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ETAPA DE LA CREACION II La corrupción de todas las cosas Gn. 3-5

I. La corrupción de todas las cosas (Gn. 3—5). 


Más adelante en este estudio consideraremos una posición popular (pero en nuestra opinión equivocada) conocida como The Gap Theory («La teoría de la brecha»). En pocas palabras, esta teoría localiza la caída de Satanás entre Génesis 1:1 y 1:2. Por el contrario, Moisés parece colocarlo entre el segundo y el tercer capítulo de Génesis. Podemos encontrar material de apoyo útil concerniente a los eventos que acontecieron entre estos dos capítulos los en Isaías 14 y Ezequiel 28. 

A. La sutileza de Satanás (3:1). 
1. Habla por medio de la serpiente. Eva es tentada por el diablo, que le habla a través del cuerpo de la serpiente, a desobedecer a Dios. Adán y Eva podían aparentemente comunicarse con el reino animal, antes de la caída, en formas totalmente desconocidas para nosotros hoy. 
    Antes de la caída la serpiente no era solamente la más inteligente de las criaturas, sino quizá también la más bella. Es evidente por el relato posterior (véase 3:14) que la serpiente no reptaba como lo hace hoy. Bien pudiera ser que tuviera alas y se mantuviera en posición vertical. La serpiente es la primera de tres criaturas, aparte del hombre, que habla en la Biblia. (Para las otras dos, véanse Nm. 22:28, donde habla un asno; y Ap. 8:13, donde habla un águila.) A partir de este momento la serpiente se convierte en un símbolo de falsedad y pecado. 
    «Veneno tienen como veneno de serpiente; son como el áspid sordo que cierra su oído» (Sal. 58:4). «¡Serpientes, generación de víboras! 
¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?» (Mt. 23:33). «Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él» (Ap. 12:9). «Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es diablo y Satanás, y lo aló por mil años» (Ap. 20:2). 

2. Empezó poniendo en duda la Palabra de Dios. «... ¿Conque Dios os ha dicho:...?» (3:1). Eva tontamente trata ahora de superar el ingenio del diablo. Ningún hijo de Dios debería intentarlo nunca. Debemos resistirle (I P. 5:8, 9: Stg. 4:7), pero nunca debatir con él. «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda a vuestro alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe. sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo» (I P. 5:8, 9). «Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros» (Stg. 4:7). Eva complica aún más las cosas al añadirle a la Palabra de Dios durante el debate (3:3). Dios no les dijo que no tocaran el fruto. El diablo disfruta en gran manera cuando puede llevar a alguien a añadir o quitar a la Palabra de Dios. «Toda palabra de Dios es limpia: él es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso» (Pr. 30:5, 6). «Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro» (Ap. 22:18, 19). 

3. Termina negando la Palabra de Dios. «Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis» (3:4). ¿Hay mentiras en la Biblia? Sí que las hay y aquí tenemos la primera. Dios dijo a Adán y a Eva que morirían si desobedecían, pero Satanás les dice que no sucederá. Debemos hacer notar rápidamente aquí que aún cuando la Biblia no enseña mentiras, sí registra fielmente cuando se produce la mentira de los pecadores (Saúl, por ejemplo, véase 1 S. 15:20) y la de los santos (David, véase 1 S. 21:2). Muchos siglos después el apóstol Juan advertiría a todos los creyentes de los peligros de tres tentaciones mortales: 
(1) los deseos de la carne, 
(2) los deseos de los ojos, 
(3) y la vanagloria de la vida 
(1 Jn. 2:15-17). En el huerto del Edén Satanás esclavizó a Eva a estos deseos (véase Gn. 3:6). 
a. «Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer» (los deseos de la cante). 
b. «Y que era agradable a los ojos» (los deseos de los ojos). 
c. «Y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría» (la vanagloria de la vida). 

Nuestro Señor será más tarde tentado en una manera similar por el diablo en el desierto. (Véase Mt. 4:3-10.) 
a. «Di que estas piedras se conviertan en pan» (los deseos de ¡a carne). 
b. «Y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos» (los deseos de los ojos). 
c. «Échate abajo» 
[desde el pináculo del templo] a sus ángeles mandará acerca de ti...» (la vanagloria de la vida). Notemos la manera de trabajar de Satanás en Génesis 3:5: «Sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.» En un sentido las promesas de Satanás eran ciertas. Sus ojos fueron abiertos, y supieron del bien y del mal, pero no como Dios. Una media verdad presentada como toda la verdad es una falsedad. Dios quería que Adán supiera lo que es el bien y lo que podría ser el mal, pero en su lugar él ahora descubriría lo que era el mal y lo que podría haber sido el bien. En vez de reconocer el mal desde la cumbre del bien, deben ahora reconocer el bien desde el abismo del mal. La experiencia no es frecuentemente el mejor maestro, porque a veces el costo es demasiado elevado. 

B. El pecado de Adán. 
1. Se convierte en el primer pecador humano. Cronológicamente Eva comió primero, pero desde la perspectiva teológica Adán es declarado por el Nuevo Testamento como el pecador original. La razón de ello es que Adán era cabeza de la raza humana y. por consiguiente, responsable de sus acciones. 
«Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron» (Ro. 5:12). 

«Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo» (2 Co. 11:3). 

«Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión» (1 Ti. 2:14). 

2. Intentó de primeras esconder su desnudez ante Dios (3:7). Aparentemente ocurrieron algunos cambios drásticos concernientes tanto a la condición física como espiritual de Adán. Puede ser que los cuerpos de Adán y Eva estaban, en la creación, cubiertos de una suave luz de inocencia. Nuestro Señor estuvo revestido de una luz más brillante que la del sol durante su transfiguración (Mt. 17:2). Pero ahora esta protección había desaparecido. y en un esfuerzo desesperado por corregir la situación 
«cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales» (3:7)
Tenemos aquí el primer ejemplo en la historia del esfuerzo religioso humano. La religión es un intento de vestirnos a nosotros mismos de justicia aparte de Injusticia de Cristo. Adán y Eva lo procuraron con hojas de higuera. Los hombres lo intentan hoy mediante la educación, la membresía de iglesia, el bautismo, las ofrendas, la confirmación, las buenas obras, etc. Pero de nada sirve todo eso. 
«Si bien todos nosotros somos como suciedad. y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como el viento» (Is. 64:6). 

3. Intentó por último esconderse de Dios. 
«... el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios...» (3:8). 

Este es el resultado trágico y final del pecado. No sólo separa al hombre de Dios, sino que le lleva a desear esconderse de Dios. ¡Pero no lo logra! 
«Dios, tú conoces mi insensatez, y mis pecados no te son ocultos» (Sal. 69:5)

«¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?» (Sal. 139:7). 

«Así que. no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado: ni oculto, que no haya de saberse» (Mt. 10:26)

«Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes: y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros. y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?» (Ap. 6:15- 17)

C. La redención de Dios. 
Hasta este momento hemos visto solamente aquellos atributos de Dios que aparecen directamente involucrados en sus actos creativos. Estos incluyen su poder y sabiduría. Sin embargo, a partir de ahora, después del pecado del hombre, conoceremos sus atributos redentores, es decir, su santidad y su gracia. 

1. Su santidad en su manera de tratar con el pecado. Dios pronuncia ahora un quíntuple juicio. 

a. Sobre el hombre (3:17). 
«Maldita será la tierra por tu causa.» 
Dios es cuidadoso en no maldecir nunca a Adán. Maldice a la serpiente, a Satanás y la tierra. pero no a la humanidad. La razón, por supuesto, es que él desea redimir al hombre y, por tanto, no maldice a aquel a quien planea salvar después. Con todo, el hombre sin Dios no puede esperar nada bueno de esta vida aparte de Cristo. 
«Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre hace para la aflicción» (Job 5:7). 
    «El hombre nacido de mujer, corlo de días y hastiado de sinsabores» (Job 14:1). 

b. Sobre la mujer (3:16). «Con dolor darás a luz los hijos.» Debemos notar que el sufrimiento por la procreación de los hijos no es tanto un juicio directo de Dios, sino más bien un resultado indirecto del pecado. El pecado siempre causa sufrimiento, enfermedad, separación y tristeza. 
c. Sobre la naturaleza (3:18). 
«Espinos y cardos te producirá.» A partir de este momento el paraíso del hombre se convierte en un lugar donde es difícil vivir. Las rosas ahora tienen espinas y el manso tigre se convierte en un voraz devorador de carne. Así continuará hasta que se levante la maldición durante el milenio. Pablo habla d. «Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación  fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una. y a una está con dolores de parto hasta ahora.» Fue en este momento que entró en efecto el principio científico inmutable conocido como la «segunda ley de la termodinámica». Esta ley establece que cuando la energía pasa de un estado a otro, una parte se transforma en energía calórica, la cual no puede volver a convertirse en una forma útil de energía. En otras palabras, podemos considerar este universo como un reloj al que se le está acabando la cuerda. Esta ley se menciona en el Salmo 102:25.26 y Hebreos 1: 10- 12. «Y: Tú. oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces: y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán» (He. 1:10-12). 
d. Sobre la serpiente (3:14). 
«Y Jehová Dios dijo a la serpiente: ...sobre tu pecho andarás....» A la serpiente no se le ofrece la oportunidad de explicar sus acciones como Dios permitió a Adán y a Eva que lo hicieran. Es juzgada inmediatamente. Por prestar su cuerpo a Satanás la serpiente es castigada a arrastrarse en el polvo a partir de ese momento. Isaías indica que este juicio permanecerá sobre la serpiente aún durante el milenio. «El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal n todo mi santo monte, dijo Jehová» (Is. 65:25).
e. Sobre Satanás (3:15). 
«Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar» (Gn. 3:15). 
A primera vista este versículo parecería que estaría simplemente prediciendo el desagrado natural del hombre por las serpientes. Pero durante siglos los estudiosos devotos de la Biblia han visto verdades mucho más preciosas y profundas subyacentes en estas palabras. Ven en ellas una predicción conmovedora de la cruz y de la resurrección, y de la gran victoria del Salvador sobre Satanás. Entonces, teológicamente, este versículo podría ser traducido así: «Y habrá odio intenso entre Satanás y Cristo. Jesucristo finalmente aplastará la cabeza de Satanás, aunque el en el proceso será herido en el calcañar.» Este importantísimo versículo es conocido como el «protoevangelio» o el primer evangelio. Veamos también: 
«Y el Dios de paz. aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros» (Ro. 16:20). 
«Mas él herido fue por nuestras rebeliones. molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados» (Is. 53:5)


2. Su gracia en su manera de tratar con los pecadores

a. Buscando a Adán (3:9). 
«Mas Jehová Dios llamó al hombre....» A veces profesores necios e impíos dicen a sus estudiantes que la Biblia es solamente el registro de la búsqueda de Dios por el hombre; pero, sin embargo, es todo lo contrario. La Biblia es la demostración de la búsqueda del hombre por Dios. Aquí Dios da el primer paso para reconciliar consigo al hombre. 
«Venid luego, dice Jehová. y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana» (Is. 1:18). 

«A todos los sedientos: Venid a las aguas: y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David» (Is. 55:1-3)

«En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (Jn. 7:37, 38). 

«Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente» (Ap. 22:17)

«Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Le. 19:10)

b. Prometiéndoles un Salvador (3:15)

c. Vistiéndoles (3:21)

«Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.» Aunque no se dice expresa y específicamente, parece probable que tuvo que morir algún animal inocente a fin de que Adán y su mujer pudieran ser vestidos. Tenemos aquí el primer ejemplo de la gran doctrina bíblica del inocente muriendo por el culpable. 

«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros» (Is. 53:5,6). 

«Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la came, pero vivificado en espíritu» (1 P. 3:18). NOTA: Ya hemos visto el primer símbolo que aparece en la Biblia cuando la serpiente se convierte en un tipo del pecado. Observemos ahora el segundo símbolo: la justicia y la salvación son comparadas con ir vestidos correctamente. (Cp. Is. 64:6 con Ap. 19:7, 8.) 

«Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento» (Is. 64:6). 

«Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos» (Ap. 19:7. 8)

d. Expulsándoles del huerto de Edén (3:24)

«Echó, pues, fuera al hombre....» La expulsión del hombre por Dios del huerto de Edén fue realmente un acto de misericordia más que de juicio. Como se nos dice en 3:22, Dios lo hizo para prevenir que el hombre comiera del árbol de la vida y viviera para siempre en inmoralidad. Adolfo Hitler se suicidó pocos días después de cumplir cincuenta y seis años. Sin embargo, durante su breve período de vida, fue directamente responsable de la muerte de literalmente millones de seres humanos mediante formas de tortura y muerte demasiado horribles para mencionarlas. ¿Qué habría pasado si este monstruo nazi hubiera vivido 500 o 5.000 años? Peor aún, ¿qué si hubiera vivido por siempre? Por esta razón Dios echó a Adán del Edén. 
«... y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida...» (3:24). Los querubines son aparentemente una clase especial de seres angelicales que tienen que ver con los asuntos relacionados con la santidad de Dios. (Véanse Ex. 25:18-22; Ez. 10:1-20; Ap. 4:6-8.) 
Esta es la primera de dos clases de ángeles mencionados en la Biblia. La otra clase mencionada son los serafines. (Véase Is. 6.) 
«En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo» (Is. 6:1-4). 

«Para guardar el camino del árbol de la vida» (Gn. 3:24)

A partir de este momento, el árbol de la vida desaparece de las páginas de la Biblia. Reaparece una vez más durante el milenio y la era eterna. 

«Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones» (Ap. 22:1, 2).

D. El martirio de Abel (Gn. 4).
1. Eva dio a luz a Caín y dijo: 
«... Por voluntad de Jehová he adquirido varón» (4:1)
Ella aparentemente pensó que este niño era el cumplimiento de Génesis 3:15, pero pronto se daría cuenta de que no era así. Pronto nace también Abel (4:2). El nacimiento de estos dos bebés ilustra el cuarto de los cuatro métodos que Dios ha escogido para traer seres humanos al mundo. 
a. Adán: nació sin padre ni madre. 
b. Eva: nació sin madre. 
c. Cristo: nació sin padre terrenal, 
d. Todos los demás: nacen mediante padre y madre. 

2. Caín ofrece un sacrificio incruento a Dios y es rechazado (4:5). No sólo era el sacrificio incruento. sino que ya había sido maldecido por Dios, de manera que agravó las cosas. (Véase 3:17.) Quizá Caín pensó que era más refinado y culto presentar una ofrenda fresca de frutos y vegetales que una ofrenda sangrienta. ¡Pero no era así!
 «Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte» (Pr. 14:12). Tenemos en este versículo la primera referencia a esa gran verdad de la Escritura de que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecado (Lv. 17:11; He. 9:22).
 «Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión» (He. 9:22). Abel ofreció una oveja en sacrificio y fue aceptado (4:4). El doctor Barnhouse ha escrito lo siguiente: 
«El camino real a la cruz estaba ahora firmemente establecido. Aquí vemos al primer cordero, un cordero por un hombre. Más tarde, en el establecimiento de la Pascua, habría un cordero por cada familia (Ex. 12). Después en el día de la expiación, habría un sacrificio por toda la nación (Lv. 16).
 Finalmente, es Cristo quien quita el pecado del mundo» (Jn. 1:29). 
 Esta era la manera de Dios de ilustrar el tremendo poder de la sangre del Cordero traspasado. Un cordero salva a un hombre, después a una familia, después a una nación, y finalmente el Cordero de Dios está disponible para todo el mundo. 

3. Caín mata a su hermano. Así se convierte en el primer homicida (4:8). También llega a ser el primer hombre mentiroso (4:9). 

4. Caín es desterrado y apartado de las bendiciones de Dios. Se casa con una de sus hermanas (4:17; 5:4) y se marcha a morar en la tierra de Nod. Observemos algunos hechos registrados concernientes a la primera civilización de la tierra. 
a. Caín edifica la primera ciudad y le pone el nombre de Enoc (como su propio hijo), que significa «dedicado». Este proyecto urbano fue, sin duda, un intento de neutralizar la maldición de Dios que se cita en 4:12. 
b. Lomee, el tataranieto de Caín, llega a ser: (1) El primer polígamo conocido (4:19). (2) El primer escritor de himnos (la expresión «mi voz» de 4:23 puede referirse a un poema o himno). (3) El segundo homicida conocido (4:23). 
c. JabaI fue el inventor de la tienda de campaña y el primero en desarrollar un estilo de vida nómada. También ideó sistemas formales de domesticación y comercialización de animales, aparte de las ovejas. Su nombre significa «vagamundo» (4:20). 
d. Jubal fue el inventor de los instrumentos musicales de cuerda y de viento. Su nombre significa «sonido» o «música» (4:21). 
e. Tubal-Caín llegó a ser el primero que hizo trabajos metalúrgicos en hierro v bronce (4:22). 


E. El ministerio de Enoc (Gn.5)

1. Enoc es uno de los dos hombres de los que se dice que caminaron con Dios antes del diluvio. (El otro fue Noé. Véase 6:9.) Nota: no dice, sin embargo, que caminó con Dios sino hasta después que nació su hijo Matusalén. En la lengua hebrea Matusalén literalmente significa «cuando él muera será enviado». ¿Por qué caminó Enoc con Dios? Porque Dios aparentemente le había dicho que cuando él muriera el mundo sería destruido mediante el diluvio. Por esto Matusalén probablemente vivió más años que ningún otro humano en la historia del mundo (969). porque Dios no quería que nadie pereciera, sino que dio al mundo todo el tiempo posible para el arrepentimiento. «El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 P. 3:9). «El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» (1 Ti. 2:4). , 
2. Enoc fue el primer predicador conocido y predicó acerca del juicio venidero. En Judas versículos 14 y 15 tenemos en realidad recogido su mensaje: «De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.» 
3. Enoc fue un hombre de gran fe (He. 11:5). «Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.» Pero, ¿cómo demostró Enoc esta fe que se le atribuye? Predicando fervientemente acerca de la Segunda Venida de Cristo antes que la Primera tuviera lugar. 
4. Enoc fue uno de los dos seres humanos que fueron arrebatados al cielo sin haber muerto físicamente. (Para el otro véase 2 R. 2:11.) Un día, sin embargo, millones de cristianos experimentarán lo mismo. «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, v nosotros seremos transformados» (1 Co. 15:51,52). «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del ciclo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor» (1 Ts. 4:16, 17).