LA ETAPA DE LOS EVANGELIOS I (MATEO MARCOS LUCAS JUAN).
PRESENTACION Y RESUMEN A LA VIDA DE NUESTRO SEÑOR."
LOS DOS PROLOGOS, LAS DOS GENEALOGIAS, LAS TRES ANUNCIACIONES, LOS TRE CANTOS DE ALABANZA.
Vamos a considerar ahora una introducción a la vida de nuestro bendito Señor, así como una presentación y un resumen de la misma.
I. Los dos prólogos.
A. El prólogo de Lucas (Le. 1:1-4).
1. Muchos habían escrito ya un relato de la vida de Cristo.
2. Lucas se proponía hacer lo mismo, obteniendo los hechos de varios de los testigos oculares.
3. Planeaba, por último, enviar su narración a su amigo Teófilo. Lucas también dedicaría más tarde su segundo libro, los Hechos de los Apóstoles, a Teófilo (Hch. 1:1).
B. El prólogo de Juan (Jn. 1:1-5).
1. Cristo Jesús estaba con el Padre desde la eternidad. (Véanse Pr. 8:22-31; Jn. 17: 5, 24.)
2. El fue el Creador de todas las cosas. (Véanse Col. 1:16, 17; Ef. 3:9; He. 1:2.)
3. Jesucristo es tanto la luz como la vida de los hombres. (Véanse Jn. 5:26; 1 Jn. 5:11: Jn. 8:12; 9:5; 12:35.46.)
4. Jesucristo resplandeció en las tinieblas de este mundo y las tinieblas no prevalecieron contra él.
5. Estos cinco primeros versículos de Juan son los más profundos en la Biblia, y son dignos de haberse escrito en oro.
II. La dos genealogías.
A. La genealogía de Mateo (Mi. 1:1-17).
1. Contiene cuarenta y un nombres.
2. Traza la línea genealógica descendiente desde Abraham, el padre de la raza hebrea, hasta José. (Véase Gá. 3:16.)
3. Traza la línea desde David pasando por su hijo Salomón (2 S. 12:24).
4. Nos da la línea de José. Nota de estudio: esta genealogía es notable por varias razones.
a. Contiene los nombres de cuatro mujeres. En las genealogías del Oriente raramente aparecen mujeres.
b. Estas cuatro mujeres tienen antecedentes cuestionables. (1) Tamar era una ex prostituta (Mt. 1:3; Gn. 38:13-30). (2) Rahab era también una ex prostituta (Mt. 1:5: Jos. 2:1). (3) Rut fue anteriormente pagana (Mt. 1:5; Rut 1:4). (4) Betsabé era una ex adúltera (Mt. 1:6 ; 2 S. 11:1-5). Pero por medio de la multiforme y maravillosa gracia divina, la primera mujer (Tamar) fue la mujer de Judá (hijo de Jacob) que dio origen a la familia del rey David; la segunda (Rahab) fue su tatarabuela: la tercera (Rut) fue su bisabuela: y la cuarta (Betsabé) fue su esposa y madre de Salomón. (Véase Rut 4:18-22.)
B. La genealogía de Lucas (Le. 3:23-38).
1. Contiene setenta y cuatro nombres.
2. Traza la línea genealógica ascendente desde José hasta Adán, el padre de la raza humana.
3. Traza la relación con David por medio de otro hijo llamado Natán (2 S. 5:14).
4. Nos da la línea davídica de María. Nota especial: varios problemas aparecen en relación con ambas genealogías.
a. Mateo dice que el padre de José se llamaba Jacob (1:16), mientras que Lucas dice que era Eli (Le. 3:23). En el mundo antiguo a veces se referían a los yernos como a sus propios hijos. De manera que muchos piensan que Eli era realmente el padre de María y suegro de José.
b. Satanás era consciente del hecho de que la línea que llevaba a Cristo pasaba por David. El trató aparentemente de romper en alguna parte un eslabón en su cadena real. Con la subida al trono de Joaquín (el decimonoveno eslabón desde David), parecía que el diablo iba a ganar, porque Dios profirió la siguiente maldición contra este joven e impío rey: «Así ha dicho Jehová: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia. hombre a quien nada próspero sucederá en todos los días de su vida: porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá» (Jer. 22:30). Esta declaración no significa que no tuviera hijos, porque en 1 Crónicas 3:17, 18 se nombran a algunos, (véase también Mt. 1:12.) Lo que quiere decir es que debido al juicio divino sería considerado sin descendencia en lo que al trono se refería. Sea cual sea su significado, parecía que la línea real de David y de Salomón había llegado a su final con Joaquín (llamado también Conías y Jeconías en el Antiguo Testamento). (Véanse Jer. 22:24: 2 R. 24:8.) Pero debió ser un rudo golpe para el diablo cuando supo que Dios no estaba limitado a una sola línea. David tenía otro hijo llamado Natán, y fue por medio de esta línea que vino María, la madre de Jesús.
III. Las tres anunciaciones.
A. Zacarías acerca del nacimiento de Juan el Bautista, el precursor del Mesías (Le. 1:5-25).
1. El arcángel Gabriel se le apareció al sacerdote Zacarías cuando estaba ofreciendo el incienso en el templo en Jerusalén. (Véanse Ex. 30:7; 2 Cr. 29:11.) Nota: Este era el primer mensaje hablado procedente del cielo en más de 400 años. La estación Radio Antiguo Testamento había dejado de transmitir con Malaquías 4. Pero Dios comienza ahora de nuevo la transmisión de mensajes. Radio Nuevo Testamento estaba en el aire oficialmente.
2. El ángel del Señor le informa a Zacarías que sus oraciones han sido oídas y que su esposa, aunque mayor, dará a luz un hijo. Este es el octavo de nueve nacimientos en la Biblia en el que Dios interviene. Son:
a. El nacimiento de Isaac a Abraham y Sara (Gn. 21:1).
b. El nacimiento de Jacob y Esaú a Isaac y Rebeca (Gn. 25:21).
c. El nacimiento de Rubén a Jacob y Lea (Gn. 29:31).
d. El nacimiento de Isacar a Jacob y Lea (Gn. 30:17, 18)
e. El nacimiento de José a Jacob y Raquel (Gn. 30:22-24).
f. El nacimiento de Samuel a Elcana y Ana (1 S. 1:19).
g. El nacimiento de Sansón a Manoa y su esposa (Jue. 13:1, 2).
h. El nacimiento de Juan a Zacarías y Elisabet (Le. 1:57).
i. El nacimiento de Jesús a María (Le. 2:7).
3. Gabriel le dice a Zacarías que este hijo:
a. Se llamaría Juan.
b. Se abstendría de bebidas alcohólicas. Es decir, sería un nazareo (Nm. 6:3). como se suponía que debía ser Sansón (Jue. 13:4).
c. Sería <rrunde delante de Dios. (Véase Mt.11:11.)
d. Estaría lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Esto también se dice acerca de otros dos hombres:
(1) Jeremías (Jer. 1:5).
(2) Pablo (Gá. 1:15).
e. Haría que muchos de los hijos de Israel se volvieran al Señor. Esto lo hizo él en la primera
venida de Cristo, como Elias lo hará un día en su segunda venida. (Véase Mal. 4:5,6 .)
f. Predicaría con el poder y el espíritu de Elias. (Mt. 11:14; Mr. 9:12.)
g. Prepararía el camino para la venida del Mesías, lo que daría cumplimiento a lo dicho en Isaías 40:3.
4. Como él y su mujer eran de edad avanzada, Zacarías tenía dificultades en creerlo. (Como una vez sucedió con Abraham v Sara. Véanse Gn. 17:17; 18:12.)
5. Gabriel reprende amablemente al anciano sacerdote por su incredulidad y le advierte que
se quedará sin voz hasta el día del nacimiento de Juan.
6 . El pueblo que esperaba afuera pronto se da cuenta de que algo muy extraño le ha ocurrido a Zacarías, y que no puede pronunciar la esperada bendición sobre ellos. Muchos en aquel grupo de gente estarían, sin duda, allí para ayudar a Zacarías a celebrar un evento tan especial como era quemar el incienso sobre el altar de oro. Un sacerdote sólo podía hacerlo una vez en toda su vida. Otros en la multitud estarían esperando escucharle pronunciar la gran bendición levítica que hallamos en Números 6:22-27:
«Jchová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti. y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.»
Pero en aquel día no hubo celebración ni bendición. Algo mucho más especial y eterno estaba ocurriendo. Zacarías regresa a casa, y pronto su esposa, anciana y estéril, queda embarazada.
7. El nombre Zacarías significa «Dios recuerda» y el nombre Elisabet «su juramento». Con el nacimiento de Juan el Bautista Dios estaba recordando su pacto hecho en Salmo 89:34-37.
B. A María acerca del nacimiento de Jesús (Le. 1:26-38).
1. Durante el sexto mes del embarazo de Elisabet, el arcángel Gabriel se aparece a una virgen de
Nazaret (desposada con José) llamada María
2. Le anuncia que ha sido elegida por Dios para que su bendito Hijo nazca en el mundo. (Véase Gá. 4:4.) Son especialmente dignas de ser consideradas las palabras en Lucas 1:28:«Y entrando el ángel en donde ella estaba. dijo: ¡Salve, muy favorecida El Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.» El ángel no dijo sobre las mujeres, sino entre las mujeres. Notemos también en 1:47 que la primera persona que aparece en las Escrituras que llamó Salvador a Jesús fue su madre. María necesitaba la salvación como cualquier otro. (Véase Romanos 3:23.)
3. Cumplimiento número uno de las profecías del Antiguo Testamento: que nacería de una virgen. (Cp. Is. 7:14 con Mt. 1:22. 23.)
4. El ángel predijo que el niño
a. Se llamaría Jesús.
b. Sería llamado Hijo del Altísimo. Un demonio se refirió a él con este mismo nombre (Mr. 5:7).
c. Heredaría el trono de David.
d. Cumplimiento número dos de las profecías del Antiguo Testamento: que se le daría el trono de David. (Cp. 2 S. 7:11, 12; Sal. 132:11; Is. 9:6, 7; 16:5; Jer. 23:5 con Le. 1:31. 32.)
e. Reinaría sobre este trono para siempre. (Véanse Dan. 2:44; 7:14, 27; Mi. 4:7.)
f. Cumplimiento número tres de las profecías del Antiguo Testamento: que su trono sería eterno. (Cp. Dn. 2:44; 7:14, 27: Mi. 4:7 con Le. 1:33.)
5. María está perpleja: «¿Cómo será esto? pues no conozco varón» (Le. 1:34).
6 . El arcángel le asegura: «El Espíritu Sanio vendrá sobre ti. y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Le. 1:35). Estos versículos (Le. 1:31. 35) nos enseñan dos cosas importantes acerca de la encarnación:
a. Jesús fue concebido por el Espíritu Santo.
b. El elemento sobrenatural en la encarnación no fue el nacimiento de Cristo, sino más bien la concepción. Él nació como nacen todos los seres humanos. Es vital hacer esta distinción, porque él era completamente Dios como si nunca hubiera sido hombre, y era completamente hombre como si nunca hubiera sido Dios.
7. Gabriel predice que el hijo de María será también llamado Hijo de Dios. (Véanse Mt. 14:33; Mr. 1:1; Jn. 1:34; 20:31: Hch. 8:37; Ro. 1:4.)
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8 . Después la informa acerca del embarazo de su prima Elisabet. «Porque nada hay imposible para Dios» (Le. 1:37). (Véanse también Gn. 18:14: Jer. 32:17; Mt. 19:26; Le. 18:27.)
9. María se somete simple y humildemente a la voluntad de Dios: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Le. 1:38).
C. A José en relación con la pureza de María (Mt. 1:18-25).
1. Al enterarse de que estaba embarasada Jose
«como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente» (Mt. 1:19).
2. Aquella misma noche, sin embargo, Gabriel le asegura durante un sueño el inminente nacimiento virginal de Cristo.'
3. Le dice a José que este niño «salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt. 1:21). (Véanse también Hch 4:12; 5:31; 13:23, 38; He. 7:25.)
4. Gabriel se refiere a este niño como Emanuel, que significa «Dios con nosotros» (Mt. 1:23).
5. Cumplimiento número cuatro de las profecías del Antiguo Testamento: que se llamaría Emanuel. (Cp. Is. 7:14 con Mt. 1:23.) «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros» (Mt. 1:23). Esta profecía era. por supuesto, un cumplimiento de Isaías 7:14 (véase Mt. 1:22). Algunos han cuestionado sin éxito la palabra hebrea ahnah en Isaías 7:14. alegando que no siempre significa virgen; pero en cualquier caso, no hay ninguna dase de duda acerca de la palabra griega para virgen, que es parthenos, que siempre y sin excepción se refiere a una joven doncella que no ha tenido experiencia sexual.
6 . José hace los arreglos necesarios para recibir a María como su esposa legítima. José debe ser considerado, en todos los sentidos, como un hombre verdaderamente justo, con la madurez espiritual de un David, un Moisés, un Pedro o un Pablo. En verdad el José del Nuevo Testamento puede ser comparado favorablemente con el José del Antiguo Testamento. En ambos casos los padres se llamaron Jacob; ambos mostraron sorprendente madurez; ambos recibieron visiones de Dios; ambos estuvieron en Egipto. Uno es un tipo de Cristo y el otro fue su tutor legal. En realidad, si no hubiera sido por el pecado de Judá, José habría reinado en Jerusalén como un rey legítimo cuando Cristo nació. Era él y no Herodes el que tenía las credenciales apropiadas para sentarse sobre el trono de Israel.
IV. Los tres cantos de alabanza.
A. Ia alabanza de Elisabet a María
(Le. 1:39-45), llamado frecuentemente el Magníficat. Nota: Esto ocurrió aparentemente antes de que José supiera del estado de María. María, nada más marcharse el arcángel, salió de prisa, y quizá en secreto, de Nazaret y se fue a visitar a Elisabet en algún sitio cerca de Jerusalén. José no se enteró de su condición hasta que no regresó tres meses después.
1. Juan saltó en el vientre de su madre al oír el saludo de María, y Elisabet fue llena del Espíritu Santo. 2. Elisabet bendijo a María: «Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre» (Le. 1:42). (Véase también Le. 1:28.)
B. La alabanza de María a Dios (Le. 1:46-56).
1. María responde: «Engrandece mi alma al Señor. y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador» (1:46, 47).
2. Se da cuenta de que la historia la reconocerá como la favorecida del Señor.
3. Alaba al Padre porque humilla a los poderosos, exalta a los humildes, llena a los hambrientos. y hace proezas con su brazo poderoso. (Véanse Is. 52:10; Sal. 33:10: 1 S. 2:6-8; Is. 53:1.)
4. Pasados tres meses María regresa a Nazaret.
C. La alabanza de Zacarías a Dios (Le. 1:57-79).
1. El hijo de Zacarías nace y es circuncidado a los ocho días.
2. Los amigos y familiares suponen que el niño se llamará como el padre. El anciano sacerdote, sin embargo, todavía mudo, escribe que Juan será su nombre.
3. Recupera inmediatamente la voz y alaba a Dios en el poder del Espíritu Santo, dándole gracias: a. Por guardar sus promesas dadas a Abraham y a David. b. Por visitar y redimir a su pueblo. (Véanse también Sal. 111:9; Le. 7:16.)
4. Zacarías después habla en relación con Juan: a. Será el precursor del Mesías. (Véanse Is. 40:3; Ml. 11:10.) b. Dará el conocimiento de la salvación. (Véase Jn. 1:29.) c. Predicará el arrepentimiento. (Véase Le. 3:3.) d. Presentará al Salvador. «... con que nos visitó desde lo alto la aurora» (1:78). (Véanse también Nm. 24:17; Mal. 4:2.) Nada más alcanzar la madurez, Juan se retira al desierto a fin de prepararse para su futuro ministerio como un evangelista nazareo.