Hola hermanos míos como es debido antes de comenzar debemos hacer una oración antes del estudio y pedir la dirección del Espíritu Santo. Siendo así muchas gracias por su tiempo y espero sea de bendición saber como nos habla la historia y como trata en las vidas de sus hijos nuestro Dios. y Padre Celestial.
LA ETAPA PATRIARCAL
Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50)
resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden
unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división
de capítulos:
Génesis 12—24: La historia de Abraham
Génesis 24— 27: La historia de Isaac
Génesis 28—36: La historia de Jacob
Génesis 37—50: La historia de José
L A E T A P A P A T R IA R C A L G É N E S IS
I. Abraham (Gn. 12—24).
L A E T A P A P A T R IA R C A L G É N E S IS
I. Abraham (Gn. 12—24).
A. Su conversión (Hch. 7:2).
«El Dios de la gloria apareció a nuestro padre
Abraham, estando en Mesopotamia....»
1. Abraham nació alrededor del año 2166 a.C. No
sabemos nada acerca de la primera parle de su
vida ni de cómo llegó a conocer a Dios. Se ha
especulado que quizá Job, Sem o Melquisedec
le enseñaron el camino de la salvación. La importancia de su vida no puede subestimarse. Es
mencionado 308 veces en la Biblia: 234 veces
en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo
Testamento. Estas referencias se dan en 27 libros bíblicos: 16 del Antiguo Testamento y 11
del Nuevo Testamento. Él fue la razón por la
que el reino del Sur se mantuvo durante tanto
tiempo. (Véase 2 R. 13:23.)
El libro del Génesis abarca un período de
2.350 años. Los primeros 11 capítulos que describen la creación del universo, la caída, el diluvio y la torre de Babel, cubren un periodo
de 2.000 años. Los restantes 39 capítulos se
centran y se ocupan de Abraham y su simiente. abarcando unos 350 años.
LA ETAPA PATRIARCAL Los restantes treinta y nueve capítulos de Génesis (12—50)
resumen las vidas de Abraham. Isaac, Jacob y José. Aunque no es una división bien definida, porque se extienden
unos sobre otros, podemos establecer la siguiente división
de capítulos:
Génesis 12—24: La historia de Abraham
Génesis 24— 27: La historia de Isaac
Génesis 28—36: La historia de Jacob
Génesis 37—50: La historia de José
Dios nos da más detalles acerca de Abraham
que acerca del origen del universo.
2. Abraham nació y se crió en la ciudad de Ur
de los Caldeos. Era una ciudad portuaria del
golfo Pérsico, en la desembocadura del río
Éufrates, como a unas 12 millas (unos 19 km)
del lugar donde se piensa estuvo el jardín de
Edén. Desde antes de Abraham era una de las
grandes ciudades de aquel tiempo: un centro
agrícola importante, de manufacturación de
productos y de comercio, en una tierra de gran
fertilidad y riqueza, con caravanas viajando en
todas las direcciones a tierras lejanas y barcos
transportando desde el puerto de Ur cargamentos de cobre y otros productos por todo el golfo Pérsico. Los escépticos dudaron por años de
la existencia real de Ur, pero durante los años
de 1922 a 1934. C.T. Wooley, del Museo Británico. exploró a fondo los secretos de estas
ruinas.
El edificio más sobresaliente en los días de
Abraham era el gran zigurat, la torre del templo, que probablemente era como una réplica
de la torre de Babel. Esta torre, edificada de
ladrillo macizo, era rectangular en su base, con
distintas gradas o terrazas sobreponiéndose
una sobre otra en forma piramidal. Cada terraza estaba adornada con árboles y arbustos. La
ciudad tenía dos templos principales, uno dedicado a Nannar, el dios-luna, y otro a su esposa Ningal.
(La información concerniente a Ur fue obtenida en parte del Compendio manual de la
Biblia de H.H. Halley, pp. 86, 87. Editorial
Portavoz.)
B. Su llamamiento (Gn. 11:31; 12:1; Jos. 24:3: Hch.
7:2).
Abraham tenía que dejar Ur y la casa de sus padres para marchar a una tierra que Dios le mostraría.
C. Su misión era séptuplo (Gn. 12:2. 3; Hch. 7:3):
1. Haré de ti una nación grande.
2. Te bendeciré.
3. Engrandeceré tu nombre.
4. Serás bendición.
5. Bendeciré a los que te bendijeren.
6. A los que te maldijeren maldeciré.
(Véase el libro de Ester.)
7. Serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
(Esto es una referencia a Cristo, véase Mt.
1: 1.)
D. Su cautela (Gn. 11:31.32).
Dios le había dicho a Abram que dejara la casa de
su padre y saliera para Canaán. El desobedeció en
ambas cosas, pues tomó consigo a su padre y se
quedó atascado en Harán. Harán era el último lugar de vida civilizada antes de adentrarse en el vasto desierto arábigo. La ciudad estaba a unas 700
millas (unos 1.120 km) al noroeste de Ur y como
a 60 millas (96 km) del río Éufrates. Estaba ubicada en una de las grandes rutas de caravanas que
unían las ciudades del oriente con Damasco y
Egipto. Era considerado como un lugar estratégico. En esta ciudad se adoraba al dios y diosa-luna
como en Ur.
Abram pudo haberse sentido satisfecho estableciéndose permanentemente en Harán, pero una vez
más Dios aparece en la escena. Muere Taré, el padre de Abram, y seguidamente éste reemprende el
camino. El nombre Taré significa «demora». Sólo
Dios conoce la multitud de cristianos que han salido de Ur camino de Canaán, para quedarse atascados en Harán.
E. Su Canaán (Gn. 12:4-9).
1. Entró en la tierra prometida y estableció su
campamento cerca de Siquem, a unas 30 millas (unos 48 km) al norte de Jerusalén
2. Dios se le apareció de nuevo. Debemos notar
que cuando estaba en Ur el Señor sólo le había prometido mostrarle la tierra, pero ahora
añade las palabras: «A tu descendencia daré
esta tierra.» (Cp. 12:1 con 12:7.)
3. Abraham edificó aquí el primer altar.
4. Después se trasladó a Betel, un lugar que significa «casa de Dios» y que más tarde llegaría
a ser un lugar muy sagrado en Canaán.
(Véanse Gn. 28:1-22; 35:7.) En Betel edificó
su segundo altar al Señor.
F. Su sensualidad (Gn. 12:10-20).
1. Después de un breve plazo apareció el hambre en la tierra. Hasta este momento Abram había obedecido a Dios y había vivido
victoriosamente en la tierra prometida, pero
ahora aparece la tentación de Satanás. Hubo
hambre en la tierra.
2. Dejó Palestina y marchó a Egipto. Esta es la
primera mención de Egipto en las Escrituras.
Egipto aparece en la Biblia como un tipo del
mundo, un ejemplo de dependencia de la ayuda o de los recursos humanos en vez de confianza en Dios. Como el Señor mismo una vez
avisó: «¡Ay de los que descienden a Egipto por
ayuda, y confían en caballos; y su esperanza
ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes: y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!» (Is. 31:1).
El cristiano, por tanto, «va a Egipto», espiritualmente hablando, cuando depende de algo
o de alguien en vez de hacerlo de Dios. (Lea
cuidadosamente Pr. 3:5. 6: 2:6. 8: Mt. 6:31-
33.)
3. Faraón quiso tomar a Sara y hacerla su mujer
pero Dios se lo impidió, enterándose más tarde de la mentira de Abram. El enojado rey regañó acertadamente a Abram por su actitud
equivocada. Después de este tiempo de frustración. peligros y humillación. Abraham retornó a Palestina, de donde no debió haber
salido. Notemos los resultados trágicos de su
desobediencia:
a. Entristeció a Dios. El pecado de Abram, y
nuestros pecados, siempre entristecen a
Dios. (Véanse Sal. 78:40; Ef. 4:30; Sal.
95:10; Mr. 3:5.)
b. Debilitó su propia fe. Más tarde Abram
volvió a caer en la misma falta de mentir
por causa de su esposa (véase Gn. 20).
Después que hemos pecado una vez, la segunda vez se hace más fácil.
c. Fue un mal testimonio para su sobrino Lot.
Algo de esta mundanalidad de Abram se
le pegó a Lot con resultados muy negativos (Gn. 13, 19).
d. Fue el causante de que Faraón sufriera
(véase 12:7). Algunas veces sucede que los
no creyentes sufren por causa de los pecados de los cristianos.
Recordemos cómo Faraón reprendió a Abram. No hay situación más triste en el mundo que cuando
los no creyentes reprenden a los cristianos
por sus malas acciones.
e. Tomó a la egipcia Agar como criada de
Sara su mujer (Gn. 16:3), y que más tarde se convertiría en su concubina y daría
a luz a Ismael, el padre de los pueblos árabes. Los sufrimientos que se dan hoy en
ese punto tan conflictivo del mundo, como
es el Oriente Medio, son en parte los resultados del pecado de Abram cometido
.hace treinta y nueve siglos.
f. Proveyó de un mal ejemplo para su hijo
Isaac. Aunque no había nacido cuando su
padre pecó, se enteró más tarde de lo que
había sucedido, y también él le falló a
Dios mintiendo acerca de su esposa
Rebeca (Gn. 26).
Nunca lo olvidemos, nuestros pecados siempre
afectan a otros.
G. Su condescendencia (Gn. 13:1-18)
1. Nada más volver a Palestina adoró al Señor
otra vez en Betel, justo en el mismo lugar donde dejó las bendiciones de Dios para marchar
a Egipto. (Véanse Is. 30:15; Ap. 2:4. 5.)
2. Los siervos de Abram y su sobrino Lot empezaron a discutir sobre los campos de pasto para
el ganado. Abraham quedó preocupado por la
disputa y generosamente permitió al más joven que escogiera la tierra que más le gustara. Lot neciamente eligió los campos cercanos
a Sodoma. Así dejó la tierra prometida para no
volver nunca más.
3. Dios se apareció por tercera vez a Abram y le
reconfirmó que tendría una gran descendencia
y que llegaría a poseer la tierra.
H. Su valor (Gn. 14:1-16).
1. En este capítulo aparece la primera guerra que
se registra en la Biblia. La última gran batalla
la encontramos en Apocalipsis 19:11-21. Hasta
ese momento continuarán las guerras humanas.
En las oficinas centrales de la Naciones Unidas en Nueva York están inscritas las palabras
de Miqueas 4:3: «... martillarán sus espadas
para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» Esto, por supuesto,
se cumplirá literalmente un día glorioso, cuando el Príncipe de Paz venga a reinar sobre la
tierra. Hasta que esto suceda, tanto Daniel (Dn.
9:26) como Jesús (Mt. 24:6) nos advierten de
que habrá guerra continua. La Sociedad de Derecho Internacional establecida en Londres señaló que ha habido solamente 268 años de paz
durante los últimos 4.000 años de historia humana, a pesar de que se han firmado más de
8.000 tratados de paz diferentes. Así que hasta que Cristo vuelva, las Naciones Unidas debieron más bien haber usado las atemorizantes
palabras de Joel 3:9, 10: «Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad
a los valientes, acérquense, vengan todos los
hombres de guerra. Fijad espadas de vuestros
azadones, lanzas de vuestras hoces....»
2. Nueve naciones estuvieron involucradas en
esta guerra. Empezó cuando cinco reyes localizados en el área del mar Muerto se rebelaron contra Quedorlaomer, rey de Elam, y sus
tres aliados. La confederación de reyes del mar
Muerto, que incluía a Sodoma, quedó barrida
durante la batalla campal que tuvo lugar. Lot,
que se había trasladado a aquella ciudad impía. fue hecho prisionero junto con varios miles más. Dios no se hubiera preocupado por
dejar registrada este guerra entre nueve ciudades paganas de no ser por estas cuatro palabras: «Tomaron también a Lot.» Lot todavía
pertenecía al Señor. No actuó ciertamente
como un hijo de Dios, pues no caminó, habló,
ni se comportó como tal, pero Dios conoce a
los suyos. (Véanse 2 Ti. 2:19; 2 P. 2:7.)
3. Abram se enteró de lo sucedido e inmediatamente se movilizó armando a sus 318 siervos
que estaban entrenados para pelear. Esta simple acción nos muestra unas cuantas cosas
acerca del carácter de Abraham:
a. Era un hombre compasivo.
Pudo haber dicho: «Se lo tiene merecido»
o «él se metió en ello», pero no lo hizo.
Abram estaba cumpliendo la verdad que
más tarde se escribiría en Mateo 7:1 y
Gálatas 6:1.
b. Estaba preparado.
Abram se mantenía en buena forma física. mental, social y espiritual. Dios no puede usar frecuentemente a un cristiano, no
porque no esté limpio, sino porque no está
preparado. La Biblia tiene mucho que decir acerca de la preparación (véanse 2 Cr.
12:14; 19:3; 27:6: Mt. 3:3:
Le. 12:47; 2 Ti.
2:21.)
4. Después de una marcha forzada durante la noche, Abraham los encontró al norte de Damasco y los derrotó mediante un ataque por
sorpresa.
I. Su comunión (Gn. 14:17-24).
1. Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaomer se encontró con Melquisedec, rey de
Salem (Jerusalén) y sacerdote del Dios Altísimo. ¿Quién era este misterioso sacerdote? Hay
tres hipótesis principales sobre su identidad:
a. Que era Sem. Esta es la tradición hebrea.
Si es así, Sem sería la persona más anciana en ese momento. El murió a la edad de
600 años.
b. Que era Cristo mismo. Los teólogos lo llaman una Cristofonía (una aparición del
Salvador en el Antiguo Testamento anterior a Belén). Aquellos que abogan por
esta teoría usan He. 7:1-4 para apoyarla.
c. Que era sencillamente el primer rey de Jerusalén que se menciona en la Biblia. Melquisedec significa literalmente «rey de
justicia», y se piensa que .Salem es el nombre primitivo que se daba a Jerusalén. A
Melquisedec se le menciona de nuevo en
el Salmo 110, y en el Nuevo Testamento
lo encontramos en Hebreos 5:6-10 v 7:1-
22.
2. Melquisedec sacó para Abram pan y vino y le
bendijo. Esta es la primera mención que se
hace de pan y vino en la Biblia y habla de la
obra futura de Cristo en la cruz.
3. Esta es también la primera vez que aparece la
palabra sacerdote en la Biblia (Gn. 14:18). Es
apropiado señalar en este punto cuáles son los
tres grandes oficios en el Antiguo Testamento
Son los oficios de profeta, sacerdote y rey.
a. El profeta era uno que representaba a Dios
ante el hombre (1 R. 19:16).
b. El sacerdote era aquel que representaba al
hombre ante Dios (Lv. 8:12: Sal. 133:2).
c. El rey era uno que gobernaba sobre el
hombre bajo la dirección de Dios (1
S. 10:1; 16:13).
En el Nuevo Testamento encontramos que
estos tres oficios le corresponden a nuestro
Señor Jesucristo.
a. El fue un profeta (su primer ministerio)
(Jn. 1:18: Mt. 21:11; Le. 7:16; Jn. 4:19;
He. 1:1,2).
b. Es un sacerdote (su ministerio presente)
(Ro. 8:34; He. 4:14-16; 7:24,25; 1 Jn. 1:1).
c. Será un rey (su ministerio futuro) (Ap.
19:11-16).'
4. Después que Melquisedec le bendijo, Abram
le dio los diezmos de todo lo que tenía. Algunos creen que la práctica de diezmar (el dar
de nuestro dinero a Dios) era algo para ser hecho solamente por el pueblo de Israel que vivía bajo la ley y, por tanto, no tiene nada que
ver con nosotros hoy. Pero este no es el caso.
Abram diezmaba mucho antes que Israel llegara a ser nación, y como 400 años antes de
que la ley fuera dada. En el Nuevo Testamento se nos enseña que no solamente el diezmo,
sino todo lo que tenemos le pertenece a Dios.
(Véase I Co. 6:19, 20.) Esto incluye nuestro
tiempo (Ef. 5:16; Sal. 90:12); nuestros talentos (Ro. 12:6; 1 Co. 7:7; 2 Ti. 1:6); y nuestro
dinero (1 Co. 16:1, 2; 2 Co. 9:7).
5. Abram rechazó la oferta materialista de Bera,
el impío rey de Sodoma, de repartirse el botín
de guerra.
J. Su pacto (Gn. 15:1-21).
1. Dios le habló a Abram en visión, diciéndole:
«No temas. Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande» (Gn. 15:1).
Aquí leemos por primera vez esas dos pequeñas pero maravillosas palabras que son: «No
temas». Abram necesitaba esta reafirmación en
este momento, porque como resultado de sus
acciones de Génesis 14 algunos vecinos poderosos se habían convertido en sus enemigos.
2. Abram «recordó« al Señor que él y Sara estaban todavía sin hijos, y sugirió que un joven
siervo damasceno llamado Eliezer fuera adoptado como su heredero, pero su propuesta fue
denegada. Eliezer sería después usado para
ayudar a Abram de otra manera. (Véase Gn.
24:1-4.)
3. Dios una vez más prometió un hijo a su anciano siervo, añadiendo esta vez las palabras:
«... Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu
descendencia» (15:5). Aquí tenemos otra pequeña prueba de que la Biblia es la Palabra de
Dios. Hoy sabemos que hay probablemente
tantas estrellas como granos de arena en las
playas del mundo; pero en los días de Abram
los hombres creían que el número total de estrellas no pasaba de 1.200.
4. Cuando Dios había terminado de hablar, se nos
dice que «Abram creyó a Jehová, y le fue contado por justicia» (15:6). Esta es la primera
mención bíblica de tres grandes palabras y
cada una de ellas merece nuestra consideración.
a. Creyó.
(1) Esto no quiere decir que Abram fue
el primer hombre que creyó en Dios,
sino que su fe es un modelo para todos los futuros creyentes. (Véanse
Ro. 4; Gá. 3:6-9: He. 11:8-10. 17.
19.)
(2) Tampoco quiere decir que Abram
agradó a Dios o que le apaciguó, sino
que creyó en él.
b. Contado.
Este término se traduce en el
Nuevo Testamento por «imputado». Imputar significa añadir a la cuenta de uno.
Aparecen tres imputaciones principales en
la Biblia.
(1) La imputación del pecado de Adán
sobre la raza humana (Ro. 3:23;
5:12).
(2) La imputación del pecado de la raza
humana sobre Cristo (Is. 53:5, 6: He.
2:9; 2 Co. 5:14-21; 1 P. 2:24).
(3) La imputación de la justicia de Dios
a favor de los pecadores que creen
(Eil. 3:9: Stg. 2:23; Ro. 4:6. 8. 11,
22-24).
c. Justicia. Esta palabra, simplemente definida, significa «vestido correctamente». La
Biblia nos enseña que todos los pecadores estamos desnudos delante de Dios (Gn.
3:10; He. 4:13; Ap. 3:17). Algunos se dan
cuenta de ello e intentan hacerse sus propias vestiduras espirituales, pero Dios los
ve como vestidos con trapos de inmundicia (Is. 64:6). Por tanto, cada vez que un
pecador se da cuenta de su desnudez y clama por la misericordia de Dios recibe un
nuevo vestido. (Véanse 2 Co. 6:7; Ef.
6:14: Ap. 19:7. 8.)
5. Cuando Abram preguntó cómo podría estar él
seguro de que todas estas cosas sucederían, especialmente la promesa relacionada con la tierra. Dios le ordenó que se buscara algunos
animales y aves. El doctor Donald Bamhouse
escribe lo siguiente en relación a esta pregunta en 15:9:
«Esta es la más extraña de las respuestas
jamás dadas a una pregunta y con todo era
la única respuesta posible. La pregunta
era: «¿Cómo puedo saber que poseeré la
tierra prometida?» La respuesta es: «¡Tráeme una vaquilla!» Uno podría pensar que
estábamos sintonizados con un programa
de radio y de pronto, inexplicablemente,
aparece otro diferente. La pregunta se formula en un programa de asesoramiento legal y la respuesta viene de la emisora del
departamento de agricultura. Pero, como
pronto veremos, tanto la becerra como la
herencia están unidos en la mente de
Dios.» (Génesis, vol. 1.)
6. Abram se hizo con los animales como se le había encomendado. En nuestra cultura de hoy,
cuando dos partes se comprometen a algo, redactan un contrato y ambos lo firman; pero en
el tiempo de Abraham era diferente. En aquellos días, cuando dos partes llegaban a un
acuerdo, mataban algunos animales, los descuartizaban y arreglaban los pedazos en dos
líneas. Entonces ambas partes unían sus manos y solemnemente caminaban juntos por el
pasillo entre los pedazos de los animales sacrificados. Al hacerlo así juraban en presencia
de la sangre, el sufrimiento y la muerte cumplir con los términos del compromiso. Este es
el primero de tres clases de pactos legales que
aparecen en la Biblia. Son:
a. El pacto de sangre (Gn. 15:10; Jer. 34:18,
19).
b. El pacto de intercambio de un zapato (Rut
4:7, 8).
c. El pacto de sal (Nm. 18:19; 2 Cr. 13:5).
7. Poco antes de que apareciera la presencia física de Dios en la escena (en la forma de un
horno humeante y de una antorcha de fuego),
a Abram le entró un profundo sueño. Mientras
él dormía, la presencia de Dios pasó sola a través de las ensangrentadas piezas, indicando de
esta manera que las promesas de Jehová en
cuanto a la salvación de Abram y su posesión
de Palestina eran incondicionales, sin cláusulas que pudieran invalidarlo por alguna razón.
Así, el pacto con Abraham que fue anunciado
en Génesis 12:1-4, y confirmado en 13:14-17;
15; 1-7, es ahora oficial y legalmente ratificado o en 15:8-18.
8. En Génesis 15:13-16 Dios le expresa a Abraham una septuple profecía. Todas a su tiempo
se cumplieron.
a. Que los descendientes de Abraham serían
extranjeros en tierra extraña. (Véase Gn.
46:2-4.)
b. Que serían siervos en aquella tierra. (Véase
Ex. 1:7-14.)
c. Que su esclavitud duraría como 400 años.
(Véase Éx. 12:40.)
d. Que Dios mismo juzgaría más tarde a
aquella nación que esclavizaría a Israel.
(Véase Éx. 7-12.)
e. Que Abraham sería librado de todo esto
(Véase Gn. 25:7. 8.)
f. Que después de permanecer durante cuatro largas generaciones en Egipto, Israel
retornaría a Canaán. (Véase Ex. 6:16-20.
Mediante estos versículos sabemos que
Leví. el biznieto de Abram, fue la primera generación: Coat el hijo de Leví, 1'ue la
segunda; Amram, hijo de Coat y padre de
Moisés, constituyó la tercera generación;
y Moisés fue la cuarta.)
g. Que Israel saldría de Egipto con gran riqueza. (Véanse Éx. 12:35, 36; Sal.
105:37.)
9. Pasaría bastante tiempo antes de que Dios cumpliera todo lo profetizado, «porque aún no ha
llegado a su colmo la maldad del amorreo»
(15:16). Aquí tenemos otra expresión del importante principio que consideramos por primera
vez en Génesis 6:3. Las consecuencias del pecado se acumulan hasta el momento en que
Dios no lo tolera más y su ira y juicio caen sobre los pecadores. En este caso los amorreos,
aquellos impíos descendientes de Canaán (Gn.
10:16) que habían morado ya en Palestina durante unos 400 años para el tiempo de Abraham.
Pero Dios les permitiría continuar por otros cuatro o cinco siglos antes de destruirlos (véase Jos.
10). Esta verdad nos la repite Pabló en Ro. 2:4,
5. (Véanse también 2 P. 3:1-9; 2 Cr. 36:15, 16.)
Que aunque la paciencia y el perdón de Dios
no tienen límite (Ro. 5:20), sí que lo tiene el
tiempo de las personas (Pr. 27:1).
K. Su transigencia (Gn. 16:1-15).
1. Sarai persuadió a Abram para que tuvieran un
hijo por medio de Agar, la sierva egipcia de
Sarai. Después adoptarían al hijo como propio.
2. Agar quedó embarazada y su arrogante actitud pronto empezó a causar dificultades, que
llevaron a que Sarai la despidiera del hogar de
Abram. Este solo versículo refuta la doctrina
de la poligamia. Dios lo permitió, pero nunca
lo aprobó. (Véanse Gn. 2:23; 1 Ti. 3:2.)
3. El Ángel de Jehová la encontró junto a una
fuente de agua en el desierto y la mandó que
regresara a la casa de Abram y Sarai. El sexo
(varón) y el nombre (Ismael) fueron profetizados por ese ángel. Esta es la primera mención que se hace del Ángel de Jehová. Algunos
teólogos creen que cuando este título aparece
en el Antiguo Testamento es en realidad otro
nombre para referirse al Señor Jesucristo. En
cualquier caso, este ángel especial jugó una
parle importante en la historia de Israel.
a. El Ánael de Jehová lucha con Jacob (Gn.
32:24^30).
b. El Ángel de Jehová redime a Jacob (Gn.
48:16).
c. El Ángel de Jehová habla a Moisés desde
la zarza ardiente (Ex. 3:2).
d. El Ángel de Jehová protege a Israel en el
mar Rojo (Éx. 14:19).
e. El Ángel de Jehová prepara a Israel para
la tierra prometida (Éx. 23:20-23; Sal.
34:7; Is. 63:9; I Co. 10:1-4).
f. El Ángel de Jehová comisiona a Gedeón
(Juc. 6:11).
g. El Ángel de Jehová ministra a Elías (1 R.
19:7).
h. El Ángel de Jehová reafirma a Josué (Jos.
5:13-15).
i. El Ángel de Jehová salva a Jerusalén (Is.
37:36).
j. El Ángel de Jehová preserva a tres jóvenes hebreos (Dn. 3:25). En el pasaje de
Génesis 16, el Ángel de Jehová localiza y
conforta a una mujer pagana egipcia llamada Agar. Aunque no aparece muy favorecida en la Biblia, porque posee poca o
ninguna espiritualidad, y porque es descarada. resentida y orgullosa, además de ser
una pobre madre: con todo. Dios le ama
y envía a su bendito mensajero para ayudarla.
4. Nace Ismael. Abram tiene ochenta y seis años
en este momento.
L. Su circuncisión (Gn. 17:1-27).
1. Al final del capítulo 16 vemos a Abram en su
punto espiritual más bajo. Había pecado y no
tenía comunión con Dios ni con su familia,
pero parece que el Señor no le hace nada a su
errado siervo. ¿Va a escapar Abram con bien
de todo esto?
Para saber la respuesta sólo tenemos que
observar que Abram era de ochenta y seis años
cuando nació Ismael (16:16), pero tenía noventa y nueve cuando Dios le vuelve a hablar.
Aparentemente. Abram sufrió un período de
trece años de silencio de parte de Dios. Aquí
vienen a la mente las palabras del salmista
concernientes a la historia de Israel: «Y Él les
dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos» (Sal. 106:15).
2. A pesar de todo, un Dios lleno de gracia le perdona y le restaura (Sal. 51) a la comunión con
él. El título «el Dios Todopoderoso» es en hebreo El Shaddai. La palabra Shadd se refiere
al seno de la madre amante que cuida. El término El significa «el fuerte».
a. Dios confortó a Jacob con su nombre (Gn.
35:10, 11).
b. Reafirmó a Moisés con su nombre (Éx. 6:3).
c. Bendijo a José con su nombre (Gn. 49:25).
Este título lo encontramos más frecuentemente en el libro de Job (treinta y una veces)
que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Aquel patriarca lo necesitaba en su sufrimiento. Quizá el pasaje más sublime en el
que es usado es en el Salmo 91:1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.»
3. Su nombre es ahora cambiado de Abram, que
significa «padre enaltecido», a Abraham, que
quiere decir «padre de una multitud». El doctor Donald Bamhouse ha resumido la vida de Abram en este tiempo de lina manera excelente
y ocurrente:
«La cuestión de fondo de la historia está
en el hecho de que Abram no tiene descendencia. Esto no habría sido un desastre en nuestro mundo occidental, pero en
el Oriente debió ser sumamente irritante.
Hay algunas cosas en la Biblia que me
hacen reír entre dientes, y hay un pensamiento en conexión con este versículo que
siempre tiene ese efecto sobre mí. No puedo dejar de pensar en lo que acontecería
cuando Abraham compartió la noticia con
su familia y criados de que había cambiado de nombre.
Todos sabían que su anterior nombre Abram significaba padre
enaltecido, y que de alguna manera había
sido como una espina en la carne. Así que
nos podemos imaginar el gran interés y
curiosidad que se despertó cuando él anunció: “Voy a cambiarme el nombre.” Muchos pensarían que aquel viejo hombre ya
no había podido aguantar más la situación
y por fin se había convencido.
Después de
todo, tener un nombre de tanta apariencia
y pasarse ochenta y seis años sin hijos y
al final tener sólo uno, debió de producir
sus malos momentos. Así que algunos se
preguntarían cuál sería el nuevo nombre.
Y entonces aquel anciano habló y dijo:
“De ahora en adelante seré conocido como
Abraham, esto es, padre de una multitud.”
Podemos sentir el enorme silencio que se
produjo al oír tal cosa. ¿Padre de una multitud?
La gente se reiría a placer entre dientes. “Este viejo está loco. Tardó ochenta y
seis años en tener un hijo y ahora a los noventa y nueve se pone a soñar. ¡Padre de
una multitud! ¿Hay algo más ridículo para
un hombre de su edad que pensar ahora
así?”» (God's Remedy, tomo III. p. 316.)
4. Por cuarta vez Dios reconfirma a su anciano
siervo el pacto relacionado con la tierra y su
simiente. (Véanse Gn. 12:2, 3, 7; 13:14-17;
15:5.) En esta ocasión (17:9-14), Dios manda
a Abraham que se circuncide él, a todos los
varones de su casa, y a todos los futuros niños varones al octavo día de su nacimiento. A
continuación damos un breve resumen de la
enseñanza bíblica sobre la circuncisión.
a. Abraham fue el primer hombre en ser circuncidado.
Esto es en sí mismo un acto real de fe, porque dejó por unos días completamente inutilizados a todos los varones en el
campamento.
b. La circuncisión iba a ser el sello (o señal)
de la promesa de Dios, no la fuente.
c. La fe en la Palabra de Dios era la fuente,
d. La circuncisión de la carne sin la circuncisión del corazón sería absolutamente sin
valor.
Años más tarde Moisés recordaría a Israel:
«Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová
tu Dios de ti, sino que temas a Jehová
tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová
tu Dios con lodo tu corazón y con toda
tu alma...? Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.» (Dt. 10:12,
16).
e. La circuncisión fue dejada a un lado en
Hechos 15:29.
5. El nombre de la esposa de Abraham fue cambiado ahora de Sarai (contenciosa) a Sara
(princesa).
6. Abraham rió de gozo (Ro. 4:19-21) al pensar
en un heredero propio y pidió a Dios que bendijera a Ismael.
7. Dios promete bendecir a Ismael y después
manda a Abraham y a Sara que al futuro heredero del pacto le pongan el nombre de Isaac.
8. Abraham obedece el mandamiento de Dios de
circuncidar a todos los varones.
M. Su compasión (Gn. 18:1-33).
1. Abraham es visitado personalmente por el Señor y dos ángeles y, mientras que lo están
ministrando, Dios le promete de nuevo un heredero y esta vez da una fecha (Gn. 18:10, 14).
2. Sara escucha la conversación y se ríe al no
creer lo que oye. Dios le reprocha a Abraham
por la incredulidad de su mujer. Sara niega entonces que se riera (Gn. 18:10-15).
3. En este momento Sara y Abraham escuchan a
Dios decir aquellas emocionantes palabras que
hallamos en Génesis 18:14: «¿Hay para Dios
alguna cosas difícil?» (Véanse también Le.
1:26-37; Mt. 19:23-26.)
4. Los dos ángeles marchan para ultimar una misión secreta en Sodoma. Dios entonces revela
a Abraham su intención de destruir aquel pozo
de pecados en el desierto (Gn. 18:16-22).
5. Abraham empieza su súplica intercesora por
Sodoma. Esta es una de las oraciones más
compasivas y persistentes de toda la Biblia.
a. Fue definida. No oró por «aquella alma tan
cerca del infierno», o por «los misioneros
en todo el mundo», o por «el dedo del pie
que le duele a la hermana Marta».
b. Fue reverente. «... aunque soy polvo y ceniza...» (v. 27).
c. Estaba entremezclada con fe: «... El Juez
de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que
es justo?» (v. 25).
6. Al principio ruega a Dios que perdone a la ciudad si se encuentran en ella cincuenta justos,
y el Señor está de acuerdo. Luego le pide por
cuarenta, después treinta, veinte, y finalmente
por diez. Aquí paró. ¿Por qué no siguió insistiendo por cinco? La respuesta es que él probablemente pensó que al menos habría diez
personas creyentes y temerosas de Dios en la
ciudad. Después de todo allí estaban Lot, su
esposa, dos hijas solteras y otros hijas casadas.
Él pensó seguramente que este grupo era más
de diez, pero quedaría acongojado al comprobar después que sólo Lot y sus hijas solteras
se salvaron.
N. Su corrompida familia (19:1-38).
1. En este capítulo tenemos el relato dramático
de la destrucción de Sodoma, que es el segundo de los eventos del Antiguo Testamento referidos por nuestro Señor como ilustraciones
del anunciado día de juicio. El primer evento
fue el diluvio del tiempo de Noé. Notemos las
palabras de Cristo en Lucas 17:26-30.
2. Los ángeles encuentran a Lot en la puerta de Sodoma. Él sena probablemente una especie
de concejal, con alguna autoridad delegada.
Aparece como totalmente involucrado en el
sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída:
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma
(Gn. 13:10).
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11).
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas
hacia Sodoma (13:12).
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12).
e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías
a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se
aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El
pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina
destruyendo los órganos vitales del cuerpo.
En el Nuevo Testamento, el pecado de
negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se
calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56).
f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr.Sodoma. Él sena probablemente una especie
de concejal, con alguna autoridad delegada.
Aparece como totalmente involucrado en el
sistema de vida de la ciudad. Notemos el triste orden de su trágica caída:
a. Primeramente miró con deseo a Sodoma
(Gn. 13:10).
b. Después eligió la tierra cercana a la ciudad (13:11).
c. Seguidamente fue poniendo sus tiendas
hacia Sodoma (13:12).
d. Poco después se trasladó a la misma ciudad (14:12).
e. Finalmente entregó sus hijas y sus energías
a Sodoma (Gn. 19). Sin duda alguna aquí se
aplican bien las palabras del Nuevo Testamento: «He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Stg. 3:5). El
pecado es como el cáncer y la lepra. Empieza de manera imperceptible, pero termina
destruyendo los órganos vitales del cuerpo.
En el Nuevo Testamento, el pecado de
negación de Cristo por Simón Pedro también empezó con algo muy pequeño. Se
calentó las manos en el campamento enemigo (Le. 22:54-56).
f. Empezó presumiendo de su lealtad (Mr. 14:29)
g. Después se durmió cuando debía estar
orando y velando (Mr. 14:37).
h. Lucao siauió a Cristo desde lejos (Mt.
26:58).
i. A continuación le encontramos asociándose con los enemigos de Cristo (Mt.
26:69).
j. Finalmente negó al Señor (Mt. 26:70-74).
Lot preparó un banquete para aquellos dos ángeles y coció panes sin levadura. Su acción parece sugerir dos cosas: el hecho de que les sirvió
panes sin levadura parece indicar que reconoció
la identidad celestial de sus huéspedes. El hecho
de que él cocinó los panes y no la esposa parece
sugerir la despreocupación de ella por la posición de su esposo o por las cosas de Dios.
3. Los ángeles informan a Lot de la inminente
destrucción de Sodoma. Los sodomitas estaban tan corrompidos que los ángeles se vieron
obligados a cegar a algunos pervertidos sexuales que habían rodeado la casa de Lot donde
ellos estaban. Aquellos hombres no tenían ningún respeto por el apóstata Lot.
4. Lot había llegado a ser tan carnal que intentó
apaciguar a aquellos pervertidos sodomitas
ofreciéndoles sus dos hijas vírgenes. También
se refirió a ellos como «hermanos». (Véase 2
Jn. 10. 11.)
5. Usó el resto de la noche en un intento frenético pero infructuoso de convencer a sus hijas
casadas de que huyeran de la ciudad con él.
6. Al romper el alba los ángeles literalmente empujaron fuera de la ciudad a Lot . Su esposa y sus dos hijas, aconsejándoles que huyeran a los
montes.
7. Lot empezó a discutir y a rogarles que les permitieran establecerse en una pequeña ciudad cercana llamada Zoar en vez de ir a los montes.
8. La familia de Lot recibió un aviso final: «Date
prisa, escápate allá; porque nada podré hacer
hasta que hayas llegado allí» (19:22). La destrucción de Sodoma es una prefiguración de la
anunciada tribulación, y la huida de Lot es
como un tipo del rapto de los creyentes. (Véase 2 Ts. 2:6, 7.)
9. Y «entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma
y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de
Jehová desde los cielos» (19:24). El azufre es
usado frecuentemente en la Biblia para indicar castigo y destrucción (Dt. 29:23; Job
18:15: Sal. 11:6; Is. 30:33: Ez. 38:22; Le.
17:29: Ap. 9:17). Algunos creen que se refiere al azufre. Génesis 14:10 nos dice que los alrededores de Sodoma estaban llenos de
«asfalto».
10. La esposa de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal. El Señor Jesucristo
nos amonesta en Lucas 17:32 a que nos acordemos «de la mujer de Lot», y así debemos
hacerlo. Su vida es una prueba de la verdad de
que podemos sacar del mundo a una persona
camal, pero no podemos sacar el mundo de
una persona camal.
Los incrédulos han ridiculizado frecuentemente la narración de que la esposa de Lot se
convirtiera en una estatua de sal. Por supuesto que Dios bien pudo hacer que literalmente
sucediera tal cosa, pero quizá una explicación
más razonable sería que una bola de azufre ardiendo cayó sobre ella y la cubrió con una costra de elementos salobres.
El Señor se acordó de Abraham y libró a
Lot de Sodoma. Un Dios de gracia ha prometido olvidar los pecados confesados de todos
los creyentes (He. 8:12), pero en su fidelidad
él recuerda al menos dos cosas:
a. Las oraciones del creyente (véanse Gn.
18:23; Ap. 5:8).
b. Las obras de un creyente (He. 6:10).
El camal y mundano Lot fue salvado por
medio de las oraciones fieles de Abraham.
Quizá Judas tenía en mente a Lot cuando años
después escribió:
«A algunos que dudan, convencedlos. A
otros salvad, arrebatándolos del fuego; y
de otros tened misericordia con temor,
aborreciendo aun la ropa contaminada por
su carne» (Jud. vv. 22, 23).
11. En su gran pavor. Lot pasó de largo por Zoar
y se refugió en una cueva en las montañas con
su dos hijas solteras. Y ahora se va a producir
otra triste consecuencia del alto costo de olvidarse de Dios. Las dos hijas de Lot, temiendo
quedarse para siempre solteras, embriagan a su
propio padre y tienen relación sexual con él.
y las dos quedan embarazadas. La mayor de
las dos le pone a su hijo el nombre de Moab
(padre de los moabitas). y la otra le pone al
suyo el nombre de Bcn-Ammi (padre de los
amonitas). Ambas naciones le causaron más
tarde a Israel muchas dificultades y dolores.
(Véase Gn. 19:30-38.)
Ñ. Su carnalidad (20:1-17).
1. Abraham cayó otra vez en el mismo pecado
que había cometido una vez en Egipto. En esta
ocasión se trasladó a la tierra de los filisteos y
le mintió a Abimelec acerca de Sara como antes lo había hecho con Faraón.
2. Dios advierte a Abimelec mediante un sueño
de no tocar a Sara.
3. Abimelec reprende a Abraham por haberle
mentido.
4. Abraham ora a Dios pidiendo la bendición sobre Abimelec.
O. Su celebración (Gn. 21:1-34).
1. Isaac nace conforme a la promesa de Dios. Su
nombre significa «risa».
2. Se organiza una gran fiesta para celebrar el
destete de Isaac.
3. Agar y su hijo Ismael de catorce años son
echados del hogar de Abraham por burlarse de
Isaac durante esta feliz ocasión. (Pablo habla
del significado de este suceso en Gá. 4:22-31.)
4. Dios cuida amorosamente de Agar e Ismael
cuando andaban perdidos por el desierto de
Beerseba indicándoles dónde había un pozo de
agua fresca. Posteriormente Ismael se casó con
una joven egipcia y se convierte en un experto arquero.
P. Su «calvario» (22:1-24).
1. Dios prueba a Abraham ordenándole: «Toma
ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y
vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en
holocausto...» (22:2). Esta era en realidad una
prueba para ayudar a Abraham a crecer espiritualmente. (Cp. Gn. 22:2 con Stg. 1:13.)
2. La tierra de Moriah era aquella parte cercana
a Jerusalén donde más tarde se edificó el templo
(véase 2 Cr. 3:1). ¿Qué es lo que exactamente le pidió Dios a Abraham que hiciera con
Isaac? (Más tarde, en Lv. 1:1-9, le son dadas
instrucciones a Moisés acerca de los
holocaustos.)
a. La ofrenda tenía que ser un animal macho
sin defecto.
b. Tenía que ser ofrecido voluntariamente por
el propietario.
c. Tenía que ser matado y su sangre rociada
sobre el altar.
d. Tenía que se cortado en pedazos.
e. Finalmente, era lavado y quemado.
No se nos dice cuánto conocía Abraham
acerca de esto, pero una cosa sí sabía aquel anciano: Dios le había ordenado que sacrificara
a su amado hijo.
3. Llegaron al cabo de tres días. Abraham emprendió la marcha al día siguiente de que Dios
se lo ordenara y le tomó tres días llegar hasta
el monte Moriah, lo que hace un total de cuatro días. Esto se relaciona perfectamente con
Éxodo 12:3-6, donde se nos dice que el cordero de la Pascua esperaría cuatro días antes
de ser matado. (Véase Gn. 22:3, 4.)
4. Abraham entonces instruye a sus siervos, diciéndoles: «Esperad aquí con el asno, y yo y
el muchacho iremos hasta allí y adoraremos,
y volveremos a vosotros» (22:5). Aquí tenemos
un vislumbre de la fe de Abraham. Notemos
que dice a los hombres que él y su hijo volverían. Esto a pesar de que él estaba completamente dispuesto a sacrificar a Isaac. ¡Creyó que Dios lo resucitaría! De manera que los dos
momentos más elevados de la vida de este gran
anciano serían:
a. Creer a Dios en relación con el nacimiento sobrenatural de su hijo (Ro. 4:18-21).
b. Creer a Dios en lo concerniente a la resurrección sobrenatural de su hijo (He.
11:17-19).
5. Isaac preguntó: «... He aquí el fuego y la leña;
mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?» (22:7). Esta pregunta es todavía formulada hoy por un mundo confundido y
atemorizado. ¿Dónde está el cordero? ¿Dónde podemos encontrar salvación? El mundo
hace las preguntas correctas, pero busca en los
lugares equivocados. Algunos buscan la salvación en:
a. La formación académica.
b. Las buenas obras.
c. Las Naciones Unidas.
d. El bautismo.
e. La membresía en la iglesia.
Pero el cordero de la salvación no puede ser
encontrado en ninguno de estos lugares.
6. El anciano patriarca, con su corazón acongojado, respondió suavemente a su hijo: «Dios
se proveerá de cordero para el holocausto, hijo
mío» (22:8). Esta frase es un resumen completo de la Biblia. Lo podemos leer teológicamente en cualquiera de estos dos sentidos:
a. Dios se proveerá de un cordero, es decir,
el cordero vendrá de Dios.
b. Dios se ofrecerá a sí mismo como cordero, es decir, el cordero ofrecido será Dios
mismo.
Cualquiera de las dos interpretaciones es correcta, porque en el Nuevo Testamento se cumplen ambas.
7. Abraham edificó un altar, ató a su hijo y lo colocó sobre él. Esta breve declaración habla altamente de Isaac, porque ya no era el niño
pequeño que algunos han pintado, sino probablemente un joven bien desarrollado. Sin embargo, él permite a su anciano padre atarlo y
colocarlo sobre el altar de la muerte (22:9).
8. El Espíritu de Dios nos dejó aquí registrada la
dramática acción que tuvo lugar en aquel monte: «Y extendió Abraham su mano y tomó su
cuchillo para degollar a su hijo» (Gn. 22:10).
Pero antes de que pueda llevarlo a cabo,
Dios le mostró un carnero que estaba allí cerca y le ordena que sacrifique a este animal en
lugar de a Isaac. El agradecido Abraham obedece y le da a aquel lugar el nombre de
Jehová-jireh.
9. El título Jehová-jireh es uno de los grandes
nombres de Dios en el Antiguo Testamento, y
literalmente significa «Jehová proveerá». ¿Merece la pena servir a Dios? Sólo como
recordatorio digamos que Dios ya había provisto a Abraham con los siguientes beneficios:
a. Eterna salvación (Gn. 15:6).
b. Guía (Gn. 12:1).
c. Valor (Gn. 14:15).
d. Bendiciones espirituales (Gn. 14:19).
e. Para sus necesidades humanas (Gn. 13:2).
f. Protección social (Gn. 15:15).
g. Perdón (Gn. 20:17).
h. Un hijo en su ancianidad (Gn. 21:3).
i. Protección continua (Gn. 15:1).
j. Una ciudad celestial con fundamentos (He.
11:10).
10. Antes de dejar este capítulo notemos algunas
semejanzas sorprendentes entre Abraham el
padre y Dios el Padre:
a. Ambos tenían un hijo amado (Mt. 3:17:
17:5). Los dos nacieron milagrosamente (Le.
1:35).
b. Ambos tuvieron hijos dispuestos, esto es,
hijos listos para ofrecerse voluntariamente (Jn. 10:18).
c. Ambos ofrecieron a sus hijos (Jn. 3:16), y
ambos en el mismo lugar.
d. Ambos recibieron de nuevo a sus hijos con
gran gozo (Sal. 24:7-10).
(Nota: Algunos creen que este Salmo se refiere a la segunda venida en gloria del Señor Jesucristo después de su muerte y
resurrección.)
e. Ambos hicieron preparativos cuidadosos
para las bodas de sus hijos. En Génesis 24
leemos que Abraham envió a su siervo
más antiguo y fiel a buscar esposa para
Isaac. En el Nuevo Testamento encontramos al Padre celestial haciendo preparativos para las bodas de su Hijo (Mt. 22:1,
2).
11. El Ángel de Jehová declara otra vez las partes
del pacto con Abraham.
12. Al volver a casa recibe las noticias que han llegado referentes a su hermano Nacor. a quien
aparentemente no había vuelto a ver desde su
salida de Ur. Nacor se había traslado a Harán
y Dios le había bendecido a el y a su esposa
con ocho hijos. Betuel, el quinto hijo, llegaría
a ser importante en el relato bíblico porque
tuvo una hija llamada Rebeca y un hijo llamado Labán. Rebeca se casaría más tarde con
Isaac; y Raquel y Lea, las hijas de Labán. llegarían a ser las esposas de Jacob (22:19-24).
Q. Su cueva (23:1-20).
1. Sara murió a la edad de 127 años. Hay personas
hoy que abogarían por la adoración de María,
pero en el Nuevo Testamento se nos llama la
atención a la vida de Sara. (Véase I P. 3:1-6.)
2. Abraham compra una cueva en Macpela por
400 sidos de plata y entierra en ella a su amada esposa. Tiempo después él también sería sepultado allí.
R. Su orden (24:1-67).
1. Abraham mandó a Eliezer. su fiel criado, que
fuera a fiarán a buscar esposa para Isaac.
2. Nada más llegar a su destino, estando todavía
a las afueras de la ciudad. Eliezer se arrodilla
y pide a Dios sabiduría. Esta es una de las oraciones más sobresalientes de la Biblia, no sólo
por la gran fe que muestra, sino porque es respondida incluso antes de ser terminada. El siervo pide a Dios que le indique cuál es la joven
que él desea para Isaac llevándola a que le dé
agua para él y para sus sedientos camellos.
Veamos el resultado:
«Y aconteció que antes de que él acabase
de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel. hijo de Milca mujer de Nacor, hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro» (24:15).
3. Rebeca sin saberlo cumple la oración de Eliezcr al ofrecerle agua para él y sus camellos.
4. El siervo de Abraham es presentado por Rebeca a su madre y a su hermano Labán. Él les
informa de la misión que lleva y de la sorprendente respuesta a su oración.
5. Rebeca está de acuerdo en marchar con el siervo y en ser la esposa de Isaac.
6. Isaac espera con ansiedad la llegada de su novia en un campo cercano a Hebrón. Llegan a
ser marido y mujer.
Este es uno de los grandes capítulos de la Biblia lleno de tipos. Notemos:
a. Abraham es un tipo perfecto del Padre celestial. Es el Padre quien prepara una boda
para su amado Hijo (véase Mt. 22:2).
b. Isaac es un tipo perfecto del Señor Jesucristo. Él. al igual que Jesús, había sido
ofrecido en sacrificio (cp. Gn. 22 con Mt.
27), y busca a su esposa. A Isaac, a semjanza de Cristo, le fueron dadas todas las
cosas de su padre. (Cp. 24:36 con Fil.
2:9,10.) Finalmente, Isaac, como Cristo,
amó a su esposa tiernamente. (Cp. 24:67
con Ef. 5:25.)
c. Eliezer es un tipo perfecto del Espíritu Santo. El siervo de Abraham fue hasta Mesopotamia por una sola razón: buscar esposa para
Isaac. Años después (Hch.2) el Espíritu Santo vendría en Pentecostés con un propósito:
adquirir una esposa para el Hijo. Eliezer en
Mesopotamia honró constantemente al padre y al hijo, y hoy el Espíritu Santo hace lo
mismo. (Véase Juan 15:26.)
d. Rebeca es un tipo perfecto de la iglesia.
Para que alguien pueda entrar en la verdadera iglesia de Dios debe primero responder positivamente a la pregunta del
siervo del Padre: «Y llamaron a Rebeca,
y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella
respondió: Sí, iré» (24:58).
S. Su Cetura (25:1-6).
1. Abraham se casó con una mujer llamada Cetura que le dio seis hijos.
2. El más importante de todos fue Madián, el
cuarto hijo varón, que llegó a ser el padre de
los madianitas. Años después este pueblo le
causó a Israel mucha tristeza.
T. Su ciudad (25:7-10; He. 11:8-10).
«Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento
setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de
años, y fue unido a su pueblo. Y lo sepultaron
Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela,
en la heredad de Efrón hijo de Zohar hctco, que
está enfrente de Maniré, heredad que compró
Abraham de los hijos de Het: allí fue sepultado
Abraham, y Sara su mujer» (25:7-10).
«Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció
para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como
en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque
esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo
arquitecto y constructores Dios» (He. 11:8-10).