LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD
DANIEL (605-536 a.C.)
INTRODUCCIÓN
1. Daniel era un joven adolescente llevado en cautiverio por Nabucodonosor durante el primer sitio de Jerusalén en el 605 a.C.
2. Era de sangre real.
3. Mientras estuvo en cautiverio sirvió fielmente bajo
tres reyes: Nabucodonosor, Belsasar y Darío, sin comprometer en absoluto su fe en Dios.
4. Fue ministrado por Gabriel y Miguel, los dos únicos
arcángeles conocidos (9:21; 10:13).
5. Nos dice más en su libro acerca del futuro Anticristo
que cualquier otro escritor del Antiguo Testamento.
6 . Ezequiel, uno de sus contemporáneos, se refiere a:
a. La justicia de Daniel, comparándole con Noé y Job
(Ez. 14:14).
b. La sabiduría de Daniel (Ez. 28:3). 3
7. Jesús citó a Daniel durante su discurso en el monte
de los Olivos (Mt. 24:15).
8 . El elemento distintivo de este libro es que Daniel escribió la parte central del mismo (2:4—7:28) en lengua aramea.
9. Puede ser comparado con José, porque ambos hombres tenían el don de interpretación de sueños. (Cp.
Gn. 37:5,9; 40:8; 41:25 con Dn. 2:24; 4:19.)
10. Su libro marca el tercero de los cinco grandes períodos de milagros en la Biblia. Estos períodos son:
a. El tiempo de Moisés y Josué.
b. El tiempo del ministerio de Elias y Elíseo.
c. La época de Daniel.
d. El tiempo de Cristo y sus discípulos.
e. El tiempo del ministerio de Pedro y Pablo.
11. Daniel puede ser caracterizado por su vida de propósito, oración y profecía.
I. Una dieta divina.
A. La resolución de Daniel (1:1-8).
1. Nabucodonosor había seleccionado a algunos
jóvenes hebreos distinguidos para entrenarlos
en la cultura babilónica. Daniel y sus tres amigos eran parte de este grupo de estudiantes (4).
2. Estos jóvenes tenían asignadas raciones de lo
mejor de la comida y bebida del rey (1:5).
3. El lavado de cerebro empezó cuando el jefe del
servicio de palacio les cambió los nombres (v. 7).
a. Ananias (Dios es misericordioso) recibió
el nombre de Sadrac (iluminado por el
dios sol).
b. Misael (¿Quién es como Dios?) fue llamado Mesac (Quien como Istar).
c. Azarías (El Señor es mi ayuda) fue cambiado por Abed-nego (esclavo de Nabu).
Nabu era el dios babilonio de la sabiduría
y la educación.
d. Daniel (Dios juzga) recibió el nombre de
Beltsasar (Príncipe de Bel). Bel era el dios
principal del panteón babilónico, equivalente a Zeus o Júpiter.
4. Daniel se sometió al cambio de nombre, pero
se propuso no aceptar la comida del rey ( 1 :8 ).
Tres factores pudieron influir en su decisión:
a. La carne y el vino habían sido probablemente ofrecidos en sacrificio a los ídolos.
b. Aquellos alimentos podían estar prohibidos por la ley de Moisés (Lv. 11:44-47).
c. El podía haber hecho con anterioridad el
voto nazareo (Nm. 6:3).
5. Satanás sin duda intentaría hacer que Daniel
racionalizara la situación de distintas maneras.
Podía haber considerado:
a. El rey lo ha ordenado, es una ley y debo
obedecerla.
b. La desobediencia podía acarrearle graves
a castigos.
c. Podía haber malogrado todas las posibilidades de promoción.
d. Al país que fueres, haz lo que viereis.
e. Estaba muy lejos de la patria y nadie se iba
a enterar.
f. En cualquier caso Dios le había fallado a
él permitiendo su captura y deportación.
B. La recomendación de Daniel (1:8-14).
1. Daniel pide permiso al jefe del servicio de palacio para cambiar el alimento. Pero a pesar
del afecto que éste tiene por Daniel, se
lo deniega por temor a la reacción de
Nabucodonosor.
2. Daniel entonces le propone al mayordomo que
estaba bajo el jefe del servicio hacer una prueba. Le sugiere que durante diez días coman
solamente legumbres y agua. Al cabo de estos
días el mayordomo podría comparar a Daniel
y sus amigos con los demás jóvenes que comían de la mesa del rey (1:11-13). El mayordomo estuvo de acuerdo con esta prueba.
C. Las recompensas de Daniel (1:15-21).
1. De parte de Dios.
a. Pasados los diez días, Daniel y sus amigos
tenían un aspecto más saludable y fuerte
que los demás. Este es el primero de los
milagros registrados en el libro de Daniel
(1:15).
b. Al terminarse el período de entrenamiento, Daniel y sus amigos se mostraron diez
veces más sabios e inteligentes que los
magos y adivinos de Babilonia. Además
de esto. Dios le concedió a Daniel la capacidad sobrenatural de interpretar sueños
y visiones, un don que él usó bastante
(véanse Dn. 2:31; 4:19).
2. De parte de Nabucodonosor (1:21). El rey
babilonio pone a Daniel en el camino de una
carrera política que se iba a extender durante
setenta años bajo varios reinados de reyes
babilonios y persas-
II. Una estatua y una piedra.
A. La frustración de los babilonios (2:1-13).
1. Nabucodonosor tiene una horrible pesadilla y
llama a todo su gabinete ministerial para que
le interpreten el sueño (2:1-3).
2. Le aseguran al rey que si él les relata el sueño, ellos le podrán dar inmediatamente una
interpretación (2:4). Desde este versículo hasta el 7:28, el libro de Daniel aparece escrito
en arameo, la lengua que se hablaba en la corte de Nabucodonosor. (Daniel escribió esta
sección en lengua aramea porque era una lengua de los gentiles y porque esa parte del libro trata acerca de cuatro grandes imperios
gentiles.)
3. Nabucodonosor rehúsa contarles el sueño, y
les replica: «El asunto lo olvidé» (v. 5). Debemos notar aquí que él no les está diciendo
que ha olvidado el sueño o que se ha ido de
su mente, sino más bien que él ha demandado
algo y quiere acción.
4. Seguidamente les anuncia su decisión de castigarles si le fallan, y de premiarles grandemente si le satisfacen (2:5, 6 ).
5. Los atemorizados magos y adivinos reconocen
su incapacidad total para hacer lo que les piden y desalentados concluyen diciendo:
«... no hay quien lo pueda declarar al rey,
salvo los dioses cuya morada no es con la
carne» (v. 1 1 ).
Seis siglos después sucedería algo maravilloso en Belén que cambiaría para siempre esta
situación (véanse Jn. 1:14; Gá. 4:4.)
6 . Nabucodonosor, rojo de ira, ordena matar a todos los sabios de Babilonia por su vergonzoso fracaso (2:12,13). Este decreto incluye, por
supuesto, a Daniel y sus tres amigos, quienes
acababan de entrar a formar parte de esta élite.
B. La revelación de Dios (2:14-30).
1. A Daniel le llegan las noticias de esta decisión
insensata, y le asegura a Arioc, capitán de la
guardia del rey, que no es necesario cumplir
esta orden porque su sueño será muy pronto
revelado.
2. Daniel entonces se lo dice también al rey
(2:14-16).
3. Regresa después a casa y dirige a sus amigos
en un servicio de alabanza y oración (2:17-23).
Encontramos aquí por primera vez la frase «el
Dios del cielo», como aparece en 2:18. Esta
expresión es propia de los libros del tiempo del
cautiverio (véase Neh. 1:4). Ahora que Jerusalén y el templo estaban destruidos, Dios ya
no moraba entre los querubines. Ezequiel vio
marchar al cielo el Shekinah, la nube de gloria (véanse Ez. 9:3; 10:4, 18; 11:23). El es ahora el Dios del cielo.
4. Aquella misma noche Dios permite a Daniel
ver en visión los mismos eventos que
Nabucodonosor había anteriormente soñado
(2:19).
5. Daniel, conmovido, alaba al Dios del cielo
(2:21-23).
6 . El profeta es después llevado a la presencia del
rey, pero antes de declararle la interpretación
del sueño deja perfectamente claro lo siguiente:
«Pero hay un Dios en los cielos, el cual
revela los misterios, y él ha hecho saber
al rey ... Y a mí me ha sido revelado este
misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes....» (2:28,
30)
C. La interpretación de Daniel (2:30-45).
1. La cronología del sueño (¿qué es lo que vio
el rey?) (2:31-35).
a. Vio la imagen grande y poderosa de un
hombre, compuesta de varios metales.
(1) La cabeza era de oro.
(2) El pecho y los brazos eran de plata.
(3) El vientre y los muslos eran de bronce.
(4) Las piernas eran de hierro y sus pies
parte de hierro y parte de barro b. Esta estatua fue después destruida, convirtiéndose en polvo, por una piedra especial
que cayó sobre ella cortada en forma sobrenatural de un monte.
c. La piedra entonces se transformó en un gran
monte que llenó toda la tierra (2:34, 35).
2. La teología del sueño (¿qué significaba?)
(2:36-45).
a. La estatua representaba cuatro poderes
gentiles mundiales.
(1) La cabeza de oro era Babilonia.
(2) El pecho y los brazos de plata era
Persia.
(3) El vientre y los muslos de bronce era
Grecia.
(4) Las piernas de hierro y los pies en
parte de hierro y en parte de barro era
Roma.
b. En el tiempo del último de estos poderes
mundiales, el Dios del cielo va a hacer añicos todos los reinos del mundo por medio
de su piedra (el Señor Jesucristo) y establecerá un reino eterno (2:44,45).
c. El último poder mundial gentil (Roma)
será reavivado en el tiempo de la tribulación, y consistirá de diez naciones. Esto se
sobreentiende porque las grandes profecías
concernientes al cuarto poder no fueron
cumplidas en la historia de la antigua
Roma. La Piedra demoledora no desmenuzó a aquellos reinos terrenales. Por el contrario, él fue llevado a la muerte por la
sentencia de un magistrado del Cuarto Imperio. Durante su discurso del monte de
los Olivos, nuestro Señor pronunció las siguientes palabras acerca de Jerusalén. Su
mensaje era tanto histórico como profético
en su alcance. El proclamó:
«... y Jerusalén será hollada por los
gentiles, hasta que los tiempos de los
gentiles se cumplan» (Lc. 21:24).
Scofield observa en relación con esto:
«Los “tiempos de los gentiles” comenzaron con el cautiverio de Judá bajo
Nabucodonosor (2 Cr. 36:1-21), tiempo desde el cual Jerusalén ha estado
bajo el dominio gentil.» (La Biblia
Anotada de Scofield, p. 1064.)
Estos mismos imperios sobre los que
Nabucodonosor soñó fueron luego representados en la profecía de Daniel (7:1-27)
como cuatro bestias.
(1) Babilonia era el león alado.
(2) Persia era un oso.
(3) Grecia era un leopardo alado.
(4) Roma era una bestia espantosa y terrible.
Esto nos indica que Dios ve al hombre
de una manera diferente de como el hombre se ve a sí mismo.
3. Un resumen del sueño (fechas importantes en
la historia de los cuatro reinos).
Babilonia (fechas clave: 626-556 a.C.).
a. Las semillas que dieron lugar a las manifestaciones religiosas de Babilonia fueron
sembradas por Nimrod y sus seguidores en
la torre de Babel (Gn. 11:9).
b. Por el año 1830 a.C. la ciudad empezó a
crecer en importancia.
c. Hammurabi (1704-1662 a.C.) la haría más
tarde mundialmente famosa por medio de
su código.
d. Babilonia estuvo controlada por los asirios
desde el 900 hasta el 722 a.C.
e. En el 722 a.C. un babilonio llamado
Merodac-baladán (mencionado en 2 R.
20:12 e Is. 39:1) se levantó en contra de
los asirios.
f. En el 626 a.C. otro hombre fuerte llamado Nebopolasar fundó la dinastía que permanecía todavía en los días de Daniel.
g. En el 612 a.C. liquidó definitivamente cerca de la ciudad de Harán lo que quedaba
de la amenaza asiria.
i. En el 605 a.C. envió a su hijo
Nabucodonosor, mundialmente conocido,
a luchar con los egipcios en un lugar llamado Carquem is. Los babilonios
emergieron como los dominadores del
mundo.
j. Nabucodonosor (quien reinó del 606 al
561 a.C.) fue un jefe militar brillante y
enérgico y el hombre más importante de
su tiempo fuera del mundo judío. Era soldado, hombre de estado y arquitecto. Se
casó con una princesa meda llamada
Amyhia y creó para ella los famosos jardines colgantes de Babilonia, considerados
por los griegos como la séptima maravilla del mundo antiguo.
k. Nabucodonosor persiguió al ejército egipcio
en retirada hasta cerca de Jerusalén. Su primera visita a Jerusalén fue breve, pues tuvo
que volver urgentemente a Babilonia en el
605 a.C. a causa del fallecimiento inesperado de su padre. Dirigió el asedio de la ciudad santa en por los menos tres veces, y en
la última de ellas la incendió y destruyó por
completo. Estas ocasiones fueron:
(1) 605 a.C. Entró en la ciudad y tomó
posesión de ella, permitió a Joaquín
reinar como un rey vasallo, se llevó
algunos de los tesoros del templo y
envió a Babilonia a algunos jovencitos judíos. Entre este grupo de adolescentes se encontraba Daniel y sus
tres amigos (2 Cr. 36:6, 7; Dn. 1:1-
3).
(2) 597 a.C. Volvió otra vez y se llevó a
Babilonia el resto de los tesoros, así
como también al profeta Ezequiel, al
rey Joaquín (hijo de Joacim) y a
10.000 de los príncipes, oficiales y
ciudadanos principales (2 R. 24:14-
16).
(3) 586 a.C. Regresó para castigar la rebelión encabezada por Sedequías, el
último rey de Judá. Esta vez demolió las murallas, destruyó el templo
e incendió la ciudad. Mató a los hijos de Sedequías y a él le sacó
los ojos, se lo llevó prisionero a
Babilonia donde murió.
l. Nabucodonosor murió en el 562 a.C.
m. Su hijo Evil-merodac empezó su corto reinado en el 562 a.C. (2 R. 25:27). Liberó
al rey Joaquín y le trató como a un soberano extranjero invitado.
n. En el 556, un noble asirio llamado
Nabodino logró hacerse con el trono. Sin
embargo, después de un corto plazo se
medio retiró, y puso a su joven hijo
Belsasar como su corregente en Babilonia.
ñ. Belsasar reinó hasta aquella aciaga noche
del 13 de octubre del 556 a.C., cuando los
medos y los persas entraron en la ciudad
y se apoderaron de ella (Dn. 5).
Persia (fechas clave: 539-331 a.C.).
a. Ciro el Grande fundó el poderoso imperio
persa en el 559 a.C. Es mencionado frecuentemente en el Antiguo Testamento
(Esd. 1— 5; Is. 44:28; 45:1; Dn. 1:21;
6:28: 1 0 : 1 ).
b. En el 546 derrotó al rey Creo de Lidia, un
rey de fantásticas riquezas.
c. En el 539 se apoderó de la ciudad de
Babilonia y ejecutó a Belsasar.
d. Pocos años después permitió a los judíos
volver a su tierra.
e. Murió en el campo de batalla en el 529
a.C.
f. Le sucedió en el trono su hijo Cambises II (529-522) quien conquistó Egipto. Poco
después de esto se suicidó y empezó una
guerra civil.
g. Darío el Grande (522-486) sucedió a
Cambises II y salvó al tambaleante imperio restableciendo la ley y el orden.
h. Darío fue derrotado por los griegos en la
célebre batalla de Maratón en el 490 a.C.
i. Reinó después Jeijes (486-465), el hijo de
Darío. Este es el rey Asuero del libro de
Ester. Jeijes también fue derrotado por los
griegos en Salamis en el 480.
j. Artajerjes I (465-423) era rey durante el
tiempo en que Nehemías servía en el palacio.
k. Durante el corto reinado de Darío III (335-
331) Alejandro Magno conquistó el Imperio Persa.
Grecia (fechas clave: 331-323 a.C.).
a. Desde el 546 al 479 a.C. los estados griegos vivieron bajo la constante amenaza de
las invasiones persas, pero todo terminó
después de las victoriosas batallas de
Salamina y Platea.
b. Poco después de estas guerras con los persas, Grecia entró en su edad de oro, dirigidos por un líder demócrata ateniense
llamado Pericles (461-429 a.C.). Algunos
de sus ciudadanos han llegado a estar entre las personalidades más famosas quejamás han vivido.
(1) Herodoto (485-425), el padre de la
historia.
(2) Hipócrates (460-370), el padre de la
medicina moderna.
(3) Sócrates (469-399), filósofo.
(4) Platón (427-347), filósofo.
(5) Aristóteles (384-322), filósofo.
(6 ) Demóstenes (385-322), uno de los
más grandes oradores de todos los
tiempos.
c. Sin embargo, la edad de oro griega fue de
corta duración debido a que Atenas y
Esparta, dos de sus principales ciudadesestados, empezaron a luchar entre sí. Los
tres conflictos armados que sostuvieron
son conocidos como las guerras del
Peloponeso (459-404 a.C.). Esparta sobresalió después de estas guerras.
d. En el 338 a.C. un hombre de Macedonia
conquistó Grecia, pero fue asesinado dos
años después, en el 336 a.C. Es conocido
en la historia como Felipe de Macedonia
(380-336 a.C.).
e. Le sucedió en el trono su hijo Alejandro
Magno, quien llegó a ser uno de los más famosos conquistadores en la historia universal. Tenía veinte años en este momento y se
preparó inmediatamente para llevar a cabo
las órdenes de su padre de invadir Persia.
f. En el 334 a.C. cruzó el estrecho de
Helesponto, que separaba Asia Menor del
Cercano Oriente.
(1) Derrotó a los persas en Gránico en el
334 a.C.
(2) Los volvió a vencer en Iso en el 333
a.C.
(3) Destruyó Tiro, dejó sin tocar a Jerusalén, y fue bien recibido en Egipto,
donde fundó la ciudad de Alejandría.
(4) Aniquiló definitivamente a los persas
en Arbela en el 331 a.C.
g. Invadió la India en el 327. En esta fecha
trazó también planes para reconstruir
Babilonia y devolverle su antiguo esplendor. Murió en la India en el 323 a la edad
de treinta y dos años.
h. Su extenso imperio quedó dividido entre
sus cuatro generales.
(1) Ptolomeo I, que reinó en Egipto.
Cleopatra procede de esta dinastía.
(2) Seleuco Nicator, quien se hizo con
Siria. De esta dinastía procede el famoso Antíoco Epífanes IV (176-163
a.C.)
(3) Casandro, quien gobernó en Grecia y
Macedonia.
(4) Lisímaco, quien reinó en Asia Menor.
Roma (fechas clave: 58 a.C. hasta el 476 d.C.).
a. La fecha tradicional de la fundación de
Roma es el 21 de abril del 753 a.C.
Cicerón dice que el nombre procede de
Rómulo, su fundador. Éste reinó durante
treinta y nueve años, desapareció después
misteriosamente, y supusieron que había
sido llevado al cielo.
b. Para el año 338 a.C., Roma controlaba la
parte central de Italia.
c. Después vinieron las famosas guerras
púnicas entre Roma y Cartago, con la destrucción de la última en el 146 a.C.
(1) Primera guerra (264-241 a.C.).
(2) Segunda guerra (218-202 a.C.):
Aníbal apareció durante esta guerra.
Aterrorizó a los romanos cuando logró en el 218 hacer pasar una manada de elefantes por los Alpes y
derrotando dos poderosos ejércitos
romanos. También los venció en
Cannas en el 216 a.C. Finalmente el
general romano Escipión derrotó a
Aníbal en Zama en el 202 a.C. A partir de ese momento Roma quedó dueña del Mediterráneo.
248LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD (DANIEL)
(3) Tercera guerra (149-146 a.C.): la ciudad de Cartago, en el norte de África, fue tomada e incendiada.
d. Pompeyo, el famoso general romano, conquistó Palestina en el 63 a.C. Después
Roma entró en un período de guerra civil
y de incertidumbre.
e. Julio César salvó y consolidó el imperio
durante sus conocidas guerras de las
Galias (58-51 a.C.). El 15 de marzo del 44
a.C., César fue asesinado en Roma.
f. Octavio César (conocido también como
Augusto) se consolidó como emperador al
vencer a Casio y a Bruto (dos de los rebeldes que asesinaron a Julio César) en
Filipos en el 42 a.C. Octavio derrotó también a Antonio y a Cleopatra en la batalla
naval de Accio y se anexionó Egipto convirtiéndola en una provincia romana. Así
entró Roma en el cénit de su poder y gloria. Siendo Octavio emperador de Roma
nació nuestro Señor en Belén (Le. 2:1).
Octavio gobernó el imperio del 31 a.C. al
14 d.C.
g. Le sucedió en el trono imperial Tiberio
César (14-37 d.C.). Los ministerios de
Juan el Bautista y de Jesucristo tuvieron
lugar en este tiempo.
h. Caligula (37-41 d.C.) fue un hombre rudo
y maníaco y terminó siendo asesinado.
Caligula estaba en el poder durante la primera parte del libro de los Hechos.
i. Claudio (41-54 d.C.) fue envenenado por
su propia esposa. Pablo llevó a cabo sus
grandes viajes misioneros durante este
tiempo.
j. Nerón (54-68 d.C.). Después de un período de ocho años de gobierno normal,
Nerón degeneró en un monstruo demente. Mandó incendiar Roma y acusó falsamente a los cristianos de ser los causantes,
por lo que los persiguió con suma crueldad. Pedro y Pablo murieron como mártires durante su reinado. Nerón se suicidó
en el 68 d.C.
k. El general romano Vespasiano (68-79 d.C.)
fue el siguiente emperador. Ordenó a su
hijo Tito destruir Jerusalén, lo cual logró
hacer en el 70 d.C.
l. A su muerte heredó el trono su hijo Tito
(79-81 d.C.). Durante su reinado se produjo la erupción del Vesubio que destruyó la ciudad de Pompeya.
m. Domiciano ascendió al poder en el año 81
d.C. Él fue quien desterró al apóstol Juan
a la isla de Patmos (Ap. 1:9).
n. Los diez o más emperadores romanos tuvieron una cosa en común: persiguieron a
los cristianos.
ñ. Diocleciano ascendió al poder en el 284
d.C. y es conocido como el último emperador que persiguió a los cristianos, pero
también fue el más despiadado. Con el fin
de proteger las fronteras organizó una
tetrarquía, y nombró a Maximiano para
gobernar la parte oriental del imperio. Abdicó en el 305 d.C..
o. Cuando Diocleciano dejó el trono dos aspirantes se lo disputaron inmediatamente.
Uno fue el hijo de Maximiano y el otro fue
Constantino. Se decidió en el campo de batalla y ganó Constantino al vencer a su rival en el puente Milvio en el año 312 d.C..
p. Constantino promulgó en el 313 su famoso edicto de tolerancia que tuvo el efecto
de hacer del cristianismo la religión del
estado. El también presidió el concilio de
Nicea en el 325 d.C..
q. Juliano el A póstata, sobrino de
Constantino, ascendió al trono después de
la muerte de su tío. Intentó reemplazar al
cristianismo como religión dominante pero
fracasó. Murió en el campo de batalla en
el 363 d.C. y sus últimas palabras fueron:
«¡Al final has vencido, Galileo!»
r. Teodosio el Grande (378-395 d.C.), un
gran defensor del cristianismo, dividió una
vez más el imperio en dos partes, la occidental y la oriental (como Diocleciano había hecho anteriormente).
s. Durante los años del 450 al 455 d.C., Atila
de los hunos y los vándalos invadieron y
saquearon Italia y Roma.
t. En el 476 d.C. fue destronado Rómulo
Augusto, el último emperador romano de
occidente.
D. La postración de Nabucodonosor (2:46-49).
1. El rey se inclinó ante Daniel y ordenó a sus
súbditos que le ofrecieran sacrificios y quemaran incienso delante de él (2:46).
2. Reconoció al Dios de Daniel como «Dios de
dioses» (2:47).
3. Elevó a Daniel a las posiciones más altas y le
dio los cargos más importantes del reino
(2:48).
III. El horno de fuego.
A. La orden del rey (3:1-7).
1. Nabucodonosor construyó una estatua de oro
que tenía 90 pies (30 m) de alto por 9 pies (3
m) de ancho, y ordenó que la pusieran en la
llanura de Dura, cerca de Babilonia.
Había varias razones detrás del proyecto:
a. Enaltecerse. Daniel había designado a
Nabucodonosor como la cabeza de oro al
explicar el significado del sueño de la estatua en el capítulo 2. Pero el vanidoso rey
quería serlo él todo. Bob Thieme, maestro de la Biblia, escribe:
«Supongamos por un momento que la
imagen tenía de fondo la mitad de lo
que tenía de ancho, es decir, 4,5 pies
(1,5 m). Tomando estas tres dimensiones (90 x 9 x 4,5 pies [30 x 3 x 1,5 m])
podemos hallar el volumen de 3.645
pies cúbicos (135 m3), equivalente a
4.400.000 libras (unos 135.000 kilos).
Nos podemos imaginar lo que esa cantidad de oro costaría hoy en dólares.
Eso nos da una idea de la fantástica riqueza del imperio de Nabucodonosor y
también de su egolatría.» (Daniel, p. 3.)
b. Consolidar su imperio por medio de una
religión común. Este es el segundo de tres
grandes intentos del hombre de instituir
una única religión mundial. La primera
ocurrió en la torre de Babel (Gn. 11) y la
última sucederá en Jerusalén durante la tribulación (Ap. 13).
2. El rey entonces pide que se reúnan todos los
personajes importantes del imperio en la llanura de Dura en un día determinado (3:2).
3. Cuando llega el día de la dedicación había una
orquesta preparada (3:5).
4. Se les ordena que, en cuanto que empiece a
sonar la música, todos deben arrodillarse y
adorar la estatua (3:4, 5).
5. No cumplir con lo ordenado significaría la
muerte inmediata en un homo de fuego. Sin
duda alguna los reunidos pudieron ver las temibles llamas salir del horno de fuego. Los romanos ejecutaban a los malhechores mediante
la crucifixión, los judíos por medio de la
lapidación, y los babilonios quemándolos,
(véase Jer. 29:22.) Este fue indudablemente el
altar más persuasivo de la historia: arrodillarse o ser quemado.
B. La posición hebrea (3:8-23).
1. Sadrac, Mesac y Abed-nego permanecieron de
pie durante la «invitación», de lo cual dieron
parte al rey sus celosos policías (3:8-12).
2. Aquellos tres hombres jóvenes fueron llevados
ante Nabucodonosor mismo quien les dio una
última oportunidad de arrodillarse. (Daniel no
estaba aparentemente presente en este servicio
de dedicación. Sus deberes como primer ministro le obligaban a viajar bastante.) Los tres
rehusaron, diciendo:
«No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a
quien servimos puede libramos del horno
de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey,
nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no
serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado»
(3:16-18).
Son especialmente dignas de mención las
palabras «nuestro Dios ... puede libramos».
Esta frase la encontramos frecuentemente en
el Nuevo Testamento (He. 7:25; 2:18; Jud.
1:24; Ef. 3:20; 2 Tí. 1:12). Su testimonio fue
similar al de Job (Job 13:15).
Estos tres jóvenes conocían, por supuesto,
que podían echar mano de varias excusas para
justificar el arrodillarse en esta ocasión.
Por ejemplo:
a. ¿Por qué no unimos al sistema? ¡No puedes luchar contra los que tienen el poder
en sus manos!
b. Cooperemos con el viejo Nabuco y así le
ganaremos para Cristo.
c. Perro vivo es mejor que león muerto. Mejor rojo de vergüenza que muerto. «Aquel
que lucha y huye vive para luchar otro
día.»
d. Nuestro líder Daniel no está aquí para ayudamos a tomar la decisión correcta.
Podían haber usado todas estas excusas,
pero Sadrac, Mesac y Abed-nego no lo hicieron, ellos habían sido criados en el conocimiento de los Diez Mandamientos de la ley de
Moisés. Vendría especialmente a su mente el
segundo de ellos:
«No te harás imagen, ni ninguna semejanza No te inclinarás a ellas, ni las honrarás...» (Ex. 20:4, 5).
3. Nabucodonosor, loco de ira y totalmente
descontrolado, ordena que calienten siete veces más el horno y que aquellos tres héroes
hebreos sean arrojados dentro (3:19-21).
4. Los soldados cumplen la horrible orden y sucede que ellos mismos perecen accidentalmente por las quemaduras sufridas al acercarse al
homo (3:22).
5. Los tres hombres caen de cabeza en el medio
de las llamas infernales.
C. La presencia del Señor (3:24-30).
1. Al fin las llamas van cediendo y el enojado
monarca ve algo que lo deja espantado. Maravillado se vuelve a sus consejeros y les pregunta: (t
«¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego?» (3:24).
Después de asegurarle inmediatamente que así
era, el perplejo babilonio exclamó:
«He aquí yo veo cuatro varones sueltos,
que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto
es semejante a hijo de los dioses» (3:25).
Aquí notamos lo siguiente:
a. Los ve paseando. De lo que se infiere que
lo único que quemaron las llamas fue las
ligaduras, pues estaban atados cuando los
echaron al homo.
b. Ve a uno «semejante a hijo de los dioses»,
(«Hijo de Dios», dice la versión inglesa).
Nabucodonosor no era consciente de la
Trinidad, pero pudo ver al Hijo de Dios,
al Señor Jesucristo.
IV. Un árbol en convulsión.
A. El árbol (Nabucodonosor) está corrompido por la
vanidad (4:1-27).
1. Nabucodonosor relata su sueño a Daniel (4:1-
18).
a. Este capítulo lo podríamos titular «El tratado de Nabucodonosor», porque contiene su testimonio personal de aquellos
sucesos que le llevaron al arrepentimiento.
b. El sueño del árbol le vino a Nabucodonosor
probablemente entre los años treinta y treinta y cinco de su reinado. Daniel tenía unos
cuarenta y ocho años en este tiempo. Ya habían pasado veintiocho años desde la experiencia del horno de fuego.
c. «Conviene...» (v. 2), lleva implícita la idea
de «pienso que es bueno que sepan». El
rey quería que todos supieran lo que le había acontecido. (Véase Is. 52:7.)
d. «Yo ... estaba tranquilo en mi casa» (v. 4)
El término hebreo aquí es raan, y es una
expresión que indica prosperidad. Literalmente significa «reverdecer, estar cubierto de hojas».
e. Fue durante este momento de sosiego que
tuvo este tremendo sueño. Los elementos
principales son como sigue:
(1) Vio un árbol grande y frondoso que
crecía en altura hasta llegar al cielo
y era visto por todos. Los animales
del campo se protegían bajo su sombra y las aves del cielo anidaban en
sus ramas, y todos hallaban alimento abundante en él (4:10-12).
(2) Repentinamente apareció una figura angelical que ordenó que cortaran el árbol y esparcieran su fruto. ´
3. Un horno de fuego
5. La mano del cielo
El b an qu ete Daniel 5:1
El llamado Daniel 5:7-23
La blasfemia Daniel 5:2-4
El escrito Daniel 5:24-29
La pared Daniel 5 :5 ,6
La caída Daniel 5:30, 31
6.
El foso de los leones
UN PLAN MALVADO
(6:1-9)
Un plan trazado por algunos caldeos celosos para
a trapara Daniel usando su costumbre de o ración
diaria .
UN HOMBRE ARRODILLA D O (6:10-20)
Daniel continúa con su hábito de orar y esechad o en
un foso de leon es hambrientos.
UN BANDO CELESTIAL (6:21-28)
Daniel es liberado por el ángel de Dios que cierra la
boca de los leones.
Sólo dejarían la cepa atada con cadenas de hierro y de bronce. Este
árbol representaba a un hombre que
le fue dada la mente de un animal
y permaneció en esta lamentable
condición durante siete años (4:13-
16).
(3) Esto tenía que hacerse para que todo
el mundo supiera que «el Altísimo
gobierna el reino de los hombres, y
a quien él quiere lo da, y constituye
sobre él al más bajo de los hombres»
(4:17).
2. Daniel revela el significado del sueño a
Nabucodonosor (4:19-27).
a. La interpretación era tan terrible que Daniel, horrorizado, permaneció una hora en
silencio (4:19).
b. Después reveló los detalles:
( 1 ) El árbol representaba en verdad a un
hombre, y ese hombre era Nabucodonosor. (Cp. Dn. 4:22 con 2 S.
12:7.) En la Biblia los árboles frecuentemente simbolizan varias cosas. Un árbol puede representar a un
hombre (Sal. 1:3; Jer. 17:8; Is. 56:3).
Puede representar al cristianismo
(Mt. 13:31, 32). Y también puede representar juicio (Dt. 21:23; Gá.
3:13; He. 12:2; 1 P. 2:24).
(2) El visitante celestial era un ángel vigilante que pronunció sentencia sobre el árbol. (Cp. 4:23 con Mt. 3:10;
Le. 13:7.)
(3) No obstante, la destrucción no sería
total, porque se ordenó que la cepa
quedara atada con cadenas. Esto se
hacía en el mundo antiguo para evitar que la cepa de un árbol cortado
se agrietara, con lo cual se posibilitaba que volviera a crecer. Dios todavía tenía un propósito con
Nabucodonosor.
(4) Con todo, el rey padecería durante
siete años de demencia a causa de su
orgullo. En este tiempo actuaría y
pensaría como una animal salvaje.
Esta enfermedad mental no es infrecuente y es conocida como
zoantropía o licantropía. Frecuentemente el enfermo cree ser un lobo.
Como ya hemos visto, esta alteración
mental duraría siete años. La palabra
«tiempos» (Dn. 4:25) es usada para
expresar unidades de años en Daniel
(7:25; 12:7) y en Apocalipsis (12:14).
(5) Esta aflicción solamente terminaría
cuando Nabucodonosor se diera
cuenta que «el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que
lo da a quien él quiere». (Cp. 4:25
con Ro. 13:1.)
c. Daniel entonces le ruega al orgulloso monarca: «Tus pecados redime con justicia»,
pero de nada sirvió (4:27).
B. El árbol (Nabucodonosor) corregido por medio de
la demencia (4:28-37).
1. El orgullo de Nabucodonosor (4:28-30).
a. Un año después, el rey se paseaba por la
terraza del palacio en la ciudad capital.
Notemos su arrogante jactancia.
«... ¿No es ésta la gran Babilonia que
yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?» (4:30).
La antigua ciudad de Babilonia era ciertamente todo esto, como da testimonio de
ello la siguiente descripción tomada de
Lehman Strauss y otros:
Babilonia fue fundada por Nimrod,
biznieto de Noé (Gn. 10:8-10). Sobrevivió
a una serie de conflictos y llegó a ser una
de las ciudades más grandiosas y suntuosas del mundo conocido. Estaba muy bien
construida y se extendía por un área de 15
millas cuadradas (unos 25 km) de lado. El
río Éufrates la cruzaba diagonalmente. El
famoso historiador Herodoto cuenta que la
ciudad estaba rodeada por una muralla de
350 pies de alto (90 m) y 87 pies (24 m)
de ancho. Sus cimientos eran de 35 pies de
profundidad (más de 10,5 m) para evitar
la invasión mediante túneles, y era lo suficientemente ancha como para que seis
carros de caballos pudieran correr por ella.
Había alrededor de la muralla 250 torres de vigilancia ubicadas en lugares estratégicos. Por el exterior de la muralla
había un foso lleno de agua procedente del
río Éufrates, lo que constituía una protección adicional para la ciudad contra los
ataques enemigos, pues cualquier ejército
enemigo tenía que cruzar este foso antes
de poder acercarse a las cien puertas de
bronce de la ciudad. Pero además de ser
un bastión de protección para el pueblo,
Babilonia era un lugar de belleza y esplendor. Han quedado registrados en la historia sus famosos jardines colgantes como
una de las siete maravillas del mundo antiguo. Ubicados en una amplia zona, se
elevaban a gran altura en terrazas perfectamente trazadas unas sobre otras. Los visitantes podían admirarlas ascendiendo
hasta lo más alto por medio de escaleras
de 10 pies (3 m) de ancho.
Estos jardines colgantes tenían desde
lejos una vista imponente. La torre misma
se asentaba sobre una base de 300 pies
( 100 m) de ancho y otros tantos de alto.
El gran templo de Marduc, cercano a la
Torre de Babel, era el santuario más renombrado en todo el valle del Éufrates. Albergaba una imagen de oro de Bel y una
mesa de oro que en conjunto pesaban no
menos de 50.000 libras (22.680 kilos). En
la cúspide había imágenes de oro de BeleIstar, dos leones de oro, una mesa de oro
de 40 pies (12 m) de largo y 15 pies (4,5
m) de ancho, y una imagen de oro con figura humana de 18 pies ( 6 m) de alto.
Babilonia era literalmente una ciudad de
oro. (Véase Is. 14:4.) La ciudad tenía 53
templos y 180 altares de Istar.
2. El castigo de Nabucodonosor (4:31-33).
a. Mientras el rey pronunciaba sus orgullosas palabras, el juicio de Dios cayó sobre
él y fue arrojado del palacio (4:31).
b. Notemos los tristes resultados de su vanidad:
«En la misma noche se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba
como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su
pelo creció como plumas de águila, y
sus uñas como las de las aves» (4:33).
A pesar de su condición tan desvalida,
nadie le hizo daño durante estos años de
demencia. Esto fue sin duda debido a la
protección divina; además de que se consideraba que matar a un trastornado mental traía mala suerte. La enfermedad de
Nabucodonosor le protegió de daños físicos, así como el fingimiento de locura de
David en Gat le salvó la vida (1 S. 21:10-
15).
c. El trastorno mental del rey es corroborado por la historia. Josefo cita a un historiador babilonio llamado Beroso quien
menciona una enfermedad extraña padecida por el rey. (Josefo: Las obras esenciales, Portavoz, p. 186.) Está también el
testimonio de Abydenus, el historiador
griego del año 268 a.C.
3. La alabanza de Nabucodonosor (4:34-37).
Nabucodonosor se humilla y recibe la múltiple bendición de Dios. Notemos estas bendiciones celestiales.
a. Recupera la salud («mi razón me fue devuelta»),
b. Recupera el reino («la majestad de mi reino»),
c. Y también su reputación («mi dignidad»).
d. Su esplendor («mi grandeza»).
e. Sus relaciones («mis gobernadores y mis
consejeros me buscaron»).
f. Su retórica («Ahora yo Nabucodonosor
alabo, engrandezco y glorifico...»).
g. A lcanza su redención. (¿Fue salvo
Nabucodonosor? Las palabras «alabo»,
«engrandezco» y «glorifico» son verbos
activos que indican acción continuada. Es
decir, Nabucodonosor continuó alabando
y glorificando a Dios mucho tiempo después de su restauración. Esto difícilmente
lo haría un pagano.)
V. Una mano del cielo.
A. El banquete (5:1).
1. El rey Belsasar organizó un gran banquete para
mil de las altas personalidades de la nación, y
corrió el vino en abundancia. Algunos historiadores dudaron por años la realidad histórica de la existencia de Belsasar. Según los
registros conocidos, el último rey de Babilonia
fue Nabónido, pero hallazgos recientes han
autenticado definitivamente el reinado de
Belsasar en Babilonia. Exponemos a continuación algunos de los descubrimientos del
arqueólogo Sir Herbert Rawlinson en el año
1854 que confirman la existencia de dicho rey:
a. Amel-Marduc, el único hijo de
Nabucodonosor (llamado también Evil
Merodac en 2 R. 25:27; Jer. 52:31-34), le
sucedió en el trono en el 562 a.C.
b. Fue asesinado por su cuñado Nergal-sarezer
(Jer. 39:3, 13) ei. agosto del 560 a.C.
c. Nergal-sarezer fue sucedido por su joven
hijo Labas-Marduc en el 556 a.C.
d. Nabónido, que se había casado con una de
las hijas de Nabucodonosor, le asesinó y
usurpó el trono poco tiempo después.
Belsasar nació fruto de esta unión.
Nabónido, que reinó del 556 al 539 a.C.,
por alguna razón no hizo de Babilonia su
capital, sino que dejó la deslumbrante ciudad y residió en Tema (Arabia). Después
hizo a su hijo Belsasar corregente suyo en
Babilonia. Esta situación se entrevé varias
veces en Daniel capítulo 5 cuando
Belsasar ofrece a Daniel el tercer lugar en
el reino (5:7,16, 29).
2. La fiesta no pudo ser organizada en un momento más inoportuno, por decir lo menos negativo, pues Babilonia llevaba ya un tiempo
bajo el ataque de los medo-persas. Quizá lo
hicieron para elevar la moral.
B. La osadía (5:2-4).
1. Belsasar estaba sentado en su mesa borracho,
depravado y poseído por el demonio. De pronto tiene una ocurrencia horrible: se acuerda de
los vasos de oro y plata que su abuelo
Nabucodonosor había llevado del templo en
Jerusalén, y ordena que los traigan al salón del
banquete. Propone a sus invitados que beban
vino en ellos y alaben a los dioses de
Babilonia.
2. Estos vasos sagrados fueron originalmente
mandados hacer por Salomón (1 R. 7:48-51),
mostrados por Ezequías (2 R. 20:13), y llevados por Nabucodonosor (2 Cr. 36:10).
C. La pared (5:5, 6 ).
1. Repentinamente, en medio de su borrachera, ve
los dedos de una mano que escribe sobre la pared cercana a su mesa. Belsasar se quedó aterrorizado. Se nos dice: «Entonces el rey palideció,
y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron
sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la
otra» (5:6). Cambió radicalmente.
2. «El rey gritó en alta voz» pidiendo ayuda, pero
ya era demasiado tarde. Pronto experimentaría personalmente las dolorosas palabras de
Proverbios 1:24-27. Diez siglos antes de esto
un grupo de hechiceros egipcios hablaron acerca de esta mano del cielo en relación con las
terribles plagas que ellos no habían podido evitar.
Leemos:
«Entonces los hechiceros dijeron a Faraón:
Dedo de Dios es éste...» (Ex. 8:19).
D. El llamado (5:7-23).
1. Belsasar se vuelve a la astrología en su hora
de mayor necesidad. ¡Qué poco ha cambiado
la naturaleza humana! Sólo en los Estados
Unidos de Norteamérica hay quince millones
de personas que toman la astrología seriamente.
2. Pero este hombre pronto descubrió que la astrología no es el bálsamo de Galaad. Ningún
horóscopo jamás escrito puede curar la herida
del corazón humano. Sus sabios no pudieron
ayudarle, y esto nos señala el tercer fracaso en
el libro de Daniel.
3. Por fin, por consejo de la reina (probablemente
su madre Nitocris), Belsasar llamó a Daniel
(5:10-15).
4. El rey le ofreció ser el tercero en el reino si le
interpretaba aquella misteriosa escritura (5:16).
5. Daniel está dispuesto a hacerlo pero rechaza
las ofertas reales. Sin embargo, antes de interpretarle el mensaje, el anciano profeta repasa
el impío historial de Belsasar.
a. Nabucodonosor, el abuelo de Belsasar, había dejado un buen ejemplo para este joven nieto cuando se volvió a Dios después
de su trastorno mental (5:18-21).
b. El lo sabía, pero deliberadamente lo había
rechazado y había endurecido su corazón
(5:22, 23). (Véase también Pr. 29:1.)
c. Belsasar había estado jugando con su alma
inmortal, pues hasta el aire que respiraba
provenía del Dios que él había blasfemado y rechazado (5:23).
E. El escrito (5:24-29).
1. Contenía un triple mensaje de Dios para
Belsasar.
a. «Mene, Mene»: Dios había medido los días
de su reinado y le había puesto fin.
Belsasar no siguió el sabio consejo de
Moisés cuando oró: «Enséñanos de tal
modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría» (Sal. 90:12). El
triste final de Belsasar debe compararse
con el conmovedor testimonio de Pablo
antes de su muerte (2 Ti. 4).
b. «Tekel»: había sido pesado en la balanza
de Dios y estaba falto. En contraste podemos ver el testimonio de David en el Salmo 23:1: «Nada me faltará.» Belsasar no
pesaba lo suficiente moralmente.
c. «Peres» («Uparsin» es el plural de esta palabra): tu reino ha sido divido y dado a los
medos y persas.
F. La caída (5:30, 31).
1. Herodoto, el historiador griego, nos dice que
el ejército babilonio se desplazó primeramente al norte para frenar el avance de los medopersas, pero tuvo pronto que refugiarse tras las
murallas de Babilonia. Ciro procedió entonces
a desviar al río Eufrates de su curso normal,
bajo las murallas de la ciudad, canalizando el
agua hacia un estanque que habían cavado.
Jenofonte, otro historiador griego, señala que
los medo-persas entraron en la ciudad cuando
los babilonios estaban borrachos en una orgía.
2. Belsasar fue ejecutado aquella misma noche y
la ciudad quedó en poder de un anciano medo
de sesenta y dos años llamado Darío.
3. El profeta Isaías predijo la caída de Babilonia
doscientos años antes (Is. 21:1-10).
VI. El foso de los leones.
A. Una intriga diabólica (6:1-9).
1. Darío, el medo, se dedicó inmediatamente a
reorganizar y consolidar el fantástico nuevo
reino que había adquirido. Dividió el reino en
129 provincias, cada una bajo la dirección de
un gobernador (sátrapas). Estos gobernadores
eran responsables ante tres ministros, de los
que Daniel era uno de ellos. Se han producido algunos interrogantes históricos acerca de
la identidad de Darío, y hasta la fecha se han
dado tres explicaciones principales:
a. Que era realmente Ciro pero con nombre
diferente.
b. Que era Cambises el hijo de Ciro.
c. Que era un «consejero especial» llamado
Gubaru, nombrado por el gran rey Ciro
para gobernar la ciudad en su nombre.
Este tercer punto de vista parece ser el más
lógico.
2. Daniel, que tenía ahora más de ochenta años,
había sido bendecido con tantos dones y habilidades que Darío estaba pensando en ponerle por encima de los otros dos ministros (6:3).
3. Esto enfureció tanto a ambos ministros y a los
gobernadores que tramaron la forma de quitarle de en medio (6:4).
4. Incapaces de encontrar nada malo en su vida
civil, se propusieron atraparlo usando su vida
religiosa (6:5).
5. Convencen a Darío para que firme un decreto
válido por treinta días durante los cuales todos debían dirigir sus oraciones únicamente al
rey. (6:6-9).
B. Un hombre en oración (6:10-20).
1. Daniel se entera de la promulgación del decreto y sin duda lo vio como el sucio manejo de
su colegas para atraparle. Pero aquel anciano
luchador continuó orando a Dios como siempre. Notamos que:
a. Mantuvo sus ventanas abiertas.
Cerrarlas hubiera sido una cobardía. Abrirlas (si esa no hubiera sido antes su costumbre) habría sido una sandez.
b. Continuó orando tres veces al día, en la
mañana, al mediodía y en la tarde.
c. Se arrodilló. Esta es quizá la postura más
común que encontramos descrita en la Biblia.
d. Miraba hacia Jerusalén. Salomón había
enseñado a hacerlo así en su oración de
dedicación del templo (1 R. 8:44-48; 2 Cr.
6:36-39).
2. Estos depravados cazadores que habían puesto la trampa veían ahora a su víctima dentro
de ella, y corrieron jubilosos a Darío para dar
el golpe de muerte. El se dio cuenta de que le
habían usado, y buscó desesperadamente un
agujero por donde escapar en la inmutable ley
de los medas y los persas; pero todo resultó
en vano (6:11-15).
3. Daniel es arrestado y arrojado en un foso de
hambrientos leones. En la Biblia se pinta frecuentemente al diablo como un león rugiente.
(Véanse Sal. 10:9; 57:4; 2 Ti. 4:17; 1 P. 5:8;
Dn. 6:16.)
4. Después de sellar la entrada del foso con su
propio anillo, Darío regresó al palacio y pasó
una noche miserable sin poder dormir (6:17,
18).
5. En la madrugada del siguiente día corrió al
foso y ordenó que removieran la piedra que
habían puesto sobre la entrada, y con voz triste llamó:
«... Daniel, siervo del Dios viviente, el
Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?»
(6:20)
C. Un bando celestial (6:21-28).
1. De la negrura de aquel foso de juicio sale un
voz clara y gozosa:a )«Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, por que ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo» (6 :2 1 , 2 2). Pedro y Pablo tenían sin duda esta tremenda experiencia en mente cuando escribieron:
«Que por fe conquistaron reinos, hicieron
justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones» (He. 11:33).
«De modo que los que padecen según
la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien» (1 P.
4:19).
El mismo mensajero celestial que había salvado a los tres amigos de Daniel en el horno
había protegido ahora al profeta en el foso.
2. La reacción del rey fue doble: estaba contento y furioso.
a. Se regocijó en la salvación de Daniel y firmó un decreto ordenando a todos los ciudadanos del reino que consideraran al
poderoso Dios de Judá (6:23, 25-27).
b. Se vengó inmediatamente de aquellos que
habían jugado con él y ordenó que ellos y
sus familias fueran arrojados al mismo
foso de leones. Sus cuerpos fueron
descuartizados y devorados al instante por
las hambrientos fieras (6:24). La ley de
Persia era mucho más severa que la de los
hebreos. (Véanse Ez. 18:20; Dt. 24:16; 2
R. 14:6; 2 Cr. 25:4; Jer. 31:29, 30.)
VII. Los reinos sin Dios y el reino de Dios.
A. Nabucodonosor, el león babilonio (7:4), y también
la cabeza de oro en 2:32.
1. Daniel contempla en esta visión los mismos
cuatro reinos impíos y el reino decisivo de
Dios que Nabucodonosor había soñado en el
capítulo 2. Pero él lo ve ahora desde una perspectiva totalmente diferente. Como ya ha sido
señalado, el hombre puede ver sus reinos con
el brillo de metales como el oro y la plata, pero
Dios los ve como bestias salvajes y
devoradoras.
2. Daniel ve una gran tormenta en un gran océano con cuatro vientos soplando en cada dirección. (Véanse Ap. 7:2; Ef. 2:2; 6:12.) Estos
vientos pueden indicar fuerzas satánicas.
3. La primera bestia simboliza a Nabucodonosor
y a Babilonia.
a. Era semejante a un león. (Véanse Jer. 4:7;
49:19; 50:17,43, 44.)
b. Tenía alas de águila. (Véanse Jer. 48:40;
49:22; Lm. 4:19; Ez. 17:3; Hab. 1:8.)
Nabucodonosor mostró estas alas en la batalla de Carquemis en el 605 a.C.
c. Esas alas fueron arrancadas. Véase Daniel
4:33 (las alas de Nabucodonosor), y Daniel 5:31 (las alas de Babilonia).
B. Ciro, el oso persa (7:5), y también el pecho y los
brazos de plata en 2:32.
1. Este oso se alzaba más de un lado que del otro,
refiriéndose probablemente a la parte persa
más fuerte de la alianza medo-persa.
2. Tenía tres costillas en su boca, una referencia
a Babilonia, Egipto y Lidia, las tres naciones
que Persia había conquistado.
3. Devoraría mucha carne. El rey persa Jerjes capitaneó un ejército de más de un millón y medio de hombres y 300 barcos durante su
invasión a Grecia
C. Alejandro Magno, el leopardo griego (7:6), fue
también el vientre y muslos de bronce del 2:32.
1. Era realmente como un leopardo. Alejandro
viajó más rápido y conquistó más tierra que
ningún otro hombre en la historia conocida.
2. Tenía cuatro cabezas. Después de su muerte a
los treinta y dos años, su reino cayó en manos
de sus cuatro generales.
D. El pequeño cuerno, el imperio romano (7:7, 8 ), y
también las piernas de hierro y los pies de hierro
y barro del 2:33.
1 . En el 476 d.C. este monstruo se «retiró» a su
cubil por un tiempo para invernar.
2. Será despertado en forma de diez naciones durante la tribulación por el pequeño cuerno, que
no es otro que el Anticristo. Es llamado el
hombre de pecado en 2 Tesalonicenses 2:3, 4
y la bestia del mar en Apocalipsis 13:1.
3. El Anticristo derrotará a tres de estos diez reinos (cuerno) en su ascensión al poder (7:8).
4. Ejercerá un gobierno universal durante los últimos tres años y medio de la tribulación
(7:25). (Véanse también Ap. 13:5; Mt. 24:21.)
5. Derramará sangre sobre la tierra en una forma
sin precedentes (7:7, 19).
6. Oprimirá a los santos de Dios (Israel) (7:25).
(Véase también Ap. 12:13.)
7. Intentará cambiar la ley y las estaciones (7:25).
8 . Blasfemará contra Dios (7:25). (Véase también
Ap. 13:5, 6 .)
9. Será derrotado en la venida de Cristo y su
cuerpo será echado a las llamas del infierno
(7:11).
E. Jesucristo, el Rey de reyes (7:13, 14), y también
la Piedra demoledora del 2:34.
1. Viene en las nubes para reclamar su legítima
herencia terrenal (7:13). Nuestro Señor advirtió al impío sumo sacerdote de Israel acerca de esta venida durante el juicio injusto que le
llevó al Calvario (Mr. 14:61, 62).
2. El Padre le da su trono universal y eterno, el
Anciano de días (7:9, 13, 14). Esta es la única
descripción de Dios en la Biblia, y se corresponde con la descripción que Juan hace de Jesús en Apocalipsis 1:9-18. Tanto David (Sal.
2:6-9) como el ángel Gabriel (Le. 1:32) predicen que Jesús recibiría este trono del Padre.
3. Daniel ve a continuación un río de fuego que
procede del trono (7:10). Esta corriente de juicio (He. 12:29; Is. 66:15, 16; 2 Ts. 1:8) se tornará más tarde en una fuente de bendiciones
cuando se complete el juicio del gran trono
blanco (Ap. 22:1).
4. Millones de ángeles permanecían en su presencia y servían al Anciano de días y a su Hijo
(7:10). (Una cifra igualmente incontable de
ángeles es mencionada en Ap. 5:11; Sal. 68:17;
He. 12:22.)
5. Cientos de millones aparecen delante de él listos para ser juzgados, y los libros son abiertos
(7:10). (Véase también Ap. 20:11-15.)
VIII. Los cuernos de los paganos.
A. Un camero de dos cuernos (Persia, representada
por Darío ni) (8:1-4).
1. Daniel en su visión se ve a sí mismo en la fortaleza de Susa, una ciudad a unas 230 millas
(unos 360 km) al este de Babilonia y a unas
120 millas (unos 190 km) al norte del golfo
Pérsico.
2. Ve a un camero victorioso que viene del este
y que se abre camino hacia el oeste, norte y
sur. Esto, por supuesto, representa las conquistas persas que incluyen a Siria (oeste),
Armenia (norte) y Egipto (sur). Marcelino, un
historiador del siglo iv, declara que el gobernante persa llevaba la cabeza de un carnero
cuando estaba frente a su ejército.
B. Un macho cabrío (Grecia, representada por Alejandro Magno) (8:5-8).
1. Daniel ve después un macho cabrío que viene
del oeste corriendo en dirección al carnero, a
quien atacó derribándolo a tierra y pisoteándolo.
2. Esta profecía del carnero y del macho cabrío
nos permite mirar con microscopio el conflicto entre la segunda y tercer potencias mundiales en la lucha del Este y Oeste, de Oriente y
Occidente, de Asia y Europa. Se han descubierto dibujos históricos que representan a un
macho cabrío comudo como símbolo de los
antiguos ejércitos griegos.
3. Se nos dice que el macho cabrío corrió contra
el camero «con la furia de su fuerza». La motivación detrás de la cruzada de Alejandro
Magno era aplastar al odiado persa que había
invadido Grecia. Como ya indicamos anteriormente, venció a los persas en tres ocasiones
separadas:
a. En Gránico en el 334 a.C.
b. En Iso en el 333 a.C.
c. En Arbolas en el 331 a.C.
Podemos agregar aquí una nota histórica interesante. Nos dice Josefo que Juddua, el sumo
sacerdote de Israel, revestido de toda su vestimenta, se encontró con Alejandro a las afueras de Jerusalén, y mostró al conquistador
griego cómo un profeta hebreo, de nombre
Daniel, había predicho 225 años antes sus victorias sobre los persas. Seguidamente el sumo
sacerdote le leyó Daniel capítulo 8 y Alejandro cayó de rodillas y le adoró.
4. Daniel ve como de pronto este poderoso cuerno se rompe y se divide en cuatro. Alejandro
murió en Babilonia en el 323 a.C., a la edad
de treinta y dos años a consecuencia de una
borrachera en una orgía. Su reino fue después
dividido entre sus cuatro principales generales.
a. Ptolomeo se quedó con el sur, Egipto.
b. Seleuco se quedó con la sección oriental.
Siria.
c. Casandro reinó en la parte occidental, Grecia.
d. Lisímaco gobernó el Asia Menor.
C. Dos pequeños reinos (Siria y el reavivado Imperio Romano, son representados por Antíoco
Epífanes y el Anticristo) 8:9-27. Notamos que el
arcángel Gabriel interpreta todo esto para Daniel.
Esta es la primera mención de él en la Biblia.
(Véanse también 9:21; Le. 1:19, 26.)
1. El pequeño cuerno histórico: Antíoco Epífanes.
a. Era sirio.
b. Ascendió al trono en el 175 a.C. y reinó
hasta el 164 a.C.
c. Era un antisemita hasta el fondo. Entró en
Jerusalén y mató a más de 40.000 judíos
en tres días y vendió otros tantos como esclavos. Se piensa que fue el 6 de septiembre del 171 a.C. que empezó su
profanación del templo.
d. El 15 de diciembre del 168 a.C. la
profanación alcanzó su máximo nivel, porque en esa fecha este idólatra sacrificó una
gigantesca cerda sobre el altar de un ídolo que había erigido en el templo judío.
Después forzó a los sacerdotes a tragarse
la came, hizo un caldo con el resto y la
esparció por todo el templo. Finalmente se
llevó los candelabros de oro, la mesa de
los panes de la proposición, el altar del incienso y otras vasijas, y destruyó los libros
de la Ley. Instalaron una gran imagen de
Zeus (Júpiter) en el Lugar Santísimo. Todo
esto fue calificado por los horrorizados judíos como la «abominación desoladora»,
y Jesús se refiere a ella en Mateo 24:15
como el trampolín para describir las actividades del futuro Anticristo.
e. Por toda Palestina se edificaron altares a
Júpiter, y los judíos fueron forzados a sacrificar en ellos. Pero en un pequeño pueblo judío llamado Modín (a unas 17
millas [27 km] al noroeste de Jerusalén),
vivía un sacerdote llamado Matatías, de
la casa de los asmoneos. Tenía cinco hijos y este valiente anciano no sólo rehusó adorar los ídolos de Antíoco, sino que
también ejecutó osadamente al embajador
religioso del rey. Así empezó la resistencia judía. Uno de sus hijos llamado Judas
fue apodado «Macabeo», que significa
«martillo».
Durante los años siguientes, Judas logró reunir un pequeño ejército judío que
presentó batalla de guerrillas a los sirios
y los derrotó repetidas veces. Estas guerras
se describen en dos libros apócrifos, llamados Primero y Segundo de Macabeos.
El 25 de diciembre del 165 a.C., los patriotas judíos purificaron y rededicaron el
templo que Antíoco había profanado. Esta
fecha después se convirtió en la fiesta de
la dedicación (Juan 10:22).
Nota: En 8:14 se menciona un período
de 2.300 días, que aparentemente empezó
el 6 de septiembre del 171 a.C. y terminó
el 25 de diciembre del 165 a.C. Fue, sin
embargo, en base de este período que
William Miller, el fundador del moderno
movimiento adventista, se extravió. Contó los días como años y así llegó al 2 2 de
octubre de 1844 como la fecha del retorno de Cristo.
f. Antíoco murió en Babilonia en el 164 a.C.
después de ser completamente derrotado
en una batalla.
2. El pequeño cuerno profético: el Anticristo.
El futuro enemigo de Israel hará todo lo que
hizo su predecesor y mucho más. Podemos establecer la siguiente comparación entre los
dos:
a. Ambos harían muchas conquistas (Dn. 8:9;
Ap. 13:4).
b. Ambos se glorificarían a sí mismos (Dn.
8:11; Ap. 13:15).
c. Ambos serían maestros de la mentira (Dn.
7:25; 2 Ts. 2:10).
d. Ambos ofrecerían un falso «programa de
paz» (Dn. 8:25; 1 Ts. 5:2, 3).
e. Ambos odiarían y perseguirían a Israel
(Dn. 8:25; Ap. 12:13).
f. Ambos profanarían el templo (Dn. 8:11;
Mt. 24:15).
g. Ambos estarían vigorizados por Satanás
(Dn. 8:24; Ap. 13:2).
h. Ambos se mostrarían activos en el Medio
Oriente por siete años (Dn. 8:14; 9:27).
i. Ambos hablarían contra el Señor Dios
(Dn. 8:25).
j. Ambos serían completamente derrotados
por Dios (Dn. 8:25; Ap. 19:19, 20)
IX. El secreto de las setenta veces siete.
A. Daniel: la oración de un profeta (9:1-19).
1. Este es uno de los grandes capítulos de toda
la Biblia. Tiene un tema doble: el de la oración y el de la profecía. En este momento Daniel tenía unos ochenta y cinco años.
2. Daniel estaba leyendo el libro del profeta
Jeremías (el anciano profeta había quedado
probablemente como el guardián oficial de varios libros del Antiguo Testamento después de
la destrucción del templo) y recordó que Dios
había determinado que Jerusalén permanecería desolada durante setenta años (Jer. 25:11;
29:10).
3. Empezó entonces una intensa y prolongada
oración a Dios concerniente a sus pecados personales y a los pecados nacionales de Israel
que ante todo habían causado la cautividad. Su
oración estuvo acompañada de ayuno, cilicio
y ceniza (9:1-3). Estas tres acciones eran las
acostumbradas en aquellos días cuando se sentía auténtica contrición de corazón. (Véanse
Esd. 8:23; Neh. 9:1; Est. 4:1, 3, 16; Job 2:12;
Jon. 3:5, 6 .)
4. Le recuerda a Dios su pacto (9:4), posiblemente estaba pensando en el pacto abrahámico
(que les prometía la tierra de Palestina para
siempre) (Gn. 12:7; 13:14,15-17; 15:7, 18-21;
17:8), y el pacto davídico (que garantizaba a
Israel un rey y un reino eternos) (2 Cr. 13:5; 2
S. 7:12-16; 23:5).
5. Contrasta la gracia y la bondad de Dios con la inmoralidad e idolatría de Israel (9:5, 7, 8 ,
9).
6 . Menciona a los reyes de Judá (9:8). Dos de
ellos habían sido llevados cautivos a Babilonia
junto con mucha gente del pueblo.
7. Está totalmente de acuerdo en que Judá tiene
lo que se ha merecido, y que Dios les dijo la
verdad cuando les advirtió acerca de la desobediencia y el castigo (9:12-14). (Véase Lv. 26.)
8 . Termina su oración encomendándose completamente él y su pueblo a la gracia multiforme
de Dios:
«... porque no elevamos nuestros ruegos
ante ti confiados en nuestras justicias, sino
en tus muchas misericordias» (9:18).
B. Gabriel: la profecía de un ángel (9:20-27).
Cuando Daniel estaba todavía orando, Dios envió
al arcángel Gabriel a ministrarle y a explicarle la
profecía más importante, más sorprendente y más
profunda de toda la Palabra de Dios. Para otro ejemplo de cómo Dios contesta incluso mientras
su hijo está orando, véase Génesis 24:15. Nótese
el mensaje del arcángel en 9:24-27. Vamos ahora
a considerar esta importante profecía preguntándonos e intentando responder seis preguntas clave.
1. ¿A quién se refiere esta profecía? Se refiere a
Israel.
2. ¿Qué quiere decir mediante la expresión «setenta semanas»? En su curso por correspondencia del libro de Daniel, el doctor Alfred
Martin, del Instituto Bíblico Moody, escribe
las siguientes provechosas palabras:
«La expresión que traducimos “setenta semanas” significa literalmente “setenta veces siete”. Aparte del contexto uno nunca
sabría cuáles eran las “siete”. Tendríamos
que preguntar ¿qué siete? Esta expresión
hebrea sería tan ambigua como si nosotros
dijéramos en castellano: “Fui a la tienda
y compré una docena.” ¿Una docena de
qué? Uno de los principios básicos de interpretación es que siempre debemos interpretar a la luz del contexto, es decir, a
la luz del pasaje en donde la declaración
aparece. Al investigar este contexto, recordando que la visión fue dada en respuesta
a la oración, notamos que Daniel había estado leyendo en Jeremías que Dios iba a
permitir que la desolación de Jerusalén
durara setenta días (Dn. 9:2). Esta es la
clave. A Daniel se le dice en realidad: "Sí,
Dios va a llevar a cabo los setenta años de
cautividad: pero ahora te está mostrando
que toda la historia del pueblo de Israel se
va a consumar en el período de setenta veces siete años.”» (Daniel, the Framework
o f Prophecy, pp. 85, 8 6 .)
Para clarificar más el significado de las setenta semanas, deberemos de notar que Israel
tenía en su calendario no sólo una semana de
siete días (como se indica en Ex. 23:12), sino
también una «semana» de siete años (Lv. 25:3,
4, 8-10; Gn. 29:27, 28). En otras palabras,
Dios le está diciendo aquí a Daniel que él va
a continuar tratando con Israel por otros 490
años antes de que aparezca la justicia eterna.
Para resumir este punto en particular:
a. Israel tenía que permitir que su tierra reposara cada siete años (Lv. 25:1-4).
b. Este mandamiento fue desobedecido (Lv.
26:33-35; Jer. 34:12-22; 2 Cr. 36:21).
c. Como resultado, la nación había acumulado durante un período total de 490 años,
una deuda de reposo de la tierra de setenta años.
d. Daniel sabía todo esto y estaba orando
acerca de ello. Reconoció que los setenta
años de cautividad representaban los setenta años en los que aquellas violaciones
habían acontecido.
e. Gabriel le dice ahora que el pueblo tenía
que pasar por otro período, similar en extensión (490 años) a aquel que había hecho el destierro necesario.
3. ¿Cuándo iba a empezar el período de las setenta semanas? Empezaría con la orden de
reedificar las murallas de Jerusalén. Los dos
primeros capítulos de Nehemías nos informan que esta orden fue dada durante el año veinte
de la ascensión al trono de Artajerjes. La Enciclopedia Británica establece esta fecha en el
14 de marzo del 445 a.C.
4. ¿Cuáles son los períodos distintivos mencionados dentro de la profecía de las setenta semanas y qué iba a ocurrir en cada período?
a. Primer período.
Siete semanas (cuarenta y nueve años),
desde el 445 al 396 a.C. El suceso clave
durante este período fue la reconstrucción
de las murallas y de las calles de Jerusalén «en tiempos angustiosos». Esto sucedió literalmente. (Véase Neh. 2—6 .)
b. Segundo período.
Sesenta y dos semanas (434 años), desde
el 396 a.C. al 30 d.C. Al final de este segundo período el Mesías sería crucificado.
(Véanse Mt. 27; Mr. 15; Le. 23; Jn. 19.)
Sir Robert Anderson, el brillante erudito británico y estudioso de la Biblia, ha
convertido los dos primeros períodos en su
número exacto de días. Esto lo ha hecho
multiplicando 483 (la suma de los años de
los dos primeros períodos) por 360 (los
días del año bíblico, como se señala en Gn.
7:11, 24; 8:3, 4).
El total del número de días en las primeras sesenta y nueve semanas (o 483
años) es 173.880. Anderson entonces señala que si empezamos a contar desde el
14 de marzo del 445 a.C. y vamos avanzando en la historia, estos días llegan hasta el 6 de abril del 32 a.C. (Robert
Anderson, El príncipe que ha de venir,
Editorial Portavoz, p. 143.)
Fue exactamente en este día que Jesús
hizo su entrada triunfal en la ciudad de Jerusalén. Sin duda nuestro Señor debió tener la profecía de Daniel en mente cuando
dijo:
«¡Oh, si tú también conocieses, a lo
menos en este tu día, lo que es para tu
paz! Mas ahora está encubierto de tus
ojos» (Le. 19:42).
Fue en este mismo día, por supuesto,
que los fariseos planearon la muerte de
Cristo (Le. 19:47).
Esto quiere decir que Daniel, que escribió cinco siglos y medio antes, predijo correctamente el día de la presentación y del
rechazo de Cristo.
c. Tercer período.
Una semana (siete años) desde el rapto
hasta el milenio. Al principio de este período, el Anticristo establecerá su pacto
con Israel y empezará su terrible baño de
sangre. Al final de la última semana (y de
todo el período de las setenta semanas) el
verdadero Mesías aparecerá y establecerá
su perfecto milenio.
5. ¿Transcurren las setenta semanas en forma
continua? Es decir, ¿hay brechas en esos 490
años, o transcurren sin pausa hasta que se completan?
La teología dispensacionalista enseña que
estas «semanas» no van pasando en forma continuada, sino que ha habido un espacio o paréntesis de casi 2 000 años entre la semana
sesenta y nueve y la setenta. Esta cronología
puede asemejarse a un partido de baloncesto
de setenta minutos. Durante sesenta y nueve
minutos el partido se ha jugado a un ritmo intenso y continuado, pero entonces el árbitro,
por alguna razón, pide tiempo (suspensión momentánea del partido) cuando el reloj marca
que falta solamente un minuto para terminar.
Nadie sabe con seguridad cuándo comenzará
de nuevo la acción, pero en algún momento el
árbitro va a entrar a la cancha y hacer sonar
su silbato. En ese momento los equipos se van
a reunir de nuevo para jugar el último minuto
que les queda.
Dios ha entrado en la historia y ha parado
el reloj de la profecía en el Calvario. Esta divina «suspensión momentánea» ha durado ya
veinte siglos, pero el Redentor pronto va a hacer sonar la trompeta y la «semana» final de
la acción tendrá lugar en la tierra.
6 . ¿Ofrece la Biblia otros ejemplos de brechas de
tiempo en el programa divino? Realmente sí.
Hay al menos tres casos en los que podemos
encontrar espacios de muchos siglos en un corto párrafo.
a. Isaías 9:6, 7.
En la primera parte del versículo 6 encontramos una brecha de al menos veinte siglos separados por un coma. La frase «hijo
nos es dado» se refiere a Belén, mientras
que las palabras «y el principado sobre su
hombro» señalan hacia el milenio.
b. Zacarías 9:9, 10.
El versículo 9 es una referencia clara a la
entrada triunfal de nuestro Señor, pero el
versículo 10 apunta hacia el milenio.
c. Isaías 61:1,2.
En el versículo 2 de este pasaje, el ministerio terrenal de Cristo («proclamar el año
de la buena voluntad de Jehová») y la tribulación («el día de venganza del Dios
nuestro») aparecen separados por una sola
coma. Es extremadamente importante notar que cuando Jesús leyó este pasaje durante su sermón en Nazaret, terminó su
lectura en esta coma, porque el «día de
venganza» no era el propósito de su primera venida. (Véase Le. 4:18, 19.)
Como un breve resumen final de las setenta semanas podemos notar:
7. Los seis logros principales de las setenta semanas:
a. Terminar con todas los pecados y transgresiones humanas, especialmente los de la
nación de Israel (Hch. 3:13-16; 28:25-31;
Ez. 37:23; Ro. 11:26, 27).
b. Hacer reconciliación por el pecado. Esto
fue hecho en el Calvario cuando el Mesías
fue crucificado (2 Co. 5:18-20).
c. Vindicar a todos los verdaderos profetas
mediante el cumplimiento de sus profecías.
d. Demostrar la incapacidad del diablo para
gobernar correctamente este mundo.
e. Destruirle a él y a su principal agente, el
anticristo (Ap. 19:20: 20:10).
f. Iniciar el milenio (Sal. 45:3-7; Is. 11:3-5;
Jer. 23:3-8).
8. Los tres períodos principales de las setenta semanas (490 años).
a. Primer período (cuarenta y nueve años, o
siete semanas), del 445 al 396 a.C.
b. Segundo período (434 años, o sesenta y
dos semanas), del 396 a.C. al 32 d.C.
c. Un período de suspensión temporal (que
ya ha durado casi veinte siglos). Esta brecha en el tiempo entre la semana sesenta
y nueve y la setenta no fue revelado y, por
tanto, desconocido para los profetas del
Antiguo Testamento. (Véanse Ef. 3:1-10;
1 P. 1:10-12.)
d. Tercer período (siete años, o una semana),
desde el rapto hasta el milenio.
9. Las dos personajes principales de las setenta
semanas:
a. El Mesías: el Señor Jesucristo.
b. El príncipe que vendrá: el inicuo
Anticristo.
X. El conflicto en los lugares celestiales.
A. Un hombre afligido (10:1-4).
1. Daniel había apartado un tiempo de tres semanas para estar a solas con Dios. Durante este
período se privó de tomar alimento, de beber
vino y de ungirse. Esto último lo hacían generalmente a diario para protegerse del candente sol del desierto.
2. Debieron haber varías razones que propiciaron
este tiempo de dolor.
a. A causa de los pecados de su pueblo:
b. Debido al largo período de sufrimiento
(490 años) que su pueblo debía todavía
soportar (capítulo 9).
c. Debido al número tan mezquino (alrededor de 40.000) de judíos que habían elegido regresar con Zorobabel. Ya habían
pasado dos años desde que Ciro promulgara el decreto (Esd. 1:1-4) permitiéndoles volver a Jerusalén.
d. A causa de las dificultades que estaban experimentando aquellos que habían regresado.
Nota: Dios aparentemente había negado a Daniel la oportunidad del regreso, debido quizá a su avanzada edad (alrededor
de los noventa) y también al hecho de que
su alta posición en el gobierno podía servir para ayudar al remanente que había regresado.
B. Un ángel en servicio (10:5-21).
1. La descripción de un ángel (10:5-9).
a. Daniel inmediatamente empezó a palidecer a y debilitarse por el espanto de tan
deslumbrante visión. Algunos creen que
este ángel tuvo que ser el Señor Jesús.
Aunque encontramos una descripción similar en Apocalipsis 1:12-16, no parece
que podamos identificar al ángel en Daniel
con Cristo. En 10:13 se nos dice que el ángel tuvo que llamar a Miguel, otro ángel,
para que le ayudara. Es obvio que el Señor no habría necesitado ayuda.
b. Los hombres que estaban con Daniel se
llenaron también de espanto, aunque ellos
no vieron la visión que contempló Daniel
(10:7). (Tenemos un evento similar en Hechos 9:7, 8 .)
2. La declaración del ángel (10:10-19).
a. Se le había opuesto el príncipe de Persia
(10:13). ¿Quién era este príncipe? Notamos rápidamente que:
(1) Era poderoso, pues él solo bloqueó a
uno de los ángeles más poderosos del
cielo por veintiún días.
(2) Era un perverso, pues opuso resistencia al mensajero de Dios. Era
quizá un demonio de alto rango
asignado por Satanás a Persia para
controlar la actividad diabólica en
aquel reino. (Véanse también Jn.
12:31; 14:30; 16:11; Mt. 9:34;
12:24; Is. 24:21.)
b. Fue ayudado por el arcángel Miguel
(10:13). Este es el otro arcángel que aparece en la Biblia. Es mencionado tres veces en el Antiguo Testamento (Dn. 10:13,
21; 12:1) y dos en el Nuevo Testamento
(Jud. 1:9; Ap. 12:7). Esto fue, sin embargo, algo mutuo, porque el ángel que aparece aquí ayudó una vez a Miguel. (Véase
Dn. 11:1.)
Tenemos aquí levantado momentáneamente el velo de la guerra que se lleva a
cabo en los lugares celestiales entre demonios, ángeles y creyentes. (Véanse los siguientes pasajes: 2 Co. 10:3-5; Ef. 6:12;
Ro. 8:38; Ef. 1:21; 3:10; Col. 2:15.)
El ángel después procede a confortar,
reafirmar, fortalecer e instruir a Daniel
acerca del final de los tiempos.
3. El deber del ángel (10:18, 19).
4. La determinación del ángel (10:20, 21).
El ángel era consciente al regresar a Dios de
que no sólo volvería a enfrentársele el demonio persa, sino ahora también el de Grecia. Satanás estaba aparentem ente proveyendo
refuerzos enviando a la batalla al que tenía designado para el Imperio Griego. Pero el ángel
se sentía seguro sabiendo que una vez más tendría la ayuda de Miguel.
XI. Cronología de los reyes impíos. Este capítulo nos
aporta el registro más detallado de la historia de toda
la Biblia. Abarca sucesos que ocurrieron aproximadamente del 529 al 164 a.C. Nos describe también
muchas cosas que van a ocurrir durante la futura tribulación. Pero lo asombroso es que Daniel lo escribió todo en el 540 a.C.
A. Alejandro Magno (11:1-20), incluyendo a sus predecesores y sucesores.
1. Cuatro reyes persas reinarían después de Ciro
(el que reinaba cuando Daniel escribió esta
parte) y el cuarto sería el más rico de todos.
Así aconteció (11:2).
a. Cambises (529-522).
b. Esmerdis (522-521).
c. Darío el Grande (521-486).
e. Jerjes (486-465) (fue, con mucho, el más
rico. Véase Est. 1:1-12).
2. Después de esto reinaría un rey poderoso
(11:3). Este era Alejandro Magno (336-323).
3. Este líder moriría inesperadamente joven. Su reino no sería para nadie de su familia, sino que se
lo repartirían los extraños en cuatro partes (11:4);
y eso es lo que ocurrió. Poco después de su muerte, Felipe, su hermanastro; Alejandro II, su hijo
legítimo; y Hércules, su hijo ilegítimo, fueron
todos asesinados y los cuatro generales de Alejandro se repartieron el imperio.
4. Ptolomeo, uno de sus generales, reinó en el
sur, iniciando una nueva dinastía en Egipto, y
otro general llamado Seleuco Nicator hizo lo
mismo en Siria. Ptolomeo reinó del 323 al 283
a.C., y Seleuco del 304 al 281 a.C. (11:5).
5. Estos dos reyes pelearían entre sí pero más tarde sus países formarían una alianza ( 1 1 :6 ).
Egipto y Siria se aliaron en el 250 a.C. Sucedió que cuando ambos generales murieron,
Ptolomeo II Filadelfo (283-246), el hijo de
Ptolomeo I, dio su hija Berenice en matrimonio a Antíoco II Theos (262-246), nieto de
Seleuco.
6 . Dos años más tarde murió su padre, Ptolomeo
n, y su esposo Antíoco se divorció de ella y se
volvió a casar con Laodice, con la que había
estado casado anteriormente.
7. Laodice, llena todavía de resentimiento, envenenó a Antíoco y mando matar a Berenice.
Después proclamó a su hijo Seleuco II rey de
Siria.
8 . Mientras tanto en Egipto, Ptolomeo IB, hermano de Berenice, sucedió a su padre en el trono. Reinó del 246 al 221 a.C.
9. Ptolomeo III invadió Siria y vengó la muerte
de su hermana Berenice ejecutando a Laodice.
Seleuco II huyó a Asia Menor durante la invasión egipcia.
10. Ptolomeo m saqueó a Siria y se llevó un gran
botín, incluyendo 40.000 talentos de plata y
2.500 vasijas preciosas ( 1 1:8-11).
11. En el 240 a.C. Seleuco II intentó sin éxito contraatacad a Ptolomeo III en Egipto. Seleuco
murió y fue sucedido en el trono por su hijo
Antíoco III (también conocido por el Grande).
Antíoco reinó en Siria desde el 223 al 187 a.C.
12. Al fallecer Ptolomeo m fue sucedido en el trono por su hijo Ptolomeo IV Filopator (221-
204).
13. Ptolomeo IV derrotó a Antíoco m en la crucial
batalla de Rafia en el 217 a.C. En este
enfrentamiento ambos bandos usaron gran cantidad de elefantes.
14. Ptolomeo IV murió en el 203 a.C., y le sucedió en el trono Ptolomeo V Epífanes (203-
181).
15. Antíoco III (el Grande) recuperó el control de
Palestina en el 198 a.C., al ganarlo en el campo de batalla frente a Ptolomeo V a las afueras de Sidón.
16. En el 193 a.C. Antíoco el Grande dio a su hija
Cleopatra en matrimonio a Ptolomeo V. (Nota:
ésta no fue la famosa Cleopatra de la historia,
que no apareció en el escenario hasta el 69
a.C.) La razón de este casamiento era prevenir la intervención egipcia cuando él entrara en
guerra con Roma. También esperaba que
Cleopatra cuidara de los intereses sirios en E gipto, p o rq u e p lan eab a secretam en te invadir
ese país. Pero Cleo patra se comportó com o
una esposa leal.
17. Antíoco III (el G rande) contó en este tiempo
con la presen cia en su corte de Aníbal, el renombrad o general cartaginés derrotado por
Roma que se hallaba refugiado en Siria. Juntos invadieron Grecia, pero en el 188 a.C . fueron expulsados completam ente de esa parte del
mundo or Roma.
18. Los grandes planes de Antíoco no pudieron
prosperar. Murió en el 187 a.C . (11:19).
19. Le sucedió su hijo mayor Seleuco IV F ilopator
(1 8 7 -1 7 6 ), quien fue asesinado por su propio
primer ministro (1 1 :20).
B . Antíoco Epífan es (11:21-35).
1. Fue el más joven de los hijos de Antíoco el
Grande y es in m ed iatam en te clasificado por la
Palabra de Dios como un hombre despreciable (11:21).
2. Aquellos que le conocían bien le pusieron el
apodo d e Epífan es (« homb re loco»).
3. Practicó el engaño y pretendió ser un Robin
Hood del segundo siglo (1 M acabeos 3:28-31).
4. Derrotó en el 170 al rey egipcio Ptolomeo Filometor (181-145) en una batalla al este del
delta del Nilo. Este joven rey era su propio sobrino, pues era hijo de su hermana C leopatra.
5. P tolomeo perdió esta batalla porque fue traicionado por algunos de sus propios amigos que
se sen taban a su mesa (11:26).
6. Antíoco se llevó despues a su sobrino a Siria
y pretendió ser su amigo, pero ni el tío ni el
sobrin o se fiaban uno d e l otro (11:27).
7. Antíoco tenía la esperanza de apoderarse de
Egipto , pero fue frenado por las poderosas legiones ro manas (1 1 :30).
8. Frustrado descargó su ira salvaje sobre la ciudad de Jerusalén (11:28-35).
C . El Anticristo (11:36-45).
1. Hará todo con forme a su antojo y voluntad
egoísta (1 1 :3 6 ). (Véase también A p. 13:7;
17:13.)
2. Se en salzará a sí mismo y dirá ofensas terribles contra D ios (11:36). (Véan se también 2
Ts. 2:4; A p. 13:6.) La expresión « hablará maravillas» que aparece en este versículo, significa literalmente «cosas increíbles, terribles».
El anticristo va a proferir blasfemias increíbles
contra Dios, insultos que nadie podía pensar
ni se atrevería jamás a decir.
3. Dios le permitirá prosperar durante la tribulación (11:36). (Véan se también A p. 11:7; 13:4,
7, 10.)
L a frase « porque lo determinado se
cumplirá», nos recuerda, no obstante, que Dios
está todavía en completo control, aun durante
el terrible reinado de ese monstruo .
4. «Del dios de sus padres no hará caso» (1 1 :37).
Algunas versiones de la Biblia traducen la palabra dios en plural y parece que así debe ser.
El Anticristo tramará venganza contra toda religión organizad a. En realidad será él quien
destruya a esa gran ramera , la sanguinaria
Babilonia, que es esa super ig lesia m undial.
(V éase A p. 17:5, 6.)
5. No tendrá deseo de mujeres (11:37). Se han formulado tres teorías para explicar esta frase.
a. El deseo normal de amor, matrimonio ,
sexo (v éase 1 Ti. 4:3).
b. A quellas cosas que caracterizan a las mujeres ,tales como misericordia , bondad ,
amabilidad.
c. El deseo de las mujeres hebreas de ser la
madre del Mesías (1 Ti. 2:15).
6. Su dios será el dios de las fortalezas (11:38).
El Anticristo gastará todos sus recursos en programas militares.
7. En los últimos días de la tribulación será atacado por el rey del sur (Egipto) y por el rey
del norte (R usia) (11:40). Según Ezequiel 38—
39, estas dos naciones, especialmente Rusia,
serán destruidas por Dios mismo sobre los
montes de Israel.
8. Después de la derrota de Rusia, el Anticristo
ocupará Palestin a (1 1 :4 1 ), pero no ocupará
Edom ni Moab. Algunos creen que Dios no le
permitirá dominar estas áreas porque Petra está
ubicada allí, la ciudad montañosa donde se refugiará el remanente judío para protegerse del
an ticristo en los últim os días de la tribulación.
(Véase A p. 12:14.)
9. Nada más establecer su dominio, el Anticristo
marcá a Egipto y lo controlará también
(1 1 :4 2 ,4 3 ).
10. Mientras está en Egipto le llegan noticias alarmantes del este y del norte (11:44). No se indica la n aturaleza exacta de estas noticias. Se
han formulado varias sugerencias:
a. Tiene que ver con información sobre un
levantamiento judío . El doctor León Wood
apoya esta in te rpretación en su libro A
Commentary on Daniel (p. 313).
b. Se refiere a una vasta invasión de un ejército d e 200.000.000 de soldados procedente del Lejano O riente (Ap. 9:16 ), bajo el
liderazgo de « los reyes del este»(Ap .16:12), quienes compiten con el Anticristo
por el liderazgo universal. Estas naciones
serían, entre otras, China y la India. El doctor J. D wight Pentecost sugiere esta
posibilidad . (Eventos del porvenir, E ditorial V ida, p. 271.)
c. Tiene que ver con noticias referentes a que
miles de judíos están escapando de Jerusalén para refug iarse en Petra. El autor sugiere esta teoría como una posibilidad.
11. Regresa rápidamente y congran furia destruye a muchos (11:44). No podemos establecer
dog máticamente la identidad de los que aquí
son destruidos.
12. Aparentemente logra controlar con éxito la
amenaza y establece su cuartel general en el
monte de Sion. Permanece en este lugar hasta
su total destrucción por el Rey de reyes al final de la tribulación (11:45). (V éase tam bién
A p. 19:11-21.)
XII. Las condiciónes últimas.
A . El ministerio de Miguel (12:1).
1. Miguel es el ángel guardián de Israel.
2. Ayudará a Israel a pasar por el peor período de
la historia humana desde la creación del mundo.
Jesús citó este versículo cuando habló d e esta
hora infernal. (Véase M t. 24:21, 22.) Será Miguel el que echará a Satanás de los lugares celestiales a mediados de la tribulación (A p. 12:7),
y después este héroe angelical aparentemente
ayudará a un tercio de la nación de Israel a escapa a Petra . (Véan seZ ac. 13 :8 ,9 ;Ap . 12:14.)
3. Estos Israelitas y a tienen sus nombres escritos
en el libro de la vida. (Véanse también Ex.
32:32; Sal. 69:28; Le. 10:20; M t. 24:22;; A p.
20:12.)
B . Las dos resurrecciones (12:2, 3).
Otros pasajes del
Antiguo y Nuevo Testamentos indican claramente que estas dos resurrecciones no sucederán al
mismo tiempo , sino que están más bien separadas
por un período de mil años. Ninguna de las
resurrecciones aquí mencionadas se refiere al rapto.
1. La resurrección de los que heredan la vida
eterna. Esto ocurrirá al principio del milenio
e incluirá a to dos los santos del Antiguo Testamento y a todos los mártires de la tribulación . (Véanse Job 19:25, 26; Sal. 4 9 :1 5 ; Is.
25:8; 2 6:19; O s. 13:14; H e. 11:35; A p. 20:4,
6.)
El galardón de todos los justos ganadores
de almas se menciona en Daniel 12:3.
2.
La resurrección de aquellos para deshonra y
eterna separación. Esto acontecerá después del
milenio e incluirá a todas las personas no salvas de todos los tiempos. (V éase A p. 2 0 :5 .)
Nuestro Señor habla brevemente de ambas resurrección es en Juan 5:28, 29.
C . Las dos profecías (12:4).
«Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el
libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán
de aquí para allá, y la cien cia se aumentará.»
S ir Isaac Newton , el gran científico y cristiano ,
después de leer este pasaje hace muchos años, se
afirma que dijo:
« Personalmente no puedo por más que creer
que estas palabras se refieren al fin de mundo .
L os hombres viajarán de un lugar a otro en maneras sin precedentes. H ab rá inventos que permitirán a la gente viajar más deprisa de lo que
lo hacen ahora.»
Esto fue escrito alrededor del 1680 d.C . Newton
pro siguió especulando que esa velocidad quizá sobrepasaría las 50 millas (8 0 k m ) por hora. U nos
ochenta años más tarde, Voltaire, el famoso ateo
francés, leyó las Pa labras de Newton y replicó
mordazmente:
«Miren lo que la tontería del cristianismo hace
de una pe rsona que por lo demás es un hombre brillante. Aquí tenemos a científico de
la talla de New ton que escribe que los hombres
pueden realmente viajar a la velocidad de 30 ó
4 0 m illas (5 0 6 60 k m )
por hora. ¿Se ha olvidado de que si un hombre va a esa velocidad
quedará sofocado ? Su corazón se pararía.»
Uno se pregunta que habría dicho Voltaire si hubiera sabido que dos siglos después que el escribió eso, el astronauta americano E dward H. W hite,
el 3 de junio de 1965, salió de su nave esp acial a
más de 100 millas (150 k m ) sobre la tierra y cruzó los Estados Unidos de costa a costa en m enos
de 15 minutos, a la velocidad d e 17.500 millas por
hora (28 .000 km /h). O que durante los vu elos a la
luna el hombre excedió en doce veces la velocidad de una bala de rifle. En esta misma pro fecía
Daniel predice una intensificación del conocimiento. Los Estados Unidos de América tiene solamente 200 años de historia, pero durante este tiempo hemos desarrollado un sistema de educación pública que haido desde cero hasta el presente nivel. Solo en los Estados Unidos tenemos m ás de
60 millones de estudiantes, asistiendo a unas 2.000 escuelas públicas elementales, 27 .000 escuelas secundarias, y 1.200 escuelas superiores y
universidades. Cada año gastamos más de 36.000
millones de dólares en financiar todo este sistema
educativo.
D . Los tres períodos de tiempo (12:5-13)
1. Mil doscientos sesenta días (« por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo», véase D n.
12:7.)
a. Daniel vea otros dos ángeles que habían
estado escuchando esta conferencia
profética privada que aquel poderoso ángel le estaba dando al anciano hombre de
estado. Los ángeles están en verdad muy
interesados en el programa de salvación de
Dios (1 P. 1:12), y uno de ellos repentinamente pregunta cu ánto durará este terrible
período de la tribulación (1 2 :6 ). Parece
que ninguno de los dos había escuchado
los detalles de la visión de las setenta y
dos semanas en 9:24-27.
b. El arcángel les informa que la duración de
esta horrible segunda parte de la tribulación será tanto como cueste quebrantar el
orgullo y el poder de los judíos, o tres años
y medio (12:7).
2. Mil Doscientos noventa días (11:12). Este período se refiere a lo mismo mencionado arriba, pero incluye treinta días adicionales .
Aunque no podemos ser dogmáticos, parece razonable - concluir que será necesario un m es
más para llevar acabo el juicio de separación
de cabritos y corderos que se mencionan en Mateo 2 5:31-46.
3. Mil trescietos treita y cinco días (1 2 :1 2 ).
Aquí tenemos de nuevo que a un período de
tiempo se le añaden cuarenta y cinco días.
¿Para qué se van a necesitar estos cuarenta y
cinco días adicionales? Quizá sea el tiempo
que se precisará para establecer el sistema de
gobierno del reinado de Cristo . El doctor
Franklin Logsdon ha escrito las siguientes palabras que son de bastante ayuda en relación
con estos setenta y cinco días adicionales al
período de tres años y edio.
« Nosotros tenemo s en los Estados Unidos
una analogía nacional que nos ayuda a entenderlo. El presidente es elegido en los
primeros días de noviembre, pero no es
instalado como presiden te hasta el 20 de
enero. Tenemos aquí un intervalo de setenta días. Durante este tiempo se ocupa del
nombramiento de los miembro s de su gabinete, d e los bajadores y e otros que
van a componer su gobierno . En el período de setenta y cinco días entre el fin de
la gran tribulación y la coronación , el Rey
de la gloria tendrá atender probablemente aciertos asuntos .» (Profiles in
Prophecy, p. 81.)
E. Las cuatro conclusiones finales.
1. E l arcángel Miguel levanta sus dos manos al
cielo para dar testimonio de la veracidad de
todo lo d ich o (12:7). El gestonormal de levantar una mano al cielo muestra solemnidad e importancia (véanse G n . 14:22; D t. 3 2 :4 0 ),
pero aquí tenemos que son levantadas las dos
manos. (Véase también A p. 10:1-6.)
2. Muchos serán limpiados (salvados) durante la
tribulación (1 2 :1 ); esto incluye tanto a los judíos como a los gentiles. (Véase Ap . 7:1-17.)
3. Los inicuos, sin embargo , continuarán en sus
malos caminos (12:10). (Véan se A p. 9:2 0 , 21;
11:9, 10.)
4. Daniel tenía que preservar cuidadosamente sus
escrito s (1 2 :4 ), pero todo su significado no
será revelado hasta aquel día glorioso cuando
él esté junto a los demás justos esperando su recompensa (1 2 :9 ,1 3 )
FIN DE LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD!