LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO QUINTA PARTE ( HOY EL LIBRO DE ABDIAS, JOEL Y JONÁS)

   LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO QUINTA PARTE  (ABDIAS, JOEL Y JONAS)

II. Los reyes de esta etapa del reino dividido.

EN LA INTRODUCCION A ESTA ETAPA SE REVISA COMO 

A) LA VISION DE CONJUNTO Y 

B) EL METODO DE MIRAR CON LUPA  ---------> ESTE  TITULO  TIENE LOS REYES DEL NORTE Y DEL SUR VISTO EN LAS ENTRADAS ANTERIORES SEGUNDA Y TERCERA PARTE,

EN EL CAPITULO ANTERIOR CUARTA PARTE HABLAMOS LA  PARTE QUE   TRATARA DE  LOS PROFETAS ORALES DE ESTE PERIODO DEL REINO DIVIDIDOS ( ELIAS Y ELISEO)

AHORA NOS TOCA ADENTRAROS EN LOS PROFETAS QUE ESCRIBIERON EN ESTA ETAPA. QUINTA PARTE HASTA HOY ABDIAS, JOEL, Y JONAS


ABDÍAS (alrededor del 848 a.C.) 


 INTRODUCCIÓN:

1. Abdías es el m is corto de los libros del Antiguo Testamento. 

2. Nada sabemos acerca del autor excepto su nombre, que significa «siervo del Señor». 

3. Este libro tiene un solo tema y es el castigo de Edom por su traición a Judá. 

4. Hubo al menos cuatro ocasiones en las que Edom ayudó al saqueo de Jerusalén y de Judá. Fueron: 

a. Durante el reinado de Joram (853 a.C.) (2 Cr. 21:8,16, 17; Amós 1:6) 

b. Durante el reinado de Amasias (796 a.C.) (2 Cr. 25:11, 12, 23,24) 

c. Durante el reinado de Acaz (735 a.C.) (2 Cr. 28:16-21) 

d. Durante el reinado de Sedequías (597 a.C.) (2 Cr. 36:11-21; Sal. 137:7) 


I. La casa de Edom: sería humillada por Dios (1:1-16). 

 A.  A causa de la ingratitud de su corazón (1:1-9). 
1. Se habían hecho orgullosos y arrogantes debido a que vivían protegidos por aquellos montes inaccesibles que rodeaban su capital, la ciudad de Petra. Nota: Estas ruinas únicas, escondidas entre aquellos elevados riscos de roca pura en las áridas regiones del mar Muerto, fueron descubiertas en 1812 d.C. 

2. Esaú había sido el padre y originador de este pueblo orgulloso (Gn. 25:30; 36:1)


3. Dios profetiza que sería registrado y saqueado cada rincón y grieta de Petra, y todos los tesoros serían buscados y quitados. 
4. Los aliados de Edom se volverían contra ellos. 
5. Sus hombres sabios se tomarían necios. Edom era famoso por sus hombres sabios. Elifaz, el más sensato de los tres amigos de Job, procedía de la región de Temán, a unos ocho kilómetros de Petra (Job 2:11; Abd. 1:8). 
6 . Los valientes guerreros de Temán quedarían confundidos e impotentes para evitar tan terrible desastre. 



B. Debido a su actitud tan traicionera (1:10-16). 
1. Abandonaron a sus hermanos de sangre (Judá) en momentos de gran necesidad. Ambos pueblos estaban emparentados, pues sus progenitores, Esaú y Jacob, fueron hermanos gemelos. 
2. Se quedaron mirando lo que pasaba, rehusando mover un dedo para ayudar. 
3. Se regocijaron en realidad de la agonía de Judá. 
4. Se mofaron de ellos. 
5. Ocuparon sus tierras después que los llevaron cautivos. 
6 . Se apostaron en los cruces de caminos y mataron a los que intentaban escapar. 
7. A aquellos que no mataron los entregaron al enemigo, quedando como prisioneros de guerra. 


II. La casa de Jacob: sería reavivada por Dios (1:17-21). 

A. A pesar de sus terribles persecuciones y castigos, algunos merecidos y otros no, Judá sería un día completamente restaurada en la tierra de Palestina. 
B. Los israelitas tendrían entonces control de tierras nunca antes ocupadas, incluyendo la tierra de Edom. 
C. Los jueces de Jerusalén juzgarían sobre Edom y Petra durante el milenio. Nota: Algunas de estas profecías relacionadas con Edom ya se han cumplido, al menos en parte. 
1. Para el año 312 a.C., los nabateos, un pueblo árabe, habían desplazado a los edomitas que vivían en Petra. 
2. Huyeron entonces al sur de Palestina y allí fueron más tarde sometidos por Juan Hircano, un héroe militar judío, durante el tiempo de los macabeos (134-104 a.C.). 
3. El malvado rey Heredes procedía de este grupo edomita desplazado. 
4. Fueron aniquilados junto con los judíos por los romanos en el año 70 d.C., cuando se rebelaron contra el Imperio Romano. 
5. Otros pasajes bíblicos que predicen la caída de Edom son: 
Isaías 34:5-15; 
Ezequiel 25:12-14; 35:1-15; 
Amós 1:11, 12. 6 . Con todo, el Dios de toda gracia restaurará un día a Edom a pesar de sus pecados como nación. (Véase Is. 11:14.)


JOEL (835-796 aX.) 

INTRODUCCIÓN 

1. Al igual que con Abdías, conocemos muy poco acerca del profeta Joel. Era el hijo de Petuel y su nombre significa «Jehová es Dios». 
2. Durante el tiempo del ministerio de Joel, la tierra de Judá fue atacada por una terrible plaga de langosta, más devastadora que ninguna otra en el pasado. 
3. Joel, por inspiración divina, compara tan terrible plaga de langosta con el tiempo venidero de la tribulación. 
4. Joel es también conocido como el profeta de Pentecostés, porque sus palabras acerca del Espíritu Santo fueron citadas tiempo después por el apóstol Pedro en el día de pentecostés. 

I. Israel y el juicio de Dios: un examen del pasado (1:1- 20). 

A. La severidad del juicio de la langosta.
«Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado» (1:4). Algunos comentaristas interpretan estas palabras como descriptivas de las cuatro etapas del desarrollo de la oruga, mientras que otros piensan que se refieren a cuatro insectos diferentes. La langosta fue frecuentemente considerada como agente del juicio divino. (Véanse Dt. 28:38-42; Ex. 10:12- 15; 1 R. 8:37; Ap. 9:1-12.)
 
B. Nombre bíblico para el juicio de la langosta.
«¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso» (1:15). Esta es la segunda mención en los profetas menores del término «el día del Señor». Lo podemos encontrar en muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. (Véanse Is. 2:12; 13:6, 9; Ez. 13:5; 30:3; Jl. 2:1,11,31; 3:14; Am. 5:18, 20; Abd. 1:15; Sof. 1:7, 14; Zac. 14:1; Mal. 4:5; Hch. 2:20; 1 Ts. 5:2; 2 Ts. 2:2; 2 P. 3:10.) 
La frase se refiere casi siempre al período de los siete años de tribulación, pero el profeta Joel lo usa aquí (1:15) para referirse al juicio que Israel sufría en este momento. 

II. Israel y el juicio de Dios: una anticipación del futuro (2:1—3:21). 

A. La identidad de la invasión.
¿De qué nación está hablando el profeta en los capítulos 2 y 3? Se puede estar refiriendo a varios en general, enfatizando en especial el último. 
1. La invasión asiria en 701 a.C., dirigida por Senaquerib y que fue parada por el ángel de Jehová ante los muros de Jerusalén (2 R. 19). Véase Joel 2:20. 
2. La invasión babilónica en el 586 a.C., dirigida por Nabucodonosor (2 R. 24). 
3. La invasión de Rusia, en medio de la tribulación, que será dirigida por Gog (Ez. 38, 39). 
4. La invasión final, a lo último de la tribulación, dirigida por el anticristo en la batalla del Armagedón (Ap. 16:13-16; 19:11-21). 


B. El lugar de reunión de la invasión. 
«Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo...» (3:2). (Véase también 3:9-14.) Nota: Esta batalla, que será la mayor, la más arriesgada, sangrienta y cruel de todos los tiempos, se extenderá desde la ciudad de Meguido en el norte (Zac. 12:11; Ap. 16:16) hasta Edom en el sur (Is. 34:5, 6; 63:1), en una distancia de unas 200 millas (aproximadamente 320 km). Irá desde la costa del Mediterráneo en el oeste hasta los montes de Moab en el este, en una distancia de unas 100 millas (aproximadamente 160 km). De forma que el área total del campo de batalla será de unas 20.000 millas cuadradas (aproximadamente 51.800 km2). 
El centro de la acción será aparentemente el valle de Josafat, localizado justo al este de Jerusalén, entre la Ciudad Santa y el monte de los Olivos. Es conocido también como el valle del Cedrón. 
C. El doble propósito para este encuentro. 
1. El propósito del Anticristo: destruir a Israel y a su Dios (Sal. 2). 
2. El propósito de Dios: Destruir al Anticristo y a sus aliados. 

D. El resultado de esta invasión. 
«El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel» (Jl. 3:15, 16). (Véase también Ap. 19:11-21.) 

E. Las bendiciones que vendrán después que la invasión haya sido aplastada. 
1. El Espíritu de Dios será derramado sobre toda carne (2:28-32). Debemos notar que el evento citado en este pasaje marcará el cumplimiento del deseo de Moisés (Nm. 11:29). Pedro citaría más tarde este pasaje de Joel en el día de Pentecostés (Hch. 2:16-21). No lo hizo indicando que Pentecostés fuera el cumplimiento de la profecía de Joel (pues no lo era), sino más bien un ejemplo de la misma. 2
2. Serán provistas todas las necesidades humanas (2:21-27). 
3. La naturaleza misma será transformada (3:18). 
4. Cristo Jesús reinará en Sion (3:21). El monte Sion es una altura que se levanta sobre la esquina sudoeste de la antigua muralla de la ciudad. Durante un tiempo estuvo dentro de las murallas de la antigua Jerusalén. Se le tiene como uno de los lugares más sagrados de Israel, pues allí está ubicada la tumba tradicional del rey David. Se cree que sobre él estuvo una vez el aposento alto donde Jesús y sus discípulos celebraron la última Pascua juntos y donde se estableció la cena del Señor (Mr. 14:12-16; 
Le. 22:7-13). Se considera también que este es el aposento alto donde los doce discípulos estaban reunidos cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos en el día de Pentecostés (Hch. 1:12-14; 2:1-4).



JONÁS (780-750 a.C.)
 INTRODUCCIÓN
 A. El libro de Jonás es uno de los tres libros del Antiguo Testamento más aborrecidos por Satanás. Estos son: 
1. Génesis, que predice la encamación de Cristo de la simiente de la mujer (Gn. 3:15). 
2. Daniel, que predice la gloriosa segunda venida de Cristo (Dn. 7:9-12) para destruir a sus enemigos. 
3. Jonás, que predice (en forma tipificada) la muerte y resurrección de Cristo. (Cp. Jonás 2 con Mt. 12:38-41.) 

B. Existen tres interpretaciones básicas del libro de Jonás. 
1. La interpretación mitológica. Este es el punto de vista liberal, que contempla a Jonás como miraríamos a Robinson Crusoe, a Gulliver o a Hércules. 
2. La interpretación alegórica (o parabólica). Desde esta perspectiva el libro es simplemente visto como una amplia parábola. Esto es: 
a. Jonás es en realidad Israel. 
b. El mar son las naciones gentiles en general. 
c. El pez es la cautividad babilónica. 
d. La regurgitación es el retorno durante el tiempo de Esdras. «Esto, sin duda alguna, no es el registro de hechos históricos reales ni se pretendía que lo fuera. Es una falta grave contra el autor tratar como prosa literal lo que él se proponía como poesía... Su narración es un relato con propósito moral, una parábola, poesía en prosa como el del buen samaritano.» (Julius Bewer, International Critical Commentary.) 
3. El abordamiento histórico-literal. Sólo éste es el punto de vista correcto. a. El relato presenta un hecho histórico real. 
b. Los judíos y la iglesia primitiva creyeron que era literal. 
c. El autor de 2 Reyes (14:25) se refiere a Jonás como a un personaje histórico. Se habla de su ciudad natal, y .se nos da el nombre de su padre y del rey bajo el cual sirvió. d. Jesús testificó de Jonás como de un relato literal (Mt. 12:38-41; 16:4; Le. 11:29-32). 
4. Jonás era oriundo de Gat-hefer de Zabulón (Jos. 19:13), al norte de Nazaret de Galilea. De manera que los fariseos estaban equivocados en cuanto a su declaración recogida en Juan 7:52: «... Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.»

I. La protesta de Jonás: 
demostración de la paciencia de Dios, (cap. 1). 

A. El mandamiento de Dios: 
¡Ve! (1:1,2). Dios ordena a su profeta que vaya a Nínive y predique contra la creciente maldad de esta ciudad. 

B. La acción del ministro: 
¡No! (1:3). 1.
La inutilidad de su acción. Jonás intenta neciamente lo imposible: huir de la presencia de Dios (Sal. 139:7-12). Se compró un boleto para escapar a Tarsis (supuesto antiguo nombre de una región al sur de España), embarcándose en una nave en el puerto de Jope. Esta ciudad es significativa, porque fue aquí que ocho siglos después otro predicador judío recibió también la orden de compartir el evangelio con los gentiles (Hch. 10:5). 
2. La razón de su acción: ¿Por qué desobedeció Jonás? Se han dado varias explicaciones: 
a. Porque era un cobarde. Esto es erróneo como podemos comprobar por 1 : 1 2 . 
b. Porque era un ultra nacionalista. Esta parece ser la respuesta lógica. En este momento histórico. Asiria crecía en su poderío militar y muchos creían que era solo una cuestión de tiempo para verlos invadir Palestina. La crueldad de los asirios fue sin igual en los tiempos antiguos. Veamos los siguientes testimonios de diferentes autores: «Algunas de las víctimas eran sujetadas mientras que uno de la banda de torturadores, que eran representados en los monumentos gozándose diabólicamente en su horrible tarea, insertaba su mano en la boca del prisionero y le arrancaba la lengua de raíz. En otro lugar clavaban estacas en la tierra y sujetaban a las víctimas a ellas con cordeles por las muñecas y tobillos, estirándoles al punto de que no pudieran mover ni un solo músculo. Los verdugos se aplicaban entonces a la tarea. Con un afilado cuchillo hacían incisiones en la piel y ésta era arrancada centímetro a centímetro hasta que el hombre quedaba realmente desollado vivo. Las pieles eran después extendidas sobre la muralla de la ciudad, o se disponía de ellas de otra forma, con el fin de aterrorizar a las personas y dejar tras de sí impresiones duraderas de las terribles venganzas asirías. Para otros se preparaban largos y afilados postes. Solían elegir para torturar y ejecutar de esta manera a los hombres líderes de la ciudad. Las víctimas eran tumbadas en el suelo y les clavaban en el pecho la parte afilada del poste; después levantaban el poste llevando a la persona clavada en la punta; finalmente colocaban el poste en posición vertical sujetándolo en el agujero que a este fin hacían en el suelo, y allí dejaban morir a la persona.» «Pirámides de cabezas humanas marcaban el paso de los conquistadores; los muchachos y las muchachas eran quemados vivos o reservados para cosas aún peores; los hombres eran empalados, desollados, cegados, o privados de sus manos, pies, orejas o narices; mientras que las mujeres y los niños eran usados como esclavos; la ciudad capturada era incendiada y reducida a cenizas, y los árboles de las cercanías cortados.» 

C. La mano de Dios: 
desató la tempestad (1:4-12). 
1. Dios hizo que soplara un fuerte viento sobre el mar que causó una gran tempestad. 
2. Los asustados marineros oraron a sus respectivos dioses paganos y arrojaron por la borda la carga que llevaban a fin de aligerar la nave. 
3. Mientras tanto Jonás se había quedado dormido en la bodega. Al saberlo, el capitán bajó a despertarlo y le ordenó que él también orara a su Dios rogando que les salvara. 
4. Los marineros en su desesperación echaron suertes para saber quién de ellos había ofendido a su Dios y había ocasionado la tempestad. Jonás resultó ser el culpable. 
5. Jonás admitió ante ellos su nacionalidad y su pecado de desobediencia a Dios. Después les sugiere que le tiren a él por la borda. 

D. La acción de los marineros: 
Le arrojaron al mar (1:13-17). 
1. Después de luchar un poco más contra los elementos, los marineros claman a Dios por perdón por lo que van a hacer con Jonás y rápidamente le arrojan al embravecido mar. 
2. El mar se calma de forma inmediata y cesa la tempestad. Los maravillados marineros dan gracias a Jehová Dios. 
3. Jonás es tragado por un pez que Dios había preparado. De todos los milagros de la Biblia no hay ninguno más conocido que éste ni que haya producido más preguntas o dudas. El doctor Vernon McGee escribe: «El pez que aparece aquí no es ni el héroe ni el villano de la historia. El libro no trata ni siquiera acerca de un pez. El pez no es la estrella principal en este escenario. Distingamos entre lo que es esencial y accidental. Son accidentales el pez, la calabaza, el viento oriental, la nave y Nínive. Lo esencial es Jehová y Jonás, Dios y el hombre.» Se pregunta frecuentemente si una ballena podría realmente tragarse a un hombre. En primer lugar, debe señalarse que en ninguna parte de las lenguas originales del Antiguo o Nuevo Testamentos se dice que una ballena tragó a Jonás. La palabra «ballena» no aparece en las versiones en castellano del libro de Jonás. La palabra hebrea para pez es dag y se refiere a un gran monstruo marino. En Mateo 12:40 la palabra griega que se traduce por «gran pez» (la Biblia de Reina-Valera 1569, revisión 1602 [Versión Antigua] traduce «ballena») es ketos que también se refiere a un monstruo marino. En segundo lugar, Dios podría haber usado una ballena si hubiera preferido hacerlo. El doctor Gleason Archer escribe el siguiente párrafo: «Se han informado numerosos casos, en épocas recientes, de hombres que han sobrevivido al duro trance de ser tragados por una ballena. La Princeton Theological Review (Revista teológica de Princeton) de octubre de 1927, refiere dos incidentes, uno en el año 1758 y el otro en 1771, según los cuales un hombre fue tragado por una ballena y vomitado poco tiempo después, con sólo lesiones leves. Otros casos son citados por R. K. Harrison, en IOT, p. 907. Uno de los casos más notables lo refiere Francis Fox, Sixty-three Years of Engineering 
(Sesenta y tres años de ingeniería) (Londres: J. Murray, 1924), pp. 298-300, quien informó que este incidente fue prolijamente investigado por dos científicos (Uno de los cuales fue M. de Parville, editor científico del Journal des Debáis (Publicación de debates) en París. En febrero de 1891, el barco ballenero Star of the East (Estrella del Oriente), navegaba en las proximidades de las Islas Malvinas, y el vigía avistó una enorme ballena a unos cinco kilómetros del barco. Se bajaron dos botes y al poco tiempo uno de los arponeros pudo clavar su arpón en el enorme animal. Los tripulantes del segundo bote también atacaron al animal, pero un coletazo de la ballena lo hundió, y los marineros cayeron al mar. Uno de ellos se ahogó, pero el otro, James Batley, simplemente desapareció sin dejar huellas. Luego de muerta la ballena, la tripulación comenzó su tarea de quitarle la grasa con hachas y palas. Trabajaron todo el día y parte de la noche. Al día siguiente, con jarcias y aparejos pusieron sobre cubierta el estómago. Los marineros quedaron perplejos cuando observaron espasmódicos signos de vida, y dentro del estómago hallaron al marinero que había desaparecido, doblado e inconsciente. Lo pusieron sobre cubierta y le dieron un baño con agua de mar que pronto lo hizo revivir. Al finalizar la tercera semana se había recuperado totalmente de su estado de conmoción y reasumió sus actividades normales ... Su rostro, cuello y manos se veían descoloridos, con una blancura mortal y un aspecto de pergamino. Batley afirma que probablem ente hubiera vivido en su habitáculo de carne hasta morir de hambre, porque se desmayó de miedo y no por falta aire.» (Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, Ediloral Portavoz, p. 348, nota.) 


II. La oración de Jonás: 
demostración del perdón de Dios, capítulo 2: 

A. La petición (2:1-8). 1. Jonás empezó inmediatamente a orar de una manera muy fervorosa y entregada, su altar era quizá el más extraño que jamás se haya usado: los costados resbaladizos del estómago de un pez. 
2. Algunos creen que el lenguaje que Jonás emplea parece indicar que él murió realmente y que Dios lo resucitó después. Noten las siguientes frases: 
a. «Desde el seno del Seol clamé» (v. 2). 
b. «Mas tú sacaste mi vida de la sepultura» (v. 6). 
c. «Cuando mi alma desfallecía en mí» (v. 7). Dios pudo haberlo hecho así sin duda alguna, pero el simple examen del contexto nos sugiere que el profeta no murió, aunque sí estuvo al borde de la muerte. 
3. En dos ocasiones Jonás se refiere a «tu santo templo» (vv. 4, 7). El profeta en realidad está dirigiendo su oración en esa dirección. Estaría sin duda recordando la oración de Salomón en la dedicación del templo 150 años antes (1 R. 8:38, 39). «Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere las manos a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres).» 4. Podemos imaginarnos la figura patética del profeta orando al tiempo que chapoteaba y resbalaba en aquel lugar con su cabeza envuelta en algas marinas. El apóstata se ve obligado a veces a llevar un extraño halo. 
5. Cuando Jonás dice: «Descendí a los cimientos de los montes» (v. 6), está mencionando un hecho científico totalmente desconocido para la capacidad humana de aquellos días. Esta es otra pequeña prueba de que la Biblia es en verdad la Palabra de Dios. 
6. Jonás renuncia a su pecado, recuerda su voto de servicio y reconsagra su vida a Dios (vv. 8,9). 

B. El perdón (2:9,10). 
1. Termina su oración resumiendo en cinco palabras el mensaje de toda la Biblia: «La salvación es de Jehová» (v. 9). 
2. Luego el pez lo vomita y lo lanza a tierra seca. 

III. La predicación de Jonás: 
demostración del poder de Dios, capítulo 3: 

A. La advertencia (3:1-4). 
1. Su campo de trabajo: Nínive se levantaba en la orilla oriental del río Tigris, y fue una de las más grandes ciudades —sino la más grande— de la antigüedad. La protegía una muralla con 1.200 torres de m is de 200 pies (60 m) de alto; la muralla en sí tenía más de 100 pies (30 m) de alto y una anchura tal que permitía que pudieran pasar a la vez tres carros. Su circunferencia era de 60 millas (96 km) y dentro del terreno que cerraban sus murallas podía crecer grano suficiente para alimentar a sus 600.000 habitantes. Jenofonte dice que la base de la muralla tenía unos 50 pies (17 m) de ancho y era de piedra pulida. La ciudad poseía un magnífico palacio con atrios y murallas que abarcaban unos 100 acres (unos 404.600 m2). Los techos se apoyaban en vigas de cedro que se sostenían sobre columnas de ciprés, unidas y fortalecidas por bandas labradas de bronce y plata. Las puertas estaban guardadas por grandes figuras de leones y toros esculpidos en piedra; sus puertas eran de ébano y ciprés con incrustaciones de hierro, plata y marfil; las salas y recámaras estaban recubiertas de paneles de alabastro y de ladrillos con inscripciones cuneiformes. Sus jardines colgantes estaban llenos de ricas plantas y raros animales. La ciudad también disponía de otros palacios, además de templos, bibliotecas y cuarteles que adornaban y enriquecían la ciudad. Todo fue construido mediante el trabajo de esclavos extranjeros. 
2. Su mensaje: «De aquí a cuarenta días Nínive será destruida» (v. 4) Cuarenta es frecuentemente el número de prueba en la Biblia, como vemos a continuación:
a. En los días de Noé, el diluvio continuó durante cuarenta días (Gn. 7:17). b. Moisés pasó cuarenta días en el monte Sinaí (Ex. 24:18). 
c. Los doce espías exploraron la tierra de Canaán durante cuarenta días (Nm. 13:25). 
d. Israel peregrinó durante cuarenta años por el desierto (Nm. 14:33). 
e. Jesús fue tentado durante cuarenta días (Mt. 4:2). 
f. Pasaron cuarenta días entre su resurrección y su ascensión (Hch. 1:3). 

B. El lamento y la aflicción (3:5-9). 
1. Este capítulo nos describe el más grande avivamiento de toda la historia conocida. Ningún otro milagro en este libro, ni en ningún otro libro del Antiguo Testamento, es comparable con la maravilla y grandeza de este milagro espiritual. En el Nuevo Testamento encontramos a Jesús que advierte que toda su generación, en general, se vería un día dramáticamente afectada porque: «Los hombres de Nínive se levantarán un día en el juicio contra esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar» (Mt. 12:41). 
2. Los críticos, sin embargo, siempre dispuestos a desacreditar la Biblia, señalan muy felizmente que la historia secular no registra una experiencia espiritual como la que se describe aquí. El doctor H. Freeman escribe: «La queja de que el arrepentimiento de Nínive no aparece registrado en la historia secular no sólo carece de valor porque es un argumento de silencio, sino porque ignora también el hecho de que el evento sí aparece registrado en la historia bíblica en el libro de Jonás. ¡Recordemos a los hititas! Fue un pueblo que aparece mencionado varias veces en el Antiguo Testamento. No obstante, no se podía encontrar ni rastro de ellos fuera de las Escrituras, por lo que los críticos miraban con suspicacia la información bíblica. Los descubrimientos arqueológicos, sin embargo, de primeros de este siglo no sólo confirmaron como exactas las referencias bíblicas, sino que revelaron que los hititas fueron un pueblo importante que formaron un imperio extenso durante los siglos xiv y X I I I a.C.» (Introduction to the Old Testament.) Con todo, es muy posible que la historia secular sí esté refiriéndose a esta experiencia espiritual registrada en el libro de Jonás. Es sabido que alrededor de este tiempo hubo un movimiento religioso en Nínive que resultó en el cambio de la adoración de muchos dioses a un solo Dios que llamaban Nebo. Nebo era el hijo en la trinidad religiosa babilónica. Su nombre significa «el Proclamador, el Profeta». Era el revelador de la mente y voluntad de la trinidad. Nebo era el dios de la sabiduría, el creador, el supervisor angelical. Algunos creen que Nebo fue adorado en los primeros tiempos como el único y supremo Dios. Se sabe que el rey ninivita Adal-Nirari III (810-783) abogaba por un sistema de adoración monoteísta de alguna clase. Si la renovación espiritual religiosa que tuvo lugar en este tiempo fue el resultado de la predicación de Jonás, el uso, pues, de su nombre nacional para el Hijo de Dios es lo que posiblemente deberíamos esperar. Jonás no predicó el arrepentimiento a los ninivitas en el nombre Jehová (el Dios hebreo del pacto), sino en el nombre de Elohim (el Dios trino Creador del universo, Gn. 1:1). Algunos creen, sin embargo, que esta experiencia religiosa tuvo lugar tiempo después, durante el reinado del rey Asurdan III (771-754 a.C.). Si así fue, Dios tuvo todavía más tiempo para preparar a los ninivitas, porque: a. Sufrieron de una gran plaga en el 765 a.C. b. Un eclipse total de sol tuvo lugar el 15 junio del año 763 a.C. c. Otra plaga les cayó en el 759 a.C. C. La transformación (3:10). «Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.» Dos frases de este versículo merecen un breve comentario: 
1. «Se arrepintió»: esto es, Dios cambió el curso de la acción que previamente se había propuesto. (Véanse también Gn. 6:6; Ex. 32:14; 2 S. 24:16.) 
2. «Del mal»: aunque es cierto que la palabra hebrea ra (que se traduce aquí por mal) está generalmente relacionada con pecado, puede también ser traducida (y así se hace muchas veces) por tales palabras como aflicción, calamidad, angustia, daño, tristeza y molestia. El contexto nos demuestra que este último significado es el correcto aquí en Jonás 3:10. Véanse también Jonás 1:7, 8 e Isaías 45:7 para ejemplos parecidos. 

IV. El berrinche de Jonás: 
demostración de la compasión de Dios, capítulo 4: 

A. Sus lamentos acerca de la ciudad (4:1-5). 
1. Este capítulo, junto con 2 Samuel 11,1 Reyes 19, Génesis 9, 13, y otros, demuestran sin la menor duda que la Biblia no es un libro que el hombre habría escrito si hubiera podido. El siervo escogido de Dios aparece aquí como un profeta mezquino y caprichoso, sentado en un monte a las afueras de Nínive confiando en que la ciudad rechazaría su primer mensaje y en consecuencia sería destruida. Las sobrias palabras de Jeremías se aplican sin duda muy bien aquí: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jer. 17:9). 
2. A duras penas reconoce la gracia, la misericordia y la bondad de Dios, y en vergonzosa desesperación y desilusión se atreve a orar: «Ahora, pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida» (4:3). Véanse Números 11:15 (Moisés); Jeremías 20:14-18 (Jeremías); 1 Reyes 19:4 (Elias) para considerar unas solicitudes parecidas. 
3. Dios intenta entonces razonar con Jonás como lo hizo una vez con Caín (Gn. 4:6, 7), y como todavía lo sigue haciendo con pecadores en todo lugar (Is. 1:18). 


B. Aprendiendo bajo una calabacera (4:5-11). 
1. Jonás se hace una enramada para protegerse del sol y continua allí malhumorado sentado en el monte. 
2. Cuando el sol había quemado la enramada’ Dios hace, para la sorpresa y alivio de Jonás, que crezca rápidamente una calabacera que le da sombra. 
3. Pero Dios también prepara un gusano que hiere a la calabacera y mucre. 
4. Finalmente, el Señor somete a su profeta a un recio viento solano del este, que una vez más le hace clamar a Dios pidiendo que le quite la vida. 
5. Dios le pregunta entonces a Jonás si le ha dolido la destrucción de la calabacera. El profeta le asegura enérgicamente que sí y cae entonces en la divina trampa. Las últimas palabras de Dios a Jonás debieron ablandar su corazón terco y carnal. «Y dijo Jehová: Tuviste tú lastima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?» (4:10,11)

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