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LA ETAPA DEL EVANGELIO : LOS 72 PASOS DE CRISTO DE LA GLORIA A LA GLOR IA ¡PASO UNO!

 LOS SETENTA  Y  DOS PASOS DE CRISTO DE LA GLORIA  A  LA GLORIA 

Paso uno: de la gloria a Belén {Le. 2:1-21) 

A. José y María tienen que ir a Belén a causa de un edicto de empadronam iento que ordenaba que todos los ciudadanos hebreos se inscribieran en el censo en su lugar de nacimiento. Nota: Este es el tercero de tres viajes muy importantes que se hicieron a Belén. Rut y Noerní hicieron el primero (R ut 1:22), y el profeta 

Samuel realizó el segundo (1 S. 16). 

B. María dio a luz al Salvador. «Lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (L e. 2:7). 

1. Este fue el cuarto día más grande en la historia de la humanidad. 

2. El tercer día Más grande en la historia humana aconteció unos treinta y cuatro años más larde, cuando este bebé, hecho y a hombre maduro, fue crucificado en el Calvario entre dos ladrones. «Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera. le crucificaron allí, y a los m alhechores, uno a la derech a y otro a la izquierda» (Le. 23:33). 

3. El segundo día más grande en la historia humana tuvo lugar tres días después, cuando un ángel dijo a unas mujeres afligidas: «No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado , como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor» (M t. 28:5, 6). 

4. El día más grande en toda la historia humana está todavía por suceder. El apóstol Juan nos habla acerca de él: «El séptim o ángel tocó la trompeta, y hubo gran ­ desvoces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos» (A p. 11:15). 

Uno puede comparar favorablemente Lucas 2:7 con Daniel 2:11. En el pasaje del A ntiguo Testamento hallamos que el rey Nabucodonosor acaba de ordenar la muerte de sus sabios por su incapacidad para relatarle el sueño que hacía poco había tenido. Estos astrólogos protestaron, exclamando: «Porque el asunto que el rey dem anda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey. salvo los dioses cuya morada no es con la carne.» Pero todo esto cambió con el advenimiento del cuarto día más grande en la historia. Leemos en Juan 1:14 que el Verbo se hizo carne. Una de las verdades más g loriosas de la encarnación era su eternidad. Esto quiere decir que los resultados de este cuarto día permanecerán para siem pre. Él todavía tiene, y tendrá por siempre, un cuerpo de carne y hueso (véase Le. 24:39). 

C. Cumplimiento número seis de las profecías del A ntiguo Testam ento: que nacería en B elén. (C p. M i. 5:2 con Le. 2:4-6: M t. 2:5, 6.) 

D. El ángel del Señor lo anuncia a un grupo de pastores de las cercanías. «He aquíos doy nuevas de gran gozo, que será para  todo el pueblo» (Le. 2:10). Véanse Génesis 12:3; Mateo 28:19; Lucas 2:31. 32; 24:47; C olosenses 1:23. «Que os ha nacido hoy. en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor ... H allaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre» (Le. 2:11, 12). 

E. Se le unió entonces al ángel una multitud de las huestes celestiales, alabando a Dios y diciendo: «¡G loria a D ios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Le. 2:14). (Véase tam bién Le. 19:38.) 

F. Los pastores fueron después a donde estaba el niño y le adoraron, y regresaron alabando a 

Dios. 

G. El niño fue circuncidado al octavo día y le pusieron oficialm ente el nom bre de Jesús. (V éanse G n. 17:12; Lv. 12:3.) A lgunos han alegado que, aparte del testimonio de los escritores del Nuevo Testamento, no existe prueba secular de la historicidad de Jesús. Pero esto sencillamente no es cierto, porque hallamos menciones de su vida y de su muerte tanto en los antiguos registros romanos como en los judíos. Las siguientes citas lo dem uestran: «Jesús de Nazaret fue colgado en la víspera de la pascua. Durante los cuarenta días anteriores un heraldo iba delante de él pregonando: "Merece ser apedreado porque ha practicad o la magia, ha extraviado a muchos en Israel y los ha  incitado a la rebelión. Se permite que todo aquel que tenga algo que decir en su d efensa que salga.’' Pero nadie lo hizo y fue colgado en la víspera de la Pascua.» (De The Babylonial Jewish Talmud.) El Talmud también informa que Jesús fue un hijo ilegítimo de María y un soldado romano llamado BenPanther. «Por este tiempo vivió un hombre sabio llamado Jesús, y su conducta era buena, y era sabido que era virtuoso. Muchos de entre los judíos y de las otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que habían venido a ser sus discípulos no abandonaron el discipulado. Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión, y que estaba vivo. Por ello, quizá fue el Mesías, acerca de quien los profetas han dicho maravillas. Y la tribu de los cristianos, así llamada por él. no ha desaparecido hasta el día de hoy.» (Josefa: Las obras esenciales, Grand Rapids: Editorial P ortavoz, p. 269.) «Christus, el originador del nombre, había sufrido la pena de muerte durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato, y la superstición quedó controlada por un momento, pero volvió a extenderse no solamente en Judea sino en la mism a capital de Roma...» (Anales, de Tácito, escritor romano). « Decir que en la antigüedad tenían el hábito de atribuir nacim ientos sobrenaturales a sus grandes personajes y que el cristianismo siguió por el mismo camino es engañoso. ¿Son los nacimientos virginales de la antigüedad de la misma clase del que se atribuye a Jesús en los evangelio s? Las palabras de Louis Matthew Sweet son dignas de m encionarse: “Después de un estudio cuidadoso y laborioso, y a veces agotador, de la evidencia ofrecida y de las analogías aportadas, estoy convencid o de que el paganismo no sabía nad a acerca de nacimientos virginales. Son innumerables los nacim ientos sobrenaturales, pero nu nca aparece un nacim ien to virginal en el sentido del Nuevo Testam ento y jamás sin generación física, excepto en unos pocos casos de n acim ientos m ágicos de parte de una m ujer que no tenía la m enor p retcn sió n de ser llam ada virgen. En todos los casos registrados que he sido capaz de exam inar. si la m ujer había sido virgen antes de la concepción, no podía reclam ar serlo después del parlo.” » (A Short Life of Christ. E. H arrison, p. 45.) 

Las Escrituras no especifican el tiempo del año en que Cristo nació. La primera celebración conocida del 25 de diciem bre está asociada con la iglesia en Roma a mediados del siglo cuarto, pero la práctica puede provenir del siglo segundo. El 6 de enero era la fecha observada en las iglesias orientales. M uchos han llegado a la conclusión de que el nacim iento no pudo aco n tecer en diciem bre en razón del tiempo frío, porque los pastores difícilmente tendrían sus rebaños expuestos al frío en los m ontes. Pero la fecha tradicional no resu lta totalm ente inaceptable, porque la baja tem peratura que a veces se produce en invierno se hace sentir generalm ente después del tiempo de Navidad. Nota especial de estudio: parem os en este punto y considerem os seis preguntas que pueden producirse en relación con los eventos que nos llevan al nacimiento del Salvador. 

1. ¿Por qué el ángel G abriel reprendió a Zacarías por su pregunta y no lo hizo con María por la misma causa? 

a. Z acarías: «¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.» (Le. 1:18). 

b. María: «¿Cóm o será esto? pues yo no conozco varón» (Le. 1:34). Respuesta: Zacarías llevaba muchos años orando por un hijo (Le. 1:13), pero cuando llegó la respuesta dudó del poder de Dios para cumplirlo. Cuando algo m aravilloso ocurre la persona m ás sorprendida es precisam ente aquel cristiano que ha estado orando fervientemente porque sucediera. Sin embargo, no hay razón para pensar que María hubiera estado orando para ser la madre de Jesús. Un ejemplo clásico de esto lo encontram os en el libro de Hechos. Pedro estaba en la cárcel esperando ser ejecutado, y cuando los creyentes en Jerusalén se enteraron «la ig lesia hacía sin cesar oración a Dios por él» (H ch 12:5). Por orden de D ios, un ángel llevó a cabo un rescate espectacular. Nada más quedar liberado Pedro corrió al culto de oración para dar la gran noticia. Notemos el sorprendente relato: «Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la m adre de Juan, el que tenía por sobrenombre M arcos, donde m uchos estaban reunidos orando. Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escu ch ar una m uchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de P edro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estab a a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que asiera. E ntonces ellos decían: ¡Es su ángel! M as Pedro p ersistía en llam ar; y cuando abrieron y le vieron. se qued aro n atónitos» (H ch. 12:12-16). P edro tuvo m ás dificultades en en trar a aquella reunión de oración que en salir de la cárcel. 

2. ¿Por qué José y M aría esperaron tanto tiempo antes de marchar a Belén? Sabemos que am bos habían creído el m ensaje del ángel acerca del niño en el vientre de María y estaban sin duda conscientes de la profecía de Miqueas 5:2 que declaraba que el Cristo nacería en Belén. ¿Por qué esperaron hasta el último m inuto para partir? En realidad, uno tiende a pensar que si no hubiera sido por el decreto de César Augusto ellos ni siquiera habrían ido. Respuesta: Este autor no ha encontrado una respuesta satisfactoria. Quizá es mejor concluir que José (siendo un hom bre de D ios como era) tuvo buenas razones para actuar de la m anera en que lo hizo. Quizá el lector desee ex p lo rar un poco más. 

3. ¿Por qué M aría y José no se hospedaron con sus fam iliares en Belén? Los mesones de aquellos días no eran lugares de buena fama, por lo que José se debió sentir desesperado al tener que someter a su esposa embarazada al pecado y ruido de semejan te lugar. Pero incluso esta posibilidad les fue negada. Respuesta: 

Hab ría sido bastante difícil para ellos explicar (o esperar que entendieran) la naturaleza del nacim iento virginal. Todos los chismosos sabrían ya que José y María llevaban sólo seis meses casados, y allí estaba ella, esperando un bebe para esos días. ¿S ería de José? ¿No sería de algún extraño? José evitó el co n tacto con los fam iliares para librar a su am ada esposa de todo esto. 

4. ¿Por qué nació Jesús en un lugar que aparentemente servía para albergar animales? Respuesta: Porque los corderos nacían generalm ente en un corral y éste era el Cordero de D ios. ó. 

5.¿Por qué los ángeles aparecieron primero a los pastores? Respuesta: Porque ningún otro grupo humano en la tierra habría entendido mejor lo que Dios estaba llevando a cabo que aquellos hombres que criaban corderos y después los vendían para el propósito de los sacrificios en el tem plo. (V éanse Jn. 1:29; 10:11.) 

Nota: E llos llegarían a entender después que en el pasado las ovejas habían muerto por el pastor, pero ahora el Pastor planeaba morir por las ovejas (Jn. 10: 11). Cuando los pastores escucharon las buenas nuevas « vin ieron , pues, apresuradamente» (Le. 2:16). Después de encontrar a Jesús «dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño ... y volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y vis to ...» (Le. 2:17-20). 

6. ¿Por qué usó Dios a los ángeles primero? 

Respuesta: 

a. Porque los ángeles están interesados en los asun­tos de la salvación. (Véanse 1 P. 1:12; Ex. 25:20; Dn. 12:5, 6; Le. 15:10; Ef. 3:10.) 

b. Porque estuvieron presentes en la creación del mundo y se regocijaron (Job 38:7). Es. pues, muy lógico que Dios les permitiera estar cerca en la presentación del Salvador del mundo.

ETAPA DE LOS JUECES V. Rut (Rut 1—4). & VI Ana (1S 1:1--2:11. 18-21)

 V. Rut: Una joven moabita (Rut 1—4). 

Del Capitulo A al Capitulo D

A. Capítulo uno: La renuncia de Rut. 

1. Durante una época de hambre, un hombre de Belén llamado Elimelec (que significa «Dios es rey»), junto con su esposa Noemí («placentera») y sus dos hijos Mahlón y Quelión, dejaron Palestina y se trasladaron a Moab (Rut 1:1,2). 

2. Los dos hijos se casaron, pero no tardando mucho la tragedia de la muerte caía sobre ellos, pues primero el padre y después los hijos murieron, dejando a las tres mujeres viudas y desamparadas (1:3-5). 

3. Noemí decidió regresar a Palestina y Rut. su nuera mayor, la acompañó. Noemí intentó persuadirla de que se volviera a su tierra, a la casa de su padre, pero la respuesta de Rut ha quedado registrada como una de las más bellas declaraciones que pueden salir de un corazón humano. Dijo: 
    «Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos» (1:16, 17). 

4. Rut y Noemí emprendieron su difícil viaje de regreso, caminando unas 100 millas (unos 160 km) y cruzando montañas de más de una milla (1.600 m) de altura. Nada más llegar, la desilusionada Noemí instruye a sus antiguas vecinas para que ya no la llamen más Noemí, sino «Mara», que significa «amarga» (1:20- 22). 


B. Capítulo dos: La solicitud de Rut

1. Rut va a recoger cebada, y en la providencia de Dios entra en un campo que pertenece a Booz, un pariente cercano de Elimelec (2:1- 3). Booz era hijo de Rahab, la ex ramera de Jericó (Ml. 1:5). 

2. Booz la vio y aparentemente se enamoró de ella. La trató con mucha consideración y ordenó a sus obreros hacer lo mismo (2:15, 16). 

3. Rut regresa a casa con unas 30 libras (unos 15 kg) de grano de cebada e informa a Noemí de la amabilidad de Booz, quien inmediatamente se pone a planear una boda (2:19-23). 

C. Capítulo tres: El descanso de Rut. 

1. Noemí instruye a Rut para que vaya a la era donde suele pernoctar Booz para que asuma una posición a sus pies. Algunos han visto esto como un acto inmoral, pero nadie que conozca las costumbres de Israel y del antiguo mundo oriental sostendrá semejante afirmación. Según la ley hebrea Rut tenía el derecho de reclamar del familiar más cercano el cumplimiento de sus deberes como el pariente redentor. Mediante la acción que llevó a cabo Rut estaba haciendo exactamente eso. Booz entendió perfectamente su solicitud cuando le dijo: «... extiende el borde de tu capa sobre tu sierva. por cuanto eres pariente cercano» (3:9). A partir de este momento Booz dio los pasos necesarios para casarse con Rut. Esta costumbre se practica todavía hoy hasta cierto grado entre los árabes. 

2. Booz entonces le explica a Rut por qué no le había propuesto antes que se casaran: «... hay pariente más cercano que yo» (3:12). 

3. Rut volvió a casa e informó a Noemí de todo lo sucedido. Ella le da seguridades acerca de Booz con las siguientes palabras: «Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy» (3:18). 

D. Capítulo cuatro: La cosecha de Rut

1. Booz solicitó una reunión de los ancianos de la ciudad para determinar si el familiar más cercano (que podía ser un hermano de Elimelec) estaba dispuesto a redimir o no (4:1-4). Nota: A Booz se le pararía el corazón cuando oyó decir a aquel pariente: «Yo redimiré» (4:4). Pero Booz continuó razonando: «Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes también tomar a Rut la moabila. mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión» (4:5). Con gran alivio y, sin duda, con una oración de gratitud a Dios. Booz le escuchó concluir al pariente más cercano, diciendo: «Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañé mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podre redimir» (4:6). 

2. Ya no quedaba duda sobre el asunto. Booz podría ahora casarse con Rut. Para confirmar la decisión los dos hombres se intercambiaron un zapato. Era la costumbre de este tiempo en Israel que mediante este acto de quitarse una sandalia, un hombre confirmaba su voluntad de transferir a otro su derecho de compra. Esto validaba públicamente la transacción (4:7-10). 

3. A su debido tiempo Dios dio a Booz y a Rut un hijo que llamaron Obed. Obed creció y engendró a Isaí. quien a su vez tuvo un hijo llamado David. Resultando que esta moabita, que una vez fue pagana, se transformó en la bisabuela del rey David e y fue incluida así en la genealogía de nuestro Señor Jesucristo (Mi. 1:5). Este es otro de los ejemplos más emocionantes de la gracia que aparecen en la Biblia.



VI. Ana: una madre dedicada (1 S. 1:1—2:11, 18-21). 

Desde la Letra A a la D

A. El relato comienza con la escena de una mujer estéril que llora y ora en el altar del tabernáculo en Silo. Se llamaba Ana. Podemos leer su oración en I Samuel 1:11. Observamos varios factores en su petición: 
    1. Parte de la aflicción de Ana era debido a la burla constante a que la sometía Penina. la otra mujer de su esposo (1:6). Dios nunca aprobó la poligamia porque siempre produjo dolor y frustración, (véanse Gn. 21:9-11: 30:1.) 
    2. El doctor John Davis escribe en relación con la oración de Ana: «Oró con gran amargura de alma y la esencia de su oración está recogida en unas pocas palabras del versículo 11: “y te acordares de mí...". Estas palabras nos son familiares. Nos traen a la memoria la oración simple de Sansón que encontramos en Jueces 16:28. Ciego e impotente, clamó a su Dios y le pidió: “Acuérdate ahora de mí.” También la encontramos en los labios de un hombre que estaba siendo crucificado en el Calvario. Uno de los malhechores que crucificaban al lado de Jesús mirándole con fe. dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”» (Le. 23:42). (Conquest and Crisis.) 
    3. Ana promete que si recibe un hijo lo criará como un nazareo. De esta manera su hijo Samuel se convirtió en uno de los tres nazareos que encontramos en la Biblia. Los otros dos fueron Sansón (Jue. 13) y Juan el Bautista (Le. 1). 
    4. En su agonía de alma. Ana mueve los labios cuando está orando pero no produce sonidos audibles, lo que causa que el sumo sacerdote Eli (que la estaba observando sin ser visto) piense que está embriagada (1:12. 13). 

B. Cuando Ana es reprendida por su supuesta embriaguez niega inmediatamente la acusación y comparte con Eli la verdadera naturaleza de su congoja. El anciano sacerdote le asegura entonces que Dios contestará en verdad su oración (1:14-18). 

C. En el curso del tiempo Dios «recuerda» a Ana (comparar con Gn. 8:1) dándole un hijo a quien pone por nombre Samuel. Cuando lo destetó (probablemente no antes de los dos años de edad) lo llevó a Eli para dedicarlo a Dios (1 S. 1:26-28). 

D. Después de la dedicación. Ana canta un bellísimo himno de alabanza que es la base del canto de María que encontramos en Lucas 1:46-55. (Véase 1 S. 2:1-11.)



ETAPA DE LOS JUECES INTRODUCCIÓN (Jueces,Rut,1de Samuel 1-7)

 INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DE LOS JUECES 

( Jueces, Rut, 1 de Samuel 1-7 )



1. Esta etapa registra el período más triste y sórdido de toda la historia de Israel. Es la edad de las tinieblas de esa nación. 

2. La lista de nombres más importantes de este período incluiría a Gedeón. Sansón, Noemí, Rut. Booz, Eli y Samuel. 

3. Abarca un período de unos 300 años. 

4. En pocas palabras, registra siete casos de apostasía de Israel, siete situaciones de servidumbre y siete experiencias de liberación. 

5. Se han sugerido los dos siguientes bosquejos que resumen la etapa de los Jueces: 

    a. Rebelión, castigo, arrepentimiento y restauración, (o) 
    b. Pecado, servidumbre, súplica y salvación. 

6. Contando a Eli y a Samuel, hubo quince jueces en total. Uno de ellos fue una mujer, Débora. Estos jueces no eran tanto expertos legales sino más bien reformadores militares. 

7. La raíz de los problemas de Israel estaba en que cuando Josué murió, Dios no pudo encontrar un hombre que tomara su lugar como encontró a Josué cuando Moisés falleció. La declaración: «En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía», se repite en cuatro ocasiones diferentes en el libro de los Jueces (véanse Jue. 17:6; 18:1: 19:1; 21:25). Este período es la antítesis del milenio cuando el Rey Jesús reinará con vara de hierro (véase Sal. 2). 

8. El fruto de los problemas de Israel se puede ver en -su: 
    a. Desobediencia: no haciendo lo que Dios les había dicho que hicieran, esto es, echar a sus enemigos. (Véanse Juc. 1:21; 27-33; 2:1-5.) «El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar, mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero» (Jue. 2:1-3). 
    b. Apostasía: haciendo aquello que Dios les dijo que no hicieran, es decir, adorar los dioses de sus enemigos. (Véanse 2:11-15; 6:8-10.) «Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirviera a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron: y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová. y adoraron a Baal y Astarot» (2:11-13).

9. A pesar de todo Dios todavía amaba a Israel. El ángel del Señor es mencionado ochenta veces en el Antiguo Testamento. La mayoría de los teólogos piensan que este Ángel de Jehová no es otro que Cristo mismo manifestándose de esa manera en el Antiguo Testamento. No menos de veinte de estas manifestaciones aparecen en el libro de los Jueces. En ningún otro momento ministró Dios tanto a su pueblo. 

10. La última parte de Gálatas 5 provee de un excelente resumen de los libros de Josué y Jueces. (Véase 5:22- 26 en relación con Josué y 5:17-21 en relación con Jueces.) «Y manifiestas son las obras de la came, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley» (Gá. 5:19-23). Veamos el contraste general entre estas dos etapas: Josué Jueces 

a. victoria 

b. libertad 

c-fe 

d. progreso 

e. obediencia 

f visión celestial 

g- gozo 

h. fortaleza 

i. unión entre las tribus 

j. líder fuerte derrota esclavitud incredulidad decadencia desobediencia énfasis terrenal tristeza debilidad desunión entre las tribus falla de líder 

11. Jueces es el ejemplo clásico de Oseas 8:7 y Gálatas 6:7. «Porque sembraron viento, y torbellino searán» (Os. 8:7a). «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la came segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna» (Gá. 6:7, 8). Notemos especialmente Jueces 6:3: «Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban» (Jue. 6:3). Esto casi parece un juego de palabras. Vuelva a leerlo cuidadosamente. 

12. Jueces también nos ofrece siete ilustraciones de 1 Corintios 1:27. «Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte.»
En Jueces Dios usó: 
b. Una estaca (4:21). 
c. Unas trompetas (7:20). 
d. Unos cántaros (7:20). 
a. Una aguijada de bueyes (3:31). 
e. Unas antorchas (7:20). .
f. Una rueda de molino (9:53). 
g. La quijada de un asno (15:15).

13. En Jueces vemos también: 
a. El primer nazareo que se registra en la historia (13:2-5). 
b. El hombre más fuerte que se ha conocido (15:15) 
c. Un hijo sanguinario (Abimelec) y un padre lleno de dolor (Jefté) (9, 11). 
d. Un espíritu maligno y el Espíritu de Dios (9:23; 13:24, 25). 
e. Muchos soldados mueren por pronunciar mal una palabra (12). 
f. Trescientos hombres victoriosos y 600 desesperados (7:7; 20:46, 47). 
g. Una de las dos fábulas que aparecen en la Biblia (9:7-15). 
h. Un nombre nuevo para Dios (6:24). 
i. Caza de zorras, narración de adivinanzas, la prueba del vellón de lana, corte de mechones de cabello (15:4; 14:14; 6:36-40; 16:19).

 14. Resumen del libro de Rut. 
    a. Es el primero de dos libros bíblicos que llevan el nombre de una mujer. 
    b. Rut llegó a ser la tercera de cuatro mujeres que Mateo menciona en su genealogía de Cristo. (Véase Mt. 1.) 
    c. La experiencia humana que presenta este libro, que tuvo lugar durante la etapa de los jueces, es como un lirio puro flotando en una inmensa ciénaga de pecado. d. Registra el primero de tres viajes muy importantes al pueblo de Belén que aparecen en la Biblia (Rut 1:19). (Para los otros tres véanse 1 S. 16:4; Le. 2:4.) 
    d. Nos ofrece el más grande de los ejemplos que aparecen en la Biblia de Cristo como nuestro pariente redentor.
    e. Rut llegó a ser la segunda de dos mujeres del Antiguo Testamento que prefiguran a la Iglesia en el Nuevo Testamento. (La otra es Rebeca, véase Gn. 24.) 

15. Resumen de los primeros siete capítulos de Samuel. 
    a. Encontramos una de las más grandes oraciones de dedicación de un hijo que jamás se hayan expresado. «Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová» (1 S. 1:26-28). 
    b. La descripción de uno de los momentos más tristes de la vida de Israel: la captura de la venerada arca del pacto de Dios (1 S. 4: 10, 11). 
    c. El llamado divino de un niño a media noche (1 S. 3:1-10). 
    d. La agonía de una madre moribunda y el éxtasis de un profeta agradecido. 

(1) La agonía se aprecia en la palabra Icabod. «Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente. Y al tiempo que moría, le decían los que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Dijo, pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios» (1 S. 4:19-22). 

(2) El éxtasis se ve en la palabra Eben-ezer. «Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bct-car. Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer. diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.» (1 S. 7:10-12).