LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO QUINTA PARTE  (ABDIAS, JOEL Y JONAS)
II. Los reyes de esta etapa del reino dividido.
EN LA INTRODUCCION A ESTA ETAPA SE REVISA COMO 
A) LA VISION DE CONJUNTO Y 
B) EL METODO DE MIRAR CON LUPA  ---------> ESTE  TITULO  TIENE LOS REYES DEL NORTE Y DEL SUR VISTO EN LAS ENTRADAS ANTERIORES SEGUNDA Y TERCERA PARTE,
EN EL CAPITULO ANTERIOR CUARTA PARTE HABLAMOS LA  PARTE QUE   TRATARA DE  LOS PROFETAS ORALES DE ESTE PERIODO DEL REINO DIVIDIDOS ( ELIAS Y ELISEO)
AHORA NOS TOCA ADENTRAROS EN LOS PROFETAS QUE ESCRIBIERON EN ESTA ETAPA. QUINTA PARTE HASTA HOY ABDIAS, JOEL, Y JONAS
ABDÍAS (alrededor del 848 a.C.) 
 INTRODUCCIÓN:
1. Abdías es el m is corto de los libros del Antiguo Testamento. 
2. Nada sabemos acerca del autor excepto su nombre, 
que significa «siervo del Señor». 
3. Este libro tiene un solo tema y es el castigo de Edom 
por su traición a Judá. 
4. Hubo al menos cuatro ocasiones en las que Edom 
ayudó al saqueo de Jerusalén y de Judá. Fueron: 
a. Durante el reinado de Joram (853 a.C.)
(2 Cr. 21:8,16, 17; Amós 1:6) 
b. Durante el reinado de Amasias (796 a.C.)
(2 Cr. 25:11, 12, 23,24) 
c. Durante el reinado de Acaz (735 a.C.)
(2 Cr. 28:16-21) 
d. Durante el reinado de Sedequías (597 a.C.)
(2 Cr. 36:11-21; Sal. 137:7) 
I. La casa de Edom: sería humillada por Dios (1:1-16). 
 A.  A causa de la ingratitud de su corazón (1:1-9). 
1. Se habían hecho orgullosos y arrogantes debido a que vivían protegidos por aquellos montes inaccesibles que rodeaban su capital, la 
ciudad de Petra.
Nota: Estas ruinas únicas, escondidas entre 
aquellos elevados riscos de roca pura en las 
áridas regiones del mar Muerto, fueron descubiertas en 1812 d.C. 
2. Esaú había sido el padre y originador de este 
pueblo orgulloso (Gn. 25:30; 36:1)
3. Dios profetiza que sería registrado y saqueado cada rincón y grieta de Petra, y todos los 
tesoros serían buscados y quitados. 
4. Los aliados de Edom se volverían contra ellos. 
5. Sus hombres sabios se tomarían necios. Edom 
era famoso por sus hombres sabios. Elifaz, el 
más sensato de los tres amigos de Job, procedía de la región de Temán, a unos ocho kilómetros de Petra (Job 2:11; Abd. 1:8). 
6 . Los valientes guerreros de Temán quedarían 
confundidos e impotentes para evitar tan terrible desastre. 
B. Debido a su actitud tan traicionera (1:10-16). 
1. Abandonaron a sus hermanos de sangre (Judá) 
en momentos de gran necesidad. Ambos pueblos estaban emparentados, pues sus progenitores, Esaú y Jacob, fueron hermanos gemelos. 
2. Se quedaron mirando lo que pasaba, rehusando mover un dedo para ayudar. 
3. Se regocijaron en realidad de la agonía de 
Judá. 
4. Se mofaron de ellos. 
5. Ocuparon sus tierras después que los llevaron 
cautivos. 
6 . Se apostaron en los cruces de caminos y mataron a los que intentaban escapar. 
7. A aquellos que no mataron los entregaron al 
enemigo, quedando como prisioneros de guerra. 
II. La casa de Jacob: sería reavivada por Dios (1:17-21). 
A. A pesar de sus terribles persecuciones y castigos, 
algunos merecidos y otros no, Judá sería un día 
completamente restaurada en la tierra de Palestina. 
B. Los israelitas tendrían entonces control de tierras 
nunca antes ocupadas, incluyendo la tierra de 
Edom. 
C. Los jueces de Jerusalén juzgarían sobre Edom y 
Petra durante el milenio.
Nota: Algunas de estas profecías relacionadas 
con Edom ya se han cumplido, al menos en parte. 
1. Para el año 312 a.C., los nabateos, un pueblo 
árabe, habían desplazado a los edomitas que 
vivían en Petra. 
2. Huyeron entonces al sur de Palestina y allí fueron más tarde sometidos por Juan Hircano, un 
héroe militar judío, durante el tiempo de los 
macabeos (134-104 a.C.). 
3. El malvado rey Heredes procedía de este grupo edomita desplazado. 
4. Fueron aniquilados junto con los judíos por los 
romanos en el año 70 d.C., cuando se rebelaron contra el Imperio Romano. 
5. Otros pasajes bíblicos que predicen la caída de 
Edom son: 
Isaías 34:5-15; 
Ezequiel 25:12-14; 35:1-15; 
Amós 1:11, 12.
6 . Con todo, el Dios de toda gracia restaurará un 
día a Edom a pesar de sus pecados como nación. (Véase Is. 11:14.)
JOEL (835-796 aX.) 
INTRODUCCIÓN 
1. Al igual que con Abdías, conocemos muy poco acerca del profeta Joel. Era el hijo de Petuel y su nombre 
significa «Jehová es Dios». 
2. Durante el tiempo del ministerio de Joel, la tierra de 
Judá fue atacada por una terrible plaga de langosta, 
más devastadora que ninguna otra en el pasado. 
3. Joel, por inspiración divina, compara tan terrible plaga 
de langosta con el tiempo venidero de la tribulación. 
4. Joel es también conocido como el profeta de 
Pentecostés, porque sus palabras acerca del Espíritu 
Santo fueron citadas tiempo después por el apóstol 
Pedro en el día de pentecostés. 
I. Israel y el juicio de Dios: un examen del pasado (1:1-
20). 
A. La severidad del juicio de la langosta.
«Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y 
lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la 
langosta comió lo que del revoltón había quedado» (1:4).
Algunos comentaristas interpretan estas palabras como descriptivas de las cuatro etapas del desarrollo de la oruga, mientras que otros piensan 
que se refieren a cuatro insectos diferentes. La langosta fue frecuentemente considerada como agente 
del juicio divino. (Véanse Dt. 28:38-42; Ex. 10:12- 
15; 1 R. 8:37; Ap. 9:1-12.)
 
B. Nombre bíblico para el juicio de la langosta.
«¡Ay del día! porque cercano está el día de 
Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso» (1:15).
Esta es la segunda mención en los profetas menores del término «el día del Señor». Lo podemos 
encontrar en muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. (Véanse Is. 2:12; 13:6, 9; Ez. 
13:5; 30:3; Jl. 2:1,11,31; 3:14; Am. 5:18, 20; Abd. 
1:15; Sof. 1:7, 14; Zac. 14:1; Mal. 4:5; Hch. 2:20; 
1 Ts. 5:2; 2 Ts. 2:2; 2 P. 3:10.) 
La frase se refiere 
casi siempre al período de los siete años de tribulación, pero el profeta Joel lo usa aquí (1:15) para 
referirse al juicio que Israel sufría en este momento. 
II. Israel y el juicio de Dios: una anticipación del futuro 
(2:1—3:21). 
A. La identidad de la invasión.
¿De qué nación está hablando el profeta en los capítulos 2 y 3? Se puede estar refiriendo a varios en general, enfatizando 
en especial el último. 
1. La invasión asiria en 701 a.C., dirigida por 
Senaquerib y que fue parada por el ángel de 
Jehová ante los muros de Jerusalén (2 R. 19). 
Véase Joel 2:20. 
2. La invasión babilónica en el 586 a.C., dirigida por Nabucodonosor (2 R. 24). 
3. La invasión de Rusia, en medio de la tribulación, que será dirigida por Gog (Ez. 38, 39). 
4. La invasión final, a lo último de la tribulación, 
dirigida por el anticristo en la batalla del 
Armagedón (Ap. 16:13-16; 19:11-21). 
B. El lugar de reunión de la invasión. 
«Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo...» (3:2). 
(Véase también 3:9-14.)
Nota: Esta batalla, que será la mayor, la más 
arriesgada, sangrienta y cruel de todos los tiempos, se extenderá desde la ciudad de Meguido en 
el norte (Zac. 12:11; Ap. 16:16) hasta Edom en el 
sur (Is. 34:5, 6; 63:1), en una distancia de unas 200 
millas (aproximadamente 320 km). Irá desde la 
costa del Mediterráneo en el oeste hasta los montes de Moab en el este, en una distancia de unas 
100 millas (aproximadamente 160 km). De forma 
que el área total del campo de batalla será de unas 
20.000 millas cuadradas (aproximadamente 51.800 
km2). 
El centro de la acción será aparentemente 
el valle de Josafat, localizado justo al este de Jerusalén, entre la Ciudad Santa y el monte de los 
Olivos. Es conocido también como el valle del 
Cedrón. 
C. El doble propósito para este encuentro. 
1. El propósito del Anticristo: destruir a Israel y 
a su Dios (Sal. 2). 
2. El propósito de Dios: Destruir al Anticristo y 
a sus aliados. 
D. El resultado de esta invasión. 
«El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas 
retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde 
Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos 
de Israel» (Jl. 3:15, 16). (Véase también Ap. 
19:11-21.) 
E. Las bendiciones que vendrán después que la invasión haya sido aplastada. 
1. El Espíritu de Dios será derramado sobre toda 
carne (2:28-32). Debemos notar que el evento 
citado en este pasaje marcará el cumplimiento del deseo de Moisés (Nm. 11:29).
Pedro citaría más tarde este pasaje de Joel 
en el día de Pentecostés (Hch. 2:16-21). No 
lo hizo indicando que Pentecostés fuera el 
cumplimiento de la profecía de Joel (pues no 
lo era), sino más bien un ejemplo de la misma.
2
2. Serán provistas todas las necesidades humanas 
(2:21-27). 
3. La naturaleza misma será transformada (3:18). 
4. Cristo Jesús reinará en Sion (3:21). El monte 
Sion es una altura que se levanta sobre la esquina sudoeste de la antigua muralla de la ciudad. Durante un tiempo estuvo dentro de las 
murallas de la antigua Jerusalén. Se le tiene 
como uno de los lugares más sagrados de Israel, pues allí está ubicada la tumba tradicional del rey David. Se cree que sobre él estuvo 
una vez el aposento alto donde Jesús y sus discípulos celebraron la última Pascua juntos y 
donde se estableció la cena del Señor (Mr. 
14:12-16; 
Le. 22:7-13). Se considera también 
que este es el aposento alto donde los doce discípulos estaban reunidos cuando el Espíritu 
Santo descendió sobre ellos en el día de Pentecostés (Hch. 1:12-14; 2:1-4).

JONÁS (780-750 a.C.)
 INTRODUCCIÓN
 A. El libro de Jonás es uno de los tres libros del Antiguo Testamento más aborrecidos por Satanás. Estos
son: 
1. Génesis, que predice la encamación de Cristo de 
la simiente de la mujer (Gn. 3:15). 
2. Daniel, que predice la gloriosa segunda venida de 
Cristo (Dn. 7:9-12) para destruir a sus enemigos. 
3. Jonás, que predice (en forma tipificada) la muerte 
y resurrección de Cristo. (Cp. Jonás 2 con Mt. 
12:38-41.) 
B. Existen tres interpretaciones básicas del libro de
Jonás. 
1. La interpretación mitológica. Este es el punto de 
vista liberal, que contempla a Jonás como miraríamos a Robinson Crusoe, a Gulliver o a Hércules. 
2. La interpretación alegórica (o parabólica). Desde 
esta perspectiva el libro es simplemente visto como 
una amplia parábola. Esto es: 
a. Jonás es en realidad Israel. 
b. El mar son las naciones gentiles en general. 
c. El pez es la cautividad babilónica. 
d. La regurgitación es el retorno durante el tiempo de Esdras.
«Esto, sin duda alguna, no es el registro 
de hechos históricos reales ni se pretendía 
que lo fuera. Es una falta grave contra el autor tratar como prosa literal lo que él se 
proponía como poesía... Su narración es 
un relato con propósito moral, una parábola, poesía en prosa como el del buen samaritano.» (Julius Bewer, International
Critical Commentary.) 
3. El abordamiento histórico-literal. Sólo éste es el 
punto de vista correcto.
a. El relato presenta un hecho histórico real. 
b. Los judíos y la iglesia primitiva creyeron que 
era literal. 
c. El autor de 2 Reyes (14:25) se refiere a Jonás 
como a un personaje histórico. Se habla de su 
ciudad natal, y .se nos da el nombre de su padre y del rey bajo el cual sirvió.
d. Jesús testificó de Jonás como de un relato literal (Mt. 12:38-41; 16:4; Le. 11:29-32). 
4. Jonás era oriundo de Gat-hefer de Zabulón (Jos. 
19:13), al norte de Nazaret de Galilea. De manera 
que los fariseos estaban equivocados en cuanto a 
su declaración recogida en Juan 7:52: «... Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado 
profeta.»
I. La protesta de Jonás: 
demostración de la paciencia de
Dios, (cap. 1). 
A. El mandamiento de Dios: 
¡Ve! (1:1,2).
Dios ordena a su profeta que vaya a Nínive y predique contra la creciente maldad de esta ciudad. 
B. La acción del ministro: 
¡No! (1:3).
1.
La inutilidad de su acción. Jonás intenta 
neciamente lo imposible: huir de la presencia 
de Dios (Sal. 139:7-12). Se compró un boleto 
para escapar a Tarsis (supuesto antiguo nombre de una región al sur de España), embarcándose en una nave en el puerto de Jope. Esta 
ciudad es significativa, porque fue aquí que 
ocho siglos después otro predicador judío recibió también la orden de compartir el evangelio con los gentiles (Hch. 10:5). 
2. La razón de su acción: ¿Por qué desobedeció 
Jonás? Se han dado varias explicaciones: 
a. Porque era un cobarde. Esto es erróneo 
como podemos comprobar por 1 : 1 2 . 
b. Porque era un ultra nacionalista. Esta parece ser la respuesta lógica. En este momento histórico. Asiria crecía en su 
poderío militar y muchos creían que era 
solo una cuestión de tiempo para verlos invadir Palestina. La crueldad de los asirios 
fue sin igual en los tiempos antiguos. Veamos los siguientes testimonios de diferentes autores:
«Algunas de las víctimas eran sujetadas 
mientras que uno de la banda de 
torturadores, que eran representados en 
los monumentos gozándose 
diabólicamente en su horrible tarea, insertaba su mano en la boca del prisionero y le arrancaba la lengua de raíz. 
En otro lugar clavaban estacas en la tierra y sujetaban a las víctimas a ellas con 
cordeles por las muñecas y tobillos, estirándoles al punto de que no pudieran 
mover ni un solo músculo. Los verdugos se aplicaban entonces a la tarea. 
Con un afilado cuchillo hacían incisiones en la piel y ésta era arrancada centímetro a centímetro hasta que el
hombre quedaba realmente desollado 
vivo. Las pieles eran después extendidas sobre la muralla de la ciudad, o se 
disponía de ellas de otra forma, con el 
fin de aterrorizar a las personas y dejar 
tras de sí impresiones duraderas de las 
terribles venganzas asirías. Para otros se 
preparaban largos y afilados postes. Solían elegir para torturar y ejecutar de 
esta manera a los hombres líderes de la 
ciudad. Las víctimas eran tumbadas en 
el suelo y les clavaban en el pecho la 
parte afilada del poste; después levantaban el poste llevando a la persona clavada en la punta; finalmente colocaban 
el poste en posición vertical sujetándolo 
en el agujero que a este fin hacían en 
el suelo, y allí dejaban morir a la persona.»
«Pirámides de cabezas humanas 
marcaban el paso de los conquistadores; los muchachos y las muchachas 
eran quemados vivos o reservados para 
cosas aún peores; los hombres eran 
empalados, desollados, cegados, o privados de sus manos, pies, orejas o narices; mientras que las mujeres y los 
niños eran usados como esclavos; la 
ciudad capturada era incendiada y reducida a cenizas, y los árboles de las 
cercanías cortados.» 
C. La mano de Dios: 
desató la tempestad (1:4-12). 
1. Dios hizo que soplara un fuerte viento sobre 
el mar que causó una gran tempestad. 
2. Los asustados marineros oraron a sus respectivos dioses paganos y arrojaron por la borda 
la carga que llevaban a fin de aligerar la nave. 
3. Mientras tanto Jonás se había quedado dormido en la bodega. Al saberlo, el capitán bajó a 
despertarlo y le ordenó que él también orara a 
su Dios rogando que les salvara. 
4. Los marineros en su desesperación echaron 
suertes para saber quién de ellos había ofendido a su Dios y había ocasionado la tempestad. Jonás resultó ser el culpable. 
5. Jonás admitió ante ellos su nacionalidad y su 
pecado de desobediencia a Dios. Después les 
sugiere que le tiren a él por la borda. 
D. La acción de los marineros: 
Le arrojaron al mar 
(1:13-17). 
1. Después de luchar un poco más contra los elementos, los marineros claman a Dios por perdón por lo que van a hacer con Jonás y 
rápidamente le arrojan al embravecido mar. 
2. El mar se calma de forma inmediata y cesa la 
tempestad. Los maravillados marineros dan 
gracias a Jehová Dios. 
3. Jonás es tragado por un pez que Dios había 
preparado.
De todos los milagros de la Biblia no hay 
ninguno más conocido que éste ni que haya 
producido más preguntas o dudas.
El doctor Vernon McGee escribe:
«El pez que aparece aquí no es ni el héroe ni el villano de la historia. El libro no 
trata ni siquiera acerca de un pez. El pez 
no es la estrella principal en este escenario. Distingamos entre lo que es esencial 
y accidental. Son accidentales el pez, la calabaza, el viento oriental, la nave y 
Nínive. Lo esencial es Jehová y Jonás, 
Dios y el hombre.»
Se pregunta frecuentemente si una ballena podría realmente tragarse a un hombre. En primer lugar, debe señalarse que en ninguna parte 
de las lenguas originales del Antiguo o Nuevo 
Testamentos se dice que una ballena tragó a 
Jonás. La palabra «ballena» no aparece en las 
versiones en castellano del libro de Jonás. La 
palabra hebrea para pez es dag y se refiere a 
un gran monstruo marino. En Mateo 12:40 la 
palabra griega que se traduce por «gran pez» 
(la Biblia de Reina-Valera 1569, revisión 1602 
[Versión Antigua] traduce «ballena») es ketos
que también se refiere a un monstruo marino. 
En segundo lugar, Dios podría haber usado 
una ballena si hubiera preferido hacerlo. El 
doctor Gleason Archer escribe el siguiente párrafo:
«Se han informado numerosos casos, en 
épocas recientes, de hombres que han sobrevivido al duro trance de ser tragados 
por una ballena. La Princeton Theological
Review (Revista teológica de Princeton) de 
octubre de 1927, refiere dos incidentes, 
uno en el año 1758 y el otro en 1771, según los cuales un hombre fue tragado por 
una ballena y vomitado poco tiempo después, con sólo lesiones leves. Otros casos 
son citados por R. K. Harrison, en IOT, p. 
907.
Uno de los casos más notables lo refiere Francis Fox, Sixty-three Years of
Engineering 
(Sesenta y tres años de ingeniería) (Londres: J. Murray, 1924), pp. 
298-300, quien informó que este incidente fue prolijamente investigado por dos 
científicos (Uno de los cuales fue M. de 
Parville, editor científico del Journal des
Debáis (Publicación de debates) en París. 
En febrero de 1891, el barco ballenero 
Star of the East (Estrella del Oriente), navegaba en las proximidades de las Islas 
Malvinas, y el vigía avistó una enorme ballena a unos cinco kilómetros del barco. Se 
bajaron dos botes y al poco tiempo uno de 
los arponeros pudo clavar su arpón en el 
enorme animal. Los tripulantes del segundo bote también atacaron al animal, pero 
un coletazo de la ballena lo hundió, y los 
marineros cayeron al mar. Uno de ellos se 
ahogó, pero el otro, James Batley, simplemente desapareció sin dejar huellas. Luego de muerta la ballena, la tripulación 
comenzó su tarea de quitarle la grasa con 
hachas y palas. Trabajaron todo el día y 
parte de la noche. Al día siguiente, con jarcias y aparejos pusieron sobre cubierta el 
estómago. Los marineros quedaron perplejos cuando observaron espasmódicos signos de vida, y dentro del estómago 
hallaron al marinero que había desaparecido, doblado e inconsciente. Lo pusieron 
sobre cubierta y le dieron un baño con 
agua de mar que pronto lo hizo revivir. Al 
finalizar la tercera semana se había recuperado totalmente de su estado de conmoción y reasumió sus actividades normales
... Su rostro, cuello y manos se veían descoloridos, con una blancura mortal y un 
aspecto de pergamino. Batley afirma que 
probablem ente hubiera vivido en su 
habitáculo de carne hasta morir de hambre, porque se desmayó de miedo y no por 
falta aire.» (Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, Ediloral 
Portavoz, p. 348, nota.) 
II. La oración de Jonás: 
demostración del perdón de 
Dios, capítulo 2: 
A. La petición (2:1-8).
1. Jonás empezó inmediatamente a orar de una 
manera muy fervorosa y entregada, su altar era 
quizá el más extraño que jamás se haya usado: los costados resbaladizos del estómago de 
un pez. 
2. Algunos creen que el lenguaje que Jonás emplea parece indicar que él murió realmente y 
que Dios lo resucitó después. Noten las siguientes frases: 
a. «Desde el seno del Seol clamé» (v. 2). 
b. «Mas tú sacaste mi vida de la sepultura» 
(v. 6). 
c. «Cuando mi alma desfallecía en mí» (v. 7).
Dios pudo haberlo hecho así sin duda alguna, pero el simple examen del contexto nos 
sugiere que el profeta no murió, aunque sí estuvo al borde de la muerte. 
3. En dos ocasiones Jonás se refiere a «tu santo 
templo» (vv. 4, 7). El profeta en realidad está 
dirigiendo su oración en esa dirección. Estaría sin duda recordando la oración de Salomón 
en la dedicación del templo 150 años antes (1 
R. 8:38, 39).
«Toda oración y toda súplica que hiciere 
cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, 
cuando cualquiera sintiere la plaga en su 
corazón, y extendiere las manos a esta 
casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de 
tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, 
cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú 
conoces el corazón de todos los hijos de 
los hombres).»
4. Podemos imaginarnos la figura patética del 
profeta orando al tiempo que chapoteaba y resbalaba en aquel lugar con su cabeza envuelta 
en algas marinas. El apóstata se ve obligado a 
veces a llevar un extraño halo. 
5. Cuando Jonás dice: «Descendí a los cimientos de los montes» (v. 6), está mencionando un 
hecho científico totalmente desconocido para 
la capacidad humana de aquellos días. Esta es 
otra pequeña prueba de que la Biblia es en verdad la Palabra de Dios. 
6. Jonás renuncia a su pecado, recuerda su voto 
de servicio y reconsagra su vida a Dios (vv. 
8,9). 
B. El perdón (2:9,10). 
1. Termina su oración resumiendo en cinco palabras el mensaje de toda la Biblia: «La salvación es de Jehová» (v. 9). 
2. Luego el pez lo vomita y lo lanza a tierra 
seca. 
III. La predicación de Jonás: 
demostración del poder de 
Dios, capítulo 3: 
A. La advertencia (3:1-4). 
1. Su campo de trabajo: Nínive se levantaba en la orilla oriental del río 
Tigris, y fue una de las más grandes ciudades 
—sino la más grande— de la antigüedad. La 
protegía una muralla con 1.200 torres de m is 
de 200 pies (60 m) de alto; la muralla en sí tenía más de 100 pies (30 m) de alto y una anchura tal que permitía que pudieran pasar a la 
vez tres carros. Su circunferencia era de 60 
millas (96 km) y dentro del terreno que cerraban sus murallas podía crecer grano suficiente para alimentar a sus 600.000 habitantes. 
Jenofonte dice que la base de la muralla tenía 
unos 50 pies (17 m) de ancho y era de piedra 
pulida. La ciudad poseía un magnífico palacio 
con atrios y murallas que abarcaban unos 100 
acres (unos 404.600 m2). Los techos se apoyaban en vigas de cedro que se sostenían sobre columnas de ciprés, unidas y fortalecidas 
por bandas labradas de bronce y plata. Las 
puertas estaban guardadas por grandes figuras 
de leones y toros esculpidos en piedra; sus 
puertas eran de ébano y ciprés con 
incrustaciones de hierro, plata y marfil; las salas y recámaras estaban recubiertas de paneles de alabastro y de ladrillos con inscripciones 
cuneiformes. Sus jardines colgantes estaban 
llenos de ricas plantas y raros animales. La 
ciudad también disponía de otros palacios, 
además de templos, bibliotecas y cuarteles que 
adornaban y enriquecían la ciudad. Todo fue 
construido mediante el trabajo de esclavos extranjeros. 
2. Su mensaje:
«De aquí a cuarenta días Nínive será destruida» (v. 4)
Cuarenta es frecuentemente el número de 
prueba en la Biblia, como vemos a continuación:
a. En los días de Noé, el diluvio continuó durante cuarenta días (Gn. 7:17).
b. Moisés pasó cuarenta días en el monte 
Sinaí (Ex. 24:18). 
c. Los doce espías exploraron la tierra de 
Canaán durante cuarenta días (Nm. 13:25). 
d. Israel peregrinó durante cuarenta años por 
el desierto (Nm. 14:33). 
e. Jesús fue tentado durante cuarenta días 
(Mt. 4:2). 
f. Pasaron cuarenta días entre su resurrección 
y su ascensión (Hch. 1:3). 
B. El lamento y la aflicción (3:5-9). 
1. Este capítulo nos describe el más grande 
avivamiento de toda la historia conocida. Ningún otro milagro en este libro, ni en ningún 
otro libro del Antiguo Testamento, es comparable con la maravilla y grandeza de este milagro espiritual. En el Nuevo Testamento 
encontramos a Jesús que advierte que toda su 
generación, en general, se vería un día dramáticamente afectada porque: «Los hombres de 
Nínive se levantarán un día en el juicio contra 
esta generación, y la condenarán; porque ellos 
se arrepintieron a la predicación de Jonás, y 
he aquí más que Jonás en este lugar» (Mt. 
12:41). 
2. Los críticos, sin embargo, siempre dispuestos 
a desacreditar la Biblia, señalan muy felizmente que la historia secular no registra una experiencia espiritual como la que se describe aquí.
El doctor H. Freeman escribe:
«La queja de que el arrepentimiento de 
Nínive no aparece registrado en la historia secular no sólo carece de valor porque 
es un argumento de silencio, sino porque 
ignora también el hecho de que el evento 
sí aparece registrado en la historia bíblica en el libro de Jonás. ¡Recordemos a los 
hititas! Fue un pueblo que aparece mencionado varias veces en el Antiguo Testamento. No obstante, no se podía encontrar 
ni rastro de ellos fuera de las Escrituras, 
por lo que los críticos miraban con suspicacia la información bíblica. Los descubrimientos arqueológicos, sin embargo, de 
primeros de este siglo no sólo confirmaron como exactas las referencias bíblicas, 
sino que revelaron que los hititas fueron 
un pueblo importante que formaron un 
imperio extenso durante los siglos xiv 
y X I I I a.C.» (Introduction to the Old
Testament.)
Con todo, es muy posible que la historia 
secular sí esté refiriéndose a esta experiencia 
espiritual registrada en el libro de Jonás. Es 
sabido que alrededor de este tiempo hubo un 
movimiento religioso en Nínive que resultó en 
el cambio de la adoración de muchos dioses a 
un solo Dios que llamaban Nebo. Nebo era el 
hijo en la trinidad religiosa babilónica. Su 
nombre significa «el Proclamador, el Profeta».
Era el revelador de la mente y voluntad de 
la trinidad. Nebo era el dios de la sabiduría, el 
creador, el supervisor angelical. Algunos creen 
que Nebo fue adorado en los primeros tiempos 
como el único y supremo Dios. Se sabe que el 
rey ninivita Adal-Nirari III (810-783) abogaba 
por un sistema de adoración monoteísta de alguna clase. Si la renovación espiritual religiosa 
que tuvo lugar en este tiempo fue el resultado 
de la predicación de Jonás, el uso, pues, de su 
nombre nacional para el Hijo de Dios es lo que 
posiblemente deberíamos esperar. Jonás no predicó el arrepentimiento a los ninivitas en el 
nombre Jehová (el Dios hebreo del pacto), sino 
en el nombre de Elohim (el Dios trino Creador 
del universo, Gn. 1:1). Algunos creen, sin embargo, que esta experiencia religiosa tuvo lugar 
tiempo después, durante el reinado del rey 
Asurdan III (771-754 a.C.). Si así fue, Dios tuvo 
todavía más tiempo para preparar a los ninivitas, 
porque:
a. Sufrieron de una gran plaga en el 765 a.C.
b. Un eclipse total de sol tuvo lugar el 15 junio del año 763 a.C.
c. Otra plaga les cayó en el 759 a.C.
C. La transformación (3:10).
«Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal 
que había dicho que les haría, y no lo hizo.»
Dos frases de este versículo merecen un breve comentario: 
1. «Se arrepintió»: esto es, Dios cambió el curso 
de la acción que previamente se había propuesto. (Véanse también Gn. 6:6; Ex. 32:14; 2 S. 
24:16.) 
2. «Del mal»: aunque es cierto que la palabra hebrea ra (que se traduce aquí por mal) está generalmente relacionada con pecado, puede también ser traducida (y así se hace muchas 
veces) por tales palabras como aflicción, calamidad, angustia, daño, tristeza y molestia. El 
contexto nos demuestra que este último significado es el correcto aquí en Jonás 3:10. 
Véanse también Jonás 1:7, 8 e Isaías 45:7 para 
ejemplos parecidos. 
IV. El berrinche de Jonás: 
demostración de la compasión 
de Dios, capítulo 4: 
A. Sus lamentos acerca de la ciudad (4:1-5). 
1. Este capítulo, junto con 2 Samuel 11,1 Reyes 
19, Génesis 9, 13, y otros, demuestran sin la 
menor duda que la Biblia no es un libro que 
el hombre habría escrito si hubiera podido. El 
siervo escogido de Dios aparece aquí como un 
profeta mezquino y caprichoso, sentado en un 
monte a las afueras de Nínive confiando en que 
la ciudad rechazaría su primer mensaje y en 
consecuencia sería destruida. Las sobrias palabras de Jeremías se aplican sin duda muy 
bien aquí:
«Engañoso es el corazón más que todas las 
cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» 
(Jer. 17:9). 
2. A duras penas reconoce la gracia, la misericordia y la bondad de Dios, y en vergonzosa desesperación y desilusión se atreve a orar:
«Ahora, pues, oh Jehová, te ruego que me 
quites la vida; porque mejor me es la 
muerte que la vida» (4:3).
Véanse Números 11:15 (Moisés); Jeremías 
20:14-18 (Jeremías); 1 Reyes 19:4 (Elias) para 
considerar unas solicitudes parecidas. 
3. Dios intenta entonces razonar con Jonás como 
lo hizo una vez con Caín (Gn. 4:6, 7), y como 
todavía lo sigue haciendo con pecadores en 
todo lugar (Is. 1:18). 
B. Aprendiendo bajo una calabacera (4:5-11). 
1. Jonás se hace una enramada para protegerse 
del sol y continua allí malhumorado sentado 
en el monte. 
2. Cuando el sol había quemado la enramada’ 
Dios hace, para la sorpresa y alivio de Jonás, 
que crezca rápidamente una calabacera que le 
da sombra. 
3. Pero Dios también prepara un gusano que hiere a la calabacera y mucre. 
4. Finalmente, el Señor somete a su profeta a un 
recio viento solano del este, que una vez más 
le hace clamar a Dios pidiendo que le quite la 
vida. 
5. Dios le pregunta entonces a Jonás si le ha dolido la destrucción de la calabacera. El profeta le asegura enérgicamente que sí y cae 
entonces en la divina trampa. Las últimas palabras de Dios a Jonás debieron ablandar su 
corazón terco y carnal.
«Y dijo Jehová: Tuviste tú lastima de la 
calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la 
hiciste crecer; que en espacio de una noche 
nació, y en espacio de otra noche pereció. 
¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella 
gran ciudad donde hay más de ciento veinte 
mil personas que no saben discernir entre 
su mano derecha y su mano izquierda, y 
muchos animales?» (4:10,11)