Es un espacio de estudio bíblico de nuestro ministerio "unidosenfe", para todo aquel que desee compartir de la Palabra de Dios.
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LA ETAPA DEL EXODO I. Israel, esclavizado en Egipto (Ex. 1:1— 12:36).
LA ETAPA DEL ÉXODO 
I. Israel, esclavizado en Egipto (Ex. 1:1— 12:36). 
A. El pueblo de Dios. 
1. Después de la muerte de José se levantó un 
nuevo rey en Egipto «que no conocía a José» 
( 1:8). 
2. Este rey persiguió cruelmente a Israel, 
esclavizándolo, y ordenando que se matara a 
todos los niños varones hebreos (1:10-16). 
B. La gracia de Dios. 
«Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su 
pacto con Abraham. Isaac y Jacob. Y miró Dios a los 
hijos de Israel y los reconoció Dios» (2:24, 25). 
C. El hombre de Dios. 
1. El príncipe de Egipto. 
a. Moisés nace de padres piadosos, es ocultado por tres meses, y luego le dejan flotando en el río Nilo en una canastilla de 
juncos (2:3). 
b. Es descubierto por la hija de Faraón y. mediante el consejo de María (la hermana de 
Moisés que lo estaba observando todo), 
aseguró que la propia madre sirviera de 
nodriza (2:8, 9). 
c. Moisés creció en el palacio de Faraón, 
pero a la edad de cuarenta años huyó de 
Egipto, a causa de:
 (1) Se involucró en un homicidio. Mató 
a un egipcio que golpeaba a un esclavo hebreo (2:12). 
 (2) Debido a su esperanza en el Mesías 
(He. 11:24-26). «Por la fe Moisés, 
hecho ya grande, rehusó llamarse 
hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites 
temporales del pecado.» 
2. El pastor de Madián. 
a. Moisés encuentra refugio en Madián y se 
casa con Séfora, la hija de Jetro, y vive allí 
trabajando como pastor por casi cuarenta 
años (2:21). 
b. Moisés recibe desde una zarza que ardía 
su llamamiento divino a liberar a Israel 
(3:1-10).
El llamamiento fue: «No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar 
en que tú estás, tierra santa es» (3:5).
Nota: Se le dijo a Moisés que se quitara sus zapatos en este momento, porque 
estaba en un lugar santo. Y así lo hizo. 
Pero debemos observar que más tarde se 
los puso otra vez. Muchas veces los cristianos oyen a Dios hablarles en relación 
con un servicio especial para él. Se quitan 
quizá sus zapatos espirituales en el altar de 
algún templo, pero después no hacen nada 
respecto al llamamiento. Dios necesita hoy 
creyentes que se quiten sus zapatos y después se los vuelvan a poner. La experiencia de adoración debe ser seguida de una 
experiencia de servicio. 
c. Se resistió al llamamiento mencionando 
cinco excusas débiles por las que él no podía cumplir el mandamiento de Dios:
 (1) No tengo capacidad (3:11). 
 (2) No tengo mensaje (3:13). 
 (3) No tengo autoridad (4:1). 
 (4) No tengo elocuencia (4:10). 
 (5) No tengo inclinación (4:13). 
d. Dios responde a todas estas excusas de 
Moisés tal como lo hace hoy a todos aquellos a quienes llama a su servicio. Nos dice: 
(1) La objeción de «no tengo capacidad» 
es contestada mediante Filipenses 
4:13. 
(2) La objeción de «no tengo mensaje» 
es respondida mediante 1 Corintios 
15:3,4. 
(3) La objeción de «no tengo autoridad» 
se contesta mediante Mateo 28:18-20. 
(4) La objeción de «no tengo elocuencia» 
es respondida mediante Filipenses 2:13
(5) La objeción de «no tengo inclinación» se contesta mediante Filipenses 
2:13. 
e. Dios responde a toda la argumentación de 
Moisés y le da una doble demostración de 
su poder (4:2-7).
(1) Su vara de pastor se transforma temporalmente en una serpiente. 
(2) Su mano derecha queda temporalmente leprosa. 
f. Dios, en un acto de su gracia, le permite a 
Moisés llevar a Aarón, su hermano mayor, 
con él (4:14, 15). 
g. Moisés había descuidado negligentemente 
el circuncidar a su propio hijo Gersón, lo 
que había sido un serio desatino de su parte. Séfora actuó decididamente en el último minuto y salvó a Moisés del juicio 
divino (4:24-26). 
D. El enemigo de Dios.
1. Faraón no solamente rehúsa dejar en libertad 
a Israel, sino que añade más trabajo sobre los 
hebreos, obligándoles a que recojan ellos la 
paja para hacer los ladrillos (5:1-9). 
2. El trato que Faraón les da provoca que los líderes de Israel se enojen con Moisés, quien se 
queja a Dios, el cual le reconfirma en su propósito (5:20—6:8). 
E. Las plagas de Dios. 
1. Moisés (ahora de ochenta años) y Aarón (de 
ochenta y tres) llevan a cabo su primer milagro contra Faraón, haciendo que una vara se 
transforme en culebra (7:10). 
2. Janes y Jambres. los magos de Faraón (véase 
2 Ti. 3:8), son capaces de realizar el mismo 
milagro, pero la culebra de Moisés devoró a 
las culebras de ellos (7:12). 
3. Moisés entonces desata sobre Egipto las diez 
plagas.
a. Primera plaga: el agua se transforma en 
sangre (7:20). 
b. Segunda plaga: la invasión de ranas (8:6). 
c. Tercera plaga: los piojos (8:17). 
d. Cuarta plaga: las moscas (8:24). 
e. Quinta plaga: la enfermedad del ganado 
(9:6). 
f. Sexta plaga: sarpullido (9:10). 
g. Séptima plaga: granizo mezclado con fuego (9:24). 
h. Octava plaga: la langosta (10:13). 
i. Novena plaga: tres días de oscuridad 
( 10:22). 
j. Décima plaga: la muerte de los primogénitos (12:29). 
4. Faraón le propone a Moisés algunos arreglos 
durante estas plagas, pero todos son rechazados. 
a. Primer arreglo: no os vayáis. ofreced sacrificios a vuestro Dios aquí (8:25). 
b. Segundo arreglo: iros, pero no os vayáis 
muy lejos (8:28).
c. Tercer arreglo: marcharos, pero dejad a 
vuestros niños aquí (10:10). 
d. Cuarto arreglo: id y servid a Jehová vuestro Dios, solamente que queden aquí vuestras ovejas y vacas (10:24). 
5. El corazón de Faraón es endurecido como once 
veces durante este tiempo. Notamos que al menos en siete ocasiones se nos dice en el libro 
de Éxodo que Dios endureció el corazón de
Faraón (véanse 4:21; 7:3; 9:12; 10:1, 20, 27; 
11:10). ¿Cómo podemos entender esto? Una 
respuesta parcial (y sólo parcial) podemos encontrarla en las siguientes observaciones: la 
manera en que un objeto dado reaccionará cuando es confrontado por una influencia exterior 
depende completamente de la naturaleza de tal 
objeto. Por ejemplo: imaginemos un escenario 
de invierno, donde se ve un río congelado, y en 
una de sus márgenes un banco de arcilla amarilla. De pronto el sol aparece por entre las nubes y empieza a brillar y a calentar con fuerza 
sobre el río y sus márgenes. ¿Qué va a ocurrir 
inmediatamente después? La reacción va a ser 
que el hielo se va a derretir, pero la arcilla se 
va a endurecer. Esta analogía nos permite inferir que. de igual manera, una influencia exterior y celestial va a suavizar un objeto pero va 
a endurecer el otro. Además, debemos señalar 
que en cuatro ocasiones se nos dice que Faraón 
endureció su propio corazón. (Véanse Ex. 7:22; 
8:15, 19; 9:35.) 
F. La salvación de Dios (Ex. 11— 12).
Resumamos brevemente en este punto tanto la naturaleza como el propósito de estas plagas. 
1. La naturaleza de las plagas: 
a. Las aguas del río Nilo se convirtieron en 
sangre (7:20). Algunos han visto esta plaga como el resultado de un evento natural, 
tal como la contaminación del Nilo por exceso de barro rojo o por el incremento 
repentino de cierta bacteria microscópica. 
Pero es dudoso que tales accidentes naturales hubieran impresionado en lo más 
mínimo a Faraón que observaba. 
b. La invasión de ranas (8:2).
El doctor John David cita a Harry Riminer, 
quien escribe: «A semejanza de una manta de viscosa porquería, aquellas húmedas 
monstruosidades cubrían la tierra, hasta 
que los hombres se enfermaron del horrible crujido que producía aquel pavimento 
que estaban obligados a pisar. Si el pie de 
un hombre resbalaba en aquella masa grasienta y putrefacta, y buscaba limpiarse en 
el río. el agua estaba tan llena de ranas que 
le era imposible lavarse allí.» (Mases and
the Gods o f Egypt, p. 101.) 
c. Los piojos (8:16).
Algunos eruditos del hebreo creen que «insectos» o «mosquitos» es aquí una traducción más fiel. Los pequeños insectos han 
sido siempre un problema en Egipto. Muchas cosas fueron ideadas por los antiguos 
egipcios con el fin de protegerse de ellos 
(tales como aquellos ahuyenta mosquitos 
en forma de grandes abanicos, compuestos de una caña larga y plumas de avestruz, 
que utilizaban los siervos para alejar dichos insectos de la cara de los reyes y nobles. Los suelos y paredes eran 
frecuentemente lavados con una solución 
de agua y sosa. 
d. Los enjambres de moscas (8:24).
Esta pudo haber sido un tipo de mosca 
grande que chupa la sangre de los perros. 
e. La morriña del ganado (9:3).
Esta plaga tuvo, sin duda, graves consecuencias económicas y religiosas sobre los 
egipcios. Se dependía mucho de los bueyes 
para las labores pesadas de la agricultura, 
y los camellos, caballos y asnas se usaban 
mucho pitra la transportación. El ganado no 
sólo proveía leche, sino que los toros eran 
uno de los objetos más sagrados en los servicios de adoración de la tierra. 
f. El sarpullido que produjo úlceras (9:10). 
La lengua hebrea indica que era un tipo de 
úlcera abierta, enconada, que supuraba, y 
que era quizá de tipo leproso. 
g. El granizo mezclado con fuego (9:24). 
Aquellas severas tormentas de granizo estuvieron posiblemente acompañadas con 
abundancia de relámpagos y rayos que 
prendió fuego a los campos de Egipto, ya 
muy dañados por el granizo. A causa de las 
seis primeras plagas, algunos egipcios creyeron aparentemente la Palabra de Dios y 
protegieron a sus ganados y criados, retirándolos de los campos (9:20). 
h. La invasión de langostas (10:13).
Una langosta es capaz, de comer diariamente tanto como su propio peso, y una 
nube de langostas de un kilómetro cuadrado puede estar compuesta de varias 
docenas de millones de estas criaturas. 
Hay información de enjambres de estos 
insectos que ocuparon áreas de varios cientos de kilómetros cuadrados, y una plaga 
de ese tamaño bien puede contar con miles de millones de langostas. 
i. Los tres días de oscuridad (10:22).
Esta plaga fue seguramente la que más pavor causó de todas las que anteriormente habían caído. La oscuridad era am grande que 
se podía realmente sentir. Durante setenta y 
dos agonizantes horas, aquella aterrorizante 
negrura privó a sus víctimas de alimento, 
agua y de la menor libertad de movimiento. 
Más de una persona debió haber enloquecido a causa de esta terrible tortura. 
j. La visitación del ángel de la muerte 
(12:29).
Dios instruye a Israel para que se prepare 
para la primera Pascua. Tenían que elegir 
un cordero macho sin defecto, de un año 
de edad, por cada familia, en el diez del 
mes de abril. Tenían que matar al animal 
el día catorce del mes. La sangre tenían 
que conservarla en una palangana, y con 
un manojo de ramas de hisopo tenían que 
untar con sangre los postes y el dintel de 
la puerta. La carne del cordero tenían que 
asarla y comerla en la noche del día catorce. junto con hierbas amargas y pan sin levadura.
Nota: Esta es la primera mención de levadura en la Biblia, y a partir de este momento viene a ser un símbolo del mal. En 
el Nuevo Testamento la levadura significa: 
(1) Hipocresía (Le. 12:1). 
(2) Racionalismo (Mt. 16:6, 12).
(3) 
Mundanalidad (Mr. 8:15). 
(4) Mala conducta (1 Co. 5:6). 
(5) Falsa doctrina (Gá. 5:9).
El cordero pascual era, por supuesto, un 
tipo y prefiguración bellísimos del Señor Jesucristo. (Véanse Jn. 1:29: 1 Co. 5:6, 7; 1 P. 
1:18. 19.) El hisopo aquí puede representar 
la 
Era una planta común de aquellas tierras. Así como el hisopo se usaba en el Antiguo Testamento para aplicar la sangre del 
cordero, en el Nuevo Testamento la fe aplica la sangre en el corazón humano. (Véase 
Ef. 2:8,9.) Debemos observar, sin embargo, 
que la simple muerte del cordero no salvaba 
automáticamente a nadie hasta que la sangre no era aplicada.
Israel comió el pan sin levadura aquella noche, y tenían que volver a hacerlo 
cada mes de abril para recordar la gran liberación experimentada (12:39-51). 
2. El propósito de las plagas.
El propósito de las plagas fue aparentemente
doble: 
a. Demostrar a Israel la fortaleza de su Dios. 
b. Mostrar a los egipcios la incapacidad total de sus dioses. Podemos observar que 
cada una de las plagas fue dirigida contra 
un dios egipcio en particular. Esto es: 
(1) La primera plaga de las aguas sangrientas fue dirigida contra Osiris, el 
dios del Nilo. 
(2) La segunda plaga de ranas fue dirigida contra Heka, la diosa de las ranas. 
(3) La tercera plaga de piojos fue dirigida contra Seb, el dios de la tierra. 
(4) La cuarta plaga de moscas estaba dirigida contra Isis, la esposa de Osiris. 
(5) La quinta plaga de la enfermedad del 
ganado desafiaba a Apis, el dios representado por un toro. 
(6) La sexta plaga, el sarpullido que producía úlceras, contra Tifón. 
(7) La séptima plaga, de granizo y fuego, estaba dirigida contra Shu, el dios 
de la atmósfera. 
(8) La octava plaga, la langosta, era contra Serapis, el dios que protegía a 
Egipto contra estos insectos.
(9) La novena plaga, la oscuridad, era 
contra Ra, el dios-sol. 
(10) La décima plaga, la muerte de los 
primogénitos, era un ataque contra 
todas los dioses. 
3. El resultado de la plaga final. 
a. A la medianoche del 14 de abril, el ángel 
de la muerte pasó por Egipto, hiriendo a todos los primogénitos de los hogares no protegidos por la sangre, incluido el de Faraón. 
b. Durante las primeras horas de la mañana 
del día 15, todo el pueblo de Israel 
(600.000 hombres más los niños) cruzaron 
la frontera de Egipto. 
c. Iban acompañados de una multitud mixta. 
G. La elección de Dios. 
1. La santificación de los primogénitos. El plan 
original de Dios era una nación de sacerdotes, 
pero al final, debido al constante pecado de Israel. limitó su elección a la tribu de Leví (Ex. 
13:2; 19:6; Nm. 8:16). 
2. La elección de la ruta más segura (13:17). 
LA ETAPA DEL EXODO II.Israel en ruta hacia el Monte Sinaí Ex 12;37-18;27
LA ETAPA DEL EXODO
II. Israel, en ruta hacia el monte Sinaí (Ex. 12:37— 
18:27). Diez eventos clave tienen lugar entre Ramesés, la ciudad egipcia de donde salieron, y su llegada a la base del 
monte Sinaí. La distancia era aproximadamente de unas 
150 millas (unos 240 km). Estos sucesos fueron: 
A. La aparición de la gloria de Dios (Shekinah) mediante la columna de nube y de fuego (13:21,22).  
De Sucot a Etam. En Etam se manifiesta la columna de nube y fuego para dirigir a Israel durante el 
día o la noche. 
Esto marca la primera aparición de 
la gloria de Dios (Shekinah), la indicación visible 
y luminosa de la presencia de Jehová (13:21, 22). 
Otras apariciones tanto en el Antiguo como en el 
Nuevo Testamento son: 
1. En el mar Rojo (Ex. 10:19. 20). 
2. En el Lugar Santísimo en el tabernáculo (Lv. 
16:2). 
3. En el Lugar Santísimo en el templo (2 Cr. 
5:11-13). 
4. Cuando abandona el templo en el tiempo de 
Ezequiel (Ez. 10). 
5. En el nacimiento de Cristo (Le. 2:9-11). 
6. En el monte de la transfiguración (Mt. 17:5). 
7. En la ascensión (Hch. 1:9). 
8. En el rapto (1 Ts. 4:17). 
9. En la segunda venida (Mt. 24:30, Mr. 8:38). 
10. Durante el milenio (Is. 4:5, 6; 60:19). 
B. La persecución de Faraón, que se lamenta de su 
acción de haber permitido que Israel marchara 
(14:5-10).
De Etam a Pi-hahirot (14:1 -4). 
1. La decisión de Faraón de perseguir a Israel. 
Faraón se lamenta de su decisión de liberar a 
Israel y se propone caer sobre ellos, capturándolos de nuevo en el desierto cerca del mar 
Rojo por medio de sus carros de guerra.
2. La desesperación del pueblo y su deseo de rendirse (Ex. 14:11. 12). 
3. La declaración del profeta de elevar la mirada 
hacia Dios (Ex. 14:13, 14). 
C. La partición de las aguas del mar Rojo (14:13-31). 
D. La celebración en Israel por la liberación experimentada y por la destrucción del ejército de Faraón 
(15:1-21).
Desd Pi-hahirot y por medio del mar Rojo 
(14:15— 15:21). 
1. La columna de nube protectora. Este es el segundo milagro más grande de la Biblia. El más 
grande, por supuesto, es la resurrección de 
Cristo (Ef. 1:20). El cruce del mar Rojo es 
mencionado muchas veces en la Palabra de 
Dios. (Véanse Sal. 78:53; 106:11. 12. 22: He. 
11:29.) Este milagro fue realmente triple en su 
naturaleza: 
a. La primera parte fue el cambio en la posición de la columna de nube que se colocó 
ella misma entre el campamento de Israel 
y el ejército de Faraón. Era al mismo tiempo nube y tinieblas para los egipcios y luz 
para el pueblo de Dios. 
b. La segunda parte fue la división auténtica 
de las aguas, dejando un paso abierto de 
quizá una milla (más de un kilómetro) de 
ancho. En relación con esto, el doctor 
Leon Wood escribe:
«Una multitud de 2.000.000 de personas, marchando en formación de diez 
en línea, con una separación de cinco 
pies (un metro y medio) entre cada línea, ocuparía un espacio de 190 millas 
(más de 300 km) de largo. Si este paso 
en el agua fue tan ancho como una autopista moderna, los primeros israelitas 
que cruzaron habían llegado a Canaán 
antes que los últimos empezaran a cruzar, y habrían transcurrido varios días.» 
(A Survey of Israel’s History, p. 133.) 
c. La tercera parte fue el cierre del mar otra 
vez. 
2. La separación de las aguas del mar Rojo.
«Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e 
hizo Jehová que el mar se retirase por recio 
viento oriental toda aquella noche: y volvió el 
mar en seco, y las aguas quedaron divididas» 
(14:21). 
3 .1.a destrucción del ejército egipcio.
«Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros 
y la caballería, y todo el ejército de Faraón que 
había entrado tras ellos en el mar; no quedó 
de ellos ni uno» (14:28). 
4. La alabanza del pueblo de Dios.
«Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este 
cántico a Jehová. y dijeron: Cantaré yo a Jehová, 
porque se ha magnificado grandemente; ha echado en el mar al caballo y al jinete» (Ex. 15:1). 
E. Las aguas amargas de Mara:  
Fueron endulzadas al echar Moisés un árbol en ellas (15:22-26). En este 
momento Dios les promete que la obediencia a él 
les libraría de enfermedades.
Desde el mar Rojo hasta Mara (15:22-26). 
1. El agua amarga.
«Y llegaron a Mara. y no pudieron beber las 
aguas de Mara. porque eran amargas; por eso 
le pusieron el nombre de Mara» (15:23). 
2. El árbol bueno.
«Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol: y lo echó en las aguas, y las aguas 
se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó» (Ex. 15:25). 
3. El gran médico.
«Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de 
Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de 
sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y 
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador» 
(Ex. 15:26).
De Mara a Elim (Ex. 15:27).
«Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes 
de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí 
junto a las aguas.»
F. El maná (16:4. 14.35). 
Este pan del cielo vendría a ser su alimentación 
principal durante los siguientes cuarenta años. 
Desde Elim al desierto de Sin (16:1-36). 
1. La multitud quejosa.
«Y toda la congregación de los hijos de Israel 
murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la 
tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las 
ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud» 
(Ex. 16:2, 3). 
2. El maná milagroso (16:14, 15).
Desde este momento y durante los siguientes 
cuarenta años. Dios los alimentaría seis días a 
la semana con maná, que era semejante a la 
semilla de cilantro, blanco, plano, y que lema 
sabor de hojuelas con miel. Sólo cesó cuando 
Israel entró en la tierra prometida. (Véase Jos. 
5:12.)
Tenían que recogerlo cada mañana y comerlo el mismo día durante seis días, y en el 
sexto día tenían que recoger una doble porción 
para el día séptimo, cuando el maná no caía. 
La palabra maná en hebreo significa literalmente «¿qué es esto?». Esto es lo que dijeron 
cuando lo vieron por primera vez. y le quedó 
como nombre. Jesús aplicaría años más tarde 
este evento a su propio ministerio. (Véase Juan 
6:30-63.) El doctor John David escribió algo 
útil sobre este asunto del maná:
«No debemos suponer en base de estos 
pasajes que el maná fue lo único que comieron los hebreos en el desierto durante 
cuarenta años. Sabemos que los israelitas 
tenían ovejas y vacas (12:38; 17:3), y que 
continuaron poseyéndolos no solamente en 
el Sinaí (34:3), sino también cuando llegaron a Edom y al país al este del Jordán 
(Nm. 20:19; 32:1). Parece que en algunas 
ocasiones los hebreos compraron alimento y agua de los edomitas (Dt. 2:6. 7).También podemos inferir claramente de 
distintas referencias bíblicas, que el trigo 
y la carne estaban disponibles para ellos 
(Ex. 17:3; 24:5; Lv. 8:2, 26, 31; 9:4; 10:12, 
24:5; y Nm. 7:13, 19).» (Moses and the
Gods o f Egypt, p. 181.) 
G. La institución del sábado (16:23, 26-30; 31:13).
El sábado solemne (16:23-30). 
«Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por 
eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, 
pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en 
el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo 
día» (Ex. 16:29, 30).
A continuación damos un breve resumen de la enseñanza bíblica sobre el sábado: 
1. La primera mención del sábado la tenemos en 
Exodo 16:23. Durante los primeros 2.500 años 
de la historia humana. Dios fue el único que 
lo observó (Gn. 2:2). 
2. El sábado fue entonces dado a Israel (Ex. 
31:13, 17) quien aparentemente no supo hasta 
este momento nada acerca de él. (Véase Ex. 
16:29.) Este día nunca le fue dado a la Iglesia 
(véanse Col. 2:16; Gá. 4:9-11). 
3. Sábado no es una palabra hebrea para siete sino que significa «descanso o reposo». Las 
palabras hebreas para siete son sheba y shibah.
De lo que se infiere que una traducción literal 
del cuarto mandamiento diría: «Acuérdate del 
día de reposo para santificarlo.» 
4. Hubo muchos «sábados» que se le dieron a Israel:
 a. El día séptimo de la semana (Ex. 20:8-11). 
(1) Empezaba a la caída del sol del viernes y terminaba a la puesta del sol 
del sábado. 
(2) Era un día de descanso absoluto, sin 
actividad de trabajo ni reuniones de 
ninguna especie.
b. Era «sábado» (reposo) el primer día del 
séptimo mes (Lv. 23:24,25), para celebrar 
la fiesta de las trompetas.
c. Era «sábado» el décimo día del mes séptimo (Lv. 16:29, 30), en que se celebraba 
el día de la expiación. 
d. Era también «sábado» el día quince del 
mismo mes (Lv. 23:34), cuando se celebraba la fiesta de los tabernáculos. 
e. El año séptimo era «sábado» (Lv. 25:1-4), 
en el que se dejaba reposar a la tierra durante un año. 
f. Era «sábado» el año cincuenta (Lv. 25:8), 
el año del jubileo.
Los setenta años de cautividad en Babilonia 
se debieron principalmente a la desobediencia de Israel en observar estos años de reposo. En los aproximadamente 500 años que 
transcurrieron hasta que Israel se posesionó 
de la tierra prometida, habían acumulado setenta años de reposo. (Véanse Lv. 26:27-35: 
2Cr. 36:21 ;Jer. 25:11.) 
5. El sábado nunca ha sido cambiado, pero ha 
sido dejado a un lado porque la nación de Israel ha sido desechada. (Véase Mt. 21:43.)
6. Se volverá a observar otra vez el sábado durante el tiempo del reino. (Véase Is.,66:23.)
Pregunta: ¿Cuándo, pues, recibió la Iglesia 
autorización para adoraren domingo?
Respuesta: Mediante el modelo establecido por la resurrección que sucedió en el primer día de la semana, esto es, el domingo. Este 
hecho lo registran los cuatro evangelios (Mt. 
28:1; Mr. 16:2. 9: Le. 24:1, 13. Jn. 20:1, 19). 
De manera que como el sábado conmemora la
 terminación de la creación (Ex. 20:8-11), así 
el primer día conmemora la consumación de 
la creación. (Véanse Hch. 20:7; 1 Co. 16:1, 2; 
He. 7:12.) Es cierto que Pablo predicó frecuentemente a los judíos en sábado (Hch. 13:14; 
16:13; 17:2; 18;4), pero lo hizo porque era el 
día en el que los judíos se reunían regularmente. (Véase 1 Co. 9:19, 20.) 
H. La roca golpeada en Refidim (17:1 -7). 
Esto fue hecho para proveerles de agua, que Dios 
les dio de manera sobrenatural de un lado de aquella roca. Casi cuarenta años más tarde Moisés golpearía otra roca en un lugar distante, pero en 
aquella ocasión él estaba fuera de la voluntad de 
Dios. (Véase Nm. 20:7-13.)
Desde el desierto hasta Refidim (Ex. 17:1— 18:27).
Moisés golpea la roca (17:6). Los volubles israelitas estaban ya casi dispuestos a apedrear a 
Moisés cuando Dios intervino. «He aquí que yo 
estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y 
golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo....» 
I. Victoria de Israel sobre los amalecitas (Ex. 17:8- 
16). 
Aquí encontramos cuatro cosas importantes que se 
mencionan por «primera vez» y debemos de 
notarlas: 
1. La primera mención de Josué, quien fue elegido por Moisés para dirigir el ejército de Israel (17:9). 
2. La primera oración de Moisés por Israel 
(17:11, 12). 
3. La primera parte de la Biblia que se escribe 
(17:14). 
4. La primera referencia a uno de los grandes 
nombres de Dios: Jehová-nisi (Jehová es mi 
estandarte) (17:15).
Moisés derrota a un enemigo (17:11). Los 
enemigos son los amalecitas. Estos descendientes de Esaú (Gn. 36:12), que formaban 
bandas errantes del desierto dedicadas al pillaje, llevaban probablemente un tiempo siguiendo a Israel, y eligen este momento para 
atacarles (17:8).
El general: Josué. Esta es la primera mención de uno de los líderes militares más notables de todos los tiempos. A pesar de su 
juventud (probablemente entre veinte y treinta años), Moisés lo elige para dirigir las fuerzas armadas de Israel. Su habilidad y bravura 
iban unidas a su amor por Dios (17:9).
El intercesor: Moisés. Este gran anciano 
asciende a un montículo cercano, extiende sus 
manos al cielo y empieza a orar por Josué y 
por Israel que luchan abajo (17:11).
Los ayudadores: Aarón y Ur. Estos dos ayudan a Moisés a mantener sus cansados brazos 
en alto a fin de que Dios pueda dar la victoria 
abajo. Israel vence, se escribe una de las primeras secciones de la Biblia y Moisés edifica 
un altar, llamándolo Jehová-nisi, que significa «Jehová es mi estandarte». 
J. El encuentro de Moisés con su familia (18:5). 
Moisés saluda a su familia (18:7). 
1. Es saludado por Jetro, Séfora y sus dos hijos, 
Gersón y Eliczer. 
2. Moisés escucha el consejo de Jetro y nombra 
hombres capaces que le ayuden a juzgar en los problemas del pueblo (18:17-27).
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