LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD
DANIEL (605-536 a.C.)
 INTRODUCCIÓN
1. Daniel era un joven adolescente llevado en cautiverio por Nabucodonosor durante el primer sitio de Jerusalén en el 605 a.C. 
2. Era de sangre real. 
3. Mientras estuvo en cautiverio sirvió fielmente bajo 
tres reyes: Nabucodonosor, Belsasar y Darío, sin comprometer en absoluto su fe en Dios. 
4. Fue ministrado por Gabriel y Miguel, los dos únicos 
arcángeles conocidos (9:21; 10:13). 
5. Nos dice más en su libro acerca del futuro Anticristo 
que cualquier otro escritor del Antiguo Testamento. 
6 . Ezequiel, uno de sus contemporáneos, se refiere a: 
a. La justicia de Daniel, comparándole con Noé y Job 
(Ez. 14:14). 
b. La sabiduría de Daniel (Ez. 28:3). 3
7. Jesús citó a Daniel durante su discurso en el monte 
de los Olivos (Mt. 24:15). 
8 . El elemento distintivo de este libro es que Daniel escribió la parte central del mismo (2:4—7:28) en lengua aramea. 
9. Puede ser comparado con José, porque ambos hombres tenían el don de interpretación de sueños. (Cp. 
Gn. 37:5,9; 40:8; 41:25 con Dn. 2:24; 4:19.) 
10. Su libro marca el tercero de los cinco grandes períodos de milagros en la Biblia. Estos períodos son: 
a. El tiempo de Moisés y Josué. 
b. El tiempo del ministerio de Elias y Elíseo. 
c. La época de Daniel. 
d. El tiempo de Cristo y sus discípulos. 
e. El tiempo del ministerio de Pedro y Pablo. 
11. Daniel puede ser caracterizado por su vida de propósito, oración y profecía.
 
I. Una dieta divina.
 A. La resolución de Daniel (1:1-8). 
1. Nabucodonosor había seleccionado a algunos 
jóvenes hebreos distinguidos para entrenarlos 
en la cultura babilónica. Daniel y sus tres amigos eran parte de este grupo de estudiantes (4). 
2. Estos jóvenes tenían asignadas raciones de lo 
mejor de la comida y bebida del rey (1:5). 
3. El lavado de cerebro empezó cuando el jefe del 
servicio de palacio les cambió los nombres (v. 7). 
a. Ananias (Dios es misericordioso) recibió 
el nombre de Sadrac (iluminado por el 
dios sol). 
b. Misael (¿Quién es como Dios?) fue llamado Mesac (Quien como Istar). 
c. Azarías (El Señor es mi ayuda) fue cambiado por Abed-nego (esclavo de Nabu). 
Nabu era el dios babilonio de la sabiduría 
y la educación. 
d. Daniel (Dios juzga) recibió el nombre de 
Beltsasar (Príncipe de Bel). Bel era el dios 
principal del panteón babilónico, equivalente a Zeus o Júpiter. 
4. Daniel se sometió al cambio de nombre, pero 
se propuso no aceptar la comida del rey ( 1 :8 ). 
Tres factores pudieron influir en su decisión: 
a.  La carne y el vino habían sido probablemente ofrecidos en sacrificio a los ídolos.
 b. Aquellos alimentos podían estar prohibidos por la ley de Moisés (Lv. 11:44-47). 
c. El podía haber hecho con anterioridad el 
voto nazareo (Nm. 6:3). 
5. Satanás sin duda intentaría hacer que Daniel 
racionalizara la situación de distintas maneras. 
Podía haber considerado: 
a. El rey lo ha ordenado, es una ley y debo 
obedecerla. 
b. La desobediencia podía acarrearle graves
a castigos.
c. Podía haber malogrado todas las posibilidades de promoción. 
d. Al país que fueres, haz lo que viereis. 
e. Estaba muy lejos de la patria y nadie se iba 
a enterar. 
f. En cualquier caso Dios le había fallado a 
él permitiendo su captura y deportación. 
B. La recomendación de Daniel (1:8-14). 
1. Daniel pide permiso al jefe del servicio de palacio para cambiar el alimento. Pero a pesar 
del afecto que éste tiene por Daniel, se 
lo deniega por temor a la reacción de 
Nabucodonosor. 
2. Daniel entonces le propone al mayordomo que 
estaba bajo el jefe del servicio hacer una prueba. Le sugiere que durante diez días coman 
solamente legumbres y agua. Al cabo de estos 
días el mayordomo podría comparar a Daniel 
y sus amigos con los demás jóvenes que comían de la mesa del rey (1:11-13). El mayordomo estuvo de acuerdo con esta prueba. 
C. Las recompensas de Daniel (1:15-21). 
1. De parte de Dios. 
a. Pasados los diez días, Daniel y sus amigos 
tenían un aspecto más saludable y fuerte 
que los demás. Este es el primero de los 
milagros registrados en el libro de Daniel 
(1:15). 
b. Al terminarse el período de entrenamiento, Daniel y sus amigos se mostraron diez 
veces más sabios e inteligentes que los 
magos y adivinos de Babilonia. Además 
de esto. Dios le concedió a Daniel la capacidad sobrenatural de interpretar sueños 
y visiones, un don que él usó bastante 
(véanse Dn. 2:31; 4:19). 
2. De parte de Nabucodonosor (1:21). El rey 
babilonio pone a Daniel en el camino de una 
carrera política que se iba a extender durante 
setenta años bajo varios reinados de reyes 
babilonios y persas-
II. Una estatua y una piedra. 
A. La frustración de los babilonios (2:1-13). 
1. Nabucodonosor tiene una horrible pesadilla y 
llama a todo su gabinete ministerial para que 
le interpreten el sueño (2:1-3). 
2. Le aseguran al rey que si él les relata el sueño, ellos le podrán dar inmediatamente una 
interpretación (2:4). Desde este versículo hasta el 7:28, el libro de Daniel aparece escrito 
en arameo, la lengua que se hablaba en la corte de Nabucodonosor. (Daniel escribió esta 
sección en lengua aramea porque era una lengua de los gentiles y porque esa parte del libro trata acerca de cuatro grandes imperios 
gentiles.)
3. Nabucodonosor rehúsa contarles el sueño, y 
les replica: «El asunto lo olvidé» (v. 5). Debemos notar aquí que él no les está diciendo 
que ha olvidado el sueño o que se ha ido de 
su mente, sino más bien que él ha demandado 
algo y quiere acción. 
4. Seguidamente les anuncia su decisión de castigarles si le fallan, y de premiarles grandemente si le satisfacen (2:5, 6 ). 
5. Los atemorizados magos y adivinos reconocen 
su incapacidad total para hacer lo que les piden y desalentados concluyen diciendo:
«... no hay quien lo pueda declarar al rey, 
salvo los dioses cuya morada no es con la 
carne» (v. 1 1 ).
Seis siglos después sucedería algo maravilloso en Belén que cambiaría para siempre esta 
situación (véanse Jn. 1:14; Gá. 4:4.) 
6 . Nabucodonosor, rojo de ira, ordena matar a todos los sabios de Babilonia por su vergonzoso fracaso (2:12,13). Este decreto incluye, por 
supuesto, a Daniel y sus tres amigos, quienes 
acababan de entrar a formar parte de esta élite. 
B. La revelación de Dios (2:14-30). 
1. A Daniel le llegan las noticias de esta decisión 
insensata, y le asegura a Arioc, capitán de la 
guardia del rey, que no es necesario cumplir 
esta orden porque su sueño será muy pronto 
revelado. 
2. Daniel entonces se lo dice también al rey 
(2:14-16). 
3. Regresa después a casa y dirige a sus amigos 
en un servicio de alabanza y oración (2:17-23). 
Encontramos aquí por primera vez la frase «el 
Dios del cielo», como aparece en 2:18. Esta 
expresión es propia de los libros del tiempo del 
cautiverio (véase Neh. 1:4). Ahora que Jerusalén y el templo estaban destruidos, Dios ya 
no moraba entre los querubines. Ezequiel vio 
marchar al cielo el Shekinah, la nube de gloria (véanse Ez. 9:3; 10:4, 18; 11:23). El es ahora el Dios del cielo. 
4. Aquella misma noche Dios permite a Daniel 
ver en visión los mismos eventos que 
Nabucodonosor había anteriormente soñado 
(2:19). 
5. Daniel, conmovido, alaba al Dios del cielo 
(2:21-23). 
6 . El profeta es después llevado a la presencia del 
rey, pero antes de declararle la interpretación 
del sueño deja perfectamente claro lo siguiente:
«Pero hay un Dios en los cielos, el cual 
revela los misterios, y él ha hecho saber 
al rey ... Y a mí me ha sido revelado este 
misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes....» (2:28, 
30) 
C. La interpretación de Daniel (2:30-45). 
1. La cronología del sueño (¿qué es lo que vio 
el rey?) (2:31-35).
a. Vio la imagen grande y poderosa de un 
hombre, compuesta de varios metales.
(1) La cabeza era de oro.
(2) El pecho y los brazos eran de plata.
(3) El vientre y los muslos eran de bronce.
(4) Las piernas eran de hierro y sus pies 
parte de hierro y parte de barro b. Esta estatua fue después destruida, convirtiéndose en polvo, por una piedra especial 
que cayó sobre ella cortada en forma sobrenatural de un monte.
c. La piedra entonces se transformó en un gran 
monte que llenó toda la tierra (2:34, 35). 
2. La teología del sueño (¿qué significaba?) 
(2:36-45). 
a. La estatua representaba cuatro poderes 
gentiles mundiales.
(1) La cabeza de oro era Babilonia.
(2) El pecho y los brazos de plata era 
Persia.
(3) El vientre y los muslos de bronce era 
Grecia.
(4) Las piernas de hierro y los pies en 
parte de hierro y en parte de barro era 
Roma. 
b. En el tiempo del último de estos poderes 
mundiales, el Dios del cielo va a hacer añicos todos los reinos del mundo por medio 
de su piedra (el Señor Jesucristo) y establecerá un reino eterno (2:44,45). 
c. El último poder mundial gentil (Roma) 
será reavivado en el tiempo de la tribulación, y consistirá de diez naciones. Esto se 
sobreentiende porque las grandes profecías 
concernientes al cuarto poder no fueron 
cumplidas en la historia de la antigua 
Roma. La Piedra demoledora no desmenuzó a aquellos reinos terrenales. Por el contrario, él fue llevado a la muerte por la 
sentencia de un magistrado del Cuarto Imperio. Durante su discurso del monte de 
los Olivos, nuestro Señor pronunció las siguientes palabras acerca de Jerusalén. Su 
mensaje era tanto histórico como profético 
en su alcance. El proclamó:
«... y Jerusalén será hollada por los 
gentiles, hasta que los tiempos de los 
gentiles se cumplan» (Lc. 21:24). 
Scofield observa en relación con esto: 
«Los “tiempos de los gentiles” comenzaron con el cautiverio de Judá bajo 
Nabucodonosor (2 Cr. 36:1-21), tiempo desde el cual Jerusalén ha estado 
bajo el dominio gentil.» (La Biblia
Anotada de Scofield, p. 1064.)
Estos mismos imperios sobre los que 
Nabucodonosor soñó fueron luego representados en la profecía de Daniel (7:1-27) 
como cuatro bestias.
(1) Babilonia era el león alado.
(2) Persia era un oso.
(3) Grecia era un leopardo alado.
(4) Roma era una bestia espantosa y terrible.
Esto nos indica que Dios ve al hombre 
de una manera diferente de como el hombre se ve a sí mismo. 
3. Un resumen del sueño (fechas importantes en 
la historia de los cuatro reinos).
Babilonia (fechas clave: 626-556 a.C.). 
a. Las semillas que dieron lugar a las manifestaciones religiosas de Babilonia fueron 
sembradas por Nimrod y sus seguidores en 
la torre de Babel (Gn. 11:9). 
b. Por el año 1830 a.C. la ciudad empezó a 
crecer en importancia. 
c. Hammurabi (1704-1662 a.C.) la haría más 
tarde mundialmente famosa por medio de 
su código. 
d. Babilonia estuvo controlada por los asirios 
desde el 900 hasta el 722 a.C. 
e. En el 722 a.C. un babilonio llamado 
Merodac-baladán (mencionado en 2 R. 
20:12 e Is. 39:1) se levantó en contra de 
los asirios. 
f. En el 626 a.C. otro hombre fuerte llamado Nebopolasar fundó la dinastía que permanecía todavía en los días de Daniel. 
g. En el 612 a.C. liquidó definitivamente cerca de la ciudad de Harán lo que quedaba 
de la amenaza asiria.
i. En el 605 a.C. envió a su hijo 
Nabucodonosor, mundialmente conocido, 
a luchar con los egipcios en un lugar llamado Carquem is. Los babilonios 
emergieron como los dominadores del 
mundo. 
j. Nabucodonosor (quien reinó del 606 al 
561 a.C.) fue un jefe militar brillante y 
enérgico y el hombre más importante de 
su tiempo fuera del mundo judío. Era soldado, hombre de estado y arquitecto. Se 
casó con una princesa meda llamada 
Amyhia y creó para ella los famosos jardines colgantes de Babilonia, considerados 
por los griegos como la séptima maravilla del mundo antiguo. 
k. Nabucodonosor persiguió al ejército egipcio 
en retirada hasta cerca de Jerusalén. Su primera visita a Jerusalén fue breve, pues tuvo 
que volver urgentemente a Babilonia en el 
605 a.C. a causa del fallecimiento inesperado de su padre. Dirigió el asedio de la ciudad santa en por los menos tres veces, y en 
la última de ellas la incendió y destruyó por 
completo. Estas ocasiones fueron:
(1) 605 a.C. Entró en la ciudad y tomó 
posesión de ella, permitió a Joaquín 
reinar como un rey vasallo, se llevó 
algunos de los tesoros del templo y 
envió a Babilonia a algunos jovencitos judíos. Entre este grupo de adolescentes se encontraba Daniel y sus 
tres amigos (2 Cr. 36:6, 7; Dn. 1:1-
3).
(2) 597 a.C. Volvió otra vez y se llevó a 
Babilonia el resto de los tesoros, así 
como también al profeta Ezequiel, al 
rey Joaquín (hijo de Joacim) y a 
10.000 de los príncipes, oficiales y 
ciudadanos principales (2 R. 24:14-
16).
(3) 586 a.C. Regresó para castigar la rebelión encabezada por Sedequías, el 
último rey de Judá. Esta vez demolió las murallas, destruyó el templo 
e incendió la ciudad. Mató a los hijos de Sedequías y a él le sacó 
los ojos, se lo llevó prisionero a 
Babilonia donde murió. 
l. Nabucodonosor murió en el 562 a.C.
m. Su hijo Evil-merodac empezó su corto reinado en el 562 a.C. (2 R. 25:27). Liberó 
al rey Joaquín y le trató como a un soberano extranjero invitado.
n. En el 556, un noble asirio llamado 
Nabodino logró hacerse con el trono. Sin 
embargo, después de un corto plazo se 
medio retiró, y puso a su joven hijo 
Belsasar como su corregente en Babilonia. 
ñ. Belsasar reinó hasta aquella aciaga noche 
del 13 de octubre del 556 a.C., cuando los 
medos y los persas entraron en la ciudad 
y se apoderaron de ella (Dn. 5).
Persia (fechas clave: 539-331 a.C.). 
a. Ciro el Grande fundó el poderoso imperio 
persa en el 559 a.C. Es mencionado frecuentemente en el Antiguo Testamento 
(Esd. 1— 5; Is. 44:28; 45:1; Dn. 1:21; 
6:28: 1 0 : 1 ). 
b. En el 546 derrotó al rey Creo de Lidia, un 
rey de fantásticas riquezas. 
c. En el 539 se apoderó de la ciudad de 
Babilonia y ejecutó a Belsasar. 
d. Pocos años después permitió a los judíos 
volver a su tierra. 
e. Murió en el campo de batalla en el 529
a.C. 
f. Le sucedió en el trono su hijo Cambises II (529-522) quien conquistó Egipto. Poco 
después de esto se suicidó y empezó una 
guerra civil. 
g. Darío el Grande (522-486) sucedió a 
Cambises II y salvó al tambaleante imperio restableciendo la ley y el orden.
h. Darío fue derrotado por los griegos en la 
célebre batalla de Maratón en el 490 a.C.
i. Reinó después Jeijes (486-465), el hijo de 
Darío. Este es el rey Asuero del libro de 
Ester. Jeijes también fue derrotado por los 
griegos en Salamis en el 480. 
j. Artajerjes I (465-423) era rey durante el 
tiempo en que Nehemías servía en el palacio. 
k. Durante el corto reinado de Darío III (335- 
331) Alejandro Magno conquistó el Imperio Persa. 
Grecia (fechas clave: 331-323 a.C.). 
a. Desde el 546 al 479 a.C. los estados griegos vivieron bajo la constante amenaza de 
las invasiones persas, pero todo terminó 
después de las victoriosas batallas de 
Salamina y Platea. 
b. Poco después de estas guerras con los persas, Grecia entró en su edad de oro, dirigidos por un líder demócrata ateniense 
llamado Pericles (461-429 a.C.). Algunos 
de sus ciudadanos han llegado a estar entre las personalidades más famosas quejamás han vivido.
(1) Herodoto (485-425), el padre de la 
historia.
(2) Hipócrates (460-370), el padre de la 
medicina moderna.
(3) Sócrates (469-399), filósofo.
(4) Platón (427-347), filósofo.
(5) Aristóteles (384-322), filósofo.
(6 ) Demóstenes (385-322), uno de los 
más grandes oradores de todos los 
tiempos. 
c. Sin embargo, la edad de oro griega fue de 
corta duración debido a que Atenas y 
Esparta, dos de sus principales ciudadesestados, empezaron a luchar entre sí. Los
tres conflictos armados que sostuvieron 
son conocidos como las guerras del 
Peloponeso (459-404 a.C.). Esparta sobresalió después de estas guerras. 
d. En el 338 a.C. un hombre de Macedonia 
conquistó Grecia, pero fue asesinado dos 
años después, en el 336 a.C. Es conocido 
en la historia como Felipe de Macedonia 
(380-336 a.C.). 
e. Le sucedió en el trono su hijo Alejandro 
Magno, quien llegó a ser uno de los más famosos conquistadores en la historia universal. Tenía veinte años en este momento y se 
preparó inmediatamente para llevar a cabo 
las órdenes de su padre de invadir Persia. 
f. En el 334 a.C. cruzó el estrecho de 
Helesponto, que separaba Asia Menor del 
Cercano Oriente.
(1) Derrotó a los persas en Gránico en el 
334 a.C.
(2) Los volvió a vencer en Iso en el 333
a.C.
(3) Destruyó Tiro, dejó sin tocar a Jerusalén, y fue bien recibido en Egipto, 
donde fundó la ciudad de Alejandría.
(4) Aniquiló definitivamente a los persas 
en Arbela en el 331 a.C. 
g. Invadió la India en el 327. En esta fecha 
trazó también planes para reconstruir 
Babilonia y devolverle su antiguo esplendor. Murió en la India en el 323 a la edad 
de treinta y dos años. 
h. Su extenso imperio quedó dividido entre 
sus cuatro generales.
(1) Ptolomeo I, que reinó en Egipto. 
Cleopatra procede de esta dinastía.
(2) Seleuco Nicator, quien se hizo con 
Siria. De esta dinastía procede el famoso Antíoco Epífanes IV (176-163
a.C.)
(3) Casandro, quien gobernó en Grecia y 
Macedonia.
(4) Lisímaco, quien reinó en Asia Menor. 
Roma (fechas clave: 58 a.C. hasta el 476 d.C.). 
a. La fecha tradicional de la fundación de 
Roma es el 21 de abril del 753 a.C. 
Cicerón dice que el nombre procede de 
Rómulo, su fundador. Éste reinó durante 
treinta y nueve años, desapareció después 
misteriosamente, y supusieron que había 
sido llevado al cielo. 
b. Para el año 338 a.C., Roma controlaba la 
parte central de Italia. 
c. Después vinieron las famosas guerras 
púnicas entre Roma y Cartago, con la destrucción de la última en el 146 a.C.
(1) Primera guerra (264-241 a.C.).
(2) Segunda guerra (218-202 a.C.): 
Aníbal apareció durante esta guerra. 
Aterrorizó a los romanos cuando logró en el 218 hacer pasar una manada de elefantes por los Alpes y 
derrotando dos poderosos ejércitos 
romanos. También los venció en 
Cannas en el 216 a.C. Finalmente el 
general romano Escipión derrotó a 
Aníbal en Zama en el 202 a.C. A partir de ese momento Roma quedó dueña del Mediterráneo.
248LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD (DANIEL)
(3) Tercera guerra (149-146 a.C.): la ciudad de Cartago, en el norte de África, fue tomada e incendiada. 
d. Pompeyo, el famoso general romano, conquistó Palestina en el 63 a.C. Después 
Roma entró en un período de guerra civil 
y de incertidumbre. 
e. Julio César salvó y consolidó el imperio 
durante sus conocidas guerras de las 
Galias (58-51 a.C.). El 15 de marzo del 44 
a.C., César fue asesinado en Roma. 
f. Octavio César (conocido también como 
Augusto) se consolidó como emperador al 
vencer a Casio y a Bruto (dos de los rebeldes que asesinaron a Julio César) en 
Filipos en el 42 a.C. Octavio derrotó también a Antonio y a Cleopatra en la batalla 
naval de Accio y se anexionó Egipto convirtiéndola en una provincia romana. Así 
entró Roma en el cénit de su poder y gloria. Siendo Octavio emperador de Roma 
nació nuestro Señor en Belén (Le. 2:1). 
Octavio gobernó el imperio del 31 a.C. al 
14 d.C. 
g. Le sucedió en el trono imperial Tiberio 
César (14-37 d.C.). Los ministerios de 
Juan el Bautista y de Jesucristo tuvieron 
lugar en este tiempo. 
h. Caligula (37-41 d.C.) fue un hombre rudo 
y maníaco y terminó siendo asesinado. 
Caligula estaba en el poder durante la primera parte del libro de los Hechos. 
i. Claudio (41-54 d.C.) fue envenenado por 
su propia esposa. Pablo llevó a cabo sus 
grandes viajes misioneros durante este 
tiempo. 
j. Nerón (54-68 d.C.). Después de un período de ocho años de gobierno normal, 
Nerón degeneró en un monstruo demente. Mandó incendiar Roma y acusó falsamente a los cristianos de ser los causantes, 
por lo que los persiguió con suma crueldad. Pedro y Pablo murieron como mártires durante su reinado. Nerón se suicidó 
en el 68 d.C. 
k. El general romano Vespasiano (68-79 d.C.) 
fue el siguiente emperador. Ordenó a su 
hijo Tito destruir Jerusalén, lo cual logró 
hacer en el 70 d.C.
l. A su muerte heredó el trono su hijo Tito 
(79-81 d.C.). Durante su reinado se produjo la erupción del Vesubio que destruyó la ciudad de Pompeya. 
m. Domiciano ascendió al poder en el año 81 
d.C. Él fue quien desterró al apóstol Juan 
a la isla de Patmos (Ap. 1:9). 
n. Los diez o más emperadores romanos tuvieron una cosa en común: persiguieron a 
los cristianos. 
ñ. Diocleciano ascendió al poder en el 284 
d.C. y es conocido como el último emperador que persiguió a los cristianos, pero 
también fue el más despiadado. Con el fin 
de proteger las fronteras organizó una 
tetrarquía, y nombró a Maximiano para 
gobernar la parte oriental del imperio. Abdicó en el 305 d.C.. 
o. Cuando Diocleciano dejó el trono dos aspirantes se lo disputaron inmediatamente.
Uno fue el hijo de Maximiano y el otro fue 
Constantino. Se decidió en el campo de batalla y ganó Constantino al vencer a su rival en el puente Milvio en el año 312 d.C.. 
p. Constantino promulgó en el 313 su famoso edicto de tolerancia que tuvo el efecto 
de hacer del cristianismo la religión del 
estado. El también presidió el concilio de 
Nicea en el 325 d.C.. 
q. Juliano el A póstata, sobrino de 
Constantino, ascendió al trono después de 
la muerte de su tío. Intentó reemplazar al 
cristianismo como religión dominante pero 
fracasó. Murió en el campo de batalla en 
el 363 d.C. y sus últimas palabras fueron: 
«¡Al final has vencido, Galileo!» 
r. Teodosio el Grande (378-395 d.C.), un 
gran defensor del cristianismo, dividió una 
vez más el imperio en dos partes, la occidental y la oriental (como Diocleciano había hecho anteriormente). 
s. Durante los años del 450 al 455 d.C., Atila 
de los hunos y los vándalos invadieron y 
saquearon Italia y Roma. 
t. En el 476 d.C. fue destronado Rómulo 
Augusto, el último emperador romano de 
occidente. 
D. La postración de Nabucodonosor (2:46-49). 
1. El rey se inclinó ante Daniel y ordenó a sus 
súbditos que le ofrecieran sacrificios y quemaran incienso delante de él (2:46).
2. Reconoció al Dios de Daniel como «Dios de 
dioses» (2:47). 
3. Elevó a Daniel a las posiciones más altas y le 
dio los cargos más importantes del reino 
(2:48). 
III. El horno de fuego. 
A. La orden del rey (3:1-7). 
1. Nabucodonosor construyó una estatua de oro 
que tenía 90 pies (30 m) de alto por 9 pies (3 
m) de ancho, y ordenó que la pusieran en la 
llanura de Dura, cerca de Babilonia.
Había varias razones detrás del proyecto: 
a. Enaltecerse. Daniel había designado a 
Nabucodonosor como la cabeza de oro al 
explicar el significado del sueño de la estatua en el capítulo 2. Pero el vanidoso rey 
quería serlo él todo. Bob Thieme, maestro de la Biblia, escribe:
«Supongamos por un momento que la 
imagen tenía de fondo la mitad de lo 
que tenía de ancho, es decir, 4,5 pies 
(1,5 m). Tomando estas tres dimensiones (90 x 9 x 4,5 pies [30 x 3 x 1,5 m]) 
podemos hallar el volumen de 3.645 
pies cúbicos (135 m3), equivalente a 
4.400.000 libras (unos 135.000 kilos). 
Nos podemos imaginar lo que esa cantidad de oro costaría hoy en dólares. 
Eso nos da una idea de la fantástica riqueza del imperio de Nabucodonosor y 
también de su egolatría.» (Daniel, p. 3.) 
b. Consolidar su imperio por medio de una 
religión común. Este es el segundo de tres 
grandes intentos del hombre de instituir 
una única religión mundial. La primera 
ocurrió en la torre de Babel (Gn. 11) y la 
última sucederá en Jerusalén durante la tribulación (Ap. 13).
2. El rey entonces pide que se reúnan todos los 
personajes importantes del imperio en la llanura de Dura en un día determinado (3:2). 
3. Cuando llega el día de la dedicación había una 
orquesta preparada (3:5). 
4. Se les ordena que, en cuanto que empiece a 
sonar la música, todos deben arrodillarse y 
adorar la estatua (3:4, 5). 
5. No cumplir con lo ordenado significaría la 
muerte inmediata en un homo de fuego. Sin 
duda alguna los reunidos pudieron ver las temibles llamas salir del horno de fuego. Los romanos ejecutaban a los malhechores mediante 
la crucifixión, los judíos por medio de la 
lapidación, y los babilonios quemándolos, 
(véase Jer. 29:22.) Este fue indudablemente el 
altar más persuasivo de la historia: arrodillarse o ser quemado. 
B. La posición hebrea (3:8-23). 
1. Sadrac, Mesac y Abed-nego permanecieron de 
pie durante la «invitación», de lo cual dieron 
parte al rey sus celosos policías (3:8-12). 
2. Aquellos tres hombres jóvenes fueron llevados 
ante Nabucodonosor mismo quien les dio una 
última oportunidad de arrodillarse. (Daniel no 
estaba aparentemente presente en este servicio 
de dedicación. Sus deberes como primer ministro le obligaban a viajar bastante.) Los tres 
rehusaron, diciendo: 
«No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a 
quien servimos puede libramos del horno 
de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, 
nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no 
serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado» 
(3:16-18).
Son especialmente dignas de mención las 
palabras «nuestro Dios ... puede libramos». 
Esta frase la encontramos frecuentemente en 
el Nuevo Testamento (He. 7:25; 2:18; Jud. 
1:24; Ef. 3:20; 2 Tí. 1:12). Su testimonio fue 
similar al de Job (Job 13:15).
Estos tres jóvenes conocían, por supuesto, 
que podían echar mano de varias excusas para 
justificar el arrodillarse en esta ocasión.
Por ejemplo: 
a. ¿Por qué no unimos al sistema? ¡No puedes luchar contra los que tienen el poder 
en sus manos!
b. Cooperemos con el viejo Nabuco y así le 
ganaremos para Cristo. 
c. Perro vivo es mejor que león muerto. Mejor rojo de vergüenza que muerto. «Aquel 
que lucha y huye vive para luchar otro 
día.» 
d. Nuestro líder Daniel no está aquí para ayudamos a tomar la decisión correcta.
Podían haber usado todas estas excusas, 
pero Sadrac, Mesac y Abed-nego no lo hicieron, ellos habían sido criados en el conocimiento de los Diez Mandamientos de la ley de 
Moisés. Vendría especialmente a su mente el 
segundo de ellos:
«No te harás imagen, ni ninguna semejanza No te inclinarás a ellas, ni las honrarás...» (Ex. 20:4, 5). 
3. Nabucodonosor, loco de ira y totalmente 
descontrolado, ordena que calienten siete veces más el horno y que aquellos tres héroes 
hebreos sean arrojados dentro (3:19-21). 
4. Los soldados cumplen la horrible orden y sucede que ellos mismos perecen accidentalmente por las quemaduras sufridas al acercarse al 
homo (3:22). 
5. Los tres hombres caen de cabeza en el medio 
de las llamas infernales. 
C. La presencia del Señor (3:24-30). 
1. Al fin las llamas van cediendo y el enojado 
monarca ve algo que lo deja espantado. Maravillado se vuelve a sus consejeros y les pregunta: (t
«¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego?» (3:24).
Después de asegurarle inmediatamente que así 
era, el perplejo babilonio exclamó:
«He aquí yo veo cuatro varones sueltos, 
que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto 
es semejante a hijo de los dioses» (3:25). 
Aquí notamos lo siguiente: 
a. Los ve paseando. De lo que se infiere que 
lo único que quemaron las llamas fue las 
ligaduras, pues estaban atados cuando los 
echaron al homo. 
b. Ve a uno «semejante a hijo de los dioses», 
(«Hijo de Dios», dice la versión inglesa). 
Nabucodonosor no era consciente de la 
Trinidad, pero pudo ver al Hijo de Dios, 
al Señor Jesucristo.
IV. Un árbol en convulsión. 
A. El árbol (Nabucodonosor) está corrompido por la 
vanidad (4:1-27). 
1. Nabucodonosor relata su sueño a Daniel (4:1- 
18). 
a. Este capítulo lo podríamos titular «El tratado de Nabucodonosor», porque contiene su testimonio personal de aquellos 
sucesos que le llevaron al arrepentimiento. 
b. El sueño del árbol le vino a Nabucodonosor 
probablemente entre los años treinta y treinta y cinco de su reinado. Daniel tenía unos 
cuarenta y ocho años en este tiempo. Ya habían pasado veintiocho años desde la experiencia del horno de fuego. 
c. «Conviene...» (v. 2), lleva implícita la idea 
de «pienso que es bueno que sepan». El 
rey quería que todos supieran lo que le había acontecido. (Véase Is. 52:7.) 
d. «Yo ... estaba tranquilo en mi casa» (v. 4) 
El término hebreo aquí es raan, y es una 
expresión que indica prosperidad. Literalmente significa «reverdecer, estar cubierto de hojas». 
e. Fue durante este momento de sosiego que 
tuvo este tremendo sueño. Los elementos 
principales son como sigue:
(1) Vio un árbol grande y frondoso que 
crecía en altura hasta llegar al cielo 
y era visto por todos. Los animales 
del campo se protegían bajo su sombra y las aves del cielo anidaban en 
sus ramas, y todos hallaban alimento abundante en él (4:10-12).
(2) Repentinamente apareció una figura angelical que ordenó que cortaran el árbol y esparcieran su fruto. ´
3. Un horno de fuego 
5. La mano del cielo 
El b an qu ete Daniel 5:1 
El llamado Daniel 5:7-23 
La blasfemia Daniel 5:2-4 
El escrito Daniel 5:24-29 
La pared Daniel 5 :5 ,6 
La caída Daniel 5:30, 31
6. 
El foso de los leones
UN PLAN MALVADO 
(6:1-9)
Un plan trazado por algunos caldeos celosos para 
a trapara Daniel usando su costumbre de o ración 
diaria . 
UN  HOMBRE  ARRODILLA D O (6:10-20)
Daniel continúa con su hábito de orar y esechad o en 
un foso de leon es hambrientos. 
UN BANDO CELESTIAL (6:21-28) 
Daniel es liberado por el ángel de Dios que cierra la 
boca de los leones. 
Sólo dejarían la cepa atada con cadenas de hierro y de bronce. Este 
árbol representaba a un hombre que 
le fue dada la mente de un animal 
y permaneció en esta lamentable 
condición durante siete años (4:13- 
16).
(3) Esto tenía que hacerse para que todo 
el mundo supiera que «el Altísimo 
gobierna el reino de los hombres, y 
a quien él quiere lo da, y constituye 
sobre él al más bajo de los hombres» 
(4:17). 
2. Daniel revela el significado del sueño a
Nabucodonosor (4:19-27). 
a. La interpretación era tan terrible que Daniel, horrorizado, permaneció una hora en 
silencio (4:19). 
b. Después reveló los detalles:
( 1 ) El árbol representaba en verdad a un 
hombre, y ese hombre era Nabucodonosor. (Cp. Dn. 4:22 con 2 S. 
12:7.) En la Biblia los árboles frecuentemente simbolizan varias cosas. Un árbol puede representar a un 
hombre (Sal. 1:3; Jer. 17:8; Is. 56:3). 
Puede representar al cristianismo 
(Mt. 13:31, 32). Y también puede representar juicio (Dt. 21:23; Gá. 
3:13; He. 12:2; 1 P. 2:24).
(2) El visitante celestial era un ángel vigilante que pronunció sentencia sobre el árbol. (Cp. 4:23 con Mt. 3:10; 
Le. 13:7.)
(3) No obstante, la destrucción no sería 
total, porque se ordenó que la cepa 
quedara atada con cadenas. Esto se 
hacía en el mundo antiguo para evitar que la cepa de un árbol cortado 
se agrietara, con lo cual se posibilitaba que volviera a crecer. Dios todavía tenía un propósito con 
Nabucodonosor.
(4) Con todo, el rey padecería durante 
siete años de demencia a causa de su 
orgullo. En este tiempo actuaría y 
pensaría como una animal salvaje. 
Esta enfermedad mental no es infrecuente y es conocida como 
zoantropía o licantropía. Frecuentemente el enfermo cree ser un lobo. 
Como ya hemos visto, esta alteración 
mental duraría siete años. La palabra 
«tiempos» (Dn. 4:25) es usada para 
expresar unidades de años en Daniel 
(7:25; 12:7) y en Apocalipsis (12:14).
(5) Esta aflicción solamente terminaría 
cuando Nabucodonosor se diera 
cuenta que «el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que 
lo da a quien él quiere». (Cp. 4:25 
con Ro. 13:1.) 
c. Daniel entonces le ruega al orgulloso monarca: «Tus pecados redime con justicia», 
pero de nada sirvió (4:27). 
B. El árbol (Nabucodonosor) corregido por medio de 
la demencia (4:28-37). 
1. El orgullo de Nabucodonosor (4:28-30). 
a. Un año después, el rey se paseaba por la
terraza del palacio en la ciudad capital. 
Notemos su arrogante jactancia.
«... ¿No es ésta la gran Babilonia que 
yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?» (4:30).
La antigua ciudad de Babilonia era ciertamente todo esto, como da testimonio de 
ello la siguiente descripción tomada de 
Lehman Strauss y otros: 
Babilonia fue fundada por Nimrod, 
biznieto de Noé (Gn. 10:8-10). Sobrevivió 
a una serie de conflictos y llegó a ser una 
de las ciudades más grandiosas y suntuosas del mundo conocido. Estaba muy bien 
construida y se extendía por un área de 15 
millas cuadradas (unos 25 km) de lado. El 
río Éufrates la cruzaba diagonalmente. El 
famoso historiador Herodoto cuenta que la 
ciudad estaba rodeada por una muralla de 
350 pies de alto (90 m) y 87 pies (24 m) 
de ancho. Sus cimientos eran de 35 pies de 
profundidad (más de 10,5 m) para evitar 
la invasión mediante túneles, y era lo suficientemente ancha como para que seis 
carros de caballos pudieran correr por ella.
Había alrededor de la muralla 250 torres de vigilancia ubicadas en lugares estratégicos. Por el exterior de la muralla 
había un foso lleno de agua procedente del 
río Éufrates, lo que constituía una protección adicional para la ciudad contra los 
ataques enemigos, pues cualquier ejército 
enemigo tenía que cruzar este foso antes 
de poder acercarse a las cien puertas de 
bronce de la ciudad. Pero además de ser 
un bastión de protección para el pueblo, 
Babilonia era un lugar de belleza y esplendor. Han quedado registrados en la historia sus famosos jardines colgantes como 
una de las siete maravillas del mundo antiguo. Ubicados en una amplia zona, se 
elevaban a gran altura en terrazas perfectamente trazadas unas sobre otras. Los visitantes podían admirarlas ascendiendo 
hasta lo más alto por medio de escaleras 
de 10 pies (3 m) de ancho.
Estos jardines colgantes tenían desde 
lejos una vista imponente. La torre misma 
se asentaba sobre una base de 300 pies 
( 100 m) de ancho y otros tantos de alto. 
El gran templo de Marduc, cercano a la 
Torre de Babel, era el santuario más renombrado en todo el valle del Éufrates. Albergaba una imagen de oro de Bel y una 
mesa de oro que en conjunto pesaban no 
menos de 50.000 libras (22.680 kilos). En 
la cúspide había imágenes de oro de BeleIstar, dos leones de oro, una mesa de oro 
de 40 pies (12 m) de largo y 15 pies (4,5 
m) de ancho, y una imagen de oro con figura humana de 18 pies ( 6 m) de alto. 
Babilonia era literalmente una ciudad de 
oro. (Véase Is. 14:4.) La ciudad tenía 53 
templos y 180 altares de Istar. 
2. El castigo de Nabucodonosor (4:31-33). 
a. Mientras el rey pronunciaba sus orgullosas palabras, el juicio de Dios cayó sobre 
él y fue arrojado del palacio (4:31).
b. Notemos los tristes resultados de su vanidad:
«En la misma noche se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba 
como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su 
pelo creció como plumas de águila, y 
sus uñas como las de las aves» (4:33). 
 A pesar de su condición tan desvalida, 
nadie le hizo daño durante estos años de 
demencia. Esto fue sin duda debido a la 
protección divina; además de que se consideraba que matar a un trastornado mental traía mala suerte. La enfermedad de 
Nabucodonosor le protegió de daños físicos, así como el fingimiento de locura de 
David en Gat le salvó la vida (1 S. 21:10- 
15). 
c. El trastorno mental del rey es corroborado por la historia. Josefo cita a un historiador babilonio llamado Beroso quien 
menciona una enfermedad extraña padecida por el rey. (Josefo: Las obras esenciales, Portavoz, p. 186.) Está también el 
testimonio de Abydenus, el historiador 
griego del año 268 a.C.
3. La alabanza de Nabucodonosor (4:34-37). 
Nabucodonosor se humilla y recibe la múltiple bendición de Dios. Notemos estas bendiciones celestiales.
a. Recupera la salud («mi razón me fue devuelta»),
b. Recupera el reino («la majestad de mi reino»), 
c. Y también su reputación («mi dignidad»). 
d. Su esplendor («mi grandeza»). 
e. Sus relaciones («mis gobernadores y mis 
consejeros me buscaron»). 
f. Su retórica («Ahora yo Nabucodonosor 
alabo, engrandezco y glorifico...»). 
g. A lcanza su redención. (¿Fue salvo 
Nabucodonosor? Las palabras «alabo», 
«engrandezco» y «glorifico» son verbos 
activos que indican acción continuada. Es 
decir, Nabucodonosor continuó alabando 
y glorificando a Dios mucho tiempo después de su restauración. Esto difícilmente 
lo haría un pagano.) 
V. Una mano del cielo. 
A. El banquete (5:1). 
1. El rey Belsasar organizó un gran banquete para 
mil de las altas personalidades de la nación, y 
corrió el vino en abundancia. Algunos historiadores dudaron por años la realidad histórica de la existencia de Belsasar. Según los 
registros conocidos, el último rey de Babilonia 
fue Nabónido, pero hallazgos recientes han 
autenticado definitivamente el reinado de 
Belsasar en Babilonia. Exponemos a continuación algunos de los descubrimientos del 
arqueólogo Sir Herbert Rawlinson en el año 
1854 que confirman la existencia de dicho rey: 
a. Amel-Marduc, el único hijo de 
Nabucodonosor (llamado también Evil 
Merodac en 2 R. 25:27; Jer. 52:31-34), le 
sucedió en el trono en el 562 a.C. 
b. Fue asesinado por su cuñado Nergal-sarezer 
(Jer. 39:3, 13) ei. agosto del 560 a.C. 
c. Nergal-sarezer fue sucedido por su joven 
hijo Labas-Marduc en el 556 a.C. 
d. Nabónido, que se había casado con una de 
las hijas de Nabucodonosor, le asesinó y 
usurpó el trono poco tiempo después. 
Belsasar nació fruto de esta unión. 
Nabónido, que reinó del 556 al 539 a.C., 
por alguna razón no hizo de Babilonia su 
capital, sino que dejó la deslumbrante ciudad y residió en Tema (Arabia). Después 
hizo a su hijo Belsasar corregente suyo en 
Babilonia. Esta situación se entrevé varias 
veces en Daniel capítulo 5 cuando 
Belsasar ofrece a Daniel el tercer lugar en 
el reino (5:7,16, 29). 
2. La fiesta no pudo ser organizada en un momento más inoportuno, por decir lo menos negativo, pues Babilonia llevaba ya un tiempo 
bajo el ataque de los medo-persas. Quizá lo 
hicieron para elevar la moral. 
B. La osadía (5:2-4). 
1. Belsasar estaba sentado en su mesa borracho, 
depravado y poseído por el demonio. De pronto tiene una ocurrencia horrible: se acuerda de 
los vasos de oro y plata que su abuelo 
Nabucodonosor había llevado del templo en 
Jerusalén, y ordena que los traigan al salón del 
banquete. Propone a sus invitados que beban 
vino en ellos y alaben a los dioses de 
Babilonia. 
2. Estos vasos sagrados fueron originalmente 
mandados hacer por Salomón (1 R. 7:48-51), 
mostrados por Ezequías (2 R. 20:13), y llevados por Nabucodonosor (2 Cr. 36:10). 
C. La pared (5:5, 6 ). 
1. Repentinamente, en medio de su borrachera, ve 
los dedos de una mano que escribe sobre la pared cercana a su mesa. Belsasar se quedó aterrorizado. Se nos dice: «Entonces el rey palideció, 
y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron 
sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la 
otra» (5:6). Cambió radicalmente. 
2. «El rey gritó en alta voz» pidiendo ayuda, pero 
ya era demasiado tarde. Pronto experimentaría personalmente las dolorosas palabras de 
Proverbios 1:24-27. Diez siglos antes de esto 
un grupo de hechiceros egipcios hablaron acerca de esta mano del cielo en relación con las 
terribles plagas que ellos no habían podido evitar.
Leemos:
«Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: 
Dedo de Dios es éste...» (Ex. 8:19). 
D. El llamado (5:7-23). 
1. Belsasar se vuelve a la astrología en su hora 
de mayor necesidad. ¡Qué poco ha cambiado 
la naturaleza humana! Sólo en los Estados 
Unidos de Norteamérica hay quince millones 
de personas que toman la astrología seriamente. 
2. Pero este hombre pronto descubrió que la astrología no es el bálsamo de Galaad. Ningún 
horóscopo jamás escrito puede curar la herida 
del corazón humano. Sus sabios no pudieron 
ayudarle, y esto nos señala el tercer fracaso en 
el libro de Daniel. 
3. Por fin, por consejo de la reina (probablemente 
su madre Nitocris), Belsasar llamó a Daniel 
(5:10-15).  
4. El rey le ofreció ser el tercero en el reino si le 
interpretaba aquella misteriosa escritura (5:16). 
5. Daniel está dispuesto a hacerlo pero rechaza 
las ofertas reales. Sin embargo, antes de interpretarle el mensaje, el anciano profeta repasa 
el impío historial de Belsasar. 
a. Nabucodonosor, el abuelo de Belsasar, había dejado un buen ejemplo para este joven nieto cuando se volvió a Dios después 
de su trastorno mental (5:18-21). 
b. El lo sabía, pero deliberadamente lo había 
rechazado y había endurecido su corazón 
(5:22, 23). (Véase también Pr. 29:1.) 
c. Belsasar había estado jugando con su alma 
inmortal, pues hasta el aire que respiraba 
provenía del Dios que él había blasfemado y rechazado (5:23). 
E. El escrito (5:24-29). 
1. Contenía un triple mensaje de Dios para 
Belsasar. 
a. «Mene, Mene»: Dios había medido los días 
de su reinado y le había puesto fin. 
Belsasar no siguió el sabio consejo de 
Moisés cuando oró: «Enséñanos de tal 
modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría» (Sal. 90:12). El 
triste final de Belsasar debe compararse 
con el conmovedor testimonio de Pablo 
antes de su muerte (2 Ti. 4).
 b. «Tekel»: había sido pesado en la balanza 
de Dios y estaba falto. En contraste podemos ver el testimonio de David en el Salmo 23:1: «Nada me faltará.» Belsasar no 
pesaba lo suficiente moralmente. 
c. «Peres» («Uparsin» es el plural de esta palabra): tu reino ha sido divido y dado a los 
medos y persas. 
F. La caída (5:30, 31). 
1. Herodoto, el historiador griego, nos dice que 
el ejército babilonio se desplazó primeramente al norte para frenar el avance de los medopersas, pero tuvo pronto que refugiarse tras las 
murallas de Babilonia. Ciro procedió entonces 
a desviar al río Eufrates de su curso normal, 
bajo las murallas de la ciudad, canalizando el 
agua hacia un estanque que habían cavado. 
Jenofonte, otro historiador griego, señala que 
los medo-persas entraron en la ciudad cuando 
los babilonios estaban borrachos en una orgía. 
2. Belsasar fue ejecutado aquella misma noche y 
la ciudad quedó en poder de un anciano medo 
de sesenta y dos años llamado Darío. 
3. El profeta Isaías predijo la caída de Babilonia 
doscientos años antes (Is. 21:1-10). 
VI. El foso de los leones. 
A. Una intriga diabólica (6:1-9). 
1. Darío, el medo, se dedicó inmediatamente a 
reorganizar y consolidar el fantástico nuevo 
reino que había adquirido. Dividió el reino en 
129 provincias, cada una bajo la dirección de 
un gobernador (sátrapas). Estos gobernadores 
eran responsables ante tres ministros, de los 
que Daniel era uno de ellos. Se han producido algunos interrogantes históricos acerca de 
la identidad de Darío, y hasta la fecha se han 
dado tres explicaciones principales: 
a. Que era realmente Ciro pero con nombre 
diferente. 
b. Que era Cambises el hijo de Ciro. 
c. Que era un «consejero especial» llamado 
Gubaru, nombrado por el gran rey Ciro 
para gobernar la ciudad en su nombre. 
Este tercer punto de vista parece ser el más 
lógico. 
2. Daniel, que tenía ahora más de ochenta años, 
había sido bendecido con tantos dones y habilidades que Darío estaba pensando en ponerle por encima de los otros dos ministros (6:3). 
3. Esto enfureció tanto a ambos ministros y a los 
gobernadores que tramaron la forma de quitarle de en medio (6:4). 
4. Incapaces de encontrar nada malo en su vida 
civil, se propusieron atraparlo usando su vida 
religiosa (6:5). 
5. Convencen a Darío para que firme un decreto 
válido por treinta días durante los cuales todos debían dirigir sus oraciones únicamente al 
rey. (6:6-9). 
B. Un hombre en oración (6:10-20). 
1. Daniel se entera de la promulgación del decreto y sin duda lo vio como el sucio manejo de 
su colegas para atraparle. Pero aquel anciano 
luchador continuó orando a Dios como siempre. Notamos que: 
a. Mantuvo sus ventanas abiertas.
Cerrarlas hubiera sido una cobardía. Abrirlas (si esa no hubiera sido antes su costumbre) habría sido una sandez. 
b. Continuó orando tres veces al día, en la 
mañana, al mediodía y en la tarde. 
c. Se arrodilló. Esta es quizá la postura más 
común que encontramos descrita en la Biblia. 
d. Miraba hacia Jerusalén. Salomón había 
enseñado a hacerlo así en su oración de 
dedicación del templo (1 R. 8:44-48; 2 Cr. 
6:36-39). 
2. Estos depravados cazadores que habían puesto la trampa veían ahora a su víctima dentro 
de ella, y corrieron jubilosos a Darío para dar 
el golpe de muerte. El se dio cuenta de que le 
habían usado, y buscó desesperadamente un 
agujero por donde escapar en la inmutable ley 
de los medas y los persas; pero todo resultó 
en vano (6:11-15). 
3. Daniel es arrestado y arrojado en un foso de 
hambrientos leones. En la Biblia se pinta frecuentemente al diablo como un león rugiente. 
(Véanse Sal. 10:9; 57:4; 2 Ti. 4:17; 1 P. 5:8; 
Dn. 6:16.)
4. Después de sellar la entrada del foso con su 
propio anillo, Darío regresó al palacio y pasó 
una noche miserable sin poder dormir (6:17, 
18). 
5. En la madrugada del siguiente día corrió al 
foso y ordenó que removieran la piedra que 
habían puesto sobre la entrada, y con voz triste llamó:
«... Daniel, siervo del Dios viviente, el 
Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?» 
(6:20)
C. Un bando celestial (6:21-28). 
1. De la negrura de aquel foso de juicio sale un 
voz clara y gozosa:a  )«Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, por que ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo» (6 :2 1 , 2 2). Pedro y Pablo tenían sin duda esta tremenda experiencia en mente cuando escribieron: 
«Que por fe conquistaron reinos, hicieron 
justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones» (He. 11:33).
«De modo que los que padecen según 
la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien» (1 P. 
4:19).
El mismo mensajero celestial que había salvado a los tres amigos de Daniel en el horno 
había protegido ahora al profeta en el foso. 
2. La reacción del rey fue doble: estaba contento y furioso.
a. Se regocijó en la salvación de Daniel y firmó un decreto ordenando a todos los ciudadanos del reino que consideraran al 
poderoso Dios de Judá (6:23, 25-27). 
b. Se vengó inmediatamente de aquellos que 
habían jugado con él y ordenó que ellos y 
sus familias fueran arrojados al mismo 
foso de leones. Sus cuerpos fueron 
descuartizados y devorados al instante por 
las hambrientos fieras (6:24). La ley de 
Persia era mucho más severa que la de los 
hebreos. (Véanse Ez. 18:20; Dt. 24:16; 2 
R. 14:6; 2 Cr. 25:4; Jer. 31:29, 30.)
VII. Los reinos sin Dios y el reino de Dios.
A. Nabucodonosor, el león babilonio (7:4), y también 
la cabeza de oro en 2:32. 
1. Daniel contempla en esta visión los mismos 
cuatro reinos impíos y el reino decisivo de 
Dios que Nabucodonosor había soñado en el 
capítulo 2. Pero él lo ve ahora desde una perspectiva totalmente diferente. Como ya ha sido 
señalado, el hombre puede ver sus reinos con 
el brillo de metales como el oro y la plata, pero 
Dios los ve como bestias salvajes y 
devoradoras. 
2. Daniel ve una gran tormenta en un gran océano con cuatro vientos soplando en cada dirección. (Véanse Ap. 7:2; Ef. 2:2; 6:12.) Estos 
vientos pueden indicar fuerzas satánicas. 
3. La primera bestia simboliza a Nabucodonosor 
y a Babilonia.
a. Era semejante a un león. (Véanse Jer. 4:7; 
49:19; 50:17,43, 44.)
b. Tenía alas de águila. (Véanse Jer. 48:40; 
49:22; Lm. 4:19; Ez. 17:3; Hab. 1:8.) 
Nabucodonosor mostró estas alas en la batalla de Carquemis en el 605 a.C.
c. Esas alas fueron arrancadas. Véase Daniel
4:33 (las alas de Nabucodonosor), y Daniel 5:31 (las alas de Babilonia). 
B. Ciro, el oso persa (7:5), y también el pecho y los 
brazos de plata en 2:32. 
1. Este oso se alzaba más de un lado que del otro, 
refiriéndose probablemente a la parte persa 
más fuerte de la alianza medo-persa. 
2. Tenía tres costillas en su boca, una referencia 
a Babilonia, Egipto y Lidia, las tres naciones 
que Persia había conquistado. 
3. Devoraría mucha carne. El rey persa Jerjes capitaneó un ejército de más de un millón y medio de hombres y 300 barcos durante su 
invasión a Grecia 
C. Alejandro Magno, el leopardo griego (7:6), fue 
también el vientre y muslos de bronce del 2:32.
 1. Era realmente como un leopardo. Alejandro 
viajó más rápido y conquistó más tierra que 
ningún otro hombre en la historia conocida. 
2. Tenía cuatro cabezas. Después de su muerte a 
los treinta y dos años, su reino cayó en manos 
de sus cuatro generales. 
D. El pequeño cuerno, el imperio romano (7:7, 8 ), y 
también las piernas de hierro y los pies de hierro 
y barro del 2:33. 
1 . En el 476 d.C. este monstruo se «retiró» a su 
cubil por un tiempo para invernar. 
2. Será despertado en forma de diez naciones durante la tribulación por el pequeño cuerno, que 
no es otro que el Anticristo. Es llamado el 
hombre de pecado en 2 Tesalonicenses 2:3, 4 
y la bestia del mar en Apocalipsis 13:1. 
3. El Anticristo derrotará a tres de estos diez reinos (cuerno) en su ascensión al poder (7:8). 
4. Ejercerá un gobierno universal durante los últimos tres años y medio de la tribulación 
(7:25). (Véanse también Ap. 13:5; Mt. 24:21.) 
5. Derramará sangre sobre la tierra en una forma 
sin precedentes (7:7, 19). 
6. Oprimirá a los santos de Dios (Israel) (7:25). 
(Véase también Ap. 12:13.) 
7. Intentará cambiar la ley y las estaciones (7:25). 
8 . Blasfemará contra Dios (7:25). (Véase también 
Ap. 13:5, 6 .) 
9. Será derrotado en la venida de Cristo y su 
cuerpo será echado a las llamas del infierno 
(7:11). 
E. Jesucristo, el Rey de reyes (7:13, 14), y también 
la Piedra demoledora del 2:34. 
1. Viene en las nubes para reclamar su legítima 
herencia terrenal (7:13). Nuestro Señor advirtió al impío sumo sacerdote de Israel acerca de esta venida durante el juicio injusto que le 
llevó al Calvario (Mr. 14:61, 62). 
2. El Padre le da su trono universal y eterno, el 
Anciano de días (7:9, 13, 14). Esta es la única 
descripción de Dios en la Biblia, y se corresponde con la descripción que Juan hace de Jesús en Apocalipsis 1:9-18. Tanto David (Sal. 
2:6-9) como el ángel Gabriel (Le. 1:32) predicen que Jesús recibiría este trono del Padre. 
3. Daniel ve a continuación un río de fuego que 
procede del trono (7:10). Esta corriente de juicio (He. 12:29; Is. 66:15, 16; 2 Ts. 1:8) se tornará más tarde en una fuente de bendiciones 
cuando se complete el juicio del gran trono 
blanco (Ap. 22:1). 
4. Millones de ángeles permanecían en su presencia y servían al Anciano de días y a su Hijo 
(7:10). (Una cifra igualmente incontable de 
ángeles es mencionada en Ap. 5:11; Sal. 68:17; 
He. 12:22.) 
5. Cientos de millones aparecen delante de él listos para ser juzgados, y los libros son abiertos 
(7:10). (Véase también Ap. 20:11-15.)
VIII. Los cuernos de los paganos. 
A. Un camero de dos cuernos (Persia, representada 
por Darío ni) (8:1-4).
 1. Daniel en su visión se ve a sí mismo en la fortaleza de Susa, una ciudad a unas 230 millas 
(unos 360 km) al este de Babilonia y a unas 
120 millas (unos 190 km) al norte del golfo 
Pérsico. 
2. Ve a un camero victorioso que viene del este 
y que se abre camino hacia el oeste, norte y 
sur. Esto, por supuesto, representa las conquistas persas que incluyen a Siria (oeste), 
Armenia (norte) y Egipto (sur). Marcelino, un 
historiador del siglo iv, declara que el gobernante persa llevaba la cabeza de un carnero 
cuando estaba frente a su ejército. 
B. Un macho cabrío (Grecia, representada por Alejandro Magno) (8:5-8). 
1. Daniel ve después un macho cabrío que viene 
del oeste corriendo en dirección al carnero, a
quien atacó derribándolo a tierra y pisoteándolo. 
2. Esta profecía del carnero y del macho cabrío 
nos permite mirar con microscopio el conflicto entre la segunda y tercer potencias mundiales en la lucha del Este y Oeste, de Oriente y 
Occidente, de Asia y Europa. Se han descubierto dibujos históricos que representan a un 
macho cabrío comudo como símbolo de los 
antiguos ejércitos griegos. 
3. Se nos dice que el macho cabrío corrió contra 
el camero «con la furia de su fuerza». La motivación detrás de la cruzada de Alejandro 
Magno era aplastar al odiado persa que había 
invadido Grecia. Como ya indicamos anteriormente, venció a los persas en tres ocasiones 
separadas: 
a. En Gránico en el 334 a.C. 
b. En Iso en el 333 a.C. 
c. En Arbolas en el 331 a.C.
Podemos agregar aquí una nota histórica interesante. Nos dice Josefo que Juddua, el sumo 
sacerdote de Israel, revestido de toda su vestimenta, se encontró con Alejandro a las afueras de Jerusalén, y mostró al conquistador 
griego cómo un profeta hebreo, de nombre 
Daniel, había predicho 225 años antes sus victorias sobre los persas. Seguidamente el sumo 
sacerdote le leyó Daniel capítulo 8 y Alejandro cayó de rodillas y le adoró. 
4. Daniel ve como de pronto este poderoso cuerno se rompe y se divide en cuatro. Alejandro 
murió en Babilonia en el 323 a.C., a la edad 
de treinta y dos años a consecuencia de una 
borrachera en una orgía. Su reino fue después 
dividido entre sus cuatro principales generales. 
a. Ptolomeo se quedó con el sur, Egipto. 
b. Seleuco se quedó con la sección oriental. 
Siria. 
c. Casandro reinó en la parte occidental, Grecia. 
d. Lisímaco gobernó el Asia Menor. 
C. Dos pequeños reinos (Siria y el reavivado Imperio Romano, son representados por Antíoco 
Epífanes y el Anticristo) 8:9-27. Notamos que el 
arcángel Gabriel interpreta todo esto para Daniel. 
Esta es la primera mención de él en la Biblia. 
(Véanse también 9:21; Le. 1:19, 26.) 
1. El pequeño cuerno histórico: Antíoco Epífanes.
a. Era sirio.
b. Ascendió al trono en el 175 a.C. y reinó 
hasta el 164 a.C. 
c. Era un antisemita hasta el fondo. Entró en 
Jerusalén y mató a más de 40.000 judíos 
en tres días y vendió otros tantos como esclavos. Se piensa que fue el 6 de septiembre del 171 a.C. que empezó su 
profanación del templo. 
d. El 15 de diciembre del 168 a.C. la 
profanación alcanzó su máximo nivel, porque en esa fecha este idólatra sacrificó una 
gigantesca cerda sobre el altar de un ídolo que había erigido en el templo judío. 
Después forzó a los sacerdotes a tragarse 
la came, hizo un caldo con el resto y la 
esparció por todo el templo. Finalmente se 
llevó los candelabros de oro, la mesa de 
los panes de la proposición, el altar del incienso y otras vasijas, y destruyó los libros 
de la Ley. Instalaron una gran imagen de 
Zeus (Júpiter) en el Lugar Santísimo. Todo 
esto fue calificado por los horrorizados judíos como la «abominación desoladora», 
y Jesús se refiere a ella en Mateo 24:15 
como el trampolín para describir las actividades del futuro Anticristo. 
e. Por toda Palestina se edificaron altares a 
Júpiter, y los judíos fueron forzados a sacrificar en ellos. Pero en un pequeño pueblo judío llamado Modín (a unas 17 
millas [27 km] al noroeste de Jerusalén), 
vivía un sacerdote llamado Matatías, de 
la casa de los asmoneos. Tenía cinco hijos y este valiente anciano no sólo rehusó adorar los ídolos de Antíoco, sino que 
también ejecutó osadamente al embajador 
religioso del rey. Así empezó la resistencia judía. Uno de sus hijos llamado Judas 
fue apodado «Macabeo», que significa 
«martillo».
Durante los años siguientes, Judas logró reunir un pequeño ejército judío que 
presentó batalla de guerrillas a los sirios 
y los derrotó repetidas veces. Estas guerras 
se describen en dos libros apócrifos, llamados Primero y Segundo de Macabeos. 
El 25 de diciembre del 165 a.C., los patriotas judíos purificaron y rededicaron el 
templo que Antíoco había profanado. Esta 
fecha después se convirtió en la fiesta de 
la dedicación (Juan 10:22).
Nota: En 8:14 se menciona un período 
de 2.300 días, que aparentemente empezó 
el 6 de septiembre del 171 a.C. y terminó 
el 25 de diciembre del 165 a.C. Fue, sin 
embargo, en base de este período que 
William Miller, el fundador del moderno 
movimiento adventista, se extravió. Contó los días como años y así llegó al 2 2 de 
octubre de 1844 como la fecha del retorno de Cristo.
f. Antíoco murió en Babilonia en el 164 a.C.
después de ser completamente derrotado 
en una batalla. 
2. El pequeño cuerno profético: el Anticristo.
El futuro enemigo de Israel hará todo lo que 
hizo su predecesor y mucho más. Podemos establecer la siguiente comparación entre los
dos: 
a. Ambos harían muchas conquistas (Dn. 8:9; 
Ap. 13:4). 
b. Ambos se glorificarían a sí mismos (Dn. 
8:11; Ap. 13:15). 
c. Ambos serían maestros de la mentira (Dn. 
7:25; 2 Ts. 2:10). 
d. Ambos ofrecerían un falso «programa de 
paz» (Dn. 8:25; 1 Ts. 5:2, 3). 
e. Ambos odiarían y perseguirían a Israel 
(Dn. 8:25; Ap. 12:13). 
f. Ambos profanarían el templo (Dn. 8:11; 
Mt. 24:15). 
g. Ambos estarían vigorizados por Satanás 
(Dn. 8:24; Ap. 13:2). 
h. Ambos se mostrarían activos en el Medio 
Oriente por siete años (Dn. 8:14; 9:27). 
i. Ambos hablarían contra el Señor Dios 
(Dn. 8:25). 
j. Ambos serían completamente derrotados 
por Dios (Dn. 8:25; Ap. 19:19, 20) 
IX. El secreto de las setenta veces siete. 
A. Daniel: la oración de un profeta (9:1-19). 
1. Este es uno de los grandes capítulos de toda 
la Biblia. Tiene un tema doble: el de la oración y el de la profecía. En este momento Daniel tenía unos ochenta y cinco años. 
2. Daniel estaba leyendo el libro del profeta 
Jeremías (el anciano profeta había quedado 
probablemente como el guardián oficial de varios libros del Antiguo Testamento después de 
la destrucción del templo) y recordó que Dios 
había determinado que Jerusalén permanecería desolada durante setenta años (Jer. 25:11; 
29:10). 
3. Empezó entonces una intensa y prolongada 
oración a Dios concerniente a sus pecados personales y a los pecados nacionales de Israel 
que ante todo habían causado la cautividad. Su 
oración estuvo acompañada de ayuno, cilicio 
y ceniza (9:1-3). Estas tres acciones eran las 
acostumbradas en aquellos días cuando se sentía auténtica contrición de corazón. (Véanse 
Esd. 8:23; Neh. 9:1; Est. 4:1, 3, 16; Job 2:12; 
Jon. 3:5, 6 .) 
4. Le recuerda a Dios su pacto (9:4), posiblemente estaba pensando en el pacto abrahámico 
(que les prometía la tierra de Palestina para 
siempre) (Gn. 12:7; 13:14,15-17; 15:7, 18-21; 
17:8), y el pacto davídico (que garantizaba a 
Israel un rey y un reino eternos) (2 Cr. 13:5; 2
S. 7:12-16; 23:5). 
5. Contrasta la gracia y la bondad de Dios con la inmoralidad e idolatría de Israel (9:5, 7, 8 ,
9).
6 . Menciona a los reyes de Judá (9:8). Dos de 
ellos habían sido llevados cautivos a Babilonia 
junto con mucha gente del pueblo. 
7. Está totalmente de acuerdo en que Judá tiene 
lo que se ha merecido, y que Dios les dijo la 
verdad cuando les advirtió acerca de la desobediencia y el castigo (9:12-14). (Véase Lv. 26.) 
8 . Termina su oración encomendándose completamente él y su pueblo a la gracia multiforme 
de Dios:
«... porque no elevamos nuestros ruegos 
ante ti confiados en nuestras justicias, sino 
en tus muchas misericordias» (9:18). 
B. Gabriel: la profecía de un ángel (9:20-27).
Cuando Daniel estaba todavía orando, Dios envió 
al arcángel Gabriel a ministrarle y a explicarle la 
profecía más importante, más sorprendente y más 
profunda de toda la Palabra de Dios. Para otro ejemplo de cómo Dios contesta incluso mientras 
su hijo está orando, véase Génesis 24:15. Nótese 
el mensaje del arcángel en 9:24-27. Vamos ahora 
a considerar esta importante profecía preguntándonos e intentando responder seis preguntas clave.
1. ¿A quién se refiere esta profecía? Se refiere a 
Israel. 
2. ¿Qué quiere decir mediante la expresión «setenta semanas»? En su curso por correspondencia del libro de Daniel, el doctor Alfred 
Martin, del Instituto Bíblico Moody, escribe 
las siguientes provechosas palabras:
«La expresión que traducimos “setenta semanas” significa literalmente “setenta veces siete”. Aparte del contexto uno nunca 
sabría cuáles eran las “siete”. Tendríamos 
que preguntar ¿qué siete? Esta expresión 
hebrea sería tan ambigua como si nosotros 
dijéramos en castellano: “Fui a la tienda 
y compré una docena.” ¿Una docena de 
qué? Uno de los principios básicos de interpretación es que siempre debemos interpretar a la luz del contexto, es decir, a 
la luz del pasaje en donde la declaración 
aparece. Al investigar este contexto, recordando que la visión fue dada en respuesta 
a la oración, notamos que Daniel había estado leyendo en Jeremías que Dios iba a 
permitir que la desolación de Jerusalén 
durara setenta días (Dn. 9:2). Esta es la 
clave. A Daniel se le dice en realidad: "Sí, 
Dios va a llevar a cabo los setenta años de 
cautividad: pero ahora te está mostrando 
que toda la historia del pueblo de Israel se 
va a consumar en el período de setenta veces siete años.”» (Daniel, the Framework
o f Prophecy, pp. 85, 8 6 .)
Para clarificar más el significado de las setenta semanas, deberemos de notar que Israel 
tenía en su calendario no sólo una semana de 
siete días (como se indica en Ex. 23:12), sino 
también una «semana» de siete años (Lv. 25:3, 
4, 8-10; Gn. 29:27, 28). En otras palabras, 
Dios le está diciendo aquí a Daniel que él va 
a continuar tratando con Israel por otros 490 
años antes de que aparezca la justicia eterna.
Para resumir este punto en particular: 
a. Israel tenía que permitir que su tierra reposara cada siete años (Lv. 25:1-4). 
b. Este mandamiento fue desobedecido (Lv. 
26:33-35; Jer. 34:12-22; 2 Cr. 36:21). 
c. Como resultado, la nación había acumulado durante un período total de 490 años, 
una deuda de reposo de la tierra de setenta años. 
d. Daniel sabía todo esto y estaba orando 
acerca de ello. Reconoció que los setenta 
años de cautividad representaban los setenta años en los que aquellas violaciones 
habían acontecido. 
e. Gabriel le dice ahora que el pueblo tenía 
que pasar por otro período, similar en extensión (490 años) a aquel que había hecho el destierro necesario. 
3. ¿Cuándo iba a empezar el período de las setenta semanas? Empezaría con la orden de 
reedificar las murallas de Jerusalén. Los dos 
primeros capítulos de Nehemías nos informan que esta orden fue dada durante el año veinte 
de la ascensión al trono de Artajerjes. La Enciclopedia Británica establece esta fecha en el 
14 de marzo del 445 a.C. 
4. ¿Cuáles son los períodos distintivos mencionados dentro de la profecía de las setenta semanas y qué iba a ocurrir en cada período? 
a. Primer período.
Siete semanas (cuarenta y nueve años), 
desde el 445 al 396 a.C. El suceso clave 
durante este período fue la reconstrucción 
de las murallas y de las calles de Jerusalén «en tiempos angustiosos». Esto sucedió literalmente. (Véase Neh. 2—6 .) 
b. Segundo período.
Sesenta y dos semanas (434 años), desde 
el 396 a.C. al 30 d.C. Al final de este segundo período el Mesías sería crucificado. 
(Véanse Mt. 27; Mr. 15; Le. 23; Jn. 19.)
Sir Robert Anderson, el brillante erudito británico y estudioso de la Biblia, ha 
convertido los dos primeros períodos en su 
número exacto de días. Esto lo ha hecho 
multiplicando 483 (la suma de los años de 
los dos primeros períodos) por 360 (los 
días del año bíblico, como se señala en Gn. 
7:11, 24; 8:3, 4).
El total del número de días en las primeras sesenta y nueve semanas (o 483 
años) es 173.880. Anderson entonces señala que si empezamos a contar desde el 
14 de marzo del 445 a.C. y vamos avanzando en la historia, estos días llegan hasta el 6 de abril del 32 a.C. (Robert 
Anderson, El príncipe que ha de venir,
Editorial Portavoz, p. 143.)
Fue exactamente en este día que Jesús 
hizo su entrada triunfal en la ciudad de Jerusalén. Sin duda nuestro Señor debió tener la profecía de Daniel en mente cuando 
dijo:
«¡Oh, si tú también conocieses, a lo 
menos en este tu día, lo que es para tu 
paz! Mas ahora está encubierto de tus 
ojos» (Le. 19:42).
Fue en este mismo día, por supuesto, 
que los fariseos planearon la muerte de 
Cristo (Le. 19:47).
Esto quiere decir que Daniel, que escribió cinco siglos y medio antes, predijo correctamente el día de la presentación y del 
rechazo de Cristo. 
c. Tercer período.
Una semana (siete años) desde el rapto 
hasta el milenio. Al principio de este período, el Anticristo establecerá su pacto 
con Israel y empezará su terrible baño de 
sangre. Al final de la última semana (y de 
todo el período de las setenta semanas) el 
verdadero Mesías aparecerá y establecerá 
su perfecto milenio. 
5. ¿Transcurren las setenta semanas en forma 
continua? Es decir, ¿hay brechas en esos 490 
años, o transcurren sin pausa hasta que se completan?
La teología dispensacionalista enseña que 
estas «semanas» no van pasando en forma continuada, sino que ha habido un espacio o paréntesis de casi 2 000 años entre la semana
sesenta y nueve y la setenta. Esta cronología 
puede asemejarse a un partido de baloncesto 
de setenta minutos. Durante sesenta y nueve 
minutos el partido se ha jugado a un ritmo intenso y continuado, pero entonces el árbitro, 
por alguna razón, pide tiempo (suspensión momentánea del partido) cuando el reloj marca 
que falta solamente un minuto para terminar. 
Nadie sabe con seguridad cuándo comenzará 
de nuevo la acción, pero en algún momento el 
árbitro va a entrar a la cancha y hacer sonar 
su silbato. En ese momento los equipos se van 
a reunir de nuevo para jugar el último minuto 
que les queda.
Dios ha entrado en la historia y ha parado 
el reloj de la profecía en el Calvario. Esta divina «suspensión momentánea» ha durado ya 
veinte siglos, pero el Redentor pronto va a hacer sonar la trompeta y la «semana» final de 
la acción tendrá lugar en la tierra. 
6 . ¿Ofrece la Biblia otros ejemplos de brechas de 
tiempo en el programa divino? Realmente sí. 
Hay al menos tres casos en los que podemos 
encontrar espacios de muchos siglos en un corto párrafo. 
a. Isaías 9:6, 7.
En la primera parte del versículo 6 encontramos una brecha de al menos veinte siglos separados por un coma. La frase «hijo 
nos es dado» se refiere a Belén, mientras 
que las palabras «y el principado sobre su 
hombro» señalan hacia el milenio. 
b. Zacarías 9:9, 10.
El versículo 9 es una referencia clara a la 
entrada triunfal de nuestro Señor, pero el 
versículo 10 apunta hacia el milenio. 
c. Isaías 61:1,2.
En el versículo 2 de este pasaje, el ministerio terrenal de Cristo («proclamar el año 
de la buena voluntad de Jehová») y la tribulación («el día de venganza del Dios 
nuestro») aparecen separados por una sola 
coma. Es extremadamente importante notar que cuando Jesús leyó este pasaje durante su sermón en Nazaret, terminó su 
lectura en esta coma, porque el «día de 
venganza» no era el propósito de su primera venida. (Véase Le. 4:18, 19.)
Como un breve resumen final de las setenta semanas podemos notar: 
7. Los seis logros principales de las setenta semanas: 
a. Terminar con todas los pecados y transgresiones humanas, especialmente los de la 
nación de Israel (Hch. 3:13-16; 28:25-31; 
Ez. 37:23; Ro. 11:26, 27). 
b. Hacer reconciliación por el pecado. Esto 
fue hecho en el Calvario cuando el Mesías 
fue crucificado (2 Co. 5:18-20). 
c. Vindicar a todos los verdaderos profetas 
mediante el cumplimiento de sus profecías. 
d. Demostrar la incapacidad del diablo para 
gobernar correctamente este mundo. 
e. Destruirle a él y a su principal agente, el 
anticristo (Ap. 19:20: 20:10). 
f. Iniciar el milenio (Sal. 45:3-7; Is. 11:3-5; 
Jer. 23:3-8). 
8. Los tres períodos principales de las setenta semanas (490 años). 
a. Primer período (cuarenta y nueve años, o 
siete semanas), del 445 al 396 a.C. 
b. Segundo período (434 años, o sesenta y 
dos semanas), del 396 a.C. al 32 d.C. 
c. Un período de suspensión temporal (que 
ya ha durado casi veinte siglos). Esta brecha en el tiempo entre la semana sesenta 
y nueve y la setenta no fue revelado y, por 
tanto, desconocido para los profetas del 
Antiguo Testamento. (Véanse Ef. 3:1-10; 
1 P. 1:10-12.) 
d. Tercer período (siete años, o una semana), 
desde el rapto hasta el milenio. 
9. Las dos personajes principales de las setenta 
semanas: 
a. El Mesías: el Señor Jesucristo. 
b. El príncipe que vendrá: el inicuo 
Anticristo. 
X. El conflicto en los lugares celestiales. 
A. Un hombre afligido (10:1-4). 
1. Daniel había apartado un tiempo de tres semanas para estar a solas con Dios. Durante este 
período se privó de tomar alimento, de beber 
vino y de ungirse. Esto último lo hacían generalmente a diario para protegerse del candente sol del desierto. 
2. Debieron haber varías razones que propiciaron 
este tiempo de dolor. 
a. A causa de los pecados de su pueblo: 
b. Debido al largo período de sufrimiento 
(490 años) que su pueblo debía todavía 
soportar (capítulo 9). 
c. Debido al número tan mezquino (alrededor de 40.000) de judíos que habían elegido regresar con Zorobabel. Ya habían 
pasado dos años desde que Ciro promulgara el decreto (Esd. 1:1-4) permitiéndoles volver a Jerusalén. 
d. A causa de las dificultades que estaban experimentando aquellos que habían regresado.
Nota: Dios aparentemente había negado a Daniel la oportunidad del regreso, debido quizá a su avanzada edad (alrededor 
de los noventa) y también al hecho de que 
su alta posición en el gobierno podía servir para ayudar al remanente que había regresado. 
B. Un ángel en servicio (10:5-21). 
1. La descripción de un ángel (10:5-9).
a. Daniel inmediatamente empezó a palidecer a y debilitarse por el espanto de tan 
deslumbrante visión. Algunos creen que 
este ángel tuvo que ser el Señor Jesús. 
Aunque encontramos una descripción similar en Apocalipsis 1:12-16, no parece 
que podamos identificar al ángel en Daniel 
con Cristo. En 10:13 se nos dice que el ángel tuvo que llamar a Miguel, otro ángel, 
para que le ayudara. Es obvio que el Señor no habría necesitado ayuda.
b. Los hombres que estaban con Daniel se 
llenaron también de espanto, aunque ellos 
no vieron la visión que contempló Daniel 
(10:7). (Tenemos un evento similar en Hechos 9:7, 8 .) 
2. La declaración del ángel (10:10-19). 
a. Se le había opuesto el príncipe de Persia 
(10:13). ¿Quién era este príncipe? Notamos rápidamente que:
(1) Era poderoso, pues él solo bloqueó a 
uno de los ángeles más poderosos del 
cielo por veintiún días.
(2) Era un perverso, pues opuso resistencia al mensajero de Dios. Era 
quizá un demonio de alto rango 
asignado por Satanás a Persia para 
controlar la actividad diabólica en 
aquel reino. (Véanse también Jn. 
12:31; 14:30; 16:11; Mt. 9:34; 
12:24; Is. 24:21.) 
b. Fue ayudado por el arcángel Miguel 
(10:13). Este es el otro arcángel que aparece en la Biblia. Es mencionado tres veces en el Antiguo Testamento (Dn. 10:13, 
21; 12:1) y dos en el Nuevo Testamento 
(Jud. 1:9; Ap. 12:7). Esto fue, sin embargo, algo mutuo, porque el ángel que aparece aquí ayudó una vez a Miguel. (Véase 
Dn. 11:1.)
Tenemos aquí levantado momentáneamente el velo de la guerra que se lleva a 
cabo en los lugares celestiales entre demonios, ángeles y creyentes. (Véanse los siguientes pasajes: 2 Co. 10:3-5; Ef. 6:12; 
Ro. 8:38; Ef. 1:21; 3:10; Col. 2:15.)
El ángel después procede a confortar, 
reafirmar, fortalecer e instruir a Daniel 
acerca del final de los tiempos. 
3. El deber del ángel (10:18, 19).
4. La determinación del ángel (10:20, 21).
El ángel era consciente al regresar a Dios de 
que no sólo volvería a enfrentársele el demonio persa, sino ahora también el de Grecia. Satanás estaba aparentem ente proveyendo 
refuerzos enviando a la batalla al que tenía designado para el Imperio Griego. Pero el ángel 
se sentía seguro sabiendo que una vez más tendría la ayuda de Miguel. 
XI. Cronología de los reyes impíos. Este capítulo nos 
aporta el registro más detallado de la historia de toda 
la Biblia. Abarca sucesos que ocurrieron aproximadamente del 529 al 164 a.C. Nos describe también 
muchas cosas que van a ocurrir durante la futura tribulación. Pero lo asombroso es que Daniel lo escribió todo en el 540 a.C.
 A. Alejandro Magno (11:1-20), incluyendo a sus predecesores y sucesores. 
1. Cuatro reyes persas reinarían después de Ciro 
(el que reinaba cuando Daniel escribió esta 
parte) y el cuarto sería el más rico de todos. 
Así aconteció (11:2). 
a. Cambises (529-522). 
b. Esmerdis (522-521). 
c. Darío el Grande (521-486). 
e. Jerjes (486-465) (fue, con mucho, el más 
rico. Véase Est. 1:1-12). 
2. Después de esto reinaría un rey poderoso 
(11:3). Este era Alejandro Magno (336-323). 
3. Este líder moriría inesperadamente joven. Su reino no sería para nadie de su familia, sino que se 
lo repartirían los extraños en cuatro partes (11:4); 
y eso es lo que ocurrió. Poco después de su muerte, Felipe, su hermanastro; Alejandro II, su hijo 
legítimo; y Hércules, su hijo ilegítimo, fueron 
todos asesinados y los cuatro generales de Alejandro se repartieron el imperio. 
4. Ptolomeo, uno de sus generales, reinó en el 
sur, iniciando una nueva dinastía en Egipto, y 
otro general llamado Seleuco Nicator hizo lo 
mismo en Siria. Ptolomeo reinó del 323 al 283 
a.C., y Seleuco del 304 al 281 a.C. (11:5). 
5. Estos dos reyes pelearían entre sí pero más tarde sus países formarían una alianza ( 1 1 :6 ). 
Egipto y Siria se aliaron en el 250 a.C. Sucedió que cuando ambos generales murieron, 
Ptolomeo II Filadelfo (283-246), el hijo de 
Ptolomeo I, dio su hija Berenice en matrimonio a Antíoco II Theos (262-246), nieto de 
Seleuco. 
6 . Dos años más tarde murió su padre, Ptolomeo 
n, y su esposo Antíoco se divorció de ella y se 
volvió a casar con Laodice, con la que había 
estado casado anteriormente. 
7. Laodice, llena todavía de resentimiento, envenenó a Antíoco y mando matar a Berenice. 
Después proclamó a su hijo Seleuco II rey de 
Siria. 
8 . Mientras tanto en Egipto, Ptolomeo IB, hermano de Berenice, sucedió a su padre en el trono. Reinó del 246 al 221 a.C. 
9. Ptolomeo III invadió Siria y vengó la muerte 
de su hermana Berenice ejecutando a Laodice. 
Seleuco II huyó a Asia Menor durante la invasión egipcia. 
10. Ptolomeo m saqueó a Siria y se llevó un gran 
botín, incluyendo 40.000 talentos de plata y 
2.500 vasijas preciosas ( 1 1:8-11). 
11. En el 240 a.C. Seleuco II intentó sin éxito contraatacad a Ptolomeo III en Egipto. Seleuco 
murió y fue sucedido en el trono por su hijo 
Antíoco III (también conocido por el Grande). 
Antíoco reinó en Siria desde el 223 al 187 a.C. 
12. Al fallecer Ptolomeo m fue sucedido en el trono por su hijo Ptolomeo IV Filopator (221- 
204). 
13. Ptolomeo IV derrotó a Antíoco m en la crucial 
batalla de Rafia en el 217 a.C. En este 
enfrentamiento ambos bandos usaron gran cantidad de elefantes. 
14. Ptolomeo IV murió en el 203 a.C., y le sucedió en el trono Ptolomeo V Epífanes (203- 
181). 
15. Antíoco III (el Grande) recuperó el control de 
Palestina en el 198 a.C., al ganarlo en el campo de batalla frente a Ptolomeo V a las afueras de Sidón. 
16. En el 193 a.C. Antíoco el Grande dio a su hija 
Cleopatra en matrimonio a Ptolomeo V. (Nota: 
ésta no fue la famosa Cleopatra de la historia, 
que no apareció en el escenario hasta el 69 
a.C.) La razón de este casamiento era prevenir la intervención egipcia cuando él entrara en 
guerra con Roma. También esperaba que 
Cleopatra cuidara de los intereses sirios en E gipto, p o rq u e p lan eab a secretam en te invadir 
ese país. Pero Cleo patra se comportó com o 
una esposa leal. 
17. Antíoco III (el G rande) contó en este tiempo 
con la presen cia en su corte de Aníbal, el renombrad o general cartaginés derrotado por 
Roma que  se hallaba refugiado en Siria. Juntos invadieron Grecia, pero en el 188 a.C . fueron expulsados completam ente de esa parte del 
mundo  or Roma. 
18. Los grandes planes de Antíoco no pudieron 
prosperar. Murió en el 187 a.C . (11:19). 
19. Le sucedió su hijo mayor Seleuco IV F ilopator 
(1 8 7 -1 7 6 ), quien fue asesinado por su propio 
primer ministro (1 1 :20). 
B . Antíoco Epífan es (11:21-35). 
1. Fue el más joven de los hijos de Antíoco el 
Grande y es in m ed iatam en te clasificado por la 
Palabra de Dios como un hombre despreciable (11:21). 
2. Aquellos que le conocían bien le pusieron el 
apodo d e Epífan es (« homb re loco»). 
3. Practicó el engaño y pretendió ser un Robin 
Hood del segundo siglo (1 M acabeos 3:28-31). 
4. Derrotó en el 170 al rey egipcio Ptolomeo  Filometor (181-145) en una batalla al este del 
delta del Nilo. Este joven rey era su propio sobrino, pues era hijo de su hermana C leopatra. 
5. P tolomeo perdió esta batalla porque fue traicionado por algunos de sus propios amigos que 
se sen taban a su mesa (11:26). 
6. Antíoco se llevó despues a su sobrino a Siria 
y pretendió ser su amigo, pero ni el tío ni el 
sobrin o se fiaban uno d e l otro (11:27). 
7. Antíoco tenía la esperanza de apoderarse de 
Egipto , pero fue frenado por las poderosas legiones ro manas (1 1 :30). 
8. Frustrado descargó su ira salvaje sobre la ciudad de Jerusalén (11:28-35). 
C . El Anticristo (11:36-45). 
1. Hará todo con forme a su antojo y voluntad 
egoísta (1 1 :3 6 ). (Véase también A p. 13:7; 
17:13.) 
2. Se en salzará a sí mismo y dirá ofensas terribles contra D ios (11:36). (Véan se también 2 
Ts. 2:4; A p. 13:6.) La expresión « hablará maravillas» que aparece en este versículo, significa literalmente «cosas increíbles, terribles». 
El anticristo va a proferir blasfemias increíbles 
contra Dios, insultos que nadie podía pensar 
ni se atrevería jamás a decir. 
3. Dios le permitirá prosperar durante la tribulación (11:36). (Véan se también A p. 11:7; 13:4, 
7, 10.) 
L a frase « porque lo determinado  se 
cumplirá», nos recuerda, no obstante, que Dios 
está todavía en completo control, aun durante 
el terrible reinado de ese monstruo . 
4. «Del dios de sus padres no hará caso» (1 1 :37). 
Algunas versiones de la Biblia traducen la palabra dios en plural y parece que así debe ser. 
El Anticristo tramará venganza contra toda religión organizad a. En realidad será él quien 
destruya a esa gran ramera , la sanguinaria 
Babilonia, que es esa super ig lesia m undial. 
(V éase A p. 17:5, 6.) 
5. No tendrá deseo de mujeres (11:37). Se han formulado tres teorías para explicar esta frase. 
a. El  deseo normal de amor, matrimonio , 
sexo (v éase 1 Ti. 4:3).
b. A quellas cosas que caracterizan a las mujeres ,tales como misericordia , bondad , 
amabilidad. 
c. El deseo de las mujeres hebreas de ser la 
madre del Mesías (1 Ti. 2:15). 
6. Su dios será el dios de las fortalezas (11:38). 
El Anticristo gastará todos sus recursos en programas militares. 
7. En los últimos días de la tribulación será atacado por el rey del sur (Egipto) y por el rey 
del norte (R usia) (11:40). Según Ezequiel 38— 
39, estas dos naciones, especialmente Rusia, 
serán destruidas por Dios mismo sobre los 
montes de Israel. 
8. Después de la derrota de Rusia, el Anticristo 
ocupará Palestin a (1 1 :4 1 ), pero no ocupará 
Edom ni Moab. Algunos creen que Dios no le 
permitirá dominar estas áreas porque Petra está 
ubicada allí, la ciudad montañosa donde se refugiará el remanente judío para protegerse del 
an ticristo en los últim os días de la tribulación. 
(Véase A p. 12:14.) 
9. Nada más establecer su dominio, el Anticristo 
marcá a Egipto y lo controlará también 
(1 1 :4 2 ,4 3 ). 
10. Mientras está en Egipto le llegan noticias alarmantes del este y del norte (11:44). No se indica la n aturaleza exacta de estas noticias. Se 
han formulado varias sugerencias: 
a. Tiene que ver con información sobre un 
levantamiento judío . El doctor León Wood 
apoya esta in te rpretación en su libro A
Commentary on Daniel (p. 313). 
b. Se refiere a una vasta invasión de un ejército d e 200.000.000 de soldados procedente del Lejano O riente (Ap. 9:16 ), bajo el 
liderazgo de « los reyes del este»(Ap .16:12), quienes compiten con el Anticristo 
por el liderazgo universal. Estas naciones 
serían, entre otras, China y la India. El doctor  J. D wight  Pentecost sugiere esta 
posibilidad . (Eventos del porvenir, E ditorial V ida, p. 271.) 
c. Tiene que ver con noticias referentes a que 
miles de judíos están escapando de Jerusalén para refug iarse en Petra. El autor sugiere esta teoría como una posibilidad. 
11. Regresa rápidamente y congran furia destruye a muchos (11:44). No podemos establecer 
dog máticamente la identidad de los que aquí 
son destruidos. 
12. Aparentemente logra controlar con éxito la 
amenaza y establece su cuartel general en el 
monte de Sion. Permanece en este lugar hasta 
su total destrucción  por el Rey de reyes al final de la tribulación (11:45). (V éase tam bién 
A p. 19:11-21.) 
XII. Las condiciónes últimas. 
A . El ministerio de Miguel (12:1). 
1. Miguel es el ángel guardián de Israel. 
2. Ayudará a Israel a pasar por el peor período de 
la historia humana desde la creación del mundo. 
Jesús citó este versículo cuando habló d e esta 
hora infernal. (Véase M t. 24:21, 22.) Será Miguel el que echará a Satanás de los lugares celestiales a mediados de la tribulación (A p. 12:7), 
y después este héroe angelical aparentemente 
ayudará a un tercio de la nación de Israel a escapa a Petra . (Véan seZ ac. 13 :8 ,9 ;Ap . 12:14.)
3. Estos Israelitas y a tienen sus nombres escritos 
en el libro de la vida. (Véanse también Ex. 
32:32; Sal. 69:28; Le. 10:20; M t. 24:22;; A p. 
20:12.) 
B . Las dos resurrecciones (12:2, 3). 
Otros pasajes del 
Antiguo y Nuevo Testamentos indican claramente que estas dos resurrecciones no sucederán al 
mismo tiempo , sino que están más bien separadas 
por un período de mil años. Ninguna de las 
resurrecciones aquí mencionadas se refiere al rapto. 
1. La resurrección de los que heredan la vida 
eterna. Esto ocurrirá al principio del milenio 
e incluirá a to dos los santos del Antiguo Testamento y a todos los mártires de la tribulación . (Véanse Job 19:25, 26; Sal. 4 9 :1 5 ; Is. 
25:8; 2 6:19; O s. 13:14; H e. 11:35; A p. 20:4,
6.) 
El galardón de todos los justos ganadores 
de almas se menciona en Daniel 12:3.
2. 
La resurrección de aquellos para deshonra y 
eterna separación. Esto acontecerá después del 
milenio e incluirá a todas las personas no salvas de todos los tiempos. (V éase A p. 2 0 :5 .) 
Nuestro Señor habla brevemente de ambas resurrección es en Juan 5:28, 29.
C . Las dos profecías (12:4).
«Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el 
libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán 
de aquí para allá, y la cien cia se aumentará.» 
S ir Isaac Newton , el gran científico y cristiano , 
después de leer este pasaje hace muchos años, se 
afirma que dijo:
« Personalmente no puedo por más que creer 
que estas palabras se refieren al fin de mundo . 
L os hombres viajarán de un lugar a otro en maneras sin precedentes. H ab rá inventos que permitirán a la gente viajar más deprisa de lo que 
lo hacen ahora.»
Esto fue escrito alrededor del 1680 d.C . Newton 
pro siguió especulando que esa velocidad quizá sobrepasaría las 50 millas (8 0 k m ) por hora. U nos 
ochenta años más tarde, Voltaire, el famoso ateo 
francés, leyó las Pa labras de Newton y replicó 
mordazmente:
«Miren lo que la tontería del cristianismo hace 
de una pe rsona que por lo demás es un hombre brillante. Aquí tenemos a científico de 
la talla de New ton que escribe que los hombres 
pueden realmente viajar a la velocidad de 30 ó 
4 0 m illas (5 0 6 60 k m ) 
por hora. ¿Se ha olvidado de que si un hombre va a esa velocidad 
quedará sofocado ? Su corazón se pararía.»
Uno se pregunta que habría dicho Voltaire si hubiera sabido que dos siglos después que el escribió eso, el astronauta americano E dward H. W hite, 
el 3 de junio de 1965, salió de su nave esp acial a 
más de 100 millas (150 k m ) sobre la tierra y cruzó los Estados Unidos de costa a costa en m enos 
de 15 minutos, a la velocidad d e 17.500 millas por 
hora (28 .000 km /h). O que durante los vu elos a la 
luna el hombre excedió en doce veces la velocidad de una bala de rifle. En esta misma pro fecía 
Daniel predice una intensificación del conocimiento. Los Estados Unidos de América tiene solamente 200 años de historia, pero durante este tiempo hemos desarrollado un sistema de educación pública que haido desde cero hasta el presente nivel. Solo en los Estados Unidos tenemos m ás de 
60 millones de estudiantes, asistiendo a unas  2.000 escuelas públicas elementales, 27 .000 escuelas secundarias, y 1.200 escuelas superiores y 
universidades. Cada año gastamos más de 36.000 
millones de dólares en financiar todo este sistema 
educativo. 
D . Los tres períodos de tiempo (12:5-13) 
1. Mil doscientos sesenta días (« por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo», véase D n. 
12:7.) 
a. Daniel vea otros dos ángeles que habían 
estado escuchando esta conferencia 
profética privada que aquel poderoso ángel le estaba dando al anciano hombre de 
estado. Los ángeles están en verdad muy 
interesados en el programa de salvación de 
Dios (1 P. 1:12), y uno de ellos repentinamente pregunta cu ánto durará este terrible 
período de la tribulación (1 2 :6 ). Parece 
que ninguno de los dos había escuchado 
los detalles de la visión de las setenta y 
dos semanas en 9:24-27. 
b. El arcángel les informa que la duración de 
esta horrible segunda parte de la tribulación será tanto como cueste quebrantar el 
orgullo y el poder de los judíos, o tres años 
y medio (12:7). 
2. Mil Doscientos noventa días (11:12). Este período se refiere a lo mismo mencionado arriba, pero incluye treinta días adicionales . 
Aunque no podemos ser dogmáticos, parece razonable - concluir que será necesario un m es 
más para llevar acabo el juicio de separación 
de cabritos y corderos  que se mencionan en   Mateo 2 5:31-46. 
3. Mil trescietos treita y cinco días (1 2 :1 2 ). 
Aquí tenemos de nuevo que a un período de 
tiempo se le añaden cuarenta y cinco días. 
¿Para qué se van a necesitar estos cuarenta y 
cinco días adicionales? Quizá sea el tiempo 
que se precisará para establecer el sistema de
gobierno del reinado de Cristo . El doctor 
Franklin Logsdon ha escrito las siguientes palabras que son de bastante ayuda en relación 
con estos setenta y cinco días adicionales al 
período de tres años y  edio.
« Nosotros tenemo s en los Estados Unidos 
una analogía nacional que nos ayuda a entenderlo. El presidente es elegido en los 
primeros días de noviembre, pero no es 
instalado como presiden te hasta el 20 de 
enero. Tenemos aquí un intervalo de setenta días. Durante este tiempo se ocupa del 
nombramiento de los miembro s de su gabinete, d e los bajadores y e otros que 
van a componer su gobierno . En el período de setenta y cinco días entre el fin de 
la gran tribulación y la coronación , el Rey 
de la gloria tendrá  atender probablemente aciertos asuntos .» (Profiles in
Prophecy, p. 81.) 
E. Las cuatro conclusiones finales. 
1. E l arcángel Miguel levanta sus dos manos al 
cielo para dar testimonio de la veracidad de 
todo lo d ich o (12:7). El gestonormal de levantar una mano al cielo muestra solemnidad e importancia (véanse G n . 14:22; D t. 3 2 :4 0 ), 
pero aquí tenemos que son levantadas las dos 
manos. (Véase también A p. 10:1-6.)
2. Muchos serán limpiados (salvados) durante la 
tribulación (1 2 :1 ); esto incluye tanto a los judíos como a los gentiles. (Véase Ap . 7:1-17.)
3. Los inicuos, sin embargo , continuarán en sus 
malos caminos (12:10). (Véan se A p. 9:2 0 , 21; 
11:9, 10.)
4. Daniel tenía que preservar cuidadosamente sus 
escrito s (1 2 :4 ), pero todo su significado no 
será revelado hasta aquel día glorioso cuando 
él esté junto a los demás justos esperando su recompensa (1 2 :9 ,1 3 )
FIN DE LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD!