Showing posts with label zacarias. Show all posts
Showing posts with label zacarias. Show all posts

LA ETAPA DEL RETORNO (ZACARÍAS)

 ZACARÍAS (520 a.C.)

 INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Zacarías significa «Jehová recuerda». Era de descendencia sacerdotal (como lo fueron Jeremías y Ezequiel). 

2. Josefo nos dice que le mataron más tarde en el templo, por lo que se convirtió en un mártir de Cristo. 

3. Fue un contemporáneo de Hageo más joven que él (véase 2:4). 

4. Los escritos de Zacarías se asemejan a los de Daniel. Notemos también que: a. Daniel había nacido en Palestina, pero escribió su profecía en Babilonia. b. Zacarías había nacido en Babilonia, pero escribió su profecía en Palestina. 

5. Zacarías nos recuerda el libro de Apocalipsis. 

6 . Su libro contiene más pasajes mesiánicos que cualquier otro de los profetas menores. Habla de lo siguiente: 

a. Cristo como el Renuevo (3:8). 

b. Cristo como el siervo de Dios (3:8). 

c. Cristo como el pastor herido (13:7). 

d. La entrada triunfal (9:9). 

e. La traición por treinta piezas de plata (11:12, 13). 

f. Las manos y pies traspasados de Jesús (12:10). 

g. Su retorno sobre el monte de los Olivos (14:3-8). 


I. Las visiones del profeta (caps. 1—6 ).

Zacarías recibió diez visiones, todas aparentemente durante la misma noche. 

A. El jinete sobre un caballo rojo (1:7-17). 

1. Zacarías ve a un jinete celestial montando un caballo alazán, rodeado de otros jinetes, todos montados sobre caballos de varios colores. 

2. Este jinete singular montado sobre el caballo rojo es probablemente Cristo. 

3. Los demás jinetes son ángeles «que Jehová ha enviado a recorrer la tierra» (1:10). Es confortante saber que Dios también tiene a sus «espías espirituales» recorriendo esta tierra pecadora, como lo hace Satanás (véanse Job 1:7; 2:2; 1 P. 5:8). 

4. El ángel del Señor (Jesús) ora entonces por la atribulada ciudad de Jerusalén y el Padre le asegura que «aún consolará Jehová a Sión, y escogerá todavía a Jerusalén» (1:17). 

B. Los cuatro cuernos (1:18, 19). 

Zacarías ve cuatro cuernos de animales y le informan que representan los cuatro poderes mundiales que han dispersado a Judá, Israel y Jerusalén. Estos cuatro cuernos pueden simbolizar lo siguiente: 

1. Asiria: que había capturado a Israel, el reino del norte (2 R. 17). 

2. Babilonia: que había capturado a Judá, el reino del sur (2 R. 24). 

3. Persia: que había planeado en una ocasión destruir a todos los judíos (libro de Ester). 

4. Roma: que controlaba la ciudad de Jerusalén y le impuso fuertes impuestos en los días de Cristo. Estos cuatro cuernos podían, por supuesto, simbolizar los cuatro poderes mundiales mencionados por Daniel. (Véanse 2:37-45; 7:2-8, 17-28.) Aquí los identificaríamos como Babilonia, Persia, Grecia y Roma. 

C. Los cuatro artesanos (1:20, 21). 

Un artesano es un obrero que trabaja la madera, la piedra o el hierro. Notemos que unas versiones de la Biblia en castellano traducen carpintero y otras herrero. 

1. La identidad de estos artesanos. Se han dado dos posibles explicaciones: 

a. Que se refieren a los cuatro juicios de que hablan tanto Ezequiel (14:21) como Juan (Ap. 6:1-8). Estos juicios son guerra, hambre, fieras y pestilencia. b. Que se refieren a los poderes que derrotaron a esas cuatro naciones. (1) Ciro sería uno, pues él derrotó a Babilonia (Dn. 5). (2) Alejandro el Grande sería otro, pues él derrotó a Persia (Dn.8 ). (3) Varios generales romanos serían otro, pues ellos subyugaron a Grecia. (4) Cristo es el otro, pues él destruirá por completo al reavivado Imperio Romano (Ap. 19). 

2. El propósito de los artesanos: «Estos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla» ( 1 :2 1 ). 

D. El agrimensor (2:1-13). 

1. Zacarías ve a un hombre que lleva en su mano una cinta de medir y va camino de Jerusalén. Esta es la segunda de cuatro veces en la Biblia que bien Jerusalén o el templo son medidos. Notemos: 

a. El templo es medido en Jerusalén durante la tribulación (Ap. 11:1,2). 

b. El templo y la ciudad son medidos durante el milenio (véanse Ez. 40:3-5; 37:26). 

c. La nueva Jerusalén eterna es medida después del milenio (Ap. 21:15). 

2. Le dan seguridades a Zacarías en relación con los siguientes emocionantes hechos concernientes a la Jerusalén milenaria: 

a. Que la ciudad estará un día tan llena de gente que algunos tendrán que vivir fuera de sus muros, aunque morando en perfecta seguridad. 

b. Que Dios mismo sería como un muro de fuego protector

c. Que él será la gloria de la ciudad. 

d. Que cualquiera que los tocare sería como si tocase a la niña de sus ojos. (Véanse también Dt. 32:7, 10; Sal. 17:8.) 

3. En los versículos 8 y 9 de este capítulo tenemos una prueba notable en el Antiguo Testamento concerniente a la Trinidad. Aquí encontramos como Jehová y el Señor hablan separadamente. 

4. El versículo 12 habla de Palestina como la tierra santa. Este es el único lugar de las Escrituras en que se la llama así. 

E. La confrontación en el cielo (3:1-10). 

Las vestiduras de Josué el sumo sacerdote. Este es sin duda el capítulo más importante sobre el tema de la salvación en todo el Antiguo Testamento. En esta visión Zacarías ve al sumo sacerdote Josué en la presencia de Dios vestido con ropas muy sucias. Está siendo acusado por Satanás a causa de sus vestiduras sucias. Pero Cristo reprende a Satanás, le quita a Josué sus ropas sucias, y le hace vestir de ropas de gala. Josué es retado entonces a servir a Dios con todo su corazón. Se le promete que un día el Renuevo de Jehová aparecerá para limpiar la tierra de pecado. Aquí encontramos los siguientes hechos relativos a la salvación: 

1. El enemigo de la salvación. Satanás no se halla en el infierno hoy, como popularmente se piensa, sino que tiene acceso a la misma presencia de Dios, donde acusa constantemente a los creyentes. (Véanse también Job 1, 2; Ap. 12.) 

2. El agente de la salvación. Es, por supuesto, Cristo Jesús. En el versículo 2 tenemos otra prueba de la Trinidad, porque el Señor (Jesús) pide al Padre (Jehová) que reprenda a Satanás. a. Sus nombres: el Renuevo (3:8). Es llamado así en cuatro pasajes del Antiguo Testamento. (1) El retoño de David (Is. 11:1; Jer. 23:5; 33:15). Esto corresponde con Mateo, quien le presenta como el Rey de los judíos. 

(2) Mi siervo el Renuevo (Zac. 3:8). Esto corresponde con Marcos, quien le presenta como un siervo humilde. 

(3) El varón cuyo nombre es el Renuevo (Zac. 6:12, 13). Aquí se relaciona con Lucas, quien le presenta como el hombre perfecto. 

(4) El renuevo de Jehová (Is. 4:2). Este tiene que ver con Juan, quien le presenta como Dios Todopoderoso. 

(5) La piedra angular (3:9). (Véanse Is. 28:16; Sal. 118; 22; Mt. 21:42; Hch. 4:11; Ef. 2:20, 21.) Es decir: 

(a) Para los gentiles él es la piedra desmenuzadora (Dn. 2:34, 35, 44,45). 

(b) Para Israel es piedra de tropiezo (Ro. 9:31-33). 

(c) Para los creyentes la principal piedra del ángulo (Ef. 2:19-22). 

b. Su ministerio: 

(1) Vestir a los creyentes con ropas de justicia. (Véanse Pr. 30:12; Is. 64:6; 4:3,4; Ro. 10:1-4; Fil. 3:9.) 

(2) Interceder por todos los creyentes contra las mentiras de Satanás.

(Véanse Le. 22:31; Ro. 8:34; He. 7:25; 9:24; 1 Jn. 2:1.) 

(3) Iniciar el milenio y reinar durante ese período (véase Ap. 11:15-19). 

3. El propósito de la salvación (3:6, 7). Estos versículos podríamos parafrasearlos de la siguiente manera: «Si anduvieres en mis caminos y cumplieres el ministerio que te he encargado, tú (Josué) no sólo tendrás el honor de cuidar de mi casa y de mis atrios, sino que cuando termines tu carrera en la tierra, serás promovido a un servicio mayor en los cielos entre los ángeles puros que están en mi presencia, y obedecen mi voz.» (Véanse también Sal. 103:20, 21; Ef. 2:4- 10.) 


F. El candelabro de oro y los dos olivos (4:1-14). 

Aquí Zacarías tiene la visión de un candelabro de oro de siete lámparas, alimentadas por una reserva de aceite. A cada lado del candelabro se hallaba un olivo tallado. 

1. El candelabro en la Biblia representa el testimonio de Dios en el mundo. a. Se puede referir a Israel, como lo hace aquí. b. Se puede referir a la Iglesia, como lo hace en Apocalipsis 1—3. 

2. El aceite de oliva es, por supuesto, un símbolo del Espíritu Santo. (Véanse Le. 4:18; Hch. 10:38; He. 1:9; 1 Jn. 2:20.) Notemos aquí las palabras de Dios en Zacarías 4:6: «... No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.» 

3. Los olivos se refieren a dos famosos equipos: a. El equipo histórico de Zorobabel y de Josué. b. El equipo profético de Elias y Moisés. (Véase Ap. 11.) 

G. El rollo que volaba (5:1-4). 

Zacarías ve un rollo escrito que volaba de 30 pies (9 m) de largo por 15 pies (4,5 m) de ancho. Representaba la maldición de Dios que alcanzaba a toda la tierra de Israel. 

1. El alcance de este juicio. Aunque sólo se mencionan aquí dos de los mandamientos originales, el de jurar en falso (el tercero, Ex. 20:7) y el de hurtar, (el octavo Ex. 20:15), cubren, no obstante, todo el código moral de Dios. a. El pecado de jurar en falso (usar el nombre de Dios mintiendo) representa todos los pecados contra Dios y es vertical en su naturaleza. b. El pecado de robar representa todos los pecados contra el hombre y es horizontal en su naturaleza. 

2. Los acusados en este juicio. Todos los israelitas que no han sido salvos a lo largo de la historia. (Véanse Ro. 9:6; Mt. 23; 1 Ts. 2:15, 16; Ez. 11:21; 20:38.) 

3. El tiempo del juicio. Después de la tribulación y antes del milenio. (Véase Mt. 25:1-30.) 

4. El castigo de este juicio. Incluye aparentemente la muerte física y espiritual. 


H. La mujer en el efa (5:5-11). 

El profeta ve ahora una medida de medir áridos (efa) cubierta por una pesada tapa de plomo. Cuando levantan la tapa ve a una mujer sentada dentro del efa, y le dicen: 

1. La mujer dentro del efa representa el pecado y la maldad. La maldad es frecuentemente simbolizada en la Biblia por una mujer (véanse Mt. 13:33; Ap. 2:20; 17:1-7). 

2. La pesada tapa de plomo probablemente simboliza el poder de Dios que frena el mal. 

3. Se indica que su destino es Babilonia, donde se dice que (el pecado y la maldad) «le será edificada casa ... y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base» (5:11). Esta declaración puede contener implicaciones históricas y proféticas. Es decir: a. Histórica: la torre de Babel, donde empezó la rebelión organizada contra Dios (véase Gn. 11:1-9). b. Profética: la ciudad de Babilonia, que puede ser en realidad reedificada durante la tribulación (véase Ap. 18). 

I. Los cuatro carros de guerra (6 :1-8) 

Zacarías ve cuatro carros de guerra manejados por cuatro seres celestiales que salen de entre dos montañas de bronce. Cada carro iba tirado por caballos de diferente color. Los colores eran rojo, o blanco, negro o gris. Los diferentes símbolos que encontramos aquí pueden significar lo siguiente: 

1. Las dos montañas de bronce hablan del juicio de Dios. (Véanse Nm. 21:9; Jn. 3:14.) 

2. Los carros manejados por ángeles representan a los agentes de Dios llevando a cabo varios juicios sobre las naciones gentiles. (Véanse Ap. 7:1-3; 8:2, 7, 10, 12; 9:14,15; 11:15,15:1; 16:1-3.) 3. Los caballos de diferentes colores se relacionan sin duda con aquellos que se mencionan en Apocalipsis 6 : 

a. El rojo habla de guerra y derramamiento de sangre (Ap. 6:4). 

b. El negro habla de hambre (Ap. 6:5, 6 ). 

c. El blanco nos recuerda a la falsa paz (Ap. 6:2). 

d. El gris representa a la muerte (Ap. 6 :8 ). Nota: Se nos dice que aquellos que «... salieron hacia la tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu...» (6 :8 ). Esto puede referirse al futuro juicio divino sobre Rusia durante la tribulación. (Véase Ez. 38— 39.) 


J. La coronación de Josué (6:9-15). 

1. El Señor le dice a Zacarías que tres expatriados judíos van a regresar pronto a Jerusalén desde Babilonia, llevando ofrendas de oro y plata del remanente que queda allí. Le instruye para que haga una corona de oro con estas donaciones y la ciña sobre las sienes de Josué, explicándole que él representa al futuro Renuevo de Israel, al mismo Mesías. 

2. Este bendito Mesías funcionará un día como Sacerdote y Rey, y edificará también el templo de Dios.

 3. Se le dice también que estos tres exiliados que regresan representan a otros muchos que un día volverán a Palestina de lejanas tierras. (Véase también Is. 56:6-8.) 


II. Las vanidades del pueblo (caps. 7—8 ). 

A. Un grupo de judíos había subido a Jerusalén des de Bet-el para preguntar a los sacerdotes si podían abandonar la costumbre tradicional de ayunar y afligirse cada año durante el mes de agosto. La Biblia Anotada de Scofield, dice en una nota al pie de la página 931: «La misión de estos judíos del cautiverio tenía que ver con un día de ayuno que el pueblo judío había instituido en memoria de la destrucción de Jerusalén. Ellos lo habían hecho de su propia voluntad, sin un mandamiento expreso de la Palabra de Dios. Al principio es indudable que había sincera contrición en la observancia de dicho ayuno, pero después llegó a ser una mera ceremonia. Los judíos de la dispersión estaban dispuestos a abolirlo, pero para ello querían tener la autorización de los sacerdotes. Todo el asunto, al igual que muchas cosas en el seudocristianismo de nuestros días, era extrabíblico, formalista y fútil.» 

B. Dios les dice por medio de los sacerdotes que no importa gran cosa lo que hagan, porque sus corazones no eran sinceros. Les amonesta a que sean honrados en sus tratos con Dios y con sus vecinos. 

C. Les promete que, a causa de su gracia, sus días de ayuno llegarán a ser un día celebraciones festivas, y su aflicción se tomará en canto. (Véanse 8:3, 4, 5, 8 , 22, 23.) 


III . La visitación del Príncipe (caps. 9— 14). 

A. La primera venida del Príncipe. 

1. Él vino cuidar de las ovejas como el Padre le había instruido que lo hiciera (11:7). 

2. Los falsos pastores de Israel, sin embargo, le rechazaron ( 1 1 :8 ). 

3. Él después rompió uno de sus cayados y se olvidó de Israel por un tiempo (11:10). (Véanse también Mt. 21:19, 42-46; 23:37-39.) 

4. Terminó su ministerio mediante la entrada triunfal en Jerusalén. «Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (9:9). Esto fue cumplido dramáticamente, por supuesto, en Mateo 21:1- 11. 

5. Fue vendido por treinta piezas de plata (11:12), el precio que se pagaba por un siervo que hubiera sido acorneado por un buey (Ex. 21:32). Esto fue cumplido en Mateo 26:15. 

6 . Este precio, dado con menosprecio, fue después desechado con mayor desprecio, porque la expresión «échalo» aquí (11:13) indica un gesto de disgusto (como lo podemos ver por Ex. 22:31; Is. 14:19; 2 S. 18:17; 2 R. 23:12). Esta profecía fue cumplida en Mateo 27:3-10. 

7. A continuación rompió su segundo bastón, significando con ello quizá la destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 d.C. Esta tragedia terminó con toda la unidad que existía en Israel 8 . Él fue finalmente crucificado ( 1 2 : 1 0 ). 

B. La Segunda Venida del Príncipe: 

1. La sangría del falso pastor. 

a. A causa de que rechazaron al buen Pastor en su primera venida, Israel sería entregado por un tiempo a la crueldad del pastor anticristo poco antes de la segunda aparición de su glorioso pastor (11:15-17). 

b. Dos de cada tres perecerán en esta horrible purga (13:8).

2. El duelo de Israel (12:10-14). Cuando él vuelva otra vez, Israel finalmente le reconocerá y hará duelo por su horrible crimen de regicidio, por haber matado a su propio Rey. «... Y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito» ( 1 2 : 1 0 ). 

3. La batalla del Armagedón (12:1-9; 14:1-3,12- 15). 

4. El arco de la victoria (10:4). Este arco es, por supuesto, el Hijo de Dios. Estamos seguros de su deidad por la declaración del Padre en 13:7: «... el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos....» Podemos traducirlo literalmente por «el hombre que es mi igual». Del arco de Dios viene a la tierra esta flecha vengadora. a. Castiga a aquellas naciones que han perseguido a Israel. (Véanse 9:1-8; 12-16.) b. Fortalecerá la casa de Judá y «los llamaré con un silbido, y los reuniré» ( 1 0 :8 ). Nota: Dios había dicho anteriormente que él convocaría a sus enemigos contra ellos silbando (Is. 7:18, 19). Ahora convoca a su pueblo de la misma manera para que vuelva a su propia tierra. c. Finalmente, «hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (9:10). d. El llevará a cabo todo esto en forma personal y visible (14:4, 8 ). 

5. Las bendiciones de Dios (9:16, 17; 13:1, 9; 14:9-11, 16, 20,21).



LA ETAPA DEL RETORNO (HAGEO)

 HAGEO (520 a.C.) 

INTRODUCCIÓN 

1. El nombre Hageo significa «mi fiesta». 

2. Este libro es el segundo más pequeño en el Antiguo Testamento (Abdías en el más corto), y consta de treinta y ocho versículos. 

3. Hageo fue contemporáneo de Zacarías. Ambos son mencionados en el libro de Esdras (5:1; 6:14), como aquel dúo dinámico de Dios que funcionó como alentadores del pueblo para la edificación del templo bajo el liderazgo de Zorobabel. 

4. Las profecías de Hageo son las más precisas en fechas en toda la Biblia. 

5. Este libro ha sido comparado a la epístola de Santiago en el Nuevo Testamento. 

6 . Podemos establecer la cronología de este período de la siguiente manera: 

a. En el 536 a.C., 50.000 judíos retomaron a Jerusalén bajo la dirección de Zorobabel. 

b. En el 536 a.C., en el séptimo mes, habían edificado el altar y ofrecido sacrificios. 

c. En el segundo mes del 535 a.C. empieza el trabajo del templo y poco después se paraliza. 

d. En el primer día del sexto mes del 520 a.C. (septiembre), Hageo hace un llamado a edificar. 

(1) Día 24 del sexto mes: empieza la construcción del edificio. 

(2) Día 21 del séptimo mes (octubre): Hageo lanza su segundo llamado. 

(3) Octavo mes (noviembre): Zacarías pronuncia su primer mensaje. 

(4) Noveno mes (diciembre): en el día 24 Hageo hace al pueblo su tercer y cuarto llamado. 

(5) Día 24 del undécimo mes (febrero): Zacarías tiene sus visiones. 

e. En el cuarto día del noveno mes del 518 a.C. (diciembre), Zacarías recibe visiones de parte de Dios. 

f. En el tercer día del mes duodécimo (marzo) del 516 a.C., completan la edificación del templo. 

g. En los días del 14 al 21 del primer mes (abril) del 515 a.C., celebraron gozosamente la Pascua. 

h. En el 455 a.C. Esdras llega a Jerusalén y empieza algunas reformas. 

i. En el 445 a.C. Nehemías empieza la construcción del muro. Este es el período de Malaquías. 


7. Este libro en realidad es el registro resumido de cuatro sermones. 

a. El primero lo encontramos en 1:1-11. 

b. El segundo en 2:1-9. c. El tercero en 2:10-19. 

d. El cuarto en 2:20-23. 

8 . El pasaje de 1 Corintios 15:58 en el Nuevo Testamento podríamos muy bien insertarlo en el libro de Hageo. 


I. El mensaje de septiembre iba dirigido a las manos del pueblo. Les decía: «¡Actuad!» (1:1-15). 

A. El pueblo había abandonado la edificación de su templo y después de quince años estaba sin terminar. Su débil excusa era: «No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada» (1:2). A causa de su negligencia, Dios no podía bendecirlos, ni lo haría, con prosperidad espiritual ni material. 

B. El consejo de Dios para ellos fue: «Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová» (1:8). 

C. El Señor entonces levantó los ánimos de Zorobabel (el gobernador) y de Josué (el sumo sacerdote). Esta pareja de hombres piadosos llevaron al pueblo a terminar la edificación del templo. 


II. El mensaje de octubre iba dirigido a los corazones del pueblo. Les decía: «¡Tened paciencia!» (2:1-9). 

A. A pesar de la insignificancia del templo que habían edificado, como ya hemos visto (Esd. 3:8-13), hubo llanto y también gozo en el día de la dedicación durante el tiempo de Zorobabel, pues algunos de los hombres más ancianos recordaban la gloria del templo de Salomón. El nuevo templo era inferior en tamaño y costo. 

B. Era necesaria la paciencia a causa de la magnificencia del templo que un día se edificaría. «La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos» (2:9). Esta es, por supuesto, una referencia a la belleza del nuevo templo milenario que está todavía por edificarse. (Véase Ez. 40—48.) 


III. El mensaje de diciembre iba dirigido a la cabeza del pueblo. Les decía: «¡Considerad!» (2:10-23). 

A. El hecho de la contaminación de Judá (2:10-17). Dios pidió a Judá que respondiera a dos preguntas. 

1. «Si alguno de ustedes lleva un santo sacrificio en su ropa, y por casualidad la ropa roza vino, pan o carne, ¿será santificada también esa comida?» (2:12, La Biblia al Día). La respuesta, por supuesto, era no: «La santificación no se transmite a las demás cosas de ese modo.» 

2. «Pero si alguien toca un muerto, y por esta razón está ceremonialmente impuro y roza alguna cosa, ¿queda aquello contaminado?» (2:13). En este caso la respuesta era sí. Al punto al que Dios quería llegar era que cualquier justicia que Israel pudiera haber tenido en el pasado no se transfería automáticamente a ellos en el presente. Sino que su propia injusticia estaba afectándoles a ellos y a sus hijos.

B. El hecho de la determinación de Dios (2:17-19). Dios les promete que debido a su decisión de terminar la edificación del templo, él los bendeciría a partir de ese momento, aunque la estructura no estuviera terminada. 

C. El hecho de la gran tribulación (2:20-22). Un día Dios va a destruir a todas las naciones gentiles que han afligido a Israel a través de los tiempos. «... Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano» (2 :2 1 , 2 2 ). (Véanse también He. 12:26; Ap. 16:18-20.) 

D. El hecho del ascenso de Zorobabel (2:23). «En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí....» Algunos creen que Zorobabel será el primer ministro de Dios durante el milenio.



LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO PRIMERA PARTE

Esta etapa nos ofrece el período más entretejido, dinámico y detallado de toda la Biblia. La vamos a considerar bajo tres divisiones principales. 

I. Una introducción a la etapa del reino dividido. 

II. Los reyes que reinaron en esta etapa. En su presentación emplearemos un método doble: 

A. La visión de conjunto. El reinado de cada rey será brevemente bosquejado. 

B. El método de mirar con la lupa. El reinado de cada uno de los reyes importantes será examinado más en detalle. 

III. Los libros del Antiguo Testamento que fueron escritos durante esta etapa.



II. Los reyes de esta etapa del reino dividido. 

A  La visión de conjunto 


Reyes del norte: 

A. Jeroboam (1 R. 11:26— 14:20; 2 Cr. 9:29— 13:22). 

1. Fue miembro del consejo de ministros de Salomón, pero tuvo que huir a Egipto por un tiempo para librarse de la ira del rey (1 R. 11:28,40). 

2. Dirigió la rebelión de las diez tribus en Siquem. 

3. Su religión falsa llevó a Israel a pecar. 

4. El altar que levantó fue destruido, su brazo quedó paralizado, y su hijo murió, todo a consecuencia de su pecado. 

5. Fue denotado en la guerra que tuvo con Abiam el segundo rey del reino del sur. 

6 . Fue atacado por una plaga de parte de Dios y murió. 

7. Reinó durante veintidós años (931—909 a.C.). 


B. Nadab (1 R. 15:25-28). 

1. Era el hijo de Jeroboam. 

2. Fue asesinado por un rebelde llamado Baasa. 

3. Nadab fue el primero de seis reyes del norte que murieron asesinados mientras reinaban. 

4. Reinó durante dos años. (910-908 a.C.). 


C. Baasa (1 R. 15:27— 16:7; 2 Cr. 16:1-6). 

1. Cumplió sin saberlo la profecía que el profeta Ahías había dado a la esposa de Jeroboam en cuanto a la muerte de Nadab y toda su familia. (Cp. 1 R. 14:14 con 15:29.) 

2. Le declaró la guerra a Asa (tercer rey de Judá) y empezó a fortificar la ciudad de Ramá para controlar la carretera que llevaba a Judá, en la esperanza de cortar la comunicación y el comercio con Jerusalén (2 Cr. 16:1). 

3. Fue rechazado por Dios a causa de su pecado. El profeta Jehú predijo que los descendientes de Baasa sufrirían el mismo juicio que Dios había traído sobre Jeroboam. 

4. Baasa reinó durante veinticuatro años (909- 885 a.C.). Nota: Ya hemos podido observar que a veces los reinados coincidían. Es decir, que en ocasiones el padre y el hijo pudieron estar reinando al mismo tiempo. Esto explica la diferencia en el total de años en los reyes del norte tal como los da la Biblia, que es 252 años, cuando en realidad el verdadero número es alrededor de 208 años (empezando con Jeroboam en el 931 a.C. y terminando con Oseas en el 721 a.C.). 

D. Ela (1 R. 16:6-14). 

1. Era hijo de Baasa. 

2. Fue asesinado por Zimri, el capitán de la guardia real. 

3. Estaba embriagado cuando le mataron. 

4. Reinó durante dos años (885-883 a.C.). 


E. Zimri (1 R. 16:9-20). 

1. Cumplió la profecía de Jehú matando a todos los miembros de la familia de Baasa. (Comparar 1 R. 16:7 con 16:12.) 

2. Zimri fue poco después cercado en el palacio por Omri, el nuevo jefe del ejército, y murió suicidándose. 

3. Reinó solamente siete días (885 a.C.). 


F. Omri (1 R. 16:15-28). 

1. Trasladó la capital del norte de Tirsa a Samaría. 

2. Arregló el matrimonio político de su hijo Acáb con Jezabel, la hija de Et-baal, rey de los sidonios. 

3. Reinó durante doce años (885-873 a.C.). 


G. Acab (1 R. 16:28—22:40; 2 Cr. 18:1-34). 

1. Se casó con Jezabel. 2. Se le concedió derrotar a los sirios en dos ocasiones. 

3. Fue amonestado frecuentemente por Elias: 

a. Por estimular el culto a Baal. 

b. Por su participación en el asesinato de Nabot. 

c. Por perdonarle la vida al impío rey sirio. 

4. Metió al piadoso rey Josafat (cuarto rey de Judá) en un doble compromiso: a. Una alianza matrimonial, por la cual dio a su hija Atalía, una mujer impía, como esposa a Joram, hijo de Josafat. b. Una alianza militar, mediante la que logró que Josafat se uniera con él en guerra contra Siria. 

5. La muerte de su malvada esposa fue predicha por Elias. 

6. Su propia muerte fue predicha tanto por Elias como por el profeta Micaías. 

7. Fue herido y murió en guerra contra los sirios. 

8. Reinó durante veintidós años (874-852 a.C.). 


H. Ocozías (1 R. 22:40—2 R. 1:18; 2 Cr. 20:35-37). 

1. Era el hijo mayor de Acab y Jezabel. 

2. Convenció a Josafat de que se asociara con él para la construcción de una flota mercante en Ezión-geber (2 Cr. 20:35-37). 

3. Sufrió una grave caída, que resultó fatal, estando en su palacio en Samaria. 

4. Buscó la sanidad consultando al dios pagano Baal-zebub, pero recibió inmediata condenación de parte de Elias, a quien procuró arrestar sin conseguirlo. 

5. Reinó durante dos años (853-851 a.C.). 


I. Joram (2 R. 3:1—9:25; 2 Cr. 22:5-7)

 1. Era el hijo más joven de Acab y hermanos de Ocozías. 

2. Al igual que su padre y hermano, persuadió a Josafat para que se aliara con él, esta vez para pelear contra los moabitas. El profeta Eliseo obró un milagro en esta ocasión, por amor de Josafat, que resultó en la victoria de los aliados sobre Moab. 

3. Eliseo más tarde ayudó al rey Joram previniéndole de algunas emboscadas que los sirios planeaban contra él. 

4. Después Eliseo le impidió que matase a unos soldados enemigos sirios que Dios había cegado. 

5. Joram todavía reinaba cuando Dios usó a cuatro leprosos para librar a la ciudad de Samaria de morir de hambre. 

6. El era también el rey con quien se entrevistó el general sirio Naamán que estaba leproso. 

7. Fue después asesinado por Jehú en Jezreel. 

8. Reinó durante doce años (852-840 a.C.). 


J. Jehú (2 R. 9:1— 10:36; 2 Cr. 22:7-12). 

1. Fue ungido por Eliseo y se le encomendó que ejecutara a todos los miembros de la dinastía de Acab, incluyendo a Joram y Jezabel. 

2. Montado en su carro se dirigió al valle de Jezreel, donde mató tanto a Joram como a Ocozías, el sexto rey de Judá (que no hay que confundir con el Ocozías que fue hermano mayor de Joram)

3. Después marchó a la ciudad de Jezreel y mató a Jezabel. 

4. A continuación demandó que le entregaran las cabezas de setenta familiares de Acab que vivían en la ciudad de Samaria. 

5. Continuó con la purga matando incluso a los descendientes y amigos de Acab. 

6. Finalmente, reunió, mediante engaño, a todos los sacerdotes de Baal en una gran asamblea en Jezreel y mandó matarlos a todos. 

7. Reinó durante veintiocho años (841-813 a.C.). 


K. Joacaz (2R. 13:1-9). 

1. Era el hijo de Jehú. 

2. Estuvo sometido durante todo su reinado a Hazael, rey de Siria. Su ejército quedó reducido a cincuenta soldados de caballería, diez carros de guerra, y diez mil soldados de infantería. 

3. Mostró en una ocasión remordimiento, por poco tiempo (como una vez lo había hecho Acab, véase 1 R. 21:27-30), pero aparentemente no fue un verdadero arrepentimiento. 

4. Reinó durante diecisiete años (814-797 a.C.).


 L. Joás (2 R. 13:10—14:16; 2 Cr. 25:17-24). 

1. Era el hijo de Joacaz. 

2. Visitó a Elíseo en su lecho de muerte. 

3. Derrotó a Amasias en el campo de batalla (octavo rey de Judá). 

4. Relató la segunda de las fábulas del Antiguo Testamento para ridiculizar las pretensiones de Amasias. 

5. Tomó cautivo a Amasias y lo llevó a Jerusalén, marchándose después de la ciudad con rehenes y mucha riqueza. 

6. Reinó durante dieciséis años (798-782 a.C.). 


M. Jeroboam H (2 R. 14:23-29). 

1. Era hijo de Joás. 

2. Reinó más que ningún otro rey del norte. 

3. Fue también el más poderoso de los reyes del norte. 

4. Recuperó los territorios que Israel había perdido alrededor del mar Muerto. Dios le permitió prosperar y ensanchar su reino a pesar de sus malos caminos, porque Dios tuvo misericordia de la pobre condición de Israel en este tiempo (2 R. 14:25, 26). 

5. El profeta Jonás vivió y ministró durante esta época. 

6. Jeroboam II reinó durante cuarenta y un años (793-753 a.C.). 


N. Zacarías (2 R. 14:29—15:12). 

1. Era el hijo de Jeroboam II. 

2. Fue asesinado por un rebelde llamado Salum. 

3. Zacarías era tataranieto de Jehú y cuarto rey de esta familia. Con su muerte terminó esta dinastía, cumpliéndose así la profecía de Dios acerca de Jehú. (Véase 2 R. 10:30; 14:29; 15:8-12.) 

4. Reinó durante seis meses (753 a.C.). 


Ñ. Salum (2 R. 15:10-15). 

1. Fue asesinado por un soldado muy cruel llamado Manahem. 

2. Reinó solamente un mes (752 a.C.). 


O. Manahem (2 R. 15:14-22). 

1. Fue uno de los reyes más brutales que se sentaron en el trono del reino del norte. 

2. Pagó con la muerte toda oposición de parte de sus súbditos, abriendo incluso el vientre a las mujeres encinta.

3. Compró la protección del rey asirio Pul (Tiglat-pileser), que en este tiempo había invadido Israel, con mil talentos de plata (equivalente a unos treinta y tres mil kilos). 

4. Reinó durante diez años (752-742 a.C.) 


P. Pekaía (2 R. 15:22-26). 

1. Fue el hijo de Manahem 

2. Fue asesinado por Peka, el jefe de su ejército. 

3. Reinó durante dos años (742-741 a.C.). 


Q. Peka (2 R. 15:27-31; 2 Cr. 28:5-8). 

1. Se unió con Siria para atacar al rey Acaz, de Judá, pero no tuvieron éxito. La razón de esta guerra fue castigar al reino del sur por no haberse sumado a Siria e Israel en un esfuerzo unido para frenar la creciente amenaza de Asiria. 

2. Durante su reinado, el rey asirio Tiglat-pileser invadió Israel y se apoderó de varias ciudades en la parte norte y este del país. 

3. Peka fue asesinado por Oseas. 

4. Reinó durante veinte años (740-732 a.C.). Nota: En este cómputo sólo aparecen ocho años (740-732). Se piensa que los primeros doce años (752-740) pudieron estar compartidos en una corregencia con Manahem y Pftkflís 


R. Oseas (2 R. 15:20—17:6). 

1. Él fue el último rey del reino del norte. 

2. Después de convertirse en vasallo de Salmanasar, rey de Asiria, Oseas se unió con Egipto en una rebelión contra Asiria. 

3. Por esta causa fue hecho prisionero y el pueblo deportado a Asiria (2 R. 17:4-6). 

Con Oseas terminó el reino del norte. Diez reyes murieron de muerte natural, siete fueron asesinados, uno se suicidó, otro murió en una batalla, otro por juicio de Dios, y otro falleció por una caída. Ninguno de estos reyes se volvió a Dios. Las diez tribus que fueron deportadas nunca regresaron a Palestina. En realidad, pronto perdieron su identidad tribal, aunque no su linaje. La futura restauración de las diez tribus perdidas de Israel se consumará al tiempo de la Segunda Venida de Cristo. (Véase Mt. 24:27-31.) El Dios justo tuvo que castigar a Israel por sus pecados. (Véase 2 R. 17:7-18.) 

a. El rey de Asiria trasladó gente de pueblos extranjeros a la tierra despoblada del reino del norte (2 R. 17:24). 

b. Poco después de llegar estos nuevos pobladores, Dios envió leones que los aterrorizaban y mataban. En su desesperación, los nuevos colonos enviaron un mensajero al rey de Asiria solicitando la ayuda de un profeta de Jehová, para que parase aquella plaga de leones (17:25, 26). Esto había sido profetizado por Moisés siglos antes. (Véase Ex. 23:29; Lv. 26:21, 22.) 

c. Fue enviado un sacerdote que empezó a ministrarles desde Bet-el. Los leones desaparecieron, y a la vez fue apareciendo una cierta forma de adoración de Jehová, pero sólo en forma, porque aquellas gentes siguieron adorando a sus antiguos ídolos (2 R. 17:27-34). Este es el comienzo de la raza y religión samaritanas que todavía existían en los tiempos de Jesús. (Véase Jn. 4.) 

4. Oseas reinó durante nueve años (732-723 aC.).


Reyes del sur:

 A. Roboam (1 R. 11:42— 14:31; 2 Cr. 9:31— 12:16). 

1. Era hijo de Salomón. 

2. Su necedad provocó la guerra civil de Israel. 

3. Tuvo dieciocho esposas y sesenta concubinas, que le dieron veintiocho hijos y sesenta hijas. 

4. Su esposa favorita fue Maaca, la impía hija de Absalón. 

5. Su reino fue invadido por Sisac rey de Egipto. 

6 . Reinó durante diecisiete años (931-914 a.C.). 


B. Abiam (1 R. 14:31— 15:8; 2 Cr. 13:1-22) 

1. Derrotó a Jeroboam, rey del norte, en el campo de batalla, mediante una intervención sobrenatural de Dios. 

2. A pesar de la ayuda que recibió de Dios en esta ocasión, más tarde degeneró en un rey impío. 

3. Reinó durante tres años (914-911 a.C.). 


C. Asa (1 R. 15:8-14; 2 Cr. 14:1— 16:14). 

1. Fue el primer rey justo y piadoso de Judá. 

2. Dirigió a Judá en un avivamiento y fue un gran constructor. 

3. Dios respondió a su oración y le libró de una invasión masiva etíope. 

4. Llegó a desposeer a su abuela Maaca de sus privilegios a causa de su idolatría. 

5. Tiempo después fue reprendido por un profeta y respondió arrojándolo en la cárcel. 

6 . Murió de una enfermedad de los pies, rehusando buscar su curación en Dios. 

7. Reinó durante cuarenta y un año (911-870 a.C.). 


D. Josafat (1 R. 22:41-50; 2 Cr. 17:1—20:37). 

1. Fue el segundo de los reyes justos de Judá. 

2. Inició un programa nacional de educación bíblica. 

3. Comprometió su testimonio al asociarse con Acab y sus dos hijos, Ocozías y Joram. 

4. Reinó durante veinticinco años (873-848 a.C.). 


E. Joram (2 R. 8:26-29; 2 Cr. 21:1-20). 

1. Se casó con Atalía la hija de Acab y Jezabel. 

2. Empezó su reinado matando a sus seis hermanos. 

3. Recibió un mensaje póstumo del profeta Elias.

prediciendo el juicio de Dios sobre él a causa de su malvada conducta. 

4. Fue atacado y derrotado por los filisteos y los árabes. 

5. Murió de una horrible enfermedad y nadie lo lamentó en su funeral. 

6. Reinó durante ocho años (853-845 a.C.). 


F. Ocozías (2 R. 8:24—9:29; 2 Cr. 22:1-9). 

1. Lo mató Jehú (el décimo rey del norte). 

2. Reinó durante un año (841 a.C.), 


G. Atalía (2 R. 11:1-20; 2 Cr. 22:1—23:21). 

1. Era la madre del fallecido Ocozías. 

2. A la muerte del rey, ella mató a todos sus hijos, excepto a uno que fue librado de ella y escondido. 

3. Ella misma fue más tarde ejecutada. 

4. Reinó durante seis años (841-835 a.C.) 


H. Joás (2 R. 11:1—12:21; 2 Cr. 22:10—24:27). 

1. Fue el único sobreviviente de la matanza de Atalía. 

2. Por un tiempo vivió agradando a Dios, pero después degeneró en un líder cruel. 

3. Sancionó la lapidación de Zacarías, el piadoso sumo sacerdote judío que había reprendido a Judá por su pecado y hecho un llamamiento nacional al arrepentimiento. 

4. Fue asesinado por su propia guardia de palacio. 

5. Reinó durante cuarenta años (835-795 a.C.). 


I. Amasias (2 R. 14:1-20; 2 Cr. 25:1-28). 

1. Fue un buen rey por un tiempo. Mandó ejecutar a los asesinos de su padre, pero no mató a sus hijos, obedeciendo la ley de Moisés que dice que los hijos no pagarían por los pecados de sus padres (Dt. 24:16; Ez. 18:4,20).(Véanse 2 Cr. 25:1-4; 2 R. 12:21; 14:1-6.) 

2. Amasias organizó el ejército de Judá y encontró que disponía de 300.000 soldados. Después contrató los servicios de 100.000 soldados mercenarios experimentados por la suma de cien talentos de plata (equivalentes a tres mil trescientos kilos de plata), para que le ayudaran a luchar contra Edom (2 Cr. 25:5, 6). 

3. Un profeta le aconsejó que no usara a estos soldados y al rey le costó seguir este consejo, quedando resentido por la pérdida del dinero que había pagado por ellos. Pero el profeta le aseguró: «... Jehová puede darte mucho más que esto» (2 Cr. 25:9). Aquí tenemos una valiosa lección espiritual que deberíamos tener en cuenta cada vez que Dios nos pide que, por amor y obediencia a él, dejemos cualquier cosa que nos sea muy íntima y querida. Leer las conmovedoras palabras de Jesús a Pedro en Mateo 19:27-29. 

4. Los soldados de Israel se volvieron a casa, pero ellos también se marcharon frustrados y enojados. En su camino de regreso entraron por la fuerza en varios pueblos judíos y mataron a 3.000 personas (2 Cr. 25:13). 

5. Amasias entró en guerra contra Edom contando solamente con su ejército y derrotó completamente a los edomitas, matando de ellos a 20.000 soldados (26:11). Pero cometió la necedad de traer consigo algunos ídolos edomitas y empezó a adorarlos. Dios le advirtió por medio de un profeta de que este acto provocaba la ira divina, pero Amasias rehusó escuchar y despidió de mala manera al profeta. Antes de retirarse, el profeta le predijo el juicio de Dios (25:14-16). 

6. El temerario y arrogante Amasias declaró entonces la guerra a Joás de Israel, a causa probablemente de la vergonzosa acción del regreso de los mercenarios a su tierra (25:17). Joás, el rey del norte, respondió al desafío de Amasias relatándole la segunda (y última) fábula que encontramos en el Antiguo Testamento. (Véase Jue. 9:8-15 para la primera.) Notemos el lenguaje de la fábula: «Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasias rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu bija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las fieras que estaban en el Líbano pasaron, y hollaron el cardo» (2 Cr. 25:18)

7. Joás le estaba advirtiendo a Amasias que no permitiera que la victoria contra Edom le cegara a la realidad, sino que retirara su declaración de guara. Pero el ruego cayó en oídos sordos. Amasias fue completamente derrotado por Joás en Bet-semes y lo llevaron como un prisionero común a Jerusalén, su propia ciudad capital. Allí Joás ordenó la destrucción de 60 pies (180 m) de muro para reafirmar y celebrar su victoria. Después se marchó llevándose los tesoros del templo y del palacio real, y tomando muchos rehenes (2 Cr. 25:21-24). 

8. Reinó durante veintinueve años (796-767 a.C.) 


J. Uzías. (2 R. 15:1-7; 2 Cr. 26:1-23). 

1. Fue un soldado victorioso y un gran constructor. 

2. Intentó entrometerse en las funciones de los sacerdotes. 

3. Fue castigado por este pecado con la enfermedad de la lepra. 

4. Reinó durante cincuenta y dos años (792-740 a.C.). 


K. Jotam (2 R. 15:32-38; 2 Cr. 27:1-9). 

1. Fue un buen rey (2 Cr. 27:6). 

2. Construyó la puerta superior del templo y edificó torres y fortalezas para protección. 

3. Derrotó a los amonitas y recibió un cuantioso tributo anual de ellos en plata y trigo. 

4. Reinó durante dieciséis años (750-732 a.C.). 


L. Acaz (2 R. 16:1-20; 2 Cr. 28:1-27). 

1. Fue quizá el segundo peor rey de Judá. 

2. Sacrificó a sus propios hijos a ídolos paganos diabólicos. 

3. Fue la primera persona que supo acerca del nacimiento virginal del Mesías. 

4. Reinó durante dieciséis años (732-716 a.C.). 


M. Ezequías (2 R. 18:1—20:21; 2 Cr. 29:1—32:33). 

1. Fue el segundo mejor rey de Judá. 

2. Fue también el más rico de todos. 

3. Organizó la más grande celebración de la Pascua desde los días de Salomón. 

4. Vio como el Ángel de Jehová derrotaba al ejército enemigo asirio cuando tenían cercada Jerusalén. 

5. El Señor le sanó de manera sobrenatural de una enfermedad y le concedió quince años más de vida. 

6. Gobernó durante veintinueve años (716-687 a-C.). 


N. Manasés (2 R. 21:1-18; 2 Cr. 33:1-20). 

1. Reinó más tiempo que ningún otro rey del norte o del sur. 

2. Fue el peor de todos los reyes. 

3. Experimentó el nuevo nacimiento antes de su muerte. 

4. Reinó durante cincuenta y dos años (697-642 a.C.). 


Ñ. Amón (2 R. 21:19-26; 2 Cr. 33:21-25). 

1. Fue, como su padre, un hombre impío y depravado. 

2. Nunca se arrepintió como lo hizo su padre. 

3. Sus sirvientes le mataron en su propia casa. 

4. Reinó durante dos años (643-641 a.C.). 


O. Josías (2 R. 22:1—23:20; 2 Cr. 34:1—35:27). 

1. Fue el mejor rey desde los tiempos de David. 

2. El libro de Moisés fue descubierto en el templo durante su reinado. 

3. Dirigió al pueblo en un gran avivamiento. 

4. Fue el último de los reyes de Judá que agradó a Dios. 

5. Murió en una batalla contra los egipcios. 

6. Reinó durante treinta y un años. (641-610 a.C.). 


P. Joacaz (2 R. 23:31-33; 2 Cr. 36:1-4). 

1. Este hijo intermedio de Josías tuvo un reinado corto (2 R. 23:30, 31) y corrupto (23:32). Fue destronado por el faraón Necao (quien anteriormente había matado a su padre Josías en el campo de batalla) cuando apenas llevaba noventa días reinando. Necao le impuso un tributo de cien talentos de plata y uno de oro (equivalente a 3.300 de plata y 33 kilos de oro). Fue finalmente traslado a Egipto donde murió en cautividad (2 R. 23:34). 

2. Eliaquim, hermano menor de Joacaz, (Necao le cambió el nombre y le llamó Joacim) fue elegido por el faraón egipcio para reinar en Judá en lugar de Joacaz (2 R. 23:34). La situación estaba realmente mala, como lo demuestra el hecho de que un rey pagano podía imponer un rey sobre el pueblo de Dios. 

3. Reinó durante tres meses (609 a.C.). 


Q. Joacim (2 R. 23:34—24:5; 2 Cr. 36:5-7). 

1. Era el hermano de Joacaz. 

2. Fue probablemente el tercer peor rey de Judá. 

3. Persiguió al profeta Jeremías. 

4. Experimentó la primera de las atemorizantes visitas de Nabucodonosor. 

5. Fue en este tiempo cuando Daniel y otros jóvenes hebreos fueron llevados a Babilonia por Nabucodonosor. 

6. Murió y, como había predicho Jeremías, fue enterrado como un asno y no hubo quien lo llorara. 

7. Reinó durante once años (609-598 a.C.). 


R. Joaquín (2 R. 24:6-16; 2 Cr. 36:8-10). 

1. Era el hijo de Joacim y nieto de Josías. Joaquín fue también llamado Conías (Jer. 22:24, 28; 37:1). 

2. Empezó a reinar a los dieciocho años (2 R. 24:8). Nota: tenemos aquí un problema textual, porque 2 Cr. 36:9 nos dice que tenía ocho años. 

3. Fue un rey impío (2 R. 24:9). A causa de ello: 

a. Ezequiel (19:5-9) y Jeremías (22:24-26) predijeron que sería llevado cautivo a Babilonia. 

b. Debía ser considerado como si no tuviera hijos, porque ninguno de sus hijos se sentaría en el trono de David y reinaría sobre Judá

La New Scofield Bible dice: «Esta declaración no significa que no tendría hijos, porque en 1 Cr. 3:17, 18 se nombra a varios (cp. Mt. 1:12). A causa del juicio divino este rey sería considerado como si no hubiera tenido hijos, lo que quiere decir que ningún descendiente físico estaría en la lista de los reyes de Israel. En consecuencia, si nuestro Señor Jesucristo, quien va a ocupar el trono de David (Le. 1:32, 33), hubiera sido engendrado por José, el esposo de María, que era de la línea de Jeconías (Mt. 1:12, 16), habría contradicho esta predicción divina. Los derechos dinásticos de Cristo al trono venían a través de José, su padre adoptivo, de Jeconías; pero la descendencia física de Jesús de la línea de David vino por medio de María, cuya genealogía se traza hasta David por medio de Natán, en vez de por medio de Salomón (cp. Le. 3:31 con Mt. 1:17)» (pp. 793, 794). 

4. Joaquín fue capturado durante el año octavo del reinado de Nabucodonosor (2 R. 24:12) y llevado cautivo a Babilonia, junto con otros 10.00Q prisioneros judíos (Jer. 24:1; 29; 2 R. 24:14,15). Ezequiel fue también deportado en esta fecha. 

5. Después nombró a Sedequías (tío de Joaquín) para que ocupara el trono de Judá (2 R. 24:17). 

6. Joaquín fue encerrado en una cárcel en Babilonia, donde permaneció durante treinta y seis años, hasta la muerte de Nabucodonosor. Evil-merodac, el nuevo rey de Babilonia le concedió la libertad, le permitió comer con él en la mesa real y le dio una pensión diaria para su sostenimiento (2 R. 25:27-30; Jer. 52:31-34). 

7. Reinó durante tres meses (598 a.C.). 


S. Sedequías (2 R. 24:17—25:30; 2 Cr. 36:11-21). 

1. Era el hijo más joven de Josías. 

2. Se rebeló contra Nabucodonosor. Por esta causa le sacaron los ojos y le llevaron cautivo'a Babilonia. 

3. Reinó durante once años (597-586 a.C.).