LA ETAPA DE LOS EVANGELIOS V. Los cuatro biógrafos (Mateo. Marcos, Lucas y Juan). VI El mensaje y el ministerio de Juan el Bautista. 72 Pasos de Cristos.

 V. Los cuatro biógrafos (Mateo. Marcos, Lucas y Juan). 

Cada uno de ellos presenta un cuadro diferente del Salvador. 

A. Mateo: el Rey, simbolizado por un Icón. Escrito para los judíos. 

B. Marcos: el Siervo, a semejanza de un buey. Escrito para los romanos. 

C. Lucas: el Hombre perfecto, a semejanza de un hombre. Escrito para los griegos. 

D. Juan: el Dios Todopoderoso, simbolizado por un águila. Escrito para todo el mundo. De manera que: 

1. Tenemos una genealogía en Mateo porque un rey debe tener una. 

2. Aparece una genealogía en Lucas porque un hombre perfecto debe tener una. 

.3. No hay ninguna genealogía en Marcos porque un siervo no necesita una. 

4. No tenemos ninguna genealogía en Juan porque el Dios eterno no la tiene. El doctor Van Dyke dijo una vez: «Si cuatro testigos aparecieran delante de un juez para dar cuenta de un cierto suceso, y cada uno de ellos contara la misma historia con exactamente las mismas palabras. el juez concluiría que su testimonio no es muy valioso; que del único hecho del que no se podía dudar es que se habían puesto de acuerdo para contar la misma historia. Pero si cada hombre contaba lo que había visto, tal como él lo había visto, aquella evidencia sería mucho más creíble. Y cuando nosotros leemos los cuatro evangelios, (',no es eso exactamente lo que encontramos? Los cuatro testigos nos cuentan la misma historia a su propia manera.» Debemos notar también que los cuatro evangelios no deben ser considerados como resúmenes biográficos de la vida de Cristo, sino más bien como resúmenes teológicos. Casi todo lo relacionado con la primera parte de su vida, desde el nacimiento hasta los treinta años, se deja fuera. 



VI. El mensaje y el ministerio de Juan el Bautista (Mr. 3:1-12; Mr. í:l-8:Lc. 1:80; 3:1-18; Jn. 1:6-28). 

Nota: Aunque el ministerio completo de Juan no empezó a divulgarse hasta treinta años más tarde, precedió y preparó, el del Mesías; es, pues, procedente insertarlo en este punto de nuestro estudio. 

A. El ministerio de Juan consistía en aparecer en el momento apropiado como un testigo de Cristo, quien sólo él era la luz verdadera de este mundo (Jn. 1:6-18). 

1. Esta Luz ofrecería salvación a todos los hombres (1:9). 

2. Esta luz, sin embargo, sería: a. Ignorada por el mundo que el había creado (Jn. 1:10). b. Rechazada por la nación que él había llamado (Jn. 1:11). (Véanse también Le. 19:14: Hch. 13:46.) Se ha dicho que Juan 1:11 es el versículo más triste de la Biblia y que Juan 1:12 es el más gozoso. «A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.» «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.» 

3. Esta Luz, encarnada, llena de gracia y de verdad, transformaría en hijos de Dios a los pecadores arrepentidos. Es decir, el Hijo de Dios vino a ser el Hijo del Hombre para que los hijos de los hombres pudieran llegar a ser hijos de Dios (Jn. 1:11-14). Notamos por 1:13 que la salvación no es por generación (no de sangre), por reformación (no de la voluntad de la carne), ni por confirmación (no por la voluntad de hombre), sino por regeneración (de Dios). 

B. Las ropas de Juan (hechas de piel de camello) y su alimento (langostas y miel silvestre) reflejan que estaba totalmente dedicado a su llamamiento santo (Mt. 3:4).

C . El mensaje de Juan al pueblo en general era: 

1. A rrepentios porque el reino de los cielos se ha acercado (M i. 3:2). 
2. Preparad el cam ino del S eñ o r (Le. 3:4-6). 
3. Som eterse al bautism o en el río Jordán com o prueba de su arrepentim iento (M t. 3:6; Le. 3:3).

 D. El mensaje de Juan a grupos específicos era: 

1. A los fariseos y líderes ju d ío s (M t. 3:7-10). «Al ver él que m uchos de los fariseos y de los saduccos venían a su bautismo, les decía: i Generación de víboras! ¿Quién os enseño a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos digno de arrepentim iento. Y no penséis d ecir dentro de vosotros mismos: A Abraham ten em o s por Padre; p orque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y y a tam bién el hacha está puesta a la raíz de los árboles: por tanto , todo árbol que noda buen fruto es cortado y echado en el fuego.» 

2. A los publícanos: «No exijáis m ás de lo que os está ordenado» (Le. 3:13). 

3. A los soldados: «No hagáis extorsión a nadie, ni calum niéis; y contentaos con vuestro salario» (Le. 3:14). 4. A los nuevos convertidos: «El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, h aca lo m ism o» (Le. 3:11). 

5. A l mundo: «H e aquí el Cordero de D ios, que qu ita el pecado del mundo» (Jn. 1:29). 

E. El testimonio de Juan a todos: 

1. Que él no era el Cristo (Jn. 1:20). 

2. Que él no era el pro feta E lias ni el p ro feta del que había hablado M oisés (1:21). (Véase también M al. 4 :5 ; D t. 18:15, 18.) Los sacerdotes y los levitas estaban dentro de su derecho al cu estio n ar a Juan, pues era su responsabilidad verificar lo que enseñaban todos los m aestros religiosos. (Véanse Dt. 13:1-5; 18:20-22.) 

3. Que él era sólo una voz que clam ab a en el d esierto (Jn. 1:23). 

4. Que él no era digno de desatar la correa de las sandalias del verdadero M esías (1:27). 

5. Que él era el am igo del verdadero esposo (Jn. 3:29). 

6. Toda carne  vera pronto la salvación de D ios (Le. 3:6). 

7. Que esta salvación en carnada (Cristo) revelaría al Padre (Jn. 1:18). 

8. Que este Salvador disfrutaría del m inisterio del E spíritu y del am or del Padre en form a sin p recedente (Jn. 3:34, 35). 

9. Q ue bautizaría con el Espíritu Santo a los hom ­ bres p o r gracia en su p rim era venida, pero con el fuego del ju icio en su segunda venida (Le. 3:16). (V éanse H ch. 2 y A p. 6.) 

10. Que Cristo debe crecer y él (Juan) menguar (Jn. 3:30). 

11. Cumplimiento número cinco de las profecías del A ntiguo Testam ento: que ten d ría un p recursor. (C p. Is. 40:3-5; M al. 3:1 con Le. 1:76- 78; 3:3-6; M t. 3:1-3.). De esta m an era Juan viene a ser el últim o de los grandes profetas bíblicos, como Samuel fue el primero en el Antiguo Testamento. A sí como Sam uel presentó a Saúl, el prim er rey de Israel (1 S. 10), Juan presen taría a su eterno Rey, Jesús (Jn. 1:29). 


Los setenta y dos pasos de Cristo de la gloria a la gloria 

Paso uno: desde la g loria hasta Belén (Le. 2:1-21). 
Paso dos: de Belén a Jeru salén (Le. 2:22-38). Paso tres: de Jerusalén a N azaret (Le. 2:39). 
Paso cuatro: de Nazaret a Belén (M t. 2:1-12).
Paso cinco: de Belén a Egipto (M t. 2:13-18). 
Paso seis: de Egipto a Nazaret (M t. 2:19-23; Le. 2:40). 
Paso siete: de Nazaret a Jerusalén (Le. 2:41-50). 
Paso ocho: de Jeru salén a Nazaret (Le. 2:51-52) 
Paso nueve: de Nazaret a Betábara, al lado del Jordán (M t. 3:13-17; Jn. 1:28). 
Paso diez: de Betábara a las tentaciones del desierto (M t. 4:1-11; Mr. 1:12, 13; Le. 4:1-13). 
Paso once: de las tentaciones del desierto a Betábara (Jn. 1:29-42). 
Paso doce: de Betábara a Betsaida (Jn. 1:43-51). 
Paso trece: de B etsaida a Caná (Jn. 2:1 - 11). 
Paso catorce: de C aná a Capernaum (Jn. 2:12). 
Paso quince: de Capernaum a Jerusalén (Jn. 2:13-3:21). 
Paso dieciséis: de Jerusalén al río Jordán (Jn. 3:22-36). 
Paso diecisiete: del río Jordán a Sicaren Samaria (M t. 4:12; Le. 3:19, 20; Jn. 4:1-42). 
P aso dieciocho: de Sicar a Caná (Jn. 4:43-54). 
Paso diecinueve: de Caná a Nazaret (Le. 4:16-30). 
Paso veinte: de Nazaret a Capernaum (M t. 4:13-22; 8:14- 17; M r. 1:14-38; Le. 4:31-42). 
Paso veintiuno : de Capernaum a su  primera gira de predicación en Galilea (M t. 4:23; 8:2-4; Mr. 1:39-45; Le. 4:4 3 — 5:16). 
Paso veintidós: de su primera gira de predicación en Galilea a Capernaum (M t. 9:2-9; M r. 2:1-14; Le. 5:17-28). 
Paso veintitrés: de Capernaum a los campos sembrados de Galilea (M t. 12:1-8; Mr. 2:23-28; Le. 6:1-5). Paso veinticuatro: de los campos de Galilea a una sinagoga galilea (M t. 12:9-14; Mr. 3:1-6; Le. 6:6-11). 
Paso veinticinco: de una sinagoga en Galilea al monte Tabor (M t. 5:1— 7:29; 4:24, 25"! 10:2-4; 12:15-21: Mr. 1:12: 3:7-19; Le. 6:12-49: 1 2 :2 2 -3 1 ,5 7 -5 9 ; 16:17). 
Paso veintiséis; del monte Tabor a Capernaum (M t. 8:1. 5- 13; Le. 7:1-10). Paso veintisiete: de Capernaum a Naín (Le. 7:11-17, 36-50). 
Paso veintiocho : d e N aín a su segunda c a m p a ñ a de predicación en Galilea (M t. 12:46-50; 13:1-52: Mr. 3:19- 35; 4:1-34; Le. 8:1-21; 12:10; 13:18-21). 
Paso veintinuev e: de Galile a a su segunda campaña de predicación en la región de los gadarenos (M t. 8:18, 23, 24: Mr. 4:3 5 — 5:20; Le. 8:22-39). 
Paso treinta: de la tierra de los gadarenos a Capernaum (Mt. 9:1; 10:34; 11:2-19; Mr. 1:21-43; 2:15-22; Le. 8:40-56; 5:29-39; 7:18-35; 16:16). 
Paso treinta y uno: de Capernaum a Jerusalén (Jn. 5:1-47). a 
Paso treinta y dos: de Jerusalén a Nazaret (segunda visita) (M t. 13:53-58; M r. 6:1-6). 
Paso trein ta y tres: de Nazaret a su tercera campaña de pred icación en Galilea (M t. 9 :3 5 — 10:1. 5 -1 6 , 24-33, 3 7 — 1 1 : 1 ; 14:1-13; Mr. 6:6-29; Le. 9:1-9). 
Paso treinta y cuatro : de su recorrido de predicación en Galile a una zona desértic a c e rc a d e B etsaid a (M t. 14:13-23; Mr. 6:30-47; Le. 9:10-17; Jn. 6:1-18). Paso treinta y cinco : de la zona desértic a de Betsaid a a G enesaret (M t. 14:24-36; Mr. 6:48-56; Jn. 6 : 19-21). 
Paso treinta y seis: del llano de Genesaret a Capernaum (Mt. 15:1-20; Mr. 7:1-23; Jn. 6:22-71; 7:1). 
Paso treinta y siete: de Capernaum a la región de Tiro y Sidón (M t. 15:21-28; Mr. 7:24-30). 
Paso treinta y ocho: de la región de Tiro y Sidón a la zona de Decápolis (Mr. 7:31-37). 
P aso trein ta y nueve: de Deeápolis al monte T ahor (M t. 15:29-38; M r. 8:1-9). 
Paso cuarenta: del monte Tabor a Magdala (M t. 15:39— 16:12: Mr. 8:9-21). 
Paso cuarenta y uno: de Magdala a Betsaida (M r. 8:22-26; Jn. 7:2-9). 
Paso cuarenta y dos: de Betsaida a Jerusalén (Jn. 7:10— 10:39). 
Paso cu aren ta y tres: de Jeru salén a Perca (Jn. 10:40-42). 
Paso cuarenta y cuatro: de P erea a Cesárea de Filipos (M t. 16:13-28: Mr. 8:27— 9:1: Le. 9:18-27). 
Paso cuarenta y cinco : de Cesárea de F ilipos al monte Herrnón (M i. 17:1-23; Mr. 9:2-31; Le. 9:28-45). Paso cuarenta v seis: del monte Herrnón a Capernaum (M i. 17:24— 18:35: M r. 9:33— 10:1: Le. 9:46-50). Paso cuarenta y siete: de C apernaum a P erea (M t. 8:19-22: 11:20-30: 19:1. 2: Le. 9:51 — 10:37: Mr. 10:1). Paso cuarenta y ocho: de Perea a Betania y sus alrededores (M t. 10:34-36: 1 2 :2 2 -38.42-45; 19:3— 20:28; 24:4.3-51; Mr. 10:2-45: Le. 10:38— 12:9: 13:22.32-36: 13:1-17.22. 33: 14:1— 16:15, 18-31: 17:1-37: 18:1-34: Jn. 11:1-54). 
Paso cuarenta y nueve: de Betania a Jericó (M t. 20:29-34: Mr. 10:46-52; Le. 18:35— 19:28). 
Paso cincuenta: de Jericó a Betania (M i. 26:6-13; Mr. 14:3- 9: Le. 22:1: Jn. 11:55— 12:11). 
Paso cincuenta y uno: de Betania a Betfaaé (M t. 21:1-7: Mr. 11:1-7: Le. 19:29-35). 
Paso cincuenta y dos: de B ctfagé al aposento alto (Mt. 10:17- 23 2 1 :8 — 23:39: 24:1-42: 25:1-46: 26:1-5; 14-38: Mr. 11:8— 13:37: 1 4 :1 .2 . 10-25: Le. 19:36— 2 0 :8 ,2 0 -4 0 ,4 5 - 47; 21:1-38: 13:34.35: 12:11. 12: 22:2-34; Jn. 12:12). 
Paso cincuenta y tres: del aposento altoa Getsem aní (M t. 26:31-56: M r. 14:26-52: Le. 22:35-53: Jn. 15:1— 18:12) Paso cincuenta y cuatro: de Getsem aní a la casa de Anas (Jn. 18:12-14: 19-24).
Paso cincuenta y cinco: de la casa de Anas al palacio de Caitas (M t. 26:57— 27:1; Mr. 14:53-72: Le. 22:54-71; Jn. 18:15-18. 25-27). 
Paso cincuenta y seis: del palacio de Caitas a la sala del tribunal de Pilato (M t. 27:2. 11-14: Mr. 15:1-5: Le. 23:1- 6: Jn. 18:28-38). Paso cincuenta y siete: del tribunal de Pilato al palacio de Herodes (Le. 23:7-12). 
Paso cincuenta y ocho: del palacio de Herodes al tribunal de P ilato (M t. 27:15-26: M r. 15:6-15: Le. 23:13-25; Jn. 18:39— 19:16). 
Paso cincuenta v nueve: del tribunal de Pilato al pretorio (M t. 27:27-31; Mr. 15:16-20). 
Paso sesenta: del pretorio al Calvario (M t. 27:32-56; Mr. 15:21-41: Le. 23:26-49: Jn. 19:16-37). 
Paso sesenta y uno: del Calvario a la tumba de José de A rimatea (M t. 27:57-66: M r. 15: 42-47: Le. 23:50-56: Jn. 19:31-42). Paso sesenta y dos: de la tumba de José a las profundidades de la tierra (1 P. 3:18-20). Paso sesenta y tres: del corazón de la tierra a la resu rrección (M t. 28:2-4: Mr. 16:9-11: Le. 24:12: Jn. 20:1-18). 
Paso sesenta y cuatro : de la resurrección al Padre (Jn. 20:17). 
Paso sesenta v cinco: del Padre al cam ino cerca de Jeru salén (M t. 28:5-15: M r. 16:2-8: Le. 24:1-11). 
Paso sesen ta y seis: de la carretera cerca de Jerusalén al camino a Emaús (M r. 16:12, 13; Le. 24:13-35). Paso sesenta y siete: de Emaús al aposento alto (Le. 24:36- 43: Jn. 20:19-23). 
Paso sesenta y ocho: del aposento alto otra vez al aposento alto, una semana después (Jn. 20:24-29). Paso sesenta y nueve: del aposento alto al m ar de Tiberias (Jn. 21:1-25). 
Paso setenta: del mar de T iberias al monte Tabor (M t. 28:16- 20). 
Paso setenta y uno: del monte Tabor al aposento alto (Mr. 16:14-18: Le. 24:44-49). 
Paso setenta y dos: del aposento alto al monte de los Olivos (M r. 16:19. 20: Le. 24:50-53: H ch. 1:4 -11)



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