de Dios, y su elección de 
Cristo manifiesta que Él es el único aceptable 
Redentor. Isaías pinta aquí un cuadro que sería más tarde descrito por el apóstol Juan en 
Apocalipsis 5:1-14.
2. Pablo nos informa que las piezas de la armadura que llevaba este Guerrero-Redentor están 
ahora a disposición de los soldados cristianos 
(Ef. 6:13-17). 
D. Isaías 11:3-5:
«Y le hará entender diligente en el temor de 
Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, 
ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que 
juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con 
equidad por los mansos de la tierra; y herirá la 
tierra con la vara de su boca, y con el espíritu 
de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor 
de su cintura.» 
E. Isaías 49:1-12. 
F. Isaías 32:1:
«He aquí que para justicia reinará un rey, y 
príncipes presidirán enjuicio.» 
G. Isaías 33:22:
«Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es 
nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el 
mismo nos salvará.»
Los pecados de Israel 
I. Su necedad.
A. No tienen ni siquiera el sentido común de los animales (1:3). 
B. Dios tenía que repetirles cada cosa una y otra vez 
(renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá) y todavía no podían entender (28:9-13). 
II. Su hipocresía. 
A. Dios estaba hastiado de sus sacrificios que eran
ofrecidos sin ningún pesar por sus pecados ( 1 : 1 1 -
14) 
B. Debido a ello él rehusaría ver sus manos extendidas y escuchar sus piadosas palabras cuando oraran (1:15). 
C. Los servicios de adoración de Israel no eran otra 
cosa que meras palabras aprendidas de memoria 
(29:13)
III. Sus mujeres (3:16-26). 
A. Antes de que Dios las juzgara (3:16-23): 
1. Caminaban con la cabeza levantada llenas de 
orgullo. 
2. Sus ojos miraban con insolencia. 
3. Llevaban adornos en los pies y tobillos. 
4. Iban cargadas de anillos, brazaletes y collares. 
5. Llevaban velos y cofias. 
6 . Adornos en las orejas y en la nariz 
7. Llevaban vestidos elegantes, mantos, chales y 
bolsos. 
8 . Usaban espejos, peinados ostentosos, gasas y 
tocados. 
9. Llevaban cinturones y usaban perfumes y 
amuletos.
Que lejos estaba todo esto de la descripción de 
Pedro de lo que es la verdadera belleza y 
ornato (1 P. 3:1-4). 
B. Después de que Dios las juzgara (3:24-26): 
1. En vez de perfume habría pestilencia. 
2. En vez de cinturón llevarían una soga. 
3. En vez de peinados elegantes lucirían la cabeza 
calva. 
4. En vez de belleza tendrían vergüenza y desgracia. 
IV. Su infructuosidad (5:1-7). 
La parábola de la viña del 
Señor.
Esta parábola emplea una de las dos figuras tomadas 
del mundo vegetal para representar a la nación de Israel. La otra figura es la higuera. (Véase Mt. 21:33- 
46.) 
A. Lo que Dios hizo por su viña (5:1,2). 
1. La plantó en la ladera fértil de un monte con 
vides escogidas. 
2. La trabajó con el arado y la despedregó.
3
. En medio de la viña levantó una torre y edifcó un lagar. 
4. Esperó pacientemente por la cosecha. 
B. Lo que el Señor recibió de su viña: solamente uvas 
agrias (5:2). 
C. Lo que Dios iba a hacer con su viña (5:3-7). 
1 . Quitaría la cerca y permitiría que creciera el 
pasto para que entrara a comer el ganado. 
2. No la podaría ni la limpiaría de hierbas, dejaría que crecieran los espinos y la maleza. 
3. Mandaría a las nubes que no derramaran lluvia sobre ella nunca más. 
V. Seis cargos contra Judá (5:8-22). 
A. Negaban a otros sus derechos de propiedad. 
B. Se habían convertido en una nación de borrachos. 
(Véase también 28:1-8.) 
C. Se burlaban de Dios y le desafiaban a que les castigara. 
D. A la bueno llamaban malo y a lo malo bueno. Lo 
blanco era negro para ellos y lo negro era blanco; 
lo dulce decían que era amargo y lo amargo dulce. Aquí tenemos un ejemplo clásico de la «nueva 
moralidad» de hoy, practicada por Israel unos siete siglos a.C.
E. Se consideraban sabios y sagaces en su propia opinion
F. Aceptaban sobornos que resultaban en que el culpable saliera libre y el inocente fuera encarcelado. 
VI. Sus líderes falsos. 
A. 9:15, 16: 
«El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. 
Porque los gobernadores de este pueblo son 
engañadores, y sus gobernados se pierden.» 
B. 28:14, 15:
«Por tanto, varones burladores que gobernáis a 
este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto 
tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del 
azote, no llegará a nosotros, porque hemos 
puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.» 
VII. Su dependencia de Egipto (Is. 30:1-7; 31:1-3). 
«¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y 
confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son 
valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan 
a Jehová! Y los egipcios hombres son, y no Dios; y 
sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al 
extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.»
 VIII. Su trágica condición general.
 A. 1:5, 6 : «¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y 
todo corazón doliente. Desde la planta del pie 
hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.» 
B. 59:1-8. 
C. 64:6:
«Si bien todos nosotros somos como suciedad, 
y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la 
hoja, y nuestras maldades nos llevaron como 
viento.» 
D. 65:2, 3:
«Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos 
de sus pensamientos; pueblo que en mi rostro 
me provoca de continuo a ira, sacrificando en 
huertos, y quemando incienso sobre ladrillos.» 
Las naciones gentiles 
I. Babilonia (Is. 13— 14, 21).
La New Scofield Bible señala lo siguiente:
«Esta profecía concerniente a Babilonia anuncia la 
caída de la nación y de la ciudad en manos de los 
medos (13:17-22), pero también aplica la palabra 
babilonia a la totalidad del poderío mundial gentil, empezando con Nabucodonosor (Dn 2:31, 32, 
37, 38) y culminando con el cuarto poder mundial 
(Dn. 2:34, 35,40-45) al tiempo del retomo de Cristo a la tierra como la Piedra Desmenuzadora. Este 
será el tiempo de los gentiles. Véase Lucas 21:24.» 
A. Babilonia sería destruida por los medos (13:17-
22) . 
B. Sus ejércitos serían acosados hasta su propia tierra a semejanza de como un lobo perseguiría a una 
gacela atemorizada (13:14). 
C. Los soldados serían apuñalados, sus propios hijos 
asesinados y sus mujeres violadas (13:15, 16). 
D. El profeta Isaías quedó horrorizado y se enfermó ante la descripción que Dios hacía de los castigos 
de Babilonia (21:3-5).
Este último pasaje se cumplió completamente 
cuando Darío tomó Babilonia. (Véase Dn. 5.) Al 
leerlo da la impresión de que es el relato de un testigo ocular de la destrucción tal como la registra 
Daniel. Sin embargo, Isaías escribió acerca de ello 
unos 2 0 0 años antes de que realmente aconteciera. (Véase también Jer. 51:8, 9.)
Isaías también describe vividamente al centinela que informa al rey de la caída de la ciudad. 
(Véase 21:6-10. Véase también Jer. 51:31-33.) 
E. Babilonia se convertiría en una tierra desolada, llena de erizos y de pantanos (14:23); los animales 
salvajes la convertirían en su morada, y los demonios acudirían allí a bailar (13:21). 
F. Babilonia nunca sería reconstruida en aquel lugar. Debemos señalar aquí que algunos creen que 
el cumplimiento último de estos versículos debe 
esperar hasta el período de la tribulación, cuando la antigua Babilonia será reedificada a orillas 
del Eufrates. (Véase Ap. 18.). Se aboga por esta 
interpretación porque algunas de las profecías 
concernientes a la destrucción de Babilonia no 
fueron cumplidas cuando la ciudad cayó en manos de los medos. (Véase también Jer. 25:17-26; 
51:26.) 
G. Dios está usando a los gobernantes de dos naciones gentiles para describir la persona y la obra de 
Satanás. Una es Tiro (Ez. 28:1-19) y la otra es 
Babilonia (Is. 14:12-16).
Para otros ejemplos de la manera en que Satanás se presenta por medio de otros, véanse: 
1. Génesis 3:15, donde Satanás se presenta por 
medio de la serpiente. 
2. Mateo 16:22, 23, donde Satanás se presenta 
por medio de Simón Pedro. 
II. Asiría (14:24-27). 
A. Dios había determinado aplastar al ejército asirio 
en los montes de Israel (14:25). 
B. Esto iba a hacerse para quitar de la gente el terrible yugo asirio.  
III. Filistea (14:28-32). 
A. Se le advierte a Filistea que no se regocije por la 
muerte del rey Acaz de Judá, quien en vida les había herido y castigado (14:29). 
B. Su hijo (Ezequías) sería todavía más exigente con 
ellos (14:29). 
C. Filistea finalmente sufriría una destrucción total 
bajo el cruel ataque de Sargón, el rey asirio.
IV. Moab (caps. 15—220 
16). 
A. Moab era la nación que procedía de Lot por medio de la relación incestuosa con su hija mayor. 
Este hijo ilegítimo fue el padre de los moabitas. 
El pueblo de Moab se convirtió en un enemigo 
implacable de la nación de Israel. Su rey Balac 
contrató los servicios de Balaam para que los maldijera. Pero Rut también procedía de esta tierra 
(Nm. 22:2-4; Rut 1:4). 
B. Moab iba a ser castigada por Dios. Sus ciudades 
principales serían destruidas en una noche (15:1).
C. Todo el país se llenaría de llanto de un extremo a 
otro (15:8). 
D. Los leones devorarían a los sobrevivientes (15:9). 
E. Dios invitó a los refugiados de Moab a que se beneficiaran de su misericordia. Se les mandó que 
pagaran tributo a Israel en conformidad con acuerdos anteriores (2 R. 3:4-9; Is. 16:1).
F. Sin embargo, el orgullo les impidió hacerlo (16:6). 
G. Isaías llora a causa del juicio de Dios sobre Moab 
por su terco orgullo (6 : 1 1 ). 
H. Se estableció oficialmente que el juicio sobrevendría en el plazo de tres años. En esa fecha Asiria 
invadió Moab (16:14). 
V. Damasco (cap. 17). 
A. Damasco la capital de Siria y es la ciudad más 
antigua del mundo que todavía permanece hoy. 
Efraín (otro nombre para el reino israelita del norte) y Damasco se habían aliado contra Judá, encadenando a aquella nación con el juicio divino. 
Ser compañeros en el crimen significa serlo también en el castigo (17:3). 
B. Ambos aliados fueron más tarde asediados por 
Tiglat-pileser (2 R. 15:29) y finalmente deportados por Salmanasar (2 R. 17:6). 
VI. Etiopía (cap. 18). 
A. Se piensa que «la tierra que hace sombra con las 
alas» es Etiopía (18:1). 
Misioneros que han 
ministrado en aquel país nos dicen que es conocido como la tierra de los pájaros y es llamada «lá 
Tierra de Alas». 
B. Esta nación marchó contra Israel con un ejército 
(¿histórica o proféticamente?) pero fue frenada por 
Dios mismo. Sus soldados muertos quedarían 
abandonados en el campo de batalla para alimento de las aves y de las alimañas (18:4-6). 
C. Después de esto (¿la tribulación?) Etiopía llevará 
ofrenda a Jehová de los ejércitos en Jerusalén (18:7). 
VII. Egipto (caps. 19—20). 
A. No hay nación tan prominente en la Biblia como 
Egipto. Se la menciona por primera vez cuando 
Abraham la visitó (Gn. 12). Tiempo después José 
vivió y murió allí (Gn. 39-50). Israel se hizo allí 
nación.
B. Egipto sería severamente castigada a causa de su 
idolatría (19:1). Este pueblo fue originalmente 
monoteísta pero luego fue cayendo gradualmente 
en la más vil idolatría. Adoraban al toro, la rana, 
el pez y varias aves. La prueba en el éxodo es una 
batalla entre estos dioses y Jehová. (Véase Ex. 7-
12. Nótese en las profecías de Isaías en los capítulos 19-20.) 
1. Egipto quedaría sometida a un imperio cruel 
(19:4), que pudo ser el Imperio Otomano, que 
la reduciría a la miseria y el hambre. 
2. Los egipcios pelearían entre sí (19:2). En el 
tiempo de Isaías se levantó un faraón que no 
fue capaz de controlar esta gran nación y el 
ejército no le obedecía. 
3. Los canales del río Nilo se llenarían y se ensuciarían con juncos podridos. Esto todavía 
sucede en el tiempo presente. 
4. Parece que en el 19:7 tenemos una referencia 
a las plantas de las que sacaban el papiro, la 
clase de papel que se usaba en aquellos días. 
Esta era una de las industrias principales de 
Egipto y producía mucha riqueza. Estos juncales desaparecieron y nunca más crecieron 
a lo largo de las márgenes del Nilo, donde 
Moisés fue una vez escondido. 
5. La industria pesquera egipcia desaparecería 
(19:8, 10). 
6 . Su industria textil también desaparecería 
(19:9). Las telas de lino de Egipto eran conocidas en todo el mundo. Los tejidos de lino tomados de las momias son superiores a los que 
se hacen en los telares de Irlanda. Estos tejidos de lino fueron también usados en la construcción del tabernáculo. Todo esto 
desapareció. 
7. Egipto caminaría tambaleándose en la historia 
mundial «como tambalea el ebrio en su vómito» (19:14). 
8 . Judá les produciría espanto a los egipcios 
(19:17). 
9. Egipto sería invadida por Asiría en el plazo de 
tres años (2 0 :1 -6 ). 
C. Pero todo esto cambiaría un día gloriosamente. 
1. Dios aplastaría a Egipto en la tribulación pero 
luego compasivamente la sanaría (19:22). 
2. Egipto e Iraq quedarán conectadas por una autopista que permitirá a ambas naciones viajar 
libremente a Jerusalén para adorar a Dios 
(19:23-25). 
VIII . Edom (21:11, 12). Este pasaje incluye una pregunta 
y una respuesta. 
A. La pregunta: «Guarda, ¿qué de la noche?» 
B. La respuesta:«La mañana viene, y después la noche.»
La mañana y la noche llegarán. Lo que sería la 
gloria para algunos (los medos, que derrotarían a 
los edomitas) sería humillación y vergüenza para 
otros (los edomitas). De igual manera, el Nuevo 
Testamento presenta la venida gloriosa de Cristo 
como noche para algunos (los incrédulos, véase Jn. 
9:4), y mañana para otros (los salvados, véase Ro. 
13:11,12).
 IX. Arabia (21:13-17).
 A. Arabia era la tierra de los ismaelitas, las tribus de • 
beduinos del desierto, los que hoy conocemos 
como árabes.
B. Serían tan severamente juzgados que sólo unos 
pocos de sus flecheros valientes sobrevivirían 
(21:17). 
X. Tiro (cap. 23).
Esta es la décima y la última de la cargas contra las 
naciones. Vemon McGee sugiere que cada una de estas grandes naciones simboliza o representa algún 
principio, filosofía o sistema que Dios va a juzgar. 
Son:
Babilonia: la religión falsa, la idolatría.
Asiría: la dureza despiadada.
Filistea: el orgullo extremado.
Moab: el formalismo religioso.
Damasco: el sincretismo.
Etiopía: el complejo industrial militar.
Egipto: el mundo.
Edom: la carne.
Arabia: la guerra.
Tiro: la banca internacional, las multinacionales.
Tiro y Sidón fueron dos grandes ciudades de los 
fenicios. Sus naves entraron en todos los puertos mediterráneos, llegando incluso a navegar más allá de 
los pilares de Hércules (estrecho de Gibraltar). Sus 
barcos transportaron estaño de Inglaterra. Edificaron 
la ciudad de Cartago en el norte de África. 
A. Tiro fue destruida por los babilonios y deportados 
sus habitantes en cautividad durante setenta años 
(23:15). 
B. Fue así a causa de su orgullo y extremado materialismo (23:8). (Para observar varias notables semejanzas en la historia de Judá y en la vida de 
Nabucodonosor, véanse Jer. 25:11; 29:10; Dn. 
9:24; 4:28-37.) 
C. Nabucodonosor llegó con su asedio militar hasta 
las ciudades de la costa, invadió sus palacios y los 
convirtió en montones de escombros (23:13). 
D. Egipto, su aliado, lloraría a causa de su rápida destrucción, junto con sus propios marineros, a quienes no les sería posible volver a casa para 
desembarcar (23:5-7). Para notar otra notable semejanza, ver el dolor de este mundo por la destrucción de Babilonia durante la tribulación (Ap. 
18). 
E. Tiro sería reedificada después de setenta años (al 
igual que Jerusalén), pero pronto degeneraría otra 
vez en el craso materialismo y orgullo de tiempos 
pasados (23:17). 
Nota: El estudiante debería examinar en este 
momento Ezequiel 26 donde termina el relato histórico. Alejandro el Grande destruyó completamente tanto las ciudades de la costa como las de 
las islas de Tiro en el 332 a.C. 
F. Tiro será reconstruida en el milenio y bendecida 
por Dios (23:18). (Véase también Sal. 45:12.)
La tribulación
 I. Los pasajes principales:
A. Isaías 2:10-22. 
B. 13:6-13. 
C. 24:1-23. 
D. 26:20,21. 
E. 34:1-10. 
F. 42:13, 14. 
G. 51:6. 
H. 63:1-6.
 I. 66:15, 16. 
II. La acción principal: 
A. La tierra: 
1. Será terriblemente conmovida (2:21)
2. Se moverá de su sitio (13:13). 
3. Será arrasada y trastornada (24:1). 
4. Consumida por fuego (24:6). 
5. Temblará y se hará pedazos (24:19). 
6 . Se tambaleará como un borracho (24:20). 
7. No podrá ocultar a sus muertos (26:21). 
B. Los cielos. 
1. Las estrellas, el sol y la luna se oscurecerán 
(13:10). 
2. Los astros del cielo se desintegrarán y los cielos se envolverán como un rollo (34:4; 51:6). 
3. Las estrellas caerán como caen los higos cuando se sacude la higuera (34:4). 
C. La humanidad pecadora. 
1. Se esconderán en las cuevas y se meterán en 
los hoyos del suelo (2:19). 
2. Se desmayarán de espanto y los corazones desfallecerán (13:7; 24:17). 
3. Se retorcerán de dolor como mujeres de parto 
(13:8). 
4. No experimentarán gozo (24:8-10). 
5. Se cubrirán los montes con su sangre y el hedor de los muertos llenará los valles (34:3). 
6 . Serán aplastados por la ira de Dios como se 
aplastan las uvas en el lagar (63:3).
El milenio
I. La salvación de las naciones gentiles: 
A. Isaías 2:2-4:
«Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que 
será confirmado el monte de la casa de Jehová 
como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: 
Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa 
del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, 
y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion 
saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de 
Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas 
en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
Isaías 2:4 está grabado sobre los cimientos del 
edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. 
Esta gloriosa verdad se cumplirá literalmente, por 
supuesto, durante el milenio. Pero hasta aquel día, 
las pavorosas palabras de Joel 3:9, 10, que son 
exactamente lo opuesto a este pasaje, continuarán 
siendo verdad. 
B. 11:10:
«Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, 
la cual estará puesta por pendón a los pueblos, 
será buscada por las gentes; y su habitación será 
gloriosa.» 
C. 19:18-25:
Israel sufrió quizá más bajo los diversos reinados 
brutales de Asiria y Egipto que cualquier otro pueblo. Pero Dios unirá de una manera sobrenatural 
durante el milenio a estas tres naciones en hermosa 
comunión. 
1. Los egipcios hablarán la lengua hebrea. 
2. Edificarán un altar y un monumento al Señor. 
3. Dios contestará sus oraciones y los sanará. 
4. Egipto y Asiría (Iraq) estarán conectados por 
una autopista. 
5. Ambos pueblos adorarán a Jehová y recibirán 
sus ricas bendiciones. 
D. 52:10:
«Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos 
de todas las naciones, y todos los confines de 
la tierra verán la salvación del Dios nuestro.» 
E. 56:6-8. 
F. 66:23:
«Y de mes en mes, y de día de reposo en día 
de reposo, vendrán todos a adorar delante de 
mí, dijo Jehová.»
Estos versículos tan gloriosos Juan los resume en 
Apocalipsis 21:23-27. 
II. La salvación de Israel y de Jerusalén: 
A. 4:2-6. 
1. El Señor los limpiará de toda impureza moral. 
2. Serán bendecidos una vez más durante el día 
y la noche por la presencia de la gloria de 
Jehová. 
B. 11:12:
«Y levantará pendón a las naciones, y juntará 
los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.»
C. 14:3:
«Y en el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y de la dura servidumbre 
en que te hicieron servir.» 
D. 30:19:
«Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu 
clamor te responderá.» 
E. 32:18:
«Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.»
F. 44:23:
«Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo 
hizo; gritad con júbilo profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosques, 
y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.» 
G. 49:10-13. 
H. 51:3, 11:
«Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; 
se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, gozo 
perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo 
y alegría, y el dolor y el gemido huirán.»
I. 52:1,6-9.
J. 59:20,21:
«Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se 
volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. 
Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El 
Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras 
que puse en tu boca, no faltará de tu boca, ni 
de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para 
siempre.»
K. 60:1-3, 11-13, 19-22. 
L. 62:1-4.
M. 65:18-24. 
N. 66:10,12:
«Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, 
todos los que os enlutáis por ella. Porque así 
dice Jehová. He aquí que yo extiendo sobre ella 
paz como un río, y la gloria de las naciones 
como torrente que se desborda; y mamaréis, y 
en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.»
Estos versículos tan preciosos los resumió el apóstol Pablo en Romanos 11:1,26,27. 
III. La salvación de los afligidos:
 A. 29:18:
«En aquel tiempo los sordos oirán las palabras 
del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.»
B. 35:3-6.
C. 42:16:
«Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían 
conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.»
Estos versículos tan conmovedores los encontramos resumidos por Juan en Apocalipsis 22:1-5. 
IV. La salvación de toda la naturaleza. 
A. 11:6-9. 
B. 14:7, 8 .
«Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido 
cortador contra nosotros.» 
C. 30:23-26. 
D. 35:1,2, 7-10:
«Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y 
cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será 
dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. 
Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura 
del Dios nuestro. El lugar seco se convertirá en 
estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; 
en la morada de chacales, en su guarida, será 
lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y 
camino, y será llamado Camino de Santidad; no 
pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No 
habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se 
hallará, para que caminen los redimidos. Y los 
redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion 
con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.» 
E. 40:4, 5:
«Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y 
collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero 
se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, 
y toda carne juntamente la verá; porque la boca 
de Jehová ha hablado.» 
F. 65:25:
«El lobo y el cordero serán apacentados juntos, 
y el león comerá paja como el buey; y el polvo 
será el alimento de la serpiente. No afligirán, 
no harán mal en todo mi santo monte, dijo 
Jehová.»
Estos versículos tan llenos de esperanza los resume el apóstol Pablo en Romanos 8:18-25.
Hasta aqui el Libro de Isaias!